Boku no Hero Academia Bnha La voluntad de Fuego (IzukuxMomo)

Todo empezó en la ciudad china de Quing Quing, cuando nació un niño luminoso y después de allí las personas empezaron a tener una singularidad a la cual fue conocida como Kosei o Quirks, al paso del tiempo en el mundo el 80% de su población ya tenía su singularidad y el otro 20% no presentaban alguna por lo cual eran llamados Quirkless o Monkosei.

En un hospital de la ciudad de Musutafu, Japón, se encontraba un niño junto a su madre en una gran sala de espera, la razón de su visita era que el pequeño ya tenía 5 años y aún no había despertado su singularidad.

— Mami, realmente estoy muy emocionado, por fin sabré cual es mi quirk y ser un héroe como All Might para ayudar a todos con una sonrisa — decía el niño muy entusiasmado acompañado de un muñeco de su héroe favorito.

— Midoriya Izuku, consultorio 17, Midoriya Izuku, consultorio 17 — se escuchaba en un altavoz

— Vamos mi niño, el doctor nos está esperando— decía la madre del pequeño mientras le daba su mano para ir al consultorio.

— Buenos días, cual es la razón de su visita el día de hoy — decía un viejo doctor, mientras tecleaba en su computador y revisaba la historia clínica del chico.

— Bueno doctor, la razón por la cual estamos aquí es para conocer el quirk de mi hijo, ya que todavía no la ha despertado — respondía Inko con una mirada de preocupación para después sonreírle a su pequeño, que no paraba de moverse de la silla.

— Muy bien, no se preocupe le haremos los exámenes necesarios para ver si todo está en orden. — decía el doctor sin dejar mirar su computador.

Habían pasado 2 horas desde que se habían hecho todas las pruebas, estaban esperando los resultados, el doctor seguía mirando los resultados sin mostrar ninguna expresión en su rostro, miraba los rayos X, electrocardiogramas, para después ponerlos otra vez en la mesa y voltear a ver a su paciente. — Bueno señora Midoriya, todo parece estar en orden, es un niño fuerte y sano— decía el doctor sin cambiar la expresión.

— Y al respecto del quirk de mi hijo, sabe algo al respecto, mi esposo puede escupir fuego y yo mover cosas pequeñas con la mente, y él todavía no ha demostrado ninguna y ya muchos niños a su edad lo demuestran — decía Inko con un poco de nerviosismo e intriga.

— Le seré sincero, si tu sueño era ser un héroe mejor ve despidiéndote puesto que tu no posees ninguna singularidad, sé que es una noticia que no querían escuchar, pero no quiero darles falsas esperanzas, si tu sueño es ayudar a otras personas puedes también hacerlo con otras profesiones como policía, bombero, profesor e inclusive como médico — decía el doctor sin dejar mirar su computador.

Esa noticia devasto a los dos peliverdes, se retiraron del lugar, al llegar a su casa el niño prendió su computador y vio un video de su héroe, en el cual salvaba a muchas personas con su típica sonrisa, el pequeño miraba el video una y otra vez, mientras lagrimas salían de sus ojos, Inko entra al cuarto para avisarle que la comida esta lista, pero se le parte el alma al ver a su hijo llorar y lo abraza y empieza a pedirle perdón, el niño no sabía la razón por la cual su mamá se disculpaba.

Al día siguiente la familia había decidido salir a hacer unos mandados y como era muy tarde decidieron entrar a un restaurante, la madre pensó que podía mejorar el ánimo de su hijo, el cual había perdido su fanatismo hacia los héroes, pero aun así no se iba de sin su libreta donde anotaba todo sobre ellos, al entrar el pequeño logra divisar a los héroes Erased Head y Ms Joke, los héroes 3 y 9 del top 10 de pro héroes, y fue a pedirle un autógrafo a ambos.

— Disculpen, ¿ustedes son Erased Head y Ms Joke? — decía el niño pues vio que nadie más se había dado cuenta de su presencia y tenía miedo de hacerlos enojar.

— Discúlpanos chico, pero ahora no estamos en nuestro tiempo como héroes — respondía el héroe con poco ánimo.

— Discúlpenme, por molestarlos, yo solo quería tener sus autógrafos. — decía el niño con un poco de tristeza.

— Querido, no seas así, mira que, a pesar de estar aquí, él ha sido el único en darse cuenta de nosotros, además que darle un autógrafo no nos hará daño — decía la mujer de pelo aguamarina con su típica sonrisa.

— Muy bien chico, aunque no sé porque quieres un autógrafo mío, hay mejores héroes por allí, que nosotros 2, es muy probable que después bajemos de categoría — decía el héroe con su típico tono de voz.

— Realmente lo quiero porque soy fan de todos los héroes, no me interesa su posición, además me gusta su estilo de ser un vigilante nocturno, y a Ms Joke por su forma única de vencerlos por medio de la risa, para que se les dificulte su batalla— decía el niño con mucha emoción.

Esto sorprendió a los dos héroes ya que no pensaban que un niño de esa edad tuviera esa manera de expresarse, y a la vez genero una breve sonrisa en el héroe azabache

— Realmente es extraña tu manera de expresarte, pero aun así ¿Dónde quieres que te demos nuestros autógrafos? — decía el azabache, mientras su pareja le abrazaba el brazo por el gesto que tenía hacia el pequeño.

Eso puso muy feliz a Izuku, y saco de su bolso una libreta, se sentó en la mesa donde estaba los héroes y les indico las paginas donde ellos estaban, y la heroína vio el número de la libreta número 4.

— Aquí están. — decía el niño mientras les mostraba sus respectivas páginas dedicadas a ellos.

Ambos se sorprendieron por que la información que tenía el niño sobre ellos eran más de lo que se conocía en público, tenían tanto sus nombres reales, características de sus dones e inclusive maneras para mejorar en el combate, mientras Izuku les daba el bolígrafo, después que ambos héroes dieron su autógrafo, el niño se acercó para darle un abrazo a los dos, y la heroína lo alzo y lo puso en sus piernas, y le daba una gran sonrisa.

— Si quieres puedes acompañarnos a comer. — decía la mujer, mientras que su pareja la miraba de mala manera.

— Si, le iré a avisar a mi mamá. — decía el niño, mientras regresaba con su plato.

El héroe se fastidio, pues pensaba que el niño los iba a bombardear con preguntas como lo hacen muchos fanáticos, pero al pasar unos minutos, nada de eso paso, él pudo terminar su comida en paz y se sorprendió que el niño estaba concentrado en su Katsudon, la mujer también se extrañó por la forma de actuar del niño, pero más por lo que iba hacer su pareja.

— Te puedo hacer una pregunta, en todo este tiempo no me has dicho tu nombre. — decía el héroe mientras le tocaba el hombro al chico que tenía al frente.

— Midoriya, Izuku Midoriya. — les respondía el niño con una sonrisa, la heroína le correspondió la sonrisa mientras le acariciaba el cabello, y este le correspondió con otra sonrisa más grande que la anterior.

— Emi, este niño ya te gano tu lugar como la persona con la sonrisa más grande. — dijo el héroe mientras sonreía, algo que sorprendió tanto al niño como a la heroína, ya que él nunca había mostrado esa faceta al frente de otra persona.

— Tal vez tengas razón Shota, sabes Izuku, no dejes nunca de sonreír, porque nunca sabes si con tu sonrisa puedas salvar a una persona y ser el héroe de esta. — decía la peli aguamarina al chico mientras se retiraban.

Esas palabras tocaron el alma del niño, y le dio la esperanza y alegría que había perdido, ese encuentro le cambiaria para siempre la vida al joven peliverde, quien al volver a casa se acostó con una sonrisa.

Una semana después, en un parque se podía ver a tres niños molestando a una niña peliverde musgo, dientes parecidos a un reptil y unos ojos verdes oscuros, además estaba llorando.

— Mírenla chicos, tiene unos feos y afilados dientes, además que se desarma como muñeca rota. — decía un rubio cenizo, con una gran sonrisa.

— Tienes razón Bakugo, ella es muy rara, seguro será una villana — decía un gordito con alas rojas.

— Tienes razón, además es familiar del inútil quirkless — decía un flacucho de nariz y dedos de las manos largas.

En ese mismo instante pasaba por allí un peliverde que al ver lo que estaba pasando con su prima decidió ponerse al frente de ella.

— Kacchan, deja de molestar a mi prima Setsuna — decía el niño con mucha valentía, mientras su prima lo miraba.

— Por favor Deku, no tienes una singularidad así que deja de jugar pretendiendo que eres un héroe — decía el rubio con cólera.

— No lo hare porque un héroe nunca deja a alguien que necesite ayuda — decía el peliverde intentando calmar sus nervios.

— Pues prepárate para morir — gritaba el rubio, mientras de sus manos sacaba pequeñas explosiones.

— Deténganse, déjenlo en paz — dijo la niña con impotencia ya que tenía mucho miedo para poder moverse.

En ese momento Izuku cerró los ojos y espero el golpe en su cara, pero al pasar unos minutos no sintió nada, decidió abrir sus ojos y se sorprendió bastante, por que vio a dos niños que habían acertado sus golpes contra Bakugo, en la derecha se encontraba un chico bicolor puesto la mitad de su pelo era blanco y la otra mitad era rojo, y le estaba dando un puño a la cara del rubio, después volteo a su izquierda y vio a un niño azabache y unos ojos color miel, dándole un puño en la barriga.

— Saben, lo que más odio en este mundo son las personas que les gusta herir a los más débiles, pero yo sé que lo hacen para al menos tener algo de atención, o sentirse bien consigo mismo ya que son los más miedosos sin ser alagados — decía el azabache con un tono un poco burlón.

— El actuar de esa manera también indica que tiene un bajo nivel de inteligencia, ya que quieren arreglar todo a punta de golpes — decía el bicolor con indiferencia.

— Wow, eso fue muy frio, pero interesante, chico bicolor, oigan ustedes verdecitos se encuentran bien. — decía el azabache, mientras le daba una sonrisa.

— No se quienes sean ustedes dos, pero prepárense para morir — dijo el rubio preparándose para atacarlos, pero es detenido por una patada en la cara dada por el pelinegro.

— Se equivocaron de personas — decían los secuaces, pero no pudieron moverse y empezaban a sentir frio, bajaron su mirada y vieron sus pies congelados y vieron que el responsable de eso fue el chico bicolor, y el azabache se acercaba mientras se tronaba los dedos.

— Bueno por los daños y perjuicios que ustedes hicieron me van a dar todo su dinero — dijo el niño con una sonrisa malvada que asustaba a los chicos.

— Pero no decías que odiabas a los abusones, porque ahora estas actuando como uno — decía el niño gordo.

— Si, odio a los abusivos, pero yo me encargo de castigarlos, y ustedes tres ya lo son, así que o me dan el dinero o los dejamos aquí congelados. — continuaba diciendo el chico con su sonrisa.

Los chicos se resignaron y les dieron su dinero, después se acercó al rubio que estaba inconsciente en el suelo y le registro los bolsillos y le quito una cartera de All Might, le quito el dinero y tiro la cartera al lado del chico, después miro a los peliverdes y al bicolor.

— Bueno quien tiene hambre, ellos invitan. — decía mientras iba a un puesto de crepes que se encontraban al frente de ellos.

Los tres niños lo miraron extrañados, pero en ese mismo momento les rugió la barriga así que decidieron aceptar la oferta del azabache, pero antes el bicolor derritió el hielo de los dos brabucones quienes se retiraron llevándose a su líder que continuaba inconsciente.

Fin del Prólogo.

 

En un parque de la ciudad de Musutafu, se podían ver un grupo de 3 niños y 1 niña sentados en una mesa comiendo cada uno una crepe, cualquiera que pasase los veían como un gran grupo de amigos, pero ellos estaban un poco incomodos porque realmente eran desconocidos hasta que uno de ellos decidió hablar.

— Muchas gracias por ayudarnos anteriormente y también por darnos esta crepe — dijo el niño peliverde con un poco de timidez.

— No tienes por qué agradecer nada, además esos bravucones fueron quienes nos invitaron a nosotros, así que no hay ningún problema — dijo el azabache mientras le daba un mordisco a su comida.

— ¿Cómo qué no? Ustedes le dieron una paliza a ese engreído de Bakugo, solo se cree el mejor porque todos lo alaban por su quirk — dijo la niña con poco de alegría, al recordar la paliza que le dieron al rubio cenizo.

— Pero lo más extraño es que estemos comiendo y hablando normal y ni siquiera sabemos nuestros nombres — dijo el niño bicolor con un tono monocromático.

Todos se quedaron mirando y el silencio volvió a reinar, ya que estaban avergonzados por la opinión del bicolor, hasta que el azabache se pone de pie.

— Él tiene razón, así que me presentare mi nombre es Fukukado Thiashi, es un placer conocerlos — dijo dando una sonrisa.

— Mi nombre es Todoroki Shoto, un placer — dijo el bicolor con su tono de voz sin mostrar cambio alguno.

— Pues mi nombre es Tokage Setsuna, y yo soy la prima de él — dijo la niña mientras señalaba al niño peliverde.

— Yo, eh… mi nombre es Midoriya Izuku, es un placer conocerlos y me gustaría que fuésemos amigos — dijo el niño peliverde mientras hacia una reverencia.

— Jajajajaja, Yo no veo ningún problema de ser su amigo, y tu Todoroki, te molestaría ser nuestro amigo — dijo el niño mientras veían al bicolor.

— Yo no tengo ningún problema — dijo el niño bicolor comiendo sin mucho ánimo.

— Eso quiere decir que si seremos amigos — decía el niño peliverde con mucha emoción en su voz.

— Que bien Izuku, ya no tendrás que venir solo al parque cuando me valla a Saitama — dijo la niña mientras abrazaba a su primo.

— Bueno ya es hora de irme nos vemos mañana aquí como a las 15 no se les olvide — dijo el azabache mientras se alejaba de ellos.

— Yo también los dejo nos vemos mañana — dijo el bicolor, mientras se despedía de ellos.

— Vámonos Izuku, mi tía se enojará por llegar tarde — dijo la niña mientras corría y era seguida por su primo.

Al pasar el tiempo los cuatro niños no faltaban a su cita de juego en el parque, y poco a poco se volvieron buenos amigos a los chicos no les importo que el peliverde fuese un quirkless, y siempre lo defendían del rubio cada vez que llegaba a molestarlos. Las madres de los tres también se hicieron muy amigas, y de vez en cuando iban a la casa de uno de ellos a pasar la tarde. Faltaban 2 días para que se acabaran las vacaciones y empezaran las clases los tres iban a empezar la primaria.

— Que pereza ya, pasado mañana empezamos clases, ya no tendremos mucho tiempo para venir al parque — dijo el azabache mientras se sentaba en un columpio.

— No hay nada que se pueda hacer, empezaremos una nueva etapa en nuestra vida — dijo el niño bicolor mientras empujaba al azabache.

— Wow, eso sonó muy maduro como siempre Shoko— dijo el peliverde mientras se sentaba en el otro columpio.

— Si sonaste como a mi abuelo, eso me dio un poco de escalofríos, aunque tienes razón Zuku, él es el más serio de nosotros tres — dijo el Azabache mientras seguía subiendo y bajando del columpio.

— Porque tu Thishi, eres el más animado, mientras que Zuku el más soñador — dijo el bicolor.

— Eso es cierto, pero haremos lo que este en nuestro alcance para seguir reuniéndonos todos los días — dijo Izuku cayéndose del columpio.

— Sí que lo haremos, pero tampoco es para que te quieras matar Zuku — dijo Thiashi, deteniendo el columpio.

— Déjame que te ayude Zuku — dijo Shoto mientras le daba la mano para ayudarlo a parar.

— Gracias Shoko, chicos tengo hambre vamos por unos helados — dijo Izuku mientras señalaba el puesto de helados.

— No se diga más, helados espéranos — dijo el azabache mientras salía corriendo al puesto seguido por sus amigos.

El día lunes había empezado y todos los niños se preparaban para su inicio a clases un joven peliverde está muy nervioso, ya que entraría a la escuela primaria y tenía miedo de que lo volviera tocar con Bakugo y sus secuaces y le siguieran molestando. Desde que supieron que eran Quirless nunca dejaron de molestarlo, en todo el prescolar, ahora estaba tan sumido en sus pensamientos pensando y murmurando maneras de salir bien librado de sus verdugos que no presto atención cuando alguien le toco el hombro.

— Esto es algo bueno que tu estés aquí Zuku, así no estaré solo en esta nueva escuela — dijo un niño bicolor con su típico tono monocromático, pero dando una pequeña sonrisa.

— Shoko, que bueno es verte por aquí, ojalá nos toque en el mismo curso — dijo Izuku totalmente feliz y abrazando a su amigo.

— Yo no sé por qué dudas de eso, esta escuela no tiene tantos estudiantes así que es obvio que nos toque en el mismo salón y posiblemente también estará el musulmán — dijo Shoto mientras también le correspondió el abrazo.

Ambos se dirigieron al salón de clases y al entrar por la puerta, vieron a varios niños hablando entre sí, pero se percataron de un niño sentando en la última fila mirando por la ventana.

— Thishi, también estas aquí — dijo Izuku mientras corría a saludar a su amigo.

— Esto sí que es una grata sorpresa Zuku y Shoko, me alegra verlos aquí, siéntense hay un lugar libre al frente y al lado izquierdo mío — dijo el azabache mientras señalaba los lugares a sus amigos.

— Bueno, si ese es el caso yo escojo estar al frente tuyo y Zuku al lado izquierdo— dijo Shoto mientras ponía su bolso en su escritorio.

— Por mí no hay ningún problema, me alegro de que estemos juntos en clases — dijo Izuku mientras se acomodaba en su puesto.

— Y aquí es cuando los tres mosqueteros, volvieron a unirse formalmente para salvar Francia — dijo el azabache mientras ponía al frente su regla como si fuese una espada.

— Claro que sí, la salvaremos y seremos héroes — dijo el peliverde imitando a su amigo.

— Que más se puede hacer — dijo el bicolor también uniéndose.

— Lo que me faltaba estar en el mismo salón con los tres chiflados — dijo un rubio cenizo

— Rayos lo que faltaba, no hemos ni acabado de acomodarnos y ya tenemos al musulmán molestándonos — dijo Shoto con un ligero enojo en su voz.

— Como me llamaste mitad-mitad, estás buscando morir — dijo el rubio cenizo mientras preparaba explosiones.

— Ya para de una ves Kacchan — dijo Izuku poniéndose en medio de ellos.

— Quítate del medio estúpido Deku — dijo Bakugo mientras se lanzaba hacia ellos.

— Por favor todos a sus lugares, especialmente ustedes tres — dijo un señor con gafas mientras ponía sus cosas en la mesa del profesor y se sentaba.

— El rubio fue el que comenzó a molestarnos, ellos dos no hicieron nada — dijo el azabache señalando a Bakugo.

— No te metas en esto Pelipincho — dijo Bakugo mientras preparaba explosiones en sus manos.

— Acaso quieres volver a morder el polvo musulmán — dijo Thiashi mientras sacaba fuego de sus manos.

— Tiene que calmarse, apenas es el primer día de clases — dijo Izuku tratando de calmar los ánimos.

— Que te calles maldito nerd — gritaba el rubio.

— Porque no hablas como una persona civilizada — dijo Shoto mientras emanaba hielo en su parte derecha del cuerpo.

— Shoko, Thishi, cálmense de una vez — continuaba diciendo el peliverde con un tono de temor.

El profesor llego a donde se encontraban los cuatro niños y le dio a cada uno un coscorrón, después de eso las clases pasaron sin ningún problema, excepto para los chicos que se quedaron sin recreo haciendo planas. Al finalizar las clases todos se preparaban para irse.

— Bueno no creo que nos haya ido tan mal, no lo creen chicos — dijo Izuku mientras se sentaban en una banca mientras esperaban que los vinieran a recoger.

Los otros dos chicos se miraron a las caras y después miraron a su amigo extrañados recordando lo que había pasado el día de hoy.

— Estas hablando en serio Zuku, por la culpa de la bomba andante, nos quedamos sin recreo y nos tocó hacer 100 planas — dijo Thiashi mientras se sentaba en la banca.

— Esta vez apoyo a Thishi, realmente me duele la mano de todo lo que hicimos hoy— dijo Shoto mientras se sobaba la mano.

— Pero lo logramos terminar, además ustedes se dejaron influenciar por Kacchan, eso es lo que él quiere — dijo Izuku mientras miraba al suelo.

— Tienes razón debemos controlarnos e ignorar al musulmán, porque si seguimos así siempre tendremos problemas — dijo Shoto con su típico tono de voz.

— Izuku es hora de irnos, despídete de tus amigos — dijo una mujer peliverde, mientras saludaba a los niños.

— Nos vemos mañana chicos, no olviden la tarea de matemáticas — dijo Izuku mientras se despedía junto con su mamá.

— Él por qué siempre nos recuerda las tareas, ya entiendo porque el rubio le dice nerd cada rato — dijo Thiashi mientras se rascaba la nuca y ambos chicos se pusieron a reír.

Dos meses después, las cosas iban bien en la escuela, los chicos seguían con su amistad, en ocasiones tenían sus roces con Bakugo y sus secuaces, aunque la mayoría de las veces los ignoraban, en esa temporada Izuku empezó a tomarle gusto a la literatura y siempre intentaba leer un libro, Shoto empezó a contagiarse un poco del fanatismo de los héroes, pero no de una manera tan intensa como Izuku y Thiashi empezó a gustarle el mundo de los videojuegos tanto que también les enseño a ambos.

Un día se encontraban los tres sentados en un árbol junto con sus Nintendo Ds cada uno tenía una versión de un juego llamado Pokemon, y cada uno tenía una versión diferente, Izuku tenía diamante, Shoto Perla y Thiashi Platino, estaban discutiendo que pokemon debían tener cada uno como inicial.

— Ahora si estamos en problemas todos queremos tener a Chimchar como inicial, pero debemos buscar una manera de solucionar esto — dijo Shoto mientras ponía su mano en el rostro como si estuviera pensando una solución.

— Y si buscamos algo que nos caracterice con algún inicial, así podríamos saber cuál es el mejor para cada uno — dijo Izuku imitando a Shoto.

— Ya tengo la respuesta, en el caso de Zuku el debería tener a Turtwig ya que es el tipo planta además que es de color verde, además de que tu apellido tiene el kanji de ese color. — dijo Thiashi con un tono alegre.

— Eso es un buen razonamiento, Thishi realmente me sorprendiste — dijo Shoto con un tono burlesco.

— Bien, pero ahora entre ustedes viene lo complicado ustedes dos tiene una singularidad de fuego, como podremos solucionarlo — dijo Izuku con su pose murmurando cosas.

— Cálmate Zuku, lógicamente yo tendré a Chimchar ya que soy fuego puro, si vez Shoko tiene parte fuego y parte hielo por lo cual, si los combinas este produce agua, así que te toca tener a Piplup — dijo Thiashi mientras hacia una pose triunfante.

— No puedo argumentar nada ante esa lógica — dijo Izuku riéndose y veían a Shoto que todavía no superaba lo dicho por sus amigos.

— Ya está decidido, creo que es hora de irnos mi mama me regañara si llego tarde, acompáñenme al supermercado debo comprar unas cosas que me pidió mi mamá además que nos queda cerca para ir a cada uno a su casa — dijo Thiashi, mientras se paraba.

Todos los niños se dirigirán al supermercado, fueron a la sección de ramen y cogió 2 uno de sabor pollo y otro de carne, pero pudieron ver a una niña que estaba llorando parecía que estaba perdida.

— Te encuentras bien, necesitas ayuda — dijo Shoto mientras se acercaba a la niña.

— Es que me separe de mi mamá, y no la encuentro — dijo la niña sin dejar de llorar.

— No te preocupes nosotros te ayudaremos, eso es lo que hacen los héroes ayudar a quien lo necesite — dijo Izuku dándole una sonrisa para tranquilizarla.

— Bueno creo que la manera más rápida de encontrarla es llevarla a información allí le avisaran y de paso quedan cerca de las cajas registradoras. — dijo Thiashi mientras se adelantaba y eran seguidos por los demás.

Después de llegar a información le informaron al encargado, a los 2 minutos llego la mamá de la niña y les dio las gracias a los tres, después acompañaron a Thiashi para pagar su encargo y cada uno se dirigió a su casa.

Paso el tiempo y nuestro peliverde se sentía muy feliz, ya no era molestado por ser un mukosei, y tenía a dos amigos que siempre lo apoyaban, el deseaba que esto no acabara, pero el destino tendría otros planes para ellos.

— Así que el fin de semana vas hacer una fiesta de cumpleaños Zuku, eh ya son 6 años ya estas viejo — dijo el azabache sin dejar de jugar con su consola.

— Si, va ser una reunión pequeña solo familiares, mi prima Setsuna también viene y ustedes también están invitados — dijo Izuku mientras seguía con su partida.

— Como si nos fuéramos a perder tu cumpleaños, espéranos además quien me ayuda necesito evolucionar mi Haunter en Gengar — dijo Shoto sin dejar de mirar la pantalla.

— No nos había dicho que ya lo habías conseguido — dijo el peliverde ahora para mirar a su amigo bicolor.

— Espera no me digas que tienes el Haunter con piedra eterna que te daba un NPC, — dijo Thiashi y empezó a reírse por lo que le sucedió a su amigo.

— Si búrlate, pero no puedo creer que fueran tan malvados para hacer esa jugada, rompieron mis ilusiones — dijo bicolor intentando calmar sus lágrimas.

— No te preocupes yo te ayudo Shoko, yo te ayudo. — dijo el peliverde mientras se preparaban para intercambiar los Pokemon.

Los días pasaron con tranquilidad hasta el día del cumpleaños de un peliverde, en un hogar se puede ver a un azabache preparándose y llevaba un regalo cerca de él, para no olvidarlo.

— Mamá, ya vamos tarde para la fiesta de Zuku, — dijo el azabache mientras esperaba en la puerta y miraba el reloj con impaciencia.

— Thiashi, tienes que tranquilizarte un poco ya estamos para ir, la casa de Izuku no se va a mover — dijo una mujer de color de pelo aguamarina, mientras le daba la mano al niño.

— Pero tú sabes que él es uno de mis mejores amigos no puedo perderme su fiesta de cumpleaños — dijo el azabache mientras se sentaba la parte trasera del auto.

— No te preocupes, sé que el estará feliz cuando llegues, me alegro que te hicieras amigo de él — dijo la mujer y empezó a recordar una conversación que tuvo con su hermana y su pareja.

Se podían ver a tres adultos sentados en una mesa mientras bebían un café, aunque sus miradas mostraban preocupación.

— Estas, segura de lo que dices, no puede ser un error, es imposible que eso pueda haber pasado — dijo una mujer peli aguamarina mientras le daba un sorbo a su taza de café.

— Emi, no hay error, he ido a diferentes médicos y todos me dicen lo mismo, Thiashi tiene dos quirks, posee el Hellfire pero también tiene el All for One, yo nunca creí que esto pudiese haber pasado — dijo la otra mujer aguamarina, mientras empezaba a llorar.

— Cálmate Akiko, pero son pocas las personas que saben del AFO, como puedes afirmar eso — dijo un azabache con tono de cansancio.

— Los médicos dicen que su quirk es algo que le permite robar “temporalmente” la singularidad de otra persona, pero hace una semana vi como inconscientemente él le quito el quirk a un niño, después el chico se desplomo, me acerque a Thiashi y vi como su mirada no era la que él siempre tiene, así que me lo lleve lejos, deje al pobre niño allí tirado, pero no podía dejar a mi hijo allí. — continúo diciendo la mujer mientras no dejaba de llorar.

— Entiendo que estabas preocupada por tu hijo, pero como pudo dominarlo, se necesita que alguien lo entrene para poderlo manejar, ¿acaso habrá tenido contacto con él? — dijo Emi mientras le agarraba la mano a su hermana mayor para tranquilizarla.

— Es imposible, siempre estoy pendiente de él, además que siempre está acompañado de sus dos mejores amigos y cuando él llega siempre llamo para ver si los otros chicos llegaron bien y no ha habido ningún inconveniente — dijo Akiko mientras se secaba las lágrimas.

— Son pocas las personas que saben del AFO, All Might, Gran Torino, Nezu, y el Sr Fukukado y obviamente el padre del niño — dijo Aizawa mientras terminaba el café.

— Pero tengo una duda, ¿Cuál quirk demostró primero el tuyo o el de él? — pregunto Emi mientras miraba a Akiko.

Akiko quedo en silencio por un tiempo, intentaba decir algo, pero sus palabras no le salían, Aizawa le dijo que se calmara y que se tomara su tiempo después de otros 3 minutos ella pudo responder.

— El primero demostró el AFO, pero solo esa vez, a la semana siguiente despertó también el Hellfire y el cree que todavía que ese es su principal — dijo mientras seguía llorando.

— Creo que es lo mejor, que el piense eso, pero él sabe que tiene el otro kosei, o solamente el Hellfire — dijo el azabache mirándola fijamente.

— No, el cree que solo tiene el de fuego, a veces creo que es lo mejor, pero tengo miedo de que él quiera llevárselo, no sé cuándo fue que Shigaraki cambio, tanto él quería romper los lazos con sus familiares que no quiso llamar a Thiashi con su mismo nombre — dijo Akiko intentando calmar sus lágrimas.

— No te preocupes hermana, nosotros los protegeremos no dejaremos que él se lo lleve, además que es mi único sobrino — dijo Emi dando una gran sonrisa.

— Eso espero, realmente lo espero — dijo Akiko secándose sus lágrimas.

La mujer seguía recordando la plática que tuvo, que no se percató que un camión se había volado el semáforo en rojo.

— Mamá, cuidado un camión viene hacia nosotros — dijo el niño mientras se acercaba a su madre.

— Thiashi, siéntate y agáchate— dijo la mujer mientras trataba de acelerar.

Pero fue demasiado tarde, los dos vehículos impactaron, el accidente salió en todas las noticas, en una casa de un peliverde estaban celebrando un cumpleaños, no pudieron terminarlo con felicidad por la noticia que estaban pasando, pudimos ver a tres niños abrazándose y llorando, porque no sabían la condición de su amigo.

— Porque tenías que ser tu Thishi, porque tenías que ser tu — dijo un peliverde mientras lágrimas corrían por su rostro.


Fin del primer capítulo.