¡Alto ahí! Ya sé que el título genérico les asusta(?), les produce náuseas o al menos les hizo pensar... algo no muy bueno. Pero les juro que tiene una explicación. Esta "historia" fue para otro evento al que me inscribí. La ciencia en este torneo era escribir el PEOR oneshot, en el sentido de que la trama fuera tan horrible que nos diera vergüenza; claro, la historia debía ser mala, pero teníamos que cuidar nuestra ortografía, al menos. Lastimosamente, sólo dos personas entregamos y no tengo idea de qué tan bien (o más bien mal) resultó. Aunque parezca extraño, tuve GRANDES problemas escribiendo esto, principalmente porque tengo la costumbre de pensar demasiado en las tramas, le doy demasiadas vueltas a las historias de los personajes, mido meticulosamente cada diálogo, cada conversación y acción. Para esto, tuve que agarrar y, técnicamente, escribir cualquier estupidez para poder terminarlo, escogiendo cosas que para mí son sacrilegio al momento de hacerlo en serio. Si bien cuidé los detalles técnicos, no le hice grandes revisiones para que no fuera un trabajo en serio, y aunque es una total burla, espero que igual disfruten mi oneshot intencionalmente malo. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Bonita Niamh le Croix salva al mundo ¡Hola! Me llamo Bonita Niamh le Croix, pero mis amigos me dicen Bony, Nita, Nia, Niam, Bonita o simplemente Boni. Soy una chica normal, soy alta, de larga cabellera rubia con mechas azules naturales (no miento, es en serio LOL), tengo pechos grandes, soy súper delgada, mis ojos son azul eléctrico pero cuando les pega la luz se ven verde limón, tengo piernas largas y mis manos son bonitas, con uñas perfectamente pintadas todo el tiempo. Me gusta mucho la música así genialosa (ya saben, Jonas Brother, One Direction y todos esos tipos que están buenísimos), suelo usar mucha ropa rosa, pero a veces me siento mal y me visto toda gótica así. Como sea, hoy tengo mi primer día en la preparatoria, me mudé a un nuevo lugar porque mi padre insistió en que necesitaba nuevos aires. Yo no quería, lloré mucho y me molesté mucho con él, pero no hubo remedio, tuve que hacer lo que él me decía. A mí siempre me ha costado hacer amigos, en especial porque tengo problemas de autoestima, también porque soy medio bipolar y no todos entienden eso, pero así soy yo y si alguien quiere ser mi amigo de verdad tendrá que entenderlo y aceptarlo. Ajá, como decía, voy llegando a la escuela, tratando de pasar desapercibida con mi remera escotada de una banda ahí llamada Nirvana (no sé de qué sea, pero el tipo está buenísimo, espero conocerlo algún día), pero puedo sentir que todos los chicos al pasar ponen sus ojos encima mío. Es molesto, porque, o sea, yo nunca he sido bonita, sólo me miran porque tengo senos grandes y tengo figura de modelo, pero no, soy súper fea, no sé que les pasa. Oh, bueno, estaba tan distraída que me tropecé con alguien, una chica así toda normalita que me vio raro. — Disculpa, estaba ocupada repasando mis apuntes y no te vi —me dijo, señalando su cuaderno y sonriéndome con cierta vergüenza —. ¿Eres nueva? — ¡Hola! Me llamo Bonita Niamh le Croix, pero mis amigos me dicen Bony, Nita, Nia, Niam, Bonita o simplemente Boni. — Ahm, de acuerdo… —dijo la chica, parpadeando varias veces—. Mucho gusto, yo soy Alex. Se veía como buena chica, seguro seríamos muy buenas amigas, ya lo veía venir, nos contaríamos todos nuestros secretos, hablaríamos de los chicos que estaban buenos, de la teoría de la relatividad, vomitaríamos juntas para mantenernos delgadas y todo eso que hacen las amigas. Pero algo en su mirada me indicó que en su interior se estaba burlando de mí. Seguramente porque yo estaba delgada y súper voluptuosa, eso es horrible, nadie puede tener un cuerpo tan perfecto sin ser la burla de los demás. ¿Por qué Dios me castigó dándome un cuerpo tan imperfecto y hermoso? Justo en ese momento, se me acercó un chico que estaba buenísimo, tanto que mi cuerpo se estremeció de locura y empeoró cuando me habló. — Hola —Alex le devolvió el saludo, nombrándolo Diego —¿alguna ha visto al Profesor Bueno? Tengo que preguntarle algo sobre un trabajo que nos mandó… — ¡Por favor, no sigas! —exclamé. Se le notaba a leguas que moría por mí, aunque no entiendo por qué si yo era tan fea y con tantos problemas que el no entendería, porque mi tío abusaba de mí —. Nuestro amor no puede ser, eres un tonto… pero igual te amo y no puedo vivir sin ti, pero si aún insistes tendré que irme a ver a mi otra amiga… ¡Todo esto es porque soy fea, ¿verdad?! ¡Te odio! Le di un beso y me fui corriendo por el pasillo, sin ver atrás. En verdad, Diego y yo no podíamos estar juntos, yo tenía muchos problemas, el principal era el motivo por el que estaba ahí. Volteé y me percaté de que Diego me seguía, lucía hermoso con esos maravillosos ojos verdes y su perfecta dentadura blanca, ¡pero no! ¡No podíamos! La pasión era incontrolable, me alcanzó y nos dimos un largo beso, yo trataba de resistirme pero estaba tan bueno, he estado enamorada de él por tantos años y me he imaginado tantas veces este momento. Pero algo estalló y un inmenso monstruo con miles de tentáculos estaba ocasionando desastres en la escuela. Ahí, mi padre apareció frente a mí en un halo de luz. — Bonita Niamh le Croix, te he enviado aquí para que pudieras liberar al mundo de la amenaza de Tulú. Sólo tú puedes salvarlos. En cuanto mi padre me dijo eso, supe que debía cumplir con mi deber y salvar al mundo de Tulú. Así que aproveché mi herencia y desplegué mis hermosas alas y convoqué a mi maravillosa espada “El Colmillo De Luz Que Juzga A Los Inocentes Mientras Toma Té De Flor De Jamaica”, porque saben, yo soy medio ángel, demonio y bruja (mi padre es el ángel, mi madre es la bruja, lo demonio no sé de dónde lo saqué). Cuando me transformé, mi cabello se volvió totalmente fucsia, mis ojos eran rojos y brillaban, tenía una ropa súper sexy y unos colmillos sensuales que me hacían parecer toda una vampiresa (pero, o sea, con un cuerpo tan simplón como el mío no es la gran cosa y odio que todos me vean con ropas tan pequeñas, yo con mis bubis así de grandes). Me lancé hacia Tulú, ejecutando mi danza de baile que me enseñaron los pigmeos del Amazonas para el exorcismo de los conejos, haciéndole mucho daño con poco esfuerzo. Mi espada brillaba y parecía cantar cada vez que yo le acertaba una estocada. Mi cuerpo brilló y disparé una lluvia de fuego que cayó sobre Tulú —que le dolió y se puso a correr en círculos, LOL— y ahí fue cuando escuché el grito de Diego. Había sido herido por Tulú y yo corrí hacia él, para sanarlo con mis poderes. —Gracias, Bony, te amo, cásate conmigo. —Sí, mi amor, ahora mismo. Desplegué mis hermosas alas de ángel y demonio y me elevé hacia los cielos, donde nos dimos un largo beso, nos casó mi padre (que es un ángel, ¿saben?) y vivimos felices para siempre. Abajo, en la escuela, Alex miraba perpleja al cielo, justo en el punto donde Diego y Bonita habían desaparecido entre las nubes. Bajó la mirada y contempló al extraño monstruo, destrozando todo lo que tenía a su paso. — Puta loca… —masculló, mientras agarraba sus cosas y se iba a casa, pensando en que debía sentar a sus padres y hablarles seriamente sobre cambiar de escuela. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Pokiu.
