Actividad: Emocionate escribiendo Emoción: Celos Lo vi cruzar la calle. Su imagen era perfecta y él tan hermoso que era doloroso verlo. Por donde pasara, todos los ojos se detenían en él y en cada pequeño detalle que conformaba su imagen. Su cabello dorado, sus ojos azules como el mismo cielo y esa sonrisa tan blanca, tan humana y al mismo tiempo tan carismática. Todo en él te invitaba a odiarlo pero esa misma atracción te obligaba a amarlo. Así que cuando lo vi acercarse no pude evitar sonreír con suficiencia. De todas las personas a las que les pudo decir sí, me lo había dicho a mí. Por lo que podía ser un poco presuntuosa al ir de su brazo y disfrutar de esas miradas de envidia. Envidia que cubría unos terribles celos hacia él y hacia mí. ¿Quién no sentiría celos de ese cuerpo?, ¿quién no ansiaría tenerlo? Y luego estaban las mujeres que estaban celosas de mi posición. Que sentían que algo les mordía las entrañas cada que nos veían pasar de la mano, que admiraban sus sonrisas y sabía que no eran para ellas. Que al mirar nuestras manos entrelazadas constataban que el puesto en su corazón estaba ocupado. Sonreí cuando él beso mi mano. Nunca me cansaba de ver esos orbes acuosos que se mostraban ante mí tan puros y rebosantes de alegría. Él se inclinó y supe que iba a besarme pero un espantoso grito detuvo su acción. A unos cuantos pasos de nosotros se encontraba una mujer increíblemente bella pero deformada por esa expresión enfermiza que surcaba su rostro. Él dio un paso hacia adelante y el miedo atenazo mi corazón. –¿Qué haces aquí? –Inquirió al dirigirse a la mujer. Ella lo miró con dolor y a mí con un odio tan profundo que detuvo por un momento mi corazón. Ella comenzó a gritar, a hacer mil movimientos que enfatizaban el error que estaba cometiendo al dejarla, al estar conmigo, a deshacer eso que ya se era predestinado, en el que aseguraba que estarían juntos. Sus celos eran evidentes, ella era incapaz de soportar que él me prefiriera a mí. Sin pensarlo, sonreí y en el momento en el que el sol arranco un destello metálico al objeto que ella traía en la mano, me di cuenta de mi gran error. Se escuchó un disparo. Hubo dolor. Los gritos taladraron mis oídos. La oscuridad inevitablemente me atrapó y me fue imposible decir adiós.
Qué manera de morir. Haz descrito muy bien esa emoción originada por el ardor de no tolerar la rivalidad, naciendo así la hostilidad hacia, en este caso, la rival de amores. En nada quedó la presuntuosa posición de la mujer que se ufanaba por ser la envidia de las demás. Los celos de la persona herida de amor terminaron por hacerle perder el buen juicio y cometer el crimen pasional. Gracias por entregar tu primer escrito de la actividad xD Puedes, si lo deseas y para que sea más fácil para mí saber que has entregado, poner una lista de las emociones que escogiste para trabajar en el tema de la actividad e ir editando cada vez que publiques otro relato con otra emoción. Saludos.
Woooooooooooo *sonrío* Espera .... aún no me vuelve la respiración. Jajaja Qué gran escrito, muchas felicidades. Quisiera decir muchas cosas más pero todo llegaría al mismo punto. Una gran narración, buen comienzo y buen final.
Creo que no fueron los celos quien mataron a esta pobre chica, si no la banalidad. Creo que el hecho de creerse más que otras personas por lucir a tu novio como un 'trofeo' es algo bastante penoso y roza en lo patético. Bueno, el final fue inesperado, eso es divertido, te saca de lo cotidiano y está bien. Aunque sentí que fue muy acelerado, aunque quizás era la intención para que diese una sensación todavía más de 'shock'. Por un momento llegué a pensar que ella, la que llegaba era la mujer y que lo que traía en la mano era el anillo de compromiso y que él la había estado engañando con otras. Supongo que tampoco él era tan perfecto. Al fin y al cabo, la perfección física no quiere decir nada. La redacción y demás, está muy bien, no he visto nada raro. Ha sido interesante leer esta relato, te hace pensar y eso es bueno. En fin, espero leer más cositas tuyas. ¡Un saludo! :)
Me sorprendió gratamente que no fuera el típico cliché de un mujerón roba almas, y el resto fue cuestión de continuar leyendo. Soy muy retorcida creo yo, fue como que no pude evitar reírme, de cierta forma lo esperaba. Me recuerda a mi escrito de impulsos emocionales porque yo lo hice con esa perspectiva de que más gente se muere al año por impulsos de celos, de desamor, etc, que otra cosa, me divierte. Fue una narración concisa, y se me hizo amena la lectura. Saludos.