"La victoria no siempre va a estar contigo" Era lo que yo recordaba. Ya habían pasado más de tres días y al parecer nadie, me recordaba. ¿Por qué? ¿Qué había echo para que la gente me olvidara tan rápido? ¿Acaso así es la vida de un maestro pokémon? Vivir, Ganar y Ser Olvidado. Los únicos seres vivientes que tenía a mi lado eran a mis compañeros de combate, mis pokémon... El frío que hacia me helaba todo el cuerpo. No podía levantarme ya que mi pikachu estaba demasiado herido. Todavía recuerdo aquél día en el que decidí alejarme de todo lo que me rodeaba y venir a esta montaña a esperar a los mejores entrenadores. Aún recuerdo mi última batalla. Ese chico, Gold. El viento gélido azotaba las paredes de la cueva en la que yo me encontraba cuando el chico de ojos color miel me retó. Mis pokémon no se encontraban en condiciones para pelear pero el insistente me lanzó su primer ataque. Pika se lanzó como pudo para detener ese ataque de fuego de su Typhlosion al cual llamaba Explotaro. Pika me miró confiado, el iba a dar todo de si para esta batalla. Suspiré un poco angustiado al saber que la verdad era otra... Mandé a Pika a realizar unos cuantos ataques al Typhlosion pero el cansancio hizo que Pika llegara a su límite. Un poco desesperado fui por Pika y al verlo en el suelo todo herido mi corazón se llenó de odio hacia aquel entrenador y su pokémon. Apreté los puños y mandé al Charizard que Green me había intercambiado ordenandole usar el ataque sísmico mientras yo me quitaba el chaleco y se lo ponía a Pika. El ataque no derribó a su Typhlosion lo cual me irritó bastante, no contra Charizard. Le dije al chico que era hora de pausar la batalla ya que mis pokémon estaban debilitados pero el no quiso escucharme y lanzo un poderoso ataque hacia Charizard derritiendo una parte de la cueva. Cuando me vine a dar cuenta, iba cayendo por una grieta. Charizard me alcanzó y me sostuvo pero sus energías no eran suficientes para volver a volar así que me protegió con su cuerpo al impacto. Unas lágrimas recorrieron mis mejillas. Abrí los ojos otra vez solo para observar mientras el chico se iba lentamente. Más lágrimas siguieron a la primera e intenté levantarme del pokémon que había dado su vida por salvarme pero el intento fue en vano. Al parecer tenía una pierna rota y la espalda me dolía bastante. Me arrastré al lado de Charizard junto con Pika inconsciente en brazos. Traté de regresar a Charizard a su pokébola pero no podía ya que estaba rota a lo mismo que las demás. Suspiré un momento y me imaginé que alguien vendría por mí, quizá Green, Blue, o... Yellow. Ya casi no puedo ver con claridad debido al hambre que me mata. Decidí dar la última poción a Pika y le ordené que fuera con el profesor Oak y que ahí se quedara, yo pienso que aquí es donde el destino a elegido como lugar de mi muerte... Y si nadie me recuerda, al menos quiero que el viento sepa, que yo decidí, ser el mejor...
Primer que nada, edítalo y sácale la cursiva al texto. Tratá de usarla sólo para pensamientos o algo a lo que le quieras hacer una énfasis. Bueno, con respecto a lo técnico: noté que los puntos suspensivos eran muchos y habían algunos innecesarios, cuidado con eso. Además, hay algunas frases que no tienen mucho sentido, o que lo tendrían si hubiese una coma en ellas; faltan tildes en los pronombres, hay algunas mal colocadas (fuí), también faltan en otras palabras (ordenándole, hacía). Creo que repetís mucho el "cuando", pero eso es fácil de arreglar, lo cambiás por otro conector. En fin, palabras mal escritas no noté, pero te aconsejo que separés en párrafos el texto, porque todo junto queda mal. Por otro lado... ¡Este escrito es terrible! ¡Me has hecho emocionar demasiado! Lograste captar muy bien los sentimientos en una escritura simple, y eso me encantó. Realmente me hiciste sentir que yo estaba allí con Red, y que podía sentir su frustración. Ay, pobrecito, ¡no merecía ese final! Lástima que él, como muchos, no pudo salvarse del olvido. Es muy triste esto, pues él era de los mejores entrenadores, uno realmente bueno. Y cuando juege Pokémon y tenga que pelear con él... no me lo perdonaré jamás, en serio. xD Fue muy emotivo cuando trató de proteger a Pika, al igual que cuando Charizard lo salvó. Pudiste relatar muy bien esta escena, y los lectores pudimos ver la amistad que hay entre entrenador y pokémon. Me agradó que hayas salido de lo convencional que se ve aquí: los shippings. Es agradable leer algo trágico de vez en cuando. Muy lindo escrito, me ha encantado. Felicitaciones. :)