One-shot Dagaz [Gakkou Roleplay | Emily & Kashya]

Título: Dagaz.
Fandom: Gakkou Roleplay.
Personajes: Emily Hodges, Kashya Thornton.
Palabras: 657
Summary: "Aquel día, ni siquiera la incesante lluvia que caía del cielo, golpeteando la ventana de su habitación, parecían poder disminuir los ánimos de Emily."
N/A: Bueno pues... hello. Quería unirme a lo de contar un poco el background de los personajes en el crossover y obviamente el primero tenía que ser el de mis bebas favoritas <3 Y bueno, como dije, a lo de las cartas obviamente no me iba a meter, pero recordé entonces que en mi querido juegos hay muchas cosas y entre ellas... runas, que me encantan. Así que pensé en usar, al menos esta, como título, BC YO TAMBIÉN SÉ SER AESTHETIC (?) Aunque yo no puedo tirarme 3k de fic, sorry (?)
Anyways, Dagaz (ᛞ) significa Día, aunque en mi juego el subtítulo que tiene es Purity, y bueno, ambas me gustan bastante para ellas dos so... here goes.

ᛞ
Day, the glorious light of the Creator, is sent by the Lord;
it is beloved of men, a source of hope and happiness to rich and poor,
and of service to all.​

Aquel día, ni siquiera la incesante lluvia que caía del cielo, golpeteando la ventana de su habitación, parecían poder disminuir los ánimos de Emily.

¡Alguien se estaba mudando a la casa de al lado! Había estado viendo los camiones llegar durante los días anteriores, ¡y estaba emocionada! Aún no había visto aparecer a las personas que se iban a mudar, pero estaba convencida que tendrían que llegar ese día… ¡ya habían traído casi todas las cosas básicas!

Emily esperaba que sus suposiciones fuesen correctas y se estuviese mudando una familia con una chica que tenía que tener su edad. ¡Debía serlo!

A Emily le gustaba pasar tiempo con sus hermanos, y adoraba tanto a Liza como a Mimi y Aika pero… tener una amiga más al lado de casa, alguien con quién poder volver del colegio o pasar las tardes una en casa de la otra… ¡Emily quería eso también!

Bajó de su cuarto emocionada, corriendo a quizás demasiada velocidad, cuando vio un nuevo camión de mudanza aparecer por la calle. Ni siquiera cogió su paraguas, ni siquiera notó la lluvia mientras se acercaba a su objetivo.

Lo que la recibió, sin embargo, la dejó parada en seco.

Unos ojos violáceos la miraban directamente, pero Emily dirigió su vista hacia todos lados en busca de algo antes de corresponderle la mirada, completamente confundida.

—¿Necesitas algo? —la voz de la chica fue plana, carente de emoción, casi como si no le correspondiese a una chica de su edad.

—¿Eres mi nueva vecina? —sin embargo, la inocencia infantil que Emily poseía era demasiado elevada para dejarse amedrentar por ello.

La otra asintió con la cabeza, una única vez, como si no le importase que una extraña le estuviese preguntando aquello.

>>¿Cómo te llamas? ¡Yo soy Emily, encantada! —la morena siguió hablando con emoción, extendiendo su mano al presentarse.

—Kashya.

La albina tardó en reaccionar, correspondiendo el apretón de manos con lentitud. La mano de Emily era muy cálida en comparación a la suya, aquello la sorprendió.

—¿Kashya? —repitió, sus ojos brillando mientras se acercaba más a la chica—. ¡Qué nombre más extraño! ¡Mola!

—Mhm.

Era difícil causar reacciones en ella, pero aquella chica realmente la estaba sorprendiendo. Nunca había visto a alguien tan… alegre. La sonrisa que se había plasmado sobre sus labios era tan brillante, y sus expresiones y cuerpo eran tan cálidos, que su presencia casi había parecido opacar la lluvia que no dejaba de caer.

—¿Y tus padres? —Emily se asomó entonces al camión, viendo como los hombres del empresa de mudanzas seguían sacando cajas, sin ningún adulto más que pudiese corresponderse a lo que buscaba.

—Trabajando.

—¿Y han tenido que dejarte a ti con la mudanza? —Emily se giró en ese momento, volviendo a encarar a la chica, con una leve expresión de tristeza en su rostro.

—Mhm —volvió a asentir—. Están en Escocia.

—¿¡Escocia!? —la morena prácticamente gritó, abriendo los ojos de la impresión—. ¡Eso está como… super lejos! ¿Y cuando vuelven?

—No lo sé.

Emily perdió en ese momento todo rastro de sonrisa o energía, acercándose de nuevo a Kashya con algo más de calma. Esta, sin embargo, no mostró signo alguno de tristeza al haber respondido aquellas preguntas… y ciertamente no entendía por qué el cambio de la otra chica.

Entonces Emily lo comprendió. Al mirarla a los ojos entendió que Kashya no era el tipo de persona que esperaba, no se parecía en nada a sus amigas y seguramente nunca conocería a alguien parecido a ella.

Y no le importó. No quiso que fuese diferente.

—¿Quieres cenar con nosotros? —preguntó entonces, su tono amable y cálido, incluso tranquilo, pero sincero.

Kashya se quedó unos segundos en silencio, sopesando la pregunta, y Emily esperó, paciente, hasta que la vio asentir con la cabeza.

Y aquella sonrisa, capaz de competir contra el mismo sol y de hacer que una tormenta se volviese irrelevante, se plasmó de nuevo sobre sus labios.