Como nace el amor

Hola! espero que les guste mi historia. =)
Gracias por leer y espero sus sugerencias.
Soy nueva asi que tratare de dar lo mejor de mi creatividad y tratare de narrar bien!

Cap 1. En ningún lugar.

El orfanato Leirchter, ubicado al norte de Dorchester, en Chicago; recibía aproximadamente un niño cada dos meses.
Ese día era un 14 de mayo de 1992. Clarisse Auston, la dueña del orfanato y su ayudante principal Alice, regresaban de una reunión donde Clarisse se había reencontrado con viejos amigos de la escuela. Eran las 10 de la noche y las dos caminaban por una estrecha calle iluminada por dos farolas, adornada por algunos graffitis y un gran contenedor de basura con cajas y bolsas a los lados. Clarisse, que estaba algo melancólica por la reunión de ese día, le contaba historias de cuando era niña y aunque Alice era unos 20 años mas joven que ella, la escuchaba muy entretenida. Cuando iban a la mitad de la calle, un grito desgarrador interrumpió su conversación.
-¡Clarisse! ¿Qué fue eso?-dijo Alice muy alterada.
-Alguien gritó-respondió-. Fue en la calle de al lado, estoy segura.
Clarisse empezó a caminar rápidamente hasta la calle en donde se había oído el grito, a pesar de que Alice le gritaba que no fuera. Desesperada, Alice la siguió para no quedarse sola.
Cuando dobló la calle, oyó un llanto de bebe y pudo distinguir a Clarisse de rodillas sobre lo que parecía un cuerpo. Cuando se acercó más, vio a Clarisse con un bebe en los brazos que no paraba de llorar y como había pensado, el cuerpo de una mujer joven; quizás de la edad de ella, se hallaba en el suelo lleno de sangre.
-Clarisse, hay que llamar a la policía.
-No te preocupes, ya lo hice.- dijo mientras mecía al bebe, que lloraba menos.
-El bebe- dijo con preocupación-. ¿Esta bien?.
-Si, parece que la chica lo soltó cuando fue atacada, pero no le paso nada
Alice ya no dijo nada y espero a que llegara la policía. Cuando llego, se llevaron el cuerpo de la mujer y también se llevaron al bebe.
Unas semanas después, una camioneta de servicios infantiles, les llevó el bebe que habían hallado aquella noche. La chica que lo llevó, les contó a Clarisse y a Alice que la policía había hallado a la persona que asesino a la chica, pero no pudieron encontrar a sus familiares, por lo que el bebe no tenía a donde ir y se acordaron de aquellas dos mujeres que se habían preocupado tanto por el bebe y que además tenían un orfanato.
-Supongo... ¿Ustedes son esas damas, verdad?
-Si-contestó Clarisse-. Y estamos muy felices de que el bebe venga a nuestro orfanato. Le aseguro que lo cuidaremos lo mejor que podamos.
-Eso espero- dijo y se despidió de las mujeres.
Desde ese día, May, como Clarisse decidió llamarla; debido a que ese mes la encontraron en la calle, vivió en el orfanato Leirchter.
Todo marcho bien hasta que un día, en unos de los paseos que Clarisse organizaba al mes, May se hizo una cortada en la pierna al tropezar y caer de rodillas en un vidrio.
Casi al final del recorrido, Clarisse revisó a todos los niños, y al ver a May, vio que su vestido tenía una mancha roja en la zona de la pierna.
-¡May! ¡¿Qué te paso, dios?!- preguntó alterada mientras caminaba rápidamente hacia ella.
May solo se sorprendió al ver como Clarisse caminaba hacia ella, pero no sabía cual era el problema. Todos voltearon hacia ella con la misma expresión de preocupación que Clarisse.
-¿Estás bien?, ¿May que te paso?-le agarró el vestido y lo alzó hasta ver la herida.
No era muy grave, pero aun sangraba.
Clarisse se quedó atónita, pensó -Cualquier niño hubiera llorado con esa herida, pero May esta... esta tan tranquila-.
Clarisse, que era la directora del orfanato, y Alice, su principal ayudante; llevaron a May al hospital. Clarisse contó al médico lo sucedido, sobretodo el que May no hubiera dicho nada ante semejante corte.
El médico, un señor de unos 40 años, según percibió Clarisse; vendó el corte y le hizo algunas preguntas a May.
-¿May, cierto?-preguntó.
May asintió con la cabeza.
-Bueno linda, ¿Por qué no dijiste nada de tu herida a las encargadas? ¿Tenías miedo de que se enojaran contigo?.
-No, ¿Por qué se enojarían conmigo?. Solo me tropecé, me levanté y seguí caminando normalmente. No me dolía nada.
El médico les dijo que era muy extraño y que era mejor que visitaran el hospital April Heal, uno de los mejores en Boston, en donde tenían un área especial para pacientes con enfermedades raras.
Al día siguiente, Clarisse llevó a May al hospital April Heal, para averiguar lo que pasaba con ella. Un médico muy amable las atendió, y después de hacerle varios estudios le dijo a Clarisse.
-Mire, no le tengo buenas noticias. May tiene una extraña enfermedad llamada Síndrome de Riley-Day.
-¿Qué es eso?-dijo preocupada-.
-Este síndrome impide que el que lo padezca pueda sentir dolor físico, además de otros problemas.
-¿Qué no puede sentir dolor? ¿Eso es posible?. Dios no-dijo Clarisse horrorizada.
-Lo siento mucho. Lamentablemente, no hay cura, pero los enfermos pueden vivir hasta los 30 años si se les cuida bien.
El médico le dijo que tenía que llevar a May varias veces al mes al hospital para que checaran que todo iba bien con su salud y Clarisse asintió.
Durante el camino de regreso, Clarisse miraba tristemente a May. Sabía que ella no tendría una vida normal, pero ella se aseguraría de cuidarla lo mejor que pudiera y de darle todo el amor posible.