DANCE WITH THE DEVIL

El diablo, es un ser despiadado, cruel y abusivo, existe unicamente para causar desgracia en el mundo, algunos reconocen cuando esta cerca otros no, a veces, las personas que mas amamos o las que menos esperamos, pueden estar aliadas con Satanas o bajo su control y solamente hay una forma de acabar con la bestia, que esta llena, de ira, odio, rencor, destruccion, entre otras cosas. Solo hay una cosa capaz de acabar con él: el amor.
Sesshomaru e Inuyasha son dos chicos comunes, rebeldes, pervertidos, sin ninguno sentimiento,un dia, alguien les pone un hechizo y todas las noches, ellos se convierten en dos temibles bestias, sin control, sedientos de sangre, con muchas ganas de asesinar a cualquiera sin importarles quienes sean. Mientras que cuando amanece, no recuerdan nada de lo que paso aquella noche.
Kagome y Rin son dos chicas comunes y corrientes, sensibles y las peores desgracias de los hermanos Taisho, desde que se conocieron nunca hubo onda entre ellos, pero los aman en secreto, en cuanto ellas descubran la maldicion, deberan hacer todo lo posible por deshacerla o mas bien controlarla porque......¿se enamoraran de ellos estando convertidos en bestias? Lo que si deberan hacer, es destruir a la resposanble de que los hermanos Taisho se encuentren asi, la malvada sacerdotista oscura, Tsubaki

 

Capitulo 1: "El primer dia de clases"

En un bosque, cerca de una pradera, hay un instituto llamado "Kuroi Shikon" que fue construido hace mas de cien años, era y sigue siendo un internado para adolescentes rebeldes y tambien para los que tenian excelentes desempeños academicos. Las clases comenzaban nuevamente, el timbre sono, todos los alumnos se despidieron de sus padres y entraron a la escuela, por el pasillo venian caminando dos personas con miradas asesinas, los demas les daban paso atemorizados, eran los hermanos Taisho, Sesshomaru e Inuyasha, dos jovenes de al menos veintidos y diecisiete años de edad, cabellos negros, cortos y ojos grises.
Inu no Taisho, el padre de ambos hermanos, era uno de los hombres mas ricos del planeta, se caso con una mujer llamada Irasue, al año de casados, nacio Sesshomaru, los tres eran una familia feliz hasta que la madre del mas grande falllecio en un accidente automovilistico, él apenas tenia dos años de edad, sin embargo, el padre se volvio a enamorar de otra mujer lo cual no le agrado mucho al chico. Su nombre era Izayoi y fue la ultima mujer con la que Inu no Taisho tuvo relacion, se casaron un año despues de la muerte de Irasue y al año siguiente, nacio Inuyasha.
Los años fueron pasando, Sesshomaru e Inuyasha nunca se llevaron bien, ya que el hijo mayor de Inu no Taisho nunca aprobo la union entre su padre y aquella mujer, mucho menos aprobo al nuevo miembro de la familia, en cuanto el mas grande cumplio trece años de edad y el mas pequeño ocho años, Izayoi contrajo una enfermedad por la cual murio, toda la familia quedo destrozada, pero con la muerte de Izayoi, las peleas entre los dos hermanos iban de mal en peor ya que Sesshomaru insultaba a cada segundo a la madre de Inuyasha provocandolo y comenzando una pelea. Llego el dia en que el padre no lo pudo soportar mas y envio a su hijo mayor a un instituto en donde pueda mejorar su actitud, y en cuanto el menor cumplio los trece, lo mando al mismo instituto que el otro.
A medida que avanzaban, los chicos y las chicas hacian todo lo posible por no hablarles o no tropezarse con ellos ya que eran los chicos mas peleoneros y buscapleitos de todo el instituto, siempre diciendo malas palabras, muy oervertidos cuando se trata de mujeres y con bajas notas. Inu no Taisho habia hablado con los profesores del internado, él habia prometido ayudar a reconstruir aquel internado si ellos educaban a sus hijos.
Los hermanos Taisho llegaron al salon y lo primero que hicieron fue tirar las mochilas en sus asientos y quedarse profundamente dormidos como siempre mientras que los maestros intentaban inutilmente de despertarlos y hacer que pongan atencion en clase, por lo cual, recibian de parte de ellos muchas malas palabras.
-Mismos holgazanes de siempre-bufo uno de los chicos.
-Y con esas bocas dicen mama y papa-bufo otro chico.
-Perdón, Bankotsu, Jakotsu, estamos hablando con el dueño del circo no con el animal y su pulga-replico Inuyasha molesto.
-¿Como me llamaste idiota?-pregunto Bankotsu enojado.
-Ademas de animal es sordo-se burlo Sesshomaru.
-Repitelo si te atreves-amenazo Jakotsu.
-¡Ya basta!-ordeno el profesor.
De todos los chicos del instituto, Bankotsu y sus tres hermanos menores, Jakotsu, Suikotsu y Renkotsu, junto con dos chicas de la misma clase, Kagura y Sara, eran los unicos que se atrevian a hacerles frentes a ambos hermanos y ademas desafiarlos, los demas, pensaban que estaban locos, ya que los hijos de Inu no Taisho, ademas de peleoneros, eran muy peligrosos, ya que golpeaban a cualquiera sin importarles si era varon o mujer. Ellos estaban a punto de iniciar una pelea con Bankotsu alli mismo de no ser por el maestro que los detuvo amenzando con llamar a la directora o a sus padres.
En la hora del almuerzo, ambos se sentaban en mesas distintas, solos, sin hablar, ni dirigirse una mirada, ya les bastaba no solo con vivir en el mismo internado sino que tambien en la misma habitacion, regresaron a su habitacion y alli se acostaron sin cenar, casi nunca cenaban en la escuela y tampoco almorzaban, nadie sabia la razon, ya que en esos dos tiempos, a los dos hermanos en vez de peligrosos se los notaba muy pensativos. Cerraron los ojos para calmarse un poco, pero no se durmieron, en sus mentes se le venian imagenes de ellos cuando eran chiquitos corriendo y jugando cada uno con sus respectivas madres, riendo, divirtiendose.
Inu no Taisho era un hombre con un muy parecido a sus hijos, mismos cabellos negros, pero diferentes ojos, los suyos eran en un tono color pardo, para él, fue muy duro superar la muerte de las dos mujeres que en la vida amo con locura, desde que murio Izayoi, no volvio a amar a otra mujer en la vida, claro que muchas mujeres intentaron seducirlo antes, pero ninguna lo logro, ya que la mayoria solo lo querian por su dinero, sin embargo, dio gracias a dios por sus dos hijos. Pero ademas de una bendicion, tambien hubo unas desventajas, y esas eran que sus hijos no paraban de pelearse e insultarse, no le quedo mas opcion que mandarlos a un internado juntos para que aprendieran a llevarse bien.
A pesar de que ya llevaban como cuatro años en aquel internado, nada de nada ha cambiado, ellos siguen siendo los mismos de siempre y actuando de la misma manera, solo que con cada año que pasaba, ellos empeoraban con sus actitudes. Los unicos dias en que ellos no se querian matar el uno al otro son los dias en cuando su padre viene a visitarlos, y uno de esos dias, es hoy.
Alguien llamo a la puerta de la habitacion de los hermanos, Inuyasha fue a abrir y no se sorprendio de ver a su padre en frente suyo, ya que todos los demas le tenian miedo, los tres comenzaron a hablar entre ellos, pero no sabian que una silueta los miraba detenidamente, con mucha rabia y mucho rencor, pero no se supo quien era exactamente. Las horas pasaron y cuando Inu no Taisho se despidio de sus hijos, la silueta tambien desaparecio.
-Atencion alumnos, tenemos una nueva directora, por favor, vengan al salo principal para conocerla-dijo uno de los profesores por el altavoz.
Todos los alumnos del instituto se reunieron en el salon principal, alli, uno de los profesores presento a la nueva directora, era una mujer de cabellos largos, hasta los hombros, ondulados y color negro, de mirada seria, fria y amenazadora, mucho mas terrorifica que la de los hermanos Taisho. Al verla, Sesshomaru e Inuyasah sintieron como su mundo estaba completamente arruinado, hicieron una mueca de desagrado y hacian gestos con las manos de querer suicidarse.
-Perdonen que les hable chicos-dijo uno de los alumnos con voz temblorosa-pero...¿ustedes conocen a esa mujer?
El joven era un chico de cabellos negros, un poco largo y atado en una pequeña colita de caballo, con un arito en la oreja izquierda y ojos color azules, su nombre era Miroku, y era conocido como uno de los chicos mas pervertidos del colegio, ya que siempre andaba tocando a todas las chicas.
-Desgraciadamente si-respondio Sesshomaru tranquilamente para asombro de todos, ya que apenas alguien le hablaba, ellos lo insultaban o le pegaban.
-¿Quien es?-pregunto otro chico de tez morena, cabello largo, lacio, negro, atado en una alta cola de caballo y unos ojos color azules.
-Su nombre es Tsubaki-respondio con calma Inuyasha-fue nuestra maestra en la primaria y por desgracia, nuestra niñera durante un año mientras mi padre y mi madre salian a cenar.
-Cuando nos cuidaba, nos hacia comer sano todo el tiempo, nos mandaba a dormir temprano, pero, ademas, rompia todos los recuerdos de mi madre y de la madre de Inuyasha-añadio Sesshomaru-y lo peor era que nos hechaba la culpa a nosotros en frente de nuestro padre.
-En la escuela era peor, si llegabas tarde, castigado, te hacia escribir mil veces en el pizarron "no debo llegar tarde"-prosiguio Inuyasha-te daba todo un libro completo de deberes y cuando menos te lo esperaban, te pega con una maldita regla.
Los chicos y las chicas escuchaban con mucha atencion lo que los hermanos Taisho les decian sobre la nueva directora, sus caras mostraron panico, horror y nerviosismo, la mayoria comenzo a murmurar que estaba loca, otros que era peor que Sesshoamaru e Inuyasha y otros, la verdad no podian articular ni una sola palabra y les costaba tragar de lo nerviosos y asustados que estaban. Por otra parte, Tsubaki pudo notar como los chicos y las chicas murmuraban a sus espaldas, no entendia muy bien que era lo que pasaba hasta que vio a sus dos ex-alumnos.
"Vaya, si son Inuyasha y Sesshomaru"penso con una sonrisa malevola en su rostro.
Nadie noto como la directora Tsubaki los miro con malicia, nadie, salvo ellos, por lo cual tuvieron un mal presentimiento acerca de su mirada asesina, decidieron irse cada uno a su habitacion, ya en la noche, en el cuarto de los hermanos, el mas pequeño leia un libro mientras que el mas grande tenia los auriculares puestos y escuchaba musica. Era una noche nublada, sin estrellas, sin luna, sin nada, en menos de unos segundos comenzo a llover, lo cual, por un lado alegro a los hijos de Inu no Taisho ya que cuando llovia asi de fuerte, al dia siguiente no tenian clases.
Cerca de la medianoche, apagaron todo y se fueron a dormir, los truenos eran cada vez mas fuertes y un rayo cayo muy cerca de la ventana iluminado con su luz a la nueva directora que los miraba con una sonrisa malevola en el rostro. Se dio la vuelta y observo el cielo, pudo divisar entre las nuebes la luna llena que poco a poco se iba convirtiendo en una luna creciente, miro a los hermanos por ultima vez y se alejo.
-Preparense para lo peor-susurro Tsubaki.

Bueno.....aqui les dejo el capitulo 1 renovado.

 

Capitulo 2: "El comienzo del horror"

Era un bello dia en el internado Kuroi Shikon, uno de los profesores llevaban a un grupo de alumnos de campamento, entre ellos se encontraban los hermanos Taisho, Sesshomaru e Inuyasha, y los qye ahora eran sus amigos, Koga y Miroku, los chicos que se habian atrevido a hablarles en la reunion del otro dia. Ninguno de los demas alumnos no entendian como habian hecho esos dos o que es lo que hicieron oara ser amigo de los mas peligrosos del colegio. Por su parte, ellos no lo dijeron, comenzaron a armar las tiendas y a dividirse en grupos de cuatro o cinco para compartir las carpas.
Luego de armar las carpas, todo el grupo se fue a nadar, las chicas vestian bikinis mientras que los chicos shorts, Sesshomaru, Inuyasha, Miroku y Koga se quitaron las playeras dejando al descubierto sus musculos, no solo eran los chicos mas rebeldes del internado, sino que tambien los mas sexys. Las chicas comenzaron a babear y los chicos los miraban celosos, pero aun asi, no se atrevian a acercarse a ellos.

-Uy miren, los rebeldes hicieron que a todas las chicas se les alborotaran las hormonas-dijo Bankotsu molesto.
-No empecemos Bankotsu-le regaño Kog.
-Tu no eres nuestro jefe-replico Suikotsu.
-Asi que...¿como es que terminaron siendo amigos de estos dos?-dijo Jakotsu un poco molesto y confundido.
-Eso no es asunto tuyo-respondio Miroku.
-Mejor dejenlos chicos, no valen la pena-dijo una chica de cabellos negros, largos y ondulados, con ojos color carmesi, su nombre era Kagura, una de las chicas que se atrevian a hacerles frente a los dos hijos de Inu no Taisho y tambien estaba Sara, su hermana menor. Ambas chicas estaban enamoradas de ellos, eso dicen algunos, otros piensan que solo los quieren por ser los mas ricos del planeta.
Sesshomaru e Inuyasha tomaron del hombro a Miroku y Koga quienes ya estaban a punto de iniciar una pelea, les indicaron con la cabeza que ya era hora de irse, los cuatro se alejaron dejando a los demas alli solos. En cuanto regresaron al campamentp, los profesores les dieron una hora libre para explorar el bosque.
Los hermanos Taisho y sus nuevos amigos caminaron hasta llegar a un claro con un lago, lo cual, al verlo, Miroku y Koga notaron como Inuyasha y Sesshomaru se tensaban y a la vez, sus cuerpos temblaban, este lago les traia varios recuerdos de su pasado, de ellos jugando y chapoteando en el agua, pero no con sus padres. Nadie sabia de esto, pero hubo en una epoca, de cuando ellos eran mas chiquitos, dias en los que nunca peleaban ni se odiaban, todo eso paso cuando las conocieron.
Sesshomaru tenia trece años de edad mientras que Inuyasha tenia ocho, justo un año antes de que Izayoi contrajera aquella enfermedad, ambos conocieron a dos chicas mas o menos un año menor que ellos, se llamaban Rin y Kagome, los cuatro eran grandes y a la vez mejores amigos.
Rin era la mas grande de todas, tenia doce años de edad, un año menor que Sesshomaru, mientras que Kagome siete años, un año menos.

-Inuyasha-dijo Kagome riendo al ver como Inuyasha le tiraban agua.
-A que no me atrapas Kagome-dijo Inuyasha.
-Hey Sesshomaru, te reto a una carrera, yo cargo a mi hermana y tu al tuyo ver quien es mas rapido y mas fuerte-lo desafio Rin.
-Trato hecho niña-dijo Sesshomaru.

Cuando las hermanas Higurashi venian a visitarlos, que no era muy seguido, Sesshomaru e Inuyasha olvidaban sus diferencias sin notarlo, pero no solo eran mejores amigos, para ellos, las chicas les hacian sentir un sentimiento muy profundo, mucho mas que una simple amistad, en secreto, ellos las amaban con locura, sin embargo, nunca se atreviern a confesarselos. Todo cambio el dia en que la madre de Inuyasha murio, fue un dia de invierno, caia la nieve, ese dia no solo hubo una pelea entre los hermanos, sino tambien con las dos hermanas.

-Ya deja de lloriquear Inuyasha-le regaño Sesshomaru.
-Eres un insensible Sesshomaru, tu no sabes por lo que estoy pasando-grito el pequeño entre lagrimas.
-¡Si lo se pequeño insecto, mi madre tambien murio!-grito furioso el mayor.
-Sesshomaru-musito Rin.
-Inuyasha-musito Kagome.
-Por favor no se peleen-dieron las dos.
-¡Larguense!-mascullaron ambos al mismo tiempo.

Los dos hermanos comenzaron a golpearse y a herirse, Rin y Kagome intentaron separalos, sin embargo, recibieron unos cuantos golpes y cayeron adoloridas al suelo, esa era la primera vez que Inuyasha y Sesshomaru pelearon realmente en serio y la primera vez que hirieron a sus amigas del alma, ambas lloraban en el suelo mientras que ellos no se dieron cuenta de lo que habian hecho. Pasaron como varios minutos hasta que cada una agarro a uno de los hermanos y se lo llevo lejos del otro, Rin intento calmar a Sesshomaru, pero este le dijo una cantidad de malas palabras.

-¿Y con esa boca decias mama?-pregunto Rin ofendida-Sesshomaru por favor, Inuyasha es solo un niño.
-Un niño irritante y molesto-replico Sesshomaru-como odio que se mi hermano y tu estupida porque rayos me separaste de él, estaba a punto de darle su merecido.´
-¿Como puedes decir eso?-pregunto Rin con voz debil-¿y como puedes tratarme asi? Yo no te he hecho nada.
-¡¡Que cierres esa maldita boca!!-exploto el joven.
-No puedo creerlo Sesshomaru, eres insensible ¡te odio!-llorique la mas grande de las hermanas.

Rin salio corriendo y llorando de ese lugar, Sesshomaru, por su parte, no dijo nada mas, pero tardo mucho en darse cuenta de que lo que le habia hecho a Rin estaba mal, por otra parte, Rin no fue la unica que termino ofendida, Inuyasha tambien solto toda su ira sobre Kagome haciendola llorar.

-Inuyasha tranquilizate-le rogo Kagome.
-Ya alejate de mi, ¿por que no me dejaste darle su merecido?-pregunto Inuyasha molesto-eres una estupida y una entrometida.
-Inuyasha deja de ser cruel-sollozo Kagome.
-Dejame en paz estorbo y largate-ordeno el menor.
-¡Te odio Inuyasha, te odio!-dijo antes de salir corriendo.

Ambos hermanos suspiraron al recordar aquel dia, en ese momento, unas nubes color grises cubrieron el cielo, varias gotas comenzaron a caer, se escucharon truenos y se podian divisar relampagos, Miroku y Koga decidieron que ya era hora de regresar al campamento antes de que se largara a llover. Cerca de la medianoche, cuando todos dormian, un ruido, mas bien un crujido se escucho despertando a Sesshomaru e Inuyasha.
Los dos se incorporaron lentamente y agudizaron sus oidos, se colocaron sus chaquetas y sus zapatillas, agarraron sus linternas, las prendieron, salieron pero no vieron a nadie, caminaron entre el barro siguiendo el sonido de las ramas, llegaron hasta el claro cuando de pronto algo paso a toda velocidad por detras de ellos.

-¿Que fue eso?-pregunto Inuyasha.
-¿Quien anda ahi?-pregunto Sesshomaru.

Nadie respondio, los dos chicos decidieron volver a la tienda a dormir cuando de repente, algo paso a toda velocidad y mordio a Inuyasha en la mano y tambien lo hirio gravemente en la espalda. Cayo al suelo gritando y retorciendose de dolor ademas de sangras a montones.

-¡Inuyasha!-grito Sesshomaru desesperado.

Sesshomaru quiso ayudarlo, pero la misma persona o cosa que ataco a Inuyasha tambien lo ataco mordiendolo en la mano e hiriendolo en la espalda, mientras gritaban de dolor, escucharon una voz femenina riendo, la vista comenzo a nublarse, antes de caer inconscientes, pudieron ver varias luces y a dos personas gritar sus nombres. Despertaron en la enfermeria del instituto, sus manos derechas y sus toraz estaban vendados, ellos se encontraban cansados y ademas confundidos, no recordaban nada de lo que ocurrio anoche.
Se incorporaron lentamente en la cama, aun sentian dolor incluso cuando respiraban, tenian dolor de cabeza y apenas podian hablar ya que gritaron por varias horas, o eso es lo que ellos pensaban.

-Al fin despertaron-dijo aliviado Miroku que acababa de entrar a la enfermeria.
-¿Estan bien?-pregunto Koga entrando justo despues de Miroku.
-Eso creo-respondio Inuyasha con voz ronca.
-¿Que paso?-pregunto Sesshomaru en el mismo estado que su hermano.
-Escuchamos uns gritos y al ver que no estaban salimos a buscarlos-conto el joven de ojos azules.
-Los encontramos en el claro todos lastimados y gritando a todo pulmon-comento el joven de tez morena.
-¿Donde estan los demas?-pregunto nuevamente el menor de los hermanos.
-Siguen en el bosque investigando que lo ataco-respondio Miroku.

Esa misma tarde, los hermanos Taisho regresaban a su cuarto, los dos se desvistieron dispuestos a tomar una ducha, primero entro Sesshomaru, quien al salir, tenia solo puesto unos jean y secandose la cabeza, Inuyasha estaba a punto de entrar cuando se quedo petrificado.

-Sesshomaru, tu espalda-dijo Inuyasha en shok.
-¿Que tiene mi espalda?-pregunto confundido Sesshomaru.

Se miro al espejo, en su espalda se pudo divisar varias cicatrices en forma de gruesas lineas, pero no solo Sesshomaru la tenia, sino tambien Inuyasha. Los dos estaban confundidos, no sabian que significaban esas marcas pero tenian un mal presentimiento, en ese instante, se escucho un aullido, los dos chicos se asomaron a la ventanas dejandose iluminar por la luna creciente, lo unico que sintieron, fue como perdian el control de sus cuerpos.

Este fue el cap. 2 siento tardarme tanto

 

Capitulo 3: "Asesinatos"

La luna creciente se encontraba sobre el internado, en la bodega del portero se escuchaban unos gemidos femeninos, seguidos de dos gritos, minutos mas tarde, la puerta se abrio y de ahi salieron un chico y una chica de ultimo año de la facultad, ella vestia una simple blusa con unos shorts y él tenia el torso al descubierto con unos pantalones holgados, los dos parecian cansados, (claro, con la aventurita que tuvieron alli dentro). Ambos volvian a sus habitaciones cuando sintieron unas respiraciones detras suyo, se voltearon pero no vieron a nadie ni nada, en ese instante, escucharon un gruñido y algo paso a toda velocidad en frente suyo.

-¿Que fue eso?-pregunto la chica atemorizada.

Se produjo un enorme silencio, alguien los estaba observando, de eso no les cabia la menor duda, fue ahi cuando escucharon un rugido, mas bien, un aullido, se voltearon y acto seguido, los dos comenzaron a correr directo a la oficina de la directora gritando, pidiendo ayuda, mientras que ella se encontraba justo detras de la puerta con una sonrisa malevola en el rostro. Lo ultimo que Tsubaki escucho, fue a esos dos jovenes gritando de dolor.
A la mañana siguiente, los alumnos salian de sus habitaciones cuando esucharon varios gritos que provenian de la oficina de la directora, todos los chicos, chicas, profesores notaron como varios policias y detectives privados llegaban, quedaron horrorizados al ver que en frente de la puerta de la direccion estaban los dos chicos, muertos, sus cuerpos estaban abiertos, como si los hubieran disecado, los organos internos esparcidos por todo el piso al igual que la sangre. El resto de la gente no podia respirar, se encontraban petrificados del horror ante aquella escena, en las paredes habia marcas de garras y en el cuerpo de ambos estudiantes marcas de dientes.
Con lo ocurrido no se dictaron clases ese dia, todos los alumnos y profesores lloraban por los jovenes asesinados, los detectives y la policia hablaron con la directora para poder investigar el asesinato de los chicos, ella, por su parte, acepto encantada, muy encantada, dirian muchos, los oficiales comenzaron a buscar pistas del "animal" que segun ellos, aun seguia dentro del internado, lo que no notaron, fue la sonrisa maliciosa de Tsubaki.
Koga y Miroku caminaban por los pasillos de la escuela, ambos se dirigian a la habitacion de los hermanos Taisho, les extraño mucho que con los gritos y las sirenas de la policia no se hayan despertado o al menos salido de su dormitorio esa mañana, la puerta estaba medio abierta y en cuanto entraron no podian creer lo que veian, la habitacion estaba completamente desordenada, marcas de garras por todas partes, sangre en las paredes y ambos hermanos inconscientes en el suelo.

-¡Inuyasha!-grito desesperado Miroku.
-¡Sesshomaru!-grito desesperado Koga.

Sesshomaru e Inuyasha yacian en el suelo, con el torso al descubierto, descalzos, con los jean rotos hasta las rodillas y las heridas en las manos y la espalda abiertas y sangrando a montones, sus amigos corrieron hacia ellos, respiraban con mucha dificultad, sudaban, su piel era blanca como el marmol y tenian restos de sangre por todo el cuerpo. Llamaron rapidamente a los profesores y a los policias, al parecer, la bestia que mato a la chica y al chico quiso asesinarlos a ellos tambien, eso es lo que los oficiales y los detectives pensaron.
Los llevaron a la enfermeria en donde los bañaron sacandoles los restos de sangre del cuerpo, los vistieron y los colocaron sobre las camas, cerca del mediodia, los dos ya estaban despiertos, pero cansados, con todo el cuerpo adolorido, no podian moverse ni levantarse, tenian fiebre, justo en ese momento, entro una persona muy familiar, era Inu no Taisho, quien parecia muy preocupado y ademas aterrorizado al ver a sus hijos en ese aspecto. Detras de su padre, Miroku y Koga entraron, los cinco se quedaron hablando hasta que cierta persona entro.

-Tsubaki-musito sorprendido Inu no Taisho.
-Inu no Taisho, que sorpreda-dijo friamente Tsubaki-ha pasado mucho tiempo.
-¿Que haces aqui?-pregunto el padre de Sesshomaru e Inuyasha.
-Soy la nueva directora del internado-respondio cruelmente la mujer.
-Uuhh-susurro el hombre viendo como sus hijos les susurraban "salvanos" y hasta con miradas de horror.

La directora hizo una mueca de fastidio que nadie noto, fingio no escuchar esas palabras, saludo y se retiro de la enfermeria, mientras tanto, Inu no Taisho, Koga y Miroku se quedaron todo el dia en la enfermeria, cerca de las once y media de la noche, el padre de ambos hermanos se retiro, al igual que sus amigos. Ellos aprovecharon para poder dormir un rato ya que estaban muy cansados, cerca de la medianoche, llego la enfermera y noto que ellos habian desaparecido.
Los llamo e incluso reviso toda la habitacion, vio la ventana abierta, se asomo pero no vio a nadie, sintio un escalofrio por todo el cuerpo.De pronto, escucho un rugido, levanto la vista hacia el cielo y lo que vio la dejo helada, pego un grito de horror y lo ultimo que paso fue que toda la enfermeria quedo destruida.
Al dia siguiente, la directora llamo a los albañiles, mientras que ellos reconstruian la enfermeria, los policias y los detectives interrogaron a la enfermera, quien habia sido aplastada por unos pocos ladrillos y estaba ilesa, pero con unos cuantos golpes en el cuerpo.

-A ver señora Kaede-dijo uno de los policias-¿que fue lo que paso anoche? ¿que es lo que vio?
-¿Puede recordarlo?-pregunto uno de los detectives.
-S-si-pronuncio Kaede con dificultad.
-La escuchamos-dijo otro de los policias tomando nota.
-Yo...yo...yo estaba cuidando de dos chicos...-empezo a decir la mujer-sali de la enfermeria cuando aparecio su padre y sus amigos, volvi a medianoche pero ellos habian desaparecido. Los busque por todas partes cuando vi la ventana abierta.
>>Me asome y ahi fue cuando escuche un rugido, minutos mas tarde, un aullido, levante la vista hacia la luna creciente y vi...vi...yo...vi...
-Calmese y diganos que vio-la tranquilizo el detective.
-Un perro, un perro del tamaño del internado-respondio la mujer.
-¿Un perro?-preguntaron todos confundidos-¿podria describirlo?
-Era grande, enorme, su pelaja era color blanco como la nieve, sus ojos eran rojos como la sangre y con pupilas azules, orejas bien largas, colmillos como los de un vampiro y...una luna creciente en la frente.

Los policias le pasaron un cuaderno y un lapiz, la anciana comenzo a dibujar al animal, en cuanto termino se lo dio al oficial(el dibujo es la forma demoniaca de Sesshomaru) al principio ellos se quedaron algo asombrados, muchos otros creian que estaba loca, sin embargo, ella decia lo que vio. De repente, escucharon un grito que provenia del pasillo, todos corrieron siguiendo aquel grito, una de las profesoras yacia muerta en el piso, alrededor de un mar de sangre, al igual que a los dos jovenes, esta habia sido disecada, solo que esta vez, no tenia ningun organo ni ningun hueso, solo estaba su piel, cubierta de mordidas y rasguños.
Retiraron el cuerpo, los demas comenzaban a aterrorizarse, querian llamar a sus padres para que vinieran a buscarlos, pero no podian porque estaban en medio del bosque, no tenian señal en sus celulares, minutos mas tarde, los oficiales y los detectives se dedicaron a buscar a los hermanos desaparecidos, los encontraron en su habitacion, esta vez, completamente desnudos, sus cuerpos cubiertos de sangre seca y heridas nuevamente abiertas.

-Algo raro esta pasando aqui-dijo Miroku serio.
-Es como si el asesino matara a todos aqui con tal de encontrar a Sesshomaru a Inuyasha-dijo Koga.
-Me parece que aqui hay perro encerrado-reflexiono el joven de ojos azules.
-¿No sera "gato encerrado" Miroku?-pregunto el joven de tez morena.
-No porque segun la enfermera la ataco un perro-respondio el joven.

Durante la semana que hubo luna creciente, hubo varios asesinatos, luego de los jovenes y la profesorea, la bestia ataco a un policia, un detective, otros maestros, alumnos de primer año de secundaria, todos eran asesinados en la noche en lugares en donde Sesshomaru e Inuyasha estaban durante el dia, mientras que ellas, luego de un ataque, por alguna extraña razon, terminaban en sus habitaciones, desnudos y semidesnudos con dolor por todo el cuerpo. Nadie sabia quien era el asesino, pero en muchas ocaciones, descubrieron que la anciana Kaede, tenian razon, el perro realmente existia.
En cuanto aparecio la primera noche de luna nueva, todo se calmo, no hubo mas asesinatos, lo cual, notaron muy furiosa a la directora, los hermanos Taisho se sentian mucho mejor, recuperaron su color natural de piel, ya no estaban cansados, sus heridas se cerraron pero aun quedaban esas cicatrices, no sentian mas dolor, estaban tan sanos como un caballo.

-¿Como se sienten?-pregunto Koga.
-Mucho mejor-respondio Inuyasha.
-Chicos...¿no recuerdan nada de lo que paso las ultimas noches?-pregunto Miroku.
-Te soy sincero, no-respondio Sesshomaru.

Sesshomaru e Inuyasha notaron a sus amigos algo preocupados, pero no preguntaron que era lo que les preocupaba, los cuatro chicos caminaban por los pasillos de la escuela directo a sus clases, ellos no se dieron cuenta de que eran observados por Tsubaki. La directora del internado miraba con rabia a los hijos de Inu no Taisho y a la vez esbosaba una sonrisa maliciosa.
Caminaba a paso lento hacia su oficina, sola y a la vez riendo alocadamente, una vez que llego, se sento y comenzo a revisar unos examenes, saco su notebook y en cuanto la abrio, aparecieron tres fotos, una de Inu no Taisho, otra de Sesshomaru y una de Inuyasha, agarro su taza y le dio un pequeño sorbo a su cafe mientras no dejaba de ver esas fotos muy molesta.

-Se habran salvado por ahora-pronuncio la mujer-pero no saben lo que les espera la proxima luna creciente.

Este fue el cap. 3

Saludos y comenten please!!!!

 

Capitulo 4: "Kagome y Rin"

En una gran mansion situada en la ciudad de Tokyo, con un hermoso jardin vivian dos jovencitas, hermanas, la mas grande era alta, delgada, cabellos negros como la noche, largos hasta la mitad de la espalda, con una coleta al costado izquierdo y ojos color chocolate, la otra, era un poco mas petisa que su hermana, cabellos azabache, largos hasta la mitad de los hombros y ojos color cafes. Eran las hermanas Higurashi, Kagome y Rin, mejor conocidas como las mejores amigas de los hermanos Taisho.
Rin tenia veintiun años y Kagome tenia dieciseis años, ellas vivian con su padre adoptivo, Myouga, el segundo hombre mas rico de Tokyo, despues de Inu no Taisho claro. Luego de la pelea que tuvieron con Sesshomaru e Inuyasha, para calmarse un poco, ambas decidieron irse con sus padres de vacaciones en un crucero, sin embargo, luego de tres dias, una fuerte tormenta cayo, las olas sacudian el barco hasta darlo vuelta.
Muchas personas murieron ahogadas alli, y solo unas pocas sobrevivieron, entre ellas se encontraban Kagome y Rin, junto con otras dos chicas que hasta el dia de hoy, se convirtieron en sus mejores amigas. Como eran menores de edad, las enviaron a un orfanato, sin embargo, Inu no Taisho, quien escucho del terrible accidente, envio a su mejor amigo para que las adoptara y viviera con ellos.
Rin y Kagome han vivido junto con sus amigas, Sango y Ayame con Myouga por varios años, justo al lado del hogar de los hermanos Taisho, caminaron lentamente por el jardin hasta llegar al patio trasero en donde ambas mansiones se conectaban, llegaron hasta ver una pequeña casita hecha de madera, estaba algo desbaratada ya que fue construida hace muchos años. En en interior de la casa habia juguetes desparramados por todo el suelo, autos, soldados, muñecas y cerca de una de las ventanas se podian divisar cuatro iniciales.
-Kagome, Rin, ya es hora de cenar-se escucho la voz de Myouga.
-Ya vamos-dijeron las dos.
Las hermanas Higurashi llevaban una vida casi normal desde que Myouga las adopto, lo unico que les faltaba, ya saben, eran los hermanos Taisho, apenas entraron, Sango y Ayame ya se encontraban en la mesa esperandolas. Una pequeña sonrisa se dibujo en sus rostros al ver a sus amigas, casi hermanas, felices.
Sango era una joven de diecinueve años, toda su familia, incluyendo su hermano menor habian desaparecido luego del accidente del crucero, era alta, delgada al igual que Rin, cabellos castaños oscuros, largos y lacios y ojos color marrones. Era una chica de caracter fuerte y sensible, depende de su humor, pero lo que si es cierto es que es una persona de buen corazon.
Ayame, a diferencia de Sango, ella no sabia quien era en realidad, ya que antes de embarcarse en el barco descubrio que era adoptada y no sabe quienes son sus verdaderos padres, escapo de su casa aquella noche y con todo lo que tenia ahorrado subio al barco para despejar su mente de todo lo que pasaba. Una vez que el barco se hundio, ella fue la que se acerco a sus amigas para calmarlas un poco y de ahi, las cuatro se volvieron inseparables.
Las cuatro amigas dormian en la misma habitacion ya que la casa de Myouga era una mansion bastante grande, su cuarto eran grande, de un color medio asi natural, cuatro camas, una color naranja (la cama de Rin) una verde (la cama de Kagome) una rosa (La de Sango) y una anaranjada (la de Ayame). Entre las cuatro compartian la ropa, los zapatos, los maquillaje y los accesorios, habia cuatro placares en total, un enorme librero, un baño enorme con una tina en la cual entraban todas, en fin, tenian de todo.
Era de noche, justo la medianoche, Sango dibujaba, que era lo que mas le encantaba, Ayame componia canciones y ademas le encantaba leer y escribir, Kagome miraba la television todo tipo de deportes mientras que Rin tocaba un poco la guitarra, cada una tenia un hobbie distinto. Pero a pesar de que las cuatro la pasaban bien juntas, en sus ojos se podia notar la depresion y la tristeza.
Al apagar las luces, todas dormian salvo Kagome y Rin, quienes todavia no podian sacar de sus mentes los rostros de Inuyasha y Sesshomaru y de la pelea que paso ya hace casi diez años, o se cumplirian diez años dentro de muy poco, ambas hermanas cumplian el mismo dia que los hermanos Taisho y cuando la mas grande tenga veintidos y la mas chica diecisiete, los hermanos Taisho ya tendrian veintitres y dieciocho años de edad y justo ese dia se cumplirian diez años. Una parte de ellas deseaba que ese dia jamas hubiese ocurrido, querian volver a verlos, volver a ser amigos como antes, sin embargo, otra parte de ellas, no querian perdonarlos nunca en la vida.

"Inuyasha" penso Kagome.
"Sesshomaru" penso Rin

Al dia siguiente, recibieron la visita de Inu no Taisho, quien no parecia de muy buen humor, tampoco era que estaba de malas, pero si parecia preocupado y como su hubiera pasado un gran susto, ellas sabian, por Myouga, que Sesshomaru e Inuyasha fueron enviandos a un internado para mejorar su conducta, lo que no sabian, fue lo ocurrido no hace menos de un par de semanas. El padre de ambos hermanos les conto todo lo sucedido, desde que Tsubaki obtuvo el puesto de directora hasta ahora.

-¡¡Sesshomaru e Inuyasha fueron atacados!!-exclamaron Rin y Kagome horrorizadas.
-Que horror-musito Sango.
-¿Que paso?-pregunto Rin.
-Por lo que se-se limito a decir Inu no Taisho- ellos fueron de campamento con un grupo de alumnos, esa noche salieron de su tienda ya que escucharon un ruido, llegaron hasta el claro en donde solian jugar de niños y...alli fue cuando un animal los ataco por las espaldas y tambien los mordio en la mano.
-Y no solo eso-prosiguio Myouga-tengo entendido que con el ataque de Inuyasha y Sesshomaru, ocurrieron varios asesinatos en el internado.
>>Primero dos chicos de ultimo año de la universidad, los disecaron, sus organos estaban esparcidos por todo el suelo y luego una profesora descuartizada, sin ningun organo y sin ningun hueso.
-¿Pero que clase de animal haria semejante cosa?-pregunto Ayame.
-Lo unico que se, es que, el animal busca a mis hijos, lo presiento-volvio a decir el padre de los hermanos-cada vez que alguien era asesinado, Sesshomaru e Inuyasha yacian en ese mismo lugar inconscientes.

Las cuatro amigas se miraron entre ellas, algo parecia inquietarlas, algo no andaba bien en este embrollo, una vez ensu habitacion, Ayame buscaba informacion sobre el internado mientras que Sango miraba las noticias de lo sucedido y de los cuerpos que yacian el en suelo. Por otra parte, Kagome y Rin tenian un mal presentimiento acerca de todo esto que estaba pasando.

-Kagome, Rin...¿en que piensan?-pregunto Sango.
-No hace falta preguntar Sango, a todas nos tienen intrigadas con lo ocurrido en el internado Kuroi Shikon-respondio Ayame-seria grandioso ir descubrir que misterios oculta.
-Olvidas que aun tu no eres mayor de edad Ayame y Myouga no nos dejara ir luego de lo que Inu no Taisho nos conto-replico Kagome.
-Pero, Rin y Sango ya son mayores de edad ¿no?-pregunto la joven con una sonrisa picara.
-¿Que es lo que te propones?-pregunto Rin algo atemorizada.
-Sugiero que las cuatro vayamos a investigar que es lo que esta pasando, tu o Sango pueden inscribirnos en esa escuela-dijo la pelirroja-ademas, yo se que ustedes quieren ver a Sesshomaru e Inuyasha.
-Debes dejar de leer novelas de misterios-suspiro la mas grande de las cuatro amigas.

Pero en cierto modo, Ayame tenia razon, esa misma noche, empacaron todo, dejaron una nota a Myouga y salieron directo hacia el internado, unas horas antes de llegar,Rin, por ser la mas grande, llamo a la escuela para avisar que se iban a inscribir. Apenas llegaron, los profesores las guiaron hasta la secretaria en donde debian colocar sus nombres completos, edades, fechas de nacimiento y numero de documento.
En cuanto se inscribieron, al salir de la secretaria se toparon cara a cara con la directora del colegio y cabe decir, que a las hermanas Higurashi saltaron del susto, por poco les da un ataque, Tsubaki, por su parte, solo se limito a bufar y a seguir su camino. Algunos compañeros y compañeras, escogidos por los maestros, se encargaron de darles un tour por el colegio, no sabian que la directora las observaba detenidamente.

"Vaya...¿cuantos ex-alumnos voy a tener que soportar?" penso Tsubaki con rabia, pero minutos mas tarde, su cara mostro una sonrisa malevola en el rostro.
-Bien, dos chicas mas con las cuales me voy a poder divertir-dijo llendose a su oficina.


Este fue el cap. 4 siento haberme tardado es q no encontraba el borrador en donde escribi el capitulo y yo no me acuerdo mucho lo que escribo....besitos y adiosito!!!!:p

 

Capitulo 5: "Reencuentro"

La luz del sol ilumino los rostros de dos jovenes ambarinos, lentamente se fueron incorporando en las camas, eran las ocho de la mañana y gracias a dios que era sabado, se levantaron y se prepararon para ir a desayunar, Sesshomaru se metio al baño y empezo a ducharse mientras que Inuyasha esperaba afuera en la habitacion con el torse al descubierto. En no menos de unos segundos, el mayor de los hermanos Taisho salia con ya los jeans puestos y sus zapatillas, en uanto Inuyasha salio vio a su hermano observando detenidamente la cicatriz en su espalda, no sabian porque pero tenian un mal presentimiento acerca de todo esto.
Los dos se vistieron simples, el mayor con unos jeans, una remera cuello de tortuga blanca y una chaqueta de cuero color negra, mientras que el menor tenia pantalones deportivos con un buzo colot azul con su incial al costado derecho, justo en ese momento tocaron la puerta, eran Miroku y Koga quienes se vestian con ropa deportiva y los habian venido a recoger para ir a desayunar. Los cuatro amigos bajaron directamente hacia la cafeteria, los demas alumnos no podian creer que los que venian caminando alli sean Inuyasha y Sesshomaru, normalmente, ellos siempre vestian de una manera aterradora y peligrosa, pero por la forma en que vestian ahora parecian simples adolescentes.
Cuatro jovencitas dormian placidamente hasta que el despertador sono, Rin y Kagome fueron las primeras en despertar y en bañarse, mientras que las otras dos aun seguian eligiendo que ropa ponerse. En no menos de media hora las cuatro amigas bajaron hacia la cafeteria para desayunar.
Las hermanas Higurashi vestian dos remeras con el dibujo de hello Kitty pero con la unica diferencia de que la de Rin era naranja y la de Kagome era verde, unas faldas negras y grises que impactaban a cada chico que se cruzaba en su camino. Aunque eran el centro de atencion, ellas pensaban en otra cosa e ignoraban a los chicos del internado.
Sango vestia una remera de una sola manga color rosa con nos shorts de jeans, su pelo atado en una sola cola de caballo y unas zapatillas, por otra parte, Ayame vestia una playera color naranja con el numero dieciseis en color negro, con unos pantalones pesqueros, lo cual, avergonzaba a las otras, Ayame era una chica que no les gustaba vestir muy femenino que digamos, solo se vestia asi en ocaciones especiales.
En cuanto llegaron a la cafeteria, las cuatro fueron a una mesa apartada de las demas pero muy cerca de la de los hermanos Taisho y sus amigos, sin embargo, ninguno de ellos se dieron cuenta de quienes tenian cerca ni tampoco ellas hasta que la mayoria de los alumnos se fueron. Cerca de las diez, Inuyasha y Sesshomaru levantaron la vista y se quedaron petrificados al verlas.

-K-K-Kagome-tartamudeo Inuyasha.
-R-R-Rin-tartamudeo Sesshomaru.
-¿Sesshomaru, Inuyasha?-pregunto Miroku extrañado.
-¿Se sienten bien?-pregunto Koga.

Sesshomaru e Inuyasha no lo podian creer, sus cuerpos temblaron, no respondieron a la pregunta de sus amigos ya que no quitaban sus ojos de las jovenes que se encontraban en frente suyo, al ver que no les respondian, Koga y Miroku se voltearon para ver que es lo que los mantenia tan raros y al verlas, comprendieron de inmendiato. Pero, miraron solo un rato a las hermanas Higurashi ya que sus ojos se centraron unicamente en Sango y Ayame.
Por otra parte, Rin y Kagome notaron que alguien las observaba, sin embargo, no sabian de quienes se trataban, decidieron ignorarlos, pero como eso no funcionaba, decidieron a hablar, pero ninguna palabra salio de sus bocas al descubrir quienes eran los que las miraban. Al igual que ellos, no dijeron palabra alguna, solo se quedaron mirandolos a los ojos durante un largo rato antes de salir corriendo de alli.

"Inuyasha" pensó Kagome.
"Sesshomaru" penso Rin.
-¿Kagome, Rin, estan bien?-pregunto Sango.
-¿Que tanto ven para aquella mesa?-pregunto Ayame-oh, ellos deben ser los hermanos Taisho.

Las hermanas Higurashi no respondieron, tomaron sus bolsos y salieron corriendo a toda velocidad seguidas de sus amigas, mientras que el resto de los alumnos los miraban extrañados, salvo cuatro chicos. Las lagrimas caian de sus ojos, salieron del internado a toda velocidad y se dirigieron hacia el bosque, no miraban por donde iban, lo unico que si sabian, era que querian alejarse de ellos. Se sentian confundidas, mas ahora que los volvieron a ver y con tan solo hacerlo, sentian como sus corazones latian mas que de lo normal.
Llegaron al claro sin darse cuenta, observaron detenidamente el lago por largo tiempo recordando los maravillosos momentos que pasaron juntos, los cuatro, jugando, nadando, todo el tiempo, felices. Sin embargo, les vino el recuerdo nuevamente de aquella pelea y no pudieron evitar sentirse desilucionadas de ellos.
Sesshomaru e Inuyasha se encontraban en su habitacion mirando el techo, pensando en lo ocurrido hace unas horas, por otro lado, Miroku miraba la television y Koga jugaba al solitario en la computadora. En ese momento, el cielo se nublo, se escucharon varios truenos y rayos caer, se acercaba una tormenta, pero a ellos parecia no importarles. Alguien llamo a la puerta, Inuyasha fue a abrir y se sorprendio al ver a las amigas de Kagome y Rin preocupadas.

-¿¡Que Kagome y Rin salieron del internado!?-exclamo Inuyasha asombrado.
-Tenemos que ir a buscarlas, ellas son mus distraidas y se pierden facilmente-dijo Sesshomaru-por cierto...¿que es lo que hacen aqui?
-Este...eehh...bueno...-Sango no podia mantener la conversacion por dos razones, la primera era que no sabia que responderles a los hermanos y la segunda, era que Miroku le estaba tocando su trasero, que no tardo mucho tiempo en recibir una cachetada.
-¿Siempre es asi?-pregunto Ayame a Koga.
-Es peor a veces-respondio Koga.
-Sera mejor buscar linternas y paraguas porque se acerca la tormenta-dijo Miroku con la mano de Sango marcada en su mejilla.

Los seis amigos salieron del internado esquivando con mucha dificultad a los maestros, ya que desde que la bestia ataco, a pesar de que no ataco mas, los policias y los detectives decian que aun se encontraba a fuera, asi que ningun estudiante podia salir del colegio. Caminaron durante dos horas hasta que escucharon dos gritos femeninos que reconocieron de inmediato.
Las hermanas Higurashi corrian a toda velocidad bajo la lluvia, ademas de estar perdidas estaban muy aterradas, un gruñido se escucho detras de ellas, algo las perseguia, ellas corrian lo mas rapido que podian, pero por no mirar hacia donde iban se tropesaron con algo y cayeron por un barranco. Se sujetaron con fuerza a una delgada rama que no iba a resistir por mucho tiempo, gritaron pidiendo ayuda, rogando a que alguien las escuchara, estaban a punto de caer cuando unas manos las atraparon justo a tiempo.

-¡Rin!-grito un joven de ojos color ambar.
-¡Kagome!-grito otro joven de cabellos plateados.
-Inuyasha-pronuncio Kagome.
-Sesshomaru-musito Rin.

Las jalaron hacia arriba, la lluvia seguia cayendo, mojando por completo sus cabellos, sus rostros, todos sus cuerpos, Miroku, Sango, Koga y Ayame observaban todo desde a unos cuatos metros de distancia, sin pensarlo dos veces, Kagome y Rin abrazaron con fuerza a los hermanos Taisho quienes no dudaron en corresponderles el abrazo. Diez años, casi, diez años pasaron desde la ultima vez que se vieron y por fin, se habian reencontrado.
Los ocho amigos volvieronal internado, por supuesto que esta vez, no pasaron desapercibidos de los profesores y les dieron una semana de castigo a cada uno, llevaron a las chicas a la enfermeria ya que habian pescado un resfriado, la anciana Kaede se encargo de que tomaran medicina, a pesar de lo ocurrido la otra noche estaba sana como un caballo. Cerca de las ocho de la noche se encontraban las cuatro amigas hablando animadamente, no sabian que los hermanos Taisho y sus amigos las estaban espiando a traves de la puerta.

-Kagome, Rin-interrumpio Sango-¿que van a hacer?
-No lo se-respondio Kagome.
-¿Los perdonaran? Digo, ya pasaron casi diez años-añadio Ayame.
-La verdad Ayame, es que ellos nos rompieron mucho el corazon aquel dia pero...-Rin no podia terminar la oracion.

Un enorme silencio se produjo, Inuyasha y Sesshomaru se retiraron de la enfermeria y se dirigieron hacia sus habitaciones dejando a los demas muy confundidos.

 

Capitulo 6: "Corazones confundidos"

Era lunes por la mañana, las hermanas Higurashi caminaban por los pasillos del internado con la cabeza en las nubes, desde lo ocurrido el sábado con los hermanos Taisho, sus sentimientos eran realmente confusos, no sabían si debían perdonarlos por lo ocurrido o no, por esa razón, el domingo se rehusaron a salir de sus habitaciones para acomodar un poco las ideas en sus cabezas. Por un lado, el amor que sentían hacia ellos los incitaba a perdonarlos, pero por el otro, no querían hacerlo, solo para hacerlos sufrir como ellas habían sufrido.
Una semana mas tarde, ellas todavía seguían sin dirigirles la palabra, mientras que ellos intentaban hablarles, pero siempre que querían, eran "interrumpidos" por Sango o por Ayame, quienes se las llevaban o al baño, o a otro lugar para el chisme del día. Sin embargo, Sesshomaru e Inuyasha no iban a rendirse tan fácilmente, hablarían con Kagome y Rin cueste lo que cueste.
Sacando a los hermanos Taisho y a las hermanas Higurashi, sus amigos, durante esta semana, se hicieron mas unidos que nunca, claro que tenían sus discusiones, pero fuera de eso, se llevaban de maravilla. Incluso se podía decir que su relación era mas que una simple amistad.
Miroku y Sango casi cada noche salían, salvo cuando había exámenes, que normalmente iban a la biblioteca a estudiar juntos, pero durante el día, alto que peleas, que iniciaba con él coqueteandole, para después abrazarla y empezar a acariciar todo su cuerpo llegando a la parte trasera con su "mano maldita" y terminando con ella gritándole pervertido o libidinoso y golpeándolo con mucha fuerza. Pero a pesar de que el muchacho sea un mujeriego, la joven castaña admitía que había cosas buenas en él y que eso era lo que le gustaba.
Koga y Ayame tenian una extraña relación, ya que un día eran amigos y al siguiente se peleaban, normalmente discutian por estupideces. Ella admitía que el joven de tez morena tenia su lado bueno y su lado malo, el malo, es que era egoista y caprichoso, pero lo bueno, es que defendía a sus amigos y sobre todo a ella, al igual que Sango y Miroku, su relación iba mas allá de la amistad.
Los cuatro amigos se encontraban en la habitación de Koga y Miroku hablando justamente del problema entre los otros, las chicas les contaron la razón por la cual ellas no se acercaban y toda la historia y ellos, a medida que escuchaban, intentaban idear un plan sobre como ayudarlos.

-¿Que creen que deberian hacer?-pregunto Sango.
-Fácil, para la próxima, no "salven" a sus amigas-respondió Koga.
-¿Y que tal si los espiamos a ver que pasa?-sugirio Ayame.
-Me parece bien, Sango y yo espiaremos a Sesshomaru y Rin, mientras que ustedes dos a Inuyasha y Kagome-añadió el joven de ojos azul oscuro.

Rin caminaba por los pasillos de la escuela seguidos por el joven de ojos oscuros y la joven de cabellos castaños, no muy lejos de donde se encontraba la mayor de las Higurashi, venia a paso lento el mayor de los Taisho. Al verlo, la chica de ojos color chocolate observo por todas partes a ver si encontraba a alguna de sus amigas o a su hermana para que la salvaran, pero por desgracia, ninguna de las tres estaba por esos lugares.
Sesshomaru, en cuanto la vio allí sola, se apresuro, justo cuando ella se estaba por ir la agarro del brazo y se la llevo hasta la bodega de los porteros para poder hablar tranquilos. Ella intentaba liberarse de su agarre pero le era inútil, él era mucho mas fuerte, al ver que cerro la puerta con llave, temió lo peor, aunque rápidamente descarto esa "idea" al sentir sus brazos alrededor de su espalda.
El hijo mayor de Inu no Taisho la estaba abrazando con mucha fuerza, mientras acariciaba suavemente sus cabellos, la muchacha, por su parte, sentía que sus ojos se aguaban, pero no sabia si era de felicidad o de tristeza, su corazón comenzó a latir con mucha intensidad. Tardo varios minutos en reaccionar, en cuanto lo hizo, rapidamente se libero de su agarre e intento huir, pero olvido que Sesshomaru tenia las llaves.

-Rin ya basta-replico el joven intentando agarrarla.
-Sesshomaru, sueltame-sollozo la joven.
-¿Quieres escucharme?-su voz parecia seria-por favor, necesito decirte algo...yo...lo siento.

Rin dejo de moverse para mirarlo fijamente.

-Escuchame pequeña, se que te trate mal, lo reconozco-prosiguió el chico-suplico tu perdón.
"Sesshomaru" penso Rin.
-Yo...no quiero perderte...yo...yo...-lo dudo por un minuto, pero respiro profundamente y se armo de valor-yo te amo.

Eso si que no se lo esperaba, las piernas de la joven temblaron al igual que todo su cuerpo, sintió como el dueño de su corazón la tomaba del mentón obligandola a mirarlo a los ojos, eso bellisimos ojos grises que tenia y que la volvían completamente loca. El se fue acercando lentamente, ella podía sentir su respiración agitada hasta que juntaron sus labios para luego comenzar a moverlos suavemente, era un beso tierno, dulce y apasionado y lleno de amor, pero en cuanto sintió que su lengua se adentraba en su boca, sin saber como o porque, le propino una tremenda cachetada.
La puerta se abrió y de ahí salio un Sesshomaru bastante furioso, mientras que una destrozada Rin lloraba desconsoladamente en el piso.

"¿Por que? ¿por que hice eso?" se pregunto la joven en su mente.
-Creo que no les fue muy bien-susurro Sango asomando despacio su cabeza.
-Algo me dice que Koga y yo tendremos que pagar los platos rotos-dijo Miroku-¡que hace la directora espiando a Sesshomaru?

Era verdad, la directora Tsubaki se encontraba detrás de los casilleros observando con una sonrisa malévola al joven Taisho, lo cual, atrajo la atención de ambos jovenes.
Kagome se encontraba saliendo de una de sus clases, a no muy corta distancia la seguían la parejita Koga y Ayame, ella no podía contener la emoción y él hacia lo posible por callarla para que no los descubrieran. En ese momento, vieron que Inuyasha iba acercándose, la menor de las Higurashi intento huir, pero justo el menor de los Taisho la agarro y se la llevo al bosque, no muy lejos de la escuela.
Al igual que Rin, Kagome intento inútilmente liberarse del agarre del menor de los Taisho, pero le era casi imposible porque era casi tan fuerte como Sesshomaru, sintió como su cuerpo femenino era envuelto por los fuertes brazos masculinos y la estrechaban con mucha fuerza. La joven se quedo petrificada, había soñado con tantas veces con ese momento, sin embargo, por alguna extraña razón, no lo estaba disfrutando.

-Inuyasha-musito la joven.
-Kagome-pronuncio el joven.
-Sueltame-sollozo Kagome.
-No-replico con furia-no te soltare hasta que me perdones...no puedo vivir sin ti Kagome...yo...yo...te...yo te amo.

Esas palabras la tomaron desprevenida, Kagome sintió un nudo en la garganta y como su corazón dejaba de latir, quiso decir yo también, pero la voz no le salia, Inuyasha agarro el mentón de la chica y la obligo a mirar a los ojos, esos ojos negros que la tenian hipnotizada, lentamente se fue acercando hacia ella hasta sentir sus labios contra los suyos. Era tan dulce, tan tierno, estuvo a punto de seguirle la corriente cuando sintió la lengua queriendo adentrarse en su boca, ahí reacciono y al igual que su hermana, le pego.
El hijo menor de los hermanos Taisho estaba absorto con lo que había hecho su amiga de la infancia, quiso golpear a alguien, pero no quería repetir lo ocurrido hace casi diez años, así que salio corriendo de allí, muy molesto, mientras que la joven se echaba a llorar. Por otro lado, escondidos cerca de unos arbustos se encontraban Koga y Ayame, quienes lo habian vito todo.

-Algo me dice que Miroku y yo vamos a terminar con varios moretones-dijo Koga.
-Y que Sango y yo vamos a tener el cuarto inundado de lagrimas-dijo Ayame.
-Oye mira-aviso el joven de tez morena.
-Tsubaki-susurro la pelirroja-¡que hace aqui?

Ayame y Koga tenian un mal presentimiento acerca de todo esto, la directora había estado espiando a los hermanos Taisho por alguna razón al igual que a las hermanas Higurashi durante toda la semana y si que no sabia disimular, algo tramaba, de eso estaban seguros. Los dos volvieron con Miroku y Sango para hablar del tema de sus amigos, pero rápidamente se desvió al de Tsubaki.
Ya en la noche, todos dormian profundamente, salvo cuatro estudiantes, las hermanas Kagome y Rin y los hermanos Sesshomaru e Inuyasha. Ellas aun no podian olvidar aquellas palabras y tampoco los besos.

"Te amo" dijeron ambos hermanos.
"Sesshomaru" penso Rin.
"Inuyasha" pensó Kagome.

En la habitacion de los hijos de Inu no Taisho, ambos hermanos se encontraba en la misma situacion que sus amigas, pero la diferencia, es que sentian como enojados, no solo por el hecho de que pensaban que no los perdonaban, sino por el golpe.

-Kagome-susurro Inuyasha.
-Rin-pronuncio Sesshomaru.

Mientras tanto en la habitacion de la directora, Tsubaki no dejaba de sonreir, no solo por haber presenciando el sufrimiento de los hermanos Taisho, sino que el calendario la tenia saltando de la alegria. Mañana seria la primera noche de luna creciente.

-Que la diversión comience nuevamente-dijo Tsubaki


Siento la demora, es q no encontraba el cuaderno en dnd habia escrito el capitulo, soy muy despelotada...jajajaj!!! q lo disfruten.

 

Capitulo 7: "El horror continua"


El cielo nocturno se alzaba sobre el internado junto con la luna creciente, todo estaba tranquilo, los pasillos del colegio vacios, el silencio reinaba por todo el lugar, pero ese silencio no duraria para toda la vida. Segundos mas tarde, se escucharon gruñidos y mas tarde, un aullido, que desperto a todos los maestros y estudiantes.
Los gruñidos se transformaron en rugidos, que fueron seguidos por gritos de horror, los estudiantes, profesores, supervisores y la directora siguieron esos sonidos hasta la enfermeria, en donde la anciana Kaede yacia en el suelo, abierta y despedazada, en sus manos, se encontraba su propio corazon y su cuerpo, estaba todo ensangretado. Pero ella no era la unica, al lado de la enfermera se encontraban los hermanos Taisho, ambos con todo el cuerpo lastimado, arañasos, mordiscos, igual que las veces anteriores.
La policia y los detectives se llevaron el cuerpo de la enfermera y a Sesshomaru e Inuyasha a su habitacion en donde fueron atendidos por doctores por octava vez, sin embargo, esta vez fue mucho mas serio que antes. Por otro lado, Tsubaki tenia una gran sonrisa maligna en el rostro que no paso desapercibida de los ojos de Koga y Miroku, quienes comenzaban a sospechar.

-¡Koga, Miroku!-grito una voz femenina.
-Kagome, Sango, Rin, Ayame-dijo Miroku.
-¿Que ocurrio?-pregunto Sango.
-La bestia volvio a atacar, esta vez, perdimos a la anciana Kaede-respondio Koga-Sesshomaru e Inuyasha intentaron defenderla y...salieron gravemente heridos.
-¿Que tan grave?-pregunto Ayame.
-Los dos se encuentran en estado de coma-respondio um chico.
"Sesshomaru" penso Rin.
"Inuyasha" penso Kagome.

Los seis amigos salieron corriendo en direccion hacia el cuatro de los hijos de Inu no Taisho, no los dejaron entrar, pero si pudieron ver lo cuerpos lastimados conectados a electrocardiogramas y maquinas de respirar, los dos estaban vendados. El padre de ambos hermanos se encontraba alli, estaba como loco, llorando y maldiciendo, volteo hacia la puerta y se quedo estupefacto al ver a las hermanas Higurashi, les indico a los medicos que podian entrar y a la vez aprovecho para llamar a Myouga.

-Kagome, Rin-dijo Inu no Taisho.
-Inu no Taisho-saludo Rin.
-Han pasado muchos años chicas-dijo el hombre con una sonrisa-¿que hacen aqui?
-Venimos a investigar los asesinatos-respondio Ayame con una sonrisa.
-Inu no Taisho, ellas son unas amigas, Sango y Ayame-las presento Kagome.
-Un placer señor-dijo Sango-disculpe a Ayame, es que lee demasiadas historias de misterio.
-El pacer es mio chicas-respondio el hombre.

Inu no Taisho noto como los ojos de Kagome y Rin se aguaban mientras observaban a sus hijos, pero una persona mas los observaba a todos ellos, la directora intentaba contener la risa mirando con rabia al padre, que nuevamente, ese gesto no paso desapercibido de los ojos del joven de tez morena y de su amigo de ojos color azul oscuro, quienes la miraban a traves del espejo. Ambos jovenes tenian miradas serias, Tsubaki parecia ser sospechosa de saber algo acerca de la bestia y de sus amigos y ademas tenian el presentimiento de que odiaba al padre de Sesshomaru e Inuyasha.
Justo en ese momento, aparecio Myouga, quien tenia una expresion en su rostro no solo de horror sino tambien de enojo, armo un escandalo mientras agitaba la nota que le habian dejado las chicas hace unos dias atras, por su parte, ellas, no dijeron nada de nada, en cuanto termino, agarro de la mano a las hermanas Higurashi, dispuesto a llevarselas de nuevo a Tokyo. Pero para su asombro, Kagome y Rin protestaron, se soltaron de su agarre, corrieron hacia los chicos y los abrazaron con fuerza mientras lloraban.
Inu no Taisho se llevo a Myouga lejos de la habitación para hablar con él mientras que los amigos veian llorar a las chicas sobre los cuerpos de los chicos, ahora entendian todos las razones por las cuales ellas vinieron hasta el internado. No era para capturar a la bestia ni resolver el misterio, sino para salvar a Sesshomaru e Inuyasha, sus mejores amigos y a la vez los chicos que amaban con locura.
Ayame, Koga, Miroku y Sango caminaban por los pasillos del internado, los cuatro se dirigian hacia sus respectivas habitaciones, dejando a los hermanos Taisho al cuidado de las hermanas Higurashi cuando escucharon a dos hombres gritar como locos, reconocieron las voces, eran Inu no Taisho y Myouga quienes parecían discutir por algo muy importante, los cuatro se acercaron lentamente hacia la puerta para escuchar mejor la conversacion. Segun sus oidos, Myouga queria por todos los medios llevarse a Kagome, Sango, Rin y Ayame de nuevo a Tokio, mientras que el padre de Sesshomaru e Inuyasha se oponia.

-Entiende Myouga, ellas son las unicas que pueden salvar a mis hijos-decia Inu no Taisho-tal y como Irasue e Izayoi se sacrificaron para salvarme a mi.
-Ellas no te salvaron Inu no Taisho, solo lograron que te controlaras y dominaras tu lado demoniaco-replico Myouga-tu aun tienes la maldicion y ahora tambien tus hijos la tienen.
-Esa bruja maldita me puso la maldicion el dia en que me separe de Irasue y conoci a Izayoi, intente alejarme por todos los medios de ella y de Sesshomaru e Inuyasha por temor a que les haga daño-exclamo furioso-pero a pesar de eso, ellas se enteraron y no importo nada de lo que les dije ellas me ayudaron a intentar romperla.
>>Fallecieron ambas esa misma noche, esa desgraciada me controlo, las lastime y al final fallecieron despues de tantos rasguños en el cuerpo, yo mismo las habia matado, nunca me lo perdone. El haberlas matado, el haberle mentido a mis hijos, nada, logre controlar mi instinto demoniaco ese dia, pero perdi a las dos mujeres mas importante de mi vida.
>>Ahora que mis hijos tienen la maldicion, ellas son sus unicas esperanzas y tu te las quieres llevar, por favor, sabes que Kagome y Rin los aman y mis hijos tambien las aman.
-Esta bien-accedio el hombre.

Asi que de eso se trataba todos estos asesinatos, Sesshomaru e Inuyasha tenian una maldición, ellos eran las bestias carnívoras que mataban a la gente todas las noches de luna creciente, sintieron como sus corazones dejaban de latir por unos segundos, el aire les faltaba, la piel se les heló y sus cuerpos temblaron. Estaban petrificados, justo en ese instante sintieron que ambos hombres se dirigían hacia la puerta, los cautro salieron rapido corriendo para no ser descubiertos hacia la biblioteca.
Una vez alli, los chicos y las chicas intentaban investigar una forma de romper la maldicion que habia caido sobre sus amigos, pero a la vez debian investigar quien era el o la responsable, el porque lo habia hecho y el porque Kagome y Rin eran las unicas capaces de romper la maldicion. Fue ahi cuando a Miroku y Koga recordaron los dias que los hermanos Taisho asesinaron a las profesores y demas personas, cada vez qaue aparecian esas escenas, habia una persona que no podia disimular su sonrisa...Tsubaki.

-¿La directora?-pregunto Sango.
-¿Estan seguros?-pregunto Ayame.
-Completamente, deberiamos ir a investigar a su habitacion a ver que encontramos-respondio Miroku.
-Tambien deberiamos preguntarle a Inu no Taisho su existe alguna relacion entre él y Tsubaki, ademas de que fue la niñera de los chicos-añadio Koga.
-Sango y yo iremos a preguntarle a Inu no Taisho, ustedes dos a la habitación de la directora-dijo la pelirroja.
-Tenemos que hacerlo antes de que anochezca, de lo contrario Sesshomaru e Inuyasha volveran a transformarse y a asesinar mas gente-advirtio la joven castaña.

Los demas asintieron, chocaron las manos y se separaron. Las chicas fueron con Inu no Taisho y los chicos a la habitación de la directora.


¿Que descubriran los chicos? ¿que les dira Inu no Taisho a las chicas? Descubranlo en el proximo capitulo y gomenasai si me demore mucho.

 

Capitulo 8:"La historia"


Inu no Taisho se encontraba en la habitacion de su hijos, Sesshomaru e Inuyasha aun seguian incoscientes despues de lo ocurrido anoche, el hombre no podia dejar de maldecir en voz baja y tampoco no apartaba su vista de las marcas que tenian en sus espaldas y en sus manos derechas. En ese momento, alguien toco la puerta, se levanto con cuidado y fue a abrir, eran Sango y Ayame, las amigas de Kagome y Rin, quienes parecian querer preguntarle algunas cosas.
Los tres comenzaron a hablar acerca de la relacion entre los hermanos Taisho y las hermanas Higurashi, que era lo que hacian de niños, como se comportaban e incluso de sus mas profundos secretos, a lo que se referia, sus sentimientos entre ellos y ellas. Pero, las chicas habian venido por otra razon, la cual no se atrevian a decir por temor a lastimar al padre de ambos hermanos o hacerlo enojar.

-Estuvieron escuchando mi conversacion con Myouga...¿verdad?-pregunto Inu no Taisho.
-Hai...solo queremos saber su relacion con Tsubaki-respondio Sango-¿quien es y por que lo odia tanto?
-Y tambien queremos saber la razon por la cual Kagome y Rin son las unicas capaces de salvar a los chicos-añadio Ayame.
-Hace quinientos años, el Japon moderno era conocido como un lugar llamado el Sengoku-empezo a explicar-un lugar en donde humanos y demonios convivian, este internado, era un santuario sagrado en donde sacerdotes, sacerdotistas y monjes enseñaban a jovenes discipulos. Ahi nacieron dos jovenes y grandes sacerdotistas llamadas Kikyo y Midoriko, que vivian en aromonia con su maestro y su hermana mayor, Tsubaki.
>>Pero Tsubaki las odiaba por completo, era muy celosa, envidiosa, engreida, que solo se preocupaba por ella misma, a sus veinticinco años vendio su alma a miles de demonios con tal de conservar su juventud, durante toda su vida se dedico a practicar la magia negra, todos la consideraban una sacerdotista oscura, por esa razon, fue desterrada del templo por sus propias hermanas y se desaparecio sin dejar rastro. Lo años fueron pasando, una vez que las dos chicas murieron, ella reaparecio, destrozando todos el lugar, tomando venganza de todos los que la habian despreciado.
>>Cuatroscientos años despues, las personas del mundo moderno convirtieron el templo semi destruido en lo que ahora conocemos como el internado Shikon Kuroi, mi familia siempre ha asistido a ese internado,
cerca del año 1980, yo asistia a ese colegio, tenia veintidos años, creo, mi padre y mi abuelo fallecieron hacia años por una enfermedad y mi madre habia desaparecido, tres estudie en ese colegio y fue ahi cuando conoci a Tsubaki y a mi primera esposa, Irasue. Ella intento seducirme, pero mi corazon le pertenecia a mi amada Irasue, cosa que no le agrado mucho que digamos, en el año 1989 me case y semanas despues del casamiento nacio Sesshomaru.
>>Tsubaki se molesto mucho y justo me lanzo una maldicion, que consistio en darme la juventud eterna y a la vez, convertirme en una bestia en las noches de luna creciente, como no queria hacerle daño a ninguno de los dos, me separe de ella e intente hacer una nueva vida, claro que unos años despues de aquello conoci a Izayoi, la que se convirtio en la madre de Inuyasha. Pero, como aun no me podia controlar, decidi marcharme de ambas, alejarme de mis dos mujeres y de mis dos hijos.

-Eso te pasa por haberte casado con ese par y no conmigo-dijo Tsubaki-si te casas conmigo, te prometo que te quitare la maldicion.
-Escucha con atencion Tsubaki, no importa lo que me hagas, yo nunca me casare contigo y tu jamas obtendras el dinero de mi familia-le espeto Inu no Taisho.
-Maldito...-mascullo la mujer ofendida y a la vez enojada.

>>Tsubaki me coloco un collar alrededor de mi cuello que me daba grandes descargas, ese collar provocaba gran dolor en mi cuerpo, esa noche, cuando hable con Tsubaki, no me di cuenta de que Izayoi e Irasue estaban detras de mi escondidas. Ambas fueron en mi ayuda, pero la luna creciente salio y yo...me transforme, las lastime mucho, pero gracias a su amor, logre dominarme, lamentablemente, las heridas eran muy serias y...fallecieron.
>>Sesshomaru tenia trece años de edad e Inuyasha ocho, nunca les dije la verdad, les menti, les dije que Izayoi contrajo una enfermedad y que Irasue la habian asaltado, nunca me lo perdone, yo mismo acabe con la vida de las dos muejeres que mas amaban en el planeta, pero gracias a ellas, logre controlarme y pude volver al lado de mis hijos. Pero aun asi, ella queria mi dinero, pero ahora que tenia dos herederos, sabia que solo tendria todo lo mio el dia en que este casada conmigo y en que los tres hayamos muertos.

-Que te quede claro Inu no Taisho, seras mi esposo cueste lo que cueste, todo lo que tengas sera mio-juro Tsubaki.
-Para que todo esto sea tuyo, tendrias que haberte casado conmigo ya hace mucho tiempo, o al menos ser la mujer de uno de mis hijos, pero eso no va a pasar-replico Inu no Taisho.
-¿Y por que crees eso?-pregunto la mujer.
-Porque mis hijos ya tienen dueña-respondio.
-Eso ya lo veremos, jajaja-dijo la sacerdotista negra.

-Eso explica el porque Tsubaki odia a su familia-dijo Ayame.
-Pero aun no entiendo el porque Kagome y Rin son la unica salvacion de Sesshomaru e Inuyasha-dijo Sango confundida.
-Ellas, son las reencarnaciones de Kikyo y Midoriko-respondio el padre de ambos hermanos.
-Entonces, Tsubaki ha intentado seducir a su familia, pero al no tener ningun resultado les lanzo una maldicion-dijo la joven pelirroja de ojos esmeralda-pero les lanzo la maldicion a sus hijos porque...queria cobrar venganza de usted...¿en que consiste esa maldicion señor Taisho?
-Con la juventud eterna, nunca mueres y durante las noches de luna creciente te conviertes en una bestia feroz-respondio-feroces, locos de sed por sangre humana, como los vampiros.

Las dos chicas dieron gracias a Inu no Taisho y prometieron a toda costa que harian lo posible por ayudar a sus hijos, salieron corriendo a toda velocidad hacia la biblioteca a esperar a Koga y Miroku, mientras los esperaban, no podian sacarse de la cabeza la historia del hombre, sin embargo, algo llamo su atencion y eso era que estaba atardeciendo. El sol se ponia, muy pronto habria luna creciente y los chicos volverian a matar de nuevo.

"Espero que Koga y Miroku no tarden demasiado, el sol ya se esta poniendo" penso la joven de ojos marrones.

 

Capitulo 9: "Inuyoukai"


Unas horas antes, mientras Sango y Ayame hablaban con Inu no Taisho, Koga y Miroku estaban escondidos en dos botes de basura cerca de la habitacion de la directora Tsubaki, ellos esperaban impacientemente a que la mujer saliera ya que el joven de tez morena no dejaba de refunfuñar con la nariz tapada y maldecir al chico de ojos azules. En ese momento, la mujer de cabellos negros salio de su cuarto, pero para su desgracia, cerro la puerta con lla, una vez marchada, ambos salieron de la basura.
Koga primero le propinoun golpe en la cabeza a Miroku por haber escogido unlugar tan asqueroso para esconderse y ademas apestoso, despues, observando la cerradura de la puerta, trono sus manos con uan gran sonrisa mientras sacaba de su bolsillo trasero del pantalon un pequeño pedazo de alambre, lentamente lo introdujo en la cerradura y comenzo a moverlo. Por otro lado, Miroku vigilaba que nadie apareciera, en ese momento, escucharon un click, indicando que la puerta se habia abierto, ambos entraron y al encender las luces se quedaron petrificados.

-Velas negras, libros de magia negra, muñecos de vudu-dijo Koga mirando a su alrededor-esa mujer esta completamente loca.
-No cabe duda, Tsubaki esta detras de esta masacre-dijo Miroku-¿pero por que? ¿que tiene en contra de la familia Taisho y que ganaria con convertirlos bestias?
-Esoes algo que Sango y Ayame deben averiguar-respondio el muchacho de tez morena-ven, investiguemos estos libros.

Miroku y Koga comenzaron a leer todos los libros que habia alli, pero uno en especial logro captar su atencion, era el mas viejo de todos, color marron, lleno de polvo, las hojas dañadas y arrugadas, se notaba que era viejo, en la tapa del mismo habia un dibujo de un perro gigante, muy parecido al qe dibujo la anciana Kaede el dia en que la enfermeria fue destruida, junto con una luna creciente sobre él. Ambos jovenes se miraron con seriedad, ese libro debia ser el que buscaban.
Cerraron la puerta nuevamente, el chico te ojos celestes, habil como es, con el alambre cerro nuevamente la puerta de la habitacion, los dos se encaminaron primero hacia su habitacion llevandose consigo el libro, una vez alli, Koga se echo en la cama con una lata de gaseosa mientras que Miroku se echaba al pie de la cama de su amigo y comenzaba a leer. El titulo del libro era "Inuyoukai".

"Un inuyoukai fue un poderoso demonio que existio hace ya mas de quinientos años, cuando la ciudad de Japon era conocida como la era Sengoku, estos demonios tenian la habilidad de transformarse en un perro gigante de color blanco de ojos color azules y rojos, eran veloces, fuertes, podian regenerarse, teletransportarse y volar. Ellos eran considerados la realeza de todos los demonios, muchos intentaron eliminarlos para convertirse en los nuevos reyes, pero ninguno lo ha logrado.
Muchos dicen que cuando los humanos iban a cambiar por completo el lugar en donde vivian, se desato una terrible guerra que ellos no pudieron ganar por razones desconocidas. Todos los demonios fueron eliminados de la faz de la tierra, pero sus espiritus aun vagan en busca de venganza en las noches de luna creciente.
Algunos juran haber sido mordidos por espirutus de los demonios perro, si eso es cierto, todas las noches de luna creciente sufriran una transformacion, se convertiran en demonios incontrolables y habrientos de carne humana e incapaces de volver a la normalidad sino hasta que salga el sol.
La gente ha invocados a los espiritus youkai solo para vengarse de otras personas, para lograrlo, primero debe dibujar una luna creciente en el suelo con sal y alrededor coloquen varias velas de color azul morado encendidas. Una vez que lo hayan hecho, en el centro de la luna, coloquen una imagen del youkai y concentren todo su poder para revivirlo.

Miroku y Koga continuaron leyendo, pero la siguiente pagina dejo a los chicos con la piel helada, no solo mostraban una imagen de la bestia, sino tambien la marca que deja en las personas, varias lineas gruesas en sus espaldas y una mordida en sus manos derechas, los dos jovenes no podian respirar, sintieron como sus corazones dejaban de latir y un escalofrio recorria sus cuerpos, esas marcas, eran las mismas que Sesshomaru e Inuyasha tenian cuando fueron atacados en el claro del bosque el dia de la excursin. Sin embargo, lo que leyeron continuacion los dejo con una cara de horror, ambos salieron corriendo hacia la biblioteca al darse cuenta de que ya casi atardecia, llevandose consigo el libro.
Sango y Ayame los estaban esperando y en cuanto los vieron llegar con una cara de horror sabian que no tenian buenas noticias, los chicos les entregaron el libro, mientras Sango lo ojeaba, Ayame les contaba toda la historia que Inu no Taisho les habia contado. Al igual que los chicos, la joven de cabellos castaños se quedo petrificada al ver las imagenes y el ultimo parrafo del libro, pego un grito fuerte de horror y vaya suerte que tenian que la biblioteca estaba vacia.

"ADVERTENCIA: si la maldicion es hereditaria, una vez que el humano se haya convertido en un inuyoukai, se haya apareado y haya consumido carne humana estara fuera de control, deseoso de mas, llegando el punto en que su cuerpo y su corazon no resistiran y tendra como maximo diez años de vida. En ese caso, el hombre o mujer morira junto con sus hijos"

De pronto todo tenia sentido, una vez que las chicas les contaron la historia de Inu no Taisho, mas el libro que los chicos trajeron el rompecabezas estaba armado, Tsubaki era una sacerdotista negra que vendio su alma a miles de demonios para permanecer siempre joven, los años fueron pasando hasta que conocio a Inu no Taisho, el hombre con herencia mas rica de todas. Intento seducirlo, pero al no lograrlo y ver que se habia casado con Irasue y juntos tenian a Sesshomaru le lanzo una maldicion.
Inu no Taisho, al descubrir lo que le habian hecho, abandono a su mujer y a su hijo solo para protegerlos, pero no conto con enamorarse de nuevo, esta vez, con Izayoi, la madre de Inuyasha, pero en cuento el mas grande tenia trece años y el mas chico ocho, ambas mujeres descubrieron la verdad e intentaron ayudarlo. Sin embargo, él lo unico qu logro fue controlarse, gracias a las dos mujeres que amaba, lamentablemente, las heridas que les hizo fueron muy severas y terminaron matandolas.
El hombre fue maldecido ademas con la juventud eterna y se encargo de criar a sus hijos el solo, sin saber que ellos ahora tenian la maldicion tambien, que desperto en ellos hace ya casi un año, pero, pasaron diez años en total desde que Inu no Taisho se transformo, bueno, casi, eso diez años se cumplirian dentro de dos dias, justo el mismo dia en que seria el aniversario de aquella pelea que los hermanos Taisho y las hermanas Higurashi pelearon.

-¡Debemos hacer algo!-exclamo Sango horrorizada.
-Primero debemos encontrar a los chicos y las chicas-dijo Miroku.
-Bueno...este es un clasico momento Scooby-Doo-dijo Koga con sarvasmo-solo nos falta el perro grande y cobarde.

De repente, todos escucharon dos gritos femeninos que provenian del dormitorio de hombres.

-¡Kagome, Rin!-grito preocupada Ayame-¡La luna creciente!

Si, la noche habia llegado y la luna creciente se alzaba sobre el internado.

-Demonos prisa-ordeno la castaña, los cuatro salieron corriendo en direccion a la habitacion de Inuyasha y Sesshomaru, pero al llegar, ninguno de los cuatro se encontraba alli, habian desaparecido.

 

Capitulo 1o: "Luz de luna y luz de sol" (parte 1)

Los amigos de los hermanos Taisho y las amigas de las hermanas Higurashi llegaron a la habitación para encontrarse con todo el lugar destrozado, los colchones y las almohadas estaban rotos, había plumas por todo el suelo, marcas de garras en las paredes del cuarto y del pasillo. Los cuatro amigos siguieron las marcas hasta llegar a la habitación de la directora Tsubaki, lo cual no sorprendió mucho a Koga y Miroku.
El joven de tez morena saco nuevamente el alambre de su bolsillo trasero izquierdo del pantalón, lo introdujo en la cerradura, la movió lentamente hasta que se escucho un click, entraron, pero no había nadie allí. Las garras terminaban justo debajo de la cama, con sumo cuidado, movieron el mueble dejando al descubierto una pequeña puerta, al abrirla, bajaron por una escalera y caminaron a través de un túnel subterráneo muy oscuros. Ellos y ellas estaban sumamente nerviosos y aterrados, pero no lo bastante como para retirarse, ya que esto lo hacían por sus amigos.
Kagome se encontraba inconsciente en el suelo, poco a poco fue abriendo los ojos, no recordaba nada de lo sucedido hace unos minutos atrás, observo a su alrededor, no sabia donde se encontraba, parecía una especie de templo abandonado y para peor, su hermana no estaba por ninguna parte. De pronto, escucho un gemido de dolor que provenía detrás suyo, se dio la vuelta para encontrarse con Inuyasha, con el tórax al descubierto, encadenado, lastimado y su pelo parecía que se había vuelto mas largo.

-Por fin despertaste-dijo una voz femenina, haciendo que Kagome se sobresaltara y se diera vuelta para encontrarse frente a frente con Tsubaki.
-Tsubaki…-musito Kagome-¿Dónde es Rin? ¿Qué le has hecho a Inuyasha?
-Tu hermana esta bien, en estos momentos se encuentra con el hermano de este estúpido-respondió la mujer señalando a Inuyasha.
-Sesshomaru-susurro.
-Pero, yo en tu lugar me preocuparía por mi que por mi hermana-
-¿De que hablas?-pregunto confundida y asustada.

Tsubaki no respondió, solo se limito a sonreír con malicia, Kagome no entendía que era lo que estaba pasando, para su asombro y desesperación, la directora del internado desapareció, no sin antes, mover una manija que abrió el techo dejando que la luz de la luna creciente ilumine el lugar. De repente, la joven azabache sintió un escalofrió recorrerle la espalda cuando escucho un gruñido, se giro lentamente hacia donde se encontraba Inuyasha para ver que era lo que pasaba.
Su cuerpo no pudo moverse, tembló y sintió como su corazón se encogía al ver a su amado transformado, su cabello paso de ser negro a ser color blanco como la nieve, sus uñas se largaron, aparecieron colmillos en la boca, sus ojos color negros pasaron a ser azules con unos tonos rojizos como la sangre, mientras que en su cabeza aparecieron dos orejas de perro y en cada mejilla apareció una franja color azul morado. A medida que se transformaba, él forcejeaba tratando de liberarse, mientras que la muchacha seguía en estado de shock por lo que sus ojos veían.
Con una fuerza inhumana, el joven Taisho se libero de sus cadenas y comenzó a acercarse peligrosamente hacia la joven de ojos color chocolate, ella, por su parte, seguía sin poder moverse, sus ojos se aguaron y los cerró con fuerza. Después de varios segundos, se escucho un grito de dolor y se podía ver mucha sangre goteando, la chica yacía en el suelo con una enorme herida en su espalda y una mordida en su mano derecha.
Sin embargo, el olor a sangre que emanaba el lugar y también en la mano del joven albino lograron despertarlo de su trance, observo detenidamente lo que había hecho, aun asi sin cambiar su apariencia, su cuerpo tembló, comenzó a sudar cual cerdo, cayo de rodillas al suelo sujetándose con fuerza su cabeza. Al verlo asi, sin pensarlo dos veces y con mucha dificultad, Kagome abrazo con fuerza a Inuyasha mientras las lagrimas corrían por sus mejillas.

-Ka…go…me-musito Inuyasha.
-Inuyasha, onegai…vuelve a ser el de antes-rogo Kagome.

El hijo menor de Inu no Taisho sentía como volvia a tener el control de su cuerpo, sus garras y colmillos se achicaron un poco, pero no lo bastante como para desaparecer, su cabello siguió igual de blanco, sus ojos pasaron de un color azul rojo a un hermoso color ámbar brillante. Miro a la joven que lo abrazaba al igual que ella a él, esa hermosa mirada dorada hechizo a la chica, haciéndola sentir su corazón latir con mucha fuerza.
Ella coloco una mano en su mejilla, viendo como esas marcas también desaparecían, una sonrisa se formo en su rostro, mientras que en la de él, era de una enorme tristeza al ver que la había lastimado gravemente. Pero lo que lo dejo asombrado es que su amada lo volvió a abrazar, esta vez con más fuerza, para luego mirarlos a los ojos y unir sus labios.
Inuyasha nunca se espero esto por parte de ella, pero no la detuvo, es mas, le siguió la corriente, primero fue un beso normal, lleno de amor y ternura, minutos mas tarde, se fue tornando mucho mas serio, lleno de pasión, deseo, amor y juego de lenguas. Sin saber como o porque, tal vez por instinto, Inuyasha le levanto un poco la remera a Kagome por la espalda par dejar al descubierto la herida, la coloco boca abajo y comenzó a lamer la herida, que poco a poco dejo de sangrar para convertirse en una cicatriz, después hizo lo mismo con su mano derecha.
Una vez terminada esa labor, la dio vuelta quedando boca arriba y a unos pocos centímetros de distancia, estaban tan cerca que podían sentir sus respiraciones, no tardo mucho antes de que el joven muchacho se apoderara de la boca de la joven muchacha. Empezó siendo un beso tranquilo hasta que los instintos bestiales de Inuyasha comenzaron a surgir profundizando el beso y volviéndolo mas salvaje, Kagome solo se dejaba llevar por sus sentimientos, se dejo besar por el chico que tanto amaba, ama y seguirá amando. Aunque luego de casi media hora besándose, la cosa se torno mas seria, al beso le sumaron abrazos y caricias, esto estaba yendo demasiado lejos, pero a los dos parecía no importarle.

-Kagome…detenme antes de que sea demasiado tarde-suplico el joven de ojos ámbares-no te merezco luego de lo que te hice.
-Inuyasha, no tienes por qué sentirte culpable, sé que no lo hiciste intencionalmente, estabas bajo un hechizo-dijo Kagome.
-Un hechizo que me convirtió en un monstruo asesino, no debería ni de respirar, más bien, no debería haber nacido nunca-sollozo.
-A mi no me importa si eres un monstruo o no, eres hermoso y te quiero a mi lado siempre, Inuyasha-replico la joven-te amo.
-Yo también te amo Kagome, te ame desde el primer momento en que te vi, te sigo amando y te amare por siempre-finalizo el menor de los Taisho con una sonrisa.

Nuevamente, ambos se unieron con un beso, dejando que sus sentimientos sean los que manden, por fin, luego de casi diez años, se reencontraron, ella lo perdono a él por haberle pegado, él estaba feliz de que ella lo hubiera perdona y mas que nada se sentía aliviado de que ella lo amara tanto como el a ella. Ahora solo importaban ellos dos en ese momento, quienes se demostraban cuanto se amaban entregándose en cuerpo y alma una y otra vez.
Sin embargo, esto no terminaba aun, todavía les quedaba encontrar a sus hermanos y a sus amigos para contarle lo sucedido y detener a Tsubaki.

 

Capitulo 11: "Luz de luna y luz de sol" (parte 2)


Rin despertó en otra habitación, sus piernas estaban débiles y además de que le dolían bastante, le costó un poco levantarse, en cuanto lo hizo, escucho un quejido de dolor y una risita malévola, se volteo y se encontró a Sesshomaru en el mismo estado en que Inuyasha, encadenado al suelo, con el tórax al descubierto, lastimado y el cabello largo. Quiso acercarse a él pero no lo hizo, ya que nuevamente escucho esa risa, miro a su alrededor hasta encontrarse con Tsubaki, sonriendo de oreja a oreja.
La mayor de las hermanas Higurashi hecho un rápido vistazo a la habitación, al ver que su hermana no se encontraba allí sintió como el miedo la invadía, se dio cuenta apenas la vio, que esa mujer tramaba algo. Rápidamente iba a preguntar por Kagome cuando callo de inmediato, la luz de la luna creciente penetraba en la habitación a través de una ventana, cosa que inquieto al mayor de los Taisho transformándolo.
-Sesshomaru-musito Rin con miedo.
-Espero que disfrutes esta ultima noche con tu amado-dijo Tsubaki-y no te preocupes por tu hermana, ella esta “sana y salva” con el menor.
-Inuyasha…Kagome-susurro-¿Qué les hiciste bruja? ¿Dónde están?
Tsubaki se limito a salir de la habitación, la joven de ojos chocolate volteo de nuevo a ver a Sesshomaru y se quedo petrificada del miedo al ver que estaba cambiando a causa de la luna creciente. Su pelo se torno color plateado, en su boca aparecieron colmillos, sus garras se alargaron y sus orejas se volvieron puntiagudas, en sus mejillas aparecieron dos franjas color rojo, mientras que en su frente apareció una luna creciente azul morada y sus ojos se tornaron rojos y azules.
El hijo mayor de Inu no Taisho forcejeaba hasta que logro liberarse de aquellas cadenas, miro a Rin con hambre y sed, se acercó peligrosamente hacia ella, pero a diferencia de su hermana menor, reacciono a tiempo y comenzó a correr, quiso salir de la habitación, pero la directora del colegio había cerrado la puerta con llave. Cerró con fuerzas sus ojos, segundos mas tarde, había un enorme charco de sangre alrededor de la puerta y una Rin lastimada en la espalda y en su mano derecha.
Sesshomaru la agarro del cuello, dispuesto a decapitarla, pero de pronto, se detuvo en seco, olfateo un olor desagradable en el aire y bajo su vista hacia su mano ensangrentada y a la muchacha, sintió como su cuerpo comenzaba a temblar y a sudar. Rápidamente soltó a la joven, quien cayó de rodillas al suelo, para caer luego él de rodillas mientras se sujetaba con fuerza la cabeza y trataba de reaccionar.
Por otro lado, la mayor de las hermanas Higurashi sintió ganas de morir al ver a su amado en ese estado, sin pensarlo dos veces, se lanzo sobre él abrazándola con fuerza, pero nada de lo que hacia funcionaba. Observo su rostro, sus ojos se humedecieron y se fue acercando lentamente hacia él hasta besarlo.

“Rin” pensó Sesshomaru.
“Sesshomaru” pensó Rin.
Apenas se separaron, la muchacha de larga melena vio como los ojos de Sesshomaru cambiaban de rojos a un color dorado brilloso, sus uñas se achicaban y sacudía la cabeza un poco ya que estaba algo confundido. Este recupero el control de su cuerpo y observo detenidamente el lugar en donde se encontraba, al ver a la muchacha abrazada a él y la gran herida en su espalda recordó lo que había hecho minutos atrás, se entristeció y sintió deseos de matar al culpable mientras apretaba con fuerza a la joven contra su cuerpo.
Se miraron a los ojos nuevamente y se unieron en un beso, el coloco sus manos alrededor de su cintura y ella alrededor de su cuello, a medida que pasaba el tiempo, ambos fueron profundizando el beso. Era tierno, apasionado, salvaje, pero sobre todo, romántico, el cual, más adelante se transformo en una guerra de lenguas, los dos se deleitaban con el sabor del otro, sin embargo, ese juego se iba tornando mas serio, ya que le agregaban abrazos más fuertes y algunas caricias.
-Rin…por favor, haz que pare, detenme-rogo el mayor de los hermanos Taisho.
-Sesshomaru, no me importa lo que seas, te amo tal y como eres ahora-dijo la joven.
-¿Aun me amas luego de lo que te hice?-pregunto-me convertí en una bestia asesina, no merezco la pena.
-No me importa en lo que te haz convertido, eso fue culpa de alguien, pero me alegra de que ya te puedas controlar-dijo la chica-te amo.
-Yo también.
Dicho esto, se entregaron en cuerpo y alma al igual que sus hermanos, después de que los cuatro se entregaran a la persona que amaban, se quedaron dormidos. En cuanto el sol salió, las hermanas Higurashi despertaron para encontrarse con sus amados durmiendo plácidamente y de nuevo en su estado humano.
Se levantaron y se cambiaron, después de eso, dejaron dormir a los chicos para salir a pedir ayuda, a mitad del camino, ambas hermanas se encontraron y se abrazaron felices de volver a verse, con sumo cuidado, transportaron a uno de los hermanos directo hacia la habitación en donde se encontraba el otro. Aun durmiendo, ya que los dos tenían el sueño pesado, Rin y Kagome comenzaron a hablar entre ellas de lo sucedido anoche, aun no entendían nada de nada de lo que estaba ocurriendo y tampoco entendían el porque la directora Tsubaki se encontraba involucrada.
De pronto, escucharon unos pasos que provenían del pasillo, con la sola idea de que podría ser la directora, agarraron como una especie de hierro que encontraron tirado, los pasos se hacían cada mas fuertes, justo en ese momento, salieron y golpearon al intruso. Al abrir los ojos, se dieron cuenta de que no era Tsubaki a la que habían golpeado, sino a Koga y Miroku quienes cayeron al suelo con un enorme chichón en la cabeza.
-¡Kagome, Rin!-exclamo Sango feliz.
-¡Que alegría que estén sanas y salvas!-dijo Ayame.
-Mi cabeza-se quejo Koga frotándose en el lugar en donde lo habían golpeado.
-Lo sentimos chicos-se disculpo Kagome.
-¿Dónde están Sesshomaru e Inuyasha?-pregunto preocupado Miroku.
Una vez reunidos todos, las chicas hablaban con los demás mientras que los hermanos Taisho aun seguían dormidos, o, eso es lo que ellos creían, una vez que Miroku y Koga los revisaron, descubrieron que las heridas se estaban reabriendo y que estaban inconscientes. Rápidamente, Sango y Ayame comenzaban a curarlos mientras que los dos jóvenes le contaban todo lo que habían descubierto.
Al terminar esta historia, las hermanas Higurashi se quedaron con la boca abierta, el miedo nuevamente se apodero de sus cuerpos al pensar en lo que Tsubaki les había hecho a Inu no Taisho y a sus dos hijos. Pero mas atemorizadas se quedaron al escuchar que si no lograban romper la maldición, o al menos que la controles para mañana en la noche, era muy probable que los tres murieran en el acto.
-La luz de la luna creciente los vuelve unas bestias deseosos de matar, mientras que la luz del sol los devuelve a la normalidad-pensó Kagome en voz alta.
-Pero anoche, según Kagome y Rin, Sesshomaru e Inuyasha lograron controlarse-dijo Koga.
-Inu no Taisho nos conto que tardo varios meses en controlarse lo suficiente para poder estar cerca de humanos otra vez-advirtió Sango-la primera vez fue gracias a Irasue e Izayoi, pero las demás fueron difíciles.
-Ka…Ka…gome…R…Rin-tartamudeo Ayame viendo las cicatrices en sus espaldas y manos.
-Ay no-dijo Miroku-esto es malo.
Sango, Ayame, Koga y Miroku se quedaron petrificados al ver que Kagome y Rin tenía las mismas marcas que Sesshomaru e Inuyasha, debían hacer algo rápido porque si no, la maldición no solo acabaría con la vida de los tres Taisho, sino que también, con la de las hermanas Higurashi.

He aqui los capitulos 10 y 11, perdon si me tarde...es q estaba ocupada en otro fic y ayudando a Tsuki con uno...espero les guste.