-Es terminal- dijo mi doctor con suma tristeza en su viejo rostro Sentí como se derrumbaba mi perfecto mundo lleno de alegría y amor ¿Qué pasaría con mi vida? Mis padres…ellos han luchado tanto por mí, siempre me apoyan y me cuidan, ¡Que esfuerzos tan grandes tuvieron que hacer para darme educación! Mis amigos… ellos y yo compartimos tantas cosas juntos ¡Juramos ir a la universidad! Mis metas… no, ya no tengo metas, moriré antes de cumplirlas… -Joven-Escuché decir al doctor -S…si—no me había dado cuenta, brotaban lágrimas de mis ojos -Aún puede disfrutar de la vida unos cinco o seis años más con tratamiento—una triste sonrisa adornaba sus facciones maduras Al escuchar eso mi expresión de dolor cambió, ¡Aún hay tiempo!... …Viviré feliz hasta mi último día
El optimismo para enfrentar cualquier adversidad es vital para no derrumbarse. No importa cuánto tiempo le quede, lo importante es que se esfuerce por ser feliz tanto como pueda en ese tiempo y ver que la vida aún puede regalarle muchas satisfacciones. Lindo relato. Saludos.
Debe ser difícil que te digan eso… por otro lado la decisión que tomó él fue realmente sabía “Aún hay tiempo” ¿Tiempo para qué? ¡Para todo! No se dejó entristecer al saber su verdadero estado, no dejo que la depresión lo derrumbara. El tubo un pensamiento positivo, aún hay tiempo para pasársela genial con los amigos, decirles a sus padres cuanto les agradece el haber sido tan amorosos con él; los que nesecitaria en el futuro cuando sienta que flaqueé . Agradecerle a sus amigos por su verdadera amistad y el apoyo que han sido ellos en su vida. Y, tal vez no podrá hacer algunas metas, por el corto tiempo que tiene, pero puede crear nuevas y seguir adelante.