One-shot Camping [Gakkou Roleplay]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Amane, 16 Noviembre 2020.

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    Amane

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    Escritora
    Título:
    Camping [Gakkou Roleplay]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3016
    Título: Camping.
    Fandom: Gakkou Roleplay.
    Personajes: Casi todos los alumnos de tercero, son demasiados para mencionarlos uno por uno.
    Palabras: 2790
    Summary: "¡Un fin de semana de camping! Sonaba de maravilla los mirases por dónde lo mirases. Incluso con profesores vigilando, más de uno planeaba aprovechar para pasárselo especialmente bien."
    N/A: BUENO SO HELLO TO THIS HELL OF COMIC RELIEF bc es lo que todos necesitamos en mitad de todos los dramas :D So yeah, me centro un poco más en nuestro querido trío infernal porque son mis niños y me resulta más fácil pero menciono a una buena cantidad de personajes so enjoy (? No etiqueto a nadie porque dios, que paja (?


    Look at me
    With your eyes capturing the sun
    I like this unforgettable moment

    —Ali-chan~ Ali-chan~

    I swear to God, Joey, shut the fuck up.

    Alisha tenía los ojos cerrados pero no necesitaba abrirlos para imaginarse a la perfección la expresión de niño regañado que estaba poniendo su amigo.

    —Ali-chan, so rude~

    Y aun así, el chico se inclinó hasta invadir un poco más su espacio y comenzó a tirar de sus mejillas, con un claro aire juguetón.

    >>Anda, Ali, ¿no pretenderás dormir todo el viaje?

    Estaba demasiado contento como para molestarte por el tono de voz de la chica, o la mirada de puro reproche que le acabó echando al abrir los ojos y encontrarse con su rostro a apenas centímetros de distancia.

    Él más que nadie sabía su mal humor cuando no la dejaban dormir, y él más que nadie sabía que por muy molesta que estuviese no le haría nada.

    —Eso es exactamente lo que pretendía, thank you very much.

    —Qué aburrida~ Si no me haces caso, ¡me voy con Katty-chan!

    —¡Ni se te ocurra, inglés!

    La voz de Katrina se alzó por el murmullo general del bus, aunque lo cierto es que la muchacha estaba sentada apenas un par de asientos detrás del dúo y no hizo falta que la alzase demás.

    De todas formas, Aaron había acabado sentándose con ella y no dudaría en usarlo a modo de escudo contra cualquier indeseado.

    Alisha soltó una risa por la nariz mientras veía a Joey volver a su sitio, enfurruñado como estaba, y acabó por ceder. Le picó la mejilla y no mucho después comenzó a jugar con su pelo de manera distraída, incorporándose mejor en el asiento para mirarlo.

    —A ver, entonces… —se inclinó con la suavidad de siempre hasta rozar su oreja con los labios—. Mantenme despierta~

    La expresión del chico no tardó en transformarse, mostrando aquella sonrisa seductora y con los ojos ligeramente oscurecidos cuando la miró de reojo.

    —¿Aquí? —murmuró, con tono juguetón.

    La rubia asintió, imitando su expresión, y deslizó la mirada hasta el interior de su chaqueta donde había llevado la mano. Un brillo plateado hizo acto de aparición mientras el chico sacaba la mano.

    ¿No irían a…?

    Pero para suerte de los demás pasajeros del autobús —o quizás no tanta suerte—, lo que Joey en realidad sacó fue una pequeña cantimplora que le extendió a la chica tras darle él un trago.

    Efectivamente, Alisha sintió como todos sus sentidos se activaban tras la quemazón inicial y le devolvió el frasco con una sonrisa divertida.

    —Saca el móvil, inglés, que te voy a meter un paliza al parchís.

    —Ah, te veo muy confiada Ali-chan, no me llores cuando te esté ganando~

    La rubia le sacó la lengua y con ello, comenzó el improvisado torneo del susodicho juego que, por fortuna, les duró todo el viaje.

    Para sorpresa de nadie, al llegar por fin a su destino ninguno de los dos pudo proclamarse como campeón pues acabaron en un empate de victorias.

    —Jo, siempre igual. Ya deja de copiarme, inglés —se quejó la chica, bajándose del bus, enfurruñada.

    Joey simplemente se encogió de hombros, siguiendo sus pasos, sin decir nada más.

    Tenía razón, por otro lado. Desde las pruebas de aptitud física hasta los juegos a los que se enganchaban, pasando por toda clase de competencias estúpidas que se montaban cuando se aburrían… siempre acababan con el mismo resultado, empatando.

    El destino o algo así, qué sabían ya.

    Sea como fuere, finalmente todos los alumnos de tercero recogieron sus cosas del transporte y se reunieron con los profesores a la entrada del bosque.

    ¡Un fin de semana de camping! Sonaba de maravilla los mirases por dónde lo mirases. Incluso con profesores vigilando, más de uno planeaba aprovechar para pasárselo especialmente bien.

    —Nada de alcohol, nada de fumar… —comenzó a citar las reglas una de las profesoras—. En cada tienda de campaña irán dos personas y no hace falta ni mencionar que nada de parejas mixtas: chicos con chicos y chicas con chicas. ¡Y nada de colarse en mitad de la noche!

    En ese momento la mirada de la docente se posó sobre el par que todos esperaban, que ni siquiera estaban prestando mucha atención a la explicación de las normas a decir verdad.

    —Eh, perdone, sensei —intervino Joey al final, después de los segundos de sorpresa inicial—. Pero debería estar más preocupada por los novios-no-novios de allá.

    Por supuesto todos sabían que se refería a Sasha y Daute que se encontraban hablando no muy lejos, y si el británico notó alguna especie de escalofrío por la mirada asesina de la pelirroja, supo disimularlo muy bien.

    —Cállate Wickham, te voy a tener vigilado, ¿me escuchas?

    El chico acabó por levantar las manos a modo de demostrar su inocencia y la mujer suspiró, volviendo a la tarea de leer el papel entre sus manos hasta que minutos después terminó y tocó hacer las parejas antes de introducirse en el bosque.

    Con el toque dramático que tanto les gustaba adoptar, Alisha y Joey se despidieron como si… no fuesen a verse en dos minutos de vuelta.

    La rubia, al menos, tuvo muy claro hacia quién dirigirse y lo hizo con una actitud confiada, como si supiese que su primera y única opción aceptaría sin dudar.

    —Kitty Kat~

    A decir verdad, la nombrada no se sorprendió demasiado de verla ahí, así que simplemente la saludó con la cabeza y se cruzó de brazos.

    —Pensaba que Suzumiya vendría detrás de ti a pedírtelo, gringa.

    Alisha no pudo esconder la risa divertida que se le escapó de los labios y levantó después el dedo índice para colocarlo a la altura de los mismos.

    —¿Konoe? —repitió y cerró los ojos mientras se le formaba una sonrisa burlona, como si se estuviese jactando de una broma que solo ella entendía—. Uhm… busca a Violet con la mirada. Me apuesto un paquete de cigarros a que Konoe está con ella, pidiéndole compartir la tienda.

    Abrió entonces los ojos para comprobar que Katrina, efectivamente, estaba buscando a las nombradas con la mirada y se sonrió victoriosa al ver la ligera sorpresa en su rostro.

    Había acertado de lleno, ¿eh?

    >>Konoe es esa clase de tonta. Por mucho que le gustaría dormir en el mismo espacio que yo, va a anteponer el bienestar de otra persona y ni de coña iba a dejar a la pobre chica ciega sin vigilancia —explicó, como si fuese lo más obvio del mundo.

    Y es que en realidad, lo era.

    —Bueno, no voy a comprar un paquete de cigarros por eso —replicó la morena, volviendo a centrar la atención en la otra, aunque en aquella ocasión una ligera sonrisa felina estaba amenazando por hacer acto de presencia.

    Alisha lo notó, por supuesto, y como respuesta hizo un mohín infantil mientras pasaba los brazos por encima de los hombros contrarios, cortando la poca distancia que de todas formas tenían entre sus cuerpos.

    —Bu~ Está bien. Pero entonces… ¿duermes conmigo esta noche~? At least that I deserve.

    La respuesta fue algo más rápida de lo esperado. Katrina no la apartó, por supuesto, y acabó por encogerse de hombros.

    —Vale, como sea.

    Nunca iría a admitirlo, quizás porque tampoco era muy consciente de ello, pero lo cierto es que tampoco tenía muchas más opciones. La jodida norteamericana había acabado convirtiéndose en algo así como su amiga y era, desde luego, prácticamente la única chica de tercero con la que más o menos se llevaba.

    Por mucho que le pesase, si tenía que compartir tienda con alguien, esa no iba a ser otra que Alisha.

    Y ella lo sabía.

    Konoe acabó así con Violet, no había ninguna duda de que Jezebel iría con Laila y Riamu con Alethea, y en lo que a Katrina respectaba, Morgan, Eris y Agnes podían perderse las tres en el bosque que hasta haría una fiesta para celebrarlo.

    Las demás le eran prácticamente indiferentes.

    Joey, por su lado, no tuvo tanta suerte.

    Para empezar Daichi ni siquiera había podido ir al viaje así que había empezado con mal pie.

    Su primera opción fue, por supuesto, el alemán, y su única motivación era querer tocarle un poco la moral al saber que no soportaba verlo ni en pintura.

    —Ni de joda, inglés de mierda.

    —Ah, me duele tu rechazo tan directo, Al-kun~

    Altan lo ignoró olímpicamente y se giró hacia Kohaku, que se encontraba a su lado. No hicieron falta palabras, en realidad, Ishikawa asintió con la cabeza cuando recibió su mirada y Joey… simplemente se fue de ahí, entendiendo el mensaje de que sobraba.

    Pero bueno, ¿desde cuándo eran esos dos tan amigos que se entendían sin palabras?

    En fin.

    Natsu no era ninguna opción porque en aquella ocasión realmente no pudo esconder el escalofrío al sentir las miradas de Alisha y Katrina sobre su espalda al tan siquiera mirarlo como próximo objetivo.

    Habían pasado de querer ligárselo a prácticamente repudiarlo en unos días y aunque Joey nunca supo el motivo directo, sabía que lo último que necesitaba en su vida era tentarlas a las dos con ese tema.

    Aaron y Daute compartirían sin ninguna duda, y Maze hubiese sido una buena opción si no hubiese sido porque, para cuando lo encontró, ya había aceptado ir con otro chico. Zuko ni se había dignado a aparecer, no fuese a quemar el bosque en un… descuido.

    Vaya, Joey sabía que no era muy popular entre los chicos pero aquello estaba siendo ya problemático. Para cuando quiso darse cuenta la única opción que le quedaba era el otro desgraciado que tampoco era demasiado popular.

    —Hiro-kun~ Parece que nos va a tocar ser compañeros~

    El nombrado solo gruñó como respuesta, ante la divertida mirada del moreno. Bueno, molestar a Hiroki con su presencia también sonaba a un buen plan así que iba a aprovecharlo.

    —Mira, inglés, mientras no hagas cosas raras por las noches, yo te dejo en paz. ¿Vale?

    El chico se encogió de hombros, indiferente ante el tono de amenaza del otro, y ambos acabaron por unirse al resto de alumnos para entrar al fin al bosque.

    Llegaron no mucho después a una zona relativamente acomodada para acampar y no tardaron en comenzar con la odisea de montar las tiendas. Realmente fue complicado, ni con la ayuda de los profesores fueron capaces de montarlas para antes de comer así que cuando terminaron, ya estaba prácticamente atardeciendo y los tutores decidieron dejar a los alumnos libres para descansar.

    Lo cierto es que la mayoría se la pasaron preparando el interior de las tiendas y para cuando se quisieron dar cuenta, la noche ya había caído.

    Improvisaron una hoguera, cenaron alrededor de ella y no mucho después cada uno se fue a su tienda de campaña a dormir.

    …o eso se suponía.


    (Sugar rush) I’m dizzy
    (Sugar rush) Feel so good
    It’s a secret between only you and me so hush hush hush

    Habría pasado más o menos media hora desde que los alumnos se separaron cuando Katrina sintió a Alisha zarandeándola del brazo.

    —¿Ya?

    La rubia asintió con la cabeza y ambas salieron de la tienda, en silencio, utilizando el móvil como linterna en un intento de no llamar demasiado la atención.

    Habían quedado también con Joey, por supuesto, pero no esperaron que el mismo estuviese afuera ya y por lo que parecía, llevaba bastante tiempo ahí.

    —¿Llevas todo el rato fuera, cariño?

    Alisha no tardó en rodearlo con sus brazos, apretándolo con fuerza para hacerlo entrar en algo de calor.

    —No quería arriesgarme a despertar a Hiro-boy… ¡Ali-chan, no te rías!

    Sorry, pero es demasiado gracioso que hayas acabado compartiendo tienda justamente con él.

    El chico refunfuñó algo y la joven solo lo apretó más entre sus brazos, sin perder la risa divertida.

    —Bah, seguro se queda hasta tarde hablando con Kurobaka.

    —¡Katty-chan tiene razón! Seguro que estaba mirando el teléfono con una sonrisa embobada because he is sooo in love~

    Al final, ni siquiera Joey pudo aguantarse la risa ante el tono de las chicas y no tardó en negar un par de veces con la cabeza, encogiéndose de hombros.

    —Lo habéis pillado con las manos en la masa, qué listas~. Lo he dejado hablando por teléfono y sonriendo como tonto, indeed.

    —No está bien reírse de la gente enamorada.

    Una cuarta voz hizo acto de presencia en ese momento, con su típico tono calmado, y cuando los tres se giraron hacia la figura, Kohaku los recibió con la eterna sonrisa llena de paz.

    Sky boy~

    Alisha lo recibió con la emoción de una niña pequeña y apenas le dio tiempo a decir algo más antes de extender los brazos, aun rodeando a Joey con ellos, a la espera de que el chico le diese lo que había esperado.

    Ishikawa tampoco se hizo de rogar y dejó la bolsita sobre sus manos con una sonrisa. Se giró entonces hacia Katrina, que ya había sacado los billetes de su sujetador, y los recibió sin siquiera molestarse en contarlos.

    —No sé por qué os sigo financiando los vicios, la verdad.

    —Eh~ Pero tú también fumas, ¿verdad?

    Katrina se encogió de hombros, indiferente. Sí, ella también fumaba pero ni de lejos tanto como los otros dos y podría simplemente comprarse solo para ella si fuese el caso.

    La respuesta implícita que ninguno diría pero los tres conocían era que, en el fondo, le gustaba fumar con ellos.

    >>¿Tienes más clientes hoy, sky boy?

    El nombrado, que había observado la escena con una extraña sonrisa impasible, asintió con la cabeza.

    —Solo un par, pero no puedo dar datos —respondió, suave—. Me tengo que ir, pasad buena noche~

    Los tres se despidieron del chico con la mano y en cuanto estuvo a una distancia considerable, ellos también comenzaron a alejarse de la zona donde estaban todas las tiendas de campaña para no ser pillados.

    No se alejaron demasiado, por supuesto, que solo les faltaba perderse, pero en cuanto se sintieron seguros, se dejaron caer sobre la tierra y comenzaron a prepararse cada uno su propio cigarro. Joey, además, sacó la cantimplora aquella llena de vodka y se la extendió a las chicas para que cada una le diese un par de tragos.

    Y se lo pasaron bien, bebiendo y fumando mientras hablaban de cualquier estupidez y tonteaban más de lo necesario, colando algún que otro beso por ahí o por allá.

    Para cuando acabaron y decidieron volver para dormir aunque fuese un par de horas, ya era bien entrada la noche y tuvieron que hacer malabares para no despertar al resto con las carcajadas que amenazaban con salir o cayéndose por ahí.

    Alisha entró a la tienda con ayuda de Joey y el mismo tuvo intenciones de irse instantes después, pero sintió la mano de Katrina atrapándolo de la camiseta y se giró con genuina confusión en su rostro.

    La morena señaló con la cabeza su propia tienda y los labios del chico no tardaron en ensancharse de nuevo en aquella eterna sonrisa socarrona.

    —Ugh, no —lo interrumpió rápidamente Katrina, como si en verdad aquello que estaba pensando no hubiese pasado ya más de una vez—. Sé muy bien como dormís y no me apetece que la gringa se me eche encima a mitad de la noche.

    Joey soltó el aire por la nariz en una especie de burla pero al final decidió no decir nada más y entró en la tienda, siendo recibido por una muy efusiva Alisha que se le tiró a los brazos.

    Katrina resopló rodando los ojos y entró también después de unos segundos. Por suerte, los tres cayeron rendidos prácticamente al unísono.

    Y estaban durmiendo tan bien que ni siquiera se percataron del ruido de los demás alumnos levantándose, ni de los profesores llamándolos porque eran los únicos que faltaban, ni de Konoe abriendo la cremallera con cierta urgencia.

    La chiquilla no se sorprendió demasiado de ver al muchacho ahí metido, aunque sí lo hizo ver a las dos jóvenes prácticamente montadas sobre él durmiendo como si estuviesen en sus casas.

    Sí, hasta Katrina había acabado pegándose sin ser consciente.

    —Alisha-san, Katrina-san —llamó, zarandeándolas ligeramente—. Wickham-kun. Os estamos esperando.

    Tras varios minutos consiguió finalmente despertarlos y, aunque aún algo adormilados, acabaron por unirse no mucho después al resto, recibiendo miradas de reproche por parte de alumnos y profesores.

    Bueno, estaban demasiado cansados como para que les importase.

    Recuperaron las energías, sin embargo, cuando escucharon que harían una búsqueda del tesoro por el bosque en aquel día. ¡Eso sería divertido! Por la tarde tendrían otra clase de juegos y actividades donde podían elegir, por la noche harían una hoguera grupal para contarse historias o cualquier estupidez y a la mañana siguiente podrían descansar un poco antes de recoger y volver a casa.

    Se lo habrían pasado bien la noche anterior, ¡pero la diversión solo acababa de empezar! Y ninguno de los alumnos pensaba desaprovechar la oportunidad de disfrutar y crear recuerdos para la posteridad.
     
    Última edición: 23 Febrero 2024
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