A mí querida hermana: Es a ti a la única que le debo una explicación. Debido a la ferviente religiosidad de nuestra madre y a la alta exigencia hacia nuestras personas, he decidido huir. No has de preocuparte por mí, pues no iré sola. Leonor vendrá conmigo en este escape, ya que ella no es mi mejor amiga, sino algo más. Lo hemos ocultado durante mucho tiempo, pues como sabrás, nuestros padres, amigos y compañeros de la iglesia creen que nuestro amor es un pecado. Realmente aprecio mucho la educación que nos han inculcado nuestros padres, pero no comparto las creencias ortodoxas de nuestro ambiente. No, no hemos perdido la fe, tan solo creemos que dios no nos odiara por amarnos. Es algo hermoso que podamos sentir esto por alguien más y ya no podemos negarlo. No diré a donde iremos, pues nos mantendremos en movimiento. Trabajaremos en diferentes pueblos, daremos ayuda a quien lo necesite. Por favor, no nos busquen. Con cariño, Tatiana. Mientras la comunidad desconocía la razón de la desaparición de las dos jóvenes, la hermana logro convencerlos de que fueron a ayudar a otras comunidades. Sin dejar de ser cierto, prefirió guardar el secreto amor que ambas tenían, pues, cree que lo mejor de su nueva aventura, debe ser protegido y no estigmatizado por sus allegados.
Sin duda esta es una realidad que aún a día de hoy viven muchas parejas homosexuales, lo que reflejas perfectamente en este escrito. Qué bueno que Tatiana tenga una hermana que la cubra y que comprenda que lo que hacen no está mal. Cada uno es muy libre de creer en lo que quiera, pero no respeto a esa religión (o esos que la profesan) que no respeta las libertades de los demás. Es un texto para reflexionar, más que un relato en sí mismo, me parece algo más para pararte a pensar y decir "cuánta razón". Te animo a que sigas escribiendo.