Conflicto Poético [GaLe]

HOLA xD He aquí mi primer GaLe, espero no quedar mal. Disfruten, y comenten que les pareció, o como podría mejorar :D




Era una mañana "tranquila" en el gremio "Fairy Tail". Los integrantes apenas empezaban a llegar, y así como iban entrando los el escándalo aumentaba notoriamente.
Levy, una maga de escritura sólida, estaba rodeada por muchos libros. Ella tenia su total concentración en algo que escribía, se notaba que le costaba trabajo, pues alrededor había hojas hechas bola.
Por el gremio venían entrando Natsu, Happy y Lucy. Entraron hablando animadamente, pero fueron separados cuando Natsu se dio de bruces con Gray, lo cual termino en una pelea.
Al verse separa de su acompañante, Lucy busco a alguien con quien poder conversar y pasar el rato. Vio a Levy, una gran amiga suya, escribiendo algo en una mesa de la esquina. Se acerco y la saludo.

—¡Hola, Levy-chan! —Saludo alegremente.
—¡Lu-chan, hola! No te vi entrar —contesto, dejando aun lado su escrito.
—¿Qué escribes?
—Pues... Ultimamente he leído mucha poesía, y me entraron ganas de escribir una antología —Levy le indico a Lucy que se sentara— pero ya sabes, no soy muy buena escribiendo —señalo las hojas hechas bola.
—¡¿Poesía?! —exclamo muy feliz— ¡Levy, tienes que dejarme leer tus poemas!
—Lu-chan, no creo... Son personales.

Los poemas, en su mayoría, solían ser de amor. Y por esa razón los poemas que había escrito Levy eran de amor, dedicados al mago que había flechado su corazón.
Lucy sospecho el por qué su amiga se negaba a mostrarle sus escritos, pero estando aburrida y sin nada que hacer decidió molestarla un poco.

—Ah~ que mala eres Levy, yo que te voy a dejar ser la primera en leer mi novela...
—no, Lu-chan. Es solo que... —la maga se quedo callada, sin saber que decir.

—¿Que qué? —Lucy puso cara pícara— ¿Son para alguien especial? ¿Tal vez un mago dragon slayer de hierro?

—¡N-No, nada de eso! E-es so-solo que no se me d-da bien.

Lucy rió ante la reacción de su amiga, pero no quiso seguir molestando. Le pregunto a Levy si la acompañaba a la barra a pedir algo de desayunar, ella acepto gustosa.

Gajeel y Lily entraron juntos al gremio, venían regresando de una ardua misión. Hablaban sobre lo bien que les había salido el trabajo y en que podrían gastar la paga.
Gajeel se dirigió directo a la mesa que tenia el olor de "su" enana. Lily se percato de ello. La mesa estaba llena de libros, cosa que no sorprendió a ninguno, pues ya estaban acostumbrados a su compañera adicta a libros. Ambos notaron las hojas arrugadas por toda la mesa. El dragon slayer de hierro tomo la que no estaba arrugada y que tenia una pluma encima para leerla. El contenido que la hoja tenia le molesto, era un poema para un mago. Según lo que "su" enana había escrito, era una mago que la protegía, un mago que ella quería y admiraba. Su amor.
La dejo en la mesa y se sentó con una cara de pocos amigos. No lo entendía, pero el pensar que Levy quería a alguien le molestaba.
Al no entender el enojo de su compañero, Lily tomo la hoja que había leído. De inmediato entendió que se trataba de un poema dedicado a Gajeel, y se rió al pensar que su amigo era un idiota al no entenderlo.
Levy se acerco a su mesa, y se puso un poco roja el ver que Gajeel y Lily estaban ahí, leyendo sus poemas.

—Ho-hola chicos —saludo con timidez.
—Hola Levy, me alegra verte —respondió el gato negro.
—Tks... Hola, enana —saludo de mal humor.

No sabía si era su imaginación, o simplemente era por no verlos en tanto tiempo. Pero Gajeel estaba enojado y Lily parecía morirse de risa por dentro.

—¿Todo bien, Gajeel? ¿Cómo fue la misión?

—No estés molestando, enana.
—¡No estoy molestando! ¡Y no me llames enana! Solo preguntaba por el trabajo, nada más —se sentó junto a ellos— además, eres tú él que esta en mi mesa, con mis libros y mis...
—¿Y tus qué, enana? —Gajeel estaba feliz de verla, pero tenía que saber a quien iban dirigidos esos escritos.
—No te importa, son asuntos míos —y acto seguido le enseño la lengua.

La tarde siguió sin ninguna anomalía, salvo que Gajeel seguía insoportable. Había dejado sola a Levy, llendose a otra mesa a comer tornillos, murmurando cosas que solo él entendía y maldiciendo a cualquiera que se le acercara.
Levy no entendía el por qué de su comportamiento, entendía que fuera un poco malumorado, pero eso ya era muy exagerado. Teniendo en mente que posiblemente podría tener un problema, fue a sentarse a su lado. No fue bien recibida, la miro sobre el hombro y acto seguido le dio la espalda y le pidió que no lo molestara. Se molesto al ver su actitud de niño pequeño.

—¡Gajeel! ¿Qué es lo que te pasa? No te he hecho nada para que me trates así —le dijo un poco dolida— y si lo hice por favor dimelo.
—No se, tal vez puedas preguntárselo a el idiota ese al que le escribes poemas.
—¡¿Estuviste leyendo mis cosas?! —se paro y lo señalo con el dedo— ¡Es privado! Y si, tienes razón. Le escribí esos poemas a un idiota.
—Tsk si tan idiota es, ¿por qué le escribes poemas?
—Porque pensé que ese idiota era especial. Y si a mi no me molesta que veas a esas chicas de pechos grandes en las revistas, ¿por qué a ti sí te molesta que escriba poemas?
La discusión poco a poco iba atrayendo las miradas indecentes de los demás. Hasta que llego a ser oída y vista por todo el gremio.

—Yo no veo a esas mujeres como tú dices —también se levanto, no estaba dispuesto a dejarse regañar— Y no me molesta que escribas esas cosas, ni que las leas.
—No digas que no Gajeel, de seguro así es como te gustan... Nunca querrías a alguien como yo, pequeña y débil —dijo mientras se dejaba caer y se tapaba la cara— Eres un idiota, nunca había conocido a alguien que sintiera celos de si mismo —al terminar de hablar, pequeñas lágrimas empezaron a resbalar por el rostro de la maga.

Todos le mandaron miradas asesinas a Gajeel, acababa de hacer llorar a una compañera y eso no podía permitirse.
Gajeel, como en muchas otras ocasiones, se sintió un completo estúpido. Los poemas que "su" enana había escrito iban para él. ¿Y qué había hecho? Tratarla mar y desconfiar de ella. Después de lo de Phantom Lord se había jurado que nunca volvería a causarle dolor a esa pequeña maga de cabellos azules, y ese día la veía llorar enfrente de ella, por culpa de él.

—A mi no me gustan las mujeres —se sentó a su lado y miro hacia el techo, intentando ocultar su nerviosismo— me gustan las enanas de cabellos azules que aman leer libros, que son alegres y siempre están dispuestas a ayudar...
—Gajeel... —Dijo Levy mientras buscaba con la mirada los ojos de su amor— A mi me gustas tú.

—Parece que al fin lograste reconocer tus sentimientos, Gajeel —dijo Lily, mientras se acercaba a ellos.
El gremio, como es su especialidad, empezó a armar escandalo y gritar, todos feliz por sus compañeros.

—¡HOMBRE,SER UN IDIOTA ES DE HOMBRES! —Grito Elfman.
—¡Eso no tiene sentido, Elfman! —le reprocho alguien.
—¡Felicidades, Levy! —Grito Lucy, que estaba junto a Natsu— Ya me imaginaba para quien iban poemas.
—¡Gajeel Mcgarden, te va bien el nombre! —Grito natsu, mientra reía de su propia broma.

—¡Idiotas, El que empiece a molestar con esto lo muelo a golpes! —exclamo Gajeel rojo como tomate, mientras Levy se movía como loca en su lugar a causa de la felicidad.

Todo el gremio sabía que ese par se quería, y quien diría que gracias a un conflicto poético acabarían declarando sus sentimientos.