de Inuyasha - Cumplir un año menos...

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Anne, 1 Agosto 2011.

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  1.  
    Anne

    Anne Guest

    Título:
    Cumplir un año menos...
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2272
    Hola! Esta es una pequeña historia insirada en el nombre de una canción: Cumplir un año menos - La Oreja de Van Gogh. espero que sea de su agrado y que publiquen su critica. Gracias!

    C u m p l i r u n a ñ o m e n o s

    Inuyasha & Kagome

    —Basta detente, no sigas— decía a la vez que rodaban unas cuantas lágrimas por mis mejillas y sentía que sus dedos jugueteaban en todo mi cuerpo haciendo que riera hasta llorar— ya es suficiente

    —No lo creo traviesa—susurraba en mi oído con ese tono juguetón que él tenía, ese tono que el poseía, que me encantaba y hacia que me convenciera de muchas cosas.

    —Por favor ya no sigas…— decía entre risas y con un tono de niñita mimada— eres malo. Sabes que no soporto que me hagas cosquillas, estamos en el parque ¿Qué va a decir la gente, que somos un par de locos?

    — ¿Cuál gente amor? Si es de noche y estamos solos en el parque, y aun así que tiene que nos digan locos seremos unos locos enamorados, pero está bien ya te hice sufrir bastante. Me conformo por hoy—río y se tumbo a un lado mío en el césped viendo como sus labios dibujaban un bella sonrisa y su cabello platinado contrastaba en el oscuro y verde césped.

    —Inuyasha—pronuncie su nombre haciendo que nuestras miradas se entrelazaran y me perdiera vagamente en esos dos soles que el poseía los mismos que hacían que sintiera todo un mar de emociones dentro de mí y que brillaban con tanta intensidad a la luz de la luna, eran mi sol de media noche.

    —Si— tomo mi manó y entrelazo sus dedos junto con los míos, sintiendo un poco de su bronceada y cálida piel.

    —Eres mi sol de media noche Inuyasha… y no sabes cuánto te amo— levanto una de sus manos y sin dejar de verme acaricio mi rostro, cerré mis ojos y deje fluir las emociones y esa ternura que solo él me provocaba.

    —Y tú Kagome, eres la única estrella que ha iluminado mi vida, te amo— abrí mis ojos y una gota de agua salada rodo por mi mejilla.

    ---- -- ---

    Dicen que “el hubiera” no existe, pero si pudiera existir hubiera deseado volver a repetir ese momento y no caer en la trampa que el destino nos puso aquel día. Pero fui tan tonta, tan ciega, tan débil para no poder esquivar las jugadas que la vida me había puesto en ese instante, pero lo peor, es que fui tan estúpida que no fui capaz de creer en el amor que él me tenía, y que hoy a pesar de que ya ha pasado un año me sigue doliendo porque aun lo amo y hoy como aquel día es mi cumpleaños.

    Faltaban pocos minutos en el reloj para que marcaran las ocho en punto, y yo esperaba impacientemente en mi departamento a que llegara Inuyasha puesto que era mi cumpleaños y habíamos acordado en festejarlo en nuestro departamento los dos solos. Me mire en el espejo para ver que estuviera perfecta para él, con el vestido color turquesa que me había regalado unos días antes. Me senté en el sofá de la sala a que los minutos pasaran y la espera terminara; pues no había de que preocuparse, la mesa estaba arreglada con dos cubiertos en la mesa y con una vela en el medio, la cena la traería Inuyasha y era el escenario perfecto para una noche romántica de ensueño hasta que el timbre de la puerta resonó en todo el departamento. Más había tardado más en pararme que en ir a la puerta. No pensaba en nada en que no fuera ver esos ojos que me hipnotizaban, pero abrí la puerta y no vi a nadie mire a ambos lado del pasillo pero solo el aire fresco de marzo soplaba en ello, mire hacia el piso y me encontré un sobre manila amarillo y abultado frente a mis pies. Que yo recordara no esperaba nada esa noche más que a Inuyasha.

    —Qué raro, yo no encargue nada, debe de estar equivocado— me dije a si misma a la vez que alzaba el sobre, lo volité y mi nombre estaba escrito en el.

    Me sorprendí al ver que el sobre que apareció en mi puerta llevara mi nombre, cerré la puerta y mire el reloj, vi que todavía faltaban cinco minutos para que llegara Inuyasha, así que era tiempo suficiente para ver que contenía aquel sobre tan misterioso. También era tiempo suficiente para acabar con una relación y la confianza que se le tiene a una persona. Me senté en el sofá.

    —Vamos a ver que tiene ese sobre—

    Jale el hilo del sobre y este se abrió. Saque el contenido y lo primero que vieron mis ojos me impacto, después mi corazón se quebró y todo mi ser se invadió de ira y de dolor.

    —No es posible, no Inuyasha —vi todas las fotos una y otra vez, como escenas de película que pasan rápidamente— no tú…

    El timbre volvió a resonar en todo mi departamento, y volví a pisar tierra, me levante del sofá hacia la puerta y ahora sin duda era él. Abrí la puerta y ahí estaban esos ojos dorados que me derretían, ahí parado enfrente de mí vestido tan elegante para nuestra noche especial cubierto de un abrigo negro que resaltaba su larga y platinada cabellera que tanto me gustaba, acompañado de unas rosas y…del dolor e ira que sentía, sin poder decir nada.

    —Feliz cumpleaños amor— me tendió las flores

    — ¡¿Cómo puedes venir a presentarte?!— Tire las flores con un mano— ¡¿Cómo tienes la desfachatez de decirme todavía “mi amor” después de lo que has hecho, es el colmo

    —Kagome ¿De qué me estás hablando?— me decía a la vez que me tomaba de lo los hombros— No te estoy entendiendo nada ¿Qué pasa? Cálmate por favor—se notaba confundido

    — ¡¿Cómo pides que me calme?!— Lágrimas empezaron a brotar y resbalar por mis mejillas— y suéltame no me toques, con esas manos sucias— me zafé de él.

    Dejando a una Inuyasha totalmente confundido corrí hasta donde había dejado las fotos que me mostraban una escena horrible, sin saber que estaba en un gran error y daba pasos en falsos sin querer saber.

    Con lágrimas en los ojos y el corazón roto saque las fotos rápidamente del sobre y se las mostré desde donde estaban, él se acerco y tomo las fotos y empezó a verlas todas rápidamente como si no pudiera creer lo que veía… pronunció mi nombre y alzó su rostro

    —Kagome, esto…esto no es verdad, esto nunca paso ¡todo esto es un farsa!— me decía desesperado y con la voz un tanto quebrada— tienes que creerme

    — ¡¿Y por qué creerte Inuyasha?! Si hay pruebas que lo confirman— le reprochaba en la cara su infidelidad hacia mí

    Al menos eso era lo que creía y sentía en ese momento, pero cuan equivocada estaba. Error que hoy lamento día y noche.

    — ¡Por favor Kagome! Créeme yo te amo a ti, nunca te haría algo así—me tomo con sus brazos y me aferro a su pecho— esto es solo una persona que nos quiere hacer daño mi vida, yo te amo

    Las lágrimas seguían saliendo de mis ojos, me dolía escuchar los que me decía cuando esas fotos mostraban lo contrario, pero fui tan tonta que me deje llevar por lo que sentía y no creer en lo que él me decía.

    —Pues no te creo nada Inuyasha—me aparte de él y seque mis lágrimas— las fotos dicen más que mil palabras y yo no voy a soportar que me vean la cara, así que mejor vete Inuyasha que no te quiero ver

    —Pero amor es más que la verdad— empezaban a salir lágrimas de sus hermosos ojos— yo nunca te seria infiel, solo tengo ojos para ti mi amor

    — ¡No me digas mi amor! Si ya no me querías era suficiente con decírmelo, no hacerme pasar por esto— me sentía traicionada al saber que los labios que un día me tocaron habían besado la boca de otra mujer

    —Pero si yo no te hecho pasar por nada…—parecía decírmelo con tanta sinceridad, alzó sus manos y las postro en mis hombros— que no ves que todo esto es una farsa— me miro fijamente a los ojos, pero yo por ser orgullosa y por terminar con aquella pesadillo seguí apartándonos más

    — ¡Mentira!— quite sus manos de mi cuerpo —eres más que un maldito pervertido que solo va tras la primera que te pasa por los ojos — lloraba

    — ¡¿Cómo puedes pensar eso de mí?! Tantas veces que te he mostrado mi amor y jamás te he fallado…—

    —Hasta ahora— le di la espalda

    — ¿Acaso no confías en el amor que te tengo?—me pregunto desesperado

    —No, ya no— salieron las palaras de mi boca y apreté mis puños

    —Me desilusionaste Kagome Higurashi, creo que después de todo no eres la personas que yo creí eras…ya no tiene caso que siga aquí—dio media vuelta y salió de mi departamento, sin antes decir…—Te amo Kagome

    Al oír el quedo cerrar de la puerta, gotas de agua salada empezaron a deslizarse por mis mejillas a causa del inmenso dolor erróneo que sentía, me senté en el sofá y con el corazón deshecho me quede dormida sumergida en un mar de sentimientos.

    Me duele no tener a Inuyasha cerca de mí, pero lo que más duele es que no creí en la persona que me amaba y además que tuvo que haber pasado tiempo para sacarme de ese error que acabó con nuestro amor en una noche.

    Si mi vida tan solo fuera como la una película que vi hace tiempo. Donde a una pequeña niña de cuatro años se le muere su perrito por un descuido de ella y justamente ese día es cumpleaños y al momento de soplar las velas del pastel pide de deseo: poder comenzar el día y evitar que pasara lo de su perrito. Y como es película el deseo es concedido.

    Podrías hacer eso ¿Por qué no? Es mi cumpleaños y mi hermana muy temprano en la mañana me trajo un pequeño pastel, solo es cuestión de prender las velas… pero por favor que cosas digo esta es la vida real y esas cosas no suceden, que suerte tuvo esa pequeña niña de la película. Creo que me estoy volviendo loca.

    Salí al pequeño balcón de mi departamento a ver el cielo estrellado. Aun recuerdo cuando Inuyasha y yo hacíamos eso; nos acostábamos en el suelo y observábamos las estrellas y la luna y la única diferencia esta vez era que había nadie a mi lado y asaba una estrella fugaz… ¿Una estrella fugaz? Hace mucho que no veía una… tal vez sea mejor que las velas de un pastel, es algo loco pero no tengo nada que perder.

    Cerré mis ojos y con todo mi corazón desee estar un año atrás. Sentí una ráfaga de viento rosar todo mi cuerpo y revolotear mi cabello, era exactamente como la película de esa pequeña, abrí los ojos y rápidamente fui a ver el calendario: era el mismo día.

    —Actúas como niña, Kagome— me reproche

    De pronto mis oídos captaron el sonar del timbre en mi puerta ¿Quien podría ser a estas horas de la noche? No es como que espero a alguien. Fui a la puerta y con mucho pesar decidí abrir la puerta.

    No era posible lo que mis ojos veían, ¿Acaso lo que hice había funcionado? Mi corazón empezó a latir muy fuerte y comencé a sentir un calor indescriptible que llenaba todo mi cuerpo. Me quede viéndolo por unos cuantos segundos, volver a contemplar esa figura, y ver como su cabello platinado que era víctima del viento que corría, era como si el alma me regresara al cuerpo. Sentí como toda esta tristeza, dolor, e ira conmigo misma iban desapareciendo ¿Será que la vida me ha dado una nueva oportunidad?

    —Mi estrella— pronunció

    —Mi sol de media noche—volví a sentir el calor de sus brazos

    F I N
     
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