Angeles Cristal

Ángeles de cristal


1-Inesperado


Golpe. Esquivar. Patada. Esquivar. Golpe. Una casi rutina en su batalla, se podía escuchar perfectamente el sonido cortante de ráfagas de aire, cuando ambos se movían y atacaban mutuamente.

Todo sucedía en un bosque con naturaleza verde y misteriosa. Ambas figuras eran parecidas, con cabello de plata, ojos de oro y aparentaban diecinueve años, solo que uno poseía unas orejas de perro en la cabeza y vestía con un haori color fuego, además que era un hanyou. En cambio el segundo, era un youkai. Tenia una extraña marca en forma de luna media en la frente violeta y unas marcas color vino en las mejillas, vestía un kimono blanco con detalles rojos y un obi amarillo, .

-Ríndete –pronuncio fríamente el demonio completo intentándole acertar con una espada su oponente.
-Fhe –emitió esquivando su ataque y contrarrestándolo con una arremetida de su espada.

La batalla seguía entre los dos, hasta que una densa neblina empezó a cubrir todo. De entre la niebla, salió la figura de un encapuchado, del cual solo se distinguía sus ojos vacíos sin ningún sentimiento.

-Es hora de que aprendan lo que de verdad importa- oyeron susurrar al personaje oculto, antes de que sintieran una gran herida en sus pechos y fueran absorbidos por una extraña luz dorada y perdieran la conciencia.


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Hola lindas y bonitos! Espero que les haya gustado...
Se que el 1º capi es algo corto y quizás todavía no entiendande que se trata, pero les daré unas pistas:
1-Inuyasha no conoció nunca a Kikyo.
2-Los dos (Inu y Sessh) ya poseen las espadas y queda obvio que era ellos quienes peleaban.

Bueno eso es todo, después averiguaran mas mientras avanza la historia.
Por fis no sean no sean tan malos con los comentarios! Soy algo sentimental...

Besotes! Suerte a todas y todos!

 

2- Marrón como la tierra. Azul como el agua


Flores de colores chillones. Tierra marrón y fea. Más flores. Y ¡Oh sorpresa! Más tierra. Eso era lo único que podía ver, además ¡ni siquiera se podía mover! Todo era culpa de ese tonto que se interpuso en su pelea y los mando en algún lugar del mundo.

Pero el no se quejaría, tanto, si lo hubiese mandado solo. Pero claro, lo mando con la ultima persona con la cual le habría gustado compartir tan solo el aire, excepto en una pelea claro esta, ¡con el idiota de su hermano! No podía moverse, pero sabía que estaba a unos cuantos metros de el por su olor(vainilla y bosques despues de la lluvia).

-Todo esto es tu culpa-refunfuño molesto el hanyou, dueño de los pensamientos anteriores.

El tonto, idiota, tonto ¿Había mencionado ya idiota? Ni siquiera le contesto, si no que le irrito con su silencio. Seguro que “el lord de las Tierras del Oeste” no perdería su tiempo con un miserable híbrido, como le llamaban los demonios completos y... su insoportable “hermano” mayor.

Estuvieron un rato en silencio, cuando sintieron un olor a canela, jazmín y rayos de luz, un exquisito olor, pero de humano. Escucharon unos pasos que parecían brinquitos.

Una niña humana se acercaba con una pequeña canasta , que de seguro era para recolectar flores. La chiquilla era muy bonita , con facciones de un pequeño angelito y aparentaba aproximadamente 7 años. Poseía una melena color azabache y hermosos ojos color marrón, tan cálidos como la tierra bajo el sol y dulces como las flores que crecían en ella.

De repente, sus orbes se dirigieron hacia ellos y pudieron percibir perfectamente el miedo que paso por ellos, pero que cambio por preocupación al ver sus graves heridas. La humana dio media vuelta y corriendo, se perdió por el camino por el cual había venido.

Después e unos minutos percibieron el mismo olor solo que acompañado, este otro aroma también era exquisito y se asemejaba a una mezcla de miel, rosas blancas y cielos azules.
De entre los árboles apareció la misma niña, solo que al lado de ella se encontraba otra humana, solo que un poco mayor. También parecía una pequeña querubín, con el cabello azulado y unos profundos ojos azules, tan suaves como el tacto del agua sobre la piel y tan puros como el roció cristalino.

-Es por aquí imōto?-pregunto la mayor, con vos suave como el murmullo de la cascada.
La pequeña asintió fervientemente señalando con su pequeña mano a Inuyasha y Sesshomaru.

 

4-La boca habla de lo que esta lleno el corazón y los ojos muestran lo que sucede en el.

La mirada azulina se poso sobre ellos, sus ojos suaves solo mostraban dos sentimientos: paz y preocupación.

Se acerco a ellos con pasos lentos y concisos. Luego miro sus heridas y le ordeno a la pequeña que trajera agua, la niña salió corriendo para traer rápido lo que le había pedido su Onee-san.

-Mi nombre es Kagome-se presentó con una pequeña reverencia en señal de respeto- y espero que dejen ayudarlos-completo con una hermosa sonrisa.

El hanyou le miro con sorpresa y desconfianza, ella era una de las únicas persona además de la otra chiquilla y su querida madre que pretendía ayudarlo o se le acercaba sin miedo o desdén.

Como había estado ocupado pensado, no se dio cuenta que la peliazul se había acercado a el y ya le estaba examinando el pecho y el brazo heridos.

-Tendré que conseguir mas hierbas curativas- murmuro mas para ella que para ellos.

Se alejo un poco y se acerco al Youkai, quien le dio una mirada como advertencia. La niñas no le izo caso y solo lo miro con una expresión que no mostraba ningún ápice de maldad.

-Quizás me odies por ser humana y ser inferior a ti- comento para sorpresa de los dos- pero eso en este momento no me importa, puedes mirarme mal todo el tiempo que quieras o insultarme por ser humana, pero eso no me detendrá-indico acercándose a el- te curare quieras o no- termino observando la herida que le impedía moverse.

En silencio, dejo que se acercara mas para que inspeccionara mas la lesión, para asombro del mitad-perro.

Con sus ojos de oro, escudriñaba la cara de ángel bueno de quien se había ofrecido sin odio o temor a ayudarlo sin siquiera importarle que el quisiera.

“Te curare quieras o no” recordó que le había dicho. Esa pequeña y débil humana se había atrevido a enfrentarlo, cosa que casi nadie había echo, sin duda era alguien muy valiente o muy tonta.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos pasos apresurados y una cabellera azabache muy bonita.

- Rin-Imōto, muchas gracias-murmuro quitándole el balde de agua que había traído y unos paños dejándolos entre unas flores- quédate un ratito aquí, ¿si? Tengo que buscar algunas hierbas que necesito- comunico con tono suave.
Asintió y la mayor se fue, perdiéndose entre los árboles.
Ella tomo dos paños y los sumergió en el balde con agua, después camino hacia el orejas de perrito y coloco uno en su cabeza y con el otro empezó a limpiar su herida delicadamente. Cuando termino, dejo el paño a un lado y tomo otros dos acercándose al youkai, quien la observaba con una mirada seria, quien se intimido un poco.
-“ A Kagome-one-san no la intimidaría una mirada así. Yo... Yo quiero ser como ella... yo... yo no tendré miedo”-pensó. Con una mirada decidida se acerco al imponente demonio y le coloco el paño en su cabeza con cuidado. Después empezó a limpiar la enorme herida que poseía, la cual estaba llena de sangre alrededor.
Cundo termino, sonrió satisfecha y dejo el paño que había estado usando donde estaba el otro, después se sentó ha esperar a su hermana.
Después de unos minutos en silencio.
-La chiquilla de ojos azul, ¿es tu hermana?-pregunto el de haori rojo. Ella asintió con una hermosa y radiante sonrisa, en sus ojos habían admiración y cariño por la persona nombrada.-Y... ¿cuantos años tienes?- inquirió.
Ella mostró una mano con los dedos extendidos y la otra con dos dedos doblados.
-“Siete”-pensó-¿oye niña, acaso no hablas?-pregunto con curiosidad. Ella solo bajo la cabeza y miro con tristeza y dolor una pequeña flor naranja.
-No-contesto por ella una voz femenina y aterciopelada.

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Glosario:
One-san: Hermana mayor.
Imōto: Hermana menor.

¡Hola Queridos y Queridas¡
Bueno aqui esta el 3º capi.
Espero que les aya gustado.
Comenten plisss.
De ustedes depende que la siga o la deje.

 

4- Sonrisas

De entre los árboles, la figura de la pequeña y bonita Kagome se vislumbro. Sus ojos color cielo miraban con atención y cariño a su hermanita.

Camino hasta ella y le susurro algo, que aunque ambos tuvieran un súper oído, no pudieron escuchar. Pero pudieron ver la agrado en los ojos de la menor, la cual empezó asaltar en pequeños brinquitos, con una enorme y hermosa sonrisa, abrazando efusivamente a la mayor.

La de cabello azulado, se acerco al hanyou y observo el gran trabajo que había echo Rin limpiando la herida.

Se inclino sutilmente, a la altura de el de orejitas de perrito para lograr poner la mezcla de hierbas, que había hecho para que las lesiones sanaran mas rápido.

Después de hacerlo, camino pacientemente hacia el demonio, quien miraba con desconfianza lo que ella tenia entre sus manos. Sus ojos dorados se fijaron súbitamente en los de la niña, tratando que su mirada hiciera lo que hacia con sus oponentes o cualquiera que lo mirara a los ojos: intimidar. Pero se encontró con la mirada de agua tranquila.

Despacio se acerco a el e intento colocarle la pomada, pero el Youkai la detuvo rápidamente tomándola de la muñeca, con mirada fría y dura.
Intento hacer que la soltara, pero obtuvo el efecto contrario, así que lo miro a los ojos silenciosamente con una pequeña sonrisa dulce ,por unos segundos. Hasta que el, la soltó lentamente con suavidad, pero con la vista fija en ella.

Después de curarlos, les regalo una bella sonrisa y con Rin quien estaba muy contenta con algo desaparecieron por la hileras de árboles que conducían hacia el pueblo.

 

(Las letras de este fic son autenticas y mías)


5- Canción de Cuna

El manto de cielo azabache anunciaba que ya era de noche, y la luna llena que se vestía coqueta de traje marfil brillaba en lo alto, iluminando la tierra en delicados tonos oscuros.
Al final de un pueblo, en los limites del bosque se hallaba una casa, de paredes claras y viejas. Se podía vislumbrar una suave luz de entre la cortina de una de las ventanas. Allí dentro se encontraban dos pequeñas siluetas de niñas, menudas y frágiles.
Se hallaban en un cuarto de muros iluminados fugazmente por la luz de una vela puesta sobre un viejo mueble caoba. A su lado, se encontraba un futon, de color pastel, y encima de el, las dos chiquillas.
-Muy bien Rin-chan, es hora de dormir-dijo con vos cálida, acomodando a su hermana en las mantas. La menor izo un pequeño puchero y la miro insistente, recordándole lo que había prometido.-No te preocupes no me he olvidado, de lo que te dije-aseguro sonriendo.

ººººººººººººººººººººººººººº Flash Back ºººººººººººººººººººººººººººººººººº

-Prometo que te cantare tu canción- dijo con una pequeña sonrisa inaudiblemente, solo para ellas.

ºººººººººººººººººººººººººº Final Flash ºººººººººººººººººººººººººººººº

​

Cierra tus ojos y sonríe​

Escucha los ángeles cantar​

El cielo brilla como el sol de tu mirar.​

Cierra los ojos e imagina​

Que puedes hoy volar.​

Y en el azul del cielo nadar.​

El ruiseñor canta a tu alma​

Quiere ser libre tu corazón.​

Se sentirá liviano, si tu tienes amor.​

Pequeña sonríele a los ángeles​

Que hoy te saludan en tu sueño​

Nunca olvides hermanita ​

lo mucho que te quiero ​

lo mucho que te quiero.......​

Termino de cantar con una bella sonrisa en la comisura de sus labios, viendo como su Imoto dormía profundamente a su lado. Imitándola se dejo abrazar por los brazos del sueño, donde volaría alto por los sueños.

 

6- Conociéndonos

Al día siguiente, ambas niñas despertaron y prepararon un delicioso desayuno para el Youkai y el Hanyou.

El mitad-demonio perro comió desconfiadamente el Sushi y el arroz. Pero, si ellas los habían curado ¿por qué envenenarían la comida?. Por sus experiencias con los humanos el había aprendido que los humanos no son de confiar, especialmente por ser lo que era.

En cambio el youkai ni siquiera se digno a mirar la comida. Su mirada estaba perdida en el cielo, en el cual el sol estaba a medio camino por llegar a lo alto.

La pequeña Rin-chan lo noto y fue hasta su hermana, quien estaba sentada al lado del orejitas de perro, mirando tranquilamente las flores. Le toco el hombro suavemente y señalo con su cabeza el plato de comida, aun lleno.

La mayor se acerco al imponente demonio y se sentó en frente de el.

-¿Por que no comes?-pregunto con curiosidad, el solo frunció el seño y la observo tratando de intimidarla con su ambarina mirada.

-No lo intentes mocosa, el no come comida humana-Dijo terminando de comer el menor de los dos hermanos.

-Ah-fue lo único que dijo, ni siquiera se intereso por que el la había llamado “mocosa”-Por cierto, ¿cuáles son sus nombres?-pregunto ya que hasta ese momento no le había preguntado.

-Yo soy Inuyasha y ese idiota- musito señalando al Youkai quien lo miro aparentemente con tranquilidad, aunque ambos sabían que si estuviera sano ya habría intentado pegarle con algo- es Sesshomaru-baka -termino encogiéndose de hombros, sin darle importancia.
Después todos se quedaron en silencio. Sesshomaru seguía con la vista perdida, Kagome veía a Rin juntar flores de colores e Inuyasha... bueno, básicamente se quejaba de todo.

Así estuvieron por un rato, hasta que las niñas se tuvieron que ir a su casa, así que se despidieron y se fueron.

Uno, dos y tres días pasaron, Kagome y Rin siempre los iban a visitar, llevándole comida a los dos, aunque obviamente el poderoso Youkai no comía.

Durante esos días habían podido, muy a su pesar, conocer mas a las pequeñas. Ambas eran parecidas en exterior, pero a la vez diferentes en el interior.

La mayor era como el agua de un rió, clara y tranquila, siempre mostraba paz. Vestía con un kimono de color azul cielo , que se ajustaba a ella con un obi azul marino.

En cambio la menor era como el fuego, alegre y vivaz, siempre mostrando una gran sonrisa y saltando en brinquitos. A diferencia de su One-san, vestía un kimono naranja a cuadros ,con un obi color verde claro.

Ambas siempre mostraban intenciones buenas y un corazón puro. Y aunque Sesshomaru jamás lo diría -o reconocería- la había gustado mucho la risa de la mas pequeña, tan nítida y musical.

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Hola mis bonitas y queridos lectores!

Espeto me disculpen por la tardanza y que les haya gustado este nuevo capi.
Cuidense mucho y sean felices!

Besotes!
Sayonara!