Baño (Planta Baja)

Me contuve de elevar las cejas al verla reaccionar tan apenada por una tontería como aquella, quedando a punto de decirle que no había problema, que yo por esas cosas no me iba a complicar ni nada, pero ella siguió hablando y no quise interrumpirla porque pues, ¿quién era yo para interrumpir una linda señorita preocupada? Que ahora que me fijaba su antifaz me hizo recordar un programa sobre aves, pero no se me venía con exactitud a la cabeza una en cuestión.

—Son solo un par de gotas —murmuré visualizando el baño, y entonces me pensé el por qué no dejarla quitar la mancha si eso la hacía sentir más tranquila.

Una chica en un vestido, tacones, y accesorios no debía permanecer contrariada por un torpeza como esa, y si eso la hacía feliz pues complacerla era la opción a elegir. Luego de darle paso entré tras ella dejando la puerta abierta, mirándome en el espejo. ¿Eran qué? ¿De tres a cinco pizcas de gotas en la corbata? La desajusté con el dedo corazón e índice de la zurda igual mientras recorría el espacio con la mirada, hablando:

—Quizá tengamos algo de suerte y encontremos agua oxigenada en los muebles —comenté terminando de deshacer el nudo al saber que únicamente con agua no se iría.

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Nekita ♥

 

Catherine Whitman

Se alivió un poco del hecho de que el chico en cuestión ni siquiera opusiera alguna clase de resistencia a su repentina decisión de arrastrarlo del salón hacia al baño, cuando ambos estuvieron dentro no tardó en cerrar la puerta tras él, esperando con sus manos tras su espalda esperando a que le diera aquella prenda de ropa que le había dado aquella punzada de culpabilidad.

No quería ser responsable que alguien tuviera manchas de alcohol en una prenda formal.

—Pero luego si se seca se va a notar y no será bonito...—murmuró encendiendo el agua del lado caliente para que esta se fuera calentando, asintió ante sus palabras, acuclillándose al lado suya para abrir aquellas compuertas y buscar, dudaba que una casa tan lujosa no tuviera algo como eso.

Suponía que debía tenerlo por si acaso.

—Y no te equivocaste~ —murmuró dejando aquel envase sobre el lavabo y tomar primero aquella prenda y remojar con cuidado aquellas áreas manchadas —, se supone que eso y algo de jabón liquido debería bastar porque no le dimos tiempo de secarse...

>> Así tan siquiera podrás lucirla en otro evento, aunque...también puedes lucirte así, no creo que tengas mucha desventaja~ —comentó algo más tranquila al estarse ocupando, mirándolo momentáneamente por el espejo.

 

¿No se vería bonito? Ahí si no pude evitar reír. Las palabras que usaban eran un tanto aniñadas, de esas que te pueden causar hasta ternura. La dejé hacer entonces sin limitarla, siguiendo sus movimiento luego escucharla cerrar la puerta tras de mí, viéndola acuclillarse. Quién diría que daría con una chica tan atenta de buenas a primeras, esperando encontrarme en realidad con algún sujeto presumido.

Me recosté entonces en la pared, mirando el cómo aplicaba el producto en la tela y lo diluía con agua.

—Nunca creí estar equivocado, desconocida~ —comenté al no saberme el nombre, y tampoco querer preguntarlo directamente. —Entonces —murmuré buscando sus ojos en el reflejo tras el antifaz—. ¿Me veo mejor con corbata o sin ella? Digo, para saber si en este momento estoy en desventaja~

 

Catherine Whitman

Rio con suavidad mientras negaba levemente con su cabeza con aquella pequeña sonrisa, claro que podría no equivocarse, había sido un comentario bastante seguro en realidad probablemente teniendo en cuenta todos los lujos de aquella casa —Siempre puede haber algo que pueda fallar, ¿no? —Era más bien un comentario curioso, en lo absoluto para llevarle la contraria o algo similar.

Frotó con cuidado aquellas manchas de la corbata con sus uno de sus dedos en cada una de las manchas, usando una de las esquinas de una toalla de mano para limpiarlo con el agua caliente hasta que vio que estaba limpio y sonrió, pasando mejor a envolverla en las partes secas de aquella toalla para secarla por completo en las mojadas.

Ni siquiera pudo evitar sonrojarse levemente ante su pregunta.

—Uhm... creo que luces tu traje muy bien con y sin corbata, eres suertudo~

 

Jugué con las llaves del auto dentro del bolsillo, porque sí, siempre había algo que podía fallar, pero eso no me detenía para nada en poner mi vida en el borde con la cantidad de deportes extremos que se podían acaparar donde fuese, o con simples apuestas que a veces Génesis lograba parar. La satisfacción siempre debería ir primero, bueno, al menos en mi vida era la prioridad, no por nada me había colado en dicha fiesta.

¿No?

Pasarla bien.

—Si lo consideras así, de seguro tengo más suerte de la que creía —una sonrisa ladina se me dibujó en los labios, limitándome entonces a estirar la mano para recibir la corbata limpia—. Debo agradecerte por tu cuidado, de lo contrario siento que no estaremos a mano, a fin de cuentas el choque fue mi culpa —. Crucé la parte ancha de la tela sobre la estrecha, luego desde arriba hacia atrás con un último doblez, ubicando el dedo índice de la derecha para halar con la izquierda, terminando el nudo que ajusté en un momento al mirarme al espejo, volviendo mis ojos después hacia ella, proponiéndole—: podemos explorar el sitio juntos, asumiendo claro, que no lo conoces como yo no te conozco a ti~

 

Catherine Whitman

—Yo diría que en efecto eres suertudo —Entregó la corbata y se apoyó frente al lavabo con una sonrisa tranquila, se sentía realizada por saber que no había arruinado algo que no era suyo y probablemente fuese algo caro teniendo en cuenta toda la pieza en cuestión del traje —, es lo mínimo que puedo hacer, tú me chocaste pero yo te terminé tirando algo encima así que de cierta forma estamos a mano, desconocido~.

No le había pasado por alto la forma en que la llamada pero tampoco planeaba dar su nombre.

Como le había dicho a Morgan, se suponía que el punto era no conocerse, ¿no? Por algo estaban las máscaras.

—No lo sé, se supone que estoy en un juego y... tampoco se si se considera grosero estar explorando una casa ajena, ¿sabes?

 

¿Un juego?

Giré el pomo de la puerta luego de escucharla hablar para permitirle salir primero, aceptando el hecho de que ella consideraba que estábamos a mano, y no entraría a decir lo contrario cuando había mencionado que estaba en un juego.

Con lo que adoraba yo los juegos.

—Vamos entonces —le dije sin complicarme—. A retomar el juego en el que estás. No está bien dejar las cosas a medias, supongo —asumí al comenzar a comprender la normativa por la que se movía la chica, así que, qué mejor que seguirle la línea e integrarme un poco con la gente que vi de forma superficial en el salón.

Sonaba divertido y todo.

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Si quieres te lo arrastras Neki<33