Había estado toda la tarde en aquella máquina recreativa, estaba calentita y sabía que el premio gordo estaba a punto de caer, por lo que no podía de dejar de meter las monedas y ver cómo los diferentes dibujos bailaban frente a sus ojos, pero sin darle la combinación ganadora. Bebió un sorbo de la ¿quinta? ¿sexta? copa de la tarde y notó como su vejiga estaba a punto de explotar. Por lo que dejó su bebida junto a la máquina, para guardarla y poder volver a seguir con su empresa después de aliviarse. Tardó poco más de dos minutos, pero al salir del baño escuchó aquel sonido que había ansiado toda la tarde. CLIN CLIN CLIN CLIN CLIN. No dejaba de sonar, mientras ante sus ojos veía como un individuo al que no había visto nunca se regocijaba ante SU máquina mientras metía en una bolsa SU dinero. El juicio se le nubló en ese momento y rebuscó en su neceser mientras se acercaba a la escena donde estaba el desconocido afortunado. Pronto sus dedos encontraron lo que buscaba y cuando clavó afilada lima de uñas en el cuello de aquel vulgar ladrón y la sangre empezó a salpicar gran parte de la zona mientras se escuchaban gritos. Ella solo pudo recoger la bolsa y seguir introduciendo SU botín. Había sido una buena tarde.
En pocas palabras has expresado el horror de una adicción. Egoísmo, avaricia e inconsecuencia. Debido a que la mujer bebe una copa de licor mientras apuesta en, lo que intuyo, es una máquina tragaperras, creo que es correcto pensar que se encuentra en un casino, pues de dónde sacaría la copa de no ser el caso. Que esté en un casino aumenta lo perturbador del desenlace, pues la mujer no solo mató de manera espontánea al causante de su estrés, sino que también lo hizo delante de todos los otros apostadores presentes, quienes no debían ser pocos. Este detalle refleja lo cegada que se encuentra la mujer respecto a su realidad, volcada por completo a un vicio que no solo le roba el poco dinero sobre el que tiene real control, sino que la vuelve incapaz de medir las consecuencias de sus actos. A matado a una persona desconocida, delante de otras personas que seguro no le importan a nuestra protagonista, fue incapaz de preveer que por ese acto la meterían presa, lo que refleja aún más el profundo problema de adicción que posee. Pareciera que cada palabra, cada detalle, construye una escena dinámica y compleja, digna de la temática a tratar. Una buena narración que te hace disfrutar del horror que expresan esas palabras, logrando que me cuestione qué es lo más horroroso de este relato: perder una gran inversión debido a que otro te robó la oportunidad en un golpe de suerte, ser asesinado a sangre fría por un adicto o disfrutar de una buena narración incluso si solo expone una horrible desgracia.