de Inuyasha - Corazon encadenado (inuyashaxaome) (+17)

Hola soy nueva en el foro y soy fan de inuyahsa x Aome o Kagome como quieran llamarle es que en mi pais le llaman AOME pero bueno aqui les dejo mi primer fan fic espero les guste;)

CORAZON ENCADENADO

PROLOGO:​

Aome Higurashi es una chica de diecisiete años que tenía una vida aparentemente normal huérfana de padre y madre a la edad de catorce años ingresa a un internado y después de tres años sale para tomar posesión de la casa
en la que vivió antes con sus padres y vivir allí ya que por ser menor de edad no puede dar uso de la herencia que estos le dejaron pero el día de su graduación aparece una mujer de nombre Kaede que le dice ser amiga de su madre desde hace mucho tiempo y le ofrece vivir en su casa para que Aome no viviera sola en la suya, después de muchas aclaraciones y algunas dudas esta acepta vivir con ella pero al llegar a aquella casa se da cuenta que la señora Kaede tiene un hijo llamado Inuyasha un joven hibrido mitad demonio y mitad humano con un oscuro pasado pero de una apuesta y tentadora apariencia de la que ella se siente inmediatamente atraída y del que se enamora poco a poco sin saber que este la desea a cada instante al dejarse llevar por la belleza tentadora de Aome.
Pronto los dos no podrán controlar sus impulsos el uno por el otro para dejarse arrastrar por esa pasión que los consume y que no podrán controlar.
Amor, tristeza, odio pasión y deseo serán inevitables en esta historia.

CAPITULO 1: Nuevos Horizontes
El clima era frio, todo alrededor estaba cubierto de nieve espesa mientras mi aliento helado se reflejaba en el vidrio de la ventana empañándolo por completo sumergida en recuerdos que había intentado olvidar.
-Aome ya estas lista?- pregunto una chica de cabello café oscuro atado en una coleta entrando de repente a mi habitación que me sorprendió de repente
-Si ahora salgo- conteste mientras miraba por última vez mi habitación aquella donde había pasado 3 años desde que entre al internado.
La realidad era que yo no ingresaría, claro que al principio era lo que estaba dispuesta a hacer pero unos días antes de ingresar al internado mis padres tuvieron un terrible accidente en el que los perdí para siempre me sentí devastada a causa de su muerte que no tenía ganas de nada ¡Dios tenía 14 años¡ cuando sucedió, me sentí sola ya que mis padres eran hijos únicos y no tenía tíos ni abuelos ni nadie que velara por mí, y a pesar de mi corta edad tuve que tomar una difícil decisión y esa era que no ingresaría al internado a pesar de tener los recursos para ello ya que mis padres no me habían dejado en total desamparo me habían heredado una fuerte cantidad de dinero pero que por mi edad no podía dar uso de ella al menos no sin el consentimiento del algún tutor adulto en ese momento la única persona que cuidaba mis intereses y prácticamente de mí era la abogada de la familia que al enterarse de lo ocurrido asumió la responsabilidad de hacerme llegar mi derecho a la herencia de mis padres, recuerdo muy bien lo que aquella noche me dijo
Flashback
-Escucha Aome estuve pensando en tu decisión de no ingresar al internado y creo que es una gran tontería- dijo seriamente una mujer de unos 38 años de cabello rojizo y cortó
-Ya le dije que tome la decisión de no ingresar y no cambiare de opinión- dijo berrinchudamente la pequeña Aome mientras se cruzaba de brazos
-Mira Aome entiende que esto no es un juego y que está de por medio tu educación es por eso que es necesario que ingreses al internado-
-No digo que no quiero estudiar pero no quiero malgastar el dinero de mis padres en ese internado por que de seguro debe ser muy costoso- dijo la pequeña niña pelinegra
-Por eso no te preocupes hace unos días me contacto una mujer que me dijo que conocía a tus padres sobre todo a tu madre y le comente acerca de tu situación y me dijo que está dispuesta a pagar tu ingreso al internado así como el tiempo que estés estudiando de esa forma no gastaras nada de tu herencia -
-Pero quien era esa mujer? como es que conoce a mis padres?-
-No me lo quiso decir solo me dijo que te hiciera saber que no estás sola y que ella va a apoyarte en lo que necesites-
-Pero debo saber quién es debo conocerla-
-Ella dijo que por ahora no que más adelante ella vendrá por ti que por ahora te concentres en estudiar-
Fin de flashback
Después de eso decidí aceptar entrar al internado nunca supe el nombre de esa mujer que pago mis estudios ni el por qué quiso ayudarme ya que desde aquel día nunca fue a visitarme a pesar de eso nunca le guarde rencor ya que gracias a ella era como este día me graduaría del internado.
Salí de mi habitación vistiendo mi uniforme del diario solté mi cabello como la hacía siempre y me dirigí al auditorio.
-¿Aome por qué tardabas tanto?- me pregunto mi mejor amiga
-Lo siento Sango es que estoy algo nerviosa ya sabes por la graduación- conteste suspirando
-Si yo también me siento algo nerviosa pero vamos Aome es la graduación deberías estar contenta al fin saldremos del internado-
-No tiene caso no hay nadie que me espere saliendo de aquí- dije mientras mi semblante se ponía nostálgico
-Yo estoy contigo amiga no estás sola-dijo mi amiga Sango mientras me daba un abrazo
Mientras tanto afuera del internado llegaba una elegante limusina estacionándose frente a la entrada principal
-Aquí es señora Kaede el internado Ayami para señoritas- dijo el chofer abriendo la puerta de la limusina
-Al fin podre conocerte Aome-dijo una mujer de unos 50 años su cabello decolorado ya por las canas pero de aspecto amable
Mientras adentro nombraban a los alumnos egresados y les entregaban su certificado iban en la letra G así que ya pronto era mi turno de pasar al frente.
-Aome Higurashi- pronunciaron de repente
Dios era mi turno tenía que pasar al frente, me levante con algo de nerviosismo de mi silla y me dirigí al estrado donde todos mis profesores se encontraban sonriéndome satisfechos de haber terminado mis estudios, me había especializado en la Redacción sobre todo en la escritura ya que mi sueño es ser un día una gran escritora de novelas y siempre tuve el apoyo de mis profesores ya que siempre trate de esforzarme mucho en mis estudios.
-Felicidades Aome estamos muy contentos de que hayas terminado tus estudios con honores- me dijeron mis profesores mientras me entregaban mi certificado
--Gracias- conteste algo sonrojada por la pena
Al terminar la ceremonia Sango y yo nos dirigíamos a nuestras habitaciones por nuestro equipaje cuando una de mis compañeras me llamo de repente
-Oye Aome una señora te busca-
-¿Una señora?-
-Si mira es ella- dijo indicándome a una mujer que se encontraba sentada en una de las bancas del auditorio
-Ah gracias Miharu, ahora regreso Sango - conteste
-¿La conoces?-
-No pero aun así iré para saber que desea- dije dirigiéndome a ella
Me detuve en seco frente ella mientras me dirigía una mirada amable
-Hola Aome cuanto has crecido estos años- me dijo sonriente
-¿Cómo sabe mi nombre?- pregunte algo extrañada y sorprendida
-Es una historia muy larga querida solo te diré que soy la persona que pago tu estancia en el internado-
-Así que es usted- dije sorprendida aún mas
-Así es mi nombre es Kaede Karisawa y eh venido a llevarte a vivir conmigo - me dijo sonriéndome
-¿Vivir con usted? no no es necesario no se preocupe créame que le agradezco tanto que haya pagado mis estudios pero no quiero molestarla aún más yo viviré en la casa que me dejaron mis padres-
-Pero no es molestia querida además no deseo que vivas tú sola en esa casa, la mía es muy grande y podrás estar muy cómoda allí-
-Pero señora Kaede…-
-Por favor pequeña acepta venir conmigo no deseo que estés sola- me pidió casi rogando que no pude negarme a su petición
-E-Está bien iré con usted- conteste algo asustada
-Gracias querida te lo agradezco ve por tu equipaje para irnos- me dijo sonriendo
-Si- dije devolviendo la sonrisa no sabía por qué pero esa señora me expresaba mucha amabilidad y confianza.
Mi mirada estaba perdida en la ventana mientras el vehículo nos llevaba a la casa de la señora Kaede me encontraba pensando en que sería de mí, la verdad era que no sabía que haría después de salir del internado pero ahora que me dirigía a una casa que no conocía y con personas desconocidas me sentía algo asustada también algo triste de que ya no vería más a Sango.
Flashback
-¿Entonces te iras con esa señora?-
-Si ella fue quien me pago mis estudios es por eso que acepte su propuesta de vivir en su casa-
.Oh entonces ya no te veré más?- me dijo algo triste
-Claro que no Sango por supuesto que nos veremos te enviare una carta para decirte la dirección de la casa y así podrás visitarme-
-Si tienes razón bueno…adiós amiga te extrañare mucho ¡- me dijo mientras me abrazaba
-Yo también te extrañare amiga cuídate mucho-
-Tú también cuídate-
Fin de flashback
-Aome?- pregunto la señora Kaede sacándome de mis pensamientos
-A-Ah sí?- conteste regresando a la realidad
-Pienso que debes tener muchas dudas sobre mí-
-Pues así es- conteste algo nerviosa
-Eso pensé bien empezare por el principio hace mucho tiempo conocí a tu madre las dos éramos muy amigas incluso hasta después de que se casó con tu padre-
-¿De verdad fue amiga de mi madre? Pero no entiendo por qué nunca me hablo de usted-
-Lo que pasa es que poco tiempo después de que naciste tuve que irme del país mucho tiempo a causa de un problema familiar y tal vez por eso tu madre no te hablo de mí ya que después de todo no podrías conocerme hasta que volviese pero tu madre y yo éramos las mejores amigas desde que estábamos en primaria y a pesar de que se casó con tu padre nos visitábamos frecuentemente poco tiempo después naciste tú y entonces fue cuando le hice la promesa de que si algo le llegara a pasarle a ella yo te apoyaría en todo lo que necesitaras a pesar de que tus padres te dejaron herencia sabía que estabas sola y que necesitarías que te guiaran en tu camino –
-Si gracias señora Kaede- conteste mientras esbozaba una sonrisa
-Aome ay algo que debo decirte antes-
-Dígame de que se trata- conteste algo preocupada al ver su rostro algo serio
-Yo tengo un…hijo - contesto mientras me miraba interrogativamente como esperando ver mi reacción ante su confesión
- ¿Un hijo?- respondí sorprendida
¿Tiene un hijo cómo será? Quizá sea un chico apuesto no no que cosas piensas Aome como puedes pensar eso ahora
-Así es su nombre es Inuyasha y es unos años mayor que tu-
-Valla entonces me alegro de que no viva sola en su casa tiene un hijo que le hace compañía-
-Si pero debo decirte algo sobre él, Inuyasha tiene un carácter algo… complicado y tiende a enfadarse de cualquier cosa solo te lo digo en caso de que el té trate algo serio-
-¿Entonces él no sabe que yo viviré en su casa?-
-Ah claro que lo sabe no te preocupes además lo acepto de buena forma aunque creme que a veces me es imposible convencerlo-
Flashback
-Inuyasha ya te dije que es la hija de mi mejor amiga y le hice una promesa de velar por ella por eso tengo la obligación de traerla a vivir a la casa- contesto Kaede enojada
-Por favor madre pero por que debe quedarse aquí sabes que detesto a las personas desconocidas- contesto el joven enojado de la misma forma
-Ya lo habíamos hablado Inuyasha así que no quiero escuchar más reclamos ella vendrá a vivir con nosotros te guste o no- contesto la mujer directamente
-Bah está bien has lo que quieras no me importa- contesto indiferente
Fin de flashback
-Pero eso no es lo único sobre el ay algo más-
¿Algo más? A caso tendrá alguna discapacidad?
-Él no es exactamente normal por así decirlo en realidad él no es mi hijo-
-¿No lo es?-
-No yo lo crie y lo cuide cuando fue abandonado en mi puerta pero a pesar de no llevar mi sangre él es mi hijo frente a todos y lo quiero como uno- dijo tomando una mirada sensible tanto que me estremeció
-Pero porque dice que no es exactamente normal-
-Es que él es…un hibrido-
-¿Un hibrido?-
-Significa que es mitad humano y mitad demonio-
-¿M-Mitad humano y m-mitad demonio?- pregunte con nerviosismo
-No tengas miedo él es una persona buena y a pesar de tener esa mitad demoniaca jamás ha salido a flote ya que él sabe controlar esa parte de él, así que cuando lo veas podrás darte cuenta de eso por esa razón es que Inuyasha es indiferente y a veces frio con las personas desconocidas sobre todo con los humanos ya que desde pequeño fue rechazado ante todos por su apariencia el único con quien se lleva bien es con Miroku un amigo de el desde la infancia solo a mí y a él nos tiene confianza esa también es la razón de su soledad él es muy aislado del mundo no le gusta salir de la casa y piensa que todos las personas son iguales crueles y malos aunque yo muchas veces lo he tratado de convencer de que hay personas buenas en este mundo el simplemente lo ignora, el rechazo que sufrió de niño le dejo muchas secuelas por eso es que también a veces estoy de acuerdo con el de que las personas son crueles-
-Debió haber sufrido mucho por eso- dije sintiendo pena por ese muchacho a pesar de no conocerlo
-Si solo espero que algún día llegue alguien a su vida que puede entibiar su corazón y desencadenarlo de la prisión en que se ha encontrado todos estos años-dijo tristemente
-Entibiar su corazón- murmure para mí misma

 

Muchas gracias por sus comentarios y gracias por retificar mis faltas de ortografia je je prometo modificarlas
me alegra que lean mi fan fic aqui les dejo la segunda parte

CAPITULO 2 ¿Por qué él es así conmigo?

Después de eso llegamos a nuestro destino la entrada de la casa era enorme quizá más grande que un campo de tenis, la limusina entro hasta la entrada interior de la casa era una hermosa mansión tenia hermosos jardines y fuentes muy bellas la casa tenia enormes ventanales en todas partes muy al estilo clásico y bellas molduras que la hacían verse aún más hermosa era una mansión realmente perfecta. Al parecer la señora Kaede era una mujer millonaria para tener esa enorme mansión pero eso no me impresiono mucho ya que lo que más me agradaba era que ella se comportaba como una madre conmigo y era lo que más me hacía sentir feliz de vivir con ella.

La señora Kaede bajo primero y después la seguí yo detrás de ella

-Lleva el equipaje de Aome a su habitación por favor Steven- le indico al chofer

-Como diga señora Kaede- contesto obedeciendo al parecer los empleados de la señora Kaede le tenían un gran respeto tal vez ella los trataba de buena forma.

-¿Ya tenía lista mi habitación?- pregunte curiosa

-Así es sabia que vendrías conmigo por eso prepare todo- me contesto dirigiéndome una de sus amables sonrisas que yo conteste de igual forma

El mayordomo nos abrió la puerta dejándome ver el interior de aquella sorprendente mansión ¡era aún más hermosa por dentro! En el centro estaba una larga escalera que llevaba a la parte superior donde se encontraba las habitaciones, el comedor era enorme y tenía una mesa que parecía ser la réplica de la mesa redonda del rey Arturo
La sala tenía un toque elegante con muebles enormes y la adornaban hermosas pinturas así como lámparas clásicas, una mesita de centro y una enorme chimenea en la que 10 o 15 personas podrían asar bombones al mismo tiempo.

-¿Kohaku dónde está mi hijo?- pregunto la señora Kaede al mayordomo

-El joven Inuyasha está en su estudio-

-Bien gracias, olvide decirte que mi hijo es un gran artista Aome- me dijo la señora Kaede de repente

-Un artista? De verdad?- pregunte sorprendida que más sorpresas me llevaría de aquel muchacho –pensé

-Si desde pequeño le gustaba el dibujo y se esforzó mucho en eso hasta convertirse en un talentoso artista- dijo con orgullo

-Valla que su hijo es una caja de sorpresas- dije en tono de broma

-Mira ves ese retrato mío de allá él lo hizo- me dijo indicándome un cuadro que estaba arriba de la chimenea era un dibujo de la señora Kaede, dios era idéntica a ella pareciese que le tomo una fotografía y la pego allí realmente tenia talento para dibujar personas.

-Señora Kaede es hermoso realmente es idéntica a usted- dije admirándome de aquel hermoso retrato

-Si mi hijo es un gran artista estoy muy orgullosa de el- dijo sonriendo mientras miraba el retrato.

Este aroma… es ella, es esa chica que vendría hoy estoy seguro debe estar abajo con mi madre jamás había olido un aroma como este es tan dulce…

-Disculpe joven Inuyasha su madre quiere que baje ahora- le dijo una empleada al joven sacándolo de sus pensamientos

-A-Ah sí Mina ahora voy- contesto algo nervioso no entendía por qué se sentía así solo de pensar en conocer a esa chica lo ponía tenso y hacia que su respiración se acelerara

¡Qué estupidez!, como puedo ponerme así por una chica que jamás eh visto no tiene por qué importarme esa mujer solo ignorare que vive aquí. Pensó

-Hijo al fin bajas ven quiero presentarte a alguien- le dijo la señora Kaede mientras tomaba la mano del joven acercándolo a nosotras

-Inuyasha ella es Aome Higurashi de ahora en adelante ella vivirá con nosotros espero que pueden llevarse bien-
Aquel joven me pareció muy extraño su cabello era blanco-plateado era alto a menos unos 10 cm más que yo tenía una mirada enigmática casi hipnotizadora con unos ojos de un fascinante color dorado y unas extrañas pero lindas orejas de gato adornaban su cabeza aunque ignorando eso era realmente apuesto, creo que se había dado cuenta que lo miraba como boba embelesada y comenzó a mirarme de forma extraña como si fuese un espécimen extraño, empezó mirando desde mi rostro bajando hasta mis pechos lo que me hizo cruzar mis brazos tratando de ocultarlos, luego descendió hasta mis pies para luego decir una palabra lo que me tranquilizo para que ya no siguiese observándome de esa forma.

-Gusto en conocerte Aome- me dijo mirándome a los ojos

Tenía una voz hermosa grave y varonil que contrastaba perfectamente con su apariencia

-I-Igualmente- conteste algo nerviosa no sabía que me pasaba con ese muchacho tenía 10 segundos de conocerlo y ya su mirada me derretía por completo

-¿Bueno que te parece Aome si te llevo a conocer tu habitación?- me dijo la señora Kaede sacándome del trance en el que estaba

-A-Ah claro que si señora Kaede- conteste amablemente mientras subíamos las escaleras hacia el piso de arriba, Inuyasha se quedó abajo mirándome cada vez que subía un escalón no dejaba de seguirme con esa mirada que ahora me parecía de cazador mirando a su presa, seria, fría, calculadora y casi intimidante que me puso aún más nerviosa.

-Se parece a…la miserable de Kikyo- dijo murmurando para sí mismo el joven ojidorado mientras empuñaba las manos con rencor casi contenido

Pero el aroma de esta muchacha es diferente al de Kikyo, también su apariencia es algo diferente, no son completamente iguales, su aroma es diferente esta niña tiene una apariencia casi inocente y angelical pero sigue siendo como Kikyo una cara bonita con un corazón negro…pensaba Inuyasha en su interior

La tarde termino para dar paso a la noche oscura, me encontraba terminando de sacar mi equipaje y acomodándolo en un hermoso armario, mi habitación era hermosa tenía una cama matrimonial que me sorprendió ya que en el internado mi cama era individual, un pequeño buro con una lámpara en forma de flor y un teléfono propio, un tocador de caoba fina, un baño propio, una alfombra tan suave que podía andar descalza todo el día y como toque final un pequeño sillón con su mesita, parecía que ese cuarto había sido diseñado para mi desde hace tiempo.

De repente una empleada toco a mi puerta.

-Disculpe señorita Aome pero la cena esta lista-

-Ah gracias ahora bajo- conteste terminando de acomodar mi ropa
Salí de mi habitación me vestí solo con unos jeans de mezclilla y una blusa rosa de mangas y me deje el cabello suelto ya que siempre me había gustado traerlo así, me sentía sumamente nerviosa sabía que él estaría en la cena, me ponía tensa solo de pensar que me volviese a mirar con esa mirada que me ponía tan nerviosa.

-Oh Aome ya estás aquí – me dijo la señora Kaede al verme llegar al comedor

Inmediatamente Inuyasha volteo a mirarme y yo a él, nuestras miradas se encontraron y de inmediato desvié la mirada para no seguir mirando esos ojos que me hipnotizaban.

-Si me aviso una muchacha que bajara-

-Debes tener hambre ven siéntate- me dijo indicándome una silla que para colmo de males estaba enfrente de Inuyasha

-Gracias- conteste con cortesía mientras tomaba asiento

-Y tu Inuyasha no piensas decirle nada a Aome?- le pregunto la señora Kaede a Inuyasha

-¿Que tendría que decirle? A penas la conozco- respondió con indiferencia sin siquiera mirarme

-Inuyasha no seas grosero por favor discúlpalo Aome-

-No se preocupe señora Kaede yo entiendo que su hijo sea así conmigo ya que soy una desconocida para el- dije mirándolo seriamente que él se dio cuenta en seguida


-Por favor Mirna que sirvan la cena ya por favor- le indico la señora Kaede a la muchacha que me había avisado de la cena

-Si señora Kaede-

Durante la cena la señora Kaede comenzó a preguntarme cosas, y la verdad era que no quería contestarlas enfrente de Inuyasha.

-¿Y dime Aome como fue tu vida en el internado?- pregunto

-Ah pues bien ya que gracias a usted pude terminar mis estudios de preparatoria y especializarme- conteste lo más tranquila posible

-Me alegro mucho que bueno que hayas podido terminar con honor tus estudios- me dijo amablemente la señora Kaede

-Si estoy muy contenta conmigo misma- dije

-¿Y en que te especializaste Aome?- siguió preguntándome la señora Kaede

-En la redacción sobre todo en la escritura ya que pues mi sueño es ser una escritora de novelas de hecho estoy escribiendo una novela- dije finalmente

-Valla me parece muy bien lo que has decidido ser Aome y yo te voy a ayudar a cumplir tu sueño querida-

-Gracias señora Kaede- dije amablemente

Inuyasha solo comía sin decir nada y de vez en cuando me miraba y luego desviaba la mirada cuando yo me daba cuenta no entendía porque él era así conmigo al parecer yo no le agrada para nada la verdad el me parecía un engreído pero había algo en el que me hacía sentir rara era como si me atrajera pero no podía negarlo el hombre era hermoso a pesar de tener esa apariencia “anti-humana” no cambiaba que fuera apuesto y eso era lo que más me atraía de él que no era como los demás chicos él era diferente total y preciosamente diferente.

-Pensaras que soy una entrometida Aome pero dime ¿tienes novio?- me pregunto la señora Kaede
Inuyasha al escuchar aquella pregunta hizo que apretara con fuerza el cubierto que tenía en sus manos mientras me miraba muy atento a lo que contestaría

-Pues no no tengo es que yo casi no salía del internado a pesar de que teníamos libres los domingos yo prefería quedarme o a veces salía con Sango una amiga del internado pero nunca Salí con chicos ni nada- conteste algo sonrojada por la pregunta
Inuyasha sintió un alivio al escuchar mi respuesta, no entendía por qué él se puso así cuando la señora Kaede me pregunto si tenía novio que le importaba después de todo yo era una desconocida para él.

Al terminar la cena Salí casi corriendo a mi habitación no quería seguir sintiendo las miradas de Inuyasha solo quería descansar y pensar un poco.

La noche era bochornosa e insoportable acababa de terminar el invierno y empezaban los odiosos calores de marzo la verdad era que prefería mil veces el frio que el calor, esa noche no podía dormir me hacia un lado me hacía al otro simplemente no podía conciliar el sueño que me pasaba pensaba en él, en Inuyasha el chico de la mirada hipnotizante esa mirada que me derritió solo al verlo.

-Aggh rayos no puedo dormir ¡- me dije poniendo mis manos en mi cara decidí levantarme por un vaso de agua con algo de pereza ya que sabía que tendría que bajar las escaleras hasta la cocina.
Salí de mi habitación lo más sigilosa posible pero en ese momento mira hacia el fondo del pasillo que estaba muy cerca de mi habitación donde había una ventana ahí estaba Inuyasha, sentado mirando hacia el cielo, parecía que no se daba cuenta de mi presencia, dios se veía tan apuesto parecía un ángel caído del cielo.

-¿Qué haces despierta a esta hora?- me pregunto de repente

-A-ah es que yo iba por un vaso de agua- conteste algo nerviosa

-Me imagino lo que debes pensar de mi- me dijo seriamente

-¿De qué hablas?- conteste confundida
-Sabes bien a lo que me refiero que no soy completamente normal- me dijo elevando el tono de voz

-Yo no pienso nada de ti además tu madre ya me había hablado de eso desde antes-

-¿Entonces sabes lo que soy?-

-Si lo sé-

-Y acaso habías visto alguien como yo?-

-No nunca en mi vida pero eso no quiere decir que deba pensar cosas malas de las personas solo por su apariencia-

-Eso lo dirás tú porque las demás personas piensan otra cosa-

-No deberías juzgar a las personas sin conocerlas- conteste mirándolo seriamente al parecer la señora Kaede tenía razón Inuyasha era una persona muy negativa y eso era la causa de su mal carácter.

-No necesito conocer a las personas para saber lo que son- me dijo de mala gana

-Estas equivocado si pudieras llegar a conocerme te darías cuenta de que soy muy diferente a lo que piensas- dije para luego encaminarme hacia la cocina

-Realmente serás diferente a los demás Aome- pensaba Inuyasha mirando de nuevo al cielo
Al regresar de la cocina Inuyasha ya no se encontraba en la ventana quizá mis palabras lo habían hecho enojar y decidió no encontrarse de nuevo conmigo creo que no nos podríamos llevar bien después de todo.


Al día siguiente me levante tarde no había podido dormir en toda la noche espero que no fueran así todas las noches. Me había terminado de vestir cuando una empleada toco mi puerta.

-Buenos días señorita Aome ¿desea desayunar?- me pregunto

-Si gracias ahora bajo…oye espera ¡- le dije antes de irse

-¿Sucede algo señorita Aome?-

-No sabe si Inuyasha también va a desayunar?- pregunte deseando que dijese que si

-Ah si el joven Inuyasha siempre desayuna-

-O-ok gracias- respondí sonriendo
La verdad es que me encantaba verlo a pesar de tener esa forma de ser, deseaba conocer el lado amable de ese hombre y estaría dispuesta a tratar de llevarme bien con él por el bien de los dos y de la señora Kaede
Baje hasta el comedor estaba solo el desayunando la señora Kaede no se encontraba ahí

-Buenos días- dije mirando a Inuyasha

-A-Ah buenos días- contesto el volteando a verme

-¿La señora Kaede no quiso desayunar?- pregunte mientras tomaba asiento

-No ella tuvo que salir de emergencia pero volverá esta misma noche- me dijo enseguida al parecer estaba comenzando a entablar una conversación conmigo a pesar de lo de anoche

-Tu saldrás hoy?- pregunte con timidez

-No yo nunca salgo solo algunas veces lo hago nunca me ha gustado ir por la calle mientras los demás me miran de forma extraña- dijo tomando un semblante algo nostálgico que me estremeció

-No digas eso quizá si salieras mas eso no pasaría- dije tratando de animarlo

-Bah como si importara prefiero estar lejos de las personas que no entienden lo que soy- dijo fríamente

No podía creer que tuviera esa mentalidad al parecer el rechazo que sufrió lo hizo tenerle rencor a las personas me sentía muy afligida por el

-Sabes hace 3 años perdí a mis padres en un accidente eso hizo que me dejara de importar todo no quería saber nada de nadie ni nada pero entonces comprendí que no debía dejar que el dolor fuera más fuerte que mis deseos de salir adelante por eso decidí terminar mis estudios y poder cumplir mis sueños- le dije a Inuyasha que me escuchaba atentamente

-Que tratas de decir se más clara- me dijo tratando de entenderme

-Quiero decir que no debes de dejar que tu miedo al rechazo sea más fuerte que el deseo de ser alguien-
Inuyasha medito mis palabras después de todo creo que le había servido lo que le dije

-Sé que eres un gran artista y déjame decirte que tienes un gran talento para el dibujo si enseñaras tus obras a otras personas se podrían dar a conocer pero si sigues aquí todo el tiempo entonces no podrás darte a conocer como el gran artista que eres- le dije mientras me miraba asombrado

-Valla al parecer sabes muchas cosas de mi- me dijo arqueando una ceja mientras me sonreía era la primera vez que lo veía sonreír pude notar unos inusuales colmillos en su sonrisa la verdad era que no los había visto antes.

-Solo quiero decir que deberías conocer bien a las demás personas-

-No lo sé debo pensarlo- dijo mientras desviaba la mirada

Yo solo me quede observándolo no podía creer que un muchacho tan joven y apuesto tuviera un carácter tan frio, como me hubiese gustado conocer su lado amable pero creo que eso nunca pasaría ya que la señora Kaede dijo que no confiaba en los desconocidos y yo era precisamente eso para él una desconocida, una intrusa en su casa y en su vida.

-Sabes me gustaría conocer completamente esta casa- dije sacándolo de sus pensamientos

-¿Para qué? es una casa como cualquier otra- me dijo de nuevo con esa misma frialdad

-Es que yo solo quería saber cómo era es todo pero si te molesta entonces…- dije cuando él se dio cuenta de mi tristeza que rápidamente me dijo

-No espera si quieres conocer la casa adelante pero yo iré contigo- me dijo algo nervioso

-Ah e-está bien te lo agradezco- dije mientras me sonrojaba levemente

-No creas que lo hago por ti esta casa es muy grande y podrías perderte- me dijo mientras desviaba la mirada tratando de disimular molestia

-Si está bien sé que serás un gran guía - conteste sonriéndole a lo que él se dio cuenta de inmediato e hizo que volviese a desviar la mirada

Recorrimos toda la casa cada parte de ella entre más la veía más me impresionaba su belleza parecía un castillo, el día se fue muy rápido y finalmente llegamos a la terraza de enfrente de donde se podía ver todo los jardines, las albercas, y la puesta de sol era muy bello.

-Esta vista ¿es hermosa no crees?- pregunte mirándolo

-Si los atardeceres desde aquí se ven muy bellos- contesto mirando hacia el horizonte

-Inuyasha- dije sin mirarle

-Mmm?- dijo el

-Me gustaría que llegáramos a conocernos mejor que podamos llegar a ser…amigos – dije acercándome a el

-Que seamos amigos? Estas loca o que yo no quiero ser amigo de una niña tan escandalosa como tú – me dijo agresivamente que hizo que inmediatamente me alejara de el

El enojo se apodero de mí por completo que no pude contener mis deseos de gritarle a la cara sus verdades.

-En primer lugar ya no soy una niña en segundo no soy una escandalosa como piensas y déjame decirte que tú tampoco eres un pan de dios esa forma de ser tuya será la causa de tu soledad y de que los demás no te acepten ¡- le grite con todo el enojo contenido de repente vi como los ojos de Inuyasha se opacaban por una mirada llena de tristeza que rápidamente cambio a una de rencor

-Eres igual a las demás personas- me dijo mientras se alejaba del balcón hacia el interior de la casa dejándome ahí parada confundida hace unos momentos estaba gritándole todo lo que pensaba de el ahora me sentía arrepentida de haberlo hecho y no sabía por qué ¡Rayos! ¿Por qué me siento así?

Me encontraba en mi habitación pensando en la discusión que tuve con Inuyasha no podía evitar sentirme mal por lo que le había dicho un sentimiento de arrepentimiento me invadía por completo la verdad era que en el fondo se lo merecía por la forma en que me contesto me había quedado claro que yo no le agradaba para nada pero ahora estaba comenzando a sentir algo por el ojidorado, atracción? o quizá…no no eso es absurdo apenas acabo de conocerlo es una tontería. Pensé
De repente tocaron a mi puerta.

-Señorita Aome la cena esta lista- pregunto una de las empleadas

-No gracias- dije cortamente no quería encontrarme con él en la cena no deseaba ver su rostro lleno de rencor hacia mi

-Pero la señora Kaede desea hablar con usted-

-Ah está bien ahora bajo- dije resignada no podía hacerle la grosería a la señora Kaede de no bajar si necesitaba hablar conmigo.
Baje lentamente las escaleras hasta el comedor mientras un miedo se apodero de mí, tenía miedo, miedo de las miradas de rencor de Inuyasha.

Bueno hasta aqui el segundo capitulo la verdad es que estoy todooo el dia escribiendo ya me duelen los dedos pero vale la pena
sayonara¡¡¡¡¡¡ y gracias por sus comentarios

 

HOLA ya regrese perdon por tardar un poquito en subir el cap pero lo estaba revisando para que quedara perfecto gracias por sus comentarios amigas aqui les dejo la tercera parte

CAPITULO 3: Conociéndonos

Llegue al comedor donde se encontraba la señora Kaede, Inuyasha inmediatamente volteo a mirarme…No ¡esa mirada de rencor de nuevo me hace sentir tan mal.

-Buenas noches señora Kaede me dijeron que necesitaba hablar conmigo?- pregunte con timidez

-Si primero querida ven a sentarte para que cenes- me dijo amablemente

-Gracias- dije tomando asiento el más alejado de Inuyasha posible

-Que sirvan la cena Mirna por favor – índico a la empleada

Después de un rato la señora Kaede me hablo de algo del asunto que quería hablar conmigo

-Escucha Aome estuve pensando mucho en tu deseo de ser escritora de novelas-

-Aja – dije algo perplejo

-Hoy estuve hablando con una amiga mía que se dedica a publicar escritos y le comente sobre ti y me dijo que le mostrara los tuyos para evaluarlos ¿qué te parece?-

-De verdad señora Kaede?- pregunte emocionada

-Si querida pero dime te gustaría que le muestre tus escritos?-

-Sí, si por supuesto que si quiere que se los de ahora o más tarde o quizá…- dije aún más emocionada

-Cálmate querida me los puedes dar mañana no te preocupes yo me encargare de dárselos – me dijo sonriendo

-Oh gracias señora Kaede se lo agradezco mucho – la emoción se apodero tanto de mí que me levanta de mi silla y me dirigí a abrazar a la señora Kaede que inmediatamente se sorprendió de mi acto pero que contesto de igual forma.

-De nada Aome recuerda que yo prometí hacerme cargo de ti y de ayudarte a cumplir tus metas – me dijo abrazándome

Inuyasha solo le limitaba a observar con indiferencia al parecer todavía se encontraba molesto conmigo por nuestra discusión anterior no podía creer que apenas tenía dos días de conocerlo y ya tuvimos nuestra primera discusión me sentía tan mal por esta situación.

Inmediatamente la señora Kaede se dio cuenta de la indiferencia de Inuyasha y le dijo directamente.

-Inuyasha deberías alegrarte por Aome al menos dile algo o es que aún no se hablan?- pregunto la señora Kaede

-No tengo nada que decirle a una chica tan engreída- dijo sin siquiera mirarme

--Y yo tampoco no tengo nada que decirle a un chico tan patán –dije también sin siquiera mirarlo

-Por favor Aome no te des baños de pureza que tú tampoco has sido muy amable- me dijo inmediatamente

-Ah creo que el que no debe dárselos eres tú no has sido más que un grosero desde que llegue- dije comenzando a enfadarme

--Por favor no se peleen- dijo la señora Kaede

-Yo eh tratado de llevarme bien con Inuyasha pero el simplemente me rechaza y me insulta- dije con rencor y tristeza al mismo tiempo, la verdad era que no quería seguir llevándome mal con él.

-Entiende que tú no me agradas no eres más que una intrusa en esta casa ojala nunca hubieras venido ¡- me dijo de la forma más cruel

-INUYASHA ¡- le gritó la señora Kaede con voz de regaño

Me sentí herida, frustrada, rechazada, baje la cabeza e inmediatamente salí corriendo hacia las escaleras mientras gruesas lagrimas resbalaban por mi rostro escuche a lo lejos que la señora Kaede me llamaba pero no quería volver solo quería salir de allí no seguir escuchando los insultos de Inuyasha. Llegue a mi habitación cerré la puerta de golpe y me lance sobre mi cama mientras mi llanto no cesaba, no podía creer lo que me había dicho de verdad eso sentía por mí.

-Creo que lo mejor es que me valla- sollocé aun con lágrimas en mis ojos mientras me aferraba a la almohada de mi cama.

Mientras tanto abajo la señora Kaede miro a Inuyasha con decepción mientras directamente le dijo

-Inuyasha como pudiste hablarle así a Aome-

Inuyasha puso una mirada llena de arrepentimiento pareciese que había cometido el peor error en su vida y su mirada lo reflejaba en ese momento a pesar de saber que había hecho mal en haberme hablado así su orgullo era más fuerte y rápidamente su mirada se volvió fría.

-Por favor madre tú sabes bien que yo no quería que esa niña viniera a vivir aquí no hice más que decirle la verdad- dijo desviando la mirada muy en el interior sabía que estaba mintiendo.

-Eso no justifica nada Inuyasha no debiste ser así de cruel con ella esa niña como dices no tiene a nadie en el mundo y lo que yo deseo es que se sienta feliz con nosotros que sienta que tiene una familia pero tú has hecho todo lo contrario- dijo tristemente al saber la actitud de el ojidorado

-Muy bien iré a pedirle una disculpa contenta?- dijo arqueando una ceja

-Eso creo- dijo la señora Kaede sonriendo

Me encontraba en mi habitación aun recostada sobre la cama había dejado de llorar pero aún me encontraba dolida por lo anterior, de repente pude escuchar que la puerta se abría lentamente al parecer había olvidado ponerle seguro y alguien estaba entrando en ese momento.

-Oye- dijo una voz grave y varonil sabía que se trataba de él.

Voltee de repente para encontrarme con ese par de ojos dorados mirándome fijamente que sentí un enorme escalofrió.

-¿Qué quieres?- conteste con la misma frialdad que el usaba conmigo

-Bien yo quería…- comenzó a titubear

-Si vienes a pedirme disculpas de una vez te digo que no me interesa- le dije sin dejar que el terminara de hablar

-Por favor Aome no seas tan orgullosa- me dijo tratando de defenderse

-Orgullosa? Yo soy orgullosa? No hables de ser orgulloso cuando tú eres el primero en serlo- conteste indignada

-Escucha sé muy bien que no eh sido muy amable contigo no debí hablarte de esa forma es que no puedo evitar ser como soy- dijo con algo nostalgia que me di cuenta de inmediatamente.

-Si puedes evitarlo Inuyasha déjame ayudarte a hacerlo- dije acercándome a el mientras lo miraba a los ojos lo que lo puso nervioso y rápidamente desvió la mirada y me dijo rápidamente

-Bueno me disculpas o no? – me dijo tratando de evadir mi mirada

Lo mire un breve momento y eso me basto para darme cuenta que no podía decirle que no a ese hombre tan apuesto ¡Rayos que me pasaba con el que siempre acababa dejándome llevar por esos ojos dorados tan bellos.

-Si acepto tú disculpa Inuyasha- dije dedicándole una pequeña sonrisa que lo hizo sonrojarse levemente.

-Bueno eso era todo lo que tenía que decirte que… duermas bien nos vemos- me dijo saliendo de mi habitación

No podía entender a Inuyasha por un lado era frio y cruel pero por otro era cálido y hasta quizá amable y comprensivo no podía saberlo con seguridad pero tal vez detrás de esa coraza de frialdad se escondía un joven cortes y amable ojala y fuese así. Pensé
Paso un mes sin mucha novedad claro que mi relación con Inuyasha había mejorado considerablemente ya que habíamos acordado llevarnos bien por el bien de la señora Kaede y por el nuestro y al parecer lo estábamos logrando, me estaba acostumbrando a la forma de ser de Inuyasha y el a mi presencia solo que por alguna extraña razón aun había algo en el que me hacía sentir algo rechazada y no sabía por qué.
Esa tarde estaba afuera en el balcón mirando el atardecer era tan bello una increíble combinación de colores naranja y marrón era increíble.

-Aome que estás haciendo?- me pregunto Inuyasha mientras llegaba conmigo

-Nada solo mirando el atardecer es todo- dije mirando de nuevo al atardecer

-Si realmente es muy bello a veces quisiera poder pintar un atardecer algún día- dijo mirando al horizonte

-Y por qué no lo haces? Eres un gran artista- dije mirándole

-Sí pero soy bueno haciendo retratos de personas humanas no cuadros de paisajes-

-Pero si no intentas no podrás saberlo-

-Quizá algún día lo intente- dijo mirándome con esa mirada que me derretía dios se veía tan bello la luz del atardecer contrastaba perfectamente con su rostro iluminando sus fascinantes ojos dorados.

-Inuyasha tú has tenido novia?- no pude evitarlo tenía que preguntárselo tenía que saber si otra mujer tuvo su amor

Inmediatamente el rostro de Inuyasha reflejó rencor y odio una mirada llena de odio se apodero de él, acaso había sufrido por alguna mujer me di cuenta que no debía haber hecho esa pregunta y puse mi mano encima de la suya para tranquilizarlo lo que hizo que voltease a verme de repente algo confundido y sonrojado.

-Disculpa si te lo pregunte yo entenderé si no quieres decírmelo- entonces me dedico una mirada tranquila y dijo

-No está bien te lo diré...- respiro profundo antes de empezar al parecer era algo doloroso para él.

-Hace 2 años conocí a una mujer llamada Kikyo Hirasama era hija de un socio de la empresa de mi madre cuando nos conocimos ella siempre fue amable conmigo pero poco a poco nos fuimos conociendo más hasta que simplemente nos enamoramos al menos yo me enamore así que comenzamos una relación yo confiaba en ella me decía todo el tiempo palabras de cariño y comprensión que yo tontamente creí, estaba dispuesto a cambiar por ella pero no hizo más que traicionarme al irse con otro sin importarle lo que yo iba a sentir- dijo cerrando los ojos con enojo y tristeza
Ahora entendía perfectamente por qué era así de frio y cruel realmente había sufrido bastante primero el rechazo que sufrió de niño y después la traición de esa tal Kikyo así que había sido esa mujer de la que había estado enamorado alguna vez Inuyasha.

-Y tú la odias?- pregunte con timidez

-No lo sé quizá solo es rencor- dijo tomando un semblante más tranquilo

-Sabes algo yo pienso que esa tal Kikyo fue una tonta-
Inuyasha inmediatamente se volteo a mirarme sorprendido

-¿Por qué dices que fue una tonta?-

-Por qué no supo valorar quien eres tal vez ni siquiera llego a conocerte realmente- dije mirándolo fijamente

-Y tú crees conocerme realmente?- me dijo mientras también me miraba
Pude sentir como lentamente se acercaba a mí lo que me hizo sentir nerviosa al tenerlo tan cerca

-Yo…pues- comencé a titubear mientras un leve sonrojo aparecía en mis mejillas

-Aome…-

-Inuyasha…-

Los dos estábamos tan cerca que casi podía sentir su calor corporal irradiar atreves de su cuerpo sus ojos dorados brillaban mientras los míos se dilataban de solo verlo pero de repente apareció una de las empleadas rompiendo la fantasía en la que nos encontrábamos.

-A-Ah disculpen joven Inuyasha y señorita Aome pero la señora Kaede les dice que la cena estará lista en 15 min-

-S-Si gracias Mirna en un momento iremos- dijo Inuyasha alargando la distancia entre los dos

-Es mejor que entremos- dijo alejándose al interior de la casa

-Si tienes razón- conteste siguiéndolo

Al terminar me dirigí a mi habitación para descansar, la cena había estado deliciosa, de repente escuche que llamaban a mi puerta era la tímida Mirna.

-D-Disculpe Señorita Aome pero una persona le llama por teléfono-

-Alguien me llama pero quién es?- pregunte algo confundida

-Pues solo me dijo que era una amiga de usted-

-Una amiga…ah no puede ser acaso será Sango?- pensé –Ah gracias Mirna contestare en mi habitación-

-Si señorita con permiso- dijo alejándose de mi puerta

Tome el teléfono que estaba en mi buro y conteste de repente.

-Hola?- dije

-Hola Aome como estas?- contesto esa voz familiar que pude reconocer al instante

-Sango ¡qué lindo escucharte- conteste contenta

-Lo mismo digo amiga no sabes lo mucho que te eh extraño-

-Ay yo también te eh extraño pero dime como conseguiste el número de la casa de la señora Kaede-

-Bueno pues ayer me encontré con la señora Mirakami la abogada de tu familia y le pregunte por ti y me dijo que estabas viviendo con la señora Kaede entonces le pregunte que si de casualidad sabia el número telefónico de la casa y me lo dio y así fue como pude contactarte-

-Ah valla-

-Pero dime cómo estás? Que has hecho? Que tal te tratan? Dime dime-

-Ay Sango tengo tantas cosas que contarte no podrías venir mañana para platicar?- le pregunte pero luego pensé quien era yo para invitar a alguien desconocido a una casa que no me pertenecía creo que lo mejor era que le preguntase a la señora Kaede si Sango podía venir a la casa

-Oye espera mira primero voy a comentarle a la señora Kaede si puedes venir es que tú sabes ella es la dueña de la casa y pues…-

-Ah sí claro amiga yo lo entiendo cuando tú me digas yo estaré lista para ir no te preocupes-

-Gracias por entender amiga eres la mejor-

-Lo se lo sé- dijo con ironía

-Oye no te pases eh-

-Ja ja lo siento pero bueno entonces esperare a que me avises de acuerdo?-

-Si claro que si amiga-

-Bueno nos vemos por qué mis padres me están llamando para cenar-

-Ah les das mis saludos-

-Lo hare Adiós-

-Adiós- dije finalmente mientras colgaba el teléfono.

De repente comencé a recordar mis días en el internado desde el primer día que había llegado me sentía sola ya que las demás chicas no querían hablarme recuerdo que una mañana en el almuerzo me encontraba sentada alejada de las demás cuando una chica de cabello café castaño atado en una coleta, me hablo de repente con la bandeja de comida en sus manos.

Flashback

-Hola puedo sentarme?- me pregunto sonriéndome aquella chica

-A-Ah claro- conteste algo sorprendida

-Eres nueva verdad?-

-Si así es-

-Eso pensé ya que no te había visto antes-

-Tu entraste cuando comenzaron las clases?-

-Si mis padres me ingresaron a este internado desde que inicio el primer año-

-Yo no pude ingresar antes pues por problemas familiares-

-Valla apropósito soy Sango Mitsura gusto en conocerte- me dijo extendiéndome la mano

-Aome Higurashi el gusto es mío- conteste saludándola de mano.

Fin de Flashback

Recuerdo que a partir de ese día Sango y yo nos volvimos inseparables éramos las mejores amigas y siempre íbamos juntas a todos lados valla que habían sido buenos tiempos.
Después de vagar un poco en mis recuerdos decidí darme un buen baño necesitaba relajarme un poco.


Bueno hasta aqui el tercer cap espero les guste amigas prometo que la sig parte la subire pronto

Sayonara¡¡¡¡¡:)

 

Gracias por sus comentarios amigas apenas lo subo por que eh estado algo ocupada pero gracias por seguir mi fic aqui les dejo la cuarta parte disfrutenla

CAPITULO 4: Entre sueño y realidad

Mientras tanto Inuyasha se encontraba en su habitación leyendo un libro por lo que me había dicho le gustaba mucho la lectura.
Acaba de darse un baño puedo oler el aroma de su cuerpo mojado…

No era la primera vez que Inuyasha detectaba el aroma de Aome a decir verdad todo el tiempo lo hacía al acabar de bañarse, después de arreglarse o simplemente cuando caminaba por el pasillo era una de las habilidades que el poseía y eso era algo que Aome desconocía completamente.
Esa noche Inuyasha no podía dormir no sabía por qué no podía sacarse de la mente la imagen de Aome dándose un baño el agua tibia cayendo en su suave piel su cabello adornando su espalda, y su perfecto cuerpo…

-Maldita sea porque no puedo dejar de pensar en ese mujer me está volviendo loco ¡- dijo casi gritando levantándose de su cama

Comenzó a caminar por su habitación de un lado a otro como un guardia en su puesto de vigilancia, esos pensamientos habían estado acosándolo varias veces y cada vez se hacían más intensos y eso le preocupaba al joven hibrido ya que no deseaba involucrarse con Aome, no sabía por qué razón había estado empezando a tener esas “fantasías” por así llamarlo con la chica de un modo u otro le parecía una mujer sumamente hermosa y aunque lo negaba él lo sabía, con mucho esfuerzo volvió a recostarse en su cama deseando poder pegar el ojo y dormir un poco.

Ala mañana siguiente el desayuno fue tranquilo me extraño un poco de lo callado que se encontraba Inuyasha normalmente a partir de cuándo nuestra relación mejoró él siempre tenía unas palabras para mí por ejemplo que es lo que haría ese día o si me tenía que comunicar las ausencias de la señora Kaede pero esa mañana no fue así él no me dijo absolutamente ninguna palabra y ni siquiera se limitó a mirarme en ningún momento pareciese que estaba enojado conmigo pero no lo entendía ya que no habíamos peleado previamente quizá solo se encontraba serio esa mañana. Pensé

-Madre hoy iré a visitar a Miroku así que llegare un poco tarde- dijo directamente a la señora Kaede

-Muy bien pero cuídate mucho-

-Si no te preocupes- dijo levantándose de la mesa

-Salúdalo de mi parte- le dijo a Inuyasha antes de que este se marchase del comedor

Me quede observando cómo se alejaba hacia la salida de la casa y pude ver cómo me miraba de reojo para después desviar la mirada al encontrarse con la mía, lo que me sorprendió.

-¿Acaso pelearon Aome?- me pregunto la señora Kaede de repente

-Eh…no claro que no pero…no entiendo por qué se porta así conmigo es extraño-

-Inuyasha siempre ha tenido esa forma de ser es muy inestable con sus emociones por lo regular es tranquilo pero a veces tiende a cambiar de actitud de repente no te preocupes ya verás que se le pasara-

-Si eso espero- dije casi suspirando no me agradaba que Inuyasha estuviera enojado conmigo me hacía sentir mal no sabía por qué me preocupaba tanto que él y yo no nos lleváramos bien en los últimos días no había dejado de pensar en el acaso estaba empezando a sentir algo por él? No lo sabía pero lo que si sabía era que me él me importaba y mucho.

Mientras tanto Inuyasha llegaba a la entrada de un departamento muy refinado en una de los edificios más lujosos de la ciudad toco el timbre de repente mientras unos segundos después alguien abría la puerta.

-Valla valla hasta que al fin te apareces eh- le dijo de repente de su misma edad de cabello negro y ojos café oscuro pero de apariencia también atractiva tenía la mirada de un autentico casanova nada que ver con la mirada brillante y calculadora de Inuyasha.

-Acaso piensas dejarme aquí parado todo el día?- pregunto con sarcasmo el ojidorado

El joven se hizo a un lado dejando pasar al hibrido al interior del lujoso departamento tenía una apariencia moderna al parecer el joven pelinegro tenía un buen gusto por la decoración de su hogar.

-Pero dime Inuyasha por que no habías venido antes-

-Por favor Miroku no tiene mucho que vine-

-Fue hace 2 meses- dijo arqueando una ceja con ironía

-Bueno bueno perdón pero es que tenía cosas que hacer-

-Está bien hare un esfuerzo por creerte, pero dime cómo has estado-

-Igual o peor- dijo tomando una mirada seria que sorprendió al pelinegro

-¿Por qué lo dices?-

-Hace un mes mi madre trajo a vivir a una chica a la casa su nombre es Aome-

-¿Y eso es malo? Por favor Inuyasha se te acaba de cumplir la fantasía de cualquier hombre-

-Por favor créeme que yo no pienso como tú-

-¿Y por qué está viviendo en tu casa?-

-Mi madre era muy amiga de la suya pero le prometió que si Aome algún día necesitara ayuda mi madre se la daría a los 14 años la chica perdió a sus padres así que quedo completamente sola ingreso a un internado durante 3 años pero al salir mi madre la llevo a vivir a la casa para que ella no viviera sola en la casa que sus padres le dejaron-

-¿Sus padres no le dejaron herencia?-

-Si pero como es menor de edad no puede dar uso de ella-

-Valla puedo notar que esa chica es la que te tiene tan despistado-

-De que estas hablando ella a mí no me interesa desde aquella vez con Kikyo prometí no volver a querer a ninguna mujer-

-Inuyasha tienes que olvidarte de eso o no podrás vivir en paz-

-No puedo olvidarlo cada día que veo a Aome me recuerda a la traidora de Kikyo no sabes lo mucho que se parecen-

-Valla eso es complicado-

-Si por eso decidí no volver a caer en las redes de una mujer todas son iguales- dijo con rencor

-Vamos eso no es verdad no todas son iguales aun ay mujeres buenas en el mundo-

-Pero últimamente me ha estado pasando algo con ella no puedo sacármela de la cabeza-

-No me digas que ya te enamoraste de ella?-

-¿Qué? ¡Por supuesto que no¡ cómo puedes pensar que quiera a esa niña- dijo sonrojado

-Niña?- pregunto algo confundido

-Si niña tiene diecisiete años-

-Ay por favor Inuyasha solo eres mayor que ella 3 años así que no hables con un hombre de edad madura- le dijo con ironía

-Aun así para mí sigue siendo una niña-

-Bueno pues esa niña te tiene en otro mundo amigo- le dijo palmeando la espalda del ojidorado

-Bah debe ser otra cosa además no es tan atractiva- dijo pensando mientras una imagen de Aome venía a su mente donde se veía realmente hermosa

-Mejor dime que ha pasado contigo ya tienes una sola novia a aun tienes a 3 al mismo tiempo?- le dijo tratando de cambiar de tema

-Oye eh tratado de centrarme solo en una pero por ahora no tengo ninguna a la vista…bueno a decir verdad ay una chica del departamento de al lado que es muy bonita…- decía mientras se tocaba la barbilla viendo hacia arriba

-Tu no cambias Miroku- decía Inuyasha mientras sonreía

En la mansión de la señora Kaede la cena había terminado ahora me encontraba sentada en la sala de la casa de la señora Kaede tomando té con ella.

-¿Señora Kaede quien es Miroku?- pregunte

-Es un buen amigo de Inuyasha, desde que eran niños se han llevado bien él fue el único de todos los demás niños que no lo rechazo cuando estaban en la escuela es por eso que Inuyasha lo aprecia mucho-

-Valla entonces deben ser muy buenos amigos-

-Si así es Miroku es dueño de una empresa farmacéutica que le heredó su familia así que casi todo el tiempo está ocupado atendiéndola pero a pesar de eso trata de desprenderse un poco de su trabajo para pasar tiempo con Inuyasha aunque tiene el defecto de ser algo mujeriego pero fuera de eso es un buen muchacho-

Me quede observando la puerta de la entrada deseaba que el llegase ya para verlo pero las horas pasaban y él no llegaba que me pasaba por que me sentía vacía del solo hecho que el no estuviese en la casa? Estaba confundida me sentía rara cada vez que estaba con el siempre que me miraba a los ojos sentía como si me hipnotizara por completo y que todo mi cuerpo se paralizaba.

Me encontraba acostada en mi cama no podía dormir sabía que el aun no llegaba y eso me impedía dormir deseaba que él estuviese en la casa pero quizá lo que más deseaba es que estuviese conmigo cerca de mi sentir su calor, su aliento…dios que me pasa? ¡Me levante de inmediato sentándome en mi cama hundiendo mi rostro en mis rodillas

-Porque por que no puede dejar de pensar en ti Inuyasha porque- me decía a mí misma.

De repente afuera de mi puerta pude escuchar pasos hacia el fondo del pasillo me levante y abrí la puerta lentamente para encontrarme a medio pasillo a el a Inuyasha mirándome de repente

-Aome…-pronuncio sorprendido mientras me miraba de pies a cabeza, traía puesto un camisón corto que dejaba ver mis piernas era de tirantes y para colmo era semitransparente y dejaba ver un poco mis pechos.

Dios Aome te ves tan hermosa y tienes un aroma delicioso…

No me daba cuenta de cómo estaba ataviada solo con aquella bata lo único que miraba eran sus ojos sus bellísimos ojos.
Comenzó a ponerse nervioso y sus mejillas enrojecieron cuando comencé a acercarme lentamente a él.

-¿A-Aome que haces levantada a esta hora?- me pregunto mientras daba un paso hacia atrás

-Ah pues yo es que no podía dormir y escuche pasos afuera y pues..- decía casi tartamudeando me sentía una idiota frente a el

-Bien bueno será mejor que me valla y buenas noches- decía mientras se dirigía su dormitorio

-Inuyasha espera ¡- le dije antes de que se fuera

-¿Qué pasa? – me pregunto algo sorprendido

-Es que te eh visto muy distante ¿estás enojado conmigo?- le pregunte deseando que dijese que no

-N-No es que eh estado algo estresado es todo-

-Me alegro… buenas noches- dije sonriendo mientras entraba en mi habitación

Cerré la puerta suavemente y me recosté en ella.

-Que estúpida soy como pude salir así con este camisón debe pensar que soy una cualquiera- pensé mientras ponía mis manos en mi cabeza.

Ala mañana siguiente desperté algo tarde la verdad era que no había podido dormir muy bien.

El desayuno fue tranquilo y decidí que hablaria con la señora Kaede sobre la visita de Sango.

-Disculpe señora Kaede yo quería pedirle algo- dije algo nerviosa

-Si dime querida-

-Es que yo quería pedirle si podría venir una amiga a la casa mañana-

-Claro querida por supuesto que si ni siquiera debiste pedirlo recuerda que esta también es tu casa- me dijo sonriendo no cabía duda que la señora Kaede era una mujer muy buena igual de buena que mi madre.

-Gracias señora Kaede entonces le avisare que venga mañana-

-¿Ella es tu amiga del internado?- pregunto Inuyasha

-Ah si así es Sango es mi mejor amiga yo la quiero mucho- dije sonriendo la verdad era que yo apreciaba mucho a Sango ya que era mi única amiga del internado y en la que confiaba ciegamente.

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Mientras tanto lejos de ahí en una ciudad alejada una mujer se encontraba sentada en una lujosa oficina tomando una copa de licor mientras un hombre llegaba de repente.

-Tiene mucho que estas aquí?- pregunto aquel desconocido

-Solo un rato aunque la verdad te tardaste demasiado- dijo la mujer tomando el ultimo sorbo de la copa

-Por favor Kikyo sabes que soy un hombre muy ocupado- le dijo sonriendo

-¿Tu un hombre ocupado? En qué? No haces otra cosa que dar órdenes y sentarte en este escritorio para que te traigan café y firmar papeles todo el día- dijo mirándolo con una sonrisa

-Déjate de estupideces y mejor dime a lo que viniste- dijo el hombre seriamente

-Como ya sabes planeo regresar a Tokio para visitar a mi querido ex novio hace mucho tiempo que no lo veo-

-¿Cuando te iras?-

-Aun no lo sé pero lo hare pronto quizá en uno o dos meses ya que estaré muy ocupada para la pasarela de fotos del desfile de primavera-

-Y ya planeaste lo que harás allá-

-Por supuesto querido Naraku ya lo tengo todo planeado además estoy segura que Inuyasha aún sigue amándome y me será fácil hacer que vuelva a confiar en mí y una vez que lo tenga en mis manos podre disfrutar de la gran fortuna de la familia Karisawa y la compartiré contigo por supuesto-

-Lo dices como si estuvieras segura de que él te perdonara después todo lo engañaste con otro ¿o ya lo olvidaste?- dijo con ironía

-Lo sé pero él es tan ingenuo que le hare creer que ese hombre me obligo a engañarlo que me tenía amenazada ya lo pensare-

-Yo nunca te obligue a que lo engañaras tu solita preferiste estar conmigo ya que no te puedes resistir a mí- le decía mientras se acercaba a ella tomándola por la cintura

-No sé qué es lo que me provocas que no puedo resistirme- dijo mientras unía su boca con la de aquel hombre de apariencia malévola.
Desde aquel día en que Inuyasha descubrió el engaño de Kikyo quedo muy dolido y ella en cambio se fue con aquel hombre llamado Naraku sin importarle el sufrimiento que esto le causo al ojidorado.

Flashback
Esa noche era lluviosa, un auto llego a la entrada de la casa de Kikyo Inuyasha salió del auto iba a visitar ala pelinegra como regularmente lo hacía de repente pudo divisar a la joven saliendo del lugar con un hombre de quizá unos años mayor que el de repente el sujeto tomo por la cintura a Kikyo para besarla y esta le correspondía muy cariñosa, no pudo ver con claridad el rostro del hombre pero el de ella si lo pudo identificar de inmediato.

-N-No puede ser…Kikyo cómo pudiste ¡- decía el joven mientras apretaba los puños mirando aquella escena desgarradora
Vio como la pelinegra metía unas maletas al coche de aquel sujeto y se subía al vehículo rápidamente mientras este arrancaba de inmediato.

Inuyasha sintió una ira incontenible en ese momento no podía creer que la mujer que le decía amarlo lo hubiera engañado y peor aún que se hubiese ido con otro sin importarle nada, estaba a punto de seguirlos para reclamarle pero se dio cuenta que no valía la pena era mejor dejarlo así que ganaba con reclamarle salir más herido no mejor dejar que se valla.

-Eres una traidora Kikyo…confié en ti, creí en ti, - decía el joven con furia mientras golpeaba el volante del auto tratando de controlar su mitad demoniaca que estaba casi a punto de salir a flote pero que pudo controlar ya que sabía que si no se controlaba era capaz de matarla o peor.

Fin de flashback

Mientras tanto en la casa de la señora Kaede la noche se había apoderado del cielo y precisamente esa noche la luna no adornaba aquella noche, la señora Kaede había salido a un asunto de su empresa, la señora Kaede tenía una empresa de seguros de la que ella era jefa y desde hace años ella la dirigía pero tenía a gente de confianza que le ayudaba a manejarla, Inuyasha la ayudaba de vez en cuando pero él no sabía mucho de administrar una empresa así que prefería que su madre se encargaran de eso.
Esa noche me dirigía a mi habitación para escribir un poco necesitaba adelantar un escrito que había empezado pero entonces vi la puerta abierta de la habitación de Inuyasha, su habitación estaba a dos habitaciones de la mía así que imagine que no se encontraba ahí ya que la puerta estaba abierta me acerque un poco y me adentre en ella era la primera vez que entraba a la habitación de Inuyasha era muy hermosa tenía una cama matrimonial y un buro grande como el mío tenía un estilo muy varonil pero tenía una puerta en una pared que daba otra habitación. Entre más adentro hasta llegar a aquella habitación se trataba del estudio donde Inuyasha hacia sus dibujos tenía muchos papeles en una mesa y muchos tipos de lápices así como acuarelas estaba tan distraída viendo sus cosas que no me había dado cuenta que alguien se encontraba parado en la ventana escuche la voz de Inuyasha que me hablo de repente pero al voltear me sorprendí de lo que veía ante mi

-¿Qué haces aquí Aome?- me pregunto sorprendido

-I-Inuyasha…eres tú?- dije sorprendida Inuyasha se veía totalmente diferente su cabello se había vuelto negro como la noche y sus orejas habían desaparecido, sus ojos ya no eran dorados si no café oscuro y sus colmillos se habían esfumado tenía la apariencia de un…humano. Sin embargo su atractivo seguía en su apariencia eso no cambiaría nunca.

-¿Qué te pasa por que me ves así?- pregunto algo molesto

-Te ves diferente tu cabello ya no es blanco tu apariencia es la de un humano-

-No te emociones mucho esto solo me pasa las noches de luna nueva-

-¿Quieres decir que cuando la luna desaparece te pasa esto?-

-Así es pero ya estoy acostumbrado a mi apariencia de hibrido- dijo mirando hacia el cielo

-¿Nunca te has preguntado por que eres así? Bueno me refiero a por que eres un hibrido- dije algo tímida tenía miedo de que él se molestase por mi pregunta

-Claro que me lo eh preguntado pero solo sé que cuando era bebe me dejaron en la puerta de la casa de mi madre y ella me cuido desde entonces- dijo algo serio

Me quede sorprendida entonces él sabía que la señora Kaede no era su verdadera madre.

-Entonces sabes que la señora Kaede no es tu……-

-¿Que no es mi verdadera madre? Por supuesto que lo sé y por lógica es imposible que ella fuese mi madre biológica ella nunca se casó ni tuvo hijos, yo para ella soy su hijo y ella para mi es mi madre así siempre ha sido y así será siempre –

-Eso quiere decir que nunca has visto a tu verdadera madre?-

-No ni quiero verla nunca no quiero conocer a una mujer que no me quería por esto que soy y por eso me abandono- dijo con algo de rencor

-No digas eso además no la juzgues tal vez ella lo hizo por alguna buena razón quizá para protegerte y por eso te dejo en esta casa porque la señora Kaede es una buena mujer y sabía que con ella estarías bien- dije mirándolo con ternura que él se dio cuenta de inmediato e hizo que se sonrojara levemente, me encantaba verlo así con ese sonrojo en sus mejillas que lo hacía verse a un más hermoso.

-No lo sé tal vez…pero eso ya no me interesa ella jamás me ha buscado así que por eso decidí olvidarme de que alguna vez pueda conocerla- dijo entrecerrando los ojos

-Pero sería muy bueno que la conocieras así podrías saber por qué eres un hibrido no lo crees además es tu madre debes al menos sentir algo de curiosidad por conocerla-

-Bah no necesito conocerla para mi mi única madre es Kaede y nadie más- dijo para después quedarse callado

Un silencio se apodero de la habitación en ese momento, me quede observándolo la verdad era que me parecía raro verlo con esa apariencia igual se veía tentadoramente guapo la luz de las estrellas brillaba en su rostro bañándolo completamente, su vestimenta solo era una camisa de manga larga y un pantalón de tela ligera pero que lo hacía verse muy varonil, realmente ese hombre era todo un dios era perfecto demasiado perfecto…

-Aome- dijo de repente sacándome de mis pensamientos

-¿Si?- dije casi distraídamente

-Ya es tarde mejor vete a dormir- me dijo seriamente mientras se apartaba de la ventana

-E-Está bien- dije mientras me alejaba hacia la puerta.

De repente me pare en seco para decirle algo antes de retirarme

-Inuyasha- dije sin mirarle

-¿Si?- dijo algo sorprendido

-La próxima vez que haya luna nueva salgamos a pasear me imagino que con tu apariencia de humano podrás salir a la calle sin molestias- dije esbozando una sonrisa

-S-Si por que no- dijo sonriéndome también, como me gustaba su sonrisa más bien como me gustaba él y a quien no podría gustarle ese hombre era tan apuesto que podría derretir a cualquier mujer con solo mirarla con esos irresistibles ojos dorados.

-Buenas noches- dije mientras caminaba a la salida

-Buenas noches- me contesto

Salí de el estudio hacia la salida de su habitación cuando escuche que Inuyasha me llamo

-Oye Aome-

-Dime- dije mirándolo

-…No nada- dijo resignado desviando la mirada

Me quede algo consternada ante su respuesta y Salí de su habitación, que era lo que me quería decir y por qué no se atrevió.
Al día siguiente el amigo de Inuyasha Miroku se presentó en la casa de la señora Kaede me pareció un joven agradable se ve que era una buena persona.

-Hay amigo como estas- dijo el muchacho de cabello negro abrazando a Inuyasha

-Bien y tu dime que milagro que vienes por aquí- dijo sonriéndole

-¿Pues ya vez quise venir a visitar a mi mejor amigo o acaso no puedo?- dijo con sarcasmo

-Claro que no tonto ven pasa- le contesto Inuyasha

Yo solo los observaba, Inuyasha reflejaba una felicidad en su rostro al estar con ese joven al parecer eran muy buenos amigos, ojala y yo pudiese causar esa felicidad en Inuyasha verlo sonreír al verme, esa sonrisa tan bella que tiene verla a diario sería un regalo para mí.
De repente vi que Inuyasha volteaba hacia mí me había descubierto espiándolo me quede atónita ante su mirada y me sonroje de inmediato.

-Aome no pensé que ya te hubieras levantado- dijo algo sorprendido Inuyasha

-A-ahh…si me acabo de levantar si – dije excusándome aun sonrojada por la pena

-Con que tú eres Aome me llamo Miroku Kiyiro es un gusto conocerte- me dijo aquel joven tomando mi mano y besándola

-El gusto es mío- dije algo apenada

-Inuyasha no me había dicho lo bella que eres-

-Oh gracias- dije sonrojada

-Bueno ya que se conocieron será mejor que vayas a desayunar Aome- dijo con un tono de voz que podía jurar que era de celos

-¿Si está bien pero tú no vas a desayunar?-

-No tengo hambre por favor si ves a mi madre dile que estoy con Miroku en mi estudio por favor- dijo mientas se encaminaba con el hacia las escaleras

-E-Está bien- dije

-Fue un gusto conocerte Aome- me dijo Miroku

Me quede algo confundida podía jurar que Inuyasha sintió celos cuando el joven Miroku me beso la mano pero no podía ser posible ya que si fuera así el estaría enamorado de mi….no que locuras digo eso es imposible. Pensé
No recordaba que ese día Sango también vendría a la casa hasta pocos minutos después de que terminara mi desayuno el señor Kohaku el mayordomo me dijese de su llegada.

-Señorita Aome una jovencita la busca-

-Ah sí gracias Kohaku hazla pasar por favor- dije

Casi de inmediato Sango llego hasta el comedor donde yo aún me encontraba

-Hola Aome- me dijo sonrientemente mientras me abrazaba
-Sango que gusto que hayas podido venir- dije al mismo tiempo que correspondía su abrazo

-La verdad era que no lograba convencer a mi madre de dejarme venir pero al final logre mi cometido- dijo sonriendo

-Me alegro la verdad es que tu mama es una mujer muy difícil de convencer- dije también sonriendo ya que yo conocía muy bien a la madre de Sango los domingos iba a verla al internado y la verdad es que era una mujer con un carácter difícil pero de buen corazón.

-Aome cuéntame ¿cómo has estado?-

-Bien muy bien pero ven por qué no platicamos en el jardín- dije tomándola de la mano

-Si vamos- me dijo siguiéndome

Llegamos hasta el jardín donde nos sentamos en el césped.

-Muy bien Aome ahora cuéntame todo con detalle-

-Pues no hay mucho que contar llegue a la casa de la señora Kaede donde me recibieron muy bien ella es muy amable conmigo y vivo muy a gusto aquí-

-Valla me alegro que ya no te encuentres tan sola la verdad era que no me hubiese gustado que vivieras en tu casa sola al menos aquí tienes la compañía de la señora Kaede, solo ella y tu viven en esta casa no?-

-Pues no…también vive su hijo- dije sonrojándome levemente

-¿La señora Kaede tiene un hijo? ¿Y como se llama?-

-Se llama Inuyasha y es 3 años mayor que yo-

--¿y dime es guapo?- pregunto sango algo emocionada

-Si es muy guapo…- demasiado diría yo. Pensé

-Guau que afortunada eres amiga-

-De que hablas yo y el apenas y cruzamos palabra la verdad es que él es una persona muy reservada y fría- dije algo nostálgica

-¿De verdad? Pero por qué?- pregunto sango confundida

-Es que Inuyasha no es como los demás chicos, él no es un humano normal-

-N-No te entiendo-

-Es que él es un…hibrido-

-¿Un qué?-

-Quiere decir que es solo mitad humano y mitad demonio-

-P-Por dios pero como…- decía sango sin creerlo

--En realidad no sé por qué Inuyasha es así pero a pesar de ser lo que es él es una buena persona lo sé, lo siento aunque le cueste demostrarlo-

-No puedo creer lo que me dices, me gustaría conocerlo-

-Es que no se si…- dije no muy convencida

-¿Por favor no me digas que te da miedo que el llegue a interesarme?- dijo Sango arqueando una ceja

-¿E-Ehh? No no es eso es solo que…- dije sonrojada y titubeando que Sango se dio cuenta de inmediato

-Ah no lo puedo creer estas enamorada de el- me dijo sango sonriendo de oreja a oreja

-Q-QUEE¡¡?? Que estás diciendo c-claro que no no es…-

-Claro que lo estás mírate estas más roja que un tomate-

-Sango no digas eso yo no estoy….-o si lo estoy? Realmente estoy enamorada de Inuyasha? Ahora entiendo por qué no dejo de pensar en él, y por qué no puedo sacarlo de mis pensamientos así como que cada vez que lo veo todo se ilumina en mi. Lo estoy, estoy enamorada de Inuyasha.

-Ay amiga tu primer amor que romántico¡¡- decía Sango emocionada

-Espera Sango yo no eh dicho que…-

-Acéptalo él te gusta y mucho se te ve en la cara-

-¿De verdad soy tan obvia?...Si Sango es cierto el me gusta pero por favor no se lo vallas a decir a nadie escuchaste-

-Está bien cálmate no se lo diré a nadie lo prometo y dime como te enamoraste de Inuyasha?-

-Es que…no lo sé quiero decir paso y ya-

-¿Ay por favor se mas descriptiva no?-

-Bueno creo que fue desde el primer momento en que lo vi, no lo creerás pero sentí como si me sintiera inmediatamente atraída a el, su cara, su mirada, sus ojos…- decía como boba y más roja que un tomate

-Ok ok ya entendí fue amor a primera vista-

-Algo así- conteste sonrojada

-¿Pero no le has dado señales de que te gusta o algo?-

-Pues no además pienso que le soy indiferente- conteste algo desilusionada

-Eso no puedes saberlo con seguridad amiga- me dijo sango sonriendo

-Quizá tienes razón-

Más tarde cuando Sango se iba nos encontramos con Inuyasha y Miroku en la entrada

-Pero que señorita más bella…Miroku Kiyiro para servirte preciosura- le dijo Miroku a sango besando su mano

-Ahh igualmente soy Sango Mitsura- contesto sango algo asustada por como la había saludado de repente

-Tienes un hermoso nombre Sango…no lo olvidare ya que será el nombre de mis poesías de amor- decía seductoramente a Sango

Yo solo me limitaba a verlos algo perpleja jeje tal vez Miroku no era tan inocente como yo creía.

-Por favor Sango disculpa a Miroku suele descontrolarse un poco con las mujeres- dijo Inuyasha jalando de la oreja a Miroku

-Ya lo note, tú debes ser Inuyasha no es así?- pregunto sango

-Así es-

-Gusto en conocerte- dijo sango extendiéndole la mano

-Igualmente- contesto Inuyasha respondiendo su saludo de mano

-Bueno amiga me dio gusto que platicáramos prometo venir cuando pueda- me dijo abrazándome

-Si no te preocupes ven cuando quieras- conteste correspondiendo a su abrazo

-Fue un gusto conocerte Inuyasha- dijo sango alejándose

-Si que te valla bien- contesto Inuyasha

-Oye sango espera¡¡¡ nos vemos luego amigo- le dijo Miroku a Inuyasha para luego salir corriendo tras de sango

-¿Me dejarías acompañarte Sango?- pregunto Miroku a Sango

-Es que no lo sé- contesto la castaña algo dudosa

-No te preocupes no te hare nada lo prometo…claro a menos que tú quieras- dijo con una voz seductora

-Está bien pero trata de mantenerte a una distancia considerable de mi de acuerdo- dijo algo asustada y arqueando una ceja

-Tendré que conformarme- dijo Miroku sonriendo

-Es lindo…- pensaba Sango

Mientras tanto Inuyasha y yo solo los observábamos

-Ese Miroku no cambia deberías decirle a Sango que se cuide de el-

-¿Por qué lo dices?- pregunte algo confundida

-Miroku es muy mujeriego solo digo el no sienta cabeza con ninguna mujer solo las enamora para un rato-

-Pero yo no creo que él sea así- dije algo incrédula

-Pues créelo la verdad es que no sé cuándo piensa comprometerse con una mujer de una vez por todas- decía Inuyasha algo serio

-Creí que eran amigos- dije algo seria

-Lo somos pero no puedo negar sus defectos- dijo mientras cerraba los ojos y entraba a la casa
Me quede un momento afuera pensando por que Inuyasha era así, como deseaba que fuera menos frio como quisiera entibiar su corazón pero yo para el no soy nada…nada.

Hasta aqui el cuarto cap espero les guste amigas een el sig prometo un acercamiento entre inu y aome jejeje creanme les gustara bueno saludos¡¡¡

Sayonara¡¡¡¡

 

Hola amigas lo siento por tardar mas de lo esperado pero es que no eh tenido mucho tiempo libre ya saben los odiosos examenes y la escuela aghh¡¡¡¡ que fastidio pero bueno me hice un tiempecito y aqui les dejo el cap

Capítulo 5: Nuestro primer beso


Desperté de repente, recordé que la noche anterior no había podido dormir, desperté con los ojos pesados mientras bajaba de la cama me dirigí a la ventana el cielo estaba oscuro y las nubes grises lo cubrían al parecer llovería ese día.

Me vestí y baje las escaleras hasta llegar al comedor para encontrarme con Inuyasha.

-Buenos días- dije mientras bostezaba

-Buenos días - me dijo algo serio

-Y la señora Kaede?- pregunte sentándome en el comedor

-Salió a una junta de la empresa saldrá hasta tarde…, puedo notar que no dormiste nada-
-No te preocupes es solo que me quede escribiendo hasta tarde es todo-

-Ah es cierto que eres escritora ¿no es así?-

-Pues escritora con título no pero mi sueño es ser reconocida por mis escritos- dije mientras miraba hacia arriba

-Entonces tienes que esforzarte mucho- dijo mientras me sonreía levemente lo que me hizo sentir muy feliz

-Bueno ¿qué piensas hacer hoy?- pregunto

-Pues pensaba salir a comprar un libro de uno de mis autores favoritos pero al parecer el día está muy nublado y pienso que lloverá- dije mientras miraba hacia la ventana

-Eso parece será mejor que no salgas por hoy-

-¿Acaso te preocupas por mí?- pregunte algo curiosa

-¿Ehh? No no es solo que… - dijo tratando de ocultar su sonrojo ante mí

-Iré rápido y vendré antes de que llueva no tardare mucho -

-Ah de verdad que eres terca mira haz lo que se te dé la gana- me dijo saliendo del comedor

-Inuyasha..-dije para mí misma

Más tarde Salí de la casa vestí unos jeans de mezclilla y una playera de tirantes bajo una sudadera trate de ir rápido a comprar el libro lo había visto en una librería cercana a la casa así que no tardaría mucho.

Llegue ala tienda y busque el libro pero….no rayos¡¡ ¿¿AGOTADO???

-Oh no ¿por qué a mí?- dije resignada

Decidí ir rápido a otra librería antes de que comenzase a llover, camine y camine hasta llegar a una que se encontraba algo lejos de la casa pero valió la pena ya que logre comprar mi libro pero me entretuve un rato mirando otros que no me fije que se hacía tarde y ya había oscurecido.

-Oh no me demore demasiado- dije mientras salía de la librería, de repente el cielo comenzó a retumbar con truenos y rayos para luego dejar caer una lluvia helada, comencé a caminar rápidamente pero entonces iba pasando por un callejón donde se encontraban unos tipos de mala cara pase rápidamente por ahí pero uno de ellos comenzó a gritarme.

-Oye lindura que haces caminando tan sola Ehh¡¡- grito un tipo de gorra azul

-Si porque no nos dejas acompañarte linda¡¡- decía otro tipo mientras unos más se les unían a sus gritos.

Comencé a caminar más rápido pero esos tipos comenzaron a seguirme, seguí apresurando el paso pero ellos seguían avanzando tras de mi comencé a asustarme y empecé a correr lo más rápido que puede empezaron a correr tras de mi hasta que me acorralaron en un callejón sin salida estaba muy asustada y no sabía que hacer.

-No deberías andar solita por ahí hermosura- me decía uno de esos tipos

-Si podrían hacerte algo jeje- dijo otro tipo

-Déjenme en paz- les dije
-Eso no se va a poder linda- me dijo uno de los tipos mientras me tomaba de los brazos

-Suéltame maldito¡¡¡¡- dije forcejeando tratando de liberarme, como pude logre morder su mano y me soltó hacia el piso sentí un fuerte dolor en el tobillo y eso me impidió levantarme para escapar.

-Ya no tienes escapatoria pequeña- me dijeron mientras todos se acercaban a mi sentí un miedo horrible estaba sola sin nadie que me ayudara

-No aléjense de mi¡¡ auxilio¡¡ que alguien me ayude por favor¡¡- comencé a gritar y justo cuando uno de ellos iba a tocarme con una rapidez increíble alguien lo jalo alejándolo de mí y comenzó a golpearlo dejándolo en el suelo los demás tipos se enfrentaron a él y también fueron noqueados con la misma fuerza, a causa de la lluvia no podía verle bien el rostro a la persona que acababa de salvarme el comenzó a acercarse a mi hasta que vi su rostro completamente.

-I-Inuyasha…viniste a salvarme- dije sin creerlo ahí estaba mi querido Inuyasha había venido a defenderme estaba tan feliz de verlo

-¿Estas bien?- pregunto preocupado

-S-Si gracias por salvarme- dije aun en el suelo
-Ven levántate te ayudare dios Aome te dejo sola un rato y haces que quieran hacerte daño estas calles son muy peligrosas en las noches no debiste venir hasta aquí - dijo extendiendo su mano para ayudarme yo la tome de inmediato pero al levantarme sentí una punzada de dolor en el tobillo

-Está bien lo siento pero como fue que me encontraste-

-Pues rastreé tu olor y me trajo hasta aquí y al parecer llegue justa antes de que esos tipos te hicieran algo Aome estaba muy preocupado por ti si te hubiera pasado algo yo…jamás me lo hubiera perdonado- dijo mirándome con ternura lo que me cautivo de inmediato su rostro mojado por la lluvia lo hacía verse aún más apuesto y sus labios tan deseables.

-Vamos levántate- me dijo tratando de levantarme

-Auchh¡¡¡ espera no puedo levantarme mi tobillo- dije sostenida de su mano

-¿Estas lastimada?- pregunto aún más preocupado

-Sí creo que me torcí el tobillo- dije

De repente Inuyasha me cargo en su espalda lo que me dejo atónita me sentía muy nerviosa de tenerlo tan cerca.

-Vámonos ay que llegar rápido a la casa o te enfermaras- me dijo

-Si está bien- dije nerviosa

-Escucha voy a ir muy rápido así que agárrate fuerte- me dijo mientras comenzaba a correr a una velocidad increíble, saltaba los edificios con gran facilidad ese era el poder que poseía al ser un hibrido.

Llegamos en un santiamén a la casa de la señora Kaede Inuyasha decidió entrar por la ventana de mi habitación, olvidaba que habia dejado unas cajas por la ventana Inuyasha al entrar por ella camino pero no se dio cuenta de las cajas y tropezamos con ellas estoy hizo que cayéramos al suelo e Inuyasha cayó encima de mí.

-Ahyy¡¡¡ tonta porque dejaste estas cajas aquí¡¡- me dijo Inuyasha aun encima de mi

-L-Lo siento es que había olvidado quitarlas – dije mientras lo miraba sonrojada y nerviosa estaba tan cerca de mí que podía sentir su respiración en mi rostro, el se dio cuenta de lo cerca que estábamos y se sonrojo de inmediato nuestras miradas seguían fijas uno al otro, sentía las gotas de agua de su cabello caer en mi rostro sus ojos dorados mirándome fijamente, mis labios empezaron a temblar deseosos de ser besados por los suyos de repente Inuyasha comenzó a acercar sus labios a los míos rozándolos poco a poco para luego unir nuestras bocas en un desesperado beso, cerré los ojos dejándome llevar por la pasión de aquel beso primero comenzó siendo un beso tranquilo pero entonces comenzó a intensificarlo más y más introdujo mi lengua en mi boca y yo hice lo mismo, podía saborear el delicioso sabor de la boca de Inuyasha era menta fresca estaba segura, recordé que la noche que estuve en su habitación había visto varias cajas de mentas en su escritorio y en ese momento estaba saboreando ese delicioso sabor en su boca, pose una de mis manos en su pecho mientras que mi otra mano la coloque en su cabeza atrayéndolo aún más a mí, nos separamos en busca de aire lo mire fijamente y el a mí, mis mejillas estaban sonrojadas a no poder y las de el del mismo modo volvimos a unir nuestros labios pero de forma más calmada disfrutando de los labios el uno al otro, pero de repente sentí que Inuyasha separo sus labios de los míos.

-Perdóname Aome yo yo no quise…-decía Inuyasha hasta que puse un dedo en sus labios silenciándolo

-No te disculpes yo también deseaba que lo hicieras- dije mientras acariciaba su rostro con ternura intentando volver a acercar su boca a la mía pero entonces él se apartó de mi levantándose.

-Lo siento Aome pero no puedo hacer esto yo…- dijo sin mirarme

-Inuyasha pero…-

De repente Inuyasha me levanto del suelo cargándome y me deposito en mi cama aun sin mirarme

-Aome esto no debió pasar tu yo yo no podemos ser nada- dijo seriamente mirándome al fin

-Pero Inuyasha…- dije mientras una gran tristeza y un vacío se apoderaba de mí completamente al escuchar esas palabras.

-Tu para mi aun sigues siendo una niña y yo no puedo hacer esto- me dijo mirándome

-Pero no lo soy hasta cuando vas a entenderlo¡¡- dije mientras unas lágrimas de rabia salían de mi rostro

-Lo siento Aome de veras lo siento- dijo para luego salir de mi habitación dejándome ahí, sola, confundida y con un gran vacío.

Bueno hasta aquí el quinto cap. está un poco cortito :( pero el sig. lo haré un poco más largo espero que les guste amigas saludos¡¡¡¡

Sayonara¡¡¡¡:D

 

Gracias amigas por sus comentarios los aprecio de verdad me alegra que les guste mi fic en fin aqui les dejo el sig cap;)


Capítulo 6: Fiesta de cumpleaños

Después de aquel día no volví a ser la misma, claro que mi tobillo ya había mejorado, ese mismo día un doctor había ido a revisarme ya que Inuyasha estaba preocupado al igual que la señora Kaede había decidido decirle a Inuyasha que no le dijese a la señora Kaede la verdadera razón de mi tobillo torcido no quería preocuparla aún más. Me había vuelto más distraída y algo torpe, Inuyasha y yo apenas y hablábamos prácticamente no nos decíamos nada y cuando me hablaba solo era lo necesario y cada vez que nos mirábamos el desviaba su mirada, me sentía realmente horrible de estar en esta situación y aun mas de saber que Inuyasha no sentía lo mismo por mí.
Esa mañana desperté más tarde de lo normal casi todos los días me estaba despertando así la realidad es que por que más quería no podía dormir me la pasaba pensando en él y lloraba cada vez que lo recordaba.

Baje lentamente al comedor para desayunar, la señora Kaede se encontraba conversando con Inuyasha.

-Oh Aome ya has despertado- dijo la señora Kaede sorprendida de mi presencia

-Si- dije cortamente no tenía ganas de nada

Inuyasha me miro en seguida pero ninguna palabra salió de sus labios solo tenía esa mirada seria y perdida.

-Querida te veo muy pálida y mírate esas ojeras ¿acaso no has dormido bien?- pregunto la señora Kaede preocupada

-No es eso señora Kaede no se preocupe es solo que suelo estar así cuando me levanto más tarde de lo normal no se preocupe- dije esbozando una pequeña sonrisa fingida

-Aome estoy enterada que en una semana será tu cumpleaños- me dijo sonriendo la señora Kaede

-¿Mi cumpleaños?...es cierto estaba tan distraída por lo que paso con Inuyasha que había olvidado por completo mi cumpleaños- pensé

-Sí y como es tu cumpleaños número 18 lo vamos a celebrar con una fiesta ¿qué te parece?- me dijo con una gran sonrisa, la señora Kaede era tan buena y amable conmigo ella merecía ser coronada una de las mejore madres del mundo Inuyasha era tan afortunado aunque el no se diese cuenta.

-Oh no señora Kaede no debe molestarse haciendo eso no usted ha sido muy amable conmigo al dejarme vivir en su casa no quiero abusar más de su amabilidad-
-Pero Aome tú ya eres prácticamente de la familia además yo te considero una hija más para mí y por eso tengo el consentimiento de hacerte una fiesta como cualquier madre lo hace con sus hijos así que no quiero escuchar reclamos escuchaste- dijo seria para luego sonreír irónicamente

-Está bien- dije sonriendo resignada

-Qué te parece si empezamos por organizar el buffet y….-

Todo el día la señora Kaede y yo planeamos lo de mi fiesta yo la escuchaba atenta pero una parte de mi aún seguía triste por la ocurrido con Inuyasha.
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Mientras tanto en otro lugar una mujer de tez blanca y cabello negro largo agarrado con un listón bajaba de su auto caminaba hacia enfrente de donde había dejado su auto estacionado hasta llegar al “Miracle forest” uno de los hoteles más caros de la ciudad.
Subió por elevador hasta llegar al último piso el penhause más caro de todo el hotel. Al llegar la mujer toco el timbre de la puerta, entonces otra mujer le abrió de repente.

-Valla Kikyo por fin llegaste ¿porque tardaste tanto?- pregunto una mujer de cabello negro y ojos de un raro color rubí
-Cállate Kagura por si no lo sabes tenia cosas más importantes que hacer solo vine porque tu jefa no deja de molestarme con lo mismo- dijo la chica entrando al lugar.

-La señora Mikano te está esperando en su estudio- dijo con sonrisa perversa mientras la llevaba al estudio

Camino hasta llegar al estudio donde abrió la puerta lentamente.

-Kikyo que gusto verte cuanto tiempo ha pasado- dijo una mujer de cabello color rojizo y de mirada fría y calculadora desde su escritorio dándole la espalda para luego voltearse.

-Subasaki tan exacta como siempre- contesto la pelinegra con cara de fastidio

-Ya sabes como soy yo Kikyo dime ¿por qué has tardado tanto devolverme lo que te preste?- dijo mientras su sonrisa se desvanecía de forma seria

-Por favor Subasaki ya te había dicho que me esperaras hasta que logre invertir en un proyecto que tengo en mente-

-Ya te eh esperado demasiado Kikyo yo no tarde nada para darte ese préstamo que con tanta prisa me pedias- dijo mientras se levantaba de su asiento

-Si mal no recuerdo en ese tiempo eras novia de Inuyasha Karisawa ¿no es así?- dijo comenzando a rodearla

-Si pero terminamos porque tuve que irme del país tú lo sabes muy bien- dijo la chica mirándola de forma seria

-Por supuesto que lo se querida me pediste ese préstamo para pagar tu viaje así como los lujos a los que estas tan acostumbrada y para gastarlo con ese bueno para nada de Naraku-

-Tú no sabes nada ese dinero lo use para pagar unas deudas pero la verdad no sabes cuánto me arrepiento de haber venido a pedírtelo precisamente a ti- dijo Kikyo con rencor contenido

La mujer se acercó a ella de amenazante tomándola violentamente del brazo

-Escúchame Kikyo no soy una mujer muy paciente así que más te vale que me devuelvas ese dinero si no quieres acabar refundida en la cárcel o peor tú me conoces bien y sabes que no soy de las que hablan por hablar- le dijo con tono de voz amenazante

-Lo sé muy bien pero por favor espérame un tiempo más te prometo que en cuanto tenga el dinero te traeré personalmente- dijo la chica liberándose del agarre

-Mmm….está bien seré buena contigo… saldré del país unos meses así que te daré tiempo suficiente para que consigas el dinero si no consigues en ese plazo te ira muy mal entendiste- dijo mientras volvía a su asiento

-Está bien ¿puedo irme?- pregunto con rencor

-Si ya te puedes ir ah y salúdame a Inuyasha cuando lo veas siempre me pareció un joven apuesto a pesar de tener esa apariencia…ups es cierto ya no andas con el jajajaja- comenzó a reírse de forma descarada

Salió del estudio a toda prisa con furia contenida hacia aquella mujer la realidad era que Kikyo estaba en la bancarrota y necesitaba dinero para muchas de sus deudas a causa de su afección por los lujos fue entonces que decidió pedirle un préstamo a Subasaki Mikano una de las mujeres más poderosas de la ciudad y más peligrosas pero en ese momento de tensión Kikyo no vaciló para pedirle el préstamo ya que la conocía muy bien y ni siquiera le caía bien pero necesitaba el dinero y lo hizo sin pensarlo dos veces sin saber que se había confraternizado en algo oscuro.

-Estúpida conseguiré tu maldito dinero para que me dejes en paz de una vez y no tenga que saber nunca de ti- dijo saliendo de aquel lujoso edificio para luego subir a su auto.

En la casa de la señora Kaede la noche aparecía adornando el cielo, me encontraba en mi habitación pensando en lo de la fiesta en el fondo no tenía ánimos de celebrar nada después de lo de Inuyasha me había vuelto más aburrida pero era mi cumpleaños 18 ya no sería más una niña si no una mujer a los ojos de todos y a los de Inuyasha también aunque el me sigue considerando una niña debe de entender que ya no lo soy ya no más.

Finalmente llego el día de la fiesta en la casa de la señora Kaede todo el mundo se encontraba preparando todo los empleados de limpieza limpiando el jardín, las sirvientas limpiando cada rincón del interior de la casa, los cocineros preparando el buffet, todo el mundo apurado y yo solo observando un poco sorprendida, la señora Kaede me dijo que podía invitar a quien yo quisiera pero a la única que invite fue a Sango ya que era mi única amiga y de los demás invitados la señora Kaede se encargó además me había dicho que vendría un amigo de ella para hablar conmigo sobre mis escritos ya que la señora a quien se los dio a su vez se los dio a este y me dijo que quería hablar conmigo sobre la opinión que tiene de ellos.

-Oh Aome ahí estas- me dijo la señora Kaede sacándome de mis pensamientos
-¿Sucede algo señora Kaede?- pregunte algo sorprendida

-Oh no es nada grave querida solo te vengo a dar esto- me dijo entregándome una caja de color rosa con un listón

-Anda ábrelo- me indico sonrientemente

Abrí la caja y saque lentamente lo que venía dentro era un hermoso vestido de noche color rosa con detalles brillantes en la parte superior era straplle sin mangas era realmente hermoso

-Oh señora Kaede no debió haberse molestado bastante hace por mí al organizarme esta fiesta- dije sonriendo algo apenada

-Pero si no es ninguna molestia querida además este vestido te lo compre para que esta noche luzcas hermosa y radiante espero que te guste- me dijo sonriendo

-Esta hermoso muchas gracias- dije abrazándola

-De nada querida- me dijo correspondiendo a mi abrazo

La noche se presentó y los invitados comenzaban a llegar, la fiesta seria en el salón de eventos que se encontraba cerca del jardín, yo me encontraba en mi habitación alistándome para bajar termine de ponerme el vestido y en ese momento no pude evitar mirar por la ventana hacia el cielo y notar que la luna no se encontraba adornándolo.

-Esta noche es luna nueva…eso significa que Inuyasha…- dije, esta noche Inuyasha se encontraba en su forma humana, en ese momento vino a mi mente la vez que lo vi por primera vez así se veía igual de apuesto y también cuando nos besamos por primera vez había sido mi primer beso, fue tan delicioso que deseaba volver a besarlo a probar ese mágico sabor a mente en su boca solo nos habíamos besado una vez y eso basto para que me volviera adicta sus labios.

Al terminar de arreglarme salí lentamente de mi habitación mire al pasillo y al darme cuenta que no había nadie Salí pero entonces escuche que la puerta una puerta abrirse era Inuyasha que salía en ese momento dios se veía tan apuesto traía puesto un elegante traje de etiqueta, su cabello se encontraba negro como lo había pensado y sus ojos ya eran de color dorado si no café oscuro, su mirada estaba fijamente hacia mí.
Por dios se ve tan hermosa… pensaba el joven hibrido

-Inuyasha- musite con timidez

-Aome te ves….bien- dijo fingiendo

-Gracias- dije seriamente

-Estoy muy orgulloso de que al fin cumplas tu mayoría de edad- dijo aun fingiendo seriedad

-No pensé que te importaría tanto que cumpla 18 cuando yo para ti soy una niña no?- dije con algo de enojo

-Escucha Aome yo….- decía cuando dije interrumpiéndolo

-Es mejor que hablemos después ahora debemos bajar al a fiesta- dije seriamente mientras bajaba las escaleras y el me seguía

Baje hasta llegar al salón. Inuyasha por su parte camino hacia otra parte alejándose de mi aun fingiendo indiferencia ante mí, había muchas personas desconocidas quizá la mayoría conocidos de la señora Kaede fue entonces que divise entre la gente a mi mejor amiga.

-Aome ¡- me dijo al verme

-Sango que bueno que pudiste venir- dije abrazándola

-¿Cómo querías que me perdiera la fiesta número 18 de mi mejor amiga? Aome que hermoso vestido te ves muy bella-

-Oh gracias amiga tu también te ves muy bonita- dije admirándome de su vestimenta, era un vestido color lavanda de una sola manga pero muy hermoso también.

-Aome ya estás aquí podrías venir un momento querida?- me indico la señora Kaede

-Si- dije llegando con ella

-Te ves muy hermosa querida- me susurro la señora Kaede

-Oh gracias- conteste algo sonrojada

Llegamos con un joven desconocido de cabello negro atado en una coleta y de ojos color azul no era mal parecido.

-Mira ella es Aome Higurashi él es…- decía la señora Kaede hasta que aquel joven la interrumpió

-No es necesario señora Kaede soy Kouga Gokatsu gusto en conocerte- dijo besando mi mano con cortesía

-Igualmente- conteste algo apenada

-Aome Kouga es escritor el se dedica a evaluar los escritos de las personas primerizas y reviso tus escritos que me diste - me indico la señora Kaede

-Aome déjame decirte que tienes un gran talento para la escritura tu historia de “Lluvia de otoño” fue muy buena me gustó mucho es una mezcla de romance y tristeza al mismo tiempo y quiero preguntarte si dejarías que la hagamos un libro ¿que te parece?- me dijo el joven Kouga

Estaba tan sorprendida un escrito hecho libro? No podía creerlo estaba tan feliz que no podía contestar

-¿Entonces aceptas?- pregunto el joven Kouga

-S-Si claro que si por supuesto- conteste más que emocionada

-Perfecto después si lo deseas podemos incluso hacer una saga-

-Si me gustaría mucho- conteste

A lo lejos alguien nos observaba. Mirando nuestra conversación con rabia contenida

-¿Quién es ese tipo que está hablando con Aome?- Pensaba Inuyasha



Bueno amigas hasta aquí el cap. 6 lo se está un poco corto les prometo que el sig. Será más largo. Saludos¡¡¡¡

Sayonara¡¡¡¡¡ :p