One-shot de Pokémon - [Concurso Miss Fey] Hay más de una forma de adoptar Pokémon

[Concurso Miss Fey] Hay más de una forma de adoptar Pokémon

Hay más de una forma de adoptar Pokémon
​

Miss Fey parecía estar de muy mal humor ese día. El sólo haber perdido la batalla contra él le había causado una migraña enorme. ¿Por qué tuvo que perder? ¿Acaso era demasiado débil? Esas preguntas y varias más recorrían su cabeza mientras caminaba con el ceño fruncido por el gran y oscuro bosque al que se había metido sin razón alguna. Tal vez no había entrenado lo suficiente. Tal vez no se había mostrado lo suficientemente estricta frente a sus Pokémon. ¿Acaso había sido su culpa… o tal vez la de sus Pokémon?

Ya cansada de todo aquello, trató de olvidarlo y se dispuso a encontrar un buen lugar donde conseguir Pokémon más fuertes y donde entrenar mejor a los que ya tenía.

Al caminar vio un poco más adelante una extraña construcción. Parecía una especie de casa, pero había cosas que la diferenciaban de una. Tenía un gran tamaño, pintada de distintos tonos de verde. Lo que más le llamó la atención y lo que la hizo descubrir que era fue el gran letrero que tenía al frente.

“Guardería Pokémon” leyó mentalmente mientras observaba el gran cartel-¿qué hacía eso en medio de un bosque?- y luego se quedó pensando. Ese tipo de lugares no eran su estilo, no le gustaban; pensaba que era solamente un lugar lleno de débiles e inservibles Pokémon que no tenían dueño ni familia. Pero, ahora que lo pensaba bien, tal vez debía echarle un ojo. A lo mejor encontraba algo que le agradase, aunque lo dudaba.

Llena de curiosidad y aún con aquella cara de enojo, tomó el picaporte de la puerta de madera y lo giró con cuidado, abriendo la puerta con mucho sigilo. Estaba abierta. Ya adentro pudo observar de mejor modo el interior del lugar. Estaba muy bien decorado, tenía dibujos de pequeños Pokémon en las paredes, estas pintadas de crema. Se veía algo lindo… demasiado para su gusto. Continuó observando cada detalle de la supuesta guardería, esperando encontrar algo que le gustase pero sin éxito.

-¡Te dije que cuidaras de los Eevees mientras no estaba!-¿fue la voz de un chico la que escuchó? Parecía algo acelerado y enfadado.

-Hmp, ese era tú trabajo, patético-ahora escuchaba otra voz masculina, esta vez algo más seria y calmada.

Seguro esas voces se trataban de los encargados.

-¿Patético yo! ¡Fuiste tú quien permitió que ese Eevee se escapara! ¡Deberías preocuparte más por los Pokémon que cuidamos y por tu trabajo!

-No me importan esos Pokémon débiles ni este patético trabajo. Ni siquiera sé qué rayos hago aquí.

-Eres de lo peor, no sé cómo puedo trabajar contigo… Yo tampoco sé qué hago aquí, seguro esto fue obra de…

La chica, sin darse cuenta, pisó un pequeño muñeco de Pachirisu, el cual hizo un fuerte sonido que alertó a los jóvenes de que alguien estaba allí. Ambos callaron al instante. Miss Fey sólo pudo maldecir casi en murmullo aquel juguete ruidoso. Con sólo escuchar aquellas voces y lo que decían, tuvo una pequeña idea de cómo eran. Parecían gruñones… bueno, ella lo era también. Rápidamente se acercó al mostrador para disimular lo que hacía.

A su encuentro se asomó un alto joven de cabello rubio y ojos anaranjados. En su mirada había algo de sorpresa. Se tropezó con un objeto extraño que había en el suelo, pero rápidamente se recuperó y volvió a ponerse en pie. Parecía algo torpe.

-¡Bienvenida a la Guardería Pokémon!-dijo rápidamente sin tomar ni un respiro-¿En qué puedo ayudarte?

Fey calló por unos segundos. El sólo verlo hablar de tal forma le había hecho sentir que le faltaba aire. Seguro era algún tipo de chico hiperactivo o algo por el estilo.

-¿Hola? ¿Estás ahí?-preguntó el chico algo desesperado por no obtener su respuesta. Se cruzó de brazos y suspiró-Lo siento, pero si sólo viniste a husmear y no a ver ningún Pokémon, tendré que pedirte que te vayas.

La chica reaccionó al escuchar aquellas palabras. Miró al joven de rubios cabellos con firmeza y algo molesta y se dispuso a hablar.

-He venido a ver los Pokémon de la Guardería…

-¡Vaya! ¿Por qué no lo dijiste antes?-dijo animado. A Fey le pareció algo molesto el muchacho-¡Acompáñame!-animado, tomó la mano de la chica y, como quien dice, la arrastró hacia lo que sería su destino: el patio de la guardería.

El lugar se hallaba lleno de una gran cantidad de Pokémon, de todos tipos. Había Starlys, Butterfrees, Bidoofs, Eevees, Psyducks, Bellsprouts y otras clases de Pokémon.
Claro que, ninguno de los que allí se hallaban le llamaba la atención. Todos le parecían débiles, incapaces de vencer a su rival.

El chico hiperactivo la llevó junto al joven de cabellos morados. Su mirada le hizo pensar a Fey que no había dormido en mucho tiempo, o que tal vez sus padres lo habían obligado a trabajar allí y él no lo quería así. Además, se fijó en algo que le llamó la atención. Ambos chicos tenían delantales… rosados. Extraño… Otra cosa no muy normal fue que, en el delantal del joven que aparentaba no saber divertirse, estaba escrita la frase “Amo a los patéticos Pokémon”. Igual, le pareció… lindo.

-Él es Paul. Te ayudará a escoger a un Pokémon.-le informó el joven rubio-Cuando elijas uno ve a la recepción.

-¿Tenías que decirle mi nombre, patético?-ya notaba por qué aquella frase en especial en su delantal-¿Acaso le dijiste tu patético nombre?

-No lo veo necesario

-¿Y veías necesario algo tan patético como decir mi nombre?

-Tú eres el que ayuda a escoger, yo no-con aquella excusa, el chico rubio se alejó de allí, dejando a Miss Fey con el supuesto “Paul”.

La chica lo miró por unos segundos y esperó a que dijera algo.

-Si vas a escoger a algún patético Pokémon, escógelo ahora.-¿fue eso acaso algún tipo de amenaza?

La chica lo miró de mala gana. ¿Qué tipo de gente era esa que atendía aquel lugar? Prefirió ignorar aquello para no molestarse más de lo que lo estaba y se dispuso a observar los Pokémon.

El primero que observó fue un Pachirisu. Parecía muy alegre. El pequeño Pokémon le dio una calurosa sonrisa a la joven y luego corrió por todo el lugar. Eso último le había recordado al extraño chico hiperactivo, lo que no le gustó para nada.

-Patético-escuchó decir de quien se suponía la ayudaría. Lo que hizo fue ignorarlo y seguir.

El siguiente Pokémon en la mira fue un Magmar. Parecía uno fuerte. Además, su habilidad de quemar a sus oponentes cuando lo atacaban directamente seguro ayudaría. La sorpresa fue grande cuando descubrió que tenía una personalidad tímida, una de las que más odiaba.

-¿Tengo que decirlo otra vez?-escuchó esta vez del chico. Ya estaba comenzando a irritarla.

Pasaron los minutos y Fey no encontraba un Pokémon que escoger. Parecía ser que todos en aquel lugar eran debiluchos. Fue entonces que vio a un pequeño Eevee peleando con un Happiny. Parecían discutir por comida o algo así. Los calificaba como Pokémon débiles, obviamente. Aún así, seguía con la mirada fija en ambos.

-Esos patéticos siempre pelean.-dijo el encargado que allí se hallaba-Nunca se rinden, aunque nunca vencen al otro. Son demasiado patéticos.

Por un momento el comentario del chico le hizo pensar que no valían la pena, pero luego vio algo que le llamó la atención demasiado. El Happiny levantó con sólo una pata al Eevee y luego lo lanzó hacia una pared, y este a su vez le dio con una fuerte tacleada. No parecían ser tan débiles.

-Aún así son fuertes-dijo Fey observando su batalla con interés- Pero aún así, no creo que ninguno sea el indicado.

-Obviamente, todos aquí son patéticos-¿esa era la forma en la que aquel encargado trabajaba? ¿Dándole mala fama a los Pokémon de la guardería? Ambos chicos eran muy extraños… y jóvenes para trabajar ahí.

La joven miró extrañada al chico cuya palabra favorita parecía ser “patético”. Si él mismo admitía que los Pokémon de allí eran débiles, entonces seguramente lo eran. Dio media vuelta para retirarse del lugar, pero luego sintió algo en sus piernas. Allí se hallaban ambos Pokémon, uno en cada una.

-¿Pero qué…?-Fey trató de quitárselos, pero no pudo.

El pequeño Eevee pronto la miró con cara de pocos amigos y se aferró un poco más. Lo mismo sucedió con Happiny. No parecían querer dejarla por anda del mundo, pero ¿por qué?

-¿Qué les pasa a estos?-preguntó la chica más molesta de lo normal tratando de lanzarlos lejos.

-Se me olvidó decirte algo… De aquí no te vas hasta que adoptes un patético Pokémon. Y como veo que dos se apegaron a ti patéticamente, llevarás ambos.

-¿Qué! No me pueden obligar a llevarlos-al decir esto, la joven sintió como uno de los salvajes intentos de animales le mordía la pierna. Seguramente había sido el Eevee.-¡Oye! ¡Por qué hiciste eso?

El Eevee alejó sus dientes de ella y la miró con seriedad. En aquellos ojos se notaba algo de ansiedad. Fey se quedó profundamente perdida en ellos. Es como si la hubieran hipnotizado… Seguro quería ser adoptado, como cualquier otro Pokémon de la guardería.

-Vaya…-murmuró la chica, ahora observando a Happiny, el cual la miraba con la misma seriedad que el anterior Pokémon-¿Tienen algún tipo de habilidad convencedora o algo así?

-No, son ambos patéticos-volvió a decir Paul.

Ahora los Pokémon no mostraban una cara de enojo, su personalidad parecía haber cambiado. Observaban a la joven con ternura, como bebés a su madre. Un cambio drástico, sí. Y le habían parecido tan lindos… ¿Qué debía hacer? No la permitirían irse si no adoptaba a aquellos Pokémon, además de que recibiría otras miradas profundas y mordidas extremadamente dolorosas-ahora sabía que los Eevees tenían tan fuertes dientes. Se vio vendida y no tuvo otra opción.

-Me los llevo-al decir aquello, pudo escuchar pequeñas risitas de los dos Pokémon que serían adoptados y una extraña sonrisa de satisfacción del extraño encargado.

Fey no podía creer lo que había hecho. Se había dejado llevar por el extraño plan realizando entre encargados y Pokémon de la Guardería. Salió de ahí con rapidez. Se prometió no volver a entrar a uno de esos extraños lugares. No le habían dejado nada beneficioso. Bueno, por lo menos había aprendido algo: Hay más de una forma de adoptar Pokémon, una de ellas es por chantaje y obligación.

Escrito de Hikaharu y POKEMOON

:3 Debo decir que no pensé que obtendríamos algo para hacer a Fey adoptar un Pokémon, pero luego Hikaharu me dio algunas ideas y LOL xD. La idea de que la Guardería estuviera en medio del bosque fue suya :L.

Bueno, esperamos que sea de su agrado n_n. ​