Reborn! [Colección][Katekyo Hitman Reborn!DR]

Nick: Elizabeth
Colectivo: Katekyo Hitman Reborn!DR
Personajes: Todos~
Para: Sango_extermina.
Palabras: 807/???
Notas:
No tiene título porque soy incapaz de ponerle uno D:
Primera parte de a saber cuantas (?) No intentes encontrarle sentido a lo que ocurre, no lo tiene. Intento extraño de comedia, con una idea rara basada en un comic que leí hace tiempo. Espero que te guste~

Welcome to...¿ChibiWorld?


Ella iba a encontrar al responsable y le iba a dar su merecido.

Ellis caminaba por la base Vongola, los pasillos le resultaba increíblemente largos y enormes. Al recordar su situación actual supo que no podía hacer nada.

Al llegar al salón suspiró tanto por el esfuerzo de llegar hasta allí como por que sus sirvientes estaban en la misma situación que ella.

—¡Hazel también es un pajarito!

Hazel Ellis Vasiliey había encogido y parecía llevar un disfraz de águila que era imposible de quitar, sus guardianes estaban en la misma situación.

—Jefa, yo soy una serpiente —le dijo Itami mientras se acercaba a ella, para suerte de la italiana conservaba sus piernas.

Tanto Ellis como Indauri vestían un extraño disfraz de pájaro, la capo bufó al ver que el “disfraz” de la estadounidense era más grande que el suyo.

—¡Muévete vago!—gritó Vanessa a una bola negra cercana a la mesa.

Al parecer ni la italiana se había librado de convertirse en un gato y, mientras la bola negra que resultó ser Alexander se levantaba, Itami fue corriendo hacia ellos.

—¡Gatitos!—al parecer Itami era la única contenta por la situación.

La situación era hilarante, parecía un mal sueño, de esos que no tienen ni pies de cabeza. Ellis se preguntó si acabarían bailando la macarena en el techo o si Itami, como la serpiente en la que se había convertido, acabaría comiendo se alguien.

—Shi-chan—el grito de Cawley era inconfundible y el hecho de que, para Hazel, estuviera gritándole a una de sus pertenencias la hizo correr lo más rápido que sus diminutos pies le permitían.

Un extraño ¿zorro? Si es que se le podía llamar así abrazaba a un ¿hurón? Que buscaba desesperadamente algo. Al parecer en ese extraño traje no se encontraban sus kusarifundo.

—Estúpido zorro, suéltalo— el pequeño pajarito llamado Hazel tiró del brazo de su guardián de la nube.

Para los observadores, que no hacían otra cosa que o fomentar la pelea o observar como, al parecer, el vestir disfraces les había vuelto aún más infantiles.

Mientras ambos peleaban, Itami decidió tirar de la cola de Cawley para comprobar si era verdad. Ante esa acción D’Argento se giró, visiblemente enfadado, y empujó a Sanguinetti.

Para sorpresa del resto, la lluvia comenzó a llorar.


—¡Idiota la has hecho llorar, recibirás castigo!— Vanessa se unió a la pelea y pronto comenzaron a saltar plumas, gritos y tirones de colas.

Shizuo había conseguido salir y contemplaba junto a Reid- quien seguía preguntando que demonios pasaba- la pelea.


Indauri corría de un lado a otro, fue a la cocina y volvió en tiempo record, se acercó a Itami tendiéndole una chocolatina.

—No llores y come.

La pelea no tardó en terminar, al parecer el ser más pequeños hacia que se cansaran más rápido.

—¿No deberíamos averiguar porque estamos así?—la pregunta de Gray les tomó desprevenidos.

Vanessa rió ligeramente al ver que se había dejado llevar mientras Cawley y Ellis seguían golpeándose, pero de una manera más discreta.

Todos coincidieron en que debían ir a buscar a Relaie, pues era él único que no había aparecido vestido de animal. Mientras caminaban, se fijaron en que todo les resultaba enorme.

Pero hasta que no llegaron al ascensor para bajar a la sala de enterramiento donde seguramente estaría el japonés, no notaron la desventaja en la que estaban.

¿Cómo iban a llegar a los botones?

Eso necesitaba trabajo en equipo y, mirando al grupo en el que estaban, eso sería increíblemente difícil.

Vanessa se subió encima de Shizuo, quien a su vez estaba subido encima de Alexander. Era el turno de Cawley para subir cuando el ascensor comenzó a bajar.

—Os vi tan entusiasmados con eso del trabajo en equipo que no quería deciros nada ~ —Ellis se encogió de hombros y sonrió.

Los tontos habían sido ellos al no recordar que contaban con dos pájaros que podían volar -aunque les costara-.

—Relaie— gritaron Itami, Indauri y Cawley quienes se acercaron corriendo al japonés.


Detrás de ellos, Vanessa y Ellis reían al ver la cara del joven quien, para sorpresa del resto, conservaba su apariencia original.


—No sé que ha pasado, de todas maneras consultaré a Verde, es posible que sea cosa suya.

Ante la respuesta del moreno, todos se relajaron y, acompañados por él, fueron hacia una de las habitaciones.

La pregunta que rondaba sus mentes era: ¿Por qué debían dormir juntos?

Aquellos parecían más una competición para ver quién dormía al lado de quién. La cosa había acabado en el siguiente orden: Reid, Alexander, Vanessa, Cawley, Shizuo, Ellis, Itami e Indauri.

Al parecer los dos estadounidenses eran los únicos que habían conseguido un lugar agradable en el que dormir. Aunque Reid continuaba preguntándose porque se había unido a ese grupo de locos.

Cawley sonrió, ya sabía como librarse de la mocosa molesta.

—Contaré una historia de terror ~

 

Nick: Elizabeth
Colectivo: Katekyo Hitman Reborn!DR
Personajes: Todos~
Para: Sango_extermina.
Palabras: 668/???
Total: 1475/???
Notas:
Capítulo dos aún más random que el anterior yay!

Las historias de terror no son buenas para los niños​

Todos le miraron, curiosos, tal y como predijo el comportamiento de los guardianes se iba a haciendo cada vez más infantil. Lane y Vasiliey abrieron la boca para quejarse.

— ¿A caso tenéis miedo~? —con esa pregunta había conseguido que todos aceptaran.



—Poco a poco, todos ellos iban desapareciendo, uno a uno, comenzando por el más fuerte…—relataba en voz baja y siniestra D’Argento ante la mirada atenta del resto— el más débil se quedó solo, sintió que unas manos rodeaban su garganta… Se dice que nadie les volvió a ver…


Era medianoche y ninguno conseguía cerrar los ojos. Itami cogió con cada mano el brazo de su jefa y de la guardiana del rayo.


—¿Qué ha sido ese ruido?—preguntó, al parecer todos ellos comenzaban a estar aterrados.

Era una reacción tan infantil… Reid rió, pensando que él era el único que conocía las intenciones del guardián de la niebla. El estadounidense recibió una mirada acusadora de Vanessa quien, para sorpresa de todos, estaba agarrada al brazo de un somnoliento Alex.

—No pasa nada Itami, ese idiota inútil de Cawley se lo estaba inventando— a pesar de sus palabras y su actuación, Ellis continuaba abrazada al guardián de la nube.

Shizuo no sabía si ella se aprovechaba de la situación o si de verdad estaba asustada. No tenía tiempo para pensar en eso, todo estaba demasiado tranquilo…

—¿Dónde está Cawley?

Todos iban desapareciendo, uno a uno, comenzando por el más fuerte…


—Deberíamos ir a buscarlo…—susurró Indauri.

Eso cada vez era más sospechoso, primero la historia sin venir cuento y luego, justamente, desaparece como su historia decía. Sin contar que había sido tan egocéntrico de llamarse a si mismo el más fuerte.

Justo cuando Ellis iba a abrir la boca para decir que Cawley podía ser secuestrado, mutilado y convertido en ositos de goma si de ella dependía, Alexander la interrumpió.
—Reid también ha desaparecido.

Uno a uno, comenzando por el más fuerte…


—Iremos a buscarlos y esos secuestradores me explicarán porque se los llevan a ellos como los más fuertes y no a mí—dijo Ellis mientras se arrastraba al borde de la cama.

Shizuo suspiró, las razones de su jefa podían ser tan irrazonables e infantiles…

Al final todos bajaron, ayudándose mutuamente y sin tener en cuenta las quejas de Gray quien quería continuar durmiendo.

Caminaban por los enormes y oscuros pasillos de la base Vongola, Ellis iba delante, seguida de Shizuo, Itami, Indauri, Vanessa y Alexander. Dando pequeños saltitos cada vez que un ruido les llamaba la atención.

El grito de Indauri hizo que todos saltaran, Hazel no dudó en abrazar a Shizuo e Itami en abrazar a Hazel.


—Alex y Vane han desaparecido—susurró Williams quien cada vez estaba más y más asustada.


Definitivamente eso no tenía ni pies ni cabeza ¿Quién se llevaba a Alex y Cawley como los más fuertes? De Reid no podían decir nada porque no sabían si era fuerte y Vanessa… con sólo imaginarla con un cuchillo la respuesta era obvia.


—Itami alumbra con la linterna, no va a pasar nada—le dijo la rusa y la italiana obedeció.

Su jefa era tan genial que no podía llevarle la contraria, además con luz el camino sería más tranquilo.


Los cuatro caminaron unos seguidos de otros pero con el pequeño cambio de que Shizuo iba delante. La rusa alegó que, como jefa, debían protegerla. Una simple excusa para no ir la primera.

El sonido metálico de algo cayendo al suelo hizo que Ellis se girara.

—Itami sujeta bien la linter…

—¿Qué pasa?—preguntó Shizuo quien también se giró.

Detrás de ambos sólo había un largo pasillo negro que parecía no tener fin, la linterna en el suelo hacia extraña figuras en las paredes.

Todos iban desapareciendo…


—Shizuo, esto es una mala broma…¿no?

Para la cabeza de la capo era una mala broma, después de todo dejarla a ella y a Shizuo como los más débiles era una mala broma o un insulto. Aunque el hecho de quedarse a solas con Shizuo… quizás no estaba tan mal.

 

Nick: Elizabeth
Colectivo: Katekyo Hitman Reborn!DR
Personajes: Todos~
Para: Sango_extermina.
Palabras: 530/2005
Total: 2005/2005
Notas:
Capítulo tres y final~ Como es San Valentín no podía faltar algo un poco más rómantico o alguna pareja por ahí~


Todos desaparecen poco a poco, uno a uno, comenzando por el más fuerte...

Ellis agarró el brazo del japonés y continuaron el viaje en silencio. Un extraño sonrojo cubría las mejillas del guardián de la nube, quien miraba hacia otro lado intentando no encontrarse con la mirada curiosa de la rusa.

Ella sonrió.

Ambos tragaron saliva al ver las escaleras, parecían enormes y extrañas. Con peldaños altos y, al final, oscuridad.

A no ser que las bajaran rodando era imposible llegar al final. Amanecería si las bajaban como se debía.

Pero debían bajar para ver a Relaie… Vasiliey maldijo el momento en el que el japonés decidió que su habitación estaría una planta más abajo que el resto.


Mientras Ezakiya intentaba bajar las escaleras por el método tradicional, sintió una garras en sus hombros. Ellis intentaba, batiendo sus alas, levantar al japonés.

Para sorpresa del pelirrojo, Hazel consiguió bajarlo hasta más de la mitad de la escalera donde paró.

La rusa se sentó en la escalera e intentando coger aire. Al parecer ese inútil disfraz ni siquiera podía volar decentemente, pareciera que solo servía para hacerles ver ridículos.

Shizuo se puso en pie, ayudando a Ellis a bajar el resto de escaleras. Al llegar a bajo se fijó en la sonrisa de la rusa.

Al mirar que le hacía tanta gracia vio que, en algún momento del trayecto, habían acabado cogidos de la mano. Soltó de inmediato la mano de la futura capo y apartó la vista sonrojado.

—Eres tan mono~ —la rusa no pudo contener más las ganas de abrazar al japonés.

— Hay que ir a por los otros—murmurró él mientras comenzaba a andar.


—Entonces vamos, quiero recuperar mi apariencia cuanto antes.

Ellis le adelantó y tiró de él a través del pasillo. Cuando llegaron a la puerta de Relaie, la capo se subió encima de Shizuo al desechar la idea de que podría volar.

Cuando por fin abrieron la puerta, Ellis no dudo en gritar.

—¡Relaie, levántate que todos han sido abducidos por extraterrestres extraños que piensan que Cawley es más fuerte que yo!

La sorpresa de todos fue enorme, de Ellis al ver a todos sus “sirvientes” ahí y del resto al ver la extraña historia que la capo se había inventado. Aunque para Itami era que su jefa estaba preocupada por ellos.

Aunque ella no lo admitiría nunca.
—Ya sabía yo que Cawley no era más fuerte.

Hazel rió mientras el rubio la miraba con odio por verla entrar con Shizuo.

—Al parecer todo esto fue obra de Verde, su nuevo experimento era poder convertir a los usuarios en su animal, para así tener la fuerza de este pero… no lo ha conseguido—explicó el único que conservaba su forma humana.


Por el momento no sabían cuanto duraría la transformación, mientras tendrían que hacer vida todos juntos en una habitación. También tendrían que sacar juguetes que había perdidos en la base Vongola pues ninguno era capaz de subirse a la silla de la cocina.


Shizuo esperaba que los efectos no duraran demasiado. Si no, no sería plumas lo que volaran ni colas de las que tiraran, en esa habitación acabaría habiendo sangre.


Sobretodo si Ellis y Cawley acababan con su paciencia, no tardaría en conseguir un kurasifundo tamaño hurón.