One-shot de Inuyasha - Camino de Cuatro Luces (Kagura)

Camino de Cuatro Luces (Kagura)

Holis :3 Bien, como veo que las chicas publican su trabajo, yo también decidé compartir el mío, aunque no es gran cosa x´D Éste lo entregué para el concurso "El Viento Enjaulado". Espero les guste, espero las críticas con ansias.

Camino de Cuatro Luces​

Posó sus pies en movimientos torpes y fatigosos. Quebrantó totalmente el equilibrio agotando sus fortalezas; no estaba segura cuántos minutos le restaban. Cayó nuevamente impactando su mentón en el suelo húmedo y arcilloso. Los rayos solares se lo advirtieron inexorablemente: había perdido la guerra. Depositó su mano pesadamente sobre su vientre malherido, la sangre brotaba rápidamente como sus conocimientos desaparecían.

En un esfuerzo sobrehumano, se posicionó debajo de la sombra de un árbol. Al menos moriría en un ambiente paradisíaco. Su visión era ambigua, sus ideales; nublados. Se obligó a si misma a no llorar, no le daría la satisfacción. Aguardó lentamente; el dolor la consumía internamente. Según sus palabras, era una traidora. Estaba destinada a nacer como una extensión y morir como tal. Su corazón no le pertenecía, tan sólo era como un reloj que marcaba su tiempo.

Dobló levemente su abdomen; sintió estar en el infierno por segundos. A su lado contempló un riachuelo. Sumergió su mano izquierda, la sangre fue esparcida. Se conservó ligeramente carmín hasta que se purificó. El agua iba en una sola dirección. Una gota no conseguiría desviarla oponiéndose; tendría que unirse. Era clara como sus deseos, pero turbia como sus pensamientos. Quiso desafiar a su creador adelantándose a sus estrategias. Era un círculo vicioso del que nunca escapó.

El cauce era indomable como su espíritu liberal. Sin embargo, era una falsa apariencia. Estaba regida por un sendero que la guiaba a un destino en común.

Con su extremidad superior derecha escudriñó la tierra. Natural y fresca asemejándose a su ambición. Porque no hay peor castigo que el cautiverio; la fe se apaga. Percibió que no era pura, sino mezclada con piedras de diversos tamaños y colores. Su origen era similar: no fue resultado de afecto, únicamente producto de su entorno. Barro inmundo que desprecian los hombres, a pesar de ofrecerle los frutos. El suelo se formaba, no escogía según sus caprichos sino las necesidades del hombre.

Comparó su agonía con la del fuego en su interior. Su existencia se disminuía a instantes. Sus esperanzas se extinguieron tal como la hoguera. Fue fuerte y rebelde hasta el final. Divisó un capullo; enseguida supo que nunca florecería. Estaba marchito y sus pétalos descendían acompasados del viento. Kagura era como aquella flor, su principio fue asegurado pero su futuro; incierto. Renacería de las cenizas, ya no estaría atada a Naraku.

Una corriente de aire acarició su rostro. Cerró sus párpados, era la naturaleza quien la llamaba. Siempre quiso ser libre como el viento; seguir sus impulsos y escuchar los latidos de su propio corazón. No se arrepentía: supo qué era enamorarse. Y aunque nunca fue independiente, podía fallecer en paz sabiendo que el aire arrastraría consigo sus restos. Volaría a donde fuera y observaría a Sesshomaru desde las alturas.

El amor es como el viento: inestable e imprescindible, mece las almas y es impredecible. Es éste el sentimiento que mueve masas y puede convertir un corazón. Y no entiende de motivos ni razón.
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Notas de IKST: Bien, no sé si entiende el por qué el título. Comparé el sufrimiento y desgracia de Kagura con los cuatro elementos: agua, fuego, aire y tierra. Cada uno guarda una relación con su origen y su destino.