Antes de dormir me inunda una inquietud acompañada de miedo, mucho miedo. En la penumbra los veo rodearme y les oigo murmurarme. Algunos dicen cosas sin sentido y otros me incitan a hacer cosas. Una voz frágil me dice que me mate y otra me pide que lo deje salir. No sé quién me da más miedo, si ellos o yo. No sé quién esconde más maldad. Yo también escondo mis monstruos bajo la cama.
La frase final me ha llegado de varias maneras; así como me ha parecido sublime como cierre del relato, así también me ha causado cierto dolor por lo que implica la misma. Me ha encantado el micro. Al principio pensé que se trataría de un niño que sugestionado por algún programa o cuanto de terror, oye cosas que no son, pero nada. Esto va más allá, mucho más allá y es oscuro como la misma noche. Muy bueno, gracias por compartirlo.