Saint Seiya Convicción (One Shot)

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por blackrose18, 17 Marzo 2010.

  1.  
    blackrose18

    blackrose18 Usuario VIP Comentarista Top

    Piscis
    Miembro desde:
    22 Diciembre 2006
    Mensajes:
    3,365
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Convicción (One Shot)
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    896
    Convicción (Saint Seiya)

    He escrito dos historias en un lapso de tiempo corto, :llorar1: un milagro xD!!! en fin.. esto lo hice para una actividad en Coalición Dorada, la última parte está forzada dado que tenía que meter en la historias estas palabras: toque, amarillo, templo, oscuridad y susurro. y ya no sabía cómo meter una de las palabras luls Y ps ya tan siquiera que alguien la lea LOL. Uds adivinen de quién trata la historia.



    Convicción.

    Las olas irrumpen tus pensamientos sin cesar; has perdido la noción del tiempo provocando que no tengas idea de cuántas horas han pasado desde que te ofreciste a hacer esta prueba; en estos momentos sólo puedes recordar que estás aquí por una simple razón: ganarla sin la necesidad del derrame de sangre. Viene a tu mente aquella joven de amarillos cabellos que le suplicaba a él que no te dejara hacer ese acto tan peligroso; pero tú, seguro de tí mismo y de tu convicción te matuviste hasta final y permitiste que todo continuara.


    Intentas moverte, pero esas cadenas no permiten que seas capaz de colocarte en una posición más cómoda; sólo te queda tomar una fuerte bocanada de aire y tratas de mantenerte erguido lo más que puedas para evitar que el mar te impida respirar. Levantas tu cabeza y miras al cielo; la oscuridad está empezando a invadirlo lentamente y las estrellas se asoman... ¿cuatro horas?, quizá seis horas han pasado desde que te ataron a ese par de rocas; aunque eso no importa realmente, tu deber es salir con vida de ese lugar.


    Has entrenado durante varios años ¿no es así?, lo peor que podrías hacer es rendirte y abandonar todo por lo que luchaste; recuerdos de tu infancia vienen nuevamente a tu cabeza; piensas en tus amigos, los ratos “agradables” dentro de lo posible que viviste en la fundación; aún cuando otros te molestaran por ser pequeño y débil sabías que podías contar con tus amigos.. y tu hermano. Tu mente se ilumina al invocar su recuerdo; ¡no puedes rendirte! Qué pensaría él; quien se arriesgó para que te cambiacen de lugar y así ir a una zona que no te correspondía; en estos largos años aún mantienes una ilusión dentro de ti: volver a verlo.


    Después de todo te protegió desde que fuiste un bebé, nunca te abandonó aún en tiempos difíciles y siempre te cuidó; no.. rendirse NO era una opción, has llegado tan lejos, inclusive has logrado participar en una prueba en donde no es necesario tener que pelear contra tus amigos para lograr tu propósito. Abres totalmente los ojos y ves cómo las olas se acercan fuertemente hacia ti y el mar se estremece con cada movimiento que éstas dan y sólo puedes oír un leve susurro del mar conforme éste se agita; tomas otra bocanada de aire con convicción y apoyas como puedes tus pies sobre las piedras para levantarte un poco más, y empiezas a concentrarte en una sola cosa: vivir.


    Recuerdos... recuerdas tu vida en aquel viejo orfanato y te concentras en la alegría que te despierta con estar en su lado; y no sólo ellos.. inclusive tu maestro y tus compañeros de entrenamiento en la isla; sí, ha sido difícil pero has podido vivir con libertad y relativamente bien; ¡no me daré por vencido! Piensas sin cesar; ¡no perderé aquí!; sé que podré volver a verlos, ¡a todos!...




    Un fuerte movimiento te saca de tus ideas, las olas ya cobraron mucha fuerza y el mar prácticamente alcanzó tu boca; cualquiera entraría en pánico ante los fuertes golpes que recibes por las olas; el inminente entumesimiento de tu cuerpo y el agitado movimiento del mar que desea llevarte de ese lugar; pero tu no dudas ningún momento; conforme deseas salir de ese lugar, algo dentro de ti aumenta fuertemente; una cálida energía que recorre todo tu cuerpo rápidamente empieza a emanar de ti, seguramente por tu fuerte deseo y esa convicción de seguir adelante; tu cosmos, como lo llama tu maestro se ha liberado totalmente; ante esto tu confianza aumenta así como tu deseo de luchar...


    El mar no se estremece igual que antes, tu cosmos aumentó al mismo nivel que tu lucha por vivir que has logrado que ninguna ola toque tu cuerpo; sigues concentrado en tus pensamientos y nuevamente piensas en tu hermano... ¡Ikki! Susurras suave pero enérgicamente en el mismo instante en que el mar a dejado de acercarse a ti y sólo se dedica a estrellarse contra las rocas que te rodean, sin ser tocado por ellas; ¡lo logré! Piensas alegremente.





    Sientes la brisa del mar en tu rostro, mientras caminas con dificultad por la playa; aún sientes un poco de dolor en tu cuerpo a pesar de que han pasado varias horas desde que tu maestro fue a liberarte para entregarte la armadura; y aunque te gustaría quedarte un poco más, tus ancias por regresar a Japón y encontrarte con ellos son fuertes como para poder esperar más. Conforme avanzas por la costa con la armadura escuchas por lo lejos las campanadas de un templo, quizás ir y pasar a dejar una pequeña ofrenda al lugar y pedir algo a Dios como última acción en la isla antes de partir no sea mala idea, uno nunca puede saber qué pueda suceder en el futuro.
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso