Crónicas De Las Estaciones (secreto de parejas ;))

Crónicas De Las Estaciones (secreto de parejas ;))

“Crónicas de las estaciones”

Bueno, este nuevo fic, como siempre, esta basado en la idea de ir variando un poco mis escritos y así crecer de a poquito en calidad como escritora. Fuera de mi obsesión por cemzoo xD entro ahora, a dejarles mi nuevo fics, que va para el concurso de Pami al mismo tiempo. Esto no quita el hecho de que QUIERO COMENTARIOS.

Este fic esta basado, como ningún otro, en un fic que yo escribí hace años. En realidad el primer diálogo es lo único que tengo hecho, lo demás lo voy a crear ahora. Quién sabe… tal ves me agarre la loca :D como siempre, y reviva alguno de mis fics de antaño, que traducido, serian fics completamente irracionales, locos e inmaduros, como yo en mi esencia… :D

‘Invierno’ El inicio de una pesadilla.

-hola
-¿Qué tal? ¿Qué pasó? –preguntó con la gracia de una típica persona que no conoce mucho mundo más que el propio
-muchas cosas… -mostró su melancolía y sonrió-¿hablamos?
-bueno, no importa. Si me esperas, iremos a caminar y tomarás tu tiempo-dijo ofreciendo humildemente la posibilidad de que pudiera pensar bien las cosas que diría.

Los pasos en la calle a penas se pueden escuchar, pues los pasos de los demás tapan cualquier otro sonido. Sin embargo, estas dos muchachas caminaban lentamente y ese sonido, ese tacleteo contra el piso, marcaba para una de ellas el incesante sonido de las agujas de su reloj, mientras para la otra, marcaba una marcha rápida como un suspiro.

-te veo cansada, y seria últimamente –dijo mirándola acusadoramente
-si, lo sé, no me veo bien. –contesto la segunda con desdén mientras cruzaba sus brazos y seguía caminando con indiferencia.
-te ves como siempre, mal –dijo tratando de animar la situación
-muy… gracioso-recibió por respuesta
-¡vamos! Salí de mi hogar para hablar con vos… contame que es lo que te sucede… por algo me llamaste –dijo ahora poniéndose delante de ella
-muchas cosas –respondió luego de unos cuantos pasos la chica-mira, mira allá. Todo lo que pasa… estoy cansada, realmente. Hoy, una ves más, parecía una estupida delante de tres personas –relato subiendo su voz sin notarlo-¡por caer entre medio de ellos…!
-¿caerte? –Pregunto nula de sorpresa-¿te caíste?
El silencio se volvió irreverente a la conversación, y el frío solo izo que ella se abrazara más. La calle estaba tranquila y solitaria, y los pasos seguían acompañando levemente sus caminos.
-…no, pero algo así, por seguro –dijo tomando asiento de pronto en un banco de la plaza más pequeña del barrio-son como los chicos, ¿sabes? Confían en ellos. En el muy fondo yo sé que uno de ellos piensa lo que yo creo…. Y sé que su dichoso amigo-repuso con burla-sabe lo que el primero siente. Por eso, me asusta, ¡realmente! Él parece tener miedo, y el otro lo cobija. Y ella… ella no hace más que ayudar, se mantiene al margen. Y yo caí… tan estúpidamente en sus trampas. No sé que hacer… -concluyo con la mirada perdida, ya haciendo el abrazo algo más molesto y cerrado, tirando su torso sobre sus piernas… el frío parecía picarle cruelmente en cada centímetro de su piel como miles de agujas enfiladas clavándosele más profundo a cada segundo.
-¿vas a volver?-escucho la chica, quien casi izo caso omiso a tales palabras
-no
-¿es eso miedo?
-enojo, furia –repuso la chica, quien hacia movimientos cada ves más grandes
-miedo…
-por supuesto –suspiró- no los puedo vencer. Son mejores, definitivamente
-¿edad?
-mayores
-¿la tuya?
-menor.
-al menos de eso estas conciente ahora… ¿lo sabias antes?
-no
-¿vas a volver?
-no me hagas repetir las cosas, dije que no.
-¿Cuál es la razón? –preguntó la voz, algo apagada ahora, tal ves opacada por la nube de humo que salía de sus labios cada ves que hablaba, o porque su figura estaba inmóvil ante el movimiento de la otra chica y entonces no podía evitar pasar a un segundo plano, como si por poco no estuviera allí
-no los quiero ver-respondió luego de un letargo la chica, ahora sus movimientos eran más cortos-además ya dije que no.
-ah –dijo la otra figura, totalmente inmóvil-la culpa es una excelente arma… -reconoció entre sus titubeos, como si hablara más para sí misma que para la otra chica.
-¿crees que lo logre?
-dentro de mucho, por seguro. Seguí el juego, y no vallas a menos que sea inevitable. Como lo veo, es un campo de guerra, anda y volvé corriendo, es el peor de los lugares. Se reirán, y llorarán de la risa. Risa que es burlona, risa burlesca, que no vale la pena sentir. Pero ten en cuenta, son más grandes…, y vivieron más que vos. Es muy probable que lo olviden y dejen ir… tienen más cosas en que pensar –dijo mientras de pronto se puso de pie
-“seguir el juego… olvidarlos… o vivir para esto” tenes razón. Estoy demasiado sola, eso creo
-acordate que la soledad es tu compañía, y aún falta mucho por aprender para que al menos la sabiduría esté de tu lado. Podrás aprender ahora, pero no aplicar. Pregúntate porqué… y sabrás la respuesta a todas tus interrogantes, ahora… ellos tampoco saben… solo que saben más que vos.
-y si… ¿yo lo olvido? “matarlos…”
-¿entendes?...
-“creo…”-¿Dónde estas?

Levantó su vista, y luego su tembloroso cuerpo. No había nadie más allí que las densas nubes blancas, amontonadas encima de su cabeza, y el árbol gigante, el único que parecía sufrir el frío del lugar además de ella. ¿A dónde estaba su amiga? ¿Qué habría sido de ella? Camino hacia el árbol… era simple y era real…

-cierto –se dijo mientras se sentaba –que cruel es la vida contigo –acaricio la corteza detrás de ella-justo en el peor momento, las hojas te dejan. Creo que conmigo fue igual, justo cuando más lo necesito, recordé que estoy sola. Siempre estoy sola… y que ella nunca existió, más que en mi cabeza. Me pregunto qué impulso me izo recordar que ella nunca existió…

A lo lejos, pasaban dos chicos serios y parecidos uno más alto que el otro, cuando una hoja calló en sus cabezas. Uno de ellos la miró con algo de curiosidad cuando notó que detrás de este torpe anuncio de autos, el gran árbol donde él recordaba haber pasado varios veranos, estaba ahora pelado y moviéndose con la rudeza propia del viento.

-pronto lloverá… -dijo el más alto mirando el cielo
-si –dijo ausente –pronto habrá tormenta –dijo mirando a la chica sentada sobre las raíces, abrazada a si misma, quien ahora había dejado de hablar sola, como la había visto hacer minutos antes, mientras la estudiaban de lejos.





les gusto???... la pomy :D
​

 

Re: Crónicas De Las Estaciones (secreto de parejas ;))

Shinfua: muchas gracias por pasarte, ya que miré... creo que te pasaste por cada fic que leo jajaja... bueno y si, en tus ideas de lo que sucede, no estan TAN equivocada xD

-mvss,' : escribi bien tu nick?... xD dios... en realidad este capitulo lo ice asi a conciencia de que iba a confundir, esa era la gracia :P

mayelita: bueno espero no haberte hecho esperar mucho ^^

alfredita:

claro, agradesco que te tomes el trabajo de darme concejos, pero las dosw cosas que me dijiste que pusiera, los nombres y el caracter, no los puse... aproposito xD paciencia que las cosas las hago planeada para torturar (6) ja... despues paso por el fic ^^

pan-chan: la autora de uno de mis fics preferidos!! ^^ ja mejor si no entendiste quien era juaaaz

Sesskag: hermanita!! porque me decis eso con las mayusculas?? ToT si yo puseee... :(

alania: otra que me ataca con las mayusculas >.< yo puse! ja me alegra que te intereze la trama...

SARITZ:siempre tan fiel xD ja bueno... que tiene de malo hablar con un arbol?? jaja... xD no viste las pelis de inuyasha?

muchas gracias por pasarse, aca viene la conti ^^

 

Re: Crónicas De Las Estaciones (secreto de parejas ;))

hola a todas mis hermosas y fieles lectoras, habran notado que puse conti rápidamente. hayá sus esperanzas, me temo que me inscribi en un concurso nacional de escritura y como tengo que tener el cuento principal para la semana que viene... u.u se imaginaran que voy a tardar... si?

bueno solo avisar eso a las locas esquizofrenicas xD que me siguen... :P

 

Re: Crónicas De Las Estaciones (secreto de parejas ;))

"Primavera, estableciendo un modo de vida en el nuevo hogar"

El frío viento de inicio de la Primavera parecía ser el responsable de susurrarle las muchas habladurías de los demás.

No podía evitar bajar la mirada ante sus pasos, y ver cómo los pliegues de su ropa se amontonaban y caían desfigurados hacia el suelo. Con zancadas largas y firmes, miró nuevamente el lugar. Una tétrica impresión la apabulló, clases cuando los demás no tenían más que hacer más que mirarla, criticarla, atacarla.

-¿estas bien, Kagome? –preguntó una voz. Ella no miró ni respondió, a sabiendas de quien se trataba –vámonos a casa, ya terminó la hora de clase.

Ella miro tímidamente a la persona, mientras la señora la llevaba cortésmente a un auto medio destartalado y volvían al lugar que Kagome debía llamar hogar.

Una vez más, la ventana de su cuarto estaba rota. Todas las mañanas, y todas las noches se la rompían con algún piedrazo, y aunque la voz de la mujer trato de calmarla, ella se negó y subió en silencio, para encerrarse en la helada extensión.

El frío le carcomía los huesos, pero la vista era preciosa. Se sentó en el marco, perdida en la vista del cielo. Algunos muchachos pasaban por la acera y le gritaban cosas, pero se contentaba con no hacerles caso.

“¿será verdad lo que dicen de mi?” se preguntaba, abrazando sus piernas con sus brazos. Por unos segundos, en medio de meses de aislamiento, ella prefirió escuchar. Cerró sus ojos, atenta a las voces del afuera.

-¡loca! Volve al loquero –repetían jubiles voces, entre risas y juegos.

Ella los miró, ahí estaban. No eran mucho más grandes que ella, y no eran tan especiales. Aún así, se reían de la pequeña y corvada figura de la chica sentada sobre la descascarada ventana, desde donde miraba el cielo.

“me pregunto si estoy loca, entonces” razonó mientras sus manos tamborileaban algunas canciones que en su mente ella reproducía. Ese día había sido como todos los demás, totalmente retraída y renuente a aceptar a la sociedad, sumergida en sí misma, siendo quien era. Pero cada tanto, despertando y viendo los alrededores, alimentando su curiosa investigación del afuera. No lograba entenderlos, pero ellos a ella tampoco.

Hacía una semana que se oponía que volvieran a poner algún vidrio en la ventana. El costo del arreglo era alto, y aunque a ella realmente no le interesase, era una excusa perfecta. La verdad era que a ella le gustaba sentarse ahí y escuchar las voces de los jóvenes que le gritaban. En el colegio la interacción era demasiada para prestarles atención, pero en la tranquilidad de su cuarto era más fácil.

Pronto, la mejora en los días era obvia. Una brisa cálida en el viento movía sus cabellos, mientras ella se los cepillaba mirando una vez más el cielo despejado.

La anciana que la cuidaba constantemente se preguntaba qué haría cuando lloviera, pero en Primavera no solía llover demasiado.

Aunque ella tuviera clases especiales, era el estado quien la sostenía y debía concurrir al colegio de todas maneras. Se trataba de un colegio muy bueno, avalado por premiaciones nacionales ya que sus alumnos mantenían excelentes niveles.

A ella por supuesto no le agradaba la idea de ir allí porque estaba mucho más cómoda en su hogar, en su ventana. Pero al menos la lectura era una vía de escape, y mal le pesara a muchos, sacaba las mejores notas aún sin hablarle a los profesores.

La habían sacado de su internado al notar la inteligencia que tenía. Frases como “… los que padecen este tipo de enfermedades suelen ser más inteligentes que la mayoría” eran la que la habían traído a este nuevo lugar. Extrañaba sus costumbres, sus comidas, hasta sus medicamentos. Pero era inexplicable porqué se sentía más liviana al estar allí afuera, entre el bullicio.

Acostumbraba a sentarse por las noches al pie de unos árboles en la plaza, aunque muchas veces la habían corrido parejas que querían privacidad. Como no le gustaba estudiar en la casa desde la llegada de dos niños que se la pasaban haciendo ruidos la molestaban, ella había tomado la costumbre de trepar en los árboles y estar tranquila leyendo a la luz de la luna. Su afición por la lectura y su supuesta condición ‘diferente de los demás’ era lo que interiormente la convencía de que estando así estaba mejor.


Hacia muchos días que ellos la observaban. La curiosidad y belleza en la chica era despampanante, aunque lastimeramente en su grupo de amigos la costumbre por molestarla era veneno para el interés de ambos. Eran populares, eran excelentes atletas… y eran inteligentes y orgullosos. La ultima parte los catapultaba debajo de sus personalidades, austeras y fuertes, que daban demasiado facilidades como para perderlas por hablar con ella.

-¿crees que sea estupida? –preguntó un día uno al otro, mientras la seguían en su paso a la misma plaza de siempre.

-no tengo idea, pero me gusta cómo sonríe cuando está sola. Creo que es señal de que está en paz, pero de todos modos nunca la escuché hablar.

-tiene una hermosa sonrisa.

-tal ves nosotros la veamos así.

-¿a que te refieres?

-¿Por qué nos interesa, Inuyasha? La vemos diferente, la vemos especial a nuestros ojos. La discriminamos porque sabemos su pasado.

-el que haya estado en un loquero toda su vida es lo que nos llevo a conocerla, al menos de lejos. La noticia revolucionó a muchos y nos trajo la curiosidad –dijo cruzándose de brazos mientras se sentaba en el umbral de una calle enfrente de la plaza- pero verla es tan… extraño

-¿crees que nos estemos enamorando de ella?

-estoy seguro –dijo sorprendiendo a su hermano por la tranquilidad en sus palabras- no es malo que a los dos nos guste la misma persona, pero no sé si ella sepa o quiera amar.

-¿realmente estarías con ella? –preguntó mientras delineaba las delicadas facciones de la chica acostada a lo largo de una rama, quien pasaba velozmente las hojas de un gordo libro.

-¿tu no? –pregunto el otro, sonriendo melancólico.

-tienes razón. Pero… ¿Qué podemos hacer? Al menos me gustaría conocerla, saber cómo es. Nuestros padres avalan el proyecto por el cual ella esta aquí afuera, podríamos preguntarles…

-no, nos molestarían y no creo que estén de acuerdo. Debiéramos hablar con ella –propuso con renovado brillo en sus ojos.

-¿Qué le diríamos?

-lo que sea.

-¿y si nos tiene miedo?

-tienes razón –dijo y se levanto de golpe –vamos.


espero les haya gustado ;)

la pomy

 

Re: Crónicas De Las Estaciones (secreto de parejas ;))

“Verano, amores vacíos”

La flor florece de repente, de golpe… inesperadamente hermosa luego de tan solo unos pocos cuidados. Y se muestra maravillada a la luz del mundo, y maravilla al mundo con su brillo, porque es única y no se compara de manera alguna con ninguna otra flor más. Ahora ella no se marchita, sino que crece sin vergüenza ni límite, mientras que las demás se estancan, se oscurecen y reptan por la tierra, dando lástima o asco a quienes las pasan por encima.

La amistad había surgido como algo que estuviera pactado, el brillo en sus ojos y las palabras casi cálidas que ellos le otorgaban por un impulso natural. Aunque la mayoría detestaba que le hablaran, todos cedieron a ella y pronto dejaron atrás muchas cosas que antes la catalogaban.

Habían descubierto a una muchacha terriblemente hermosa cuando un par de chicas a las cuales les caía bien se habían comprometido renovar su imagen. Ahora usara el cabello más arreglado y su rostro brillaba ante el sol. Sus ropas eran más apegadas y suaves, dignas de ver dibujándose contra su contorno firme y blanco. Sus ojos solían brillar cada vez que alguien le hablaba, aunque claro, como bella flor que sola se conservaba, le costaba muchísimo esfuerzo poder conectarse con los demás.

Era con Inuyasha y con Sesshomaru que ella más se llevaba, pues eran ellos que de alguna manera sabían llamarle la atención y concentrarla. Había días, sin embargo, que su locura la encerrada en su cuarto y la volvía violenta, o veces en que no hablaba ni mirada nada, quieta sin la capacidad de notar sus actos. Estas veces habían asustado a más de uno varias ocasiones, y eran solo estos dos hermanos los capaces de afrontar estas realidades y sacarla adelante una y otra vez.

-Kagome –llamó Inuyasha mientras salían de la escuela-olvidaste tu libro de literatura –quiso dárselo pero ella siguió al mismo paso y siquiera lo miró. Él puso el libro entre los suyos y caminó silencioso a su lado, cuando ella llego a la casa entró sin inmutarse e Inuyasha tampoco se preocupó mucho, no era la primera vez –hola, vine con ella. Se olvido esto –dijo cuando le abrió la señora- por favor luego déjeselo entre sus cosas.

-muchas gracias, no deberías haberte molestado. Sé que vives lejos, y es mucha molestia venir hasta acá, insisto que lo comiences a dejar en la dirección.

-no e suna molestia –sonrió –parece que no le gusta tanto la materia, en la segunda semana que deja el libro. De todos modos dentro de poco saldremos de vacaciones…

-lo sé, eso es algo que me tiene algo mal.

-¿porqué? –interrumpió otra voz más masculina y fuerte. Inuyasha se volteó y miro a su hermano. –vine a verla, ¿puedo pasar? Me comprometí ayudarla con matemáticas.

-no es su día –advirtió Inuyasha.

-es el cuarto día seguido que no lo es y vengo igual Inuyasha –reprendió él y pasó – yo lo llevo.

Subió con el libro y dejo algo sorprendido a Inuyasha, quien no sabía nada de esto último.

El tiempo pasó luego de eso, y aunque Inuyasha seguía esforzándose, parecía que Kagome más se cerraba a él, y también menos se hablaba con Sesshomaru. comenzaron a reprocharse cosas que antes pasaban por encima, y el tiempo juntos era tiempo perdido en sus itinerarios. Su hermano dejó también de hablarles a sus amigos e Inuyasha se encontró bastante indignado ante su repentina soledad, lo cual no le parecía justo.

-¿porqué ella le habla y a mi no? –Se preguntaba mientras caminaba cerca de su casa –me imagino que él le habrá dicho cosas malas y que ella ahora me rechaza. Es muy dura cuando se le mete una idea en la cabeza.

-ella habla con quien quiere porque así lo decide. No eres quien para decidirlo –le contestó a sus espaldas su hermano, quien últimamente solía aparecer de esta forma con él.

-Sesshomaru… ¿Qué quieres?

-ver que hacías rondando por la puerta de su casa. No se puede concentrar si te ve dando vueltas –señaló una ventana y ella sentada en esta.

-solo quería… verla.

-mira Inuyasha, eres tu el que esta mañana siquiera la saludo cuando entró. La estas dejando atrás y aunque no te diga nada, ella lo nota. Sigue riendo a carcajadas con tus amigos en los salones, y disfruta tu vida con ellos… pero luego no la tortures con tu presencia, porque la lastimas más.

-no es así, yo me preocupo por ella.

-no eres para ella… sé que no lo haces a propósito –dijo sarcástico –eres estupido de nacimiento, no te hecho la culpa. Pero al menos ahórrale las esperanzas y déjala en paz.

-¿de qué hablas?

-ella no deja de hablar de ti… mejor dicho, si habla, te menciona. Pero sus ojos muestran lo que siente, la lastimas terriblemente con tus actos.

Inuyasha frunció el seño –eso es mentira-contestó –ella jamás dijo lo que sentía.

-ohh –se acercó a Inuyasha- no lo hace, yo lo sé.

-solo lo dices porque ella te gusta y la quieres para ti.

-ella me gusta, ¿para que mentir? Y mucho… me resulta completamente atrayente, es un juego que nunca termina y se hace más y más difícil… pero ella lleva las de ganarme y vos me atrasas. –Lo empujó-déjala en paz.

-déjala vos –lo empujo más fuerte –y déjala tranquila en vez de venir siempre y encerrarte con ella.

-a diferencia tuya, yo entiendo las cosas y se las enseño. Hago un bien…

-… ¿a la sociedad?

-no, a ella. Y no me importan mucho los demás.

-de nada te sirve enamorarte de ella… ¡ella jamás te corresponderá! –gritó ya ofendido.

-y eso ¿Qué te importa? Metete en tus problemas.

-DEJALA SOLA… -gritó fuera de si por las respuestas cerradas que le daba.

-ES MIA, INUYASHA, NO TUYA.

-¿TUYA? ELLA ME QUIERE A MI, ¿O NO? A MI… NO A TI… ES MIA ENTONCES… TE GANE SESSHOMARU…

-cállate… -dijo de repente serio. Un silencio se extendió, y de repente la puerta de la casa resonó en sus oídos. La señora salió y camino lentamente hacia la entrada.

-váyanse los dos –respondió a las miradas curiosas de ambos –vayan y no vuelvan, ¿escucharon?

-pero…

-nada –respondió de golpe. –ella no los quiere ver más… entré a su habitación y escuché con ella sus gritos… ella los escuchó –dijo mirándolos soberbia –y me dijo que quiere que se vayan.

-Kagome –dijo tristemente sesshomaru mirando la ventana donde ella miraba el cielo, totalmente inconsciente ahora.

-pero señora…

-vámonos Inuyasha. –dijo sesshomaru –lo lamento, no quise que esto pasara –dijo a la señora y se alejó rápidamente.

La señora suspiró al ver la honorable reacción del hermoso chico, realmente le caía bien. Sin embargo Inuyasha no podía comprender la repentina orden ni la intensidad del porqué y entró a la fuerza a la casa. Torpemente entró en la habitación de ella y cuando la anciana llegó, se encontró con una habitación sola. Inuyasha había tratado de torpemente disculparse y había causado el enojo de la muchacha, quien se había escondido y llorado.

Así terminó como empezó la amistad entre ambos hermanos, ahora separados quienes antes se habían sentido tan bien al conocer a esta hermosa flor, dichosos mutuamente… y ahora separados porque uno envidiaba el amor de ella, y otro no toleraba la muestra de amor del otro.