Drabble Día invernal (Coco/BH6) (Higuel)

Estos personajes pertenecen a Disney/Pixar

El paisaje del Imperio de Portorosso era hermoso en invierno. Aunque el frío se podía sentir, no era tan crudo como el que se sentía en el Imperio de San Frantokio, dónde un manto inmaculado lo cubría todo. Hiro no estaba acostumbrado a poder pasear por jardines durante el mes de Diciembre. Y debía admitir que le encantaba. El jardín del palacio real era hermoso. No había nadie más cerca de allí, así que por fin tenía tiempo para sí mismo.

Su agenda estaba llena. Las vidas de los príncipes suelen ser así, pero en su caso las responsabilidades se habían multiplicado en muy poco tiempo. Su hermano Tadashi había renunciado a su derecho al trono para dedicarse a la magia curativa. Y ahora, al ser él heredero, tenía que tomar su lugar para los asuntos diplomáticos.

La delegación imperial para atender la boda del emperador Alberto y el Príncipe Luca era su primera tarea diplomática oficial que él dirigía. Su tía Cass, actual emperatriz, lo había ayudado un poco, pero fue él quién hizo la mayor parte del trabajo.Y todo estaba saliendo bien hasta el momento, la recepción iba a ser mañana. Por el momento, podía relajarse un rato en el jardín. Realmente disfrutaba los momentos en los que podía estar a solas. Cerró los ojos, necesitaba un descanso.

Hasta que la paz fue interrumpida por unas cuantas notas musicales que el viento trajo desde otro punto del jardín. Con curiosidad,se dejó guiar por ese sonido. Llegó a un jardín un poco más pequeño, cercado por arbustos y con una fuente en el centro. Allí, un muchacho estaba sentado. Era hermoso y no se parecía en nada a los que había conocido antes. Usaba un abrigo rojo que destacaba bastante, tenía un hermoso tono canela en la piel y entre las manos llevaba una guitarra blanca con detalles dorados.

Si no le fallaba la memoria, se trataba de uno de los Príncipes del Imperio de Santa Cecilia No los conocía personalmente, pero era bien sabido que esa nación y la de Portorosso estaban en buenos términos. En realidad, eran uno de esos imperios que se podían considerar amigos de todos.

Estaba tocando de una manera maravillosa, totalmente concentrado, con los ojos cerrados. No notó la presencia de Hiro y este decidió no molestarlo, pues era una escena demasiado bella como para romperla. Solo se atrevió a hablar cuando se dio cuenta de que la canción había terminado

—Debo decir que es usted un músico muy prodigioso.—Dijo

El mencionado abrió los ojos, espantado ante él intruso que lo interrumpió. Se descompuso un momento, pero se recuperó pronto y le sonrió.

—Gracias, su Majestad.—Respondió, sonriéndole honestamente.

Esta vez, el que se sorprendió fue Hiro. Pues la sonrisa de aquel muchacho era magnífica con todo y el pequeño diente chueco que tenía. Sintió que su corazón daba un vuelco enorme.

—¿Me reconoces?

—Claro que si, olvidar un rostro como el suyo es imposible.

“El suyo también lo es ¿Cómo es que no me fijé en él durante el banquete de bienvenida?” Pensó. Lo cierto es que había estado demasiado nervioso tratando de que todo saliera bien y no conversó demasiado con los otros asistentes.

—Me halagas,—rió por lo bajo, ocultando su nerviosismo—Si no es pertinente preguntar ¿Qué hace aquí, tan escondido?

—Bueno, yo podría preguntarle lo mismo a usted, prometo contárselo si hace lo mismo por mi.

Asintió. Le parecía justo. Él era el intruso, después de todo.

—Mañana, durante la recepción de la boda, sus majestades van a bailar un primer vals. Y yo soy quien va a tocar la canción. Es… uno de los regalos que nuestro Imperio les ofreció.

Vaya que debía ser un gran músico como para ofrecer su talento así en un evento de tanta importancia.

—Así que… está aquí para ¿Practicar?

—No, me sé la canción de memoria y me sale perfecta —dijo orgulloso.—pero me sentí un poco nervioso y vine a tratar de relajarme un poco. ¿Qué hay de usted, su Majestad?

Hiro se sintió aliviado de saber que no era el único con preocupaciones por este tipo de cosas. A veces, con la imagen perfecta que la realeza proyectaba, uno podía olvidarse de que también eran humanos.

—Esta es mi primera misión diplomática, al menos la primera de la que me encargó y necesitaba un poco de paz.—Suspiró y sintió como el peso sobre sus hombros se iba.— ¿Me permitiría acompañarlo en su soledad, Príncipe Miguel?

—No encuentro una buena razón para negarme—Le contestó con suavidad.

Extendió la mano hacia Hiro y él la tomó, entrelazando los dedos de ambos. Se sentó a su lado, mientras Miguel comenzaba a tararear suavemente sin soltar su mano. Ambos príncipes se quedaron así, en mutua soledad, hasta que el frío se volvió demasiado crudo como para poder soportarlo. Solo entonces volvieron a sus ajetreadas vidas, felices de haber compartido ese momento.

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¡Hola!

Este es el segundo día del flufftober que estoy haciendo. Los prompts eran Naturaleza, día invernal y tomarse de las manos. Quise poner una pequeña referencia a Luca y Alberto. Tal vez escriba un par de cosas sobre ellos -?-

He leído muchos Webtoons con temática de Realeza, y por eso los puse en este Au. Y básicamente, mandé a la mi***da la geografía. Perdón.

Gracias por leer~

Ciao!