Estaba arrodillado ante él, la brisa rozó mi cara y al levantar la vista observé su semblante serio, ya no había vuelta, yo lo sabía. Me había equivocado demasiadas veces como para que él quisiera quedarse, yo lo sabía. Habíamos omitido tantas cosas: la lejanía de nuestros cuerpos, los años que nos distanciaban, mi inmadurez, sus heridas… sus heridas, no las pude sanar sino las he abierto nuevamente, en sus ojos lo veía, toda la confianza que puso en mí y yo la destroce con unas cuantas palabras, abrí las cortadas, profundicé su dolor tal como él me había advertido que lo haría. Quería solo rogarle, gritar hasta obtener su perdón, me equivoque, me equivoque, me equivoque… Pero puedo ver en sus ojos que es demasiado tarde y eso ya lo sabía; todas mis defensas habían caído tan rápido que reconstruirlas me tardarían lo que a mi parecer serian siglos pero no me importa, si fuera por mi jamás volverían a estar en su lugar porque él me hizo mejor, me destruyo y me volvió a armar sin embargo yo había acabado con cada gramo de esperanza para nuestro futuro sin ninguna oportunidad de volver a recomponerlo. Y antes de poder abrir mis labios, lo dejo ir, merece algo mejor que una niña con inseguridades hasta en los tuétanos, mejor que una niñata que intenta esconderse entre frases descaradas e insinuaciones sexuales, mejor que la pequeña que ni siquiera había vivido lo suficiente como para comprenderlo; en definitiva alguien que había dejado tantas marcas en mi alma merecía la oportunidad de ser feliz y yo ¿sería suficientemente mujer como para enfrentar nuestras discusiones sin llanto, para confiar en el aunque estuviéramos a kilómetros de distancia? No lo creo, ¡oh, cariño! Ya que no puedo rogarte a ti que te quedes, le rogare en este instante a lo que sea que forje tu destino que te lleve hacia una mujer real, alguien que te ame y te repare como ambos sabemos que necesitas. No puedo soportarlo más, lo único que veo es su espalda marchar y no puedo hacer nada, es insoportable. Ya no me queda nada más que hacer, pero lo que ahora deseo es poder volver a verlo sonreír, solo eso me importa y eso lo sabía desde siempre. Cariño, te amo.
Pues se nota que sí lo ama. Desear, a pesar de su tremendo dolor que encuentre una mujer que lo ame como se merece, ¡eso es amor! Este es un buen escrito, pues nos muestra el sacrificio abnegado de alguien que a pesar de cometer esos errores, está dispuesta a dejarlo ir para que busque la felicidad que ella no puede darle. Saludos y éxito xD