Romántico C de Compromiso [Días de abecedario]

Esta es mi C para Días de abecedario.
Espero sea de su agrado y no tengan convenientes con la pareja.
Aquí cuento un poco màs sobre dos personajes de mi anterior escrito "B de Buenas Noches"

C de Compromiso ​

Una chica a mediados de sus veintes de cabello castaño y rizado observa tras los cristales de sus lentes los anillos de compromiso que se exhiben en una urna de la afamada joyería The Golden Pearl. Su nombre es Paula y busca un anillo que espera la ayuda a darle un giro a su vida; un anillo de compromiso para la que ha sido su novia en los últimos diez años.

—Disculpe señorita. —Llama su atención uno de los encargados de la tienda. —¿Puedo ayudarle en algo?

—Estoy buscando un anillo de compromiso… —Dice pensativa la castaña sin quitar los ojos de la urna.

El hombre alzó una ceja sorprendido de que sea ella quien comprara el anillo.

—Por favor sígame. —Dice el joven mientras se dirige a una sección en específico. —¿Y quién es el afortunado?

—Afortunada. —Corrige la de los lentes distraída mientras mira todo lo que está a su alrededor.

El hombre para un momento algo sorprendido, pero no dice nada, en cambio sigue su trayectoria un poco más allá. La joven ni se inmuta, pues ese tipo de reacciones eran comunes.

—Puede ver si alguno de estos es de su agrado. —Dice el muchacho señalando un mostrador en específico, mientras mira a la castaña de manera rara.

La joven solo asiente y dirige toda su atención a los anillos.

—¿Podrías mostrarme esos, por favor? —Dice la joven mujer mientras señala un par en concreto.

—Enseguida.

El encargado saca dos anillos. Uno era plateado con detalles en dorado que en la parte superior del anillo formaban un sol y el otro era dorado y mostraba detalles plateados en forma de estrellas y en la parte superior una luna. La castaña los toma y los mira con mucho detalle, mira con atención el de la luna pensando en cómo luciría en las bellas manos de su novia, sonríe.

—Los quiero. —Dice con emoción es su voz mientras sonríe.

…
​

Ese era el lugar perfecto, allí frente al lago que reflejaba la gran luna llena que junto a las estrellas iluminaba al par de jóvenes que se encontraban sentadas en una manta, rodeadas de césped y flores.

—¿Un día de campo en la noche? —Decía una joven de ojos azules. —Esa clase de ideas que me encantan, solo a ti se te pueden ocurrir.

La castaña le sonreía a su pareja, estaba nerviosa he intentaba disimularlo. Gracias a esto casi que no logra escuchar el cumplido de su novia.

—Por ti Valentina, lo que sea. —Dice Paula mientras sirve algo de vino en dos copas.

Le extiende una a la mujer que esta su lado. Ella ya había cumplido los 25 y bajo la luz de las estrellas se veía hermosa con su muy largo cabello moreno y sus ojos azules, en los que más de una vez se había perdido.

La morena le sonríe aceptando la copa y tomando un sorbo mientras se junta un poco más a su novia a quien había notado algo nerviosa y distraída. La castaña siente aun más cerca a su pareja y toma su mano libre, mientras toma un largo sorbo para evitar hablar y pensar en lo estaba a punto de hacer.

Después de un pequeño momento de silencio Paula besa la mejilla de su novia tomándola por sorpresa, para a continuación ponerse en pie y extenderle la mano a la joven de ojos azules.

—Vamos, acompáñame a dar un pequeño paseo antes de ir a casa. —Dice la mujer de los lentes muy nerviosa.

—Claro, amor.

Valentina toma su mano sin dudarlo y se pone en pie. Acompaña a su novia en silencio cosa rara en las dos, pero aun así era muy placentero por la tranquilidad que desprendía el lugar. Caminan tomadas de la mano por unos minutos hasta llegar a una pequeña edificación construida al final del pequeño muelle sobre el lago.

—Sé que este es tu lugar favorito de esta ciudad, y ya que este es nuestro último día aquí pensé que te gustaría venir… —Dice algo distraída la castaña.

—Siempre tan detallista, tú. —Dice la de ojos azules mientras besa la mejilla de su novia haciendo que esta se sonroje.

—Gatita, eres lo mejor que me ha pasado. —Dice Paula mientras guía a su novia dentro de la edificación. Sus piernas están empezando a temblar.

—Mi Conejita, yo no sabría que hacer sin ti, yo… —La morena deja de hablar y abre mucho los ojos cuando mira lo que está en la mesa en el centro de la edificación.

Allí sobre la mesita se encuentra el anillo en su caja abierta, delante de una vela y cerca en un papelito escrito en un papelito amarillo con la letra más hermosa de todas “Te amo.”. Valentina regresa su mirada hacia donde estaba su novia, en ese momento Paula se encuentra con su pierna izquierda apoyada en el suelo de madera, mirándola fijamente.

—Valentina, ¿Te casarías conmigo? —Pregunta Paula con la voz más segura y llena de amor del mundo, aunque las manos le estuvieran temblando.

A la morena casi se le escapa un grito, y parecía que se le escapaba una que otra lagrima, estuvo esperando ese momento desde hace mucho, mucho tiempo.

—Claro que sí. —Dice con palabras ahogadas de tanta felicidad.

Aliviada Paula sonríe y se pone en pie. Inmediatamente su nueva prometida la abraza fuertemente para después darle un beso lleno de amor que sin dudar un segundo ella corresponde con pasión.

—Te amo. —Dice la castaña cuando se separa de la de ojos azules. Para después tomar el anillo y colocárselo. —Ahora eres mi prometida, eres mía.

—Yo te amo más. —Afirma la morena mientras observa el anillo en su mano por un momento y luego sonríe. —Y tú eres mía, mía y de nadie más.

Ambas se vuelven a besar llenas de gozo, habían logrado dar un paso más en su improbable relación.

FIN.