Y nos encontramos nuevamente bailando al compás de las estrellas, queriendo volvernos uno, sin pensar en lo demás. Nos adentramos más y más al amor que nos brindamos con la mirada, nos olvidamos hasta de nuestros nombres y hasta nos olvidamos de respirar... Baila, baila conmigo al compás de los latidos que nos brindan nuestros corazones acelerados por la adrenalina del amor que tenemos. No tengas miedo, ven y abrázame mientras nos miramos bajo el cielo estrellado, y las estrellas cantan una melodía tan suave y acogedora que hace que nos perdamos en la galaxia, buscando nuestros ojos que derraman lágrimas de alegría por nuestro encuentro tan esperado y soñado.