Contratista Pokémon

Hola a todos. Quiero manifestar a quien este leyendo el fanfic independiente si quiere dejar un comentario o no que la historia está en proceso de reedición, esto se debe a que considero que hay algunos puntos importantes como la narración, ortografía y cosas de este estilo, entre otras cosas técnicas que pueden ser mejoradas. De esta forma, creo que puedo entregar una mejor historia y es este mi objetivo después de todo.

Ahora primero que nada quiero introducir esta historia como un universo alterno, por lo tanto existirán diferencias entre la serie, manga o anime con la historia que les traigo. Haré el mayor esfuerzo por explicar cada elemento de la historia lo mejor que pueda. De momento solo he traído en el prólogo y de aquí en más iré realizando modificaciones partiendo por los capítulos que ya están escritos. Quisiera agregar un reconocimiento especial a las personas que me están ayudando. Siento las molestias y sin más que agregar les dejo lo prometido.

Prólogo​

En mi mundo, existen criaturas llamadas pokémon, seres que conviven con los humanos y que tienen la cualidad de manifestar poderes o habilidades sobrehumanas en variadas maneras y distintos tipos.Su diversidad es inmensa, y aun cuando se han logrado grandes avances con los descubrimientos recientes, no se ha terminado de desentrañar todos los misterios que existen sobre ellos.

Para mí, los pokémon son criaturas fascinantes y con las cuales tengo el privilegio de tratar todos los días. Estás fantásticas individualidades se presentan ante nosotros de diferentes formas y tamaños,ganándose el asombro de muchos.

Los pokémon forman parte del folklore de nuestro mundo, siendo representados en diversidad de mitos y leyendas, y pese a que no existía un consenso científico del día en el que ellos aparecieron en nuestro mundo, han existido con nosotros desde que la humanidad tiene consciencia y compartimos un lazo muy estrecho con ellos. Unos pocos humanos pueden establecer un vínculo tan especial con los pokémon; a esas personas se les llama contratistas.

Los contratistas tienen una capacidad única llamada sincronía, que consiste en realizar un enlace entre ambos, pokémon y humano, y que trae como consecuencia el adquirir las habilidades que poseen los pokémon. Actualmente, el número de contratistas es tan reducido, que la probabilidad de que una persona herede esta condición es de una entre mil o incluso más baja. Dada esta situación, las personas que demuestran aptitudes como contratistas son muy apreciadas en todos los países y gozan de mucha autoridad, puesto que ellos representan gran parte del poder militar del país. Por esto, la mayoría de los países resguardan con mucho recelo a los contratistas, por los beneficios que conlleva tener una cantidad significativa de ellos.

Las ganancias que conlleva para el país son incalculables en todo ámbito, ya sea político, militar, económico, científico, tecnológico o de cualquier otra índole.

¿Por qué les cuento todo esto? Es muy sencillo.

Yo soy un contratista, y mi historia ha comenzado.

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Agradezco tu comentario J. Nathan Spears.
En cuanto a si la historia te atrapa o no es algo que no puedo saber. El tiempo lo dirá. En cuanto a las próximas actualizaciones quiero dejar en claro que desconozco la disponibilidad de tiempo, por lo tanto no me comprometeré a tener la continuación en un plazo fijo. Espero disfruten la historia. Saludos.

Aclaro que está es la primera de las ediciones que estoy haciendo a la historia. Hace tanto tiempo que no actualizo que decidí hacer una versión más extensa de la historia.
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Capítulo I: Un nuevo comienzo.​

Hay momentos en la vida que te obligan a tomar decisiones radicales cuando se presentan ciertas circunstancias, es por esta razón que estoy en un viaje al país de Kalos: una tierra lejana muy separada de mi patria a la que ya no me es posible volver. Todos los acontecimientos pasados son recuerdos tristes y dolorosos, ya que dejé todo lo que quiero en mi antiguo hogar.

El tiempo pasa de forma lenta y los minutos se vuelven horas inexorables de tortura continúa al recordar a mi familia y amigos. No hubo despedidas, solo tuve la oportunidad de escapar gracias al esfuerzo conjunto de mi madre y un amigo de la familia el profesor Oak; quien gracias a sus contactos consiguió que yo saliera del país en completa discreción y secreto. No había otra forma, un peligroso sujeto llamado Giovanni me quiere muerto por ser un obstáculo para sus planes futuros de conquistar el país. Además, el alberga un gran resentimiento hacia toda mi familia en especial a mi padre Aaron Kepchum y a mí. Ambos eran los líderes más influyentes a nivel militar del país y por añadidura, también tenían un gran peso político dentro del mismo. Sin embargo, tanto Giovanni como mi padre tenían dos visiones contrapuestas sobre la forma de cómo debía dirigirse al país; por un lado, mi padre considera siempre la opinión de los demás antes de tomar cualquier decisión, en cambio, Giovanni esto no le interesaba y por si fuese poco, él solo velaba porque sus intereses personales fuesen cumplidos sin importar los medios y a quienes podía dañar a causa de sus acciones. Esto generaba gran tensión a la hora de tomar decisiones y había algunos extremistas que decían que esto podría derivar en una guerra civil, aunque esto jamás pasó. Tiempos, más tarde, las cosas se pusieron peor y la relación entre los dos se volvía más complicada hasta que sucedió un incidente que cambiaría mi vida para siempre, y ese hecho fue el asesinato de mi padre. El autor de dicho crimen, no era otra persona que su antiguo mejor amigo. En un principio, no tenía pruebas concretas para inculpar a este criminal, pero después de hacer muchas investigaciones, di con algunos videos clasificados que fueron grabados por las cámaras de seguridad, en donde aparecían ambos luchando a muerte el uno contra el otro. Al tener las pruebas fui a encarar a Giovanni y me enfrente a él para vengar la muerte de mi padre; sin embargo, este sujeto me venció en batalla y estuve a punto de morir, de no ser por mi antiguo maestro: Lance, quien me rescató de las garras de la muerte. Aún tengo el recuerdo vivido de las palabras que dijo ese bastardo.

Estaba acostado y apoyado con los brazos sobre el suelo, para mirar con rabia a la cara de ese asesino. Una risa maquiavélica le adornaba el rostro, manchas de sangre estaban adheridas a su ropa; pese a que la mayoría era mía.Una enorme cantidad de energía se acumulaba en su mano izquierda para asestar el golpe de gracia, pero parece que estaba disfrutando mucho la escena que tenía frente a sus ojos.

—Tu padre ya está muerto, Ash.

Al escuchar esas palabras, mi ira brotaba desde lo más profundo de mis entrañas y se sentía como un mar de llamas enardecidas que me quemaban por dentro. Mi expresión facial demostraba toda la impotencia y frustración que experimentaba en ese momento. Mientras, Giovanni caminaba con una sonrisa descarada y llena de confianza.

—Para que pierdes tiempo en enfadarte; cuando ya no eres más que un moribundo saco de mierda. No eres capaz de moverte...eres patético —se burlaba de mi.

En aquel momento, me enfadé como nunca antes y le grité:

—!Eres un hijo de perra!

Giovanni al escuchar el insulto soltó una estridente y sonora carcajada.

—¿Tienes todavía energías para hablar estupideces? En eso, Aaron y tú son iguales —sentenció con un tono grave al final.

Lo único que deseaba hacer era asesinarlo a golpes, pero mi cuerpo estaba hecho un lastre. Mis costillas estaban rotas, mi fémur derecho estaba fracturado y mi hombro izquierdo se había dislocado. Sangre caliente brotaba desde la parte superior de mi cabeza hasta mi ojo derecho que estaba inflamado; por una contusión de un golpe que Giovanni me había asestado.

—!No te atrevas a hablar mal de mi padre, maldito!

Giovanni con un semblante severo me encaraba:

—¿Qué puedes hacer en ese estado tan lamentable?

No pensé en nada y solo reaccioné ante la provocación burda, aunque efectiva de Giovanni; a quién le disparé un escupitajo rojizo que le dio en el rostro.

—!Estás muerto! —rugió con furia.

Cuando vi que mi muerte estaba solo a segundos, una fuerza me capturó y evitó que yo muriera calcinado por esa densa bola de energía que Giovanni había disparado.

—¿!Quien demonios!? —exclamó girando su cabeza hacia todos lados al ver que su ataque había errado. Luego, fijó su vista en una figura que estaba volando en el cielo—.!Tenías que ser tú, Lance!

Era Lance que me llevaba sujeto con fuerza en su brazo izquierdo, y esto me causaba gran dolor por mis graves lesiones; pese a que no tenía nada de qué quejarme, ya que resistir aquel dolor era mucho mejor que estar muerto. Mi maestro sin apartar su vista del agresor le habló:

—!Me encargaré de hacerte pagar por tus pecados Giovanni! —declaró Lance con mucha frialdad.

Lance se marchó conmigo a cuestas volando a una gran velocidad del lugar con mucha prisa y en mi lamentable condición hasta la presión del aire ocasionaba dolor, y las heridas abiertas dejaban escapar la sangre que se caía hacia el suelo.

Volábamos surcando los inmensos rascacielos que hay en la ciudad hasta un cerro cercano, donde no había demasiadas personas. En el poco tiempo que transcurrió desde el rescate hasta nuestra llegada a este lugar, mi condición empeoró a tal punto que comencé a perder la consciencia y la temperatura corporal aumentaba a un ritmo alarmante. En cuestión de segundos, Lance me apoyó contra un árbol cercano con aspereza, dejándome completamente erguido y levantando mi mentón hasta dejar mi cabeza levantada. Abrió mi boca, introduciendo una pastilla.

—Traga la pastilla —me cerró la boca y sacó de su chaqueta una pequeña botella que contenía agua en su interior. La abrió e hizo lo mismo con mi boca—.Bébela rápido y por ningún motivo trates de escupir.

Sin comprender la razón de las instrucciones de Lance, había tomado la pastilla y el agua que me entregó para beber. Con diligencia Lance sacó una cuerda y me ató contra el árbol de manera muy firme. Tras esta acción; un intenso dolor en las costillas emergió en respuesta a la firmeza con que la cuerda me oprimía. Luego, amarró mis manos y cuando terminó; adoptó una posición en cuclillas, observándome con seriedad a los ojos.

—Ash debes resistir —fueron todas las palabras que Lance pudo articular antes de que fuese presa de un dolor muy intenso.

En el interior de mi estómago, un fuego interno se avivó como un volcán en plena etapa de erupción; que explotó con fuerza desmesurada en todas las direcciones posibles. Pasando primero por mis intestinos y esófago, para luego extenderse por cada arteria, meridiano y células de mi cuerpo. El dolor que sentí era indescriptible, mi cerebro estaba hirviendo y ya no podía pensar en nada más, mi cuerpo sudaba como loco y se retorcía tratando de zafar del amarre de las cuerdas. Parecía una víctima de exorcismo, que aparecen en las películas de terror.

Ya cuando mis esfuerzos por liberarme de las amarras se volvieron estériles, mi cuerpo empezó a convulsionar en respuesta al dolor que me fue infringido después de tomar la pastilla. Todas mis huesos fueron restaurados y mis heridas se curaron. Este largo proceso tardó varios minutos y para cuando por fin el dolor se alivió, ya estaba reducido en carne y espíritu a un simple lastre sin energía y con escasa conciencia.

—¿Q...qué...fue...—intenté articular una frase, pero mi discernimiento se perdió; en ese instante.

Mis recuerdos se detienen de manera súbita, cuando escucho la voz de una mujer. Mi cuerpo se sobresalta, a causa de esto me despierto muy exitado. Siento una gran opresión en mi pecho y mi frente está empapada de sudor. De forma brusca con la mirada busco el altoparlante de donde proviene la voz femenina.

—Se les solicita a los pasajeros que ajusten sus cinturones, debido a que dentro de los próximos minutos el avión va a aterrizar —anuncia la voz con un tono cansino.

El solo hecho de hacer el ejercicio de recordar mi encuentro con Giovanni, me provoca mucha ansiedad y estrés.

Una mujer que está sentada tres asientos más atrás me ha estado mirando un buen rato y cuando nuestras miradas se topan, ella me pregunta:

—Joven, ¿se encuentra usted bien? —se expresa usando un tono de voz preocupado y acercándose hacia donde yo estoy.

—No me siento para nada bien, pero es algo pasajero —me engañe a mi mismo tratando de ignorar el asunto. Fingiendo con mi mejor cara contesto a la mujer de mediana edad—No se preocupe, esto a veces me ocurre, pero tan luego como viene se va.

La mujer no se ve muy convencida, no obstante, ya estamos próximos a aterrizar y una azafata que viene desde la cabina del avión nos dice a todos los pasajeros: "Pasajeros, por favor, ajusten sus cinturones y tomen asiento, ya que el avión iniciará su aterrizaje dentro de los próximos cinco minutos". Por tanto, la mujer se resigna a seguir insistiendo con el tema.

Tardé alrededor de una hora para acabar con toda la burocracia del aeropuerto: que iba desde bajar del avión hasta llegar al vestíbulo que está abarrotado de gente, que transita de un lado a otro con mucha prisa. Me tomé un minuto, para organizar mi equipaje que consistía en una mochila, una maleta pequeña y un par de maletas grandes con ruedas. En mi chaqueta, en el bolsillo izquierdo guardé un papel roñoso que contenía las instrucciones que el profesor me entregó antes de despedirnos, así como también había una caricatura de la cara del profesor Oak haciendo un ademán con el dedo pulgar hacia arriba; junto un mensaje alentador que tenía escrito: "Buena suerte". En el papel se hace una descripción física y algo superficial del colega del profesor Oak. Pasé un buen rato, buscando a alguien que se asemeje a él; sin resultado aparente, pero todo cambió cuando escuché una voz masculina que me estaba llamando:

—¡Oye, por aquí! —me llama un sujeto que viste algo desaliñado.

Camino hacia él y mientras guardo el papel en mi bolsillo. Le doy un leve vistazo, contrastando la imagen que tengo frente a mi, con la descripción física del sujeto del papel y ambas parecen coincidir. Una vez me sentí en confianza, tomé la palabra.

—¿Profesor Ciprés? —pregunté mientras el sujeto a mi lado esboza una sonrisa en su cara.

El hombre asiente y extiende su mano en forma de saludo.

—Sí, es un gusto. Tú debes ser Ash…—estrecha mi mano con una sonrisa refrescante en su rostro. Una vez terminado el gesto se aleja y agrega—.Eres idéntico a tu padre cuando era joven, todo igual. Ese cabello azabache desordenado y aquella mirada llena de determinación en su rostro, eres su vivo reflejo. Siento mucho tu perdida.

En la última parte, la actitud del profesor Ciprés cambia pasando de un estado de ánimo alegre a uno más neutro y apagado.

Hago un esfuerzo de esbozar una sonrisa forzada ante la última parte del comentario. Aún no me acostumbro a que la gente me evoque ese amargo hecho, pero estoy seguro que la intención del profesor Ciprés es sincera. Para salir del paso le contesto:

—Gracias...—solté con incomodidad. Rápidamente, cambio de tema—.El profesor Oak me pidió que le diera sus saludos.

El profesor sin demora se percata de mi incomodidad y me sigue el juego. Cosa que agradezco. Luego, sigue la conversación.

—El profesor Oak como siempre tan atento. Ahora, nos debemos ir Ash. Hay mucho por hacer —acota el profesor tomando una de mis maletas más pesadas con ruedas, para luego, salir en dirección al estacionamiento.

Sigo al profesor Ciprés caminando a lo largo del estacionamiento hasta una camioneta Wrangler de color gris pulverizado. El profesor se acerca al vehículo y tras realizar un extraño movimiento con su brazo, se enciende una pantalla que tiene el logo de la marca del auto, debajo de este hay celda en donde el profesor introduce un código, realizada aquella acción la pantalla se apaga y las luces se encienden. Luego, el profesor abre la maleta y me hace una seña para comenzar a guardar todo el equipaje adentro. Me sorprendió mucho todo el proceso de seguridad para encender el auto y el profesor Ciprés que estaba atento, comenta.

—No eres el primero en poner esa cara al ver el sistema de seguridad de mi camioneta, Ash. Pero, puedes estar tranquilo; ya que aparte de eso, mi camioneta no tiene más trucos —añade el profesor con una ligera sonrisa.

Una vez hemos acabado con esta tarea el profesor me pide que espere dentro del auto, mientras que él se dirige a pagar el parking.

Minutos después, nos pusimos en marcha.

El profesor Ciprés enciende la radio del auto y conecta su celular a la radio para escuchar su música. Las canciones son bastante buenas, pese a que no pertenecen ningún un grupo musical que conozca. Pasado algunos minutos, el profesor reinicia, nuevamente la conversación.

—¿Qué tal estuvo tu viaje Ash? —pregunta el profesor de forma casual.

La pregunta del profesor me saca de balance, ya que estaba mirando el paisaje.

—Fue bastante largo —contesto de manera escueta.

—Son muchas horas en avión para llegar desde Kanto. Daisy hizo un comentario similar al tuyo —agrega el profesor con diplomacia.

"Daisy" ese nombre hizo eco en mi mente y el profesor Ciprés con perspicacia nota este detalle.

—¿Te suena familiar ese nombre Ash? —comenta el profesor con un tono sugerente.

Capto el leve sarcasmo que va implícito en esa frase y comento.

—Conozco a una persona llamada Daisy Oak —al decir ese nombre se forma una sonrisa en el rostro del profesor. Yo solo me limito a continuar—.Daisy es la hermana mayor de dos buenos amigos míos. Gary y Blue, con quienes nos involucrábamos constantemente en problemas y Daisy era quien nos regañaba después de cometer nuestras travesuras.

El profesor arquea una ceja y luego me cuestiona:

—¿Solo eso? —insiste con aquella pregunta para socavar mis defensas.

—Dos podemos jugar ese juego —me dije a mí mismo.

—Bueno, Daisy es alguien muy importante para mí.

La sonrisa del profesor se ensancha.

—Oh, ya veo. Que interesante —finaliza al parecer satisfecho con mi respuesta.

Tras esa breve introducción, la conversación fue derivando en distintos temas superficiales; no obstante, la mayor parte de la conversación se enfoca, en los puntos turísticos más importantes de Kalos su capital, Ciudad Luminia, la ciudad más grande y ajetreada dentro de la región, centro industrial y comercial. Su principal atracción es la Torre Prisma: un monumento arquitectónico que data de hace más de dos siglos, pese a que fue restaurado y actualizado hace un año atrás. Una vez acabamos de hablar de los temas turísticos, el profesor comenzó a referirse a la Academia Primas; un instituto que educa y prepara a los futuros contratistas más prometedores del país y su nombre fue puesto en honor al monumento, que es el símbolo de logro y superación de la ciudad. También me revela datos interesantes sobre el trabajo de Daisy, que se desempeña como jefa de un grupo de investigadores del departamento de desarrollo de la Academia; que está estrechamente relacionado con la investigación de la Sincronía entre contratista y pokémon. Que en palabras sencillas, no es más que el vínculo existente entre ambos.

Al cabo de un par de horas llegamos a la Academia Primas. Un presentimiento vino a mí tras la cadena de "casualidades" que me están ocurriendo en estas últimas dos horas, primero está el hecho de que el profesor Ciprés;es un colega del profesor Oak,también Daisy trabaja aquí y,por último,mi llegada a la Academia Primas. No hay que ser un genio para darse cuenta que mi estadía en Kalos no serían vacaciones, más bien, serían algo así como mi regreso a la escuela.

Cuando por fin llegué a la entrada, apareció frente a mí una imponente infraestructura alucinante que da la impresión de ser un edificio futurista, lleno de paneles de vidrio y paredes de metal de un tono gris perlado. El terreno aledaño es inmenso y está lleno de vegetación dándole un aspecto muy vanguardista, donde coexiste la naturaleza con la tecnología.

El profesor condujo el auto hasta un estacionamiento privado donde aparco el vehículo, el aparcadero tiene una fachada idéntica a la cara externa del edificio manteniendo ese color gris perlado en sus paredes y en el techo está lleno de vidrios transparentes, que iluminan el lugar con luz natural. El efecto que da es increíble y todo llamó, mucho mi atención. Saco mis cosas de la maleta y empiezo a caminar acompañado por el profesor cuando, de repente, escucho una voz familiar. Un tono femenino me hace pensar mucho en la hermana mayor de cierta persona.

—¡Profesor!.Qué bueno que ha llegado tenemos… —la voz de la joven se detuvo de golpe.

Su mirada quedó fija en mí, por unos segundos. Su actitud es divertida. Mientras el profesor Ciprés aprovecha la oportunidad.

—¿Te gustó el souvenir que traje del aeropuerto, Daisy? —bromea el profesor.

—Hola, Daisy. Tiempo sin verte —Le saludo con alegría.

Daisy, tras mi agasajo reacciona.

—¡Ash! ¡No puedo creerlo! Ya llegaste —Exclama Daisy mientras corre y me da un fuerte abrazo.

Su abrazo me pilló un poco desprevenido, pero no tardé en devolver el gesto. El profesor Ciprés me hace un guiño de ojos como diciendo: "Bien hecho, galán". Seguro el profesor se ha hecho a la idea de que entre Daisy y yo hay algo más que una relación de amistad, no obstante, la situación no es así. Pese a que tiempo atrás habría realizado prodigios, por llamar la atención de Daisy; aunque eso jamás pasó. Daisy y yo tenemos una diferencia de seis años, por tanto, ella solo me veía como el amigo de su hermano pequeño y ,por esta razón, nunca tendría posibilidad de cambiar esa imagen de su cabeza. Asimismo, Daisy es una persona cálida y muy amable, además de sobreprotectora; sin embargo, puede llegar a ser muy exigente y estricta. Con el tiempo me resigne a catalogarla como una especie de hermana mayor que nunca tuve y la que me regañaba por pelearme con Gary. Al igual que el resto de la familia Oak, todos son muy agradables y atentos conmigo, a excepción de Gary; que es un aguafiestas presumido.

Con suavidad, me alejo de Daisy para retomar mi distancia anterior. Una vez hecho esto, le hablo.

—Sí, el profesor Ciprés, me trajo consigo —dijo haciendo referencia a lo obvio. Luego, continuó—. Te ves tan bien, como siempre, salvo que ahora desprendes un aire más madura con esa ropa.

Daisy ante mi comentario se ve a sí misma y dice:

—¿De verdad, lo crees? —menciona sin mucha seguridad.

—Sí, aunque ahora que lo noto estás un poco más pequeña —añado en referencia a la marcada diferencia de estatura que existe entre ambos.

Daisy al escuchar mi comentario, infla sus mejillas y se queja.

—No, yo no soy pequeña. Tú has crecido demasiado —argumenta Daisy de forma infantil.

El profesor y yo nos reímos de lo acontecido.

—Daisy, ¿Te gustaría acompañar a Ash a que vaya a reconocer su dormitorio? —usando un tono muy picarón.

Una aura lúgubre comienza a cubrir a Daisy, y sus ojos brillan con un fulgor siniestro.

—Profesor... —se acerca al profesor Ciprés.

Al recordar esta escena, mi piel se puso de gallina; ya que mi cuerpo no tiene recuerdos gratos después de percibir aquella aura tan malefica. El profesor con nerviosismo trata de comunicarse con Daisy.

—Daisy, no es lo que estás pensando, es solo una simple broma —se excusa el profesor de forma lamentable.

Daisy atrapa al profesor y tira de sus mejillas con una fuerza descomunal. Esto en proporción a su delgada contextura.

—Da...dai...sy...due...du...ele...due...le —se queja a el profesor a causa del dolor.

Daisy tira de sus mejillas con fuerza mientras le riñe:

—Profesor, usted no debería estar perdiendo el tiempo bromeando conmigo. Además tiene mucho trabajo que revisar de las investigaciones —Daisy expresa con molestia frente a la actitud lúdica del profesor.

El profesor con dificultad pronuncia.

—Lo...entiendo...iré a ver enseguida los reportes... —una vez esas palabras salieron de la boca del profesor, Daisy lo libera de su técnica de tortura. El profesor con dolor agrega—.Ay...Ash te dejo en manos de Daisy...una cosa más, mañana necesito que vayas a mi oficina a primera hora.

Tras esa aclaración, el profesor se despide de nosotros haciendo un guiño. Daisy que capta la indirecta se sonroja y protesta ante la actitud del singular científico: "!Profesor!". Después de la queja, solo pude atinar a sonreír al ver la buena relación que parece existir entre ellos. Para cambiar el tema tomé la palabra:

—Daisy se ve que te llevas muy bien con el profesor —opino al ver la interacción entre ambos.

Daisy con los ojos entrecerrados me enfrenta.

—¿Qué estás tratando de insinuar Ash? —pregunta con tono de pocos amigos.

De forma casual respondo:

—Nada —dijo desviando la mirada y temiendo por mi seguridad. A unos cuantos metros veo que hay algunos pequeños edificios distribuidos de manera ordenada—; por ciento, Daisy. ¿Qué son esos edificios de allá?

Le pregunto indicando con mi mano derecha hacia el sitio. Daisy relajo su expresión y me contesta:

—Esas son las residencias temporales de los trabajadores del departamento de investigación y aquella casona que observas detrás es el hogar del director —me explica Daisy con un tono pausado.

¿El director? ¿Cómo será aquella persona? Todas esas dudas asaltan mi cabeza. Por tanto, le pregunto a Daisy:

—¿Quién es el director, Daisy? —le consulto con curiosidad.

Daisy se sorprende ante mi pregunta y empleando un extraño tono de voz me cuestiona:

—¿El profesor no te lo dijo? —me pregunta esperando mi respuesta que fue negativa. Ante aquello Daisy se apoya su mano en la cabeza y emite un largo suspiro—.El director es la misma persona que te fue a buscar al aeropuerto.

¿Eeeeehhh? Eso me pillo desprevenido, pero debí haberlo visto venir. Es decir, tuve una corazonada al respecto, sin embargo, no estaba muy seguro.

—¿El profesor Cipres es el director? —dijo con un tono dubitativo. Daisy me confirma con una respuesta positiva. Luego, solo me echo a reír.

Daisy se detiene y me pregunta:

—¿Qué tiene eso de gracioso Ash? —me interpela Daisy sin entender el motivo de mi risa.

Una vez acabo de reír.

—Me rió de aquello, por mi falta de capacidad para observar ese detalle —contesto con sinceridad.

Daisy al escuchar mi respuesta queda un poco confundida.

—El profesor y tú son un par de raros —se manifiesta Daisy.

El comentario de Daisy hiere mi autoestima, pero es cierto que ni el profesor ni yo somos personas muy convencionales.

—Tus palabras me hieren Daisy... ¿Era necesario compararme con el profesor de esa forma? —pregunto fingiendo estar angustiado por ello.

Daisy al observar mi mala actuación ríe de buena gana. Me alegré, al saber que estamos disfrutando de un agradable momento juntos, como en los viejos tiempo.

—Hacía mucho tiempo que no te veía sonreír, Daisy —expreso mi sincera opinión.

Daisy se calla al oír mi comentario y con detenimiento se mantiene observándome. Yo me sentí un poco inquieto ante su extraña actitud.

—¿Por qué me observas de forma tan rara? —emito mi duda.

Daisy se aleja un poco y me dice.

—Ten cuidado con las palabras que elijas para dirigirte a una chica Ash, en ocasiones, sin querer puedes enviar un mensaje que podría malinterpretarse y, de paso, generar malos entendidos —me aconseja Daisy.

Desconozco cómo la conversación derivó en algo tan profundo, pero lo cierto es que no he podido comprender del todo las palabras de Daisy.

—Daisy, ¿cómo esperas a que comprenda algo tan complicado? Si comienzas a hablar de forma tan enigmática —descargo mi frustración tras esa aclaración.

Daisy solo esboza una sonrisa ante mi comentario.

—Tienes razón. ¿Qué te parece si cambiamos de tema? Por ejemplo, ¿podrías explicarme por qué el profesor estaba insinuando que entre nosotros hay algo más que una amistad? —finaliza con su pregunta con una sonrisa gélida en su cara.

Al escuchar sus cuestionamientos, mi espalda y mis manos comienzan a mojarse a causa de la ansiedad del momento y ,despistadamente, digo:

—¿Qué te ha llevado a pensar eso? —escupo una evasiva.

La expresión de Daisy se vuelve más sombría y usando un tono más grave y pasado, dice:

—El profesor solo actúa de esa forma tan extraña cuando alguien le entrega la confianza para hacerlo. Me imagino que tú tienes algo que ver al respecto —Daisy declara fulminando con su mirada.

En este momento me di cuenta que ya no tenía escapatoria. La atmósfera se puso gélida y mi ritmo cardíaco se dispara de golpe. Puedo sentir como la adrenalina corre por todo mi cuerpo . Mis músculos se tensan y sin necesidad de preparación, comprendo que mi cuerpo está listo para emprender la huida en cualquier momento.

—No, ¿cómo se te ocurren tales ocurrencias? —preguntó con la poca compostura que me va quedando.

Daisy despliega su aura espeluznante por todo el lugar, y toma una forma conocida para mí. Una que me indica que ella no está jugando; dado que Daisy, es una de las pocas contratistas que su nivel de sincronía con su pokémon es tan alto, que ella puede alcanzar el estado Albedo (segundo nivel de sincronía) de forma inconsciente cuando está sometida a emociones muy fuertes y en este caso, ella está bastante enojada. Mi sentido de alerta se dispara y mi compañero Lucario me alerta.

—Ash, Daisy y Gengar han alcanzado el estado Albedo. Tienes que escapar si no eres hombre muerto —decreto Lucario de forma lapidaria.

Sin más opciones. Solo hay una cosa para hacer. Correr.

Detrás mío escucho la voz de Daisy que grita:

—!Ash no escaparás de mí! —exclama Daisy usando un timbre de voz muy agudo que me eriza los pelos.

De esta forma comenzó mi primer día en la Academia Primas.

P. D.: Gracias J. Nathan Spears por señalar mis errores, a que casi nadie lo hace. Esto dificulta un poco mejorar la calidad de los escritos, pero es un hecho de la causa. Intenté tomar todas las acotaciones que me has dejado y creo que ha mejorado la ortografía si alguien encuentra otro error, por favor avisé, se lo agradeceré.

 

Aquí dejo el siguiente capitulo. Espero lo disfruten.

Capítulo IV: Fanáticas en la clase práctica.​

Ahora mismo me encuentro en la dirección, en la sala del profesor Ciprés que está sentando sobre su silla viendo hacia la ventana manteniendo una expresión reflexiva en su cara. En este momento, estoy experimentando una multiplicidad de emociones que van mezcladas; pero por sobretodo siento nerviosismo y ansiedad. El motivo por el que estoy aquí parado frente al director es debido al pequeño evento de ayer. En donde mostré mis habilidades que se supone tenían que ser secretas solo que ya no lo son.

La mirada del profesor Ciprés me da de lleno como buscando respuestas ante la incómoda situación. Al profesor no lo conozco lo suficiente como para hacerme una idea de que va hacer o decir y esa incertidumbre me hace percibir como si el tiempo en la habitación se hubiese detenido. El profesor se reclina sobre su silla y cruza sus brazos para después liberar un largo suspiro se dispuso a romper el silencio de esta habitación.

—Ash...Ash...¿Qué voy hacer contigo? — decía el profesor con una leve sonrisa.

Soy culpable en parte de que este hecho se esparciera a todo el mundo, aunque todo está hecho ya y no hay nada que se pueda hacer para remediarlo. Pese a los inconvenientes tengo mucha curiosidad para de ver qué solución se le ocurrirá al profesor.

Llenando me de valor pregunto:

—Lamento las molestias que pude haber causado — me disculpo con un poco de nerviosismo pasando mi mano por la nuca de mi cabeza.

El profesor al ver mi descuidada reacción solo se río y me contesta:

—Tranquilo, Ash. Sé que eres un buen chico. Además soy responsable por lo que sucede en esta academia y de no ser por ti se habría producido una verdadera tragedia, pero tu rápida acción salvo el día. Eso no es algo para disculparse, sino para estar orgulloso.

Estoy más tranquilo al oír aquellas palabras de consuelo del profesor. Desgraciadamente mi sentimiento de culpabilidad no desaparecía.

—Aun así no pude cumplir con lo que me pidió — le recordé.

El profesor se levanta de su asiento y se reclina sobre su escritorio. Luego, recarga su mano sobre mi hombro y haciendo gala de su carisma natural me dice:

—Como te dije antes. Estoy orgulloso de lo que hiciste, ya que la mayoría de las personas no habrían hecho ni siquiera la mitad de lo que tú hiciste Ash. Las acciones definen a las personas, no las palabras. Y puedo afirmar con seguridad de que eres una persona íntegra. En nombre de la academia quiero felicitarte por rescatar a la joven Bonnie.

Me llamó solo para darme las gracias. Al menos una cosa menos de que preocuparse.

—Profesor, entonces el tema está cerrado — afirmo con un poco de vacilación.

El profesor retrocede quitando su mano de mi hombro. Mira hacia el cielo de la habitación y luego me responde:

—En parte, Ash. Por mi parte y de los profesores nadie te castigará, ya que la mayoría está de acuerdo con lo que hiciste. No obstante, no pasará lo mismo con el resto de tus compañeros, es más, me imagino que habrá muchos estudiantes que trataran de retarte para medir sus habilidades solicitando un combate contigo.

Sin pensar solté.

—¿Dejan a todos los alumnos entrar en combate? — pregunte con cierta reticencia.

El profesor no tardo en responder.

—En parte sí, pero por otra parte no. Sucede que las restricciones para entrar a combatir pasan por un principio de sí son capaces o no de entrar en un estado de sincronía con su compañero pokémon. Por lo que la edad no es un factor que impida su participación.

Me detengo a pensar brevemente sobre las palabras del profesor y aprovecho para sacarme algunas dudas adicionales.

—Profesor, ¿Qué requisitos debo completar para poder competir en el inter-escolar? — suelto la pregunta de rigor.

La actitud alegre del profesor se desvaneció para pasar a un estado más relajado y despreocupado.

—Es bueno que lo preguntes — afirma tomándose el mentón con su mano izquierda —. Para calificar al torneo se pide como requisito ser parte de los diez primeros puestos del ranking de la academia. Como tú eres un estudiante transferido no tienes un ranking hasta que inicie nuestro pequeño torneo preparatorio.

Entiendo tengo que participar en el torneo y aumentar mi posición dentro del ranking de la academia.

—¿Cómo puedo subir mi ranking? — seguí con la ronda de preguntas.

El profesor prosiguió.

—¿Por dónde comienzo?... el ranking considera tres aspectos fundamentales a la hora de evaluar y estos son el promedio de las notas en los exámenes escritos y las asignaturas prácticas, lo segundo es el rendimiento en los torneos de primavera, otoño e invierno, y por último, es la cantidad de misiones exitosas que realices con tu equipo de compañeros — declara el profesor.

¿Misiones en grupo? Todos los estudiantes en algún minuto de su vida escolar llegan a participar en un grupo al que se le asignan distintas misiones ya sea de rescate, búsqueda, reconocimiento o de exterminio. Esto se debe a que existen espíritus erráticos que posesionan o asesinan humanos para alimentarse de su energía vital. Estos espíritus erráticos son pokémon en toda regla. Dado que han existido desde que la humanidad tiene memoria hay una porción de humanos que se encargan de ese trabajo. Nosotros los contratistas somos quienes debemos realizar esta tarea. En muchas ocasiones, tuve que pelear e incluso eliminar espíritus erráticos en mi país, aunque eso paso hace algún tiempo. Hay grupos especializados en el exterminio de esta especies de pokémon, pero esta clase de misiones son solo asignada a los más calificados y experimentados contratistas. La mayoría de los contratistas no tienen que lidiar con este tipo de cosas, a menos que se presenten situaciones extraordinarias como una guerra o un brote de apariciones de estas criaturas.

—Puede responder lo que le pregunte — insistí.

El profesor sin prestar demasiada atención continúa.

—Una vez que todos estos factores son considerados se procede a calificar a los estudiantes en base a la puntuación obtenida. Normalmente los estudiantes tardan bastante para subir aquel puntaje, ya que las misiones usualmente son abordadas por el consejo de estudiantes. La otra manera es ganar alguno de los torneos que he mencionado anteriormente.

En pocas palabras estoy obligado a ganar el torneo.

—Profesor, ¿Cómo cree que voy a ganar el torneo? Si el único pokémon que puedo usar es una roca espiritual — pregunte con un poco de sarcasmo.

El profesor Ciprés suelta una carcajada y me responde:

—Eso es un problema que tendrás que resolver por ti mismo mi querido Ash — me contesta con una sonrisa resplandeciente.

En su cara puedo notar que está hablando en serio. Sinceramente no sé qué pensar de esto. Así finalizo mi reunión con el profesor Ciprés.

Más tarde, ese mismo día, yo estaba en clase de acondicionamiento físico. La profesora encargada de la clase es Corelia y ella exige en su clase que todos usemos ropa deportiva que es un uniforme estándar para los hombres que consiste en un pantalón azul de gimnasia, una camiseta manga corta blanca y zapatillas. Las chicas mantienen el mismo uniforme, aunque hay algunas que optan por llevar bloomer de color azul oscuro. La tutoría parte con un calentamiento ligero y ejercicios de estiramiento, luego pasa a rutinas de ejercicio más intenso y, en caso de demostrar mayores habilidades practicas se da la posibilidad de realizar esquemas de entrenamiento para hacer simulaciones. Precisamente hoy Corelia estaba muy animada y nos reto diciendo:

—Bien, chicos. Les daré la oportunidad de tener una exhibición para observar sus avances en sus habilidades practicas.

En la clase se escuchan algunos murmullos o comentarios silenciosos que surgen dadas la situación actual. A mi lado esta un compañero de clase llamado Emilio, el es un sujeto agradable que conocí hace algunos días atrás desde entonces nos hemos llevado bien. El me ha enseñado algunas cosas como saber qué lugares son buenos para ir descansar o algunas otras curiosidades de la academia. En general es un sujeto agradable y a diferencia del resto que solo me habla por ser el tema de comidilla de la última semana. Emilio junto con Serena y Shauna son los único que en clase me ven como a una persona "normal". Nadie en clase quiso aprovechar la oportunidad de Corelia, por tanto, la profesora un poco desanimada nos obliga a realizar la actividad.

—Si ustedes no participan de forma voluntaria. Los elegiré yo misma... — tras el anuncio. No hubo una buena recepción de nuestra parte —.Bien... Emilio y Ash pasen al frente.

Mire a Emilio que sonríe ante la oportunidad que se le presenta. En general, cualquier persona que observe el comportamiento de Emilio diría que es un sujeto agradable, pero que no tiene la apariencia de ser muy rudo. Sin embargo, escuché a algunos chicos de nuestra clase comentar que Emilio tenía grandes habilidades para combatir lo que lo hace un prospecto interesante.

—Espero que vayas suave, Ash. Yo no soy tan bueno como tú — me solicitó Emilio con una sonrisa.

Enfoqué mi vista en Emilio y le contesté.

—Eso lo veremos pronto — agrego no muy convencido sobre la honestidad de su declaración.

Corelia nos indica que nos posiciones un poco más lejos de donde se ubican nuestros compañeros, quienes son ahora los espectadores. Una vez hemos tomado las respectivas posiciones escucho las voces de mis compañeras que aclaman a Emilio.

—!Emilio tienes que ganar! — gritaba una chica.

—!No importa que tengas que luchar con la bestia de Ash. Siempre te apoyaremos! — exclama otra.

—!Kepchum si dañas el precioso rostro de mi Emilio, te moleremos a golpes! — alzan la voz un grupo de fanáticas.

Es gracioso recibir el "afecto" de mis compañeras de clase que aman a Emilio y es difícil que la situación se desarrolle de otra forma, es decir, Emilio representa perfectamente la imagen del chico popular con las chicas por ser bien parecido —he recibido los comentarios de Shauna describiendo todo el receso lo hermoso que es su perfecto rostro—, amable, caballero y muy atento. Por si fuese poco tiene excelentes notas y todos los profesores reconocen su habilidad como un contratista muy talentoso. Esta demás decir que es la envidia de todos los chicos de mi clase. La única cosa que le juega en contra es que se junta conmigo y como yo no soy el prospecto más atractivo, he sido el blanco de los insultos de las envidiosas fanáticas de Emilio que argumentan que les he robado a su príncipe. Corelia llama la atención de la clase:

—Chicas es suficiente. Además esa no es manera de referirse así a sus compañeros. Incluso si lo que dicen es cierto — cuando Corelia dijo esto hubo muchas carcajadas.

Quedé helado frente a la declaración de Corelia, que en más de una ocasión ha emitido algún comentario fuera de lugar como en este caso.

—Profesora se supone que su deber es juzgarme por mi habilidad como contratista... no por mi apariencia física — solté un poco frustrado.

Corelia que comprendió el mensaje perfectamente. Se puso seria y responde.

—Solo estoy tratando de ser objetiva — finalizó.

Ese comentario provocó una risotada de todos. Yo al ser víctima de las bromas de Corelia solo emito un largo suspiro.

—¿Es posible que alguien me tomé enserio? — me expreso con absoluta decepción.

Emilio recuperándose un poco de los ataques de risas agregó:

—Que eso no te moleste, Ash. El atractivo físico no es importante ... A mí me agradas por lo que eres — añade Emilio con una sonrisa fresca.

La actitud corporal de Emilio sumado a su mirada hacia mi persona cuando dijo eso. Da pie como para que cualquiera que sea testigo de esta escena llegué a conclusiones erróneas o simplemente piensan que somos una pareja gay. Las fanáticas de Emilio no tardaron en hacer ver su descontento con lo que veían.

—!Oh, no! Esa bestia a corrompido a nuestro príncipe... — se expresa una chica con desesperación.

—!No los ha robado!

—!Esa bestia a corrompido a nuestro querido Emilio!

—!Exigimos venganza!

Pasaron algunos segundos cuando veo un grupo de diez o más chicas invocando a sus pokémon para eliminar a su competencia o sea a mí. Yo me había transformado en un obstáculo que amenaza con robarles su amor platónico y ellas quieren escarmentarme. Le di un vistazo a Emilio y lo amenace.

—!Todo esto es tú culpa... Emilio! — pronuncio su nombre mientras comienzo a correr para salvar mi vida.

Corelia solo mira lo acontecido con tranquilidad. En cambio, Emilio disfruta de todo esto y añade más leña al fuego.

—Te estaré esperando para almorzar, Ash — se despedía de mí ese maldito chico guapo haciendo un guiño con su ojo izquierdo.

Tomando los consejos que has sugerido y como siempre se pasan algunas cosas he corregido un poco más el tema de los errores de acentuación de verbos que viene siendo uno de mis problemas más serios. En cuanto a lo de relleno si puede ser que este capitulo tenga de ellos, pero quería darle un poco de humor a la historia que a momentos siento que va demasiado orientada en la trama y eso cansa a momentos. Gracias Nathan como siempre por mencionar mis fallos y espero seguir contando con tu ayuda.

 

Hola, ¿Cómo les va?

Aquí llego con la actualización correspondiente. Tengo que señalar que he tenido varios contratiempos para terminar el capitulo en cuestión, pero en cuanto pude lo vine a publicar. Como siempre digo cualquier comentario es bien recibido y espero disfruten la continuación. Nos vemos.

Capitulo V: Estilos de batalla.​

Días después del incidente en la clase de acondicionamiento físico llegó el fin de semana donde estuve muy atareado con mi entrenamiento, ya que los exámenes médicos; mostraron que estaba perdiendo mucha masa muscular. Esto es crítico para un contratista, por lo que, me vi en la obligación de pasar gran parte de mi tiempo en el gimnasio de la academia. Al finalizar la rutina, ya solo me quedaba un poco de energía para llegar a mi habitación y dormir hasta el día siguiente. Así fue como pase mi fin de semana realizando un plan de ejercicios intensivos.

Iniciando la nueva semana debía pasar al laboratorio de la Academia para monitorear los avances de mi entrenamiento, el cual fue agentado y organizado por Daisy, que estaba muy entusiasmada cuando se enteró que esto tenía directa relación con su tema de investigación, que trata sobre la sincronía entre contratista y pokémon. Básicamente, la sincronía es el vinculo que estable el contratista con su pokémon, este vinculo se ve afectado por el periodo de tiempo que comparten ambos y dependiendo de la calidad de la relación que exista resultado de la interacción entre ambos, se puede observar que tanta afinidad hay entre el pokémon y el contratista ; puesto que yo he compartido mucho tiempo con Lucario, nuestro vínculo es muy estrecho y eso nos hace buenos candidatos para ser investigados dado nuestro alto nivel de afinidad que compartimos. La investigación de Daisy es muy técnica y no estoy al tanto de los detalles más minuciosos, no obstante, Daisy me explicó que esto me ayudaría a recuperar mi antiguo nivel como contratista y que tras un desafortunado percance; perdí mi capacidad para realizar la sincronía de alto nivel, en palabras más simples, hoy en día solo soy capaz de acceder al nivel más superficial de sincronía con algún pokémon.

Más tarde, en medio de la clase de estilo de batalla pokémon ,que es dictada por dos profesoras Violeta y Valeria. Ambas son líderes de gimnasio como todos los docentes de la academia, pese a que cada uno de los líderes de gimnasio disfruta de distintas aficiones por las que son reconocidos, hay algunos que destacan por sobre el resto. Este es el caso de Violeta, ella es una famosa fotógrafa a nivel nacional y ha sido galardonada con importantes premios, además es considerada como uno de los máximos exponentes de su generación en el plano internacional. Por otro lado, esta Valeria que se desempeña como una exitosa diseñadora, modista y estilista de renombre mundial, además es identificada como la gran genio de su generación por imponer las vanguardias que están de moda. Ambas son idolatradas por todos los estudiantes de la academia de forma indistinta y cada una tiene su manera particular para desenvolverse dentro de la clase, pero juntas hacen una buena combinación.

Yo estoy en medio de mis reflexiones cuando escucho la voz de Valeria, que me da la señal de que la clase a comenzado, finjo prestar atención; y siendo que somos un número grande de alumnos no es difícil para mí pasar desapercibido. Sin embargo, esta estrategia no va a servir para siempre.

El objetivo de este ramo es orientar a los estudiantes a hallar el método de combate que más se acomode a sus preferencias e intereses, no obstante, sin dejar de lado sus características más sobresalientes, de modo que logren desarrollar todo su potencial.

En este momento, todos mis compañeros son de segundo año y la mayoría ya puede acceder al estado más superficial de sincronía, además de ser capaces de sostenerlo por varios minutos. Hay excepciones como Serena o Emilio que destacan por su gran resistencia. Mi mente se ha ido de la clase y Valeria es la primera de las dos profesoras en notar este hecho.

—!Ash! —me llama. Eleva su tono de voz para captar mi atención—. Siento que mi clase no despierte tu interés, pero debo recordarte que ahora mismo eres mi alumno y como tal me veo en la obligación de reprender tu actitud displicente, dado que eres un mal ejemplo para el resto de tus compañeros.

El tono con el que Valeria me reprende es tan cálido y amable. Que se me olvida que es mi profesora y me recuerda más a mi madre. A continuación, una enorme sensación de culpabilidad me atormenta de pronto y con pesar me disculpo.

—Lo siento mucho —pido perdón.

Valeria con una sonrisa me responde:

—Con que lo comprendas es más que suficiente, Ash.

Siento en mi espalda una oleada de envidia de parte de todos mis compañeros de clase por acaparar la atención de la hermosa profesora. Por su parte, Violeta frunce un poco el ceño y señala.

—Ash. Ven aquí al frente.

La voz de Violeta es autoritaria y llena de determinación. Tanto así que muy pocos se atreven a llevarle la contraria.

—Bien... —respondo.

Me acerco a su lado quedando de frente a la clase. Todas las miradas se concentran en mí y hay una mezcla de sentimientos que percibo en sus ojos. Algunas de ellas están llenas de hostilidad, otras demuestran envidia o simple indiferencia, en otros casos. Una vez que me ubique donde Violeta me indicó, ella tomó la palabra:

—Ash quiero que nos muestres un perfecto estado Nigredo —me solicita Violeta con un tono autoritario.

Doy un largo suspiro en mi mente y con el pensamiento intento comunicarme con Lucario que me atiende segundos más tarde.

<<¿Que necesitas, Ash?>> me pregunta con una voz cansina.

En mi mente, comparto con Lucario el recuerdo donde está presente la solicitud (orden) de Violeta para poder entrar en un estado Nigredo. A continuación, Lucario manifiesta su descontento ante las condiciones en las que le pido hacer esta sincronía.

<<Deberías ser más consciente de tus acciones mi querido amigo. Sabes que en tu condición actual, no es favorable que entremos en la fase Nigredo. Después de lo que te ocurrió>> argumenta Lucario con cierta aprensión.

Soy consciente de las implicaciones que ello conlleva, pero no tengo más remedio. El decirles la verdad solo traería más atención no deseada.

—Lo sé amigo y agradezco tu preocupación, pero no tengo alternativas —expongo mi opinión al respecto.

Lucario tras escuchar mi respuesta se cayó y comenzó a aunar su presencia con la mía. Aun cuando han pasado años desde la primera vez que nos sincronizamos todavía me provoca una cierta incomodidad el hacerlo, ya que se siente como si alguien mirase en tu cabeza y en tu alma sin ningún tipo de restricción, y fuese capaz de acceder a todos tus pensamientos, emociones y sensaciones.

Al realizar la sincronía puedo escuchar los comentarios de la clase que decían cosas como:

—Mira su aura es tan densa que incluso es visible.

—Se ve extraño.

—¿No ha recitado el canto de invocación?, ¿Verdad?

—Su aura tiene una forma casi humana.

Violeta sin perder tiempo dice:

—Como pueden ver su compañero ha logrado un sobresaliente estado Nigredo.

Al oír el anuncio de Violeta una mano se alza y pregunta.

—Profesora, ¿Como Ash ha entrado en el estado Nigredo sin hacer un canto de invocación? —pregunta con curiosidad un compañero.

Violeta da una mirada de complicidad a Valeria y esta como si comprendiese el mensaje, responde:

—Eso es posible porque Ash tiene un gran vinculo con su pokémon. Además de que requiere de una gran cantidad de trabajo duro y entrenamiento para lograrlo, Ronald —revela Valeria con una sonrisa.

Ronald hace un gesto con la cabeza dando a entender que ha comprendido la explicación de Valeria. Violeta con tranquilidad continúa hablando.

—Espero que todos sean capaces de esto, antes de que se gradúen el próximo año. Para ello lo único que necesitaran es trabajar arduamente en los fundamentos básicos de la sincronía. Ahora... Como sabrán el estado Nigredo, es el primer estado al que un contratista puede acceder en comunión con su compañero pokémon. En esta primera fase, un contratista adquiere algunas características de su pokémon algunos ejemplos se traducen en: tener mayor fuerza o rapidez, amplificación de los sentidos, y otras habilidades sobrehumanas. El dominar esta fase trae consigo grandes beneficios, pero deben ser conscientes que a cambio de estás grandes capacidades, el vínculo les demandará gran parte de su energía espiritual. Es por esta razón de que deben entrenar todos los días para ser capaces de reducir al mínimo ese gasto de energía —se explaya Violeta.

Todos mis compañeros permanecieron en silencio para procesar el largo mensaje que les dio Violeta. Por otra parte, Valeria con su carisma natural rompe el hielo diciendo:

—Bueno, mis queridos estudiantes. Todo lo que les ha dicho Violeta es correcto, pero no tienen que olvidar hay que divertirse durante el proceso. Además, hay un anuncio importante que deseamos entregar a todos ustedes —las palabras de Valeria generaron expectación en lo que tenía que decir—. Como algunos pueden estar enterados en la academia se celebrará el torneo de primavera los próximos meses. Esto da inicio a la competencia oficial por el ranking que les permitirá obtener más créditos y tener la opción de elegir misiones de más alta clasificación.

Las palabras de Valeria causan gran revuelo en la clase y todos murmuran en voz baja sus impresiones de la noticia o intercambian sus puntos de vista sobre el tema. Violeta carraspea su voz para llamar la atención de la clase y declama:

—Es por esta razón que hemos decidido en conjunto con los demás profesores, añadir más retos prácticos en la clase. Con esto buscamos que ustedes mejoren su sincronización con su pokémon. El desafío de la próxima clase será una batalla simulada con su paralelo del mismo año. Los candidatos serán seleccionados por los profesores el mismo día... Preguntas —finaliza Violeta su anuncio.

Algunos compañeros expresaron sus dudas con respectos a detalles más referidos al torneo que al reto en sí mismo. El resto de la clase transcurre a tranco acelerado y estuve algunos minutos de más manteniendo la sincronización con Lucario lo que me dejó un poco exhausto. De paso recibí las burlas de mis compañeros por ser el chivo expiatorio para la demostración de Violeta. En pleno receso, me desplomo sobre mi asiento, mientras observo como Violeta y Valeria salen de la sala. A continuación, Serena y Shauna se aproximan hacia mí y cuando noto que están cerca les digo.

—¿También vienen a burlarse? —pregunto sin mucho ánimo.

Serena ante mi pregunta solo silba, nerviosamente, como si tratase de evitar el asunto. Shauna, por otro lado, se aprecia a simple vista que no venía con la misma inteción que Serena y me dijo.

—Ash, tú sincronización fue increíble—comenta con emoción en su voz.

Una sonrisa irónica se esbozo en mi cara, por el contraste de la situación; siendo que las actitudes de Serena y Shauna son casi antagónicas. Pero he aprendido que es mejor no tomar con tanta seriedad episodios como este. Por su parte, Serena desvía el tema cambiando el foco de la conversación:

—Ash. El pokémon que usaste para tu sincronía fue ¿Lucario? —afirma Serena un poco vacilante en el final.

Shauna fijo su mirada en mí y yo no tengo intención de mentir.

—Así es —finalice con un tono neutro.

Tras responder a la consulta astuta de Serena una duda asalto mi mente la cual era... ¿Qué pokémon tienen mis compañeros?.Es decir, no conozco el compañero de nadie ni siquiera el de Serena o Shauna que son las chicas con quien más he tenido la oportunidad de conversar. Por otro lado, está Emilio(mi informante) el caso clásico de chico popular de quien tampoco conozco a su compañero. Tengo que partir por preguntar.

—¿Cual es su compañero pokémon? —les pregunto a ambas chicas.

Un signo de sorpresa aparece en la cara de ambas. Me divierto en silencio por la expresión de sus caras, pero opto por no decir nada. Espero unos segundos y Shauna responde:

—Bueno el compañero de Serena es un Fennekin, mientras que el mío es un Bulbasaur —revela Shauna ignorando a Serena que quería decir algo.

Serena ante esta acción se ofusca y reclama a su amiga:

—Mouu... Shauna porque tenías que revelarle eso a Ash.

Shauna observa la queja de Serena con una sonrisa.

—Vamos, Serena. En algún momento, Ash se iba a enterar—le recuerda Shauna.

Serena envía una mirada de pocos amigos a Shauna y tras un leve suspiro, agrega:

—Oh... eres un aguafiestas. Tenía la intención de guardar eso en secreto, ya que quería sorprenderlo con mis grandes habilidades—comenta Serena en un tono de broma haciendo reír a su compañera.

¿Guardar a su compañero contratado en secreto? Bueno... si tengo que pensar una razón para ello. Tal vez diría que puede ser una táctica para un eventual combate contra mí, debido a que ella conoce parte de mis capacidades y las de Lucario. No obstante, ella no sabe que tengo prohibido ir con él y solo puedo participar si consigo despertar lo que hay dentro de la roca espiritual que el profesor me obsequió. Por supuesto, es preferible que ellas no conozcan este hecho, pero es algo de lo que me debo ocupar a la mayor brevedad posible. El pequeño entramado de ideas que se ha formado en mi cabeza, me desconecto de la realidad y Serena que se dio cuenta de ello. Trata devolverme a la realidad gritándome:

—!Hey, tierra a Ash!, !Ash, despierta! —clama Serena en un tono estridente que daña mis oídos.

Los llamados de Serena me trajeron devuelta a la realidad de forma abrupta. Me extraño la rudeza con la que me grito y quise hacer público mi descontento.

—¿Era necesario gritarme tan fuerte? —expongo sintiendo mis oídos retumbar aún.

Serena exhala un largo suspiro y me responde:

—En un primer esfuerzo te hablamos como a una persona normal. Shauna probó un par de veces más y al ver que no reaccionabas a sus llamados. Me decidí a intentar con métodos menos ortodoxos, que si nos dieron resultado—me dice Serena levantando su pulgar hacia arriba.

Tras escuchar las explicaciones del caso, no tengo como contraargumentar las acciones de Serena. Shauna que había estado callada en esta fase de la conversación, toma la palabra:

—Chicos, ¿Les parece si vamos a la cafetería? Se nos hace tarde y no quiero quedarme sin almuerzo... —nos dice Shauna apelando a nuestros hambrientos estómagos para persuadirnos.

Por un lapso corto de tiempo olvide el hambre que tengo y con las palabras de Shauna, el hambre vino de golpe. Sin esperar a que Shauna o Serena tomen la iniciativa yo me levanto y a toda prisa les digo.

—!Vamos!, el último en llegar a la cafetería paga los almuerzos —dije.

Detrás mío puedo escuchar las palabras de Serena y Shauna. Quienes se quejan enseguida ante mi proposición.

—!Eso es hacer trampa!, !Ya te alcanzaré! —declara Serena que sale corriendo después de mí.

—!Ash, eso no es justo! Mouu... no quiero pagar dos almuerzos adicionales —se queja Shauna que es consciente de que sus capacidades físicas son inferiores a las de Serena.

Ese día en la tarde...

Me encuentro en el patio techado de la Academia. La distribución del lugar permite tener a toda mi clase junto a nuestro paralelo, aunque hay son tres cursos por nivel; la academia Primas se subdivide en tres grandes complejos educacionales. El primero de ellos de nivel primario y está destinado a que los niños de un rango de edad de entre 7 a 13 años, el trabajo se enfoca en enseñar los conceptos más básicos desde lo que hace un contratista hasta como sincronizar con tu pokémon. En segundo lugar, está el nivel secundario o medio; el rango de edad oscila entre 14 hasta 17 años separándolos en tres niveles (actualmente estoy dentro de este periodo que es el obligatorio), aquí se enseña a los contratistas a estrechar sus vínculos con su pokémon contratado y alcanzar niveles más avanzados de sincronía a un nivel práctico, es decir, que se pueda usar en batalla. Adicionalmente, se entrena a los contratistas para desarrollar misiones y controlar a espíritus problemas o pokémon callejero (son entidades que poseen a los humanos y los llevan cometer actos problemáticos para la sociedad ya sea desde robos, asesinatos, destrucción de propiedad pública entre otras cosas) esta tarea es realizada solo por los mejores contratistas. En último lugar, se encuentra el nivel superior o terciario; que no tiene rango de edad; sino que comienza desde que se sale del nivel medio. En el nivel superior, los contratistas se pueden especializar en alguna profesión u oficio que deseen desarrollar como administración, economista, sociólogo, psicólogo, ingeniero, etc. Para poder insertarse como un profesional en la sociedad humana, ya que no es obligatorio seguir una carrera como contratista.

La sociedad en general tiene un concepto errado de los contratistas, ya que solo piensan que los contratistas son algo así como armas que pertenecen al ejercito o se dedican al entretenimiento exhibiendo sus habilidades en un escenario. No obstante, los contratistas se han vuelto muy necesarios desde que el profesor Oak hace unos diez años descubrió que los pokémon y los contratistas puede generar altos niveles de energía, en pocas palabras, pueden ser utilizados como una batería que produce energía, claro que si se descubre una forma viable de captar esa energía. Sin embargo, la realidad es que los países ven a los contratistas como armas o una simple herramienta con un alto nivel destructivo, si no se los educa de buena forma.

Mi clase se acomoda a la izquierda del patio en unas estructuras que tienen la forma de escalones donde nos sentamos ordenados en hileras de forma ascendente. Mientras que el profesor de turno termina de dar las últimas instrucciones, el otro curso aparece al otro lado del patio y se acomodan a nuestra derecha junto con el otro profesor. La clase en la que estoy ahora, se llama combate aplicado y tal como lo dice su nombre trata sobre la batalla y cómo usar nuestras habilidades prácticas de la manera más eficiente posible. Esta clase es impartida por los profesores Édel y Grant, quienes son exitosos líderes de gimnasio con una destaca trayectoria como contratistas de la liga profesional, aunque Grant es conocido como un fanático del alpinismo y suele vestir este tipo de ropa. Junto a los profesores aparece el otro curso y se sientan a la derecha del patio. En medio del patio los profesores intercambiaban algunas palabras como si discutieran algo, pero todo acabo tan rápido como empezó.

Mientras observo cómo se desarrolla la clase alguien me habla, y se trata de Emilio que desde el comienzo de la clase se ha sentado junto a mí. Eso siempre y cuando las fanáticas no estén al acecho. Emilio fue quien me contó todo sobre las clases, pese a que Serena y Shauna, también aportaron en menor medida. Después de todo, Serena y Shauna son bastante sociables y conocen a mucha gente, por tanto, no pueden pasar todo el tiempo conmigo. Ahora mismo, Emilio me comenta sobre la metodología que se aplica en clase y que consiste en una pequeña explicación a todos los presentes sobre el ejercicio que se pretende desarrollar en clase, y que luego los estudiantes (nosotros) tenemos que lograr. Hay ocasiones en que se eligen a algún compañero para que muestre como se puede realizar el ejercicio o si es más difícil un profesor hace la demostración. Sin embargo, hay un evento que no vi venir.

—!Hey, ustedes dos... Señor Baker...y el chico nuevo! —exclamo el profesor Édel un poco ofuscado queriendo llamar nuestra atención.

Di un vistazo a Emilio que me ofrece una sonrisa que decía: "Nos han pillado". Siento una pequeña gota de sudor que me pasa por la nuca y respondo.

—¿Sí, profesor?

—Creo que si tiene algo que decir, es mejor que lo haga a toda la clase. Tal vez les pueda servir a sus compañeros.

Después de la solicitud solo nombré la descripción de la clase que Emilio me había dado con anterioridad, ya que ese era el tema de conversación. Édel me miro con desconfianza. Sin embargo, después de eso solo nos ignoro por un corto tiempo. Grant le pidió la palabra a su colega para dirigirse a todos, por su parte, Édel solo callo sin decir nada.

—Bueno junto Édel hemos acordado que para hacer un poco más interesante la clase de hoy. Seleccionaremos a un alumno de cada clase para montar una pequeña exhibición de combate entre contratistas... —un breve silencio se formo en el patio. Luego, dirige su mirada hacia mí y Emilio, y continúa—. Creo que será muy provechoso para todos.

Édel asiente con la cabeza ante el pequeño discurso que da Grant. Mientras tanto, el profesor más joven continua hablando:

—Para esta pequeña demostración elegiré a Calem como representante de mi curso —señala Grant.

El otro profesor que hasta el momento no había dicho nada. Se pronuncia ante la jugada de Grant.

—Vaya, Grant. Te estás jugando tu mejor mano...¿Qué puedo hacer? No hay nadie en mí curso que tenga su nivel como para nivelar las cosas —se expresa como si estuviese pensando en voz alta. Da una mirada hacia todos los presentes—.Hey, tú. El chico transferido ven aquí.

¿Quién yo? Porque siempre tengo que salir para cada evento que hacen en esta escuela. ¿Acaso me he transformado en la mascota de mi curso?, lo cierto es que no puedo negarme y me levante para dirigirme hacia Édel. Cuando llegué allí, me topé con un joven de mirada taciturna que me observa tan solo unos segundos y sin decir nada desvía su mirada hacia Grant. Su profesor me ve y comenta:

—¿Eh? Este es el famoso estudiante transferido del que todos hablan... Será interesante ver que nos tiene para mostrar.

Las palabras de Grant indican que está muy entusiasmado. Mi oponente designado se va al centro del campo y yo sin saber que hacer solo imite su comportamiento. Édel se posicionó como el referí y nos dio las instrucciones a cada uno.

—Escuchen niños. Esta batalla es solo de exhibición, si alguno de ustedes trata de usar un movimiento que pueda dañar, seriamente, a su oponente detendré la batalla de inmediato !Ahora!, !Si están listos puede comenzar! —exclama Édel.

Mi oponente sin hacer ruido alguno comienza a emitir un aura que identifico como la de su pokémon contratado. Puedo distinguir que ya ha iniciado el canto de invocación lo que no me deja en una buena posición, ya que tiene la iniciativa. Llamo a Lucario con un poco de urgencia, pero no recibo respuesta a mi solicitud.

—¿Tal vez debería comenzar a rezar? —pensé ante la inminente paliza que recibiría.

Entre tanto, los espectadores claman por su favorito o sea Calem que ya tiene una reputación entre los alumnos de mi año, en especial, el público femenino que admira la buena apariencia y la habilidad de mi contrincante. Y los gritos de aliento no tardaron en llegar:

—!Animo, Calem!, !Eres, el mejor! —grita una chica.

—!Y el más guapo! —añade otra con la misma intensidad.

—!Ni si quiera nos mira!, !Eso lo hace tan lindo! —exclama otra.

¿Cómo les puede gustar alguien así?, es decir, te gusta alguien que hace caso omiso de tu existe o te ignora. Igualmente, como lo que me pasa con Lucario ahora mismo. Luego, una ola de energía se desprende de Calem y puedo distinguir detrás de él una figura muy grande como la de... un Kangaskhan, un pokémon de tipo normal. Al notar que no hago un movimiento Édel me incita a reaccionar:

—Vamos, niño haz tu movimiento —me presiona el profesor.

Estoy seguro de que no ha notado que no puedo conectarme con Lucario y le digo.

—No puedo hacer sincronía profesor —afirmo sin ningún tapujo.

Un pequeño silencio se hizo ante mi revelación. Mi profesor frunce a un más el ceño y me increpa.

—¿Crees que a caso que estoy jugando niño...? —dice perdiendo el poco auto-control que le queda.

—Allá se va la poca suerte que me iba quedando —pensé sobre mi actual situación. Tomé de mi bolsillo la piedra espiritual que me fue entregada por el director y añadí:

—No lo estoy haciendo —aclaro. Fingiendo parecer tranquilo por dentro, ya que por dentro mi instinto de supervivencia me dice: "Escapa, imbécil... Este cerebro de musculo te quiere muerto". Con la mejor actuación que pude realizar en esta situación añadí—. Se me entrego esta roca espiritual, pero aun no soy capaz de darle uso.

El profesor de inmensa envergadura con una actitud amenazante me rebate.

—¿Tratas dar la impresión de que eres muy inteligente? Eres un chiquillo muy arrogante — comenta con una sonrisa de pocos amigos.

Su compañero viene hacia nosotros y le da una palmada en la espalda e interviene.

—Édel debes calmar tu ira... —le llama la atención el profesor del otro curso. Me dirige una mirada y me dice— !Hey, tú!, ¿Te llamas, Ash?, ¿Verdad?

Agradeciendo internamente su repentina aparición. Contesto:

—!Si!

El profesor atlético viene hacia mí.

—¿Me permites dar un vistazo a esa roca espiritual? —me pide educadamente.

No me negué a su petición y le entregue la roca.

—¿Qué demonios miras tanto esa piedra Grant? —pregunta su colega confundido.

En silencio, el profesor llamado Grant examina la roca espiritual con bastante detenimiento hasta que se largo a decir:

—Ya veo... Es muy interesante... Si muy interesante —asiente con una sonrisa, ignorando a todos los presentes como disfrutando del momento de introspección.

Perdiendo la paciencia Édel arremete contra Grant, exigiendo una respuesta a sus preguntas.

—!Habla de una vez Grant!, ¿Qué quieres decir con todo ese balbuceo? —se expresa exasperado Édel.

Grant volviendo a la realidad le da una sonrisa a un molesto colega y dice:

—Lo que dice Ash, es cierto. Esta pelea jamás tendrá lugar, ya que el pokémon dentro de la roca aún no despierta.

Édel mosqueado me llama.

—Tienes suerte, pequeñajo. Esta vez, Grant te salvo; no volverás a tener tanta buena fortuna para la próxima vez —aclaró el profesor que me fulmina con su mirada.

—¿Qué le hice a este viejo? —me recrimine sin encontrar razón detrás de su extraño comportamiento de resentimiento hacia mí.

Ese día marcó la tónica de la tensa relación que desarrollaría de aquí en adelante con mi querido profesor de Combate Aplicado.