Bajo su máscara.

Hace mucho que no subía nada, pero ya que lo he publicado en otros sitios. Un pequeño escrito. ​

Bajo su máscara.

La noche estaba teñida de sangre, en el suelo reposaban dos cuerpos inertes y su asesino los miraba con desdén desde la copa de un árbol. La luna parecía volverse roja mientras la lluvia comenzaba a lavar los cadáveres, el gruñido del viento era suave pero persistente. El sujeto era un hombre fuerte con una espada manchada de color rojo oscuro, la balanceaba lentamente, una sonrisa se ensanchó y un trozo de su máscara blanca cayó directo a la tierra, partiéndose en mil pedazos.

Se dice que cuando alguien se despoja de su antifaz, se ve lo mejor de sí, aquello que se reserva en el interior. Sin embargo, esta vez era todo lo contrario. El tipo era malvado, con o sin su disfraz; disfrutaba de ver a la gente agonizar, sus presas favoritas eran las mujeres y los niños, un cobarde.
Un trueno aterrador se escuchó en la lejanía, el bosque aún permanecía en las penumbras, los ojos oscuros del asesino se veían brillantes, llenos de alegría y excitación, es que ese aroma que despedían sus víctimas era como la rosa más fresca y joven de un jardín; sonrió, seguidamente clavó su arma en la rama del árbol, en la cual aún reposaban sus pies.

—Ha sido una noche larga. —Susurró al tiempo que se acomodó lo que quedaba de su vieja máscara, sus labios estaban pálidos y sus cabellos azabaches eran oportunos para esconderse.
El pelinegro aún tenía el recuerdo fresco de esa mujer y su hijo, no obstante no era cualquier señora… era su esposa y su retoño. Eso hacía aún más cruel el crimen, pues la dama de cabellos castaños que yacía sin vida con sus ojos, que algunas vez fueron cafés hermosos y vivos, opacados por una sombría frialdad. En su vida era bastante dulce, comprensiva y tierna. Sobre el niño, aún era muy pequeño, con sólo seis años había abandonado el mundo, ¿por qué? Si él era inocente, alegre e inquieto, como todo chiquito de su edad. ¿Cuál era la diferencia? Su progenitor. Él era quien marcaba la diferencia.

Los cabellos castaños del niño parecían ser retenidos por las manos de porcelana de su madre, que querían proteger de cualquier daño, sin embargo eso le había costado la vida… Que irónico es el mundo. Dos personas de corazón puro mueren a manos de un maniático, aquel que da su mejor cara a sus amigos y al voltear a ver a su familia regresaba a ser el monstruo. Pero no era bueno ni con sus colegas, es que ese hombre era malo, simplemente eso.

Pensar que ese mismo día en la tarde todo parecía normal, residían en su castillo, aparentemente el final de un cuento de hadas… Una mujer casada, enamorada, con un lujoso castillo y un pequeño fruto de su vientre. Desgraciadamente no todas las historias son lo que parecen, su martirio era eterno. No tenía salida, por el bien de su hijo permanecía al lado de ese hombre, aunque las cosas ni terminaban ahí, pues la mujer estaba esperando otro hijo… que aún era demasiado pequeño para saber su sexo, otra criatura más que también murió a manos de su progenitor.

Entre los matorrales un muchacho del pueblo era quien presenció todo el asunto, el mismo que había ido a llamar a los demás aldeanos; el silencio era lo que prevalecía, el ambiente era tenso e infundía temor, algunos de los campesinos contenían sus ganas de vomitar, las mujeres pueblerinas controlaban su llanto o sollozaban en silencio, los niños se escondían bajo las faldas de sus madres o se aferraban a sus padres.

Ese día permanecería en la memoria de muchos, plasmando lo horrible que podía llegar a ser el ser humano; la falta de corazón y piedad; lo enfermo que era ese hombre…; era trágico, saber que su máscara estaba rodando por el suelo, impregnada por la sangre de su propia familia y bañada por la llovizna. Aquellos que alguna vez fueron parte de su pueblo o sus amigos, lo contemplaban, temerosos, mas no se animaban a mover ni un dedo. Lo mejor era dejar pasar tal acontecimiento o los siguientes podrían ser ellos… Aun en este momento me pregunto cuál fue el acto más cobarde: el del joven que presenció como mataron una mujer y un niño inocente…, la esposa del asesino por no huir de su agresor…, el hombre que asesinó a su propia familia o el pueblo que ni se inmutó, pues puso primero su bienestar que la justicia.

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No suelo revisar mis escritos, espero que no tenga muchos horrores de dedo. :3