de Inuyasha - Brick By Boring Brick (SesshoumaruxRin)

Brick By Boring Brick (SesshoumaruxRin)

nota: bueno, ojala les guste el one-shot. solo me base en algunas partes de la canción, y no lo puse como song-fic porque no puse la letra.

todo lo que este entre comillas son frases de la canción. ah! la canción es de Paramore, se llama Brick By Boring Brick.



“Ella vive en un cuento de hadas, en algún lugar muy lejos de nosotros para encontrar…”

Las hojas caían como lluvia, el aire susurraba y los rayos pasaban por las delgadas nubes, iluminando el día.

Y ella seguía allí.

Balanceándose en aquella colgante silla, debajo de aquel frondoso árbol, sintiendo el aire pegar en su rostro, viviendo en su mundo, su castillo de fantasía.

Donde él y ella estaban juntos.

Donde los días primaverales perduraban por siempre, donde no había nadie que los separara, donde aquel cristal nunca se rompería.

Donde ella estaría por siempre recostada en su pecho, en medio de las flores silvestres, con el sonido del aire soplar, y con sus corazones palpitando unidos en una sola nota.

“Con sus pies en el suelo y su cabeza en las nubes”

El sol comenzó a ponerse, el cielo amarillento se oscureció y las flores comenzaron a cerrarse, y el castillo se derrumbó.

Y con ella sus esperanzas.

Porque siempre pasaba lo mismo, cuando la oscuridad llegaba, su llanto acumulado explotaba, y llegaba el espejismo de él.

Antes de esconderse el astro brillante, allí, dándole la espalda al dormilón sol, aparecía él, mirándola, para luego desparecer, cuando la luna por fin salía, cuando todo quedaba a oscuras.

Y ella gritaba.

Porque él no estaba, porque volvía de nuevo a la tierra, a la realidad.

Y de nuevo se iría, con los ojos rojos y volviendo a su monótona vida, esperando con ansias la llegada del sol y de el aire soplando, y con ella su castillo de fantasía, su mundo de esperanza.

-No puedes volver allí –dijo una peli-negra preocupada por el estado de su amiga de infancia- no va a volver…
-Él volverá, él me lo prometió –dio tercamente, mientras volvía a encerrarse en su habitación.

El sol apareció y ella sonrió.

Rápidamente salió de su apartamento compartido, dirigiéndose en su bicicleta aquel prado de ensueño, entrando a su castillo, donde las flores la esperan, donde ella vuela y se pierde, con sus pies en la tierra, y su mente en las nubes.

Y ella no pierde la esperanza.
Porque él se lo prometió, porque es lo único que le queda, porque se niega a aceptar que nunca más lo volverá a ver.

Porque su débil corazón aun tiene fuerzas, porque ella quiere volver a aquellos minutos junto a él, donde él la miraba con inmensa ternura, con su mar dorado, con su cabello plateado moviéndose por el viento.

Y la silla sigue balanceándose, el aire sigue corriendo, pegando en su rostro, y ella sigue perdida, en aquel mundo de fantasía, donde él todavía esta, donde la realidad seca solo es un cuento con un final triste.

Pero no es real, y ella lo sabe, pero se niega a salir de allí…

Y él aparece de nuevo.
Y el espejismo vuelve a torturarla, a demostrarle que él no esta, que su príncipe se fue y no volverá, porque él es eso, una ilusión.

Y ella vuelve a gritar.
Porque las flores se cierran y la oscuridad reina, porque el cristal se rompe y el castillo se derrumbe, porque la fantasía desaparece cada vez que el sol se oculta.

Y las lágrimas salen estrepitosas, como todos los días hacen, dejando ver la verdadera cara, un corazón a punto de romperse y una Rin esperanza de que su príncipe vuelva.

Una Rin destrozada, con muchas grietas, donde el dolor y la rendición ansían salir.

Con su cabeza gacha y sus ojos rojos, vuelve a retirarse, a volver a aquel apartamento, a sentir en su piel la felicidad de su amiga, a sentir el tiempo lento, a volver a caer en ese pozo, donde cada vez le cuesta salir.

Y sus pies pisan a aquel suelo, llevándose una sorpresa.
Una ilusionaría sorpresa.

Allí, sentado, observando a Kagome, se encontraba su amigo de infancia, el hermano de su príncipe, su hada madrina.

¡Volvió! ¡Volvió!
De eso estaba seguro, si Inuyasha regresó, entonces Sesshoumaru también.
En su pozo cayó unas escaleras y la mariposa se posó en ella.

-Inuyasha…-susurró esperanzada.
-Rin -nombró el peli-plateado, volteándose a verla.
-Sesshoumaru, volvió ¿cierto? –preguntó con un hilo de voz, con la felicidad retumbando en cada palabra.
-No, él no va a volver más, se mudo a Rusia –dijo tristemente, si, porque supo en ese momento como Rin se derrumbó, como su corazón se partió y el nudo en la garganta se volvió mas duro, y sus esperanzas desaparecieron.

“Y el reloj dio las doce”

Porque todo fue un truco…
La escalera desapareció y la mariposa se desvaneció.

Porque algún cruel duende le tendió el truco, disfrutando de su falsa ilusión, disfrutando del dolor de aquella desesperanzada y desdichada mujer.


Salió corriendo, ya podía aguantar más, ya no podía seguir allí, viendo a la viva imagen de su príncipe, anunciando la marcha de aquel joven peli-plateado que ilumino su vida…

Y que apagó el bombillo de su existencia.

Porque los árboles se secaron, y las flores se marchitaron, los truenos aparecieron y ella quedo destruida.

Porque no es real, su mundo era una falsa ilusión, porque él nunca más volvería, porque la abandonó, y sus palabras vacías quedaron sepultadas con la Rin que era antes, porque él la revivió y la destruyó.

Ella construyó su mundo de magia, aferrándose a su esperanza, esperando todos los días pacientemente a que él apareciera, ignorando la realidad trágica.

Y ya nada importaba.
Porque no podía seguir así, no podía vivir creyendo que su príncipe volvería en su corcel blanco, porque no podía seguir viviendo en un castillo que no existe.

Porque no puede vivir en el pasado, porque no puede creer en algo que no existe.

Y ella rasgó las alas de mariposa.

“Ve a tomar tu pala, vamos a cavar un agujero profundo Para enterrar el castillo, enterrar el castillo.”


notas: ojala les haya gustado.

nos vemos!!!