de Inuyasha - Corriendo del pasado

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Giigiie, 25 Enero 2010.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Giigiie

    Giigiie Guest

    Título:
    Corriendo del pasado
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    1064
    Corriendo del pasado

    Nota de la autora: Aviso que mis capítulos son cortitos. Espero que les guste.

    Blabla - Pensamientos -
    Blabla - Charlas -

    Ya era tarde en la era feudal, nuestros chicos se encontraban durmiendo placidamente en un templo (que gracias a Miroku con sus propuestas lograron conseguir), todo estaba tranquilamente...para ellos..., en otra zona, para ser más exactos en el bosque, una chica de cabellos oscuros y ojos chocolates corria, intentando alejarse de algo. Su respiración estaba notoriamente agitada, eso significaba que llevaba un buen rato intentandose escapar.

    - No voy a volver, no lo voy a hacer por más que deba correr el resto de mi vida - decia la chica, en ese momento noto que estaba demasiado lejos de su aldea, del lugar que escapaba - No se donde estoy... - pensó mientras dejaba de correr para quedarse en ese lugar. Miro hacia el cielo, estaba oscuro, eso significaba que era de noche - ¿Dónde se supone que debo ir?, con súerte sabía ir a comprar comida en la aldea ¿Cómo se supone que encontraré un lugar tranquilo en donde descansar? - suspiró angustiada y continuo caminando con la vista baja, estaba tan centrada en el suelo que no noto el árbol que estaba muy cerca de ella por lo que se dió de lleno contra este cayendo sentada en el suelo, como acto automático llevo su mano hacia su cabeza - ¡PERFECTO! - exclamó enfadad - tengo hambre, tengo sueño, estoy cansada y no se donde me encuentro... - volvió a gritar.

    - Deberías dejar de gritar como una lunática mocosa... - la chica se dió vuelta furiosa, pronta para decirle una hermosa lista de insultos al chico que le había dicho mocosa pero no pudo hacerlo, abrió su boca sorprendida mirando las orejas del chico. Se levantó rapidamente del piso con toda intención de comenzar a correr nuevamente, pero no pudo, ya que el chico de las orejas la tomo fuertemente del brazo - Por la manera en que te estrellaste con ese árbol supongo que estás perdida - soltó al mismo tiempo que la soltaba a ella.

    - ¿A si? ¿Y quién lo supone? - preguntó mirandolo desafiante, aunque por dentro estaba a punto de infartar. Ese chico era un demonio y ella estaba segurisíma de eso.

    - Inuyasha lo supone..., mocosa berrinchuda - dijo mientras se cruzaba de brazos. Una sonrisa que hacía enfadar a cualquier persona se formo en su rostro.

    La chica entrecerró los ojos - No me digas mocosa, tengo nombre y es Sadako, perro sarnoso - contestó de mala manera.

    - No me digas así... - cuando estaba a punto de decirle mocosa nuevamente, cerro su bocota, no tenía ganas de discutir con una chiquilla que no sabía ni donde estaba. - Se donde hay una aldea - comentó aún con su sonrisa desquiciante.

    Sadako respiró profundamente un par de veces, no podía insultarlo ya que ese chico era parte de su salvación, es decir, el chico-perro sabía donde había una aldea, eso ya era un avance para su escapada - Está bien, ¿Dónde está? -

    - Bastante lejos de aquí, chiquilla - Le contestó Inuyasha descruzandose de brazos.

    - Genial, dame las indicaciones de como llegar, mañana a la mañana comenzaré a caminar hacia ella - dijo mirandose sus pies, sentía como estos estaban a punto de explotar o deshacerce.

    - No digas estupideces, niña - soltó mientras la colocaba en su espalda - yo te llevaré, pero no te acostumbres a andar encima de mi -

    - ¿Qué chica con dos ojos en la cara desearía estar encima de ti? - preguntó con irónia - ahora bajame y no hagas estupideces -

    - No lo haré, soy mucho más rapido que tu niñita... -

    - ¿Y que harás? ¿Correr a toda velocidad? - preguntó Sadako con irónia -

    - Sí - respondió Inuyasha, a los pocos segundos comezo a correr, Sadako debió aferrarse a él. El camino fue silencioso, aunque algún que otro "mocosa" o "perro sarnoso" se dijeron en el camino. Al llegar a la aldea Inuyasha dejó caer de trasero a Sadako, esta no pudo hacer más que fulminarle con la mirada y levantarse para comenzar a sacudir su kimono.

    Inuyasha le indicó cual era el lugar donde se hospedaban, por lo que Sadako lo siguió en silencio, al abrir la puerta de donde estaban los demás se encontró con una escena poco esperada, todos estaban sentados perfectamente esperandolo - Dónde te habías metido? - preguntó una chica de cabellos negros y ojos negros que ahora demostraban enfado -

    - Fui a caminar, gracias a cierto zorrito que me pateaba mientras intentaba dormir me desvelé - contestó él lanzandole una mirada asesina al pequeño niño con cola de zorro.

    - ¿Y la bella niña que tienes detrás? - preguntó un monje mientras se acercaba a ella - ¿Cuál es tu nombre preciosa?, tu edad tampoco estaría de más ¿sabes? - una sonrisa pervertida se formo en su rostro.

    - Sadako, quince años y tú me atemorizas... - soltó mientras se alejaba de él.

    - No te preocupes por él, por lo menos no te ha pedido un hijo... - dijo otra chica. - mi nombre es Sango - se presentó sonriendo amistosamente, algo que por primera vez en su vida veia Sadako - ella es Kirara... - señaló al pequeño gatito que se encontraba mirando a la recién llegada con atención - el niño es Shippo, el moje pervertido es Miroku y...¿Qué tanto le miras a Kagome? -

    - Su vestimenta es rara... - respondió Sadako.

    - Es que ella es rara... - agregó Inuyasha con diversión, Sadako sonrió pero al parecer a Kagome no le había divertido la bromita.

    - Inuyasha. Abajo - rodó los ojos y se levantó del suelo - ¿Qué hacias sola a estas horas, Sadako? - preguntó Kagome con curiosidad.

    Sadako simplemente suspiró y abrió su boca para comenzar a contar su larga historia.




    Continuará.
    Espero que les haya gustado.
     
  2.  
    Giigiie

    Giigiie Guest

    Título:
    Corriendo del pasado
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    852
    Sadako simplemente suspiró y abrió su boca para comenzar a contar su larga historia.

    - Mi padre era la mejor persona que se pueden imaginar, siempre estaba con una sonrisa y siempre era bondadoso y más hasta que eso cambio, actualmente es frio, malvado, disfruta de ver a las personas sufrir, manda asesinar personas sin razón alguna y para colmo me quiere casar con un niño de esta altura - hace señas de que el niño le llega hasta la cintura - el niño es mucho peor que mi padre, es sádico, imbécil... -

    -¿Acaso ese niño tiene un caballo de fuego? - preguntó Sango, interrumpiendo su historia.

    Sadako asintió con su cabeza - Hakudoshi es el niño - suspiró - me escapé de él y sus raros insectos, por eso estaba corriendo -

    - Hasta que el árbol se interpuso en tu camino - dijo Inuyasha entre risas. Sadako lo fulmino con la mirada.

    - ¿Para que tu padre querrá casarte con un niñito? - preguntó Kagome. Por más que sea una extensión de Naraku el chico continuaba siendo un niño de siete años (aparentemente).

    - Sinceramente no lo sé - soltó Sadako mientras negaba con la cabeza - pero no voy a casarme con él y tampoco pienso regresar con mi padre -

    - ¿Hakudoshi no es el "hijo" de Naraku? - preguntó Shippo.

    - Así es rata de dos patas - respondió Inuyasha. Este se sentó junto a Kagome cruzado de piernas - ¿Para que creén que Naraku necesite a esta mocosa? - una piedra salió volando de la nada y se estampo contra la cara de Inuyasha dejandole una enoorme marca.

    - Naraku... - murmuró - ese hombre...mi padre lo nombro mucho antes de volverse extraño... - agregó Sadako con rostro de sorpresa - ¿Qué tiene que ver Naraku en esto? -

    - No lo sabemos, pero cuentanos un poco más de ti, seguramente podremos armar el rompecabezas si nos continuas contando - dijo Kagome sonriendo de manera que logró calmar a Sadako.

    - Está bien. A mi madre no la conosco ya que murió cuando nací, mi padre siempre ha estado rodeado de demonios y más por lo que no les tengo miedo, pero de un segundo para otro comencé a temerles... -

    - ¿Porqué les temes ahora? - preguntó Sango mirandola con atención.

    - Cuando papá cambio los demonios que vivian en la aldea tambien lo hicieron, por lo que continuamente intentaban matarme ya que soy humana... -

    - No eres humana, tu olor te delata, mocosa - soltó Inuyasha.

    - No tengo orejas, no tengo poderes, soy torpe ¡Vaya demonio! - dijo irónica Sadako.

    - Tampoco eres demonio -

    - ¿Ah? - visiblemente Sadako no comprendia nada - explica perrito... -

    - Eres Hanyo -

    Sadako pestañeo varias veces - ¿Quieres decir que soy mitad demonio? -

    Inuyasha asintió - Tu olor es muy similar al de las criaturas de Naraku, pero hay algo en ti que hace que tu olor sea menos desagradable... -

    - Es verdad! - dijo Shippo que se encontraba saltando mientras aplaudia - tienes olor a las criatura de Naraku más cerezos... -

    Sadako alzó una ceja - ¿Cerezos? -

    - Así es, cerezos - respondió Shippo.

    - ¿Quien es el demonio y quien es el humano en mi familia? - preguntó Sadako a la vez que suspiraba.

    - Por descarte es tu padre, seguramente tiene algo de Naraku o es alguna extensión desconocida. No creo que un demonio muera en un parto - dijo Miroku con cara de sabiondo.

    Todos asintieron dandole la razón.

    - Debo ser el peor Hanyo existente... -

    - No digas eso, es que tu no sabias que eras una chica mitad demonio por lo que no has desarrollado tus poderes - contestó Kagome dandole animos.

    - Puede ser, pero eso no explica el cambio de humor en mi padre... - dijo Sadako mientras suspiraba nuevamente.

    - Tal vez Naraku tomó el mando de su cuerpo, eso lo hace con varias de sus extensiones, al ser parte de él puede controlarlas con mucha facilidad - comentó Sango.

    - Buen punto... - murmuró Sadako. Esta se levantó y comenzó a mirar por la ventana del lugar, todo se encontraba en silencio, algo que desde hace un par de semanas no escuchaba -¡Miren! - exclamó de repente - ¡Mi futuro esposo en el cielo! -

    Todos fueron hacia donde ella estaba y miraron lo que señalaba, esto no era ningun cuento mágico de hadas ni nada por el estilo. Por más que Hakudoshi remontara un caballo blanco (de fuego..) no se iba a convertir en principe y mucho menos en el esposo de aquella chica que recién descubrió que era mitad demonio.

    - ¡No dejaremos que te haga daño! - exclamó Sango que ya estaba pronta con su traje de exterminadora.

    Continuará
    Espero que les haya gustado, espero comentarios.
    Besotes :D
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso