Hola chicos, se que hace mucho tiempo que no entro al foro y no publico nada, las razónes son por que... 1. Perdi mi contraseña 2. Estuve corriguiendo unos fics que voy a subir 3. Estuve escribiendo otros nuevos Este es uno de los que he estado escribiendo y espero que les guste. ______________________________________________________________________ Este que subo hoy, es un poyecto de la escuela, en el que nos toco hacer una obra teatral en el que se hace un asalto real, espero que les guste y acepto todas y cada una de sus criticas. Asalto Durante la noche Laura y Alexa salen del banco, se dirigen al estacionamiento del centro para ir por él carro de una de las chicas, por otra parte unos ladrones las observan desde la penumbra. — Unas chavas acaban de salir del banco, por lo que veo ellas tienen mucha lana en su poder – Musito una joven morena con cara de no sé que, a un radio. — Ok Tere, no te preocupes, ¿Hay algún policía cerca? – Pregunto un joven moreno al que le apodaban “El Chino” — No, ni uno solo, dense prisa o perderemos la oportunidad de robarles todo el dinero y lo que tengan de valor – Ordeno escondida detrás de un arbusto en el parque al que se dirigían las muchachas ---- Mientras Tanto ---- — Laura mira cuánto dinero – Susurro una joven castaña mientras caminaban y observaba la belleza de los billetes que tenía en mano — No manches Alexa, es demasiado dinero – Comento una joven morena de cabellos azabaches que andaba al lado de la susodicha — ¡Que bueno que nuestros padres nos depositaron todo este dinero! – Dijo la joven sin prestar ni la más mínima atención a lo que su amiga le decía — ¡Escúchame Alexa! – Pidió algo desesperada tomando a su compañera por los hombros — Que bueno que nos depositaran y todo lo que quieran – Dijo sarcásticamente un tanto enojada — ¡¿PERO 10 MIL PESOS?! ¡Es demasiado, no debimos sacarlo todo de una sola vez! – Dijo la muchacha muy preocupada mientras ambas seguían paradas en la mitad de un gran pasillo en dirección al estacionamiento — ¿De que hablas? – Cuestiono la joven incrédula — ¿No tienes miedo de que nos asalten por todo ese dinero? – Pregunto Laura algo incrédula y soltando a Alexa de su agarre — Para nada, recuerda que esta ciudad es muy tranquila, como máximo veras borrachos como ese en la calle – Señala a Fabián quién hace de borracho — ¿Cuántas veces tengo que decirte que no te preocupes? – Musito confiada poniendo una mano en su hombro ---- Mientras Tanto ---- — Chino ¿Estás seguro de hacer esto? – Pregunto un joven moreno, de pelo castaño y algo chaparro a diferencia de su compañero. — Ah, ¡Como friegas Didier!, ¿lo harás o no? – Pregunto Chino mientras se ponía un pasa montaña y colocando su navaja en su pantalón — Ya que Chino, pero si nos atrapan te mato – Dijo Didier algo resignado — Ojala esto valga la pena – Pensó mientras se ponía una media en la cabeza y escondía su pistola en su chaqueta negra — ¿No mataremos a nadie o sí? - Pregunto nervioso, el otro joven lo viro a ver a su compañero con hipocresía — ¡¿Cuántas veces tengo que decirte que no vamos a matar a nadie?! – Cuestiono sumamente enojado tratando de mantener un tono de voz no muy fuerte mientras hacía ademanes con las manos — ¡Oye no tienes que gritarme!, pero ahora será mejor que vayamos o perderemos esta oportunidad – Dicho esto el joven comenzó a ver a sus “victimas”, las cuales estaban paradas frente al estacionamiento que se encontraba cerca de la casa de la cultura — Ok, tu a la alta y yo a la baja, cuidado y se te vayan a escapar, si intentan hacerlo, no dudes en dispararles sin piedad alguna, o por lo menos toma a una de rehén – Ordeno el joven mientras veía a sus presas platicar, justamente en el lugar correcto. — Tu aparecerás detrás de ellas, las tenemos rodeadas – Decreto Chino observando a sus “presas” quienes seguían hablando entre ellas, Didier salió por la una salida extra que se encontraba sobre la calle 39, corrió hasta llegar a la entrada del pasillo en el cual se encontraban las chicas. ---- Mientras Tanto ---- Entre la oscura noche mientras las chicas comenzaban a caminar nuevamente, de pronto se escuchan unos pasos en dirección a ellas, aparentemente al rededor de donde ellas se encontraban. — ¿Q-Que fue eso? – Tartamudeo Laura mientras daba un paso atrás, se volvieron a escuchar los pasos de una o dos personas, las cuales se acercaban a donde ellas se encontraban — Alexa, guarda el dinero – Pidió un tanto asustada la joven — ¿Tú crees qué…? – La joven se estaba imaginando varias cosas en ese momento, el miedo se estaba apoderando lentamente de ella y su compañera, quienes estaban algo asustada, ambas se encontraban paradas en la mitad del camino. — Alexa, creo que es mejor que guardes todo el dinero, tengo un mal presentimiento – Dijo Laura con un claro tono de alivio. — Creí que se trataba de algún ladrón o algo por el estilo – Comento Alexa con el mismo tono de voz que utilizo Laura anteriormente. De pronto una sombra apareció al final del camino que todavía les faltaba por recorrer — No tan rápido – Se escucho decir a una voz masculina, la voz de la persona que se encontraba delante de ellas, — Alexa vámonos – Laura toma la mano de Alexa e intentan correr en dirección a la salida para poder escapar, pero otra persona apareció delante de ellas bloqueándoles el paso — ¿A dónde creían que irían? – Pregunto otra persona que les impedía pasar — Rayos, nos tienen rodeadas – Dijo Alexa mientras daba un paso hacia atrás, las personas que las rodeaban se acercaban lentamente a ellas, Alexa acerco a Laura y le dijo algo en susurros, lo suficientemente bajo para que nadie más lo escuche — Laura, cuando ellos estén lo suficientemente cerca te daré la señal para que huyas, ve y busca ayuda que alguien llame a la policía, si encuentras a un policía mejor, pero no tardes, por favor – Ordeno la chica seria y preocupada — ¿Y que hay de ti Alexa? – Pregunto la joven en susurros — No te preocupes, yo estaré bien – contesto en voz baja, las otras dos personas se acercaban peligrosamente, cuando el segundo en aparecer (Didier) estaba lo suficientemente cerca Alexa pellizco a Laura y esta salió corriendo. — ¡¿Qué esperas? Persíguela! – Ordeno chino y el otro salió corriendo detrás de Laura, Alexa intento escapar también pero Didier estaba escondido y cuando la joven intento seguir corriendo la atrapo — ¿A dónde creías que ibas a ir? – Cuestiono el joven — ¡A donde no te interesa! – Dijo mientras se agarraba del brazo del tipo que la tenia atrapada — Mas te vale que nos digas la verdad si no quieres morir – La amenazo poniendo su pistola a un lado de su cabeza, chino llego de repente — ¿Donde está la otra? – Pregunto mientras recobraba el aire — Se escapo, pero no importa, seguro esta tiene el dinero – Dijo Didier mientras apuntaba con su pistola a la cabeza de la joven, quién se encontraba algo asustada por la situación en la que se encontraba. — Más te vale chaparral – dijo mientras le daba un fuerte golpe en la cabeza a la chica, quién se desmayo. ---- Mientras Tanto ---- Laura se había metido al parque del centro para esconderse y ahí tomo su teléfono y marco a la policía — ¿Hola Policía?… Si disculpe es que nos acaban de robar y agarraron a mi amiga como rehén… Fue en la calle 40 por 39 y 41… No, acaba de ocurrir, es más todavía están aquí… Tomaron mi amiga como rehén… Por favor vengan rápido – Pidió La chica lo más calmada posible, aunque hablo un tanto rápido, Laura se encontraba contemplando la escena desde una parte del centro, cerca de donde se encontraba una muchacha escondida entre arbustos, aunque no se había percatado de la presencia le aquella otra persona ---- Algunos minutos después ---- — ¿Encontraste el dinero? – Cuestiono aquel al que llamaban “El chino” — No, todavía no lo encuentro – Respondió el chaparro a su compañero mientras buscaba en el bolso de la joven anteriormente capturada, la cual ahora se encontraba “desmayada” dentro de una camioneta eco sport color blanco (La del profe Eliezer NA: hay que pedírsela prestada) — ¡Rayos, Perdimos el dinero y todo por tú culpa! ¡Maldito enano! ¿Por qué no le disparaste a la otra chica? – Grito el joven — No fue mi culpa, se me escapo – Respondió mientras abría la puerta del auto — Tenemos que meterla a la cajuela, ahí nadie podrá escucharla, ni verla – Dijo el joven alto mientras bajaba por la otra puerta, al bajar saco a la joven quien fingía un desmayo y comenzó a llevarla en dirección a la cajuela del automóvil — ¿Estás seguro de esto chino? – Pregunto dudoso el joven chaparro — Claro que si, de una u otra forma obtendremos el dinero que necesitamos, pediremos rescate – Contesto a la pregunta de su compañero — Pero eso ya es un secuestro – Comento Didier un tanto preocupado, una cosa es un robo ¿Pero un secuestro? Eso implica más tiempo en la cárcel, claro, si los lograban atrapar — ¿Acaso temes ser capturado, Didier? – Cuestiono una muchacha con cara de no sé que, quien recién aparecía por una de las entradas del estacionamiento — Tere, ¿Cuándo llegaste aquí? – Pregunto el joven — Eso no importa, dense prisa que la chica que se les escapo llamo a la policía y no les queda mucho tiempo – Musito seriamente la morena ---- Mientras Tanto ---- Unos oficiales de la policía acababan de llegar al parque, se encontraban hablando con Laura sobre lo que había pasado y si vio si sabía si se habían llevado a Alexa secuestrada. — Ya les dije que no se que paso con ella – Musito la joven mientras sollozaba por la angustia y el miedo que le causaba la situación en la que ella y su amiga se encontraban y temía por la vida de su amiga — Por favor dinos si viste si se llevaron a Juanita a algún lugar – Dijo el oficial Pablo Arzapalo — ¡Ya le dije que no se a donde la llevaron y no se llama “Juanita”! – Respondió la joven entre lagrimas entrando en negación — ¿Estás segura? Cualquier cosa cuenta, recuerda que la vida de tu amiga está en riesgo –Dijo seriamente la oficial María José Zárate mientras veía como la joven discutía con su colega — Ahora que lo pienso, creo que se la llevaron al estacionamiento – Contesto la muchacha mientras trataba de calmase y limpiaba sus lagrimas — ¿De casualidad no viste si salió algún coche de ese estacionamiento? – Pregunto el oficial — No ni uno solo a salido de ahí – Respondió la joven — Ok, en ese caso ve con nuestra compañera Julia a la estación de policía y haz una declaración de lo que paso – Le pidió la oficial y la joven accedió cumpliendo la orden, los oficiales fueron en dirección al estacionamiento corriendo, durante el camino sacaron sus pistolas, colocaron las municiones necesarias y ya estando a algunos metros de su objetivo prepararon las pistolas para comenzar un posible tiroteo — Pablo, ten cuidado de no herir a la chica, si ponen resistencia, no dudes en disparar, hagamos lo que podamos para salvarla – Susurro la oficial, quién se encontraba a cargo de la operación, a pesar de la distancia entre los oficiales y sus objetivos se podía escuchar la conversación de estos — Por lo que oí parece que el jefe ya llego, cuando tu digas – dijo el muchacho que se encontraba listo para la batalla — Tere, ¿Cuándo llegaste aquí? – Se escucho decir de la voz de un joven — Eso no importa, dense prisa que la chica que se les escapo llamo a la policía y no les queda mucho tiempo – Respondió la voz de otra persona, aparentemente una mujer (Estos últimos dos diálogos son para que parezca que llegaron muy rápido a la escena) — Es hora – Susurro la oficial y volteo a ver a su compañero, ambos asintieron con la cabeza al mismo tiempo en señal de que estaban de acuerdo en dar paso a la operación, ambos oficiales salieron de su escondite y al mismo tiempo gritaron — ¡Alto, levanten las manos y tiren las armas donde las podamos ver! – Los delincuentes tiraron las armas a excepción de la muchacha que al parecer era la líder, ella tenía una pistola escondida en su pantalón, los oficiales se acercaron con sumo cuidado en dirección a los criminales. — Chino, ¿ahora que aremos? Dijiste que no nos atraparían – Susurro el chaparro — Y no lo harán si quieren recuperar con vida a esta chica – Respondió igualmente en susurros un sosteniendo a Alexa — Guarden la calma, tengo un plan – Dijo la muchacha con cara de no sé que en murmullos mientras en sus labios se formaba una sonrisa maliciosa — ¿Qué tanto cuchichean? – Pregunto el oficial Pablo con desconfianza mientras avanzaba con su compañera en dirección a aquellos delincuentes — Nada oficial, nada – Respondió fríamente la muchacha a la pregunta del oficial — Tú, el del centro, pon a la chica en el suelo con cuidado y ustedes, den dos pasos hacia atrás – Ordeno la Policía apuntando en dirección al sujeto que tenia a la joven — Como usted diga señorita – Musito chino mientras comenzaba a colocar a la chica en el suelo con cuidado — Alto chino – Dijo la muchacha morena que se encontraba a su lado arrebatándole el cuerpo de la joven y de su pantalón saco una pistola, la cual coloco en la cabeza de la chica amenazando con matarla — Bajen sus armas si aprecian la vida de esta chica – Ordeno — Lo aremos si tú la dejas ir y se entregan – Dijo la oficial mientras comenzaba a agacharse con la intensión de fingir dejar su arma para luego comenzar el ataque y su compañero se mantenía de pie apuntando fijamente a la captora de la chica observando cómo sus cómplices retrocedían hasta llegar a las puertas del carro listos para emprender la huida — Podemos hacer la primera parte, pero omitiremos la segunda – Declaro con una sonrisa maliciosa aun sosteniendo a la chica — De acuerdo – Mascullo falsamente la oficial dejando la pistola en el suelo y dando un paso atrás con las manos arriba — ¡En que estas pensado! ¡¿Qué no vez qué es una trampa?! – Clamo Pablo mientras veía a su compañera sonriendo — Tranquilo, confía en mí – Susurro la chica morena — Cuando te diga comenzaremos el tiroteo, tu solo hazme caso, yo sé lo que te digo – susurro confiada la oficial — Que obedientes son los policías – musito mientras se alejaba del cuerpo de la joven que era su prisionera, está se percato de que ya era tiempo de huir con la ayuda de los oficiales, solo faltaba esperar la oportunidad correcta para emprender la tarea más importante de su vida, y tal vez la ultima. — Ahora cumple tu palabra y aléjate – Ordeno el oficial apuntando al cuerpo de aquella criminal — Tranquilo, todo a su tiempo – Dijo al terminar de levantarse, dio la vuelta y comenzó a marcarse en dirección a la camioneta en la que se encontraban sus compañeros — ¡Pablo ahora! – Grito la oficial y tomo su pistola y junto a su compañero comenzó a disparar, la joven que se encontraba en el piso se puso de pie rápidamente y comenzó a correr hasta llegar a un auto, él cual abrió rápidamente y en este se escondió, Tere comenzó a disparar para responder al ataque de los oficiales, quienes lograron darle en el brazo provocándole una herida, Tere subió al auto y junto a sus compañeros huyeron, los oficiales tomaron nota de las placas del auto en el que se fueron, la joven salió del auto en el que se encontraba y fue directo a donde se encontraban los oficiales, se percato de que la oficial recibió un balazo en su brazo izquierdo. — Oficiales, gracias por venir, estaba muy asustada. – Dijo la chica con unas lagrimas en su rostro — Tranquila ese es nuestro deber, por favor acompáñanos al ministerio público, necesitamos tu declaración para poder detener a esos criminales cuanto antes – Musito Pablo tranquilo — Vamos cuanto antes – Musito la oficial y posteriormente dio un alarido de dolor provocado por la herida de la bala recibida anteriormente, ella mantenía algo oculta la herida ya que la cubría con su mano derecha, pero aun así seguía sangrando y perdiendo sangre. — ¡Dios santísimo, tenemos que llevarla al hospital! – Exclamo Alexa al ver la herida — Tranquila, me trataran en la cruz roja, tú tienes que ir con el oficial Pablo al ministerio publico a levantar la denuncia – Respondió para tranquilizarla. Posteriormente se marcharon en dirección a la cruz roja, lugar donde la oficial María José Zárate fue atendida por el doctor Fabián Hernández, el doctor en turno de esa noche, por otra parte, el oficial Pablo Arzapalo llevo a la señorita Alexa Uvalle a levantar su denuncia ente el ministerio público, donde se reencontró con su amiga Laura Torres y la agente del ministerio público Julia Vidal, la cual redacto la denuncia de las señoritas, al terminar esta les dio algunos cuantos consejos. — Miren chicas, por más “tranquila” que pueda ser una ciudad siempre es bueno tomar las siguientes precauciones; Nunca debe uno andar por la calle con fuertes sumas de dinero, puesto que esto puede llevar a ser víctima de un robo e incluso un secuestro – Explico seriamente, puesto que la señorita Uvalle hizo caso omiso al sabio consejo de su amiga, lo que la llevo a ser víctima de un robo y casi a un secuestro — Vez Alexa te lo dije – Le dijo la joven azabache a la mencionada — Si, si, tuviste la razón de acuerdo – Musito la muchacha algo molesta — ¿Puedo continuar? – Inquirió la agente a las jóvenes parlanchinas — Además, es preferible que no ande sola de noche sea hombre o mujer, ambos corremos los mismos riesgos, pero la mujer de preferencia no debe salir muy tarde puesto que puede ser víctima de una violación, uno debe tener cuidado al cruzar la calle puesto que todos corremos el riesgo de ser atropellados. — Muchas gracias por explicarnos eso, ahora creo que será difícil que nos pase un accidente – Musito alegre la chica castaña, se puso de pie y se despidió de la señorita Julia, al igual que su fiel amiga Laura, ambas muchachas se fueron de aquel sitio con una gran lección y Alexa aprendió a escuchar los futuros consejos que le den. Fin.