Microrrelato Avión de papel.

26/06/15, Viernes.

“Hoy es un Viernes más, otro día de la semana, mes, año. Es otro repetitivo amanecer. Pensar, recapacitar en que al fin y al cabo, todo es igual, todo lleva a lo mismo. Puede ser una conclusión muy lógica y discutible, lo admito, pero cada día que pasa me doy cuenta de ello.

“Infinitas posibilidades en un nuevo día”, “nunca puedes saber qué pasará mañana”, yo te diré qué ocurrirá. Que pensaré en ella otra maldita vez, volveré a recordarla, a recordar esa voz que adoraba por todo lo alto, esas ironías que solo ella conseguía que no me enfadaran. Podría seguir hablando y hablando como un loco enamorado, podría aburrir a cualquiera con ese discurso en el que me enrrollaría como un gran tonto. Los típicos pensamientos de un chico en ese estado, nada nuevo.

Aunque, qué podría decir... Las cosas que le quise expresar son metafóricamente como aviones de papel. Sí, de esos tan fáciles de obtener mediante una simple hoja de papel, la cual con sencillos dobles, resulta dicha figura. ¿Pero, a que ese avión se rompe con facilidad? Tal como un error, un error que puede costar fatal, caro, cualquier adjetivo con significado parecido.

Tantas cosas que decir, tanto papel para escribirlas, tantas ganas de hacerlo, pero a la vez pocas de recordar más, más y más. Esto es experimentar algo nuevo en el cuerpo, en la mente, en el pecho... Sentir como late cada día más acorde a los sentimientos, pero sobre todo, sentir algo que incita tristeza, desgana. Sí, ese sentimiento lo produce la ausencia de la persona que te hizo creer únicamente afortunado.”