Cornerstone Sintió sus labios recorrer su boca, y el cálido placer de su cuerpo le llenaba de felicidad; con cada pequeño tacto entre ellos, degustando del sabor del otro; compartiendo ese primer beso y sin embargo, en el fondo de su ser; ella sabía, que el titubeo entre beso y beso se hacía más firme conforme pasaba el tiempo. Sus ojos se sumieron en la tristeza; cada vez los besos eran más castos, cortos y carentes de dulzura. Titubeos más constantes, palabras más clichadas; miradas más distantes. El azul de su mirada por fin entendió, lo tonta que había sido al caer en tal amor; pues la fija observación en esos días cálidos de primavera le restregaban aquella tensión entre su hermana y su enamorado. La chispa desesperada en Kyou, las manos en puño de Tomoya; tan obvio era que un gemido triste se escapó de sus labios… mismos que aun siendo primavera; sabían fríos a la ausencia de los besos que Tomoya ya no le ofrecía. A pesar de todo, de saber que Tomoya tenía su corazón en su hermana; ella se negó a dejarlo en sus manos. Su amor era tan grande que no podía dejarlo libre para que corriera a los brazos de una mujer ajena, incluso si era su gemela; misma que le había ayudado a conquistarlo con astucia. El suelo se bañaba de pétalos de sakura, los meses transcurrieron al sonar la campana del colegio; los rumores mezquinos se hicieron más frecuentes, los besos más escasos y los sueños más despedazados. Fue una noche fría de otoño, cuando por fin liberó a Tomoya de sus ataduras; no eran los chismes de que salía con ella y su hermana, ni aquel tacto que rara vez se transforma en un abrazo, mucho menos los secos par de labios carentes de los suyos; sino el corazón roto de su querida gemela. Entre pequeñas lágrimas en su mejilla; por aquellos lamentos de haber evitado la felicidad de sus dos personas más amadas, Ryou robó un último beso; la mezcla de sus lágrimas saladas y el calor de su cuerpo la estremecieron. Los años que vivió en aquel pasado; nadie lo recordaría con una sonrisa. El título esta basado en la canción con el mismo nombre de Artic Monkeys... simplemente; amen la canción¿? Pd.- La redundancia es "intencional", me pareció que dado el estilo de "prosa poética" algo de redundancia y cliché va bien, así que estoy al tanto de eso.
Me he quedado con un vacío amargo tras leerlo :'c La verdad es que siempre sentí lástima por Kyou y su situación porque ella, para todo, anteponía a su hermana. Y está bien que fueran gemelas con un vínculo fuerte o que Kyou fuera la mayor de las dos, pero que ignorara sus propios sentimientos tan sólo para no lastimar a Ryou... Sinceramente creo que es una hazaña que pocos podrían mantener. Será por eso que me es tan difícil imaginarme a la menor de las Fujibayashi en el predicamento que le diste, incapaz de renunciar a Okazaki pese al dolor y la infelicidad que les atañe a los tres. Ella misma que siempre contó para todo con Kyou y que conocía decir su secreto, ¿en serio tan egoísta podía volverla el amor? La frase final me encantó aunque te deja sintiendo una tristeza, pero cierto es que no podría existir mejor conclusión. También me gustó mucho la manera en que lo narraste, una sucesión tranquila pero llena de sentimiento. Sin embargo, siento que has hecho demasiado uso del punto y coma, cortando de mal modo partes de la historia. Al menos los veo excesivos dentro de una misma oración. Ojalá escribas más fics sobre Clannad. Saludos :)
Ok.... me rompió el corazón. Se necesita valentía para renunciar a algo que amas, por alguien a quien amas más. Es como poner en una balanza, qué tiene más importancia. Con el tiempo todo se había dañado...
