Casamentera (aaml)

Casamentera​

​

- ¿Y cómo te fue?-
- Muy bien. Dawn es una muy buena chica-
- ¡Perfecto! ¿Cuándo planean salir otra vez?-
- Mmmm…Nunca-
- ¿Cómo?-
- Es decir, como amiga Dawn es genial pero nunca podríamos ser algo más-
- ¿Y eso?-
- Cuestión de gustos. No preguntes-
- Ok-
- ¿Y en que piensas?-
- Nada. Sinceramente creía que Dawn y tú tenían muchas cosas en común, y…-
- Y las tenemos, Mist. Pero nunca podríamos llegar a ser… tú sabes-
- Entonces ¿Qué piensas de May?-
- Mist…-
- ¿Qué?. Pronto llegará el día de San Valentín, no querrás pasarlo solo ¿verdad?-
- Tú también lo pasarás sola-
- ¡E-eso no viene al caso Ash!. Estamos hablando de ti. ¡Fuiste tú quien me pidió ayuda para conocer a alguien!-
- Si, eso es cierto. Pero…-
- Así que ¿Qué opinas de May?-
- ¿Crees que deba salir con ella?-
- ¿Por qué no?. Es una preciosa chica, tiene una prominente carrera como coordinadora Pokemon que puede acoplarse perfectamente a tu imagen pública-
- ¿Eso es lo que te importa?-
- Según tu asesor es lo que debería importarte a ti-
- …Bueno-
- Justo mañana se estrena esa película romántica…-
- ¿La que tú mencionaste que querías ver?-
- ¡Si! ¿Por qué no llevas a May al cine y la ven?-
- ¿Estas segura?-
- ¡Claro Ash!. Ambos hacen una pareja genial, créeme-
- Si tú lo dices…-
- Lo digo, llévala al cine… ¿Cómo era que se llamaba la película?.¿Lo recuerdas?-
-Como si pudiera olvidarlo, después de todo tú la elegiste; es tu género favorito, y estuviste toda una semana diciendo que…-
- Ash, el titulo-
- Ah si: ‘Amigos con Derechos’-

…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…

- ¿Hola?-
- ¡Hola Ash!-
- Hey Mist-
- Estuve esperando que me llamaras ¿Cómo te fue?-
- …Bien-
- ¿Y esa respuesta?-
- Todo salió espectacular pero…-
- ¿Pero?-
- Ella y yo no somos compatibles-
- ¿Cómo lo sabes?-
- Me bastó salir con ella una sola vez para darme cuenta. Es preciosa, y simpática… Y tenemos más cosas en común que con Dawn pero…-
- ¿Pero que, Ash?. Acabas de decirme que no son compatibles, y yo veo mucha ‘compatibilidad’ entre ustedes-
- No de esa forma, Mist…No es lo que busco. Y creo que lo sabes muy bien-
- Si, bueno…-
- Quizás tengas que darte por vencida-
- ¡Claro que no!. Te prometí que no pasarías el día de San Valentín solo-
- Quedan dos semanas-
- Lo cual es tiempo más que suficiente. Así que ¿Qué piensas de Duplica Imite?-
- ¿La actriz?-
- ¡Si!-
- Se pasaría todo el tiempo imitándome, y hablándome de su aburrido trabajo, y…-
- ¿Y…?-
- ¡Es tu amiga!-
- Dawn y May también son mis amigas. ¿Qué tiene de malo eso?-
- …-
- ¿Ash?-
- Es una mala idea-
- Solo inténtalo-

…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…

- Tengo un nuevo prospecto en mente-
- Esto está tan no funcionando-
- ¡Es tu culpa!. Echaste todo a perder con Duplica. Ella era la chica ideal: contaba con la paciencia justa para soportarte a ti y a tu ego. Y todo hubiera salido bien sino lo hubieras arruinado con tu extraño comportamiento-
- No teníamos absolutamente nada en común-
- Con May y Dawn tenías tantas cosas a favor y sin embargo tampoco funcionó-
- Eso debiera de decirte algo…-
- Lo que me trae al inicio de esta conversación, y al motivo de mi llamada. Tengo a alguien en mente. Alguien perfecta para ti, tan perfecta que no entiendo como no lo pensé antes…-
- ¿Tú?-
- ¡No digas tonterías, Ash!. Hablo de Gisel-
- ¿Gisel?. ¿Esa belleza que conocimos en el TEC Pokémon durante mi primer viaje?-
- Veo que la recuerdas perfectamente…-
-Como si pudiera olvidar un rostro tan bonito como aquel. En ese entonces ya era una preciosidad, imagino que ahora…-
- Bueno, bueno. Veo que no ha sido tan desacertada mi idea. Si todo sale bien puedo arreglar una cita con ella para el sábado, una semana antes de San Valentín… ¿te parece bien?-
- ¡Me parece genial! Pero creo que debería ser yo quien la invitara a salir ¿no crees? Pásame su número telefónico-
- ¿Estas seguro…?-
- Por supuesto, Mist. No puedo pretender que también te ocupes de este tipo de cosas, tengo algo de dignidad ¿sabes?-
- Pero, es que…-
- No te preocupes, pásame el número. Yo la llamaré-
- Ehm… de acuerdo 48408006, recuerda que tienes que anteponer el código de Khanto…-
- ¡Gracias Mist!. Eres una gran amiga, no sé que hubiera hecho sin ti…-
- M-me alegra que lo tomes así, Ash. Te deseo la mayor de las suertes-
- Gracias Mist. Pero he nacido bajo la mejor estrella, créeme que no la necesito-

…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…

La última llamada había sido cinco días atrás. Era miércoles faltaban tres días para San Valentín. Misty se sentó en el sillón frente a la ventana, siguiendo el ritual que ella misma se había autoimpuesto en el transcurso de esas dos semanas, la vista fija ubicada en el teléfono frente a ella, junto a su propio celular. Ambos estaban silenciosos.
Se volvió para mirar por la ventana sintiendo como que observaba un mundo paralelo: un mundo donde la gente ahí afuera seguía el transcurso natural de sus vidas mientras ella se sentía en stand by. Suspiró ¿Por qué una y otra vez su mente volvía a lo mismo?. Era como si no pudiera deshacerse de los hechos de esas dos semanas.
Con decisión se levantó. No se quedaría toda la tarde vigilando esos dos teléfonos hasta que alguno de ellos se dignara a sonar…
Habían transcurrido cerca de dos horas, estaba en la cocina esperando que el agua hirviera para su café, cuando el sonido intermitente del bendito aparato rompió con la agradable quietud dentro del gimnasio. En menos de veinte segundos había atravesado volando la distancia que la separaba del artefacto.
- ¿Hola?-
- Hey hey…-
Casi contuvo la respiración al oír de quien se trataba. Sonrió tontamente unos segundos antes de que su sonrisa decayera de tristeza -Ash…- sus dedos tocaron el móvil. Para él esa era una llamada antipersonal por eso elegía la frialdad del aparato fijo en lugar de la intimidad del celular.
- ¿Cómo está todo Mist?-
- Aquí está todo muy bien…- hizo una pequeña pausa -¿Tú como estas?. Hace días que no tenía noticias de ti-
- Genial, bueno por eso te llamaba. Quiero agradecerte…-
- ¿Agradecerme?-
- Agradecerte el que haya encontrado a Gisel…-
- Veo que te ha ido muy bien…- nadie vio como presionaba el auricular contra su oído y como apretaba los labios -Me alegro por ti…-
- Gracias Mist. Estos días han sido geniales; ¡Hemos ido a bailar a esa disco que está de moda…!-
- ¿Bailar? ¿Tú?- rió con suavidad.
- Si, no sabía que eso podía ser tan divertido. Fuimos al cine y luego a cenar. Gisel es… grandiosa. Es independiente, divertida, noble, hermosa… y tiene un sentido del humor muy inteligente. Como bien dijiste, es la mujer perfecta para mí…-
Misty se mordió el labio pero no pudo atinar nada.
- ¿Mist… estas ahí?-
Apartó el aparato de su rostro y se aclaró la garganta -Estoy aquí, Ash. Y me alegro mucho…- habló con suavidad.
- Ella siempre me llama por teléfono, intentamos estar juntos todos los días…-
- Eso es genial…- Hizo una pausa voluntaria-Y dime ¿Qué has pensado para San Valentín?- prosiguió la joven pelirroja con la misma voz baja. Sus ojos ahora fijos en la ventana, hacia fuera.
- Es una sorpresa que sin duda atesorará para siempre. Ese día formalmente le pediré que sea mi nova ¿Qué te parece?-
Abrió la boca pero no pudo contestar nada. Su voz parecía no querer acudir a sus labios. Volvió a aclararse la garganta -¿Estas completamente seguro de eso Ash?-
- Lo estoy-
Tuvo que sentarse y desviar la vista de la ventana. Sentía que los ojos le quemaban y que su boca temblaba con una sonrisa triste -M-me alegro, de veras que me alegro…- hizo una pausa -Y-yo sabía que acertaría cuando te sugerí que salieras con ella… Una mujer hermosa al lado de alguien con la carrera tan intachable como la tuya… Ambos son magníficos, y deben conformar una pareja perfecta… E-estoy feliz de haber hecho un gran trabajo… sí…-
Hubo una extenso silencio del otro lado. Misty tragó el nudo que se estaba formando en su garganta -¿Ash…?-
- Ehm si, perdona. Te estaba escuchando atentamente… Eres una gran amiga, Misty. Pero eso ya lo sabes-
- Tú también eres un gran amigo, te mereces todo esto... Y me siento muy feliz de haber sido partícipe-
- También eres una muy buena Cupido, ¿no crees?-
- Si, lo soy…S-soy una excelente Cupido…-
- Así que, ¿Cómo pasarás tú el día de los Enamorados…?-
Se permitió reír quietamente -Pues como todos los años. Aquí; cuidando del gimnasio y de mis Pokemon…-
- Eso suena muy…poco divertido-
- Es lo que hay-
- Tal vez necesites la oportunidad o la invitación correcta para pasar un San Valentín diferente-
- Invitaciones es lo que me sobran…- rió sin mucho humor.
- ¿… Que?
- Nada- Misty negó silenciosamente con la cabeza olvidando que él no podía verla y se incorporó del sillón con nuevas energías. Se mordió el labio unos segundos y suspiró -Bueno, algunos tenemos que seguir trabajando... El día no acaba hasta que se acaba. Fue genial hablar contigo Ash, y enterarme de las nuevas novedades…-
- Está bien, Mist... Hablaremos en otra ocasión-
No siquiera le contestó, cortó la comunicación, y se quedó frente al aparato mudo, con los ojos cerrados y una naciente sensación de derrota y tristeza en el pecho.

…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…

14 de Febrero:

El día había arrancado como todos los demás, sus hermanas habían desaparecido, desligándose de las obligaciones como siempre, pues se habían marchado a pasar esa fecha especial con sus respectivos novios.
Así que como todos los días, y como todas esas fechas, se encontraba sola dispuesta a cumplir con las numerosas obligaciones que le tocaban por ser Líder de gimnasio.
No se había vestido con nada especial, considerando la fecha y el clima -era pleno invierno- usaba un jean gastado azul, y un suéter de lana viejo, y varios talles más grande, botas para la nieve y su cabello recogido al descuido con un palillo de madera. Su vestimenta certificaba que ese día no tendría batallas. E irónicamente su suposición fue cierta: nadie se presentó a retarla por la medalla Cascada, otras veces tan codiciada por los inexpertos entrenadores.
Se permitió disfrutar levemente compartiendo el tiempo con sus pokémon, pero al no tener batallas el día se le hizo absurdamente largo. Ignoró los obsequios, las cajas de bombones y los preciosos bouquets de flores que iban llegando en brazos de su sorprendida asistente, convencida de que solo se trataban de presentes que los admiradores de sus hermanas habían enviado, y cual fue su sorpresa al constatar de que la mayoría -y los más bonitos y vistosos- la tenían a ella como destinataria. De todos modos no les dio mucha importancia y dejó que la sorprendida colaboradora los acomodara como se le viniera en gana.
Pasó la tarde sin mayor novedad. El gimnasio estaba vacío, todas las obligaciones cumplidas por lo que podía disfrutar de lo que quedaba del día… ¿Pero con quien podía aprovechar ese tiempo libre…?. Era una cuestión retórica, la respuesta era obvia ‘Con nadie…’ Así que se preparó una taza de café y se acurrucó en el sillón de la sala dispuesta a mirar televisión hasta que el sueño la venciera y así se olvidara de ese desagradable día.
Sintonizó una horrible y empalagosa película acorde a la fecha y se sumergió en la historia dispuesta a olvidar lo patética que se veía ella encerrada ahí adentro, cuando cientos de jóvenes retozaban allá afuera con sus respetivas parejas.
En algún punto de la película sus ojos tropezaron con el reloj, este marcaba los ocho de la noche en punto, y no pudo evitar pensar que a esa hora Ash estaría siendo feliz con la chica que ella misma le había sugerido…
Y eso le dolió.
Pero se negó a considerar demasiado ese punto. Misty lo había dispuesto así cuando entendió que nada podría pasar entre ambos. Había sido su idea presentarle a alguien para que dejara de sentirse solo. Había sido ella quien buscó y eligió meticulosamente cada candidata rogando que alguna funcionara, y al mismo tiempo desangrándose por dentro porque deseaba ser la única idónea para él. Pero eso era imposible.
Volviendo la cabeza, se hizo un ovillo en el sillón y se sintió tremendamente ridícula porque era joven y bonita e inteligente, y tenía cientos de admiradores que intentaban conquistarla y ella se dedicaba a pensar en el único que se había auto prohibido.
Cerró los ojos un segundo reteniendo la imagen final de la película donde el protagonista y la hermosa heroína sellaban su amor con un beso, y dejó que su mente se liberara de tanta presión… y eso estaba dando resultado hasta que un sonido molesto e insistente rompió su aparente calma. Tardó varios segundos en reconocerlo y reaccionar. La puerta. El timbre. Alguien estaba llamando
De mala gana se levantó reprochándose el haberle dado la tarde libre a su ayudante, pues debería continuar relajándose en el sillón y no de camino a la entrada como si fuera una mucama.
Estaba temblando de frío cuando finalmente abrió para encontrarse con un visitante inesperado que ante su reconocimiento no pudo evitar volver a temblar, y esta vez no fue a causa de la baja temperatura.
- Hola Mist- le sonrió con esa sonrisa inocente que podría derretir el corazón más helado. Y el de ella no era la excepción.
- ¿Ash que haces aquí?- le preguntó a su vez, refugiándose tras la puerta para evitar hacer alguna estupidez tal como correr a sus brazos y abrazarlo para no soltarlo nunca más.
Él pareció sorprendido por el tono duro de su voz. Había sonado sin emoción y hasta con desgano.
Ocultó la desazón que esa pregunta le había causado y prosiguió -Vine a visitar a mi mejor amiga ¿me permites entrar? Hace un frío terrible aquí afuera…-
Misty lo estudió algunos segundos. Él no tendría que estar ahí, sabía cuan dañino podría llegar a ser esa visita para su frágil estado de ánimo si le permitía la entrada.
¿Pero cuando pudo negarle algo a Ash ketchum?
Se corrió con lentitud de la puerta permitiéndole el paso y ella pudo por fin admirarlo tímidamente. Parecía que había ganado estatura de que lo hubo visto por última vez, su cabello seguía igual de negro, quizás un poco más corto y prolijo. Su piel bronceada fruto de alguno de esos interminables viajes en los que se internaba, aunque sus ojos marrones aún conservaban la tibieza propia que lo caracterizaba.
Salvo su ropa, ahora con un leve toque de elegancia que en nada se asemejaba a él, contrastaba notablemente con ella. Si existía alguna duda en cuanto a alguna posible relación entre ambos, quedaba perfectamente esclarecido tras su examen: Ash impecablemente vestido denunciaba masculinidad y sofisticación por todos los poros. Era consciente de su atractivo y del magnetismo que provocaba, mientras ella… ella se sentía patética con sus botas para la nieve, el cabello despeinado, el jean viejo y el pullover que le quedaba gigante. Siempre cumpliendo la misma rutina aburrida dentro de esas cuatro paredes. Eran como el día y la noche. Ash era el futuro, el éxito asegurado, y ella se sentía el pasado, la práctica triste y mediocre de todos los días determinada a cumplir un mismo ciclo.
- ¿Mist…?- él estaba moviendo la mano frente a los desorbitados ojos verdes de su amiga. Esta parecía en trance, como si estuviera a miles de kilómetros de allí.
- Lo siento- sacudió la cabeza y le indicó que se sentara con un gesto -¿Quieres algo caliente de beber?-
- No-
Ella asintió y se quedó de pie frente a él, no muy segura de sentarse a su lado. Atrás se oía el sonido del televisor encendido y otra de esas melosas películas que acababa de empezar.
- ¿Cómo te fue?. ¿Ya has dejado de ser soltero oficialmente…?-
¿Por qué Misty sonreía al hacer la pregunta cuando sus ojos estaban húmedos y esquivos?
Asintió antes de responder -Si-
- Me alegro. Me alegro mucho-
- Gracias Misty…-
- ¿Puedo pedir detalles de la confesión…?- sonrió levemente inclinándose ante él en un gesto que se parecía mucho a ese mohín travieso que hacía cuando niña para convencerlo de algo. Sin embargo sus labios se estremecieron al finalizar la pregunta.
Ash desvió la atención de ella al empezar a hablar -La llevé a cenar y le pedí al mesero que deslizara sutilmente un pequeño obsequio en la copa del postre…- sus ojos no denotaron sorpresa o emoción tras sus palabras -Entonces en el momento señalado, cuando ella descubrió mi treta tomé su mano entre las mías y dije…-
¡No entiendo como pude dejar pasar todo este tiempo negándome a mi mismo lo que siento por ti…!
El sonido del televisor; la voz de uno de los protagonistas de la película romántica fue tan clara, tan audible, tan certera que Ash no pudo continuar hablando. Sus ojos se mantuvieron fijos en los de Misty que por primera vez le sostenía la vista con absoluta convicción.
¡Te amo! ¿Entiendes…? He hecho lo humanamente posible para ahogar lo que siento por ti, pero te busco en cada rostro que veo…Y son tus labios los que beso, es tu perfume el que me envuelve cuando estoy con otra, son tus manos las que me acarician, y es tu cuerpo el que me enloquece…
Misty desvió la vista, un rubor tenue acentuando sus mejillas -Olvidé apagar esta tontería…- rió dándose la vuelta dispuesta a llevar a cabo sus palabras -Lo siento-
- ¡Espera!-
La única palabra sonó como un disparo. Y ella supo antes de que se diera la vuelta de que Ash se había puesto de pie y había dado un par de pasos. Su mano se detuvo temblorosa junto al botón de apagado, pues podía sentirlo detrás de si.
- No puedo continuar mintiendo…- murmuró -He intentado obedecerte, enamorarme de cada mujer que me presentas… ¿Pero como puede funcionar algo así cuando tengo ojos, labios, manos, mente y corazón para una sola…?. Una sola mujer que desvela mi sueño, que ocupa mis pensamientos, que mis labios anhelan probar y mis manos ansían sentir…-
- Ash no hagas esto, no nos hagas esto…-Misty había cerrado los ojos en este punto, luchando para que su corazón no saltara de júbilo ante lo que siempre había soñado oír.
- ¿Por qué no?- él colocó una mano en su hombro y la giró hasta encontrar su rostro triste y sonrojado -¿Qué impide el que estemos juntos…?-
Misty lo miró desamparada -Ash… somos completamente diferentes, como el agua y el aceite…-
- No me importa- tomó su rostro acercándolo al suyo -Seguí tu estupido plan al pie de la letra completamente seguro de que en algún punto te darías cuenta de que todo esto era la tontería más grande que se te pudiera ocurrir. Nunca he tenido ojos más que para ti…-
- Ash deja de decir esas cosas…-
- ¡Mujer eres tan terca!- rió con evidente humor -Dios, como me enloqueces cuando te pones así…-
Misty se permitió sonreír, el rubor bañando ahora sus mejillas, llenando de un brillo hermoso el verde de sus ojos.
- ¿Y quieres saber que es lo más divertido de todo esto, mi pequeña cupido…?- prosiguió Ash acortando la distancia entre ambos, notando que otra vez le sostenía la vista, y nunca le pareció más hermosa y cercana que en ese momento -Gisel y yo nunca salimos, nunca fuimos a bailar, nunca cenamos, y nunca, jamás se me cruzó por la cabeza pedirle que sea mi novia…-
- ¿Entonces?-
- Esperaba que te dieras cuenta sola, Mist. No tengo más ojos que para esta pequeña y rebelde casamentera…-
Y dicho eso hizo lo que había soñado y planeado con tanto esmero y devoción. Alcanzó los labios de la joven y se unió en un largo beso que tenía el sabor de una fruta deliciosa y adictiva. Aquella caricia sabía mejor que en sus fantasías; su boca era firme, dulce y hasta en su forma de devolverle los besos existía un leve dejo de su indómito carácter.
Y el problema con su rebelde cupido era que jamás había notado que con sus insistentes flechas lanzadas había acertado en su corazón sólo para que él se sintiera preso de ella, ¿Tendría caso escapar? Definitivamente no podía, ni tampoco lo quería. ¿Qué importaba que fueran como el agua y el aceite? Si así era Misty. Y así la amaba, y no la cambiaría nunca.

…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…-…

Nota:
Gracias por leer esto! si alguien puede recomendarme un buen pokeshipper para leer se lo agradecería mucho :)

Sumi Chan