Ayuda Divina

Ayuda Divina


*El destino de Ryoma y Sakuno está en peligro, y un ángel tiene la misión de juntarlos. Pero Sakuno nuca debió haberse enterado de la existencia del ángel. Ahora, el destino se alterará más de lo planeado. ¿Podrá la ayuda divina de este chico unir a la joven pareja?*

Hola! ha pasado muxo tiempo desde q publiq mi otro fic, est es el 2 fic q hago. Es un ryosaku, leanlo y espero q les guste!

Capitulo 1: “Perseguida”

Se encontraban en una habitación blanca, no tenía ventanas ni puertas. A simple vista parecía que se encontraban en la nada, parados sobre un suelo que no se veía, y rodeados de cuatro paredes que no existían.
Simplemente era un fondo blanco, pero el extraño ambiente era normal para ambos, y ellos solo se concentraban en su conversación.

-Lo has hecho muy bien todos estos años.

Un señor de barba y cabellos castañas comenzó a hablar.

-Gracias señor.

-Y por eso te he encomendado una nueva misión.

El joven que se encontraba frente a él se sorprendió.

-Aceptaré con gusto.

-Cuento contigo para cumplir el destino de estas personas- dos fotos aparecieron frente a los ojos del chico.

-¿Eh? Pero si son muy jóvenes, será divertido.

-Muy bien. Ahora te daré toda la información que necesites para conocer a los destinados.

-Pues entonces comencemos, estoy ansioso.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Las hojas de los árboles anunciaban el comienzo del otoño, la ciudad se vestía de colores cafés y rojos oscuros, pero a una chica le gustaba resaltar, vistiéndose de vivos colores rosados.

-¡Abuela, iré de compras!

-¡Esta bien, pero no tardes!

-Ok.

Una vez afuera tomó rumbo, en el trayecto le gustaba observar los diferentes colores de los cuales se tornaban las hojas, le encantaba el otoño, y que mejor forma de disfrutar que saliendo de la casa un día domingo a tomar aire fresco por la mañana.

Sakuno Ryuzaki era una chica de 16 años, con dos largas trenzas, de tez más o menos pálida y con unos bellos ojos carmín. Era bastante amistosa y alegre, pero muy tímida.

-Quizás por eso Ryoma no se fija en mi- se dijo a si misma.

Sakuno había llegado a la academia Seigaku hace dos años, y al ver a Ryoma jugar un partido de tenis se enamoro perdidamente de él. Pero este nunca mostraba ningún interés en ella, cada vez que trataba de hablarle el tenista le respondía con monosílabos y apenas la miraba a los ojos.
Suspiró al recordar esos sucesos.

-Ya Sakuno- se dijo para si misma -no te desanimes, contenta- suspiró -contenta.

Llevaba puestos unos jeans, una blusa color rosado, a su hombro llevaba una delicada cartera, también rosada. Y por último unas zapatillas color blanco invierno.

Ahora se sentía un poco mas feliz, no sabia porque pero estaba mas alegre, con ánimos, como si algo emocionante fuese a pasar.

Y como no, si desde hace un buen rato que estaba siendo seguida por un extraño sujeto.

Vio una falda en una vitrina que le llamo a atención, decidió entrar. Adentro observó mejor la falda que el maniquí llevaba puesto.

Pero su atención se fijo en otro cosa. Afuera de la vitrina había un chico, más o menos de su edad, parado al frente del vidrio y mirándola de forma serena.

El joven le pareció un poco extraño puesto que tenía el cabello blanco y unos potentes ojos amarillos que no dejaban de mirarla. Parecía que este no se daba cuenta de que ella lo había notado.

Decidió salir a paso rápido de la tienda, paso unos quince minutos caminando y viendo ropas cuando lo volvió a ver. El joven no le despegaba los ojos de encima. Cada ves que miraba para atrás el chico estaba caminando detrás de ella, a unos 15 metros.

Aunque sentía miedo tenía que enfrentarlo, debía saber quien era y por que la estaba siguiendo, lo que no sabia era que el descubrimiento de su perseguidor le cambiaría la vida para siempre.

Bueno hasta ahi c las dejo spero q les ayas gustado y obviemente q cada vez c volvera + interesante ^^

 

Re: Ayuda Divina

Gracias x los comentarios ^^
aqui les dejo la conti

Capitulo 2: “Preguntas”

Comenzó a caminar más lento para que el perseguidor estuviera mas cerca, vio una tienda y entro rápidamente.
El extraño quiso esperarla cerca de la entrada, pero cuando lo hizo Sakuno salio de sorpresa, quedando frente a él.

-Ay no, y ahora que hago- el chico hablo para sus adentros.

Permanecía inmóvil, sin mover ni un músculo, y Sakuno se estaba impacientando

-¿Quién eres y por que estas siguiéndome?- con tono serio.

-Humm, bueno yo…- estaba nervioso, no sabia que hacer. Ella noto su nerviosismo.

-Vamos responde, ¿¡Por que me estabas siguiendo!?- pero este no le respondió -llamaré a la policía.

Estaba alterada, había entrado en pánico. Aunque no parecía un acosador perfectamente podía tener unos cuantos amigos en otras partes, no muy lejos de allí, y entre todos acorralarla y hasta podrían secuestrarla.

Buscaba su celular en la cartera, pero el chico la detuvo sujetando su brazo.

-Por favor- dijo con ternura y desesperación en sus ojos -déjame explicarte, te diré la verdad, pero no llames a la policía.

Eso le hizo sospechar.

-¿Por qué? ¿Escapas de algo?

-No, no soy ningún psicópata sanguinario, ni un asesino en serie, ni nada de eso.

Por un momento la ojicarmin desconfió, pero el tacto que había entre su brazo y la mano de él le hizo sentir una extraña sensación de protección, su miedo desapareció y una increíble sensación de seguridad la invadió.

El joven se percato de que ella no dejaba de ver su mano, la aparto de inmediato.

-Perdona.

-No… no importa- dijo cambiando bruscamente su tono de voz, ahora era mas tranquilo -¿Por qué me seguías?- sin cambiar la expresión de su rostro, casi de hipnotización.

-Por que… eres mi… ¿misión?- inseguro de que lo que estaba diciendo era correcto mencionar.

-¿Qué?

-No pienses que estoy loco, por favor Saku.

-¿¡Como sabes mi nombre!?- se estaba exaltando de nuevo.

-¡Tranquila! No te asustes, ya te dije que no soy ningún psicópata obsesionado contigo.

-¿Qué mas sabes de mi?- una parte de ella no quería escuchar la respuesta.

-Casi toda tu vida- totalmente tranquilo

Sakuno iba a gritar de nuevo pero el chico le tapo la boca antes de que hiciera cualquier ruido.

-Si me dejas explicar- aparto la mano de los labios de ella, sin darse cuenta de que la había dejado inmóvil de nuevo -me llamo Hiro, y la verdad es que es una larga historia si quieres que te lo cuente todo con detalle…- Sakuno lo interrumpió.

-¿Por qué esa extraña apariencia?

-Ex… ¿Extraña apariencia?- sus ojos se pusieron como platos.

-Si.

-¡Mi apariencia es normal!- ofendido por el cometario.

-¿En serio? ¿Entonces por que tu cabello es blanco?- cruzándose de brazos.

-Es… de nacimiento- Sakuno levanto una ceja

-¿Y por que te vistes de blanco, camisa blanca y pantalón blanco?, y sobre todo… ¡¿Por qué no llevas zapatos!?

-Ah, bueno, es que así nos vestimos.

-¿Quiénes?

-Nosotros.

-¿Nosotros quienes?- empezaba a perder la paciencia.

-Los ángeles.

Sakuno se quedo sin habla ¿ángeles?, ese chico le estaba tomando el pelo, se estaba burlando de ella, y no tenía por que soportarlo.

-Me estas diciendo- trató de controlarse -que… ¿eres un ángel?

-Si.

-Suficiente, me largo- pasó por el lado de Hiro caminando en dirección a su casa.

-¡Espera, no te vayas!- alcanzándola -puedo explicártelo todo.

-Ya he escuchado demasiado- la de trenzas seguía caminando a paso rápido -aléjate y déjame en paz si no quieres que llame a la policía.

El chico no tuvo más que detenerse, no quería alterarla más. La siguió con la mirada hasta que se perdió entre la gente.

Permaneció unos minutos en el mismo lugar mirando al vacío. La gente que pasaba cerca se le quedaba mirando con curiosidad y extrañeza, principalmente por sus cabellos blancos y por el hecho de que andaba descalzo.

Suspiró. Y comenzó a recorrer el mismo camino que Sakuno había tomado anteriormente.
No perdería una oportunidad así.

-Hace demasiado tiempo que no hablo con humanos.

Continuará...

 

Re: Ayuda Divina

ola! gracias x postearme
me anima!
ya termnine la conti, espero q les guste!

Capitulo 3: “Aclaraciones”

Ya era un nuevo día y Ryuzaki comenzaba a despertarse, sus cortinas estaban demasiado viejas y desgastadas por lo que su habitación se iluminaba apenas salía el sol.
Trató de abrir sus ojos, pero la luz era encegecedora, pestañeo un par de veces tratando de acostumbrarse.
Después de varios intentos de abrirlos para volver a cerrarlos consiguió hacerlo.
Abrió sus orbes carmín completamente, después de varios pestañeos. Se sento refregándose los ojos. Observo su habitación exageradamente iluminada si se tenía en cuenta la hora que era. Pero para su sorpresa, vio a alguien sentadoen el extremo de la cama. Un chico de ojos entre ambarinos y amarillos, que la miraban curiosos.

-¡TUUU!- se sobresalto y señaló al intruso

-Ssshhhh, tranquila Saku.

-¡¿Qué haces aquí y como me encontraste?!- se paro de golpe de la cama -¡¿Cómo entraste a mi casa?!

-Si te callaras un momento…

-¡No quiero escuchar tus estupideces de que eres un ángel!

-Saku, vas a despertar a tus padres y a tu abuela.

-¡Pues que escuchen para que sepa que un extraño esta en mi cuarto!- tomo una gran cantidad de aire.

-¡No, Saku!- susurró él

-¡Abuela!

-Sssshhh, no grites- comenzó a acercarse

-¡No me toques!- Sakuno corrió hasta afuera de la habitación y se encerró en el baño.

-Saku- Hiro había llegado a la puerta -¿y si te doy una prueba?, una prueba que demuestre que lo que digo es cierto.

-Si dices que eres un ángel- su voz se escucho del otro lado de la puerta- muéstrame tus alas -el chico trago saliva

-Eh…no puedo hacer eso.

-¡Lo sabia!

-Pero todos los ángeles tenemos algunos “dones” para que puedan cumplir su misión.

-Si claro- ante esa respuesta el ángel no tuvo otra opción, chasqueó los dedos, sonriendo con orgullo.

-¡Aaahhhh! ¡¿Qué pasa?!

-¿Ahora si me crees?- Hiro había hecho que todas las cosas del baño se empezaran a mover y flotar.

-¡Si! Si te creo, ¡pero para de hacer eso!- Hiro no puedo evitar soltar una leve risita antes de volver a chasquear los dedos.

Después de eso ya no se escucharon más gritos del baño, el silencio permaneció por unos minutos. Hasta, que para alivio de Hiro, la perilla giró y la puerta se abrió lentamente.

-Hiro ¿verdad?- pronunció débilmente

-Si.

-¿Hiro cuanto?

-Los ángeles no tenemos apellido, solo necesitamos una palabra que nos identifique, en este caso, el primer nombre de nuestra vida pasada.

Sakuno salió del baño para dirigirse de vuelta a su habitación, aun demasiado confundida para comprender lo que había pasado. El joven la siguió.

-¿Estas bien?- pregunto él

-Eso creo… ¿Por qué me buscas? ¿Qué es lo que quieres de mi?- llegando a su habitación

-Pues, no es solo a ti a quien “busco”, se supone que ustedes no deben saberlo, es mas, tu no deberías saber de mi existencia, pero…- lo interrumpe

-¿Por qué?

-Porque puede que esto altere el destino, cosa que dudo, pero podría provocar alguna alteración… no es tan grave- cerró la puerta tras de si

-¿Destino?- sentándose en su cama

-Si, Ryoma y tú… están destinados a estar juntos.

-¿Conoces a Ryoma?

-Empezaré por lo mas básico… - suspiró -tú le gustas a Ryoma.

-¡¿Qué!?

-Sssshhhhh, silencio –levantó un dedo para que Sakuno se callara, se quedó inmóvil- tu abuela viene para acá.

-No puede ser ¡escóndete!

-¿Qué?

-¡Escóndete!

-¿Para que? Si puedo…- ambos callaron, la perilla de la puerta estaba girando

-¿Sakuno?- Sumire apareció detrás de la puerta

-Ho…hola abuela- estaba pálida, miró donde Hiro estaba, pero para su sorpresa no había nadie, recorrió con la mirada cada rincón de la habitación, ni rastro de él.

-¿Pasa algo? Te escuche gritar varias veces.

-Ah no, todo está bien… es que tuve una pesadilla.

-Bueno, será mejor que te vistas o llegaras tarde a clases, aun te queda tiempo, apúrate.

-Lo haré.

-Estaré abajo preparando el desayuno- cerrando la puerta. La chica suspiró

-¿En que estábamos?- Sakuno llegó a saltar del susto. Se volteó hacia la cama, de donde venia la voz, y ahí estaba, El ángel permanecía sentado sobre el colchón.

-Co… ¿Como hiciste eso?

-Ya no hay tiempo, debes cambiarte.

-No pienso vestirme hasta que me hayas aclarado todo lo que me has dicho- cruzándose de brazos

-Te lo diré, en el camino, Hora debes apurarte- Sakuno dudó -te lo contaré todo, hasta el ultimo detalle.

-Esta bien, pero ¿me juras que me explicarás cada cosa? Como el hecho de que le gusto a Ryoma, ¿y hasta lo de tu vida pasada?

Esa última pregunta le incomodo bastante a Hiro, después de pensarlo un buen rato respondió:

-Lo juro.

Continuará...

 

Re: Ayuda Divina

ola! solo queria agradecerles por postear mi fic, q weno q les este gustando
quiero decirles que pronto comenzará a aparecer ryoma
es q primero tngo q explicar un poco la historia de hiro ^^
pero pronto comenzaran los planes para unir a la pareja :) y todo se volverá mas ineteresante
solo tenganme pasiensa si?
gracias cuidense toas, bye!

 

Re: Ayuda Divina

olyyyy!!
volvi :) y con conti!

Capitulo 4: “Confianza”

Se encontraba en el baño duchándose, era un poco torpe para lavarse el cabello. Su mente solo se concentraba en tratar de asimilar esas raras ideas que daban vueltas en su cabeza.

-¿Saku?

-¡Hiro!- se sobresaltó, a pesar de estar tapada por la cortina, se sentía incomoda con un hombre en el mismo baño -¿Qué haces aquí?

-Te traje una toalla, estabas tan despistada que no te la llevaste contigo.

-Ah, gracias… ¿Hiro?

-¿Si?

-¿Qué es eso de tu misión?

-Ah, bueno. Hay varios como yo, pero no somos cualquier ángel, somos los que fuimos elegidos por Dios para ayudar a completar el destino de las personas –Sakuno apagó la ducha para escuchar mejor-, todas esas personas casadas, están así porque así estaba “escrito”.

-Pero si están destinados para casarse ¿Por qué necesitan de su ayuda, si el destino ya dice que terminarán juntos?

-Es que no es estable. Siempre puede ocurrir algo, siempre puede cambiar algo. Ahí es cuando entramos nosotros, gracias a nuestros “dones” podemos hacer que ese cambio no altere el destino.

-¿o sea que harás flotar las cosas para que…?- con tono burlón

-¡Ese era solo un ejemplo! Jamás haría eso en público.

La de trenzas comenzó a procesar todo lo que había escuchado, y de repente se le vino algo a la cabeza.

-¿Eso quiere decir que Ryoma y yo…?

-Si. Si lo están

-¿O sea que estaremos juntos para siempre?- su corazón comenzó a acelerarse

-A menos que ocurra algún incidente, entonces ahí yo entro en acción para hacer que este cambio no sea tan drástico para separarlos.

-Humm… Hiro, voy a salir ¿podrías darme la toalla?

-Claro- un brazo mojado apareció de la cortina para recibir la prenda.

-Gracias, pero ahora tienes que irte.

-¿Por qué?- inocente

-Porque voy a salir ¡Y estoy semidesnuda!

-Ah, perdona. Adiós.

-Pero vuelve cuando esté lista.

Hiro sonrió con dulzura

-Claro- y salió por la puerta

Después de eso Sakuno se sintió lo suficientemente segura para salir de la tina. Abrió la puerta del baño mirando para todos lados, entró en su habitación, tampoco estaba allí.

Suspiró. Cerró la puerta detrás de si y busco su uniforme para vestirse.
Cuando ya estuvo lista esperó a Hiro, pero este no regresaba y ya se hacia tarde. Se hizo sus dos trenzas tan características de ella y salió de la casa. No se dio cuenta de que no tomó desayuno, pero es que ahora lo único que quería hacer era ver a Ryoma. Ahora que sabía los sentimientos del chico sentía que todo seria diferente.

Al salir de la casa pudo divisar al de vestimenta blanca esperándola con una sonrisa apoyado sobre la reja. Pero este borraba su sonrisa conforme ella se iba acercando.

-¿Sucede algo?- preocupada

-¿Por qué te hiciste las trenzas? Te ves mucho mejor sin ellas- casi regañándola

-Me gustan, y nada hará que cambie de opinión.

-Como quieras- encogiéndose de hombros –vamos- abriendo el portón de reja invitándola salir.

-¿Qué pasa?- preguntó él

-Etto… yo creí que… bueno, como eres un ángel, que me podrías llevar volando al colegio. Para no llegar tarde.

-Ah, lo siento… pero no puedo hacer eso.

-¿Por qué? Tampoco quisiste mostrarme tus alas cuando te pedí que lo hicieras como prueba.

-No es que no quiera… es que no puedo.- ahora sus ojos estaban en blanco, y su rostro reflejaba una clara decepción.

-¿Por qué no?

-Esto de las alas es una gran responsabilidad, y solo los que son lo suficientemente maduros y con experiencia podrán sacar sus alas al fin. El problema es, que una vez que lo hayan hecho, nunca más podrán volver a “guardarlas”. Las alas permanecerán afuera siempre. Por eso se requiere de una gran responsabilidad.

-Ah, pero de seguro que pronto podrás sacarla.

-No lo creo, ando caminando de lo mas normal por las calles de Japón, obviamente así Dios no me permitirá sacarla. Y por más que lo intente, mis alas no van a salir hasta dentro de varios años o quizá nunca pueda sacarlas- sus ojos tristes se pasaron en los carmín de ella –tengo un amigo, Shuto. Tiene mas de dos mil quinientos años, recién pudo sacar sus alas hace un mes.

-Cu… ¿Cuántos años tienes?

-¿Cómo ángel? Tengo como trescientos años apenas.

-¡¿Apenas?!

-Trescientos años no es nada.

-¿Y por que te ves de mi edad?- ante esa pregunta Hiro cambió su expresión de tristeza a una completamente seria.

-Porque tenía 16 años en mi vida pasada- dijo rápidamente -antes… de morir.

Sakuno se sintió culpable, este tema lo había puesto ella. Iba a decir que ya debía irse, pero él actuó primero.

-Tenemos que irnos.

-¿Tu también iras al colegio?- sus ojos se pusieron como plato

-Claro, me haré pasar por un alumno nuevo.

-¿Y tu ropa?

-No hay problema con eso- entró a un callejón sin salida no muy lejos de allí. Tardó medio segundo para salir con el uniforme de la academia Seigaku.

-Vaya, hace trescientos años que no usaba zapatos. Se siente raro- Sakuno rió

-Vamos- le dijo ella –estoy ansiosa por ir, será muy emocionante.

Hiro también rió por lo bajo

-Si- dijo este -te llevaras varias sorpresas

Continuará...

ola! queria decirles q en el prox. capitulo irán a seigaku y comenzará la verdadera accion xD jeje
cuidense bye!

 

Re: Ayuda Divina

q tal gaias? xD
aqui stoy d nuevo con conti
enjoy!

Capitulo 5: “Como un humano”

Mientras caminaban Sakuno pensaba en que pregunta sería la más fácil para seguir con las demás que se formulaban en su mente.
Después de pensarlo decidió la más sencilla, que también era la que más le interesaba saber en ese momento.

-¿Cómo es eso de que le gusto a Ryoma?- comenzó

-¿Qué es lo que no entiendes?

-Es que él nunca ha mostrado esta interesado en mí, apenas me habla y casi única me mira- explicó ella

-Que sea demasiado orgulloso, egocéntrico, frío e indiferente no significa que no tenga sentimientos.

Sakuno vaciló.

-Por eso mismo estoy aquí- siguió él –al parecer la actitud de tu amado no es la más apropiada, es por eso que me mandaron a salvar su relación tan temprano. Normalmente protejo a parejas de los 18 en adelante.

-O sea que si Ryoma no madura…- su semblante se puso triste

-No te preocupes- se volvió hacia ella con una gran sonrisa –yo me encargaré de todos, además… -la sonrisa se hizo mas grande –me divertiré mucho con ustedes dos ¡Será emocionante! Y aún más ahora que me puedo hacer pasar por un humano y conversar con ellos.

Sakuno le miró con los ojos entrecerrados, este se emocionaba demasiado ante esa idea. Entonces algo la desconcertó.

-¿Hiro?- rascándose la cabeza confundida

-¿Si?

-Si desde antes que yo te descubriera igual te paseabas por las calles como un humano ¿Por qué no hablabas con nadie?

-Porque no está permitido, al igual que hacerme “visible” para la gente. Peo ahora que iré al colegio no puedo no hablar con nadie, sería considerado autista.- se rió ante aquel pensamiento

-Pero si acabas de decir que no podías hacerte “visible” ¿Por qué lo hacías?

-Porque no me gusta ser “invisible”- susurró, ahora mucho más serio

Llegaron a la Seigaku. Hiro dijo que sabía como hacer para que lo aceptaran en la academia y todas esas cosas. Y también le advirtió que no iría a la misma sala que ella, le dijo que iría a la de Ryoma para así poder acercarse a él también.

Se despidieron y casa uno fue a donde debía.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Había decido oficialmente que esa era la clase de inglés mas aburrida de la historia de los tenistas. Ryoma Echizen estaba que se dormía de aburrimiento. O peor aun, muriendo de aburrimiento.
Miraba al profesor con furia y sueño. Sus ojos, medio entrecerrados por el cansancio, los seguían mientras este se paseaba por la sala, querían asesinarlo.

Con los brazos extendidos sobre la mesa y la espalda encorvada hacia delante intentaba no quedarse dormido de nuevo.
Pero el aburrimiento ganó territorio, al igual que el sueño. Cerró sus ojos y se quedó profundamente dormido dándose un cabezazo contra la mesa, pero sin antes susurrar unas débiles palabras para el profesor.

-Púdrase.

El hombre se vio interrumpido por el llamado de la puerta. Al abrirla se encontró con la inspectora, y a su lado un chico de ojos amarillos que cargaba una mochila negra.

-Ha llegado un alumno nuevo- le dijo la señora

El profesor miró al chico extrañado, quien le dedicaba una cálida sonrisa.

-¿En Agosto?

-Es de estos chicos que van cambiando de escuela constantemente, sus padres viajan mucho- aclaró ella

-De acuerdo. Entra muchacho, no seas tímido- él obedeció -muy bien chicos, tenemos un alumno nuevo, se llama… - su boca quedo abierta

-Kintei… Hiro Kintei.

Tuvo que inventarse un apellido a la rápida en la sala donde se registró. Pensó en poner el apellido de cuando era humano, pero luego se rehusó. Eso le traería demasiados recuerdos, ya era suficiente con mantener el mismo nombre.

Ryoma apenas se daba cuenta de lo que pasaba en la sala, y mucho menos de que un alumno nuevo ahora se sentaba detrás de él.

Hiro saludó a la chica con la que le tocó sentarse, esta estaba embobada. Con un gran esfuerzo pudo juntar las letras y decir por lo menos como se llamaba. Su nombre era Eirin. Tenía el pelo muy oscuro, casi negro, que le llegaba a los hombros. De tez morena y tenía unos bellos ojos claros.
Su nuevo compañero de puesto se dio cuenta del estado de Ryoma. Frunció el ceño, el peliverde casi que roncaba, tenía la frente apoyada en la mesa, los brazos tirados sobre esta y con la boca semiabierta.

-No puedo creer que Saku se haya fijado en…”eso”- susurró antes de tocar con mucho cuidado el hombro derecho del dormido.

Al hacerlo, Ryoma despertó de golpe, como si se hubiera despertado de una pesadilla, pero sin gritos.
Se fregó los ojos e intentó mantenerse despierto de nuevo. Hiro trataba de aguantarse la risa tapándose la boca, le encontraba patético. Ryoma parecía ebrio.

-¿Cómo hiciste eso?- preguntó Eirin –tiene el sueño muy pesado.

Hiro se encogió de hombros y prestó su atención al profesor. Aunque ya no fuera importante saber ingles a esas alturas de su “vida” le emocionaba ver que podía estar en un curso de nuevo. Pero esta vez sería diferente.
Sería otra persona. Ya no sería invisible para nadie. No de nuevo.

Continuará...
bye! =)

 

Re: Ayuda Divina

ola! gracias por los comentarios, en verdad me animan a seguir n.n
pasaba para decirles que les pondre la conti en unas horas mas
asi q preparense xD
cuidense gayas bye!

 

Re: Ayuda Divina

ola! weno aqui les traje la conti como les dije
ojala q les guste y no olviden q sus comentarios son mi motivacion^^

Capitulo 6: “Que raro es”

Había olvidado lo latoso que era tomar apuntes, y aunque le emocionaba volver a un colegio no logró sacar nada importante de lo que los profesores decían.
Le pregunto a Eirin si podía anotar algo de lo que ella había hecho para no tener el cuaderno vacío. Ella acepto gustosa.

En cada recreo Hiro se juntaba con Sakuno, pero ella no podía hacer preguntas porque él solo hablaba de lo genial que era poder hablar con humanos. En este caso, con Eirin.
Le dijo que no sabía como Ryoma no quedaba repitiendo cada año, se dormía todas las clases y ya se había aburrido de despertarlo tocándole en el hombro, cuello, cabeza y espalda. Sakuno también quería verlo, pero este se iba a la azotea a dormir.
Cuando se acabaron las clases de ese día el ángel buscó de nuevo a la de trenzas, pero no la encontró. Salió afuera, tampoco la vio. Entonces se acordó.

Se dirigió a las canchas, y allí estaba con Tomoka viendo a Ryoma jugar. Eso le molestó.

-¡Saku!- caminó hacia ella con paso fuerte

-Hola, Hiro- sin quitar la vista de las canchas

-¿Qué haces aquí?- medio serio

-Veo los partidos de Ryoma, nunca falto a ninguna de sus prácticas- lo decía como si estuviera orgullosa de eso.

-No, Saku. Desde ahora nunca más volverás a venir a sus prácticas.

-¿Qué?- sus ojos ya no se fijaban en el partido, sino en los ojos del ángel.

-Tienes que dejar de hacer esto. O si no él se acostumbrará. Tienes que hacer que le te busque, no estar siempre donde el esté. Que él vaya por ti ¿Entiendes?

-Creo.

-Entonces, tampoco le prepararás más comida y no lo felicitarás cuando gane un partido ¿Y por que no?- haciendo señas para que ella respondiera.

-Yo… no se.

-¡Porque no volverás a ir a ninguna de sus prácticas! ahora ven conmigo- la tomó de la mano

-¿A dónde vamos?

-No lo sé, a tomar un helado- y se la llevó.

Obviamente que esta escena fue vista por unos grandes ojos color ámbar, solo que nadie se dio cuenta.
En una pequeña heladería, no muy lejos de allí, Sakuno y Hiro hablaban. Pero la castaña se sentía incomoda.

-Me siento mal, siento… que le estoy fallando al faltar a sus prácticas.

-Saku, tienes que entender. No puedes estar siguiéndolo para todos lados, o sino él pensará- agravó su voz para imitar la del tenista -¿Para que le pregunto si cuento con ella para que me apoye en mis practicas mañana? ¿Para que le agradezco por haberme felicitado? Total, siempre lo va a seguir haciendo.

-¿Eso es lo que piensa?- se entristeció y Hiro lo notó

-¡Uf! Ya no lo soporto- se sacó los zapatos y calcetines -¡Mucho mejor!- moviendo los dedos de los pies.

Sakuno rió divertida.

-Eres tan raro- rió

Y así siguieron hablando y riendo por media hora.

-Creo que deberíamos irnos- sugirió Hiro

-Muy bien.

Pagaron los helados y tomaron rumbo.

-¡Esperen!- les llamó el señor que los atendía -olvidaron sus… ¿zapatos?

-¿Ah?- Hiro miró sus pies descalzos -Ah, claro- y corrió hacia la heladería -muchas gracias- tomó los zapatos y se fue con Sakuno.

El señor los vio extrañado mientras caminaban.

-Que raro es- dijo

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

El día pasó bastante rápido, Sakuno hizo sus tareas, comió con sus padres y su abuela y después se quedó encerrada en su cuarto hablando animadamente con Hiro.
A la noche él se fue para que Sakuno se cambiara. Cuando lo hizo se metió a la cama e intento dormirse.
Pero algo le incomodaba. Se sentía observada.

Se giró dentro de la cama y se encontró con unos brillantes ojos en la oscuridad, eran como los de Ryoma, pero más amarillentos.

-¡Hiro!- sobresaltada -¿Cuando volviste?

-Hace poco.

-Pues vete porque no puedo dormir si me observas de es manera. Anda a ver a Ryoma, no lo se. ¡Sólo vete!

-¿Por qué?

-¡Porque me incomoda!

-Ah, bueno- y sus ojos desaparecieron

La ojicarmín se sintió mejor, se acomodo en el colchón y cerró los ojos. Pero la sensación permanecía, era algo que llenaba aquella habitación oscura. Abrió los ojos, y los del ángel de nuevo estaban allí.

-¡Hiro!

-Es que… Ryoma ronca mucho cuando duerme… y no me gusta.

-Pues entonces anda al cielo, conversa con Dios ¡No lo se!

-Como quieras- y los ojos volvieron a desaparecer

Sakuno hizo una mueca de desconfianza, prendió una pequeña ampolleta cerca del respaldo de la cama y no pudo creer lo que estaba viendo.

Hiro estaba sentado en la silla del escritorio con los ojos cerrados.

-Tonto.

El chico abrió un ojo producto de la luz. La vio enfurecida.

-¡Esta bien!- levantó las manos en modo de defensa -Ya me voy- y se fue por la puerta.

Sakuno sonrió triunfante al ya no sentir la extraña sensación en el cuarto. Apagó la luz, esperó un rato para comprobar que su amigo no volviera y así sucedió. Entonces, pudo dormir en paz.

Continuará...