One-shot de Pokémon - Ash vs Red... Una batalla de titanes.

Bueno, aquí un fic de Acción/ Épica. Otra cosa, el Ash que aparece en el fic es el de Kalos, pero el de la imagen es el de Unova. Pero de todos modos es Ash, así puse esa imagen porque fue a que más me gustó.



Una batalla de titanes.
(Universo alterno)

Una simple pelea de dos deidades había generado que dos dimensiones chocaran. Arceus, quien trataba de separar a los pokémon del tiempo espacio de Sinnoh, al enterarse de lo que había pasado decidió dejar que ambos pokémon siguieran peleando. Giratina, que en algún lugar del tiempo espacio, le había avisado de las consecuencias al mismísimo Arceus.

—Por culpa de la pelea de Dialga y Palkia, las dimensiones 38 y 68 han colapsado, estrellándose y creando un agujero dimensional delante de las contrapartes de un solo ser, trayéndolas al campo de batallas de la vía láctea. —explicaba telepáticamente muy serio otra de las deidades, Giratina.

— ¿A qué te refieres? —preguntó un poco confuso a un costado de la pelea que se llevaba a cabo en alguna parte de la región de Sinnoh.

—Sí, Ash Ketchum de la dimensión 68 y Rojo Red, de la dimensión 38. Por alguna razón aparecieron ellos ahí, y no se llevan nada bien. ¿Qué hacemos? —preguntó, mirando la situación desde una pantalla de luz.

—Vaya, Ash vs Rojo, quien lo diría, esto estará interesante, —pensó para luego decir— Nada, voy para allá, quiero ver esto con mis propios ojos. —dijo antes de desaparecer, dejando a las deidades peleando y mientras él aparecía delante de Giratina.

—Arceus, ¿qué hacemos? —preguntó, pero ahora hablando, mientras miraba la escena donde Ash y Rojo estaban en el medio del campo de batalla con ambas manos estrechadas, para probar quien tenía más fuerza—. Yo me encargo. —dijo el pokémon, posteriormente, desapareció.

— ¡¿Qué te parece si lo arreglamos con una batalla pokémon?! —preguntó Rojo, levantando el tono de voz.

—¡¡Pika pi!! —el inicial de Ash, apoyó esa idea al igual que su entrenador.

— ¡Claro! —contestó el ojimarron, posteriormente a esto, ambos se soltaron y pusieron camino a sus lugares en el campo. Pero el pokémon dios, Arceus, apareció enfrente de ambos. Éstos estaban por empezar su batalla, pero esa aparición los detuvo.

— ¡Arceus! —habló el azabache impresionado al ver al pokémon creador de todo.

— ¡Pika pi! —el inicial del azabache estaba igual de sorprendido.

— ¿Arceus? —preguntó Rojo, confuso, ya que él no conocía al pokémon ese, lo había visto en revistas, pero jamás en persona.

—Ash, Rojo, seguramente se preguntaran por qué ambos están aquí. ¿Verdad? —terminó con una pregunta.

—Bueno… Al principio, —dijeron ambos al unísono—, ¡¡Pero eso ya no importa!! —volvieron a hablar al mismo tiempo para luego mirarse con rivalidad. Ambos tenían una mirada de odio profundo hacía al otro.

—Se los explicaré… Dos pokémon, deidades del tiempo espacio, tuvieron un encuentro y diría que fue más que eso, ya que tuvieron una batalla. Alterando el espacio tiempo. Esto causó que la dimensiones 38 y 68, que son de las cuales provienen ustedes, colapsaran, creando un agujero dimensional delante de ustedes, y trayéndolos a ambos aquí.

—Sí, tiene algo de sentido… ¡¡Pero eso no importa!! —dijeron para volverse a mirarse con antagonismo.

—¡¡Pika!! —el pokémon amarillo también sentía odio hacía la contraparte de su entrenador.

—Arceus, no solamente se alteró el espacio tiempo. —el pokémon dios escucho la voz de su otro compinche.

— ¿A qué te refieres? —preguntó, aún más confuso.

—Sí. Los pokémon de ambos se alteraron, trayendo solamente a sus iniciales. Es como si fuese que el destino quiere que ellos pelearan, con su primer pokémon. —Dijo telepáticamente, haciendo deducciones.

—Vaya… Esto se pone cada vez más interesante. —habló telepáticamente el dios de los pokémon.

— ¿Qué estás hablando? —preguntó la divinidad, al escuchar la oración del su superior.

—Si el destino quiere que peleen, dejemos que peleen. —contestó a su pregunta sin inmutarse.

—Pero, señor, si dejamos que peleen, alteraran la continuidad del espacio tiempo. —Giratina insistió para parar esa pelea.

—El espació tiempo se alteró en el momento en el que Dialga y Palkia se enfrentaron. —sentenció el pokémon divino, y posteriormente decidió cortar la comunicación, para luego mirar a ambos entrenadores. Aún estaban esperando, pero se miraban con un odio tremendo.

—¡¡Escuchen!! —llamó la atención de los entrenadores, a lo que ambos miraron a la deidad—. A medida que pasó el tiempo, entre las miles y miles de dimensiones que hay, excepto las de ustedes, ha trascendido la pregunta de; ¿quién era mejor de estas contrapartes de estas dos dimensiones? Básicamente, armaron una revolución entre todas las dimensiones. Han salido mangas y animes de ustedes como personajes principales. Así que la gente de todas las dimensiones, se ha preguntado, quién era mejor, Ash Ketchum o Rojo Red. Lo único que puedo deducir es que, el destino se cansó de esto e hizo que se encontraran aquí para sacarse las dudas de quién es mejor. En teoría, será una batalla de uno contra uno, el ganador se gana el respeto de todas las dimensiones, y se considerará el mejor de ambos. Posteriormente regresarán a sus respectivas dimensiones. —hablaba la deidad, para luego decir—. Además no tienen de que quejarse ya que ambos solamente batallaran con sus iniciales, ya que a esos los entrenaron desde que salieron a su viaje. Así ninguno estará en desventaja. —sentenció.

— ¡Estoy de acuerdo! —dijeron ambos para luego mirarse con enemistad. Al igual que Pikachu apoyaba al azabache.

—¡¡Entonces, que la batalla comience!! —el pokémon que hacía de árbitro dio comienzo a la batalla, mientras se situaba en un lateral del dicho campo.

El supuesto campo y el lugar donde se encontraban no era nada más y nada menos que el espacio exterior, pero a diferencia de éste, en ése lugar se podía respirar. Se podían apreciar planetas, cuerpos celestes entre otras cosas que componen el universo.

— ¡Charidzar, yo te elijo! —Red, llamó a su inicial al campo de batalla.

— ¡Pikachu! Al campo de batalla. —Ash le pidió a su compañero más viejo, que vaya al campo—. Demostraremos que somos los mejores.

Ambos pokémon se miraban con el mismo sentimiento que sus entrenadores tenían hacía el otro.

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— ¡Llamarada! —ordenó el de vestimenta roja con cierto enojo. Su pokémon obedeció, y el pokémon largó una llama de su boca, era muy potente y a medida que avanzaba creaba una onda expansiva.

— ¡Contrarréstalo con cola de hierro! —ordenó el azabache, a lo que a su pokémon le brilló la cola mientras corría hacia el ataque del oponente y atacaba a éste con una impetuosa cola férrea, regresándole la llamarada, pero no sin hacer que Pikachu retrocediera por los aires por la explosión que causó el contacto entre los ataques.

Mientras el pokémon amarillo reculaba a unos metros de altura, el ataque de Charizard se le regresaba, a lo que su entrenador le ordenó.

— ¡Esquiva y golpea a Pikachu con ala de acero! —el pokémon volador fuego, esquivo su propio ataque y trazó una línea recta en su vuelo para golpear a Pikachu con dicho ataque. Mientras el pokémon de Rojo se dirigía al de Ash con velocidad, el azabache le ordenó.

— ¡Defiéndete con cola de hierro! —cuando llegó el momento de contacto, Pikachu lo esperaba con su cola brillosa mientas caía de los aires, cuando el pokémon volador llegó con su ala brillosa, sus ataques hicieron contacto, creando una fricción entre los dos metales. Los ataques eran tan potentes que el mismo rose hacía que despidieran una cantidad inigualable de chispas de fuego. Ninguno cedía, pero el mismo contacto de ambos ataques creo una explosión enorme, que mando a volar a ambos pokémon a los pies de sus entrenadores.

— ¿Estás bien Pikachu? / ¿Estás bien Charizard? —preguntaron sus entrenadores al mismo tiempo, pero ambos pokémon asintieron, y se levantaron para luego posicionarse en el campo de batalla.

— ¡Cuchillada!—ordenó, al ver que su pokémon podía batallar. El pokémon de color naranja, se dirigió al Pikachu con unas garras brillosas muy grandes, para atacarlo.
— ¡Ataque rápido y tacleada de volteos, esquiva y golpea! —decretó a su pokémon, éste lo hizo, empezó a correr hacía el pokémon que se le acercaba, mientras el corría, un manto de color blanco mesclado con amarillo, se fusionaba con el inicial del ojimarron.

Llegó el momento en el que las arremetidas estaban a unos metros del otro pokémon, mientras el Charizard trataba de atinarle con su ataque, pero en ese segundo Pikachu con su inigualable velocidad, gracias a los ataques combinados, lo esquivó y propinó una envestida muy potente a Charizard, que en el momento del impacto unas flamas de color amarillo y gris se hicieron presente, junto con una onda expansiva para luego mandarlo a volar hacia una de las paredes “invisibles” del aquel “campo de batalla”.

—¡¡Charizard, no!! —dijo el portador del ya nombrado pokémon, mientras se sujetaba la gorra para que no se le volara, y anonadado por la fuerza que impactó contra su amigo. Pero ese Charizard no se rendiría tan fácilmente, así que se volvió a poner de pie, con un poco de dificultad. — ¡Es hora! —dijo, mientas Ash, al igual que Red se sostenía la gorra, pero estaba un tanto confuso por lo que había dicho éste último. El pokémon entendió y se volvió a posicionar en el campo de batalla y Rojo dijo. — ¡Mega evoluciona! —gritó con todo su corazón.

Por parte de Ash, debido al odio que le tenía aquel chico, no se había dado cuenta de la presencia de las piedras de la mega evolución; que una de ellas estaba en la muñeca del entrenador y la otra en la muñeca de Charizard.

—Vaya, me había olvidado que Rojo tenía las piedras para mega evolucionar a su Charizard, supongo que Ash está en desventaja, pero ahora no puedo hacer nada. Veremos cómo reacciona Ash ante esto. —Pensó Arceus mientras observaba como una luz blanca se apoderaba del entrenador y del pokémon, y para cuando esto terminó, se podía apreciar a un Charizard totalmente diferente, éste era negro con azul y un fuego de éste último color salía por los laterales de su boca. Cuando terminó su transformación dio un rugido, tratando de intimidar a Pikachu, pero no lo logró.

—No esperaba que pueda mega evolucionar. —dijo Ash, un poco impresionado.

—Te diste cuenta que estas en graves aprietos, ¿verdad? —preguntó Red, con cierto ego a su oponente.

—No, supongo que eso hace las cosas más interesantes. Admito que me impresioné un poco, ya que nunca había visto a un mega Charizard. Pero si hablamos de derrotar a una mega evolución, Pikachu ya ha derrotado a un mega Lucario. La teníamos difícil en ese entonces, pero ganamos, supongo que aquí pasara lo mismo. —contestó indiferente para hacerlo enojar, aunque era verdad de que habían derrotado a un mega Lucario, para ser más exactos al de Corelia, pero mintió un poco, ya que en ése momento lo había hecho con ayuda de otros pokémon, pero el amarillo lo había derrotado.

—Te quieres pasar de listo. ¡¡Cola Dragón!! —ordenó enojado, ya se había hartado de la actitud del azabache, y eso había hecho que su odio hacía Ketchum aumentara más, y empezara a batallar por impulso.

—¡¡Aumenta tu velocidad con ataque rápido y repele con cola de hierro!! —conminó el azabache a su inicial.

Ambos pokémon se acercaban uno al otro con una velocidad tremenda, mientras que en el pokémon fuego volador una cola de escamas de color verde, se hacía presente, mientras que en Pikachu, mientras corría, un manto gris se hizo presente a su alrededor y su cola volvía a brillar nuevamente.

Conforme el tiempo se acortaba, ambos se acercaban, y cuando llegó el momento el amarillo saltó a unos diez metros de alto, el pokémon mega voló a la misma altura que su oponente, y al momento del encuentro chocaron sus colas, una y otra vez, y así estuvieron por un rato mientras caían, ambos pokémon se daban duro y parejo, ninguno cedía, y eso era debido que no querían defraudar a sus entrenadores. Pero ellos sabían que tarde o temprano, uno tendría que caer. Charizard sabía que si volaba, perdería la oportunidad de atinarle un golpe a Pikachu, así que se mantuvo firme junto a él, mientras caían.

—Vaya... Creo que los resultados son predecibles. —Pensaba Arceus, impresionado por la batalla épica que se llevaba a cabo en el campo de batalla de la vía láctea.

En otro lugar no muy lejos de allí, Giratina se encontraba pensando, y mirando la batalla.

—Ya entiendo, y sí, es verdad que estos dos han causado una revolución dimensional. Y Arceus quiere sacarse la duda, por eso los deja batallar. Pero ya puedo ver los resultados, me pregunto si Arceus los sabrá. —pensó para poner el cien por ciento de la atención en la batalla.

Ash y Rojo, estaban mirando las acciones de sus pokémon con un poco de Rabia, mientras éstos caían desde los aires.

—¡¡Acabalo!! —el entrenador de vestimenta roja, está perdiendo la calma al ver que un simple Pikachu que ni siquiera había llegado a su evolución final, le hacía frente a un mega Charizard. Pero después de todo, el ser simple, no era el caso de Pikachu.

Ambos pokémon estaban usando sus colas como si fueran espadas, y a medida que se golpeaban, ráfagas de viento plateado se hacían presente y mientras caían, la velocidad aumentaba. El tiempo había llegado a su límite, y ambos pokémon ya no descendían, se habían estrellado en “suelo” de “campo”, creando una explosión en el medio éste.

Pero ninguno cedía, ambos pokémon salieron con dificultad de la explosión, volviendo con sus respectivos entrenadores. Y a pesar de que en ambos se podía apreciar el cansancio, raspones y hasta sangre, ninguno quería dejar de pelear, ninguno quería ceder. Sus entrenadores les preguntaron a sus pokémon su podían seguir peleando, y estos asintieron.

—Es fuerte, pero no me dejaré vencer. —pensaba Ash, al ver el estado de su pokémon.

—¡¡Maldición, no puedo creer que un Pikachu le haga frente a un mega, y más al de un campeón!! —eso pensaba el dueño de Charizard, mientras sus ojos se hacían más grande y sus pupilas se achicaban y, al mismo tiempo su corazón se aceleraba, claramente estaba un poco desesperado.

—¡¡Lanzallamas!! —ordenó Red, su pokémon asintió y lanzó un potente ataque del ya nombrado.

— ¡Electro bola! —Ordenó el ojimarron.

Un disparo de llamas azul oscuro salió de la boca del pokémon negro, mientras Pikachu formo una circunferencia tridimensional, echa de electricidad y la arrojó a su oponente.

Ambos ataques se acercaban unos a otros, pero determinado un punto del tiempo colisionaron, creando una explosión.

—¡¡Ala de acero!! —Red, enojado volvió a ordenar un nuevo ataque a su pokémon, este actuó y se dirigió volando a golpear a Pikachu mientras sus alas brillaban. Pero Pikachu no se movía, y eso era debido a que no Ash no le había ordenado nada.

—Todavía no… Espera… Espera… —cuando Rojo se percató de lo qué pasaba, ya era tarde—. ¡¡Evade la cola de acero y golpea con cola de hierro!! —sentenció el azabache.

A dos segundos de golpear a Pikachu, éste lo esquivó saltando, para poner su pata arriba del lomo del dragón, dar una media vuelta y golpear la cabeza del Charizard con su cola brillosa. Cuando el ataque del pokémon amarillo hizo contacto con el pokémon contrincante, una onda expansiva se hizo presente, para hacer que ambos entrenadores sujetaran sus gorras nuevamente, y luego bajar al pokémon volador al supuesto “suelo”, para así crear otra explosión, dejando una nube de humo que limitaba la vista de los entrenadores y del “réferi”.

Cuando la nube de humo se dispersó se podía apreciar a un Charizard con su forma original derrotado en el suelo del espacio tiempo. Para cuando su entrenador lo vio, se arrodillo en el suelo, en señal de derrota.

— ¡Charizard ya no puede continuar, el ganador es Pikachu, por ende, el triunfador de ésta batalla inter-dimensional es Ash Ketchum! —pronunció la deidad más poderosa.

— ¿Cómo es posible… Que me derrotara? —se preguntó Red, mientras que guardaba a su pokémon para luego agradecerle. Arceus y Ash, que se acercaban a Red, el azabache con su Pikachu en mano claro está.

La deidad y Ash escucharon esa pregunta, a lo que la divinidad le respondió.

—Red, Tu y Ash son igual en varios aspectos, pero Ash demostró ser mejor que tú, debido a que desde que comenzó la batalla, Ash nunca perdió la calma, y se mostró más estratégico que tú. Para ser honestos, yo ya sabía los resultados desde la mitad de la batalla. Tus acciones fueron muy predecibles.

—Ya veo… —habló un poco decaído.

—Sabes, te daré un consejo. Tú en cierta parte de la batalla mostraste cierto ego, y te diré que no es conveniente que lo hagas, ya que las cosas que pasen a futuro serán contraproducente. Además, no es para que te sientas mal, ya que de las derrotas se aprende mucho más que de las victorias. Te lo digo por experiencia. —habló el azabache muy sabio.

—Tomas éstos consejos para crecer como entrenador, ya que lo que él dice es la pura verdad. —apoyó el dios omnipotente, mientras se elevaba un poco.

— ¿Qué pasará con nosotros? —preguntó Ash mientras miraba como la deidad se elevaba. Y Rojo ponía atención arrodillado en el “suelo”.

—Ustedes, que han causado una revolución dimensional, pero esos días han terminado, ya que en esta batalla que ustedes aceptaron, Ash Ketchum de la dimensión 68, demostró ser mejor que Rojo Red. Así terminamos esto. Ash, te has ganado el respeto de todas dimensiones restantes, debido a que ésta pelea se trasmitió entre todas ellas. —Dio a saber Arceus. Posteriormente decidió mandar de vuelta a sus respectivas dimensiones a los entrenadores que tanto alboroto hicieron entre tantas dimensiones del universo.

FIN


NdA: Bueno, seguramente a muchos no les gutara este One-Shot, ya que hay fanáticos de Red/Rojo. Había pensado en hacer ésta batalla un empate, pero, para ser honestos, el fanatismo hacia Ash y mi orgullo no me lo dejaron. Lo siento. Bueno solo espero que la batalla haya estado aceptable, y bien redactada. Y si les gustó like y comenten. Bye bye.

Otra cosa. Se me complicó un poco, debido a que no sabía si poner que ellos (Ash y Red), venían de “universos alternos” o “dimensiones”, pero me decidí por dimensiones, debido a qué si ponía que venían de universos alternos, supongo que habría otro Ash y otro Red, y no tendría sentido ya que solo un Ash iba a batallar al igual que un Red. No sé si me explico. Pero bueno, solo espero que se haya entendido el escrito y que les haya gustado.