Historia larga [Días de Abecedario] Héroes de Brenyard

Esta historia representa el epílogo del videojuego que ando haciendo con el motor de RPGMaker, por ello el nombre del protagonista queda a disposición del lector o pueden leerlo con el nombre por default “Isaac”, además, como en el juego, el personaje te representa en el mundo de Brenyard.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

La noche era tranquila y tú dormías plácidamente, ya había pasado unos años después de la batalla de la Torre de los Mundos, donde habías tenido la oportunidad de pelear junto a la Diosa Azur y sus hijas para detener la amenaza que perjudicaba a Brenyard.

— ______, Despierta — Dijo una voz— ¿Me escuchas? ¡Despierta!

Esa voz te es familiar, te levantaste de tu cama y seguiste escuchando tal voz que te llamaba “¿Es Selene?” Pensaste, de pronto tocaron la puerta de tu casa llamándote por tu nombre de nuevo “Definitivamente es la voz de Selene”, te arreglaste rápidamente y fuiste abrirle la puerta

Para sorpresa tuya, viste a esta mujer muy malherida, algo que te sorprendió debido a que ella ha salido casi ilesa en todos los combates que has visto, ella estaba jadeando del cansancio y con prisa la llevaste a tu cama para que pudiese descansar.

— Selene ¿Qué pasó? — Dijiste muy preocupado.

— Lamento venir de esta forma tan repentina, pero eres uno de los pocos en el cuál puedo confiar en estos momentos— Respondió Selene aún dolorida— Apareció un ente que ni Yo he podido enfrentar, ahorita en estos momentos mi madre está protegiendo la Torre de los dos Mundos.

— ¿De nuevo la torre? — Te sorprendiste al escuchar de nuevo el nombre de ese lugar.

— No quería molestarte, sobre todo con lo que hiciste hace unos cuantos años, pero no tenía alternativa, ________ ¿Quieres volver a pelar a mi lado? — Te preguntó esperanzada y a su vez te entregó un libro de invocaciones— Si es necesario que yo o mi madre hagan el pacto, lo haremos pero necesitamos tu ayuda.

No pensaste tu decisión por mucho tiempo y tomaste el libro que te estaba entregando, al abrirlo veías los nombres de personajes históricos que han aparecido a lo largo de la historia de Brenyard, tú como invocador tenías la oportunidad de traerlos a la vida una vez más ofreciendo tu energía vital, lo hiciste en el pasado y no temes volverlo hacer.

— Acepto Selene— Aseguraste con toda la confianza— Yo puedo hacer el pacto, no te preocupes, limítate a descansar— Abriste el libro de invocaciones y dispusiste a seleccionar a los héroes que podrían ayudarte en esta situación.

Azur: La Diosa Salvadora

Diosa encargada para proteger a los humanos cuando el mundo esté en peligro, hija de la Diosa Thrissia quien es hija de Exodeus, Dios Padre del mundo de Brenyard, todos descendientes de dragones. Su deber como protectora la cumplió como era de esperarse, hasta cierto día que uno de sus hermanos entrara en un estado Berserk llevando al pueblo de Misto a un caos total.

Los Cuatro Reyes, tuvieron una audiencia para tener un plan para que los dragones no afectasen la vida de las demás personas, estos dragones son considerados dioses en Brenyard. Como azur es la encargada de proteger a los humanos, tres de los cuatro reyes tomaron la decisión de engañar a la Diosa haciéndole creer que sus demás hermanos habían atacado a los humanos y para demostrarlo, consiguieron pruebas de que esto en realidad ocurrió.

Azur tomó manos a la obra y acabó con la vida de sus hermanos y hermana mientras que Ismaire, la emperatriz del reino de Ishbalah, le advirtió de lo que tramaban los reyes, la joven Diosa ignoró las palabras de su amiga emperatriz, ya que ella veía las pruebas que los reyes le presentaban y cumplió con los encargos, a esta época de la historia la conocen como “La Cacería de Dragones”.

Tras haber realizado el encargo, los reyes optaron por matar a la diosa junto con su hija, ya que ellos suponían que algún día ella entraría en estado Berserk, algo que Ismaire alegó para que no sucediera, al convencerlos, solo le pidieron que construyera una torre con el cual tendría como fin honrar a los caídos por todo lo sucedido en aquella época, a esta torre se le llamó “La Torre de los dos Mundos”

Poco tiempo de haber realizado la torre, ella se exilia de la humanidad, al igual que su hija, quien la escondió en un lugar que ni siquiera los dioses podrían alcanzar, la Diosa Azur pasó los siguientes siglos en completa soledad, esperando que algún día su hija regresase a sus brazos y así continuar con su deber de proteger a los humanos.

Profesión: Diosa Protectora

Apariencia: De piel blanca, cabello largo color rubio dorado, 1.61 metros de altura, 82-63-84 (Cuando Joven) 1.68 metros, 86-70-88 (Cuando Adulta)

Función Principal: Daño híbrido

Función Secundaria: Soporte.

Le gusta: Literatura, tranquilidad, sus hijas y dormir.

Le Disgusta: La maldad que amenaza a Brenyard, que la despierten.

 

Brumiel: El contratista.

Muchos se dicen que están destinados a la grandeza, que ellos son los elegidos de los dioses para triunfar en todo desafío que se le ponga enfrente, este era el caso de Brumiel, hijo de un mercader de poca monta en las bahías de Hunie.

Muchos despreciaban a la familia de Brumiel, ellos traían el desprestigio al lugar, ellos eran la mancha negra que tanto deseaban borrar. Poco a poco el joven Burmiel entendió el asunto y decidió partir de ese lugar lo antes posible.

Varios años pasaron y fue criado por el mercenario Zacarías junto otro chico, donde los ponían a pelear contra otros mercenarios para la diversión de su padrastro y además de ganarse una muy buena cantidad de dinero.

Con la ayuda de su hermanastro consiguió hacer un motín donde todos los mercenarios pelearon entre sí y poder llevarse todas las ganancias de Zacarías, dinero que logró sacar Brumiel y su hermanastro, ambos se dividieron el dinero y tomaron rumbos distintos para jamás volverse a ver.

Con el dinero de su padrastro pudo comprar un pequeño lugar en donde vivir, pero él veía más allá de eso, él quería ser un empleador y no un empleado, con la experiencia que ganó al combatir en esas batallas de vida y muerte, logró convencer a diferentes mercenarios para que trabajasen para él.

Con el paso del tiempo, Brumiel se ganó el título de “El Contratista” gracias a su experiencia en el mercado que aprendió de su padre y la experiencia del combate de Zacarías, con ello creó un negocio tan lucrativo que fue envidia de muchos, pero todos recurrían a él para conseguir trabajos y ganarse una parte de la misión ofrecida.

Hasta el último día de su vida se la pasó trabajando en su negocio.

Profesión: Contratista; Mercenario

Apariencia: De piel un poco morena gracias a los días que pasaba en el sol por los trabajos que solía hacer en Honie, de cabello corto color negro aunque un poco maltratado, 1.80 metros de altura, 108- 93-106 (En sus años de gloria)

Función principal: Daño Físico

Función secundaria: Debuffer (reducción de ataque y defensas)

Le gusta: Hacer tratos beneficiosos, el recuerdo de que su hermanastro sigue con vida.

Le Disgusta: Sus padres, que no cumplan con el deber encargado.

 

Camui: La Paladín Despiadada.

Cuando apenas tenía tres años de edad, ella tuvo que presenciar la ejecución de su madre por parte de un grupo de bandidos que tenían riña con su padre Sephiel, tal fue el impacto de ese momento que la pequeña Camui perdió gran parte de sus emociones.

Sephiel en sus momentos de gloria, era conocido como uno de los mercenarios más crueles y despiadados que Brenyard había conocido, todo esto lo dejó atrás en el momento de salvar a la que sería la madre de Camui de las garras de un grupo de bandidos, esos pocos años fueron los más felices de Sephiel hasta ese fatídico día.

Varios años después de que Sephiel criara a Camui por su cuenta, ella poco a poco mostró interés en lo que su padre hacía hace ya varios años, por ello practicó en secreto el uso de la espada. Pasaron días, semanas y años para que Camui tuviera la mínima idea de portar un arma.

Su padre al enterarse de lo que estaba haciendo su hija, se negó rotundamente debido a que no quiere perder a otro ser querido, palabras que ignoró Camui y con toda la frialdad que él fue el culpable de la muerte de su madre y de Itarel.

Sephiel trató de detener a su hija quien estaba dispuesta a matar todos esos hombres que le pusieron sus manos a su progenitora, Camui estaba más que decidida en cumplir tal acción y vengar la muerte de su progenitora.

Al llegar a la guarida de estos hombres, no encontró a ninguno, todos estaban muertos y lo único que pudo ver fue a un hombre que portaba una armadura blanca y reluciente como una luz divina.

“¿Quién eres tú?” Exclamó la joven Camui.

“El hombre que salvó la vida de este pueblo y el mismo hombre que logró poner el nombre de mi gente en paz” Respondió este hombre mientras guardaba su espada

Sin más que decirse este hombre tomó rumbo a su pueblo natal, Camui lo detuvo para agradecerle lo que había hecho pero ella quería tomar venganza sobre esos hombre que mancharon su vida, ese momento fue la primera vez que Camui pudo demostrar sus verdaderos sentimientos al entrar en llanto.

“Tus intenciones son buenas y tus sentimientos son verdaderos” dijo este hombre mientras incitaba a la joven que alzase su mirada “Hoy te toca demostrar a tu madre que eres una mujer dispuesta a cambiar el mundo” Con esas palabras se marchó del lugar.

Camui lo siguió para que lo entrenase en ese arte que el hombre practicaba, halagado por la propuesta, este hombre aceptó ser su maestro, por los siguientes años fue guiada por el camino de un Paladín, el problema radica en su estilo de combate que era similar al de su padre, un estilo agresivo y violento, cosa que le preocupaba a este hombre pero no le tomó tanta importancia.

Cuando ella tomó un camino diferente, ella fue reconocida como una Paladín Despiadada, al no mostrar piedad ante las personas que manchan estas tierras de sangre de inocentes, algo irónico en una profesión como tal, pero ella era feliz, algo que alegraba a su padre al ver las acciones que su hija logró hacer.

Profesión: Paladín

Apariencia: Piel blanca pálida, de larga cabellera amarrada en forma de cola de caballo, su pelo originalmente es de color castaño pero se lo tiñó de negro para honrar a su madre y a su maestro, 1.57 metros, 86-66-88 (Cuando se separó de su maestro)

Función principal: Daño Híbrido

Función secundaria: Magia blanca básica

Le gusta: A su familia, a su maestro (ella estaba enamorada de él pero siempre fue rechazada)

Le disgusta: Los bandidos.

 

Zarahí: La joven Danzante.

La familia de Zarahí servía a uno de los Virreyes de Thrae y ella estaba destinada a servirle al hijo del Virrey Aurora, el joven Panderia, por ende la joven desde temprana edad estuvo aprendiendo este "arte" de servirle a la realeza. Cuando el hijo del Virrey y Zarahí jugaban de niños, Pandaria le regaló unos cascabeles, porque para él verla bailar era lo más lindo que había visto, esas palabras convencieron a la pequeña de aprender a bailar y le prometió que cuando él llegase ser el nuevo Virrey le bailaría todos los días, promesa que con mucho gusto el infante aceptó.

Cuando llegó el momento para que Panderia reemplazara a su padre, Zarahí decidió aprender varios estilos de baile para poder entretener al nuevo Virrey como forma de compensar lo tanto que ha hecho la familia real hacia los padres de la joven bailarina, por ello emprendió un viaje para conocer a una de las maestras del baile más importantes de Brenyard para que la apoyase en su mayor deseo .

Con las enseñanzas aprendidas, Zarahí fue de mucho apoyo para la gente, ya que con sus encantos y carisma pudo alegrar a las personas de los pueblos que ella y sus compañeras de baile visitaban, para la joven siempre fue grato ver las sonrisas de un pueblo. Así fue por más de un año, viajando y practicando su estilo para que su deseo de entretener al Virrey con sus magníficos pasos.

Cuando regresó al palacio, ella descubrió que habían secuestrado a Panderia, Zarahí habló con los pocos soldados que habían sobrevivido al asalto, estos le comentaron que un grupo de corsarios vinieron por el Virrey ya que él contenía un gran poder que pocos humanos obtenían. La joven decidió buscar a Panderia, sin importarle lo que le pudiera suceder.

Hasta el último días de su vida buscó al Virrey pero sin éxito alguno, ella solo quería encontrarlo para agradecerle por todo lo que la familia real hizo por ella y por su familia, solo deseaba decirle eso.

Profesión: Bailarina

Apariencia: De tez morena, de larga cabellera color castaño amarrada en dos coletas, 1.61 metros, 92-62-92 (Cuando regresó al castillo)

Función Principal: Buffer

Función secundaria: Soporte

Le gusta: El baile, el canto, los cascabeles que Pandaria le regaló de niña.

Le disgusta: Los corsarios, el doble sentido (no lo capta)

 

Exire: El Pordigio de la Oscuridad

Hace muchos años, uno de los grandes sabios en Brenyard dio un mensaje para todo el continente, que él iba a heredar sus conocimientos a aquel que pudiese tener el cuerpo y alma para poseer su tomo, muchos aspirantes a magos buscaron a este hombre dentro de unas ruinas donde el sabio Vlyaal se encontraría y para desgracia de estos aspirantes, ellos no eran los dignos de ser el siguiente sabio de Brenyard.

Los años pasaron y el tomo jamás fue reclamado, Vlyaal falleció esperando a su sucesor. Hasta que un niño llamado Exire se perdió dentro de los bosques de Hyo, el pequeño trató de encontrar la salida pero cada vez se adentraba a las profundidades. Poco tiempo después vio como una luz trató de guiarlo, sin ninguna alternativa siguió aquella luz.

Llegó al centro del bosque, unas ruinas yacían en el lugar, Exire se sorprendió de lo que veía, la luz le indicaba que entrase a las ruinas, el pequeño ser armó de valentía para adentrarse,. Una voz llamó a Exire cuando apenas había entrado, dicha voz le decía que era el indicado para heredar un arte antiguo, el pequeño dudó de esas palabras eran ciertas o no.

La voz pudo convencer al joven para que siguiera su camino para heredarle su poder. Pasaron los años, Exire pudo a su temprana edad pudo dominar estas artes místicas de la magia negra, pero poco a poco esa maldad está cubriendo al joven, no sabrá cuando este arte puede absorberlo por completo, hasta la fecha de hoy no se sabe que fue de él.

Profesión: Mago Oscuro

Apariencia; De piel morena, una media melena de color rojizo oscuro y maltratado debido a que no se cuidaba, 1.71 metros, 94-80-84 (Años antes de desaparecer)

Función Principal: Magia Negra Avanzada

Función Secundaria: Debuffer (Disminuir Resistencias Mágicas)

Le gusta: La tranquilidad, seguir aprendiendo, las mujeres con alto intelecto.

Le disgusta: El ruido en extremo, la oscuridad que poco a poco la consume, mujeres "tontas" (lo desesperan)

 

Fardo: El Paladín de la Salvación

Cuando fue niño, un grupo de bandidos atacó su pueblo natal, Fardo quien pudo presenciar lo cruel que puede ser el mundo exterior y ante tal acto de violencia logró escapar gracias a la ayuda de sus padres pero antes heredarle la espada que forjó su padre hace ya varios años, en su último aliento le dijo que tiene que seguir el camino de la luz y que nunca de la espalda a aquella luz de esperanza, Fardo ante tales palabras huyó del lugar con lágrimas recorriendo su rostro..

Pasaron meses desde que el pequeño vagó por el vasto continente de Brenyard y en uno de sus largos viajes se topó con una maestra de la magia blanca, una mujer que pasó sus años maestreando este arte. Esta persona acogió al niño y decidió compartirle algo de sus conocimientos a Fardo al ver que este poseía una espada con un peculiar brillo, un brillo tan radiante de esperanza y fe, mientras que Fardo aprendió el arte del uso de escudo y de espada, todo esto lo ayudo a forjarse como un paladín ejemplar.

Años pasaron y Fardo decidió partir sin antes agradecer a su mentora, el tiene que arreglar cuentas con aquel grupo de forajidos que terminaron con la vida de su gente. Al llegar a la guarida de estos bandidos, él confiado con todo lo que aprendió en estos años, advirtió a estas personas de que se arrepintieran de sus pecados y con ello podría perdonarles la vida, palabras que hicieron reír a estas personas y sin dudarlo se lanzaron al ataque contra Fardo.

Gracias a su conocimiento en la magia blanca pudo contra grupo de bandidos dando fin a la opresión y al miedo que ellos impartían, a pesar de lograr un cometido que pocos harían, el joven paladín se sintió triste por tener que acabar con la vida de personas que según él, fueron corrompidas por el deseo del poder y avaricia. La gente que se enteró de la hazaña de Fardo, rápidamente lo consideraron como un héroe, alguien con quien podían confiar, alguien quien siempre estará ahí para defenderlos.

Pasó el resto de su vida protegiendo a los inocentes y enseñando a las personas que el camino de la luz es la correcta para alcanzar un mejor lugar, tal como se lo enseñó su maestra.

Profesión: Paladín

Apariencia: De piel blanca, con media melena de color negro acompañado de una tiara con una gema roja que le regaló su maestra, 1.79 metros, 100-94-99 (Cuando venció al grupo de forajidos)

Función Principal: Tanque

Función Secundaria: Magia Blanca Intermedia

Le gusta: La espada de su Padre, las enseñanzas de su Maestra, la sonrisa de la gente.

Le disgusta: Tomar la vida de las personas.

 

Arlette: La Guardiana de la Torre.

Los Renegados, estos seres servían a los Dioses en los Campos del Edén pero ellos llegaron a ofenderlos y como castigo los mandan a la tierra dividiéndolos en dos, además de borrarle sus recuerdos en estas tierras sagradas, lo único que recuerdan es que deben de encontrar a su otra parte, desconocen el motivo del porqué deben de hacerlo, los pocos Renegados que logran recordar algo, es para volver a la vida como un humano.

En una noche tranquila donde Azur se exilió de los humanos vio como una luz cayó enfrente de ella, al acercase a dicha luz vio como una mujer joven yacía inconsciente en el lugar. Sorprendida por el hecho, la Diosa cuidó de la joven hasta que ella pudo despertar, Azur sabía que ella era una Renegada por la forma de que llegó a su hogar, pero no podía dejarla a su suerte.

“¿Eres como mi madre?” Dijo la joven.

“Yo… Sí… Soy tu madre, te desmayaste por el calor”

“¿Otra vez? Vaya, sí que soy torpe…”

“Tú no eres ninguna torpe Arlette…” Dijo la Diosa mientras le acariciaba el cabello.

“Gracias Mamá”

Así fue por muchos años, ambas se cuidaron por tanto tiempo, por primera vez en muchos años la Diosa Azur se sintió en compañía de su hijastra. Cuando la verdadera hija de Azur regresó a verla, Arlette pudo sentir que su otra mitad la llamaba, algo dentro de ella le decía que debía encontrarse con esa persona.

Para sorpresa de Azur, esa persona que llamaba a su hijastra se encontraba en la Torre de los Dos Mundos, un edificio que la Diosa construyó cuando acabó la era conocida como “La Cacería de Dragones”, Azur temía lo peor ya que en ese lugar se encontraba los Cristales Sagrados que junto con sus hermanos crearon para mantener vivo el Continente.

Arlette le pide a su madre que lo acompañase por cualquier cosa, ella acepta y le acude a su hija que la acompañase junto con su marido para detener esta posible amenaza, una amenaza que podría acabar con la vida de Brenyard.

Una feroz batalla se desató en la Torre de los Dos Mundos con la victoria del grupo de Azur, cuando menos se lo esperaban otro enemigo aparece ante ellos. Cansados por la pelea anterior ellos temían lo peor, pero la otra mitad se acercó a Arlette y le confiesa el verdadero secreto de los Renegados.

Al encontrar su otra mitad uno de ellos morirá para darle una nueva oportunidad de volver a vivir como un humano o seguir su vida como Renegado con la energía vital entregada y obtener un poder que podría igualar a los dioses. La otra mitad de Arlette se ofrece para ser el sacrificio y ser el apoyo necesario para derrotar ese monstruo.

“Lo hice porque creo que tú algún día seguirás mi camino, los dioses no son esas personas que velan por nosotros sino por ellos, por eso me sacrifico, porque nadie sospecharía de ti” Con esas palabras entregó su vida y Arlette junto con la ayuda de los demás derrotan a este monstruo.

Por lo que dijo la otra mitad de Arlette, le dijo a su madrastra que se quedaría en la Torre protegiendo este sagrado lugar, Azur acepta la petición de su hijastra pero le dice que cada cuanto la visite, que nunca olvide que ella siempre será su madre. Y así fue, Arlette cuidó del lugar por varios años, pero visitaba muy seguido a su familia. Hasta la fecha la profecía jamás ocurrió.

Profesión: Clériga.

Apariencia: De piel blanca pálida, con una caballera larga y plateada, 1.63 metros, 95-63-91

Función Principal: Magia Blanca Avanzada

Función Secundaria: Buffer.

Le gusta: Su Familia, los cuentos que Azur le contaba.

Le Disgusta: Nada en particular (Es una mujer muy tranquila)