—Mi nombre es Kumiko; soy una vendedora ambulante junto a mi esposo. Ayudamos a los viajeros a amenizar su recorrido con historias si es que compartimos el mismo rumbo. Han encontrado a un par de comerciantes ambulantes. A estos personajes no se les logra encontrar por un número en el dado de movimiento. Los utilizo para hacer la transición entre prefecturas si es que los jugadores aun no pueden llegar a su objetivo. ¿En qué pueden ayudarles estos comerciantes? Pueden obtener historias sobre los clanes dentro del rol Pueden obtener historias sobre el folklore Pueden preguntarles por noticias recientes Podrán comprarles objetos curiosos Son susceptibles al robo; pero se defenderán. Están armados. Contenido oculto: Objetos Juguetes= 5 monedas Adornos decorativos= 10 monedas Listones= 2 monedas Darumas= 5 monedas Talismanes= 10 monedas Sake= 50 monedas Dulces= 5 monedas Opio= 10 monedas Instrumentos musicales= 20 monedas Objeto sorpresa= 50 monedas (este objeto no siempre será el mismo, y no es importante para estadísticas de sus personajes; pero si puede ser un objeto importante para la trama [objetos personales o con valor histórico]) Si algo más viene a su creatividad pueden preguntar por ello
En camino a Nagano_Nagano desde Matsumoto_Nagano El rol proviene de Matsumoto [Takeda; Takano; Oboro; Gon; Ginko; Xiao; Shinko; Riku] Se movilizaron lo más rápido que podían. Y mientras aceleraban paso con los caballos, encontraron a dos personas que también venían montadas, a sus espaldas cargaban cestas de mimbre y parecían ir listos para vender arroz a cualquiera que se les cruzara. Ambos miraron al grupo que ligereaba la comitiva; la mujer iba a saludarlos pero el hombre la detuvo en seco. Por un momento, parecía que serían ignorados; el ejército iba a trote intenso con sus montas y los comerciantes iban por el camino con tranquilidad; pero los caballos comenzaron a frenar el ritmo, cuando Oki obligó a todos a detenerse. —¡No podemos detenernos!—la voz de Takano fue fuerte hacia Oki quien lo miraba con tranquilidad —Ustedes no conocen a los caballos del Norte; retomaremos el ritmo, confíen en mi. —Un breve descanso puede costarnos vidas — reclamó Oboro colocándose junto a Takano, tenían una expresión parecida. —Después de este descanso irán mucho más rápido. Así han sido criados estos caballos, saben ser explosivos después de un momento en descanso; son caballos entrenados para la caza; incluso para huir de una avalancha. No subestimes a estas criaturas, que también son guerreros como todos nosotros. Contenido oculto Monpoke Slam (no llegarán tarde a la batalla; pero mientras Yuzuki inicia, nosotros nos quedamos en este oasis)
Fujiwara no Riku "Creo es mejor tomar la palabra de la persona con mayor conocimiento". Me expreso al grupo uniendo mi opinión a favor de Oki. Tampoco creo estaría tomando este curso de acción si no lo creyera ella misma. Aún así, que esté dispuesto a tomar su palabra y confiar, no significa que me sienta cómodo con la situación considerando a dónde nos estaremos dirigiendo... "Tomemos unos minutos". Le indico a Shinko al ir bajando del caballo. "Estará bien...". Le aseguro a un cuando yo mismo me encuentro en conflicto. Relajarnos en este momento y quedarnos sin hacer nada, es imposible. En un intento de distraerme de tales pensamientos, me dirijo al par de comerciante que estuvo a punto de recibirnos. Contenido oculto Bueno, supongo hay tiempo para hacer las cosas de manera lenta por una primera vez.
Ginko Harutomo Desmontó luego de las palabras de la Emishi que los guiaba, acariciando el hocico de su corcel y regalándole una galletita dulce, estaba de acuerdo con que los caballitos descansaran. Además, tenía plena confianza en Hinata, era la guerrera más intimidante de su clan y aguantaría hasta que llegaran. Alcanzó al trote al Fujiwara que avanzó hacia los comerciantes, él también los había visto a la pasada y quería ver si tenían alguna oferta que aprovechar. —Espera— se dirigió a Riku mientras lo alcanzaba —También quiero ver que tienen, te acompaño... si no te molesta, claro. Soy Ginko Harutomo, médico del clan Asakura— se presentó, saludando con una leve y rápida reverencia mientras caminaban —Pero también suelo hacer las veces de cocinero, así que cuando hay una oferta la aprovecho— sonrió, imaginando que el Fujiwara también se presentaría, pues aún no lo conocía realmente.
Fujiwara no Riku Detengo levemente mí paso al escuchar alguien me acompaña al mismo objetivo. Lo recuerdo, alguien a quien me encontré levemente en la clínica de Kamakura. "Riku de los Fujiwara". Me presenté siguiendo su ejemplo, pero sin ningún título que podría seguir.
[Takeda; Takano; Oboro; Gon; Ginko; Xiao; Shinko; Riku] Ginko se acercó a Riku y se presentaron formalmente, dos miembros de los clanes de las flores. —Tu nombre rima bien con el mío, mi nombre es Shinko; el tuyo Ginko, cómo el árbol — Mencionó el más pequeño de los Fujiwara para incluirse en la plática mientras seguía a Riku, pues no planeaba separarse. Al llegar ante los comerciantes, el hombre detuvo la mirada en Riku; para después mirar a todos los que lo acompañaban —Pensé que quedarías en aquella zanja... Su mujer lo miró preocupada para después dirigir su mirada a Riku. Gon quien también estaba cerca avanzó hacia los comerciantes —Buenas tardes ¿Tendrán algo de ginseng? Los comerciantes no contestaron, estaban perdidos observando a Riku. —¿No me reconoces?— preguntó el hombre ignorando por completo la petición de Gon quien se notó ofendido por ello. Contenido oculto Monpoke Slam
Ginko Harutomo —!Es cierto!— habló con una sonrisa al pequeño Shinko que se sumaba y con la misma sonrisa recibió también a Gon, pero al llegar dejó de sonreír por un momento. Los comerciantes parecían conocer al mayor de los Fujiwara, pero no podía bajar la guardia porque no estaba seguro de si serían hostiles o amigables al respecto, así que se preparó por si acaso. —¿Amigos tuyos?— le preguntó a Riku acerca de estas personas —¿O enemigos?—
Fujiwara no Riku Pensé que quedarías en aquella zanja... En unos instantes, sentí como si todo mí alrededor fuera tragado en una obscuridad. ¿No me reconoces? Solo tenía oídos y ojos hacia este hombre, cerrando inconcientemente todo lo no relacionado. Me encontré parpadeando, seguí mirando y volví a parpadear. Relacionando lentamente la apariencia de este hombre con alguien a quien conocí. Estático, sin mover un solo músculo o realizar un simple sonido. Me quedé congelado con mí mente trabajando totalmente en ponerse al día en este echo. Y en reescribir aquello que por tantos años considere una verdad. Deveria estar muerto. Eso mismo... Demostró no ser cierto... Pase tantos años en una mentira... Calmando mis propios pensamientos, me fui abriendo nuevamente al mundo. Uno que de un momento a otro perdió parte de su brillo. "Es algo que se deberá resolver". Me encontré respondiendo al joven Asakura sin apartar los ojos del hombre. "Y es solo entre nosotros". Incluí en pocas palabras a la mujer que mira detrás. "¿Por donde quieres comenzar?". Le pregunté al hombre, Dazai, directamente y sin vacilar. Carente de miedo y sumisión, en contraste del yo que habría imaginado años atrás. Camine hacía èl antes de recibir su respuesta, pasando a su lado hasta llegar al borde del camino. Levemente apartado de todos, a su vista y oído de querer prestarnos atención. No tengo nada que esconder... Me deje caer junto a árbol, sentándome en el suelo y apoyando mí espalda contra el. "¿Hablar o luchar?". Les di las opciones, pero estando sentando, di entender que vayamos por la primera. "Debo disculparme, ten por seguro lo haré, y aunque estás en posición de reclamar mí vida". Lo mire de manera intensa, buscando dejándole en claro la seriedad de mis próximas palabras . "Te la habría dado en el pasado. El pasado. El yo de ahora no te la dará sin luchar". Hablando brusco y sin cuidado, apurando todo hacía la dirección que prefiero. Aparentando no mostrar apenado por mis acciones pasadas... en verdad lo estoy, profundamente, pero ya he llorado y arrepentido demasiado en ese pasado. Ahora debo hacer frente a este presente, escuchar las palabras de quién abandone en una etapa de mí vida que deje atrás.
Ginko Harutomo Observó la reacción del Fujiwara, parecía tratarse de una deuda de honor del pasado o algo por el estilo. No conocía lo suficiente a Riku, pero no permitiría de ninguna manera que tomaran la vida de uno de los miembros del equipo, de un aliado que además pertenecía a un sufrido clan de las flores igual que los Asakura. —No sé qué problemas tienen por resolver, pero si te vas por la segunda opción no me quedaré de brazos cruzados, nos dirigimos a una guerra y la vida de cada uno de nosotros es necesaria y valiosa— se dirigió al hombre, mientras llevaba una mano a la empuñadura de su espada de madera, aunque sin desenfundarla todavía.
[Takeda; Takano; Oboro; Gon; Ginko; Xiao; Shinko; Riku] Shinko se mantuvo cerca de Riku a cada instante; ya conocía a aquel hombre y siempre buscaría ayudarlo, más ahora que notaba como parecía estar enfocado en lo que se decía. Gon se mantuvo expectante ante las acciones de Ginko, sonriendo al ver que estaba tomando la iniciativa en frenar un posible conflicto. Xiao también observaba, no entendía demasiado el idioma; pero conocía a la perfección la tensión antes de un combate. Takano y Oboro parecían conversar en privado mientras que Takeda hacía lo mismo con Oki, dejándolos en libertad de juicio mientras ellos no observaban. La mujer comerciante sujetó a su esposo del brazo; pero fueron las palabras de Ginko lo que realmente terminó por detener sus impulsos —No planeaba tomar su vida —dijo hacia Ginko — Sólo acomodarle un poco las ideas —miró a Riku —No puedes ni pronunciar mi nombre; aunque al menos ahora sostienes la mirada —volvió a mirar a Ginko —Llevas a un cobarde a la guerra. Shinko apretó sus puños molesto —No es ningún cobarde...— dijo con un poco de timidez hacia Dazai, no porque este le impusiera miedo, simplemente fueron los recuerdos dolorosos los que lo hicieron reprimirse. Dazai miró a Shinko y se cruzó de brazos, mostrando en ellos varias cicatrices; después volvió su vista a Riku —Te escuchó. Contenido oculto Monpoke Slam
Fujiwara no Riku No puedes ni pronunciar mi nombre Continué mirándolo de forma directa, sin vacilar o recaer ante lo que sería su manera de ser duro. "Tu tampoco lo has echo". Le respondí no en burla, sino como un echo, pero manteniendo consciente que sus circunstancias hacía mí son diferentes. "Una palabra puede significar mucho, y quiero decirla cuando sea debido". Te escuchó. Tomé aire profundamente, disimulandolo en lo posible por una respiración más superficial. Me encontré intentando bajar la mirada y evitar la vista de Dazai, no por miedo, no. Finalmente el remordimiento me estaba ganando nuevamente. Pero me mantuve firme. "Dazai, yo lo siento. Lo siento profundamente". Tantos años guardando estás palabras, diciendolas al aire y deseando por un momento que nunca creí posible. Hoy pude decirlas, liberarlas de mí pecho. Llevas a un cobarde a la guerra. No es ningún cobarde... "Tiene derecho de llamarme así". Se sintió pesado nuevamente no corresponder el apoyo de Shinko hacía mí. "Tengo la marca del cobarde...". Lleve mis manos al pecho, junto mí corazón, tocando de manera delicada una zona que en realidad se encuentra intacta. "Dos de ellas". Del cobarde que vive. Del que huyó antes de que inicie la batalla, sin confirmar si esas personas viven o mueren. He cargado con esta culpa. "Pero he dejado atrás ese pasado, aceptarlo como parte de quién doy y decidir vivir con ello para avanzar". Volví hablando con más mayor fuerza y voluntad. "Aún así, eso no quitará que los abandone y traicione". Continué. "Por ello, si es para ser merecedor de tu perdón, aceptaré casi cualquier cosa". Incline la cabeza por primera vez, en señal de perdón. Levanté un poco la mirada, observando a todos a quien hasta ahora demostraron la intención de apoyarme de ser necesario. "Agradezco su intención, pero si tienen algún respecto hacía mí persona , dejenlo seguir adelante ante lo que pueda decidir".
Ginko Harutomo Seguía con su mano sobre la empuñadura de la espada, aún cuando el comerciante le dijo que no planeaba tomar la vida del Fujiwara, no podía confiarse de cualquiera como en el pasado. Sin embargo, cuando Riku habló, terminó por bajar la guardia. Debía respetar la decisión de ese compañero, si eso era lo que quería, no pasaría por encima de su honor. —Lo respeto, Riku...— le contestó para volver a girarse al comerciante —¿Pero qué tan valiente eres para juzgar la cobardía de alguien? Podríamos calmarnos todos, olvidar las rencillas del pasado y hacer unas compras tranquilamente como teníamos planeado, ¿no les parece? Puedo oler el rico aroma del opio desde aquí, mejor negociemos...— intentó clamar las aguas cambiándole de tema al hombre.
[Takeda; Takano; Oboro; Gon; Ginko; Xiao; Shinko; Riku] —No es que no pueda pronunciar tu nombre; simplemente no quiero —más que una respuesta inteligente, sonaba a un reproche infantil; después escuchó lo que Riku tenía por decirle; no se notaba impresionado, su rostro no parecía mutar a una nueva emoción, ni de odio o perdón. Las palabras de Ginko tranquilizaron el ambiente, la mujer se acercó a Ginko y afirmó —El joven que sabe distinguir los aromas tiene razón —mencionó ante su esposo, pues lo conocía muy bien, y temía a su reacción. —¿Qué tan valiente soy? —preguntó a Ginko —lo suficiente para viajar solo con mi mujer en un Japón en inminente guerra —después volvió a mirar a Riku — No mereces un cierre; vive con ello. Así como yo viví con tu traición. Shinko quería reclamar, quejarse ante aquellas palabras; desconocía lo que allí sucedía; pero conocía al Riku que se había unido a su familia, y odiaba verlo recibiendo quejas de quién para él, era un completo desconocido. Aun así calló, porque Riku pidió no interferir. Contenido oculto Monpoke Slam
Ginko Harutomo —Nosotros nos dirigimos al epicentro mismo de la guerra y eso nos vuelve más que valientes... creo que estúpidos es la palabra— mencionó encogiéndose de hombros, mientras se dirigía a la caravana con los productos, guiado por el aroma del opio. Al asomar la cabeza podía divisar adornos, instrumentos musicales, juguetes y demás. Pasó una mano por las cabezas de unos darumas, tomando uno y observándolo tranquilamente, mientras con su otra mano agarraba un dango y lo comenzaba a comer —Toma un dango, Gon, yo invito— le hizo un ademán para que se acerque —¿Tú quieres uno, Shinko?— le preguntó al pequeño y le pasó una bolsa con monedas a la mujer comerciante —También llevaré veinticinco gramos de opio, este daruma y... ¿qué hay en esa caja? Quiero la caja— No tenía idea de lo que contenía, pero el envoltorio era llamativo y se moría de la intriga.
Fuijiwara no Riku Cerré lo ojos y exhale tranquilo, imperturbable por lo que seria una decisión obvia. "Hiba a vivir con ello de todas formas". Le respondí en calma por una vez. "No pido por un cierre del cual no merezco, cargare con ello como corresponde sin arrastrarme más. esa es la resolución que cargo ahora". Un arrepentimiento eterno que se granda día tras día por cada error que cargue... Y seguir soportando sin importar que, haya en Iwade frente a Genbu, es por lo que me decidí. Todo es parte de quién soy. Una parte de mi, deseo desearle felicidades por haber avanzado en estos años. Él es feliz e incluso encontró alguien a quien amar, como parte de su pasado, no tengo el porque de entrometerme. Fui que corto el lazo, no tengo derecho de querer unirnos. Me gire, abriendo los ojos y mirando a Shinko al escuchar el ofrecimiento que le dio Ginko. Le sonreí. "No dejes se desperdicie su buena voluntad, puedes aceptar". Lo alenté a aceptar la oferta, poco conozco del chico, pero no solo creo que tiene las mejores intensiones. "Después podemos hacer algo mientras esperamos, si así lo quieres" "Y..." Continúe, pensando en la expresión que ha tenido. "No te preocupes. Son heridas que cargo, heridas que soportare. Pero ahora...". Le sonrío nuevamente en sinceridad. "Una duele menos". Podrás insultarme, despreciarme o apuñalarme. Dazai, lo que quieras. Aun así lo soportare, no porque sea un castigo, lo soportare porque estoy tranquilo de finalmente poder saber tus sentimientos.
[Takeda; Takano; Oboro; Gon; Ginko; Xiao; Shinko; Riku] Gon sonrió mientras Ginko le pasaba el dango; para después preguntarle a Shinko quien aceptó después de las palabras de Riku, pues la desconfianza en los Fujiwara estaba basada en su pequeño círculo que se había ido cuarteando en el pasar de las estaciones —Gracias— mencionó Shinko hacia Ginko tomando el dango. La mujer comerciante se acercó a Ginko con una amplia sonrisa mientras dejaba a su esposo quién aun miraba a Riku con recelo. Recolectó la cantidad de opio deseada y se la entregó envuelta en papel de arroz para después guardar ese contenido en un saquito de tela. Después tomó la cajita y se la entregó a Ginko. —Es un buen objeto —dijo con emoción latente mientras recibía las monedas y se quedaba expectante a que Ginko lo abriera, cuando lo hizo comenzó a explicar sin siquiera dejar que Ginko las tomara en sus manos para inspeccionarlas a detalle — Un viejo juego de Kai-awase — eran un montón de conchas marinas pintadas finamente a mano; había pares, pintados con la misma escena —Es un juego de memoria; se voltean las figuras y uno debe revolverlas y encontrar a su pareja — decía haciendo el movimiento con sus manos al aire —Un juego de alta casta, sólo las mujeres de castillo suelen tener estos juegos; este lo encontré ya hace muchos inviernos, lo intercambié por un kosode a una chica en la capital de Kioto. Aun no entiendo que escenas están representadas en los ocho pares. Dazai miraba aun hacia Riku, reparando en la cicatriz del cuello para después observar a todos los presentes a detalle, algo que no había hecho debido a distraerse al reconocer un viejo compañero. Contenido oculto: Imágenes kai iwase Contenido oculto Monpoke Slam
Ginko Harutomo —Vaya... Son escenas muy intrigantes y el objeto en sí mismo es muy bello, se lo agradezco—sonrió y se inclinó levemente hacia la vendedora. Las imágenes representadas eran oníricas, le parecieron muy bellas las primeras y en las últimas algo lo incomodaba un poco, pero también desconocía sus significados. —¿Reconoces alguna de estas imágenes, Gon?— le consultó a su compañero.
[Takeda; Takano; Oboro; Gon; Ginko; Xiao; Shinko; Riku] Gon se acercó a Ginko mientras masticaba el dango, allí observó a detalle con confusión —No manejo temas religiosos, seguramente Xiao sepa algo pero nadie entenderá el chino; yo podré entender un poco pero seguramente haré un pésimo trabajo de traducción que pueda llevar a malos entendidos —miró a Takano a lo lejos quien seguía conversando con Oboro —El tiene un hermano que sabe de esas cosas, tal vez él...—después miró a Riku —O tal vez Riku, ha demostrado tener idea en varios rubros. Contenido oculto Monpoke Slam
Ginko Harutomo —Ya veo...— le respondió a su compañero, mientras seguía mirando el objeto y terminaba su dango —Bueno, si quieres probar suerte con otra caja, adelante— le dijo y le daría las monedas necesarias si aceptaba. Por lo pronto, Ginko avanzó unos pasos hacia el Fujiwara que se encontraba un poco más lejos con el honor herido. —Riku, ¿sabes que podrían significar algunas de estas escenas?— le consultó enseñándole el juego de memoria.
Fujiwara no Riku El acercamiento de Ginko con una pregunta me tomo medio desprevenido, pero a un así me mantuve en mí lugar y revise aquello que me ofreció revisar. Le asentí y acepte el mirar el juego, por su regalo a Shinko. Es lo mínimo que podría hacer. "Puedo mirar si quieres, pero no prometo decir algo acertado". Observe con detenimiento el dibujos de las conchas, encontrando algo de sentido a las primeras cuatro. Pero de en adelante, la cosa se fue volviendo más confusa. "Hay un ciclo lunar en estás". Apunte a las tres primeras. "Podría significar una fecha para algo, más que una historia, podría relatar una profecía". Mire entre los shijin, perdido por unos momentos en aquella que posiblemente represente a Genbu. "Una profecía". Continué mientras continuaba estudiando los dibujos. Señalé a las cuatro primeras. "Que habla de los shijin, criaturas mitológicas". A la quinta. "De un demonio". A la sexta. "De un clan que usa máscaras". A la séptima. "Doncellas de santuarios relacionadas con la muerte". A la octava y última. "... No puedo decir mucho de esta última". Termine, al menos, marcando lo que se ve a simple vista. Suspiré, continuando atando hilos sobre estás diversos dibujos. Encontrando al pensar, alguna relación con lo aprendido y escuchado en la última misión. "Puedo ser más específico, si quieres". Ofrecí, seguro de que unas pocas palabras no dijeron mucho. "Pero si está es realmente una profecía.. es posible que sea una que actualmente se halle en movimiento". Negué, no muy agusto de hablar. "Hay quienes tienen un papel, y nosotros no pertenecemos a este".