Circus Monster

Esta historia está basada en una canción que me conmovió enormemente, hacía tiempo que quería hacer un Fic basado en ella, ¡y ya lo he conseguido! La historia la narran dos personajes desde dos puntos de vista muy distintos, uno es un chico y el otro es el Monstruo del Circo.
Si queréis oír la canción se llama igual que el Fic y la canta Luka Megurine. ¡Espero que os guste!


***El joven narra.***

Entré en el circo por mera curiosidad, todos hablaban de aquel circo tan increíble y quería ver con mis propios ojos cuan espectacular era. Cuando me senté en la grada vi que la gente murmuraba acerca del próximo número, el director salió para presentar.

-Damas y caballeros, tengo el honor de presentarles a un ser jamás visto, se apariencia es la de un demonio pero su voz es como el canto de un ángel. ¡Con todos ustedes, el Monstruo del Circo! -El hombre dio paso a una criatura extraña pero, para mis ojos, muy hermosa.

La criatura tenía la apariencia de una joven de pelo rosa hasta la cintura, unos cuernos sobresalían de su cabeza y en vez de piernas tenía patas de cabra y su vestido gris las tapaba hasta lo que parecían sus rodillas. Su voz era indescriptible, no tenía palabras para definirla. Cantaba una canción muy triste, trataba de un sueño inalcanzable.

Alguien del público, una persona sin corazón, le tiró una fruta podrida, la chica se calló al suelo. La gente empezó a gritar.

-¡Hey! ¡Levántate monstruo de circo, bueno para nada!

El director se acercó a ella, él es malvado a pesar de que la criatura ruega con lágrimas.

Tras acabar el espectáculo y evadir la seguridad busqué a la joven deforme, a medida que me adentraba en el circo más oscuro se volvía todo. La encontré dentro de una celda estaba de espalda a los barrotes apoyada en ellos, nada más oír mis pasos se giró con temor.

-Tranquila, no soy como los otros, no quiero hacerte daño. -La chica no me respondió, simplemente se me quedó mirando. Me di cuenta del color plata que tenían sus ojos. -Tus ojos son preciosos. -Le dije casi sin pensarlo, la criatura me miró y después me sonrió.

Metí la mano entre los barrotes para acariciarle el pelo, al principio pareció dudar pero después se dejó. Cogí un mechón de su cabello rosa, con suma delicadeza, y lo besé. Oí ruidos a mi espalda, alguien se acercaba.

-Te juro que mañana voy a volver. -Salí corriendo en dirección contraria a la de los ruidos.

Tras varios minutos buscando la salida la encontré y me fui a mi casa, no pude dejar de pensar en aquella criatura tan extraña y bella a la vez. Obligada a cantar sola, articula una canción sobre un sueño imposible, ¿por qué está sola de esa manera? Pobre criatura, no entiende nada, sólo odia. Las palabras que siempre le gritan son: "¡Mirad...! ¡Es el Monstruo de Circo!" Que crueldad.

Y a partir de ese día no falté ni una sola vez a mi cita con la joven, después de cada actuación la iba a ver y le decía lo bien que había cantado, yo le hablaba del pueblo, los habitantes, las fiestas y todo lo que le gustaba. Nunca me habló, pero su sonrisa me llenaba de satisfacción y felicidad.

Un día no pude asistir a su actuación pero fui para verla en su celda, quería disculparme por haber faltado, pero lo que vi me dejó helado, los leones se habían escapado de sus jaulas. La joven estaba tirada en el suelo y ellos se abalanzaron sobre ella.

-¡¡¡NOOOOOOO!!! -Grité para después correr e interponerme entre los leones y la chica.




***El Monstruo narra***

El tiempo se fue y murió, el espectáculo ya va a comenzar. Me oculto tras el telón, ellos me gritan que salga y cante, te extraño, tú eres el único amable. ¿Por qué no estás aquí? Me pregunto. Sonrisa... llanto... ¿Qué quieren escuchar? Quiero verte, quiero abrazarte, estoy temblando, ¿dónde estás? El hombre malvado viene hacia mi.

-Canta. -Me dice él. Pero 'él' no es 'tú' y no puedo cantar.

Mis una vez tibios pensamientos ahora están congelados. 'Él' se ríe de mí, lo oigo con mis orejas. ¿Por qué no volviste? No lo sé. Me quedé sola, debería haber sabido que mentías.

Esos dos jóvenes leones, siempre fueron divertidos, ¿por qué se acercan a mí de esa manera? Me rugieron ferozmente, ¿qué está pasando? Se han descontrolado, ¿te podré ver? Tengo que hacerlo. Me asusto y huyo, me caigo, me quedé tumbada esperando el dolor, ¿será este mi fin? Puedo oírte gritar. No se pararán se han descarrilado.

Cuando me desperté estaba tirada en el suelo, al lado de un charco de sangre. ¿Estoy sola? ¿A dónde pudiste haber ido? Creo que no volverás.

En silencio... susurro una canción. Dentro... ese sueño enjaulado. Grité con lágrimas en mis ojos que regresaras. ¿Por qué me has abandonado? Yo... un patético monstruo, no puedo ver, sólo odiar. Ellos gritan las palabras de nuevo...

-¡Mirad...! ¡Es el Monstruo de Circo!


---Fin---

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