One-shot Chica de humo [Masuyo Kobayashi|Gakkuo Rolplay]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Kaisa Morinachi, 27 Enero 2021.

  1.  
    Kaisa Morinachi

    Kaisa Morinachi Crazy goat

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    Escritora
    Título:
    Chica de humo [Masuyo Kobayashi|Gakkuo Rolplay]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    804

    Chica de humo
    Terminé en la zona central del pueblo, donde se aglomeraban la mayoría de tiendas y mierdas por el estilo, ya era de noche y eso solo me era otra patada más que sumaba frustración en mi organismo. Había mutado, ¿no? Ahora que andaba sola, sin ningún desconocido a la vista por lo menos para mí, estaba desatada como pocas veces. Me metí a comprar un par de bebidas a una expendedora en un callejón bastante oscuro.

    Estúpida mierdosa, lo sabes, ¿no?
    Lo sientes, ¿no?
    Eres consciente, ¿verdad?

    Del peligro al cual te acercas.

    Suelto una risa sin gracia mientras aprieto dos botones y las bebidas caen, y antes de acuclillarme a recogerlas, manos en los bolsillos, escudriño con la mirada crítica y la sonrisa cínica la ventanilla que ocultaba mi "tesoro" Paso a enmarcar mis expresiones con seriedad absoluta, tomo ambas latas con una mano diferente cada una. Me incorporo correctamente otra vez tras eso; una estaba jodidamente helada, la otra hirviendo, y al ver ambas en mi poder otra sonrisa socarrona surge.

    Sufre, Masuyo.
    Sufre.

    Pero entonces ahí vuelve la seriedad y miro sin emoción alguna ambos contenedores. Suelto un suspiro pesado, llevándome una al bolsillo y luego abro la más helada. Doy un trago largo, es de menta muy fuerte, me caía medio mal al estomago, ya lo sabía. Solo esa en especifico, que sabía tan artificial y tal. Al menos el toque a limón hacia todo más interesante.

    Camino con calma por las calles iluminadas de blancos, amarillos y naranjos; azules, oscuros y claros, hasta llegar a una zona ya no tan iluminada, pero sí segura; mi barrio.

    A esas, como ha de esperarse de un lugar tranquilo, ya no hay nadie por los alrededores.

    —Buenas noches, he vuelto~ —canturreo alegre ingresando a casa. Mi mamá me recibe mitad feliz, mitad molesta de volver tan tarde sin avisar como correspondía. Entre risas avergonzadas y expresiones sumisas le explico que las pruebas de deporte me retrasaron un poco, ella sin estar del todo convencida me la deja pasar.

    Aunque, claro; solo lo hace por saber que, independiente de lo que me diga o advierta, al final del día yo soy la que decido que hacer. Es un pacto silencioso, nacido de las miradas y gestos sutiles; meto la pata una vez, y ya nunca podré volver a tener control sobre mis acciones en un muuuy largo tiempo.

    Espeluznante, ¿no? Eso significaba criar hijos auto-suficientes, o eso pensaba.

    Saludé a Hiro de manera animada, porque andaba jugueteando con sus cosas por ahí en la sala de estar. Dimos un par de vueltas y hablamos un poco de como le fue en el colegio, se veía bastante entusiasmado, pero la lista de cosas que le desagradaron no fue para nada corta.

    Solé un suspiro pesado una vez me alejé de él y me direccioné a mi cuarto. Las almas de mi hermano y padre no se veían por ningún lado, había que ver, de seguro andaban en lo suyo; ya saldrían cuando quisieran algo de mí o mamá.

    Entré y lo primero que hice fue cerrar mi puerta con pestillo, luego me fui a tirar de lleno en mi cama, como peso muerto; las luces apagadas. Giré sobre mí misma con pereza y antes de que mis ámbar se perdieran en la nada, mi mano ágil sacó mi celular y la otra los audífonos; como sí todo fuera una obra ensayada, un baile de antaño, una acción que sabía de memoria y repetía a la perfección.

    Puse la lista de reproducción más larga, la que decía "Curioso", y me relajé. Escuchaba, analizaba, tarareaba, cantaba un poco y la guardaba en una nueva lista; "Repertorio" A veces ni llegaba a los 50 segundos y la sacaba, había que ser eficaces; sí no llamaba mi atención, ¿por qué lo haría con otros?

    Claro, que todos teníamos gustos distintos, pero esto era una oferta; una propuesta, no iba a decirles a los líderes de club "Hice el repertorio, hagámoslo" No, claro que no; iba a cantarles como podía cada una de las canciones, por lo menos las japonesas, y de ahí que ellos decidieran que era lo mejor.

    A ver sí recordaba algo de inglés básico, para memorizar mejor las canciones. Siempre podía cantarla viendo la letra y con esta sonando de fondo, no había por qué estresarse en ese aspecto.

    Y bueno, ¿qué decir? En esta ocasión sí que me trasnoché.
    Lo sentía.
    Mañana no sería un buen día.

     
    Última edición: 27 Enero 2021
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