Buenas tardes a todos, dejen que me presente, mi nombre es Alfa y RA, y pues, esta es mi primera historia que publico en Fanficslandia, espero que les guste. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Cap. 1: Una graciosa vendetta Era una noche tranquila en las afueras de Petalburgo, mientras la nieve caía, y las dulces brisas navideñas se hacían sentir desde hacia días, era todo paz y amor, aunque algo sucedía en la entrada de la ciudad, donde la paz y amor, se acababan, ya que un hecho espeluznante sucedía en aquel portón que daba la cálida bienvenida a los visitantes y lugareños por igual. Ya consumado el hecho, una macabra risa se escucho, mientras se escuchaban pasos y sonidos incomprensibles, algo que realmente dejaba helada la sangre para aquellos que escuchaban el suceso, y que anteriormente, escucharon gritos desgarradores y suplicantes, suplicas que jamás fueron escuchadas. Al día siguiente todos se despertaron con la gran noticia, había ocurrido un crimen, un homicidio en la ciudad, el primero desde hacía ya 15 años, la víctima, nada más ni nada menos, que uno de los personajes más queridos de la ciudad, un payaso alegre y bonachón, que alegraba los rostros de los niños y adultos por igual, el cual, hacia acto de presencia en cada temporada, o en cada día festivo, día del árbol, de la madre, del padre, san Valentín, y en especial en navidad. Su nombre era Mel, o también conocido como el payasito festivo, o padre invierno cuando era navidad, como en estas fechas. Su cadáver fue encontrado en unos arbustos, estaba desnudo, ya que se habían robado su traje festivo, su rostro mostraba un claro y tétrico color blanco hueso, sus ojos hinchados y rojos, llenos de sangre mostraban su dolorosa agonía y algo mas, su boca estaba con los labios abiertos, mostrando sus dientes, pero en las mejillas, estaban desfiguradas, cortada, simulando una extraña sonrisa macabra, mientras que con la sangre que emanaba de las heridas, se había dibujado la silueta de la sonrisa, a modo de pintura de payaso. Algo que realmente aterrorizo a la ciudad ese día. Mas en una casa en especial la noticia no fue recibida, todos estaban muy ocupados en las festividades, corriendo de un lado para el otro, todos atareados y cansados, pero alegres, era la casa de la familia Balance, lugar donde también se hallaba el gimnasio, un lugar donde cada año se celebraba la navidad de manera esplendida, era una de esas casas donde parecía de día aun siendo de noche, debido a la cantidad de lucecillas navideñas que se encontraban adornando el lugar, en fin, la navidad si se vivía en aquella residencia. Mas no sabía que alguien los esperaba, alguien cuya mente estaba un tanto trastornada, alguien que solo buscaba hacer sufrir a la miembro femenina más pequeña de la familia. La mañana transcurrió normal hasta cierto punto, todos gritaban y cantaban villancicos mientras hacían decoraciones de último minuto, pequeñeces en sí, pero para ellos eran enormes tareas a cumplir. Estaban cansados pero entusiasmados, era la primera navidad que pasarían con su nuevo yerno, el novio de May, Ash, quien había aceptado gustoso pasar esas fiestas junto a la familia Balance. “May, May, May, May, May……¿May?….MAY” –se escuchaba la voz del más pequeño de ellos. “¿Qué es lo que quieres Max?”-preguntaba la castaña un tanto molesta por la insistencia. “Me preguntaba, ¿Cómo hiciste para que Ash pasara la navidad con nosotros y no con su mamá?”-cuestionaba el pequeño. “Fácil, la mamá de Ash se iría de viaje con el Prof. Oak a una fiesta especial o algo así, y Ash se quedaría solo, así que no me fue tan difícil”-respondía orgullosa la castaña. “¿Porque no habrá querido Delia pasar las fiestas con su hijo?”-ahora inquiría la madre, Caroline, quien no encontraba sentido a la explicación. “Es que también fue cosa de Ash, le dijo que si quería, ese año fuera con el profesor a esa fiesta, que no se preocupara, además, sería un gesto amable para con el”- contestaba hábilmente nuevamente la joven, mientras sonreía contenta e inocentemente, para después agregar –“por mi fue mejor, así podre pasar las fiestas con mi……..ah…….con Ash” Se detuvo rápidamente, ya que, a pensar que a Norman le agradara Ash en gran medida, no le gustaba para nada la idea que aquel joven saliera con “princesa”, aunque gracias a la madre, se logro que el permiso de él. Así que prefirió mantener la boca “cerrada” y cambiar la frase rápidamente, para no causarle un malestar innecesario a su padre, algo que ya había sucedido. “May, no me importa que llames a Ash “tu novio”, pero, procura mantenerte lo mas recatada posible durante la celebración ¿por favor hija?” –le pedía su padre, a lo que la castaña respondió con un simple “si”. Después todo regreso a la “normalidad” en aquella casa, todo terminando al medio día, cada uno se dedico a hacer una tarea propia de cada quien, por ejemplo, la madre de May, Caroline, se dedico a hacer las compras para la cena de aquella noche, tenía tiempo de sobra ya que era costumbre de la familia cenar a media noche –una costumbre muy latina-, Max y Norman salieron a atender asuntos relacionados al gimnasio, ya que la liga pokemon de Hoenn no descansaba aquella noche buena, y May, buena, ella se quedo en casa a esperar a que su amado llegase de su largo y extenuante viaje, esperándolo con los brazos abiertos y con un corazón rebosante de calidez. Las horas pasaban y el entrenador no llegaba, poniendo nerviosa a la joven ojiazul, quien comenzaba a hacerse diferentes ideas del destino de Ash. “Dios……Dios……..y si le paso algo al ferry, ya puedo verlo, el ferry partiéndose en dos, comenzando a hundirse, mientras Ash se queda atrapado en su camarote…….OH NO, POR FAVOR QUE ESO NO OCURRA”- se decía ella, era preocupación normal, llevada al extremo por una joven enamorada. “¿Y si paso otra cosa?”-repetía-“Quizás lo asaltaron, y quiso oponerse y lo hirieron o peor……eso no por favor”-decía mientras se frotaba las manos para apaciguar sus nervios “en esta época todos quieren dinero fácil, y él puede que lleve una buena cantidad…..estoy asustada, y lo peor, EL IDIOTA NO GUSTA DE LOS CELULARES, ¿cómo podre llamarlo, y saber que está bien?”-terminaba de decirse cuando se escucho el timbre de la puerta. “POR FIN LLEGAS”-grita la castaña, quien muestra un poco de enojo, mientras abre la puerta –“Sabes acaso lo….hola, padre invierno”-dice al notar a la persona en la puerta. En efecto, por extraño que parezca era aquel mismo personaje, el Padre Invierno, quien horas atrás había sido encontrado muerto y desfigurado en unos arbustos en la entrada de la ciudad, lo cual, era contradictorio con la aparición en la entrada de la casa Balance, pero, May y su familia no se había enterado. En fin, May se quedo observando al jocoso personaje durante unos segundos hasta comenzar a sonreír tiernamente, los recuerdos de la niñez regresaban a ella, mientras una pequeña lagrima de nostalgia corría hacia abajo, resbalando en las rosadas mejillas de la joven, mientras debajo de la máscara característica de aquel alegre pasaya, se escuchaba una risa bonachona y ridícula, clásica de aquel sujeto. “Padre invierno, hace tanto que no te veía, desde que comencé mi viaje, sabes te quiero contar algo”-le decía la castaña al excéntrico tipo, quien al escuchar esto, se llevo la mano a la boca de la máscara, haciendo un gesto como de confidencialidad aniñada-“Cuando partí a mi viaje, una de las cosas que extrañaba de aquí, eras tú, siempre me alegrabas las fiestas”-le confeso, mientras soltaba una carcajada alegre. El sujeto llevaba consigo una bolsa que solamente el sabia de su contenido, el traje parecía un poco sucio, no mostraba la blancura clásica del personaje, famoso por aquella vestimenta blanca como la nieve, y una máscara de igual color, simulando un muñeco de nieve, más sin embargo, en esta ocasión el traje presentaba manchas cafés, como de tierra, y en ciertas partes, unas extrañas manchas rojas, frescas y húmedas, pero a May parecía no importarle, quizás por la emoción de ver a uno de sus recuerdos infantiles presentes, o por mera falta de atención, como sea, ella seguía riendo, mientras el sujeto comenzaba a sacar de la bolsa un objeto, el cual capto la atención de la ojiazul, prendiendo su mirada, ella conocía exactamente lo que sucedía, y no falló su predicción, ya que el personaje saco de aquella bolsa, una pequeña muñequita de madera, algo que hizo que la joven comenzara a llorar de alegría. “Esta……esta……esta es la muñequita que me regalaste la primera vez que nos conocimos”-decía entusiasmada- “Aun recuerdo aquella navidad, fue una de las mejores de mi vida, no sabes cuánto apreciaba a aquella muñeca, lástima que la perdí cuando comencé mi viaje, pero ahora que tengo esta, siento que recupere algo de mi” Lanzándose en un fuerte abrazo hacia el payaso, la joven comenzó a llorar a torrentes, mientras agradecía el gesto de bondad y cariño para con ella. “Gracias……..gracias……..gracias…….no sabes lo mucho que aprecio esto………mu…….muchas gracias”-repetía. En eso se escucho la voz del sujeto, quien decía de forma extraña y tétrica. “Parece que logre ponerte una gran sonrisa en la cara”-dicho esto, comenzó a reír frenéticamente ante la mirada sorprendida de la joven, quien nos sabía que ocurría. “MAY……..MAY YA……..ah….hola”-decía una voz a lo lejos. Era Ash, quien por fin había llegado de su largo viaje, no llevaba a su fiel pokemon con él, ya que se había quedado en el rancho del Prof. Oak, pasando las fiestas con los otros pokemons capturados por el azabache. En el momento en que llego el joven, se escucho un gruñido leve desde adentro de la máscara, algo que nuevamente capturo la atención de la muchacha, viéndolo fijamente durante segundos, hasta que su novio llego a la puerta, preguntando alegremente quien era el sujeto. “Ah…….Ash, el es el Padre Invierno, es uno de los personajes más queridos de la ciudad, siempre alegra la navidad, también lo llaman Payasito Festivo, porque siempre saca un personaje para cada celebración del calendario”-decía alegremente –“mira”-continuaba-“me regalo esta muñequita, ¿está linda, no?” “Sip, está muy bonita”-contestaba el azabache-“Y dígame, Padre Invierno, ¿para mí no hay un regalito?”-preguntaba Ash en un tono bromista, algo que no le gusto a May. “Ash, no seas grosero, las cosas no se piden así”-le regañaba. “Lo siento, solo era una pequeña broma nada más”-se disculpaba el azabache. “Ah, pero si tengo algo para tiii……..más bien, para ambos, para ver sus caras sonrientes”-decía nuevamente el sujeto, quien sonaba diferente a como recordaba May. “Ah……padre invierno……..tu…….tu voz suena diferente ¿porque?”-preguntaba la joven. “Es porque……me reiré mucho de lo que pasara”-contestaba el enmascarado. “¿PERO QUE DEMONIOS?, PADRE INVIERNO ERES TU, PERO SI TU ESTAS MUERTO”-comentaba a gritos una pobre persona, quien pasaba por casualidad por ahí. El enmascarado saco de la bolsa un revolver, acertándole un disparo en la frente al sujeto, explotándole la cabeza en la parte de atrás de esta, esparciendo sus sesos en todos lados, para caer pesadamente, ante la mirada horrorizada de ambos jóvenes, quienes no podían creer lo que había sucedido, mientras de la máscara se escuchaba una risa macabra, una risa de satisfacción y algarabía total, ante aquel crimen sin razón. “¿PERO QUE HA HECHO?”-gritaba Ash, para después ver a una temblorosa May, quien no quitaba la mirada de la víctima, que yacía en el pavimento inerte, formando un charco de sangre alrededor de ella. “Yo……..solo acababa con una…..distracción ha ha ha HAHAHAHAHAHAHA”-contestaba el sujeto, mientras volteaba a ver a los jóvenes, quien horrorizados, no sabían que hacer-“Ahora los mandare a dormir, sino Santa no les dará nada”-decía en tono burlista. Ambos jóvenes intentaron escapar, pero el sujeto extendió su brazo, lanzando de un pequeño tuvo oculto en la manga, una gran nube de gas somnífero, el cual en cuestión de segundos, hizo efecto en la joven pareja, cayendo ambos al suelo, ante la risa maniaca del atroz enmascarado. Lentamente comenzaron a despertar, con un sabor horrible en la boca, producto del mismo gas que minutos antes, los había hecho caer en los brazos de Morfeo de forma obligada. Habían pasado no más de cuatro horas desde que había ocurrido aquello, y no sabían que o quien les había hecho dormir, hasta que notaron donde estaban. Se hallaban en la sala de la casa de May, atados de pies y manos y sujetos a unas sillas, aprisionados como si fuera el plan macabro de algún psicópata recién escapado de un asilo, pobre de ellos, no sabían las atroces cosas que verían aquella Nochebuena. “Noc Noc, ¿Quién es?, pues soy yo, quien mas podría ser”-decía una voz conocida ya para ellos. “TU……. ¿que………que quieres de nosotros?”-preguntaba desafiante Ash. May, se encontraba en estado catatónico, no podía aun creer lo que había visto, no tenía cabida aquella muerte tan horrible, y de parte de alguien quien, literalmente, no dañaría ni a una planta, no tenia explicación coherente de lo sucedido, pero todas sus dudas se despejarían pronto. “Y Bien responde………. ¿qué quieres y quien eres?”-preguntaba de nuevo Ash. “Ah, siempre fuiste igual de odioso, siempre queriendo demostrar valentía, incluso cuando tienes a un maniático enfrente no Ashy Boy”-decía la voz desde atrás de la máscara, haciendo que Ash se enfadada por el tono usado-”Me preguntaste motivo, y mi identidad, na a a aaa, eso no se pregunta, no no no, pero igual te la diré, para que no digas que soy una persona mala, o mejor aún, te lo mostrare”-decía, mientras comenzaba a llevarse la mano a la máscara, quitándosela hacia arriba lentamente, mostrando debajo de ella, una tez blanca, pintada de un blanco hueso, era un rostro claramente desfigurado, mostrando de forma orgullosa dos enormes cicatrices, una en cada lado de la cara, simulando una sonrisa, una gran y horrenda sonrisa, la cual era cubría por una capa de pintura roja, unos ojos verdes, los cuales tenía a tu alrededor, pintura negra, y un despeinado cabello verde-“sabes Ash, no debes preguntar quién soy, tu………tu creo que sabes quién soy, y ella………ella también lo sabe, ¿verdad Mi Amorcito May” “Drew……… ¿eres tú?, pero…..pero……pero qué ¡¡demonios hiciste afuera!! Y ¿Por qué?”-preguntaba sorprendida May, quien nuevamente se hallaba ante una gran masa de preguntas, muchas de ellas sin explicación aparente. “Ha ha ha haaaaa….la respuesta es simple, porque me gusta hacerlo, acaso habría otra explicación”-responde el peli verde. “pe…pe….pero, que………que……… ¿Qué te paso?, ¿y…..y……y tu rostro, tu modo de ser?.......no…………no se qué te paso……….Drew di algo”-le pedía la joven coordinadora al enloquecido muchacho. “Creo, que es obvio, solo vi la realidad”-decía mientras se acercaba a ella, arrancándose el traje del payaso muerto, mostrando su ropa normal, aquella color verde y purpura tan características de él, lo delataban como aquel sujeto que en varias ocasiones combatió contra la castaña en acaloradas batallas por ganar un listón, ahora, se había convertido en un asesino, y ella era testigo de aquel acto, al ver morir a aquella persona enfrente de sus propios ojos. “¿Qué…….que……..que hiciste con el cadáver?”-preguntaba nuevamente la muchacha. “A eso es fácil mi linda Lopunny…..lo tome, lo enterré en la nieve de tu jardín y eche mas nieve sobre la sangre……..que mala suerte que nadie me vio”-decía el peli verde. “¿Y…..-tragando saliva- porque mala suerte?”-se atrevía a preguntar de nuevo. “Fácil, porque si hubiera habido más sonrientes victimas “-respondía, mientras se echaba una gran carcajada, la cual sonaba grotesca. “¡eres un maldito monstruo!” –le gritaba Ash, quien comenzaba a recobrarse. “AGG….el noviecito se acaba de meter en la plática, que ternura, esta celoso”-decía mientras se acercaba, metiéndose la mano en el bolcillo de pantalón, sentándose en las piernas del azabache -“sabes no deberías hacer eso, porque……puede que aparezca alguien y…..te pregunte cuál es tu problema”-en ese momento saca una navaja y se la coloca en el cuello al muchacho-“y no creo que te agrade la respuesta” “de……..déjame…..engendro”-le decía, mientras trataba de tragarse el miedo y demostrar valentía. “HAhahahahahahahahaha……créeme, cuando te des cuenta, ni siquiera tiempo para hablar te dará, pero ahorita solo te estoy….como decirlo, preparando para lo inevitable”-Decía Drew mientras se levantaba. May lloraba amargamente mientras pensaba el porqué aquel joven había enloquecido, su rostro se hallaba desfigurado, mostrando dos grandes cicatrices las cuales formaban, junto con al coyuntura de la boca, una horrible y asquerosa sonrisa, su forma de actuar reflejaba una total falta de cordura y sus acciones recientes, una falta de moral. May no hallaba respuesta al cambio tan radical en su amigo y rival acérrimo, el cual solamente parecía estar disfrutando de la situación. “D….Drew…… ¿q….q….qué te cambio así……tan……..tan radical………radicalmente?”-preguntaba entre sollozos la castaña. “nañ nañ nañ…….la respuesta eres tu mi pequeña Lopunny”-contestaba ante la consternada mirada de la coordinadora, quien entro en shock por esta respuesta-“¿quieres saber que sucedió?.... ¿eso quieres?”-le preguntaba mientras se acercaba a ella, sujetándole el rostro, apretándole las mejillas y obligándola a verlo-“te lo contare……ah Dios, aun recuerdo, como si hubiera sido ayer:” Flashback: Y todo comenzó aquel bellísimo, esplendido, alegre y sádico día, el día de la clausura del gran festival de Hoenn, ¿lo recuerdas verdad?, porque si no, es porque eres una idiota. Ese día lo recuerdo, sabes, el recordar es malo, muy, muy malo, todo lo asqueroso y horrible que sucedió, fue en el pasado, y el recuerdo es la ventana del pasado…….si aun lo recuerdo, te entregue una rosa, te dije, “buen trabajo May”….sí, que bello momento. Y luego……llego este papanatas con sus dos ridículos heladitos asustándote, siii……y ese fue el momento en que te le tiraste encima, y te lo comiste a besos, pero yo, ni siquiera lo vi hahahahahaha. Si aun recuerdo cuando tome valor, era ya casi de noche, y aun estabas en aquel mirador observando la luna empezando a aparecer en el firmamento casi negro, intentando ver las estrellas como la tonta que eres, te me acerque de nuevo, mis manos temblaban y mis ojos miraban borroso. Te toque el hombro…. “hola Drew” Te mire a los ojos…. “¿Qu….que sucede?, tienes algo malo, estas sudando bastante” Humedecí mis labios, trague saliva, jale aire y…….. “MAY…YA VAMONOS MI AMOR, SE NOS HARA TARDE” Y me quede como idiota viéndote……. “Ya voy Ashi lindo….Drew me tengo que ir, ¿cuídate si? suerte” Y me dejaste como imbécil parádote viéndote colocarte a la par de este pedazo de ignorante, y como él te tomaba de la mano. Así estuve varias horas, en la misma pose, viendo al infinito, observando la nada, con una sonrisa de bobo en la cara, y el alma despedazada. Por suerte, Él apareció: “Hola pequeño, te ves deprimido hahahahahaha…….pongamos una sonrisa en tu cara y alegrémoste la noche hu ha hahahahahaha” Metió el cuchillo en mi boca, y simplemente, me hizo estas cosas, luego me coloco la navaja en la cara y me dijo: “Sabes, soy solo una…..alucinación de tu mente…….todos lo somos, hehahahaha, el chiste aquí” –decía mientras ponía la navaja en mi mano-“jugarle primero la broma a la mente antes de que ella lo haga” Parpadee y desapareció en las sombras, pero ni siquiera la navaja estaba, solo la sangre, y un trozo de cristal ensangrentado…… ¿sabes qué significa?, le gane a la vida en su jueguito estúpido, luego llegaron los paramédicos bla bla bla, me cocieron bla bla bla, pero mi mente, ahora está libre………….. Fin Decía mientras se sentaba en las piernas de la muchacha, mostrándole aquellas horrendas cicatrices las cuales eran muy profundas, y aun presentaban signos de infección y de puntos aun no sanados, estaba todo descarriado, su mente parecía ir y venir de solo Dios sabe que lugares, todo estaba planeado tal parecía. “Vaya, parece que tu eres la seria ahora……te diré algo, no sé quien era él o si era real o una mera jugarreta de aquí…..aquí arriba, pero si se algo, tú te ves seria, demasiado para mi gusto…….así qué…. qué tal si…”-decía mientras obligaba a May a abrir la boca con la mano, y al mismo tiempo, obligándola a verlo a los ojos, mientras ella lloraba y respiraba rápidamente, estaba aterrada, no sabía qué hacer, y la sola idea de haber sido ella, la causante de esto, era algo que no podía perdonarse, y hacia aun peor la situación emocional para la castaña –“Que tal si te dibujo una linda sonrisa en la boca, así sonreirás antes de morir hahahahaha” “n…no…..no Drew……por favor…..perdóname….no fue……..no fue mi intención…..no, no, no”-suplicaba May, quien veía su fin ya cerca. “¡Drew déjala ir, mátame a mi primero pero a ella no le hagas nada!”-gritaba Ash de forma desesperada. “ah…. ¿porque siempre te TIENES QUE METER?”-preguntaba el peli verde mientras soltaba a May y se acercaba a Ash-“Pero tengo que agradecerte algo, tus ideas son buenas, te las voy a robar, empezando con esa de matarte antes” Dicho esto, acerco nuevamente la navaja al cuello de Ash, y cuando estuvo a punto de realizar un simple y limpio tajo sobre la vena…….la puerta suena, y la voy de una mujer resuena en la parte externa de la vivienda. “Norman, Caroline, niños, ¿están ahí?, soy Jenny, vengo a alertarles de algo importante”-decía la oficial, quien solo cumplía con su ultimo día de trabajo antes de las vacaciones. “AAAAAGGGG……siempre un alguien…..interrumpe todo……pero saben que, yo se que hacer”-decía Drew, mientras se levantaba, y de un jalón, arrancaba de la cabeza de May, aquella pañoleta roja, partiéndola a la mitad lo más rápido que podía-“No…..puedo….trabajar……en estas condiciones” “¿Hola…….hay alguien?, escucho voces”-decía Jenny, mientras tocaba insistentemente la puerta de la casa. Drew rompía rápidamente el pañuelo, volviendo cada mitad en una bola un poco más pequeña que su mano empuñada, comenzando a afinar su voz, a la vez que obligaba a May y a Ash a colocarse cada bolita en sus bocas, ya preparado todo, y con voz chillante se dispuso a contestar. “Ah……un momentito, no estoy vestida”-decía mientras se acercaba a la puerta. “¿Caroline, eres tú?....se te escucha la voz diferente”-comentaba la oficial. “Es que estoy un poco afónica, de tanto…….”-decía Drew, mientras abría la puerta de golpe, encarando a la oficial, y cambiando su voz a la normal- “reírme de las…..vivencias de estos dos”-decía mientras presentaba a los dos jóvenes cautivos-“ahora, es hora que te despidas” A la oficial ni tiempo le dio de reaccionar, ya que de la manga del joven, salió nuevamente una dosis de gas, pero a diferencia del usado con los dos muchachos, este era diferente, ya que la oficial comenzó a comportarse de manera distinta. Primero comenzó a jadear bastante, los ojos comenzaron a lagrimar rápidamente, y a tornarse hinchados y sangrientos, trato de llevarse las manos a la garganta para intentar, así, tomar una bocanada de aire, pero era inútil, estaba perdiendo el control de su cuerpo, su piel comenzó a tornarse blanca rápidamente, hasta adquirir un color hueso, su boca se frunció de una manera inhumana, ya que se contrajo de forma horripilante, mostrando los dientes los cuales se miraban amarillos a comparación de la piel y los labios a su alrededor, los ojos saltones, y espasmos casi epilépticos, en pocos segundos, Jenny, estaba en el suelo, con una mueca de dolor que no podía demostrar del todo, el verdadero dolor que sintió, la agonizante muerte que tuvo en ese instante, quedando tiesa completamente, mientras un hilillo de sangre salía de su nariz. “HAHAHAHAHAHAHAHA, DIOS, DIOS, MIRA ESTO, HAHAHAHAHA, ah ah ha ha ha ha……ah…….Maldita seas perra, me arruinas mi diversión al mostrarme esa asquerosa mueca en tu cara”-decía aquel maniaco peli verde, mientras se llevaba la mano nuevamente al bolsillo-“pero, eso se puede arreglar, simplemente……tenemos……….que meterte la navaja en la boca…..a a así…….y hacerte una gran sonrisa en esa linda boquita hahahahahaha” Está de espaldas a los muchachos, quienes no saben con exactitud que está haciendo, hasta que se levanta, su manos estaba llena de sangre, mientras se mostraba en su rostro una cara de satisfacción, enorme satisfacción. “je je je je, que te parece, ahora si sonríes”-decía mientras presume de su “obra”, hasta voltear a ver a los dos presos-“y ¿ustedes quieren ver su sonrisa?, verán que hasta se maquillo para el momento hehehehahahahaHAHAHAHAHA” Ambos miraban la escena, horrorizados, en especial May, quien no paraba de respirar rápido y entrecortado, sus ojos hinchados y sus mejillas bañadas en lágrimas, estaba a punto de un colapso, pero aun soportaba, hasta que vio lo que había hecho Drew, mientras levantaba lentamente a una fallecida Jenny, la cual estaba chorreando sangre de su rostro, producto de dos grandes cicatrices, las cuales simulaban aquella “hermosa sonrisa” que tanto presumía el ya psicópata asesino peli verde, el cual hasta llegaba a pintar con la propia sangre de la víctima, a modo de pinta labios. May colapso en ese instante, comenzando a emitir sonidos extraños, hasta que de las profundidades de su ser, comenzó a brotar un espeso vomito, el cual impulso el trozo de pañuelo de su boca, estaba ya quebrada, pero no sabía que habría más tortura para ella. Mientras Drew arrastraba el cuerpo de Jenny a la cocina, cantaba alegremente una tétrica canción, referente a destrucción y genocidio, pero con una sínica melodía navideña estaba completamente ida su mente, como que estuviese loco completamente. “Saben, esa era mi última carga, ese gas lo descubrí de los Roserade, ellos se defienden con un veneno aun más potente que el q usan para pelear, ah, el pobre tonto que lo inhale, pues….morirá así, lástima que no los hace sonreír”-explicaba mientras se encaminaba de regreso a sus víctimas maniatadas, las cuales lo observaban, Ash shockeado pero furioso, y May, paralizada-“Saben, siempre quise tener una casa así, aunque no recuerdo si mi casa era igual, no me importa……y ahora, santa llego, miren, que fue lo que me regalo, un lindo, brillante, y bien cargado revolver de la policía, hermoso no, si…..es simplemente…..bello” “Grgw….gurstemas m mte mnstrsre lsf vjsders bmsllsa”-decía Ash, mientras forcejeaba para salir de sus ataduras. Drew se acerca a él mientras le saca el trozo de pañuelo de la boca, y le coloca el revólver en la frente. “Perdona, no te escuche sabes…..parece que tuvieras, un calcetín en la boca”-bromeaba. “¡que me sueltes y te mostrare la verdadera belleza, hijo de perra!”-le contestaba el entrenador. “Ah, no estás en posición para amenazar mi dulce y arrogante enemigo”-le respondía el peli verde mientras le oprimía mas el cañón del arma en la frente al muchacho. En ese preciso instante se escucha nuevamente una voz que viene desde afuera de la casa, se escucha que tatarea una canción navideña, mientras camina felizmente hacia el dintel de su casa. Era Caroline quien llegaba por fin de hacer las compras navideñas, encontrándose con la sorpresa que la puerta de su hogar estaba entreabierta, algo que le pareció curioso y un tanto atemorizante, mas porque sintió un gran escalofrió en su cuerpo, que le recorría desde la espalda baja hasta su cuello, expandiéndose a todo el cuerpo, agregado a eso su instinto de madre que le decía que su hija estaba en una grave situación. En cambio adentro alguien sonreía sínicamente, mientras halaba el martillo percutor del revólver, esperando que su nueva víctima entrara. “Ah un nuevo invitado a la fiesta”-se decía en forma de murmullo. “May, ¿estás aquí?, ¿Por qué dejaste la puerta abierta y porq……Dios Mío”-decía mientras entraba a su casa y observaba la escena, pero en menos de un segundo se escucho un grave sonido, una fuerte explosión lleno el ambiente de una pesadez enorme, mientras un dedo jalaba del gatillo, y se miraba un cuerpo caer fuera de la casa, impulsado por el resonante disparo de una bala malintencionada, ante la mirada impotente y agonizante de una hija que solamente pudo decir MAMÁ, antes de caer desmayada por la fuerte impresión. En la entrada, la nieve se impregnaba de una tonalidad roja sanguinolenta, mientras se escuchaba los gemidos sordos y agonizantes de dolor de una joven mujer, quien se encontraba tirada sosteniéndose el vientre, retorciendo su torso de dolor, mientras no percibía que sus piernas estaba completamente paralizadas, comenzaba a llorar mientras apretaba sus dientes, haciéndolos crujir por el incesante dolor, producto de una bala que no solo había entrado a su cuerpo, sino que también había logrado salir, perforando su espina dorsal, causándole una parálisis irreversible. Drew solo gozaba viendo esta escena, mientras Ash gritaba tratando de despertar a una inconsciente May, quien se había desconectado completamente de la realidad. El peli verde se acerca a su reciente víctima, mientras reía a carcajadas, escuchando los insultos de un azabache que no podía encontrarle motivo alguno a tanta sangre derramada. “¡Hijo de puta, acaso esto es tu concepto de venganza, maldita escoria mal nacida, tu madre ha de estar retorciéndose donde quiera que este!”-decía mientras lo observaba con rabia. “los halagos no te salvaran, y esto no es una venganza, es más bien……un agradecimiento, un regalo navideño, jo jo jo”-le contestaba mientas arrastraba el cuerpo paralizado de Caroline nuevamente a la casa, arrastrándolo hasta una chimenea encendida –“Oh mi bella señora, mi suegrita, parece que tiene frio, mire como tiembla……yo le daré calor” “A…..a….aléjate de mi…..ay ay……tu………tu eres un maniaco…….AAYyyy….deja a mi hija en paz…….AAA……maldito monstruo”-decía desesperada. Esto pasaba mientras Drew tomaba su brazo izquierdo, apretándolo y sujetándolo al piso, para luego colocar su mano sobre las candente llamas de la chimenea, provocándole un dolor un más extremo que el que ya sufría por el disparo recibido, gritando desesperadamente y retorciéndose tratando de liberarse, siendo inútil, ya que sin las fuerzas de sus piernas, eran simplemente brincos desesperados y débiles. El chasquido de la mano de Caroline mientras se chamuscaba en la ardiente llama de la chimenea producía aun más dolor para la mujer, quien no podía hacer más que comenzar a gritar, el olor a carne asándose lentamente invadía el lugar, era un olor de lo mas nauseabundo, pero pera Drew, esto era simplemente un olor mas en el ambiente, más los gritos le causaban risa, carcajadas tras carcajadas frenéticas. Los gritos de Caroline, mas las carcajadas de Drew, mas el horrendo olor, hicieron que May comenzara a despertar, balbuceando algunas cosas, intentando entrar en razón de nuevo, pensando que todo lo que había visto era solo una pesadilla, y que despertaría en la sala de su casa, quizás para preparase para un sermón de su padre por haberse dormido, pero nada serio, más……al despertar noto la horrible realidad, su madre yacía en el suelo ensangrentado, con una gran herida de bala en su vientre, sus piernas paralizadas, y su mano en las brazas chasqueando tal cual carne sobre una sartén, su amado atado viviendo la misma situación que ella, una oficial muerta en la cocina con una horrenda sonrisa, formada por cortadas en sus mejillas, y una horrenda forma de morir en el porvenir. “Ah…ah…..AAAAAAAAHHHHHH”-gritaba ya histeria la pobre muchacha –“DIOS, DIOS SALVAME, NO QUIERO MORIR, DIOS POR FAVOR, AYUDAAAAAAAAA….AYUDAAAAAA…..ALGUIEN” “Ha, Dios no te salvara, has pecado…y yo seré tu verdugo hahahahahha”-respondía Drew, mientras cerraba la puerta para que nadie viera el “castigo”. “¿Pecado?.... ¿cómo que peco? ! ¿Que carajos hizo para que la juzgues así? ¡”-Preguntaba Ash enfurecido –“!¿Quien te volvió Juez y verdugo?¡” “Ah,….yo…nadie más, además, su pecado es….volver loco a un ser humano….suficiente pecado….para mi”-decía mientras se acercaba a May con la navaja nuevamente en la mano, lanzando el revólver a una esquina de la casa, con una clara intención, matarla-“Si muere, seré feliz, si no muere, no lo seré….es cuestión de…….egoísmo, pero quien dijo que yo no lo fuera” La mano de Drew estaba firme, la navaja estaba ya empuñada, y su brazo se alargo, todo estaba preparado para lanzar una estocada final, su mano libre, ahora sujetaba la cabeza de May, jalándole de vez en cuando los cabellos, solo para hacer que el ángulo fuera el indicado, la castaña solamente miraba llorosa aquella cuchilla acercarse en cámara lenta a su rostro, directo en el medio de las cejas, la voz de Ash se perdía en el aire, todo estaba en silesio, todo en cámara lenta, todo era perfecto, hasta que………. el filo erro su curso, haciendo un corte en la mejilla de ella, gracias a una distracción exterior. “May, Caroline, ya regresamos”-se escuchaba desde afuera, era Norman quien llegaba de su asunto pendiente, además de estar acompañado de Max. “Mamá, May, estamos ya en casa, que empiece la……….”-decía el niño, mientras entraba, pero la impresión fue enorme al ver a su hermana a punto de ser asesinada, su madre siendo torturada en aquella hoguera, Ash impotente en aquella situación, y a Jenny tendida en el suelo de la cocina, fría y sin vida, y con aquel gesto horrendo en la cara. “¿! Pero qué demonios ocurre?¡” decía Norman fuera de sus cabales-“!Caroline, May¡….Tu maldito déjalas ir”-le amenazaba el padre. “Mierda, Mierda y Más MIERDA, acaso ustedes son cucarachas o que”-reclamaba el peli verde, soltando a May y señalando con la navaja a Norman-“matas a una para que otras dos la remplacen, pero…….hasta las cucarachas pueden exterminarse” “¡Yo mismo te voy a exterminar, hijo de perra!”-amenazaba Norman, mientras comenzaba una embestida contra Drew-“¡Deja a mi esposa y a mi hija, y al…….novio de ella!” Drew vio peligro en esta situación, pero no se turbo por eso, solamente se preparo a que la embestida de Norman se acercara lo más posible, sonreía, esperaba, comenzando a mostrar los dientes, hasta que en un segundo, logro tomar un florero de metal que adornaba la sala, atestándole un fuerte golpe en el rostro al hombre de la casa, haciendo que callera inconsciente al suelo, goteando sangre de la nariz. “Fue fácil, para ser sincero”-decía triunfante. El pequeño Max aprovecho para correr a socorrer a su madre, pero Drew había logrado ver este peligro, calculando un poco, lanzo como si se tratase de una Pokebola aquel florero, el cual era pesado, logrando atinarle en el cráneo al pequeño, abriéndole la cabeza, y haciendo que callera también desmayado. “Vaya, vaya, vaya, parece que capture un Max HAHAHAHAHAHA”-reía nuevamente. May ahora si estaba complemente ida, se tambaleaba de un lado hacia el otro, su cabeza estaba ya flácida, su mirada se desvanecía, y miraba borroso todo, Ash se mordía el labio ante la incapacidad de no poder hacer nada para salvar a la familia de su amada, sus dientes ya habían perforado su labio, escurriéndole sangre de él, pero prefirió tragársela antes de mostrársela a aquel loco, ya que pensaba, que al igual que los tiburones, Drew se vería atraído por el liquido rojo. Al final logro tragársela y evitar que saliera mas, comenzando a hablar con el peli verde. “Drew, eres un engendro, no entiendo cómo puedes hacer todo esto, solo por ella, ni siquiera te rechazo, ¿o este es solo un pretexto para gozar a expensas del sufrimiento de otros? ¡Responde maldito pedazo de mierda!”-le gritaba el entrenador. “A, un poco de esto, un poco de aquello, pero acaso no lo ves, eres también creador de este exquisito banquete de dolor y sufrimiento, es tu culpa también, tanto tuya como lo es de……….ella”-decía mientras miraba a una ya desvanecida May, quien ahora estaba con la mirada perdida y con un hilo de baba saliendo de su boca-“Ja, mírala parece fuente, está más estúpida ahora que tu…….comprenderás HAHAHAHAHA, estúpido” “¡Si es por mi culpa, mátame, y déjala a ella, así podrás estar con ella!”-razonaba Ash, tratando de protegerla. “Mmm, tentador, tentador, pero naa………no se a quien quiero ver sufrir antes, si a ti, haciendo verte como la mato…….y la descuartizo, o viceversa, obligarla a verte morir, en todo caso ambos morirán, y para que quiero una perra de buen ver, solo para que todos la miren,…no, no, yo…..odio……..eso”-le respondía, mientras jugaba al detin marin con la navaja, pensando a quien matar, hasta que una idea se le vino a la mente –“ya se……..la torturare mas, y creo que usare a los dormilones para eso”-decía mientras tomaba entre sus dedos la barbilla de una perdida May, quien lo observaba con sus ojos ya sin brillo-“si, me escuchaste bien, te torturare hasta que tú misma me pidas que te mate, sino es que antes me pides que te deje suicidarte hahahahaha” Dicho esto, soltó a la joven, mientras se encaminaba hacia el patio de la casa, más explícitamente a un cobertizo que estaba construido a la par del invernadero, entrando de golpe, sin importarle la nieve o el frio que hacía en el exterior, entro como si se tratase de propio de él, comenzando a escarbar para hallar algo con que torturar a la joven y a su familia, algo, cualquier cosa podía servir, ya llevaba al hombro cuerdas y poleas, clavos y un martillo estaban ya como sus herramientas, pero faltaba algo, algo que ni el mismo sabía con exactitud que era, pero lo sentía en su maniaca persona, que necesitaba un algo en particular, hasta que la vio, colgada sobre cenca de una esquina, oxidada pero aun completa, aun robusta a pesar de su antigüedad, solo necesitaba aceite en la bisagra, pero aun era más que útil, era nada más ni nada menos que una enorme trampa para cazar Ursarings, usada hacia siglos atrás por la familia de Norman, a pesar de representar algo que él aborrecía, la tenía como reliquia familiar, más cruel destino le deparaba a aquella vieja máquina, la cual ahora colgaba de nuevo de la una mano siniestra, con un propósito por mas macabro y maniaco. “Vean lo que Santa Drew les trajo a todos ustedes”-decía de manera burlesca, mientras entraba nuevo a la casa y comenzaba a colocar cada pieza en su lugar, hasta terminar. Primero, coloco las poleas en el techo y el piso, colocando las cuerdas en ellas, y atando a los inconscientes padre e hijo con ellas, y colgándolos de cabeza, para colocar, finalmente, la trampa antes mencionada, la cual era de un mecanismo muy delicado, la más mínima presión, se cerraba con gran fuerza. Elevo ambos cuerpos y tomando el revólver, espero pacientemente hasta que las dos nuevas víctimas, comenzaran a despertar, algo que tardo poco menos de 5 minutos. “¿don…..don……dónde estoy?”-preguntaba Max, quien era el primero en despertar, lentamente se percataba de la situación en la que estaba –“pa….pa………PAPA…..despierta, ….¿porque…estoy de cabeza…..y ……me……duele la cabeza?”-decía –“Despierta….mamá está en problemas…..y May y Ash también” Norman no despertaba, algo que hacía que Max se pusiera cada vez más impaciente y nervioso, mientras Drew solamente esperaba pacientemente con una extraña sonrisa sínica mientras jugueteaba con el revólver, fijando su mirada atentamente en ambas víctimas que se tambalean ligeramente en el aire, sin que el pequeño notara las acciones que el maniaco hacían, sobre las sillas aun yacían Ash y May, él, ahora inconsciente, gracias a un cachazo dado con anterioridad por el despiadado sujeto peli verde, y ella, pues bien, ella simplemente estaba como antes, ida de su entorno, con la mirada perdida, literalmente sin pupilas, solamente el iris del ojo sin brillo alguno, mientras Drew aun sonreía, escuchándose ocasionalmente una que otra risa malévola, en su rostro pintado se dibujaba una grotesca mueca de satisfacción y alegría, en el suelo, Caroline sufría incontables segundos de agonía, desangrándose lentamente y su mano, ahora solamente un trozo de carne carbonizada, siendo audibles los crujidos de sus huesos al quemarse, quebrantándose tal cual rama se consume por las llamas. “Ah…..me….me duele la cabeza….Max…….MAX ¿QUÉ CARAJOS OCURRE AQUÍ?”-despertaba por fin Norman, al comenzar a tomar conciencia de la situación –“¿Por qué pendemos sobre el suelo……y……MAY, ASH CAROLINE………TU, TU MALDITO HIJO DE PERRA MAL PARIDO, QUE LE HACES A MI FAMILIA? CUANDO ME SUELTE DE AQUÍ TE LAS VERAS CONMIGO, ORA PORQUE NO ME LLEGUE A SOLTAR, ESTUPIDA ABERRACION”-amenazaba el enfurecido padre. “Na a a a….no está en posición de amenazar, porque vera, mi queridito suegro, ahora mismo usted como su…..jm…..hijo, están pendiendo de un hilo, sobre una trampa para Ursarings, ahora bien, mira el revólver que está en mi mano, lo mira, si lo mira verdad, mírelo…mírelo……..MIRELO…..shhh shhh hahahahaha, pues bien, esta será la llave o, para salvarse, o para convertirse, o usted o el, en carne molida, hahahaha ¿no es eso fabuloso?”-comentaba el maniaco, mientras hacía girar sobre su mano el arma. “Eres un engendro”-le decía Norman. “Se lo dije a Ash y se lo digo a usted, los halagos no servirán”-contestaba Drew. “Eres un fenómeno, ya sé porque a mi hermana jamás le agradaste tanto”-le decía el pequeño Max tratando se tragarse el miedo que lo invadía. “Nop…….no soy un fenómeno, y no me importa ya lo que esta…….esta tarada creyera de mi, ahora solo importa a quien matare primero”-nuevamente contestaba el peli verde. Dicho esto, comenzó a apuntar el arma hacia las poleas que sostenían a cada uno de ellos, disparando de vez en cuando, solo para asustarlos, cargando el tambor, jalando el percutor y halando del gatillo nuevamente, esta tortura psicológica venia acompañadas de diferentes burlas y amenazas directas para alguno de ellos dos, insultos, golpes y golpes con la cacha, en fin, una tortura en todos los sentidos, hasta que por fin…. “Me aburrí……creo los matare de una vez, en vista que mi idea original fallo porque la pequeña decrepita esta mas allá que acá, pues bien…..solo me queda una bala, así que es hora de decidir…..el mocoso o el “machote” hahahaha……o decisiones, decisiones, jodidas decisiones, ¿a quién matare?......Mmmm……ya sé, are que la imbécil decida”-tomando con la mano que tenia libre, la barbilla de la joven, comenzó a guiarla para que viera ambas poleas, casi juntas, separadas por solo un par de centímetros la una de la otra, mientras ella, miraba sin comprender que pasaba ya. De su boca, un pequeño rio de saliva era despedido, un gemido débil sonó, para luego ser secundado por un simple “déjalos”, algo que no le agrado al muchacho. “Así maldita idiota, entonces que te parece si hago esto”-acto seguido disparando, la bala dio en el medio de ambas poleas, rompiendo las cuerdas, haciendo de ambos cayeran rápidamente, pero Max logro empujar a su padre fuera de peligro, cayendo su cabeza sobre la trampa, cerrándose sobre esta. El crujir de su cráneo no se hizo esperar, la masa encefálica comenzó a escurrirse por los bordes filosos de aquel aparato, que había sido reparado previamente para que se cerrara con mayor rapidez, la sangre salpico a Norman, a Drew, y a May, quien logro despertar de su letargo gracias a la explosión. No lo podía creer, había visto dos muertes ese día, pero esta había sido la más dolorosa y traumatizante, pero no podía despegar la vista de los sesos desparramados y triturados de su hermano, los trozos de cráneo incrustados en aquella gelatinosa masa grisácea y rojiza a la vez, trozos de piel sobresalían y hasta un ojo se había salido de su cuenca, rodando unos centímetros, la trampa aun se estaba cerrando, escuchándose el crujir del ya cercenado cráneo del pequeño, escurriendo aun más la masa aquella por los bordes. Norman estaba completamente estupefacto, solamente observaba el cuerpo, contemplando shockeado la impotencia, no notaba la presencia del psicópata que ahora se acercaba a él, llevándose la mano al bolsillo y sacando una navaja, colocándose detrás del devastado hombre, mientras se agachaba, colocando su mano sobre la cabellera del pobre hombre, sonriendo sínicamente para levantarle después la cabeza, descubriendo por completo el cuello. “Pues bien, quién lo diría tu nenito te salva, pero igual te deja donde te quería……con el cuello descubierto tal cual perro sumiso jajajajajaja, pues bien, si quieres matarlos, hazlo tu mismo, tu….y….tu navaja”-dicho esto, Drew realiza un corte limpio sobre el cuello de Norman, rebanando la yugular, y chorreando toda la sangre del ya agonizante hombre sobre el cuerpo de su hijo. May por fin reaccionaba, comenzando a convulsionar violentamente, despertando a Ash, quien no podía creer la escena que ahora estaba enfrente de él, no podía entender del todo lo sucedido, no encontraba explicación para aquella escena, comenzando a vomitar a borbotones, algo que tampoco le agrado a Drew, quien solo limpiaba la navaja con desdén gracias a la expulsión del contenido estomacal del azabache, literalmente aguadándole la fiesta y la diversión al maniaco peli verde. Por fin May reacciono, su rostro de desfiguro, sus ojos reflejaban una furia y una impotencia jamás vista antes en ella, sus dientes crujían y rechinaban, mientras comenzaba a moverse frenéticamente intentando liberarse de sus ataduras, mas era inútil, solamente le quedaban minutos, si no es que segundos de vida, era solo una pequeña presa enfrente de su cruel cazador, pero, incluso los cazadores pueden volverse presas. “TU……TU MALDITO INFELIZ HIJO DE PUTA, MIERDA DE LA MIERDA…..no, incluso la mierda tiene valor, TU NO TIENES NADA DE ESO”-le decía una enfurecida May, quien aún seguía luchando para soltarse. “hahahahahaha……pueden creerlo, la gatita saco las garritas, ja, y ahora de que te servirán, Little pussy, si aquí es donde tu acabaras”-le decía el peli verde, mientras se acercaba tambaleante hacia su víctima. Estando a pocos centímetros de ella, un giro de la historia sucedió, el incesante meneo de la joven, logro que su amado perdiera el equilibrio, su silla cayó de espaldas sobre una mesita de casualmente estaba detrás de ellos dos, la mesa, hecha de un cristal un tanto grueso, con un marco de metal que del fuerte impacto logro doblarse, dejando al descubiertos unos bordes lo suficientemente filosos como para romper las cuerdas con las que Ash era apresado, al mismo tiempo, May logro darle una gran patada en los genitales a Drew, quien solamente se encogió mientras reía de forma frenética, dándoles preciados segundos a la pareja, segundos que no desaprovecharon. Drew retrocedió un poco, mientras Ash lograba levantarse rápidamente, lanzándose brutalmente sobre el psicótico muchacho, cayendo ambos de al piso, forcejeando por la navaja que el peli verde tenía en la mano. Una lluvia de puñetazos, algunos certeros, otros esquivados con dificultad, eran el método de lucha de ambos jóvenes, hasta que un toque de suerte de parte de Ash logro dejar inconsciente a Drew, dejándolo tirado en el piso, tomando la navaja de su inerte mano, y acercándose a May, quien estaba desesperada por liberarse. “Espera, déjame soltarte”-le decía el azabache, mientras cortaba las cuerdas. Ya libre ella, se le abalanzo encima, abrazándolo tal cual niña pequeña, mientras lloraba a torrentes, incrustando su rostro en el hombro de él, gritando y gimiendo, mientras desahogaba un poco de todos los sentimientos que tenia adentro, estaba ya traumatizada. Él solamente le sostenía la cabeza, abrazándola fuertemente, y colocando su mano sobre la cabellera castaña de ella, evitando así, que lograse despegar el rostro de ella de su hombro, ambos no querían ver nada de lo que los rodeaba. La lucha había sido corta pero efectiva, Drew aun estaba inconsciente en el piso, mientras ambos muchachos auxiliaban a Caroline, quien había caído en un fuerte coma, debido a la falta de sangre, las quemaduras en su mano, o lo que quedaba de ella, y por el dolor físico y psicológico causado, después, llamaron a la policía, pero antes cubrieron los cuerpos de la oficial caída, y de Max y Norman. La policía llego pero en un descuido de todos ellos, Drew logro escapar por la parte trasera de la casa, nadie sabe como lo hizo, solamente dejo una nota que decía: “Gracias por la diversión de hoy, me divertido como no saben, estamos aún muy lejos de saldar cuentas, pero créanme, me volverán a ver, aunque quizás no como me recuerdan, recuerden……..nunca…….dejen……de sonreír HAHAHAHAHAHA” Las ambulancias y patrullas rodearon la casa, la policía recorrió toda la ciudad de pies a cabeza, y al final solo encontraron una carta firmada con un extraño nombre: Joker. Caroline fue llevada al hospital, donde fue sometida a cirugía urgente, la mano, la cual ya era nada más huesos chamuscados y un poco de carne carbonizada, tuvo que ser amputada, la bala que perforo la espina la había dejado lisiada de por vida, básicamente era una invalida, algo que noto al nomas despertar después de días de estar en un coma inducido. “¿Qué me paso?, ¿Dónde estoy?, ¿y…..y eso habrá un mal sueño?”-se preguntaba la pobre mujer, quien aun no reaccionaba hasta que intento llevarse la mano izquierda a la cara, notando que esta ya no estaba, sus ojos se abrieron hasta no más poder, intentando pararse, no hallando las fuerzas necesarios, cayendo en cuenta que no sentía sus piernas, estaba completamente trastornada, sus pupilas se contrajeron, mientras cada horrible imagen comenzaba a aparecer, cada terrible y asquerosa memoria era retornada a su ya perdida mente. Los sollozos no se hicieron esperar, al igual que los gritos y los arrebatos de furia por no haber hecho nada, ahora estaba sola, no sabía que May y Ash aun vivían, su esposo y su pequeño hijo estaban muertos de la forma más horrible posible, y además de eso, paralitica y manca, esto era una pesadilla, una interminable pesadilla. La mujer entro de depresión, su mente se nublo y no tenía mayor idea rondando su cabeza mas allá de acabar con aquella pesadilla, idea que crecía a cada segundo, volviéndose una obsesión, cada vez más grande, y más grande, hasta que logro hallar la fuerza necesaria. Moviéndose un poco, logro caerse de su cama, arrastrarse por el piso con la poca fuerza que le quedaba en su brazo derecho, llegando a una silla que se encontraba debajo de una ventana. Como pudo subió a la silla, y tras varios intentos logro abrir la ventana mientras como podía trataba de no caer de aquel mueble, subió rápidamente a la ya abierta ventana, y colocándose de espaldas hacia el vacio, soltó una última lágrima y dijo en voz baja: “Dios, permite estar con mi familia de nuevo, has que sea rápido, perdón por todo, y gracias…..adiós” Un simple tambaleo hacia atrás hizo que la mujer callera desde el 8vo piso que era donde se encontraba su habitación, mientras caía, cada memoria se le venía a la cabeza, cada recuerdo cruzaba por sus ojos fugazmente, mientras miraba como, en cámara lenta, su cuerpo parecía flotar en el aire, caía cabeza abajo, esperando el impacto contra el pavimento que rodeaba el edificio, una sonrisa alegre y tierna se dibujo en su rostro, para que por fin, todo acabara. Su cabeza impacto sobre el pavimento, fue tan fuerte el impacto que literalmente su cuerpo estallo, esparciendo sus órganos alrededor, creando una gran mancha sobre el concreto y salpicando a todos los que estuvieran alrededor. Así murió la victima de Drew, dejando sola a una muchacha que realmente no sabía que había pasado. Ash no quedaría exento, pasadas las fiestas, se descubrieron dos cuerpos mas. En el laboratorio del Prof. Oak, descubiertos por su asistente, Tracey, se encontraban en la sala y sentados en el sofá, los cuerpos desfigurados del ya mencionado profesor y de Delia Ketchum, madre de Ash, quienes presentaban las cicatrices en forma de sonrisa que habían presentado otras víctimas en el pasado, dejando así huérfano al azabache también. -------------------------------------------------------5 meses después------------------------------------------------ En las alcantarillas de la ciudad de Jubileo, se escuchaban los pasos veloces de una persona que parecía huir de alguien, sus pasos eran acompañados por gemidos de cansancio y eventuales caídas. “Al…….aléjense de mi,……lo siento….pero…..no me lleven por favor……no lo hice con intención…….LO JURO”-decía el sujeto, mientras llegaba al final de camino, mientras era seguido por dos sombras. La luz que se escapaba por los agujeros de las alcantarillas de las calles, mostraban el rostro atemorizado de un ya conocido peli verde, el cual parecía no ser el mismo que hacía 5 meses, 5 meses en los cuales murieron más personas, algunas desfiguradas con aquella macabra sonrisa, otras en explosiones, algunos como en la tristemente famosa explosión de una gasolinera en Viriavian, donde murieron mujeres y niños, y todas con la misma firma: Joker. “Aléjense…..o………o…….o los mato aquí mismo”-amenazaba el peli verde. El silencio reino de repente, pero no duro mucho, fugazmente se escucho el golpeteo incesante como si se tratase de una lucha, un cuerpo caer y la voz de un hombre que parecía forzarla para no ser reconocido: “No eres igual, pero sigues siendo un cobarde”-decía aquella voz ronca a la fuerza. La noche era oscura y tormentosa, y sobre Jubileo, atado en un poste de alumbrado eléctrico, yacía un noqueado Drew, quien aun estaba pintado en su rostro. Se tambaleaba aun, no había pasado mucho tiempo desde que fue descubierto por la policía. La fuerza policial estaba perpleja, un criminal peligroso había sido capturado, ¿pero por quien o quienes? Sobre un techo, dos figuras miraban, observaban, vigilaban como Drew era llevado ante la justicia, y de ahí, hacia el nuevo asilo y hospital psiquiátrico para criminales Arkham. Los policías estaban seguros de quienes habían sido, pero un rayo confirmo las sospechas, sobre el techo de un gran edificio, ambas figuras se pudieron ver a plenitud, una era figura delicada, vestida con un atuendo azulado frio sumido al cuerpo, con un látigo en la mano, y una máscara que solo dejaba ver una boca pintada con una tonalidad idéntica a la del traje, siendo la máscara adornada por dos “mechones”, uno a cada lado de la cabeza, los ojos protegidos por unos gruesos anteojos azules. El otro era un sujeto que bestia un traje negro con purpura, una máscara que cubría todo, incluso la boca, la cual parecía ser protegida por una hilera de “dientes”, un traje negro y una capa de color purpura, la cual parecía estar cortada en ciertas partes en cuatro alas, en la cintura, un cinturón con varios artilugios y sobre el pecho una insignia amarilla. “Señora……lo capturam……..lo capturaron……sí señora, fueron ellos”-decía uno de los oficiales, mientras contemplaban como caía el rayo mostrando a ambas figuras, para que al siguiente luz aso celestial, desaparecieran sin dejar rastro alguno, mientras el oficial seguía el informa-“Si señora……si señora, acaban de desaparecer nuevamente……señora, creo que tenemos que agradecerles a Crobat-man y la Glaceon por esto”
No se ni por donde empezar o.o he quedado con cara de "what?" y siendo sincera la historia (voy a la mitad... demaciado larga XD pudiste haberla dividido en caps para facilitar la lectura o que te comenten...) me suena mas a una historia medio Gore y no se... talvez quedaria mas como historia original que adaptada a pokemon o.o Hay partes que parecen muy lineales... y otras que pese a la explicacion quedan huecas... talvez expresar un poco mas los detalles de las expresiones ayudaria... por otro lado te recomiendo el uso de Guion largo en lugar de las comillas... en muchas partes me perdia con los dialogos ya que solo le incluias cuando concluias y el guion corto... por otro lado el uso de puntos suspencivos creo que con tres puntos suspensivos basta... la escritura con mayusculas sale sobrando ya que si quieres resaltar una parte del dialogo basta con explicarlo en la narracion algo como... En cuanto acentos no puedo aportar mucho porque yo misma soy pesima con ellos. como dije en cuanto al Drama me suena y creo que se hubiese lucido mas como una historia original... porque no encaja con la historia Claro lo se es un fic pero trata de no caer en el basshing.
Pues mira tu narrativa esta bien, aun que en lugar de usar : "" pudiste haber puesto guiones para los dialogos. De pronto uno que otro guion tenia muchas vueltas como: Se veria mejor : Por que asi me confundias mucho e_e. Otros detalles: Costumbre ¿Latina? creo que hubiera sido mejor suprimir eso ... En efecto el fic esta muuuuuuuuuuuuy largo, apenas y puede leer hasta el: "FIN" Y crei que ahi se habia acabado T_T pero para mi sorpresa seguia mas, lo hubieras dividido en dos partes esta muy extenso , estoy deacuerdo con lo que te dijieron alla arriba: " va a hacer muy dificil de leer para algunos." El titulo no va nada con la historia, yo esperaba encontrarme con algo divertido y comico no con un gore navideño (?) O________O y para colmo nuevamente DREW ES CONVERTIDO EN CANON/ MARY SUE PARA FAVORECER UNA HISTORIA ADVANCE... Ni me la creo tantito que acabe como un psicopata asesino de payasos y padres de iglesias XDDDDDDDDDDDDD, omg LOL. Creo que hubiera sido mejor inventar un nuevo personaje para la historia pero en fin al parecer los advanceshippers gustan de tirarle piedras a Drew (no se por que en muchos fics advance que he leido lo pintan asi ¿Cual es su problema? en ningun fic contest Ash es Basheado tan feo) supongo que algun trama les dejo Drew en la serie =/ y se vengan poniendolo de malo en sus historias :S. Tal vez hubiera sido mas interesante colocar el fic en originales o con otra serie, el anime pokemon es muy mediocre para ser usado con historias como estas u.u
que paso gente, aqui trayendoles el nuevo cap, pues veran, arriba dijeron que era un tanto extenso lo que escribi -si supieran cuanto llevo de este nuevo ._.U- en fin, este tendre que dividirlo en 3 partes, aqui va la 1/3, enjoy :D- ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Cap: 2 Begin, Parte 1. “ale….aléjense de mi”-se escuchaba entre jadeos, en las frías y húmedas grutas de los alcantarillado de la ciudad, acompañado de las pisadas húmedas de alguien que corría sin descanso, en una carrera desenfrenada y aterrada. Atrás se escuchabas pisadas sobre charcos, pero estas no estaban acompañadas de jadeos o sonidos de cansancio en absoluto. Aquellas pisadas iban en pares, denotando a los cazadores, eran dos jóvenes, una mujer y un hombre, vestidos de manera extravagante, quienes cubrían sus rostros con mascaras y capuchas, siendo la presa también un joven, el cual, si bien no cubría su rostro con tela alguna, si llevaba el rostro pintado de forma estrafalaria. La historia de aquellos encapuchados comenzó hacia ya varios meses atrás, 5 meses para ser exactos: La vida da giros por más inesperados en cada momento, esta sucesión de giros es llamado por algunos suerte, otros eventos inesperados, otros más lo llaman destino, sea cual fuese el nombre de estos sucesos, la vida los toma sin importar realmente si son buenos o malos, si afectaran catastróficamente las existencias de las personas o serán de beneficios, la vida, es así sin importarle como lo tomaran las personas. Todo comenzó, en sí, la víspera de navidad, durante una rutinaria mañana, cuando un psicópata, maniaco homicida, se le ocurrió arruinarle la vida a una joven castaña, la cual vio morir no solo a uno de sus vecinos, víctima de una bala que dio justo en la frente de aquel pobre diablo, sino también vio perecer a una oficial en servicio, desfigurada de manera brutal, pero lo más chocante y traumatizante, ver morir a su hermano de forma brutal, destrozado su pequeño cráneo, aplastado entre las mandíbulas frías y sin sentimientos de una trampa para cazar Ursarings, y después, a su padre, degollado. Su madre torturada sádicamente, ahora yacía paralitica y con su mano izquierda amputada debido a unas quemaduras gravísimas, descansando en un coma inducido en el hospital, nosocomio donde en este momento, una pareja de jóvenes arribarían en pocos minutos. May, la joven protagonista de aquella tragedia, vestía de riguroso luto, su clásica ropa roja con azul había quedado atrás para dar lugar a una falda que le llegaba a las rodillas, zapatillas de tacón, una blusa manga larga y un par de lentes de sol, todos de color negro. Detrás de aquellas gafas ahumadas se ocultaba la mirada pérdida de una joven que no deseaba vivir ya más, su rostro blanquecino presentaba ya algunas arrugas y debajo de aquellos bellos orbes azules que elegantemente presumía siempre, se posicionaban unas enormes ojeras, productos del poco sueño que había tenido, evidentes señales de pesadillas, insomnios y desvelos, lagrimas corriendo como torrentes y la clara preocupación para con su madre. Llevaba en sus ya palidezcas manos, un racimo de flores, las favoritas de su madre, intentando así, alegrarle un poco la vida a su amada progenitora, la que no sabía si su querida hija también había perecido como su esposo y su retoño, o si aun respiraba, deseando no hacerlo, pero aun viviendo. Acompañando a la joven iba su novio, el siempre torpe y bobo Ash, también iba hasta cierta forma de luto, su ropa habitual era ahora sustituida por una camiseta negra y unos pantalones del mismo color, no llevaba ni su gorra ni sus guantes, pero no ocultaba su mirada, ahora cambiada, no presentado aquella ingenuidad e inocencia que tanto tiempo atrás portaba, sino ahora era una mirada fría e inexpresiva. Ambos respiraban aun rápidamente, no les había pasado aun el shock recién sufrido, y aun temían que Drew apareciera detrás de la esquina y los liquidara ahí mismo, por eso, ahora Ash siempre llevaba consigo un puñal bien escondido debajo de su camiseta, si bien aquella arma blanca no proporcionaba seguridad al 100%, el sabía que tenía una pequeña oportunidad de salvarse. Una gran cantidad había reunida en las afueras de aquel centro hospitalario aquel día, patrullas, agentes y detectives forenses hacían su aparición, mientras el área acordonada y un gran sector de la fachada del edificio era cubierta con una enorme y gruesa manta vinilica negra, más en el aire se percibía un hedor a sangre y diferentes mezclas de distintos olores, agregado a esto, un ambiente de pesadez. May sintió un fortísimo golpe en su corazón, una sensación de que todo estaba mal en aquel lugar, y un sentimiento de dolor y soledad, a la vez, sus pasos se hacían cada vez más pesados y algo en su interior le decía “corre lejos, no veas, solo corre”, pero no escucho, camino mientras Ash se detenía, tal parece que si sabía que había pasado, pero prefirió confirmar sus sospechas, quedándose a la sombra de un roble. May camino lentamente esperando lo peor, mientras oraba en silencio para que solo fueran nervios infundados, pero al acercarse y ver un poco de sangre y olerla, sus temores repuntaron, comenzó a temblar, sus ojos comenzaron a llorar y casi moja sus pantaloncillos, pero aun así siguió valientemente. Se acerco a un policía que monitoreaba el suceso, tocándole el hombro nerviosamente. “Se….se…..señor oficial…… ¿Qué….qué paso…..a…aq….aquí?”-pregunto aterrada. “Ah…mmm….Dios, ¿cómo te lo explico?”-le decía el policía mientras buscaba la forma cortes de decirlo –“veras, una señora se lanzo desde el octavo piso, cubrimos esta área porque el impacto fue tan fuerte que, literalmente,…..ah ammm…… exploto, por así decirlo” May estaba ahora shockeada aun más, el lugar del impacto, el piso donde se lanzo, todo parecía conspirar para ser una broma muy cruel de la vida, o ser un suceso demasiado inmisericorde para ella, pero ella siguió de pie, a pesar de sentir como la presión se le baja de golpe, tragando saliva e inhalando aire fuertemente, se atrevió a preguntar nuevamente. “¿Y…..co….co….como se llamaba……la señora?”-decía mientras se mordisqueaba el labio inferior y apretaba los puños, haciendo que sus guantes comenzaran a tornarse rojos, donde antes eran blancos. “haber……aquí tengo el reporte, mmm, si aquí esta, se llamaba Caroline Maples Balance, dice que su esposo era Norman Balance, el líder del gimnasio asesinado hace unos días, no lo conocí, porque soy nuevo en esta ciudad, pero decían que eran una buena familia”-le decía el joven oficial observando el informe que se había realizado. “……….gracias”-fue lo único que articulo May mientras daba la media vuelta. El policía solamente se digno a verla, al parecer había entendido de quien se trataba ella. Mientras la castaña caminaba cabizbaja, su mirada opaca se centraba solamente en el próximo lugar donde su pie pisaría, una gotita de saliva callo de su boca, mientras su respiración entrecortada era acompañada por el débil palpitar de su corazón, no emitía sonido alguno a voluntad, y su caminar era pesado y tambaleante, sus manos, ahora relajadas, goteaban un poco de sangre, producto de la presión que tenían anteriormente. “May…. ¿no me digas que…?”-decía Ash mientras trataba de abrazarla. Ella lo vio sin expresión alguna en primera instancia, más eso no tardo mucho, ya que sus ojos, aun opacos y sin vida, mostraron una tristeza profunda, ella estaba inerte enfrente del azabache, parada tal cual soldadito de plomo, pero su cuerpo no soporto, cayendo de rodillas al suelo, comenzando a llorar nuevamente, mientras gritaba, agarrándose el pecho y golpeándoselo eventualmente, sus lagrimas comenzaron a mojar sus ropas, su rostro estaba deformado ya por el dolor, mientras en ocasiones cerraba la boca intentando, en vano, tomar coraje a esta situación, solo produciéndose heridas en los labios, sangre brotando de su boca se mezclaba con sus lagrimas, mientras la joven castaña perdía motivos ya de vida, deseando que Drew apareciera y ahora si cumpliera sus amenazas, deseaba morir, aunque ella misma se quitara la vida. Ash se lanzo sobre ella con los brazos abiertos, mientras lloraba de igual manera. No sentía el mismo dolor que ella, aun, pero odiaba verla llorar de esa manera, se sentía impotente, sentía que le había fallado, sentía que no valía la pena estar con un ser tan esplendido como lo era ella, y no poder corresponderle de la manera correcta. “May, lo siento mucho……..debí protegerte a ti, y a tu familia, soy un fracasado, solo serví para estar sentado observando sin poder hacer nada, perdóname, por favor……yo……yo no te merezco, por favor, no llores mas, vete y se feliz, parece que solo te traeré infelicidad e inseguridad”-le decía el azabache, mientras su cuerpo hacia lo contrario a sus palabras, apretándola más, evitando que ella se separase. Ella rápidamente subió la mirada, viéndolo aun trastornada, más eso no impidió que su húmeda mano golpeada firmemente la mejilla de Ash, dejando una marca tanto roja por la sangre que esta llevaba consigo, sino también roja por el fuerte impacto recibido. El azabache estaba sorprendido, volviendo su mirada a la castaña, la cual ahora lo miraba con furia, retornando el brillo en su mirar, el cual retaba al azabache. “Nunca……vuelvas…..a…….decir eso, tu maldito bastardo”-le dijo ella tajantemente, mientras él se preparaba para defenderse, ella no le dio cabida, hablando de nuevo –“¡Eres el único que tengo ahora, eres mi única familia, ¿¡y piensas abandonarme?!, si lo haces, te maldeciré siempre!” Con esta sentencia ella había sacado el coraje que necesitaba ante aquella situación, situación que se repetiría de cierta forma nuevamente, ahora para el pobre Ash, quien no sabía que había pasado, enterándose esa misma tarde. Ahora ambos caminaban de regreso al centro Pokemon de Petalburgo, cuando de la nada, el azabache se detuvo en el aparador de una tienda de electrónicos, May seguía aquel paso tambaleante y sin ánimos, pero al notar a su novio detenerse, decidió hacerlo también. La atención del muchacho se habían centrando en el noticiario que en aquella hora acontecía, mostrando en letras rojas y grandes tres palabras que le helaron la sangre al joven, aquellas tres palabras eran: Homicidio y Pueblo Paleta. “Por favor Dios mío, que no sea lo que pienso”- se decía entre murmullos. Pero tampoco la suerte lo acompaño a él, ya que rápidamente mostraron las imágenes más perturbadoras para su joven mente, aun más que ver el cadáver destrozado de Max, aun más que ver el llanto desgarrador de May hacia pocos minutos, aquellas imágenes eran las de su madre y el Prof. Oak, sentados sobre el sofá de la sala del aclamado investigador, con su piel pálida como la nieve, sus ojos ensangrentados e hinchados, y con una sonrisa cruelmente creada por dos enormes tajadas en cada lado de sus rostros, pintando los alrededores de los horrendos cortes con la propia sangre de las víctimas, las cuales estaban también ensangrentadas en otros puntos de sus cuerpos, pareciendo haber sido también acuchilladas, y con una navaja en cada uno de ellos clavados en el corazón, con una carta de naipes incrustado en la hoja, siendo la clásica carta del comodín, el Joker. Ash estaba ido completamente, su alma se destrozo en miles, millones de pedazos, sus ojos miraron fijamente la pantalla, mientras comenzaban a brotar amargas lagrimas de dolor y furia, mezclados vilmente con impotencia, pero a diferencia de la castaña, el azabache desfiguro su rostro, proyectando dolor, pero también, mostraba fuertemente su rabia y rencor, y el deseo de venganza, rompiendo de un puñetazo el vidrio de la tienda, tomando el televisor entre sus manos y lanzándolo fuertemente al piso, destrozándolo, mientras gritaba injurias y maldiciones para Drew, provocándose heridas en ambas manos por los cortes del cristal roto, pero no importándole, solo deseaba desquitarse con algo o alguien. May reacciono e intento calmarlo, pero al tocar a Ash, este le lanzo un puñetazo al rostro, ella solo cerró los ojos esperando el impacto de lleno a su bella cara, más noto que no había sentido nada, abriéndolos y notando que el azabache había detenido el golpe a tiempo, solo salpicándole un poco de sangre en el rostro, de cierta forma, se hacía pagado la marca que ella le había hecho con anterioridad. Mientras ambos se alejaban del lugar, el dueño de la tienda salió, observando su vitrina y mercadería completamente destrozada, e insultando al autor de aquel vandalismo, autor que ya estaba demasiado alejado tanto física como mentalmente del lugar. Al llegar al Centro Pokemon, decidieron irse de aquella ciudad que les había causado tantas desgracias y sufrimientos, entraron en su habitación, tomaron sus cosas y partieron sin rumbo real, solo caminando a donde sus pies los llevasen. Caminaron con premura y en pocas horas llegaron a Rustboro, acampando en los límites de la ciudad, lugar donde se hallaba un parque, el cual fue perfecto para armar su campamento. Era aun invierno, pero al menos llevaban consigo algunos pokemons que les serian útiles, May llevaba a Blaziken, Glaceon, Skitty y Beautifly, y Ash a sus fieles Pikachu, Sceptile y Infernape. El resto estaban a cargo de Birch, quien se había repartido con Elm, Rowan y Juniper, los pokemons que Oak tenía en su rancho. Agregado a esto, un curioso Crobat se les había pegado como chicle, sirviendo como alarma en caso de que pasara algo durante la noche, Sceptile y Glaceon hacían guardia en ocasiones, en otras eran Infernape y Blaziken, quienes también servían para prender las fogatas o calentar el agua del helado riachuelo que pasaba por ahí. Pikachu producía la electricidad necesaria para una vieja lámpara y un radio, regalos de la enfermera Joy de Petalburgo, y Skitty y Beautifly eran más para consuelo para May y recuerdo de su familia. Habían pasado 2 semanas desde todos los incidentes, y una semana y media desde que ellos vivían en el bosque. Ya sus ropas estaba bastante dañadas, cocidas con partes de trapos que lograban encontrar en la basura, ambos preocupándose de la comida del día siguiente, no eran la clásica pareja de fics que a pesar de las contrariedades seguían con esa chispa que los impulsaba por el mero hecho de estar juntos, no, aquí era diferente, en más de una ocasión ambos sentían que eran una carga para el otro, en otras, sentían que el otro era la carga, peleaban bastante porque uno no hacia bien las cosas, o porque el otro era demasiado exigente, en si peleaban porque se sentían mal por el otro, y la impotencia de poder hacer algo mas, la situación en la que estaban no era para nada favorable y sentían la presión de cargar con otro ser humano, pero el amor aun seguía, sabían que eran los únicos de sus familias, y que el otro ser humano que tenían enfrente pasaba por una situación igual, y que, si bien era algo pesado para ambos y por demás, deprimente, sabían que tenían al otro para apoyarlos y cuidarlo. Ash conseguía dinero haciendo pequeños trabajos por la mañana, bodeguero, limpiacristales, recoge basura, hasta una vez trabajo de albañil, si bien la paga era pésima, servía al menos para comprar algunas verduras y en ocasiones, un poco de carne. May hacia lo suyo, pero se sentía inútil por completo, el trauma sufrido no la hacía sentir pertinente ya para algo, estaba demasiado depresiva y lloraba bastante estando sola, se enojaba con todos y al mismo tiempo, con ella misma, básicamente era autodestructiva. Solo se sentía apta para pedir limosnas en las calles, y en una que otra, de limpiar los cristales de los autos, el dinero que ella ganaba, solo servía para comprar platos y algunos cubiertos, y quizás ahorrarlos para comprarle algo a Ash o a ella misma, en parte lo necesitaba. Un día, vitrinando, se quedo como tonta observando un vestido de coctel, rojo con partes negras, bastante elegante pero a la vez atrevido, escotado del frente, espalda desnuda, el cual llegaba un poco mas debajo de las rodillas, era bastante hermoso para una muchacha como May, quien se había acostumbrado a usar vestidos así desde pequeña, más desde que comenzó a concursar, pero estaba consciente que un lujo como ese estaba tan lejos de ella como lo estaban ya sus padres y su hermano. “no May, jamás lograras algo así de nuevo, solo mírate”-se decía mientras miraba su reflejo en el cristal de la vitrina- “eres ahora una pordiosera, estas demacrada, despeinada, lastimada por dentro como por fuera, sucia y……me doy asco hasta a mí misma, jamás lograre ser feliz de nuevo”-recalcaba, mientras el reflejo de su rostro caía sutilmente sobre el vestido, como tratando de probárselo, fantaseando, solo eso le quedaba –“quizás……quizás si me esmero y ahorro un poco, pueda comprar uno usado, o quizás lo compre nuevo…..a quien engaño, Ash me regañaría bastante fuerte, y con razón, casi ni para comer tenemos, y el bosque no tiene nada que ofrecer con tanta nieve, no May, olvídate del vestido, olvídate de tu vida, ya no eres la de antes, ni siquiera una sombra de antes….ni siquiera…..ni si….”-decía, echándose a llorar al suelo, ante la mirada indiferente de la gente que pasaba. Mientras caminaba de regreso a su campamento, noto a varias mujeres de apariencia extraña, las cuales se acercaban a los autos que se estacionaban cerca de ellas, a los pocos minutos entrando en ellos y desapareciendo de vista, May comprendió lo que ellas hacían y sabia, que era peligroso, pero solucionaría bastantes problemas, una débil sonrisa de dibujo en aquel maltrecho rostro, mientras caminaba de regreso a su refugio, ya comenzaba a oscurecer. Ya a la luz de la fogata, enfrente del único hombre por el cual ella daría su vida si fuese necesario, confiada de que el también aria lo mismo por ella, ambos contando las monedas y billetes que lograron recolectar en la ardua labor diaria, una faena por más complicada para ambos, siendo unos pocos centavos, frutos de un esfuerzo por sobre mas inhumano para dos jóvenes que apenas descubrían la flor de la vida, y ahora tenían que lidiar con las preocupaciones que, si bien de una manera tan radical, tendrían que pasar hasta más adelante en sus vidas. Ash contaba ya con 2000 poke-yenes, producto del ahorro y el sudor, y May, pues ella tenía apenas 500, a pesar de seguir al pie de la letra los consejos que su pareja le daba, parecía que no podía juntar mucho, estaba aun más deprimida, y nuevamente se sentía una inútil, hasta que recordó lo único que logro sacarle una sonrisa aquel día. “Ash, sabes, hoy que pase por una de las calles de la ciudad…..yo….yo vi un vestido que me gusto bastante”-decía un tanto apenada la castaña, ante la mirada indiferente de Ash, quien solo masticaba unas pocas verduras recién hervidas –“y pues”-continuo –“me dio muchas ganas de comprarme uno, aunque fuese usado…sabes, yo, me he sentido bastante decaída, y quería….je, te sonara pretencioso y superficial, pero……pero quería saber si, ¿crees que me vería bonita con un vestido nuevo?” “May”-respondía el azabache terminando su ración, viéndola fijamente a las orbes azules que exhibía, y hablando de manera calmada pero fría –“eres bonita con o sin vestido nuevo, además no necesitamos lujos así, no ahora, así que no preguntes cosas que sea frívolas, por favor, tu bien sabes que el dinero que tenemos es poco, y gastarlo de esa manera, solo para un capricho así, sería una estupidez”-le respondía duramente. “No entiendes, no es un……”-replanteaba ella intentando convencerlo pero él la interrumpió. “¡¿Como que no entiendo!?, ¡claro que entiendo May, entiendo que eres una niña caprichuda que cree que es momento de verse bonita y por eso quiere un vestido nuevo!”-le decía Ash, quien se había vuelto demasiado frio y amargado desde el día que supo lo de su madre, ahora era diferente por completo con May, sino es que con todos a su alrededor. “¡No es para verme bonita porque sea una caprichuda!”-le recriminaba ella, retándolo con la mirada. “¿¡Entonces para que carajos quieres eso!?”-preguntaba ya furioso el azabache. “¡PORQUE QUIERO PROSTITUIRME PARA TRAER MAS DINERO!”-le decía ella en un grito bastante fuerte, soltando todas sus rabias, decepciones, amarguras, tristezas, todos sus sentimientos. “¿Qué?”-fue lo único que articulo el ojos acanelados, viéndola perplejo. “Que……me voy a…..volver….una prosti...”-le repetía May, hasta que una gran cachetada le corto de raíz las palabras que expedía su boca, más no impidiendo que de sus labios saliera un pequeño chorro de sangre, el cual rápidamente cayó ante la mirada sorprendida de la joven, para luego sentir lo tibio del liquido carmesí fluir de sus labios, cayendo sobre el antes blanco con azul guante de la joven, ahora bastante manchado, salpicado por la sangre de ella. Ash no había notado aun lo que le había producido a la castaña, ya que su rabia lo segaba, comenzando a regañarla sin control alguno. “¡¿Acaso eres una idiota?!, jamás permitiría que te vendieras, ni por millones de dólares, ni por todo el maldito oro de todas estas malditas regiones llenas de mierda, ni se te ocurra volver a decir una sandez como esa de nuevo, ¿me entiendes?” –le preguntaba a ella, tratando de verla a los orbes azulados que ella portaba, más su furia creció al ver que no había respuesta de ella, tratando de calmarse bajo un poco la vista. Al hacerlo se helo por completo, noto el labio y la mejilla de ella, ambos hinchados, y el hilillo de sangre que fluía sin parar del labio de la castaña, también notando el guante ensangrentado, las gotas que lo adornaban de una forma tan bochornosa y avergonzarte aquel palmar delicado, aun no saliendo de su estupefacción, de forma lenta comenzó a verse la mano derecha, la autora de todo, también roja por los rastros de sangre que había producido brotar, comenzó a temblar, el no era así, jamás le había puesto la mano encima a alguien tan salvajemente, y menos a una mujer, mucho menos a May. Mientras el ojos cafés se encontraba aun ido por la reacción tan salvaje que recién había hecho, la castaña se encontraba con algo nuevo para ella, el color de la sangre, el olor, la sensación que sentía al sentir su piel empapada por aquellas gotas de carmesí fluir, si bien antes de partir de Petalburgo, ella había sentido la sangre en sus manos, ahora era diferente, no sabía si era por el sentimiento de desprecio y perdida de fe que sintió del único hombre que jamás pensaría que la tocaría para lastimarla, o eran los recuerdos de aquellas horrendas muertes recién presenciadas, no sabía el motivo, pero esta sensación nueva que sentía era terrible para ella, quien miraba fijamente la sangre en su guante, su labio sangrante comenzaba a temblar, su ya blanca piel palideció aun mas, sus ojos se abrieron y sus pupilas se contrajeron, y en una sola inhalación, junto el aire que necesitaba, y su exhalación fue acompañada por un estruendoso grito de terror, seguida por las lagrimas de miedo, el terror de las memorias nacía en su interior, temblaba como si estuviera reviviendo las escenas de aquel fatídico día nuevamente, se paralizo de golpe, Ash intento tomarla para calmarla, pero ella no se lo permitió, ni siquiera se dejo toca, levantándose de golpe de su improvisado asiento y saliendo corriendo hacia el espesor lúgubre de aquel frio bosque cubierto por el manto de la congelada nieve que lo adornaba, en este momento, de manera desolada. Ash se quedo en la misma pose que había tomado para tratar de calmar a May, pero ahora solo sostenía en aire que lo rodeaba, mientras una sensación de remordimiento le nacía desde adentro, asqueándose de sí mismo, sentándose, suspirando y llorando amargamente, mientras contemplaba el oscuro cielo, maldiciéndose a sí mismo y deseando que esto solo fuera un sueño, un terrible y horrendo sueño. La noche paso sin mayor contratiempo, no nevó, solo una brisa proveniente del sur soplaba con ahincó entre las ramas de los arboles, las nubes, las pocas que habían en el firmamento, bailaban al compas de aquella brisa, ocultando y descubriendo a una bellísima luna llena, la cual iluminaba entre veces, los alrededores. Los rayos del alba aparecieron en la bóveda celeste, comenzando a iluminar cada rincón de la ciudad, cada escondrijo del bosque, a lo lejos, en un claro, una delicada figura se hallaba titilando de frio, encogida y aterrada por los oscuros rincones que la rodeaban, aterrada por la sangre que yacía seca en su labio y mano, llorando por varios motivos. En otro lugar, las delicadas líneas de los rayos del sol que se filtraban entre las ramas de los arboles, descubrían a un taciturno Ash; el azabache estaba completamente perdido en sus pensamientos, viendo al cielo transformarse de un oscuro color purpura, a un brillante naranja, hasta convertirse en un delicado celeste. Pensaba y repasaba la noche anterior, cada segundo vivido venia a él, rebobinada y volvía a recordarlo, buscando respuesta a ese arranque de furia, pero era inútil, ya no serviría nada, solo le quedaba caminar y tratar de hallar a su amada, o al menos, darle tiempo para que ella regresara al campamento y ahí tratar de disculparse, lo que pasara antes. Dio unos pasos, bastante pesados y sin ánimos, respirando profundamente en cada uno de ellos, hasta por fin tomar camino. Escuchar el sonido del rio que comenzaba a fluir después de estar congelado superficialmente, el cantar de los Taillow, la brisa soplando suavemente entre las ramas y hojas de los arboles, todo era tranquilidad y paz, excepto en el interior de un perdido y lleno de remordimiento azabache, quien solo buscaba algo que le quitara aquel pesar de adentro. Mientras caminaba no una sombra en un claro del bosque, encontrando a la castaña completamente encogida de frio, estaba titilando aun, él se acerco por detrás, ella aun no lo notaba, y en un movimiento rápido, él la abrazo, mientras ella no oponía resistencia, ambos lloraron, se vieron a los ojos, era un perdón perfecto, pero, esa semillita dentro de May aun estaba, y ya comenzaba a germinar, deseaba con todo su corazón ser útil, así que no abandono su idea. Ese día, ni Ash ni May salieron, ambos se metieron en la misma bolsa, abrazados, él detrás de ella, durmieron, platicaron, se abrazaban más fuerte, desde todo este torbellino de sucesos fatídicos, esta fue la primera vez que ambos podrían decir que eran felices. El día siguiente rompió la tranquilidad del día anterior, ambos sabían que aquel bello día recién vivido, debía dar lugar a una jornada aun más difícil para ambos, pero, ambos no sabían que este día, exactamente dos semanas desde su salida de Petalburgo, les traería nuevamente un nuevo giro a su vida. Mientras el azabache se rompía el lomo buscando un trabajo como era de costumbre, la castaña se quedo en el parque, arreglando todo, pero, en su interior, la ojiazul no sabía qué hacer, se sentía más inútil que nunca, sabía que no podía hacer muchas cosas, pero no se sentía capaz, entrándole de nuevo aquella idea que le carcomía la mente desde antes, ahora más fuerte que nunca, ganando fuerzas, obligándola a decidirse por fin hacerlo, vendería su cuerpo al mejor postor, en este caso, al primer sujeto que se encontrase. No paso mucho hasta que diviso al primer “cliente potencial”, era un señor ya grande, vestido de negro, quien parecía afligido por algo, su rostro denotaba un gran pesar y mucha tristeza. El caballero se sentó en la banca que daba cara a la carpa de la pareja, quitándose el sombrero que portaba con elegancia, y posándolo sobre su regazo. May lo observo atentamente, mientras permanecía oculta detrás de unos arbustos durante un rato, después, aun sin perderle la mirada, comenzó a acicalarse y a asearse lo mejor que pudo, se arreglo la ropa y comenzó a practicar su ya innata coquetería juvenil, tomo aire y se acerco al caballero. “Buenos días”-dijo mientras se sentaba en la banca –“parece un poco solito, ¿puedo acompañarlo?”-pregunto sonriéndole de forma coqueta. “Ah, claro porque no…..espera, ¿May eres tú?”-le pregunto el sujeto a la castaña, tomándola por sorpresa. “¿Cómo supo mi nombre?”-pregunto extraña, más a su memoria vinieron recuerdos y logro recordar quién era –“Señor Stone, que sorpresa, ¿qué hace usted en esta parte del parque?”-preguntaba curiosamente la joven. “Pues, veras, salí a dar un paseo para despejar un poco mi mente, pero no pensaba hallarte aquí”-le dijo el señor Stone, mientras la abrazaba –“siento mucho lo de tus padres y de Max, créeme, también me dolió mucho escuchar lo que les sucedió” Ella no podía creer lo que escuchaba, más recordó su propósito, así que comenzó a decirle cosas al oído al caballero, quien rápidamente la soltó, viéndola sorprendido ante la actitud de la joven, quien lo miraba de forma atrevida. Más él no se dejaba seducir, algo que la joven noto. “Vamos Sr. Stone, usted tiene la oportunidad, acaso….no quiere divertirse un poco, le saldrá barato, se lo prometo”-decía mientras se pasaba el dedo índice sobre los labios, acariciándoselos mientras le sonreía coquetamente –“no se arrepentirá, se lo prometo”-termino de decir mientras le guiñaba un ojo. “No….no…..jamás te aria eso May, ni porque fuese gratis, jamás te tomaría, no comprendo porque haces esto”-le decía Stone, mientras ella le hacía arrumacos en el cuello y barbilla. “No mienta señor Stone, si cuando nos conocimos no me quitaba los ojos de encima, ahora está al alcance, vamos, acaso no quiere….acariciar mis pechos, apretarlos, acaso no quiere hacerme suya”-se ofrecía la castaña, tratando de sonar atrevida, pero lentamente se iba delatando, demostrando que era más desesperación que placer. “¡Claro que no May!, jamás tomaría a una menor, y jamás te me quede viendo, deja de inventar cosas así, por más cosas que me digas jamás te tomare, entiéndelo”-termino cortantemente la plática el caballero, mientras se levantaba, más ella se le incoó enfrente, rogándole y llorando. “Señor Stone, haré lo que me pida, cualquier perversión que usted desee yo….yo…yo se la cumpliré, solo dígamelo y lo hare, por favor…..por favor, si desea que sea su esclava lo haré, pero por favor, por favor….por…..favor”-le decía la castaña mientras le tomaba la pierna y ocultaba su rostro, mojándole el pantalón con sus lagrimas. Stone comprendió que ella no quería hacerlo por simple deseo sino que era necesidad, pero no podía permitirse hacerle algo, así que solamente te agacho y la abrazo intentando consolarla, más ella lloraba más y más, así permanecieron durante varios minutos, hasta que se decidió a hablar. “May... ¿dices que harás lo que sea para mi verdad?”-pregunto el caballero, tomando la por sorpresa, quien solamente levanto la cabeza para verlo, minutos después hablo con un poco de temor en su voz. “ajam…… ¿Qué….qué……es lo que desea que….yo….yo….haga?”-decía la castaña de forma insegura. En ese momento Ash había llegado, había encontrado una tarea en una tienda, la cual termino rápido, dándole de paga un poco de comida pokemon y comida para él y May, estaba contento, solo deseaba llegar pronto a su improvisada casa para darle de comer a sus inseparables amigos, y compartir al calor de una bella fogata, sentado cara a cara con su amada novia, con un plato de deliciosa comida preparada entre ambos, pero aquella escena le partió el corazón, su alma se desquebrajo, se sentía herido y traicionado, sentía la necesidad de vomitar, pero logro reponerse, mientras soltaba las bolsas, dejándolas caer pesadamente al suelo, y formando con sus manos unos apretados puños, alistándose para lo que pasase sin importarle las consecuencias. Mientras tanto el señor Stone miraba a la castaña fijamente, mientras ella lo observaba un tanto aterrada, confundida pero a la vez, consiente que esto era lo que ella, si bien no quería, buscaba, para aunque sea de forma inapropiada y por demás abucheable, ayudar a su amado, aunque también temía las perversidades que rondasen las cabeza de aquel señor. El abrió la boca entonces, ella se mordió el labio, esperando las órdenes de aquel señor, quien le dijo. “May….quiero…..quiero que sonrías, y vuelvas a ser la misma jovencita que eras cuando te conocí a ti y a tu hermano”-dijo el caballero, sonriéndole tiernamente, algo que confundió más a la castaña, quien abrió los ojos, casi saliéndosele de la cuenca, luego prosiguió hablando el señor-“Ash, se que estas atrás, por favor ven con nosotros, quiero contarles algo” Ash, aun enfurecido, se acerco un tanto desconfiado, sentándose de manera tal que demostraba a flor de piel su rencor y furia, algo que May noto, parándose y sentándose del lado contrario de la banca, mientras el Sr. Stone se sentaba en el medio, abrazándolos a ambos y comenzando a hablar. “Saben, yo hace unos días perdí a mi hijo Steven, el, pues, murió en una explosión ocurrida en una gasolinera, el……..el solo fue a comprar un poco de combustible para su vehículo, ya que…….iba a ir a una cueva a investigar cómo le era costumbre hacer…..y……y…el estaba pagando cuando….exploto todo el lugar, solo hallaron sus…….sus….lo, lo siento mucho no puedo soportarlos….solo hallaron sus anillos, Dios”-decía el caballero mientras abrazaba más fuertemente a los jóvenes, quienes estaban perplejos al escuchar esto, olvidando los sentimientos que tenían antes, ahora enfocándose en el Sr. Stone, quien lloraba amargamente, sabiendo la impotencia que era el perder a su único hijo de esa manera tan violenta, pero se contuvo un rato, solo para agregar –“solo hallaron los anillos, y…..varias naipes, todos comodines,…y….y…..unas palabras…en cada uno…eran…Dios, como olvidarlas…”D. el Joker”, ese nombre….” May solamente se encogió la escuchar esto, llevándose las manos a la boca y comenzando a respirar rápidamente, mientras comenzaba a llorar de terror, temblándole el labio, palideciendo, todos sus traumas recientes regresaban de nuevo, comenzando a gritar repentinamente para luego caer sobre las piernas de Stone, quien la contemplaba, derramando lagrimas sobre la joven. Ash estaba enfurecido, golpeando la madera de la banca, frotando sus dientes, crujiendo y rechinando su dentadura, también respiraba rápidamente, pero era de puro rencor, apretando los puños, provocándose sangrar en ambas manos, algo que noto Stone también, tratando de calmarlo, pero le era muy difícil lidiar con ambos a la vez, por suerte logro calmarse, pensando que hacer, hasta que se le ocurrió algo. “Saben, se me ocurrió algo, pero no sé si desean escuchar mi idea”-decía el caballero mientras los miraba a ambos, quienes solo asintieron con la cabeza –“como los tres perdimos seres muy amados por los tres, y tal parece que por la misma….bestia maldita…. ¿qué les parece si ustedes dos se vienen a vivir conmigo y se vuelve mis protegidos?, bueno, no seres un reemplazo para sus padres ni ustedes serán como recuperar a mi amado hijo Steven, pero podremos apoyarnos mutuamente, ¿Qué les parece?”-preguntaba mientras les sonreía un tanto entusiasmado. Ambos muchachos, sorprendidos debo decir, y un tanto desconfiados, aceptaron la invitación después de pensarlo unos segundos. Stone se levando y les dijo un tanto más alegre. “Saben, nunca seré como sus padres, estoy consciente de eso, pero…..quiero asegurarles que haré mi mayor esfuerzo como su tutor, protector, y amigo…..”-se quedo en silencio mientras se ponía su clásico sombrero y daba media vuelta, caminando por el mismo rumbo por donde había llegado, deteniéndose y viéndolos con una sonrisa que evocaba ternura paternal –“los esperare, un auto vendrá por ustedes dentro de unas tres horas, mandare a un mozo a que los recoja, así que….alístense jejeje”-dicho esto, partió el caballero de cabellera platinada. Las horas pasaron, la nieve cubrió el lugar de nuevo, pero en el improvisado campamento, todo era calidez, risas y cantos se escuchaban mientras de fondo, el sonido de varios objetos siendo alzados eran las melodías de aquellos cantos alegres. Un señor apareció de la nada, vestía el clásico traje de mayordomo, cabellos negro con las patillas blancas, aspecto serio y elegante, se sobre entiende, el clásico mayordomo, quien al ver el lugar, hizo un gesto de desagrado, notando a los jóvenes quienes lo observaba detenidamente, y hablándoles caballerosamente pero a la vez, de forma estricta. “Eh de suponer que ustedes son los jóvenes Ash y May, déjenme presentarme, soy…..el mayordomo personal de Lord Stone, mi nombre es Jarvis, Alfred Jarvis a su servicio, mis jóvenes amos, por favor acompáñenme a su nueva residencia, y por favor….apuren sus pasos, porque este lugar me hace sentir mal”-decía el caballero, mientras hacia un ademan de mal olor, para luego, con ambas manos detrás de su espalda, comenzó a caminar guiando a ambos muchachos, quienes reían, por primera vez en mucho tiempo, burlándose de lo estirado del elegante mayordomo. En la entrada del parque, una enorme limosina los esperaba, ambos jóvenes, con maletas en mano, quedaron estupefactos por el trato que recibían, por el vehículo tan elegante que se les proveía, tanto así que sus quijadas básicamente caían la suelo, dejando caer sus maletas, oportunidad que Jarvis aprovecho para tomarlas, aun asqueado, y lanzándolas en el maletero del enorme auto, para luego abrir la puerta de atrás e invitándolos a entrar. Ambos entraron, primero la castaña, seguida por el azabache, ambos tomados de la mano, y por último, Jarvis, cerrando la puerta e indicándole al chofer que enfilara rumbo a la mansión del señor Stone. Continuara...2/3
Espero que disfruten de la segunda parte de cap, pronto traere la final, y me lanzare al capitulo 3 :D ------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Cap. 2, Begins, parte 2. El viaje fue, en principio, relajado, ambos riendo, viendo la ciudad pasar rápidamente, o al menos esa idea aparentaba, tratando de sacar la cabeza por la ventanilla, o por el quemacocos, pero Jarvis se los impedía, volviendo aquel alegre viaje, en uno aburrido y rutinario, donde el mayordomo se la paso dándoles instrucciones a los nuevos “niños ricos”, normas rápidas de etiqueta, de modales, de comportamiento, Etc. Etc. Etc. Etc., tanto así que ambos mozos estaban ya asteados, quedando dormidos uno sobre el otro, hasta que un “toser” molesto del caballero, les hizo despertar, indicando que su nuevo hogar estaba ya presente. Al llegar a la residencia Stone, que se encontraba a pocas calles de las oficinas de Devon, S.A., ambos fueron atendidos como reyes, siendo recibidos por los numerosos sirvientes de la mansión, asentándose en una gran y muy bien amueblada habitación de huéspedes, recibiendo ropas nuevas para ambos, trajes y diferentes prendas deportivas para Ash y bellos y elegantes vestidos, así como ropa muy a la moda para May, también teniendo amplios espacios para sus inseparables pokemons, los cuales los acompañaron desde hacía semanas en sus momentos de desgracias, así que era justo que estuviesen en sus momentos de alegría. Incluso aquel Crobat que se les pego anteriormente los acompaño, siendo capturado por Ash poco tiempo después de su llegada a la mansión. Si, era una bella vida……excepto que…..bueno, verán, durante su estadía en el parque, ambos estaban demasiado preocupados por su supervivencia, como para recordar a flor de piel cada momento vivido de terror, pero, ahora acomodados y ricachones, los temores afloraron nuevamente, presentándose de noche, siendo ya usual para ambos despertar a mitad de la noche, gritando y llorando, agitados y en varias ocasiones, corriendo en dirección al baño, para vomitar del asco de las escenas que se presentaban en sus sueños, sueños tan reales, que era estar en aquella sala, viendo todos y cada uno de los hechos, una y otra y otra vez, en cámara lenta, escuchando la risa maniaca de Drew, ahora conocido en el bajo mundo como “D. El Joker”. Stone noto esto, más cuando en el medio de la fiesta de presentación de ambos a los socios de la compañía, ambos jóvenes, cansados y desvelados por aquellos sueños, se quedaron dormidos a mitad de la cena, despertando nuevamente entre gritos, llantos amargos, maldiciones y obscenidades, acongojando y molestando a los invitados, quienes se fueron yendo ante esta situación, más Stone no se enfureció, los comprendía, sabia los traumas que ellos habían vivido, así que tomo manos a la obra, pagando a los mejores psicólogos, dándoles los mejores tratamientos, las mejores terapias, pero parecían no irse aquellos demonios que los perseguían, demonios que se aferraban a sus recuerdos, a sus mentes, a sus almas. Tres semanas han pasado desde los eventos; terapias intensivas, el atrofiado sistema mental de ambos jóvenes no está respondiendo a ningún psicólogo, así que solo quedan los psiquiatras, los revisan, los chequean, una búsqueda minuciosa a sus jóvenes cerebros, y por fin, una respuesta. “Dos salidas Sr. Stone, una lobotomía frontal para hacerlos olvidar aquellos traumas, algo permanente, o, medicamentos, supresores de memoria, pero, nosotros solo damos alternativas” –decía el jefe de psiquiatras que atendieron a ambos jovenzuelos. “Esta no es mi decisión, es de ellos, pero……..espero que se sepan que es cada cosa, no quiero que escojan una mala alternativa, los medicamentos son solo a corto plazo, si olvidan tomarlo, aquellos recuerdos los atormentaran nuevamente…..pero, si permiten la lobotomía, será algo permanente, y sé que esas operaciones son, no solo irreversibles, sino demasiado arriesgadas, si algo llegase a salir mal ….Dios, mejor que ellos decidan”-sentenciaba el señor, mientras se sentaba a analizar las alternativas. Ambos jóvenes supieron de inmediato la noticia, pasando por varios días decidiendo cual sería la mejor alternativa, discutiendo entre ellos, meditando en solitario, ambos discernían su decisión, dudaban, hasta que entre ellos, algo les dijo que tenían que hacerlo, investigar. Leyeron durante otro par de días, llevándose con todo y decisiones, ya una semana entera, a un día para que se cumplieran 2 meses desde el incidente, y la decisión fue tomada: “Señor Stone, May y yo decidimos…..la medicina”- decía Ash parándose firmemente enfrente del escritorio del caballero de cabellera platinada. “yo estaba pensando en la Lobotomía, pero, pensé que sería demasiado arriesgado, un mal movimiento del doctor y terminaría en una silla, sin recordar a nadie, ni siquiera a mí misma, con una sonrisa de locura, prefiero dormir despierta sabiendo que puedo despertar, a estar para siempre perdida”-complementaba la castaña, ante el asombro de Stone, quien no pensaba que ella fuese tan profunda. Los psiquiatras fueron dados a conocer las decisiones, administrando aquellos medicamentos, uno por día decía la receta, hasta que sintieran la seguridad de vencer sus demonios, o para toda su vida, la balanza se inclinaba para la segunda opción, pero ambos querían ser fuertes, llevaban días pensando en una venganza, en sus tiempos de lucidez, solo hablaban de capturar a Drew, como detenerlo, y si era debido pagarle con la misma moneda, o simplemente entregarlo, eran momentos difíciles para decidir, pero por primera vez, el día en que se cumplían 2 meses del incidente, estaban a punto de tomar su camino, dando el primer paso. “buenas tardes jóvenes, bienvenidos a su primer día de entrenamiento, o como dicen mis alumnos, bienvenidos a su primer día de su estadía en el infierno, aunque yo no creo que esas idioteces” –les decía un anciano de rasgos orientales, gran barba y bigote, vestido de forma tradicional –“les explicare mi método de enseñanza…..yo enseño a alumnos una vez por semana, porque son tan estrictas y exhaustivas mis enseñanzas, que con un día tendrán para sentir el dolor de varios meses en una semana, pero con ustedes seré diferente”-les decía mientras los observaba fríamente, ante las miradas aterradas de ambos jóvenes, quienes solo pudieron tragar saliva-“con ustedes, el entrenamiento será diario, les enseñare lo que les enseño a mis alumnos normales en 5 años, en solo 2 meses y medio, normalmente no acepto alumnas, porque son débiles y lloronas, pero are una excepción, porque conozco su pasado, pero solo por eso, no piensen que seré blando o amable, si es necesario, les recordare aquellos momentos de sus penosas vidas, ahora…..lección uno, ¡saluden a su maestro!-“ les decía aquel sabio mientras caminaba hacia ellos sosteniendo un bastón, a pesar de caminar perfectamente recto, ambos lo saludaron inclinándose, bien, pero, había un error, May lo saludo con ambas manos tocado sus palmas, a modo de plegaria, recibiendo un brutal golpe de parte del bastón sobre las finas manos de la joven, Ash en cambio lo hizo diferente, pegando su puño derecho a su palma izquierda, recibiendo no uno, sino dos golpes , uno en la cabeza y otro en las manos, seguidos por una explicaciones del viejo –“¡Idiotas!, eso no es saludar, tu tarada, no estás rezándole a tu dios, y tu insolente, ¿acaso me retas a un combate?, insolentes, esto no son las artes marciales de las películas, ¡YO LES MOSTRARE LAS VERDADERAS ARTES MARCIALES!, no esas idioteces de Shaolin, sino cosas de verdad útiles………¡ahora saluden así!-les decía mientras se inclinaba, colocando su puño derecho debajo de su mano izquierda, la cual estaba extendida, siendo repetida por ambos pupilos –“bien, esa fue la lección uno, ahora”-dijo mientras se tronaba los dedos-“prepárense para el dolor.” Se trataba del Maestro Long Pao Chan, legendario por sus múltiples alumnos entrantes a su academia en las montañas de Unova, como de los pocos que regresaban después de 5 años de entrenamiento, los cuales relataban horrores de entrenamiento, pero demostraban sus habilidades sobrehumanas, agilidad, fuerza, rapidez, destreza, aumentadas al límite de la comprensión humana. Un favor especial por parte del Sr. Stone a Pao Chan, había hecho que este volara desde la lejana región hasta Hoenn, para entrenar a los jóvenes que buscaban justicia. La brutalidad del entrenamiento del maestro Chan comenzaban a mermarle la vida a ambos jóvenes quienes en mes y medio estaban tan cansados y asqueados que en varias ocasiones habían pensando en dejar libre a Drew y tratar de vivir tranquilamente, pero, al carajo con esa idea, Drew reaparecía cada vez más loco y psicópata, matando gente, muertes brutales inundaban las noticias, bodegas repletas de cadáveres desfigurados, gimnasios llenos de deportistas asesinados, envenenados, comedores hacían explosión con todos adentro, mientras dejaban a su paso una gran nube de polvo, humo y cartas de comodín. Se estaba excediendo aquel payaso conocido, no como Drew como lo hacían aquellos jóvenes, sino conocido públicamente ahora como “D. el Joker”, un juego de palabras en parte, pero era una de tantas “idioteces bufonescas” de aquel príncipe payaso del crimen. El conocer esto, el sentirse responsables era algo que ellos no podían soportar, ni tampoco podía permitir que más vidas inocentes perecieran a causa de un desquiciado que solo asesinaba por diversión. Esto les daba el valor necesario para enfrentar los brutales entrenamientos del Maestro Chan, los cuales eran desde los clásicos golpes en arena, con la diferencia que esta llevaba entre sí, trozos de rocas, vidrio cortado y en ocasiones, la arena estaba calentada a temperaturas casi de fundición. En otras, tenían que recorrer las cloacas de la ciudad, corriendo y enfrentándose a ejércitos de Raticates y Rattatas rabiosos, los cuales los perseguían sin descanso durante kilómetros de alcantarillado, aguantando la pestilencia y el calor extremo que, debido al vapor que la ciudad necesitaba para derretir el hielo del pavimento, se producía adentro de aquel hediondo recinto. Otro era el combate con armas, el cual no era el básico combate de práctica con armas de bambú o de madera de cualquier árbol, estas eran armas reales, katanas y espadas de doble filo, lanzas y hachas, flechas y ballestas, en fin, armas que podrían matarlos en el acto, pero que, con la idea de venganza y justicia, ellos procuraban no recibir el mayor daño, en el caso de Ash, varios cortes en la espalda eran las marcas de aquellos entrenamientos, y May, ella en los brazos nada mas, Ash la defendía con la espalda. Pues bien, pasaron los 2 meses y medio que el maestro Chan les había impuesto, entre prácticas que se asemejaban a la tortura, entrenamientos tan brutales que solamente inyectándoles analgésicos podrían moverse, combates uno contra uno que ni los gladiadores romanos hubieran podido sostener, y todo eso con un ánimo reformado de justicia, venganza y odio hacia un factor común, Drew “D. el Joker”, combinado a eso, tiempo en el gimnasio y gimnasia rítmica, ballet para May y culturismo para Ash, más que nada, las últimas dos para distraerlos, pero ambos practicaban acrobacia, y cardio en el gimnasio, eran cosas agotadoras, pero nada comparado a la noche, que era cuando practicaban con Chan, durante tres horas, la tortura era garantizada. Pero la prueba final aun estaba lejos, ambos jóvenes no sospechaban cual era aquella prueba, el examen de graduación de maestro Chan. Dos meses y medio después, todo había llegado a su fin, sus penurias al fin se iban a acabar. “Muy bien mis jóvenes pupilos, hoy, es su último día de entrenamiento, hoy será su examen de graduación, felicidades, ahora, colóquense en la pose inicial del estilo que más les guste”-les decía el anciano, mientras Ash y May se ponían en posiciones, May en la clásica grulla, y Ash, quería impresionar con el estilo del tigre –“ahora, veo que escogieron sus estilos……AHORA QUIERO VER QUE SE MATEN EL UNO AL OTRO”-gritaba eufórico aquel maestro, ante la mirada perturbada de ambos jóvenes, no era una broma, el jamás bromeaba, esto iba en serio –“que esperan par de retrasados mentales, comiencen a combatir, solamente el que sobreviva tendrá el derecho de graduarse”-decía, más los jóvenes aun se negaban a hacerlo –“quizás sus inmaduros y estúpidos oídos aun no me escuchan como deberían, quizás una historia los inspire a desgarrarse sus vísceras el uno al otro”-dicho esto comenzó su historia –“fue hace 5 años, cuando tuve al más excelente grupo de aprendices marciales de todos los que he entrenado, entraron 6 y al final 6 se enfrentaron entre sí:” -------------------------------------------------Flashback---------------------------------------------------------------- A diferencia de ustedes dos, yo obligo a mis alumnos a portar mascaras ceremoniales durante todo su entrenamiento, solo les permito quitárselas durante su aseo o comen y durante su examen final, más después deben portarlas siempre, pues bien, dependiendo su mascara así era su forma de pelear o su personalidad, entraron seis alumnos ese día, todos excelentes, Absol, Rauros, Pidgeotto, Raticate, Houndoom y Arbok, cada uno tenía su propia forma de sobrevivir a mis enseñanzas, Absol era solitario, Tauros soportaba como tal, Pidgeotto era rápido y voraz, Raticate, siempre inoportuno y oportunista, Houndoom, siempre se aleaba con alguien para pelear mano a mano, por lo general era Pidgeotto, y Arbok, ágil y esquivo, sobrevivieron los 5 años, pero hace 1 año exactamente hoy, tuvieron su prueba final. Les permití usar armas, las que quisieran, Tauros escogió un martillo sumamente pesado, Arbok le gustaban los sai, así que los escogió, Pidgeotto buscaba desgarrar, así que tomo una katana, Houndoom, se le unió, el con unos ninjatos gemelos, Raticate, dagas, quería atacar a traición, como siempre, y por último, Absol, decidió pelear a mano limpia. El combate comenzó, el primero en atacar fue Pidgeotto, buscando el clásico “primer golpe, victoria segura”, craso error, atacando a Tauros, este lo embistió con fuerza, lanzándolo con fuerza contra una biga de madera, destrozándola con su cuerpo. Tauros no se quedo ahí, ya que también comenzó a girar sobre sí mismo, usando el martillo para darse impulso, pero su cerebro era demasiado pequeño, mientras los otros huían de aquel embiste tan brutal, sin darse cuenta en primera instancia que aquel enorme bufón, no podía detenerse, Raticate lo hizo, lanzándose con las dagas que había tomado, cayendo sobre la enorme y vacía cabeza de tauros, clavándole ambas cuchillas en el cráneo, sobresaliendo las puntas de estas por debajo de su mandíbula, sacándolas no hacia arriba, sino retirándolas hacia el frente, destrozándole el rostro al pobre mastodonte, me dio risa ver cómo caía ese Rhydon poco seso. Al caer dejo un gran cráter en el piso del dojo, iba uno, faltaban 5, Raticate lo sabía, y espero a que los otros se mataran entre ellos antes de actuar de nuevo, pero su error fue subestimar a sus adversarios, ya que por detrás, Pidgeotto ya se había recuperado, atacándolo por detrás, al estilo de la Raticate, acostumbrado a ser oportuno, pero Raticate era experto en esto, logro detener la embestida de la katana de Pidgeotto con ambas dagas, mientras los otros combatían por su lado, no eran interesantes, me concentre mas viendo a esos dos ineptos de Raticate y Pidgeotto, cada ataque de Pidgeotto era repelido y contraatacado por Raticate, sin saber que por detrás, Absol se había salido de la pelea que sostenía contra Arbok y Houndoom, dejándolos pelear uno a uno. Absol aprovecho la distracción de Raticate y le clavo el puño directamente en la espalda, atravesando completamente su pecho, estallando en miles de pedazos debido al fuerte impacto que Absol ejercía en aquel potente golpe, esparciendo tus ya pulverizadas viseras sobre Pidgeotto, quien solamente sonrió, intentando clavarle la katana a Absol. Del otro lado del dojo, Arbok y Houndoom batallaban brutalmente, Arbok utilizaba sus sais a modo de colmillos, dando estocadas, intentando clavárselas a Houndoom donde fuese, Houndoom ya llevaba varias puñaladas en los brazos, pero aun así seguía peleando; los ninjatos de Houndoom tenían agujeros en las cuchillas, Houndoom lo sabía, solo esperaba el momento, en eso sucedió, Arbok se distrajo, lanzando sin premura sus sais nuevamente sobre Houndoom, esta vez de forma descuidada, clavándolos entre los agujeros de las hojas que portaba Houndoom, el no se durmió en sus laureles, empuño con mayor fuerza sus ninjatos, y lanzo por los aires a Arbok, en un esplendido movimiento de judo, quebrándole ambos brazos con el golpe, pude escuchar el tronido de ambas extremidades, me causo gracia escuchar aquel crujir de huesos, pobre tonto, una pequeña desconcentración y le costó bastante. Arbok seguía en el suelo, mientras Houndoom sin tardarse, se lanzo sobre él, cortando con sus cuchillas el desprotegido cuerpo de Arbok, primero, un corte en el vientre, total, le desprendió por completo su abdomen de su cintura, desparramando los intestinos del inepto de Arbok en el piso, y eso, eso era solo una cuchilla, la otra le rebano el pecho, cortándole los brazos también, sus pulmones se esparcieron en el suelo, mezclándose con las anteriores vísceras de mi alumno, su corazón también estaba partido a la mitad, me dio risa, le partieron su corazón. Pero no acababa ahí, Houndoom corrió con ferocidad sobre Absol, intentando ayudar a Pidgeotto, un gran error, Absol se percato de esto, en ese mismo instante, Pidgeotto lanzo un potente golpe con su katana, intentando partir verticalmente a Absol, este logro tomar la hoja entre sus manos, impidiendo el sablazo, Houndoom se acerco rápidamente por detrás, pero ese plan fue su perdición, Absol rápidamente doblo sus manos, liberando lejos de él la katana de Pidgeotto, y tomándolo por el cuello, lo lanzo justo detrás de él, Houndoom se dio cuenta de eso y se logro detenerse a tiempo, pero no sabía que ese era el plan de Absol desde un principio, ya que tenía a mano el imponente martillo que anteriormente había blandido el poco sesos de Tauros. Pidgeotto se dio cuenta, y se aparto justo a tiempo, mas no Houndoom, quien recibió el martillazo de lleno sobre su delicadita cabeza, aplastándola por completo, sus sesos empezaron a salir por todos sus agujeros: nariz, ojos, boca. Sus ojos salieron de sus cuencas, y de sus oídos, una gran cantidad de sangre también fluyo, más no solo su cabeza sufrió, su espina se libero de su cuello también, y su boca se desparramo libremente hasta llegar al pecho. Pidgeotto, se paralizo, como el cobarde que siempre pensé que era, no pudo aguantar ver en primera instancia la muerte de Houndoom, pobre débil de mente. Absol aprovecho, clavándole ambos puños en el pecho, halando hacia los lados con fuerza, partiéndolo a la mitad, de la misma forma en que él quería hacerlo con la katana, literalmente sus órganos cayeron al suelo, como los otros habían hecho antes, lanzando ambos pedazos lo más lejos posible, los cuales era solamente cascarones vacios, simples trozos de pellejo inservible, ni siquiera para hacer un tambor me hubiesen servido. Absol solo vio la pileta de órganos en el suelo y pasando sobre ellos, aplastándolos con total desprecio, el había ganado, pero aun no aprendía nada. “Oye”-lo reprendí –“¿no osaras irte de este sagrado lugar sin antes inclinarte ante tu maestro y tus compañeros caídos?”-le dije confrontándolo. “Jajajaja, ellos no merecen mis respetos, ni siquiera la tierra que se oculta entre los dedos de mis pies, y tu, tu ya no eres mi maestro, solo eres un anciano podrido y fracaso, un anciano infeliz y acabado”-me dijo, mientras me miraba de reojo con desdén. No me contuve, me levante de mi asiento, pasando por los cadáveres cercenados, hasta pararme delante de él, mirándolo con enojo, viendo su risa burlona mientras me decía con desprecio. “Te dolió lo que te dije, ¿verdad? Anciano inútil, solo eres una sabandi…..”-no lo deje acabar. Coloque mi mano en forma de garra, clavándole la mano de lleno en la cara, atravesándole completamente la cabeza con ella, pero no salió como entro, no, porque cuando salió, salió en forma de puño, sosteniendo la asquerosa y viperina lengua de Absol en ella, la cual aun se retorcía como un gusano baboso e inmundo, mientras le decía. “Escucha a tu maestro, esta es tu última lección, sabandija, como me ibas a llamar, después de pelear, debes inclinarte ante tu maestro, y ante tu adversario, como muestra de humildad en tu victoria, más tu eres arrogante y soberbio, y ese”-sacando mi puño, dejando caer al suelo el cuerpo inerte de aquella escoria-“ese fue tu error, tu perdición”-termine diciéndole, mientras me inclinaba, y lanzaba su larga e inmunda lengua sobre su cuerpo, retirándome del dojo. ------------------------------------------------fin flashback------------------------------------------------------------- “ahora bien, espero haberlos inspirado para destrozarse mutuamente, ¡quiero verlos matarse como ara el ganador contra su enemigo, contra aquel que les robo su familia, mátense ahora!”-les ordenaba aquel anciano. May estaba shockeada, lloraba y jadeaba, llevándose las manos a la boca, aun con medicamentos, las imágenes que aquel loco maestro les relato, le refrescaron la memoria de los eventos que había vivido, sentía nauseas y tenía miedo, temblaba de tan solo pensar lo recién vivido, y de imaginar aquella pelea, agregado a eso, la idea de que, había escapado de morir por muy poco, para perecer en una pelea, todo por querer venganza, que ironía aquella. “lo sabía, eres solo una mujer débil y llorona, no mereces ser mi alumna, pero te dejare pasar esta, solo porque es el último día y porque hay un 50% de que mueras……. ¡ahora ponte en posición y encara tu destino!”-le ordenaba nuevamente Chan. May estaba aterrada, no quería seguir, comenzó a negar con la cabeza, al mismo tiempo que temblaba, estaba estremecida por todo lo que tenía que hacer, se había librado de morir antes, y por muy poco, ahora debía elegir, matar a su amado, aquel que la había liberado de perecer, o morir en manos del único hombre quien había jurado protegerla, no quería tomar tal decisión, pero, algo hizo que todo fuera más fácil. Mientras la castaña ojiazul estaba paralizada intentando decidir que hacer, el azabache ya tenía en mente que aria, lanzando un fuerte puñetazo hacia el blanquecino rostro de ella, rosándole la mejilla y deteniéndose a pocos micrones de distancia de la nariz de la castaña. Ella no podía creer que había hecho su novio. Volteo temblorosa para verlo a la cara, intentando hallar una explicación, encontrando una mirada fría y sin remordimiento, ojos sin brillo aparente y una expresión tan helada, que aria pensar a cualquiera que el moreno ya no era más un humano. May solo retrocedió un poco, colocándose a la defensiva, mientras le reclamaba entre llantos. “¿Qué te ocurre?, juraste que no me arias daño, que no me tocarías jamás después de aquella cachetada….ME MENTISTE, pero…pero ¿Por qué?, y ahora quieres matarme…..no eres tú ya, no eres el Ash que conocí y ame…..YA NO ERES TU”-le decía mientras se le abalanzaba, lanzándole golpes que mas parecían zarpazos llenos de furia, mezclados con dolor y el sentimiento de haber sido traicionada. Ash solo esquivaba, mientras esperaba que la castaña se abriera, cada golpe que ella lanzaba, parecía un Meowth usando golpes furias, más de uno de ellos había acertado el cuerpo del moreno, cortándole la piel y provocándole soltar pequeñas gotas de sangre, pero parecía que a él no le importaba. Solo esquiva, no atacaba, era algo raro viniendo del hecho de que fue él quien había atacado primero, ahora solo se movía de un lado hacia el otro, tratando de evitar todos, o al menos la mayoría de arañazos que la castaña lanzaba, la cual también acompañaba con maldiciones y lagrimas de rencor y tristeza, estaba desenfrenada, no se contenía para nada, hasta que por fin, una simple abertura, era todo lo que Ash necesitaba, aprovecho para sujetarle ambas manos, en un movimiento de judo, lanzándola al suelo, cayendo él encima de ella, abrazándola, apretándola tan fuerte que se escucho un tronido en todo el lugar, ante la sorpresa de Chan, quien no esperaba la fiereza del azabache. La delicada castaña no logro emitir sonido alguno, debido al fuerte apretón, cada milímetro de su ser había quedado sin oxigeno alguno, impidiéndole emitir grito alguno de dolor. En su mente, ella sentía que este sería su fin, morir asfixiada, no era una forma tan violenta de morir, sentía que sus fuerzas se desvanecían, comenzó a sentir el apretón cada vez más y más flojo. “Ya……ya no siento nada, casi ni siento el apretón que Ash…….Ash me da, creo….creo que este es el fin, jejejeje, morí al final de cuentas…..jejeje, que……que patética soy….al…..al menos creo que…..que luche”-se decía para sus adentros, hasta que algo la saco de sus pensamientos. “May…….May……. ¿me escuchas?, vamos, ni siquiera estoy aplicándole fuerza ya”-se escuchaba un susurro en su oído izquierdo –“escucha, tengo un plan para salir de esto……pero necesito tu ayuda ¿May, me escuchas?”-preguntaba de nuevo. “Creo…..creo que enloquecí,……la…….la locura antes de morir…..no…..no creo que sea esto, porque, porque comienzo a sentir mi cuerpo de nuevo…….y su aliento en mi oído, Ash, si es él, estoy bien, pero, ¿que fue todo eso?”-nuevamente se preguntaba la ojiazul, confundida pero un tanto feliz de que no estuviese muriendo, susurrándole al azabache –“si…..si te escucho, ¿Cuál plan tienes?” “Fácil, seguiremos peleando un rato más, acercándonos al viejo, y en su momento, intentaremos atacarlo”-le comentaba la idea que se le había venido a la mente. “Pero, el es más hábil que nosotros, el nos matara de seguro, además……..aaahhhh…….aaaah”-decía la ojiazul, mientras fingía forcejear un momento –“¿no crees que sería mejor escapar?” “No, porque si escapamos, todo seria en vano…..ggrrrrrr……aaaaahg…..prefiero morir intentándolo, a escapar sin saber qué habría pasado……además……somos dos, hay chance de que sobrevivamos, al menos uno”-le explicaba el ojos acanelados. “No, no quiero perderte, prefiero morir a tu lado”-le contestaba ella, mientras cerraba aquellos bellos orbes color zafiro-”hagámoslo, y Ash….” “¿si?”-preguntaba curioso aquel joven. “Pase lo que pase…..te amo, recuérdalo”-le decía ella, abriendo sus ojos, viéndolo a los de él, sonrojándose ambos a la vez. “Yo……yo…..ajam……yo también te amo”-repetía el también, entre vergüenza y tartamudez. En un rápido movimiento de la castaña, el cual era simplemente en un cabezazo hacia el rostro del moreno, logro liberarse de aquel letal agarre, ante la extrañes de Chan, quien esperaba verla morir asfixiando, soltando una risa burlona, mientras pensaba que la diversión se alargaría. Ambos combatientes lanzaban golpes bastante rápidos, algunos fallaban, otros eran bloqueados, y otros eran bastante certeros, siendo recibidos en el estomago o en alguna extremidad, pero jamás en el rostro. Lentamente se acercaban cada vez más y más al lugar donde se hallaba el asiento del Maestro Chan, dando ambos fugaces miradas para cerciorarse que se encontraban cerca. Patadas y puñetazos, codazos y rodillazos voladores, patadas giratorias y agarres, lanzamientos al aire y esquives impresionantes, todo esto era solo una improvisada rutina de danza, hasta que estuvieron a metro y medio de Chan, quien estaba extasiado viendo esta escena tan pintoresca de pelea, aunque notaba a grandes rasgos la ausencia de sangre en ambos, ya que para estas alturas, debieran tener magulladuras, hemorragias abundantes en varios lados de sus cuerpos, moretones e inflamaciones visibles, aparte de más de alguna lesión grave. “Me impresionan en gran medida jóvenes alumnos, pero me hago preguntar algo”-les decía, mientras se paraba de su asiento, y los veía de manera inquisidora –“la ausencia de sangre y heridas me es de mi extrañeza y curiosidad, más por el hecho de que siguen fingiendo ¿me creen tan idiota como para no notar que esto es una simple actuación más?”-les decía ahora enfurecido. Ambos se aterraron al verlo y escucharlo decir aquellas palabras, habían sido descubiertos, desde el principio tal parecía, pero no importaba ya, May lanzo un fuerte puñetazo al rostro de Ash, quien logro bloquearlo, tomando el brazo de ella, y lanzándola sobre su hombro hacia los aires. La castaña no cayó al suelo como era debido de aquel movimiento clásico de judo, sino que logro el impulso para dar una vuelta en el aire, y lanzar una fuerte patada hacia su anciano maestro. El no se inmuto en lo mas mínimo, tomando en seco el pie de ella, y lanzándola con total violencia hacia una columna de concreto, la cual recibió de lleno el delicado cuerpo de la moza, impactando la espalda de ella sobre la columna, emitiendo un grito de dolor, seguido de un borbotón de sangre expulsado de su boca, para finalmente caer al suelo pesadamente. Ash se enfureció al ver esto, lanzándose enfurecidamente hacia el viejo, lanzándole puñetazos y patadas rápidamente, las cuales eran bloqueadas fácilmente por el anciano, el cual también lanzaba patadas y puñetazos, también bloqueadas por él joven, pero un descuido de él no fue desaprovechado por Chan, quien impacto la palma de su mano sobre la barbilla de Ash, lanzándolo por los aires hacia atrás, para luego tomarle la pierna y estrellarlo también sobre otra viga de concreto, más no termino ahí; el viejo no lo soltó, ya que después de estrellarlo sobre la columna, lo impacto sobre el suelo desnudo del gimnasio, para luego levantarlo nuevamente y lanzarlo sobre unos ladrillos, los cuales servían para fortalecer los puños al romperlos con los nudillos desnudos, ahora siendo desmoronados con el cuerpo de Ash, quien también escupía sangre, solo que en mayor medida que May. Chan dio un formidable brinco, dando varias vueltas en el aire y lanzando una patada hacia la humanidad del azabache, quien logro recuperarse estando aun en el suelo, rodando un poco, evitando así, recibir la planta del pie de aquel sanguinario maestro. Chan nuevamente tomo a Ash, levantándolo y preparándose para lanzarlo hacia unas lanzas que adornaban el salón, notando de inmediato que May se había recuperado y ahora corría hacia él, tratando de aplicarle una poderosa lanza en el vientre del anciano, quien para evitar eso, lanzo al azabache contra la pobre jovenzuela, quien no pudo esquivar aquel peso que venía sobre ella, en parte, tratando de salvarlo. Ambos cayeron pesadamente, tratando de reincorporarse, mientras sentían que las fuerzas los abandonaba, solamente escuchando el jadeo del otro, y el sermón del viejo excéntrico y violento que resulto ser su maestro. “Jóvenes ilusos, nunca confié en mis alumnos, siempre espere a que ellos intentaras atacarme, acaso creen que son los únicos idiotas que intentan tomarme desprevenido, años y años de tener como alumnos a cientos de malagradecidos me ha enseñado a no fiarme de nadie”-les decía, mientras ellos se levantaban, lanzándose ambos a la vez, en otro esfuerzo de al menos golpearlo, para no morir en vano. El viejo no se movió de su lugar, sino que se quedo inerte, con ambas manos detrás de su espalda, viéndolos acercarse cada vez más, amenazantes y con malas intenciones, hasta que por fin estaban lo suficientemente cerca como para ser una amenaza real para su persona, lanzándole a Ash un polvo blanco hacia sus ojos, dejándolo ciego en ese momento, brincando sobre su espalda, mientras con sus dos piernas, tomaba el cuello de la castaña, posando sus manos sobre la espalda del ojos acanelados, y lanzando cual muñeca de trapo a May por los aires, mientras con sus manos, rempuja a Ash, quien estrella su cabeza sobre el asiento que antes ocupaba el maestro Chan. El anciano se logra parar sobre sus manos, mientras espera a que May caía, sincronizándose a la perfección con la caída de la castaña, dándole una fuerte patada con ambas piernas, lanzándola lejos de él. Logro de un brinco, pararse nuevamente, mientras les decía a los jóvenes. “Esta lección jamás se las di, porque no pensé que fuera necesario, pero…..Lección final, “cuando todo falla, haz trampa”, solo que aquí no he fallado, pero ustedes si”-les decía mientras lanzaba una carcajada burlona. Ambos jóvenes aun permanecía en el suelo, inmóviles y ya sin ansias de continuar su pelea, más el consejo de su maestro y las risas burlonas del anciano, encendieron algo en el interior de ambos, que pronto les dio una idea lo suficientemente buena como para logra, al menos, asentarle un fuerte golpe al viejo. La pareja parecía tener mente única, nada de individualismos, pensaban ya como uno, solo esperando el momento preciso. El viejo aun reí cuando todo comenzó de nuevo. Ash aun estaba enceguecido por el finísimo polvo blanco que el anciano de largos bigotes y barba le había lanzado, pero logro tomar un poco, quizás no era suficiente como para enceguecerlo durante bastante tiempo, pero algo era algo, tan solo no esperaba hacerlo estornudar, ya que aun haciendo dicha acción, el viejo era capaz de pelear. Aun en su mente estaba fresco el recuerdo de la práctica de tiro que habían recibido días antes, cuando May lanzo un flechazo directo al corazón de su maestro, justo en el momento el estornudo, parecía que sería una muerte segura, pero el viejo detuvo la rápida flecha en el segundo preciso, aun estornudando. Era un riesgo que tenía que correr, fuese cual fuese el resultado. Solo espero que su vista regresara en su mayoría, levantándose y tratando de hacer una barrida, intentando que el viejo maestro la esquivara, para fortuna de él, eso sucedió, dando media vuelta en el aire, preparándose para atestarle un fuerte puñetazo al rostro, el azabache logro lanzarle el blanquecino polvo al viejo, quien al recibirlo, lanzo un fuerte chillido producto del ardor que producía, Ash no fue lento, lanzando una fuerte patada al anciano, quien se descuido en ese segundo, recibiendo el golpe justo en la entrepierna, era un golpe traicionero y deshonroso, pero, para sobrevivir, cualquier cosa bastaba. Más el anciano no cayó al suelo, logro colocar su mano en el frio acolchado de aquel dojo, impulsándose rápidamente y cayendo arrodillado, mientras se trataba de limpiar los ojos, sujetándose la entrepierna. Ash se reincorporo, lanzándose directamente al estomago del anciano, el cual logro detectarlo a tiempo, bloqueando con la mano con la cual intentaba limpiarse sus orbes, más aun se sujetaba su parte intima. May aprovecho, corrió tal cual Persian hambrienta, usando la espalda del moreno como trampolín, y atestándole un puntapié certero a la barbilla del Maestro Chan, quien solo retrocedió un poco. Ambos jóvenes actuaron como uno ahora, dando media vuelta y aplicándole un furtivo pero certero gancho a la mandíbula, lanzándolo varios metros hacia atrás en el aire, cayendo la humanidad del anciano pesadamente al suelo. La pareja contemplo perpleja aquella escena, no logrando entender del todo lo que pasaba, pero comprendiendo que habían logrado noquear al gran Long Pao Chan, y en con solo pocos movimiento. La castaña se acerco primero, seguida por el moreno, ambos comenzaron a cojear y a sujetarse diferentes partes del cuerpo, el dolor al fin los había alcanzado, pero al mismo tiempo que denotaban dolor en sus rostros, una sonrisa de satisfacción les invadió la boca, mientras más y más se acercaban al cuerpo de Chan. “Ah…… ¿A………Ash?, ¿No estará muerto verdad?”-preguntaba inocentemente la ojos de zafiro, mientras se agachaba a contemplar el rostro de su maestro. “Pues si esta respirando no creo que lo esté”-contestaba el azabache, mientras se agachaban ambos a la vez aun mas, tratando de ver si aun respiraba –“si todo falla……”-decía el moreno. “Has trampa, jajajajajaja, vaya, su lección se le revirtió”- complementaba la de tez blanca, mientras ambos se sonreían alegremente, para luego voltear a ver a su maestro, dándole el saludo característico. Más la cosa aun no terminaba, el viejo, como si se tratase de un relámpago, abrió los ojos mientras lanzaba ambas manos a los cuellos desprotegidos de los muchachos, tomándolos en una fortísimo agarre, mientras los asfixiaba lentamente. “Aun no caigo vencido gusanos”-les decía, mientras con sus piernas se impulsaba, parándose rápidamente, mientras, en efecto domino, el moreno y la de tez blanca, caían al suelo aun sujetados del cuello, comenzando a ponerse lentamente colorados, para cambiar, después, a un mortífero color azulado –“ustedes dos, Punks, me atacaron, tanto sutilmente como a traición, atacaron mis partes masculinas, me enceguecieron, y para ser aun más humillante la situación, osaron atacarme no uno, sino los dos a la vez”-les decía severamente, mientras aplicaba más presión a los cuellos de los muchachos, impidiéndoles respirar-“solo les tengo algo que decir……….me enorgullezco de ustedes dos” Dicho esto los soltó, algo que ambos mozos sorprendidos, aprovecharon para tomar una fuerte hondonada de aire, seguida de varias más cortas y rápidas, tratando de retomar el aliento, parándose lenta y temblorosamente, sujetándose el cuello y el pecho a la vez, contemplando aun sorprendidos a su maestro quien los veía con una extraña sonrisa de orgullo, quien los saludo y les dijo. “Hoy, ustedes son los primeros alumnos a quienes graduó a la vez, antes, o era uno o no era nadie, fueron los primeros que me lograron hacer caer al suelo, a quien le aplicaron mi misma trampa, no podría sentirme más orgulloso de ustedes, y aunque se sus nombres, pero jamás los mencione, así como jamás los obligue a portar mascaras ceremoniales, vi cualidades en ustedes de que se acoplarían a la perfección con aquellos antifaces……Tu Ash, joven valiente y ágil, fuerte y determinado pero con una extraña aura oscura, valiente y oscuro como el Crobat, y tu, May, a pesar de ser una mujer llorona y sentimental, como guerrera, demostraste ser fría pero elegante, como el Glaceon…….¡Crobat y Glaceon, felicidades, ahora son guerreros, busquen y destruyan a su rival!”-les decía en anciano, mientras se inclinaba antes ellos, respondiéndole de igual manera la pareja, el anciano dio la vuelta y con la cabeza en alto, como el orgulloso maestro que era les dijo sus últimas palabras y su despedida –“Nuestros destinos nos unirán posiblemente de nuevo, pero hasta ese momento, mis pupilos, esto es una despedida, recuerden, valiente y oscuro, Crobat, y fría pero elegante, Glaceon, hasta que el Sol nos encuentre nuevamente”-dicho esto, camino en dirección a la salida, desapareciendo rápidamente de la vista de nuestros héroes. Ambos jóvenes se vieron sorprendidos el uno al otro, comenzando a reír frenéticamente ante la sorpresiva acción de su maestro, no eran risas burlonas, sino risas desorientadas, ni siquiera sabían de porque estaban riendo, solo lo hacían, pero en un segundo, las risas desaparecieron, para dejar en su lugar, el estruendoso sonido de dos cuerpos caer al suelo de forma pesada, mientras roncaban ruidosamente, el cansancio al fin los había derrotado haciéndolos caer en un letargo bastante pesado, el cual duro 2 días seguidos, tiempo suficiente para recuperarse casi a plenitud, dejando apenas unos cuantos moretones hinchados y las cicatrices y costras del combate anterior. Continuara.......3/3