Amores predestinados SESSHOMARU Y KAGOME

Prologo
Hola bueno este es nada más un prologo la introducción pronto dare el primer cap sayo.

Kagome se daba un baño junto a su amiga Sango, el agua estaba cálida y la conversación era no muy diferente de todas las conversaciones que se oyen de aquí a la vuelta de la esquina, casi todo el tiempo hablaba Sango sobre lo testarudo y atrevido que podía ser Miroku y Kagome daba consejos ocasionales a su amiga y asentía sonriente y haciendo gestos de nunca cambiara referentes a Miroku.​

Por tanto Shippo jugaba cerca del lugar y se divertía olfateando los aromas que traía la bella primavera, Inuyasha y Miroku buscaban un lugar apacible para hablar o simplemente pasar el aburrido tiempo, sin saberlo se pusieron dándole las espaladas a Kagome y Sango en su baño sentados en un tronco ni siquiera sospechaban que las chicas no perdian detalle de su conversación, Miroku al rato comenzó a alucinar con Sango, Inuyasha al percatarse comenzó a molestarlo.​

─Sango es tan hermosa…​

Sango al escuchar esto se puso de todos colores y Kagome trató forzosamente de disimular una carcajada.​

─Tonto enamorado ha…​

─Tú no te vengas a hacer aquí que tu y la señorita Kagome están muy juntos parece, se que estas enamorado de ella, solo dilo si estamos completamente solos.​

─Miroku tú sabes mejor que nadie lo que ópino de Kagome.​

Kagome estaba a punto de gritarle a Inuyasha pero fue contenida por Sango.​

─ ¿Qué es lo que opinas?​

─Ahora no puedo mentir Kagome es lo mejor que me ha sucedido en toda la vida y sin ella no viviría, es hermosa y amable, ¿Feliz?​

─Al menos te quitaste ese peso del hombro amigo Inuyasha ─ Para es simplemente imposible dejar de mirar a Sango es preciosa y muy buena conmigo.​

─Tontolones si sabes que Sango y Kagome las escuchar ¿No es así?- dijo Shippo apuntando a La exterminadora y a la miko.​

Inuyasha y Miroku se pusieron más rojos que un tomate y no sabian donde esconderse.​

 

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Hola me alegra que a tantas personas les haya gustado el fic la verdad me subieron el animo, soy nueva y como aún no tengo amigos me gusto sentirme acogida por las lectoras de Inuyasha, esta es mi serie favorita y me pone feliz saber que tuvo buen éxito.​

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Advertencia: 1 Al principio parecera que la introduccion que les di anteriormente no es para nada coerente con el fic pero dara pie a lo que sigue, ademas de no ser como es no seria Sesshome.​

2 En otros fics leí que cuando un personaje no adopta la actitud original es fuera de Ooc creo o algo asi si es como es este esta más que fuera de Ooc.​

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Capitulo 1: "Intensiones amorosas"​

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Kagome y Sango adoptaron mismo color de piel se sentían completamente observadas y avergonzadas, acabaron por cubrirse y esperar que los chicos tuvieran el sentido común de voltearse mínimo.​

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Más tarde Miroku hizo de las suyas y fingió exorcizar una gran mansión, consiguieron así buena comida, cuando las mujeres amorosamente terminaron de servirles sus platos de exquisitos manjares sutilmente retornaron a la cocina sonrientes.​

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Tanto la miko como su amiga Sango no tenían coraje para hablar de nada, Shippo gracias a dios rompió ese tan incomodo silencio que acaba por predominar cuando ocurrían sucesos similares. ​

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-- ¿Kagome no crees que esta comida es deliciosa?- espetó el pequeño kitsune.​

--Si la verdad muy buena.​

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Desgraciadamente el silencio comenzó a dominárlos de nuevo uno a uno el vano intento de Shippo más tarde le fue algo incomodo.​

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--Cuando todos dormían muy a gusto dos personas no podían si quiera pensar en pegar ojo por lo que les quedara de noche, Inuyasha y Kagome, con lo que ocurrió en la tarde Kagome se sentía muy alagada pero le molestaba algo que Inuyasha no se lo hubiera dicho antes y la hubiera de cierta forma torturado con su "querida" Kikyo. ​

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Kagome salió a dar un par de vueltas para tranquilizar su inquieto y adrenalínico corazón palpitante, recorría todo mirando catalógicamnete comos si tuviera que buscar algo muy pequeño pero brillante, la mirada se hacia un tanto borrosa estaba cansada pero al caminar sin rumbo se quedo algo lejos y un tanto perdida, no le dio la menor importancia y se tendió en las raicez de un gran árbol.​

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Sin sospechar que discretamente un imponente Daiyoukay de mirada fría y calculadora la observaba en secreto, mientras en su cabeza se alborotaban los pensamientos y se contenía de que estos pasaran a ser acciones.​

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Al despertar Kagome se sintió algo confundida y más tarde recordó bien que ayer se perdió al caminar sin rumbo, y solo retrocedió esperando lo mejor, la figura que la noche pasada se deleito mirándola dormir apacible ahora la seguía pensando qué demonios estaba haciendo y a que lugar se dirigía si el "campamento" de Inuyasha estaba en dirección opuesta pero claro no podía darle ninguna advertencia sin revelar algo oculto y tratado de negar por este mismo, este sentimiento estaba oculto en lo que jamás se debería urgár de una persona, menos una como él, su corazón.​

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Una niebla muy espesa dominaba el escenario y confundía más a Kagome, sin querer tropezó con una raíz de árbol más pronunciada de lo normal y cayo de lado al ponerse de pie supo enseguida que seguir derecho ya no era lo mismo que antes, y esto solo conseguiría perdérla más.​

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Se aventuro pues, sin más remedio en lo que no conocía, el camino por el cual optó era rocoso y irregular, tenia varios relieves que de pronto le daban un buen susto al pensar en caerse, siguió por dicho camino unas horas y ya se sentía algo desesperada, hubiera sido un mínimo alivio que el camino mejorara pero solo se ponía peor, los zapatos tampoco eran los precisos para andar de aventuras en caminos de tales características y esto hacia que a Kagome se le dificultara mucho continuar su caminata sin hacerse heridas dolorosas en los pies, la niebla se espesaba a cada paso y esto hacia imposible divisar nada, él Daiyoukay ya había perdido la calma por completo, por supuesto sus sentidos siempre alertados a más no poder lo protegerían ante todo pero su querida Kagome, ella peligraba su vida en estas montañas, y ni siquiera sabia que eran eso.​

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Pronto Kagome creyó divisar a lo lejos la silueta de Inuyasha y se apresura a correr a por él, claro es que esto de la niebla espesa confundió mucho a Kagome y la hizo alucinar, la supuesta silueta de Inuyasha no era tal si no una roca traicionera con la que Kagome dio de cara, enseguida se incorporo sobándose una herida en la cara y despojándose de su pañuelo rojo para secar con el un hilo rojo de sangre que fue ocasionado por la posterior herida en la frente, la cual se veía dolorosa.​

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Siguió así su rumbo por otras largas horas, veía como comenzaba a anochecer y se preocupaba pues si no volvía antes de que la muy poca luz se extingiéra por completo, estaría devastada, Sesshomaru en esos momentos se encontraba luchando con el orgullo que lo destaco en toda su vida lo amedrentaba ver sufrir así a la pobre de Kagome pero no conseguía ordenárle a su cuerpo que se moviera, que más deseaba que su profundo orgullo desistiera ante las demandas de su corazón.​

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Kagome confundida se echo a llorar al ver que la luz se esfumo por total y hecho a correr sin más ni menos, esto no provocó en ella nada, hasta le tomó algo de gusto ya que estaba muy conmocionada y se lo dio de juego repitió esto tres veces más otras dos mas luego cuatro y pero a la quinta su juegue sito le fue fatal al no ver anteriormente un precipicio justo en su delantera por el cual cayó estrepitósamnete.​

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Sesshomaru veloz como el relámpago la tomo de la muñeca antes de que esta cayera del todo, Kagome lo miró atónita y asustada aún y de lo borrosa y movida que se encontraba su mirada lo confundió fácil con Inuyasha.​

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--Inuyasha, me salvaste.​

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--¿Inuyasha?- dijo algo decepcionado Sesshomaru, extrañamente esto hizo que Kagome se le hiciera más y más pesada como si aumentara considerablemente de peso en poco tiempo, hasta que las manos no le dieron el calculo y dejó caer accidentalmente a su suerte a la azabache, enseguida y sin mediar pensamientos se echo el también al vacío del precipicio, todo a todo por su amada, la tomo en los aires y esta para su desgracia estaba inconsciente, se abrazo a su frágil y bien cuidado cuerpo, y así logro protegerla del fuerte golpe que le dio en seco a la espalada del Daiyoukay, pero le daba igual Kagome estaba bien, le sangraba la nariz claro por la caída pero su cuerpo así de bello aún inconsciente estaba casi intacto.​

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La llevó en brazos a un cristalino río cerca del lugar en el cual le hecho delicadamente agua en sus heridas y manchas de tierra en el cuerpo, y la acomodo cariñoso y feliz en una raíz de árbol bastante cómoda luego se esfumó por los aires sabiendo que Inuyasha estaba cerca y se encargaría de protegerla pero de todos modos estaba muy molesto de que hubiera debido sufrir por su descuido.​

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Mientras Kagome dormía, extrañamente el personaje de sus sueños, osea Inuyasha, fue cruelmente remplazado por el frío Sesshomaru quien estaba ocupando su lugar de amado en los propios sueños de Kagome, claro se extraño al despertar pues no había visto lo tierno que fue Sesshomaru mientras esta estaba inconsciente.​

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--Sesshomaru- dijo Kagome a la vez que una extraña sensación de deseo recorrio su alborotado ser.​

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Continuara...​

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Adelanto del segundo capitulo:​

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-- ¿¡Cómo pudiste ser tan torpe!?- espeto Inuyasha bañado de los celos.​

--Pues tu no eres quien para criticarme Inuyasha, se feliz y dejame sonreir una sola vez con alguien que no sea el arrogante de tu persona.​

-- Paren de una buena vez de pelear, cálmate bestia- acoto Kouga​

--Tú no te entrometas- dijeron al unisono pero Kagome a diferencia de Inuyasha se tapo la boca y sonrojo.​

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Perdonen que sea muy corta no tuve tiempo me llenaron de pruebas esta semana.​

 

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Chicas lamento informar que este capitulo lo voy a publicar cortado es que no me da el tiempo y no se cuando pueda volver a dar continuación por tanto no quise dejarlas en duda ya que entrego dicho adelanto, y odio con mi ser que me dejen en la duda por tanto tiempo así es que sin más les entrego la primera parte de mi segundo capitulo, y además aviso que no aseguro llegar al adelanto que mencione en el capitulo anterior en esta primera entrega.​

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Capitulo 2: "Primera parte: Descubrimiento de un nuevo sentimiento".​

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Después de refregarse soñolienta los ojos y reprocharse sola por pensar sin censuras en Sesshomaru, Kagome se encamino lentamente a la orilla del riachuelo que la noche pasada fue testigo de la posible ternura del más frío de los Daiyoukays.​

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Al mirarse en el cristalino y brillante reflejo que empañaba tan solo algunas de las áreas de su frágil cuerpo tomo con ambas manos y poco de agua para echársela en seco a su dormida cara.​

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Cuando la temblorosa agua paro su inestabilidad no reflejaba a la ahora bien despierta miko sino a la figura tan hermosamente fría de Sesshomaru, Kagome abrió más que de costumbre sus chocolatósos ojos ímpacatada ante aquel raro efecto de lo que su corazón mandaba.​

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--¿Qué desea tu palpitante corazón?- fue lo que se escucho musitar a la calculadora voz penetrante de Sesshomaru, Kagome entró en colapso en ese instante una alusión del Daiyoukay más frío que jamás piso tierra, le estaba hablando, y haciendo una pregunta acorráladora que simplemente la dejo sin más respuesta que una clara expresión de terror, paranoica y asustada golpeo con todas sus fuerzas en el riachuelo, rompiendo así la calma que había en las aguas.​

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Respirando alterada y aceleradamente, Kagome se puso de pie y camino hacia el árbol en el cual se depositó a ella misma, algo paralizada pero diciendo se a sí misma.​

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-- ¡Demonios Kagome ya tranquilízate mujer!​

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Cuando hubo recuperado la compostura, se encamino hacia la aldea más próxima, su sorpresa fue que a menos del minuto de caminata, se topo con Inuyasha, este tenia una expresión melancólica en su rostro y parecía haber llorado.​

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--Inuyasha- dijo Kagome desbordando la alegría y precipitándose a la vez a abrazarse al cuerpo del muchacho.​

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--Kagome, ¿Dónde estabas ayer?, te busqué por todos los lugares de esta región- espetó Inuyasha sin si quiera levantar en lo más mínimo su vista para ver que Kagome se separo lenta y aménamente del cuerpo fuerte del Youkai.​

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--Si me lo preguntas en realidad no tengo ni la más mínima idea de donde me encontré ayer.​

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Concluyó confusamente la corta charla y se encaminaron algo cercanos entre sí a reunirse con el grupo, que los saludo con cordialidad en la voz, pero con un deje de alegría de que Kagome haya vuelto.​

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Mientras comían callados, se escuchó la voz de la boca atragantada de comida de Inuyasha, comentando para interés de los demás que escuchó por ahí que una especia de tribu de mujeres lobas rebeldes, las cuales se habían distanciado de su tribu anterior, la de Kouga, esta había estado reuniendo una importante cantidad de fragmentos de Shikon, de la cual Inuyasha tenia obviamente pensado apoderarse para su conveniencia.​

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-- ¿Donde esta la tribu? - cuestionó Kagome con dato de interés en su dulce voz.​

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--A los pies de la montaña Tokigginb, a la cual aviso nos dirigiremos mañana por la mañana.​

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Todos asintieron con sonrisas dibujadas en los rostros y retornaron a una cabaña en la cual pasarían la noche.​

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Kagome extrañamente continuó con los dramáticos sueños de Sesshomaru, al despertar se sintió nuevamente algo extasiada por sus pasionales fantasías nocturnas, y nuevamente se reprochó a sí misma por lo mismo. Ya a la tarde el grupo se encamino a las llanuras, ya que era bien sabido que el mejor atajo era dicho camino, mientras que el sol les daba a pleno perfil, un remolino bastante familiar arrolló desconsideradamente a Inuyasha para luego interponerse imponente a su mano derecha.​

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Cuando el Youkai se incorporó de pie cara a cara con el joven Kouga, se podía notar la furia y el odio despidiéndose en todas las direcciones para este joven lobo.​

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Kagome entre ese instante había tomado un respiro en el cual fue a recoger flores de la estación primaveral en la que estaban.​

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-- ¿Donde está mi querida Kagome, e escuchado que nuevamente por lo torpe que eres la has descuidado y se a extraviado?- dijo molesto y destacándo la palabra torpe en sus oraciones.​

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--No es tu maldito problema y ella para tu información esta bien.​

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-- ¡Maldito!​

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Entonces Kagome se puso en frente de de Inuyasha evitando así que Kouga lo empujara y Inuyasha correspondiera llevándose así dos fuertes golpes, uno en pleno pecho y otro en la espalda y cadera.​

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-- ¡Kagome!- dijeron exaltados al ver que la agredieron provocando que cayera arrodillada y herida.​

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Continuara...​

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Dispenseme chicas no tuve tiempo la verdad. ​

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Para evistar que les sigan borrando sus comentarios usare uan ya tradicional mecanica.​

Espero funcione por favor contestar.​

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Destaca algunos errores ortográficos.​

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¿Cual fue tu parte favorita?​

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¿Que crees que sucederá entre Inuyasha y Kouga ahora que ambos han provocadole daño a su amada?​

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¿Kagome va a declararse a sí misma que siente algo por Sesshomaru o Inuyasha tendrá coraje y se la jugara por la miko?​

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Chicas hola espero sea de agrado la continuación en este capitulo y espero lo valoren me esforze por mantener las actitudes triviales de los pesonajes aunque no se note.

Capitulo 2: “Segunda parte: Revelación”​

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Kagome derramó unas lagrimas secas, y se puso de pie con dificultad dio unos pasos, pero cayo arrodillada, y con muchísimo dolor, Kouga e Inuyasha se miraron como diciéndose telepáticamente algo y así se dio por entendido que tendrían que saldar sus cuentas pronto.

Sango molesta y empujando un poco a los torpes, ayuda a su amiga a levantarse.

─ ¿Estás bien Kagome?
─Si Sango gracias por preocuparte─ dijo con deje de despección hacia Inuyasha y Kouga.

─Ya vete de una buena vez quieres─ comento para mal Inuyasha.

─Inuyasha, silénciate, Kouga tiene tanto derecho como tú a estar aquí─ la aún que molesta voz de Kagome no dejaba de ser dulce y apacible, pero se entrecortaba por el dolor.

Inuyasha prefirió conservar el silencio por la rabia y vergüenza mezcla que no le agradaba pero que en el acto lo dominaba.

De alguna forma todo el grupo entendió que era uno de esos momentos incómodos que deberían evitar, y se disiparon lentamente, Kagome se sentó en una raíz cercana y Kouga a su lado, Inuyasha no quería problemas y decidió simplemente tratar de apaciguarse lo que le costaba el color rojo en su perfil.

─Kagome, de verdad siento haberte lastimado.

─Kouga ni siquiera lo menciones solo olvídalo.

─No está bien.

─Kouga me alegra que vinieras solo por mí.
─Kagome vendré cada vez que esa bestia no tenga la madera para mantenerte con vida un tiempo.

A Kagome le ofendió un poco esto último ya que ella no era nada una pequeña muñeca de porcelana francesa como para que la tuvieran que mantener viva un poco con mucho esfuerzo.

─Kouga ahora iremos con una tribu de mujeres lobas que se separaron de la tuya, sin ofender pero no creo que Inuyasha sepa lidiar bien con ellas y tú debes conocerlas mejor, ¿Podrías venir conmigo?

─Kagome de verdad, ¿Inuyasha no te protegerá? ─ musito entusiasmado Kouga.
─No es eso lo que dije pero respondes.
─Claro que iré a tu lado Kagome.

─Está bien ─dijo poco convencida la miko.

─Vamos─ dijo casi en forma de orden Kagome.
─ ¿Qué hace ese lobo rabioso?

─Kouga nos acompañara ya que él debe conocer mejor a las mujeres lobo y sabrá lidiar con ellas.
─Eso ni lo menciones Kagome que él se aleje ahora.

─No debo pedirte permiso, te aseguro que nadie más del grupo tiene inconvenientes con Kouga y tu no eres quien para darnos ordenes, por tanto yo decido que Kouga nos acompañe en este viaje.

Inuyasha trago saliva y se contuvo un poco, más Kouga le sonrió burlonamente y esta fue la gota que revalsó el vaso.

─Eres un infeliz─ dijo Inuyasha lanzandos para atacar, pero se detuvo desenfrenadamente cuand vió qyue furibunda Kagome lo defendió sin mediar pensamiento alguno.

─Kagome─ dijo atonito Inuyasha.

Continuara…

Lo lamento chicas y es que solo es para o dejar dudas de lo que ocurrió y bueno unidos los capis forman uno entero mas largo que el primero lo apuesto.

 

Hola chicas, bueno se reciben piedrazos, Oh no mi cabeza, Aaah eso duele, no las grandes, compasión, lo siento de verdad hice lo posible, pero casi quedo repitiendo el año, y repetir el año no es un chiste muy cómico, bueno sin más les traigo la continuación.

Advertencias: Ooc (Lo más leve posible)

Capitulo 3: "Juntos".​

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--Es suficiente- dijo Kagome decidida como tal.​

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--Que demonios Kagome, cómo puedes defender a ese lobo sarnoso, es un inútil, bueno para nada, cabeza hueca, y también...​

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​

Una cachetada, cortesía de Kagome, lo calló cómo se lo tiene bien merecido.​

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--Y no sabes, cuanto-Lo disfruto- esperé para hacer esto, es hora de que te calles, Kouga no ha hecho más que ayudarme y ser exactamente lo que tú no eres y nunca podrás ser, atento, caballero, y no es obstinado y orgulloso, como tú tonto.​

​

​

Inuyasha tragó saliva dolido por las palabras de Kagome, su bella miko del futuro le decía lo que sabía, y no quería jamás oír de su melodiosa voz, tan suave y dulce, sin embargo en estos momentos, le sonaban tan fría y malintencionadas.​

​

Se limitó a alejarse y comenzar a correr, a la distancia se subió a una rama alta de cerezo y se quedó muy pensativo.​

​

Kagome reflejaba con el rostro una tristeza que le partía el corazón a cualquiera, se veía tan herida, se sentía tan culpable.​

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Sango, Miroku, y los demás entendieron con una mirada de Kouga, se dispersaron pero todos con orejas atentas y ojos espías.​

​

Kouga, la tomó delicado de la mano y del mentón para hacerla verlo a los ojos, quería perderse una vez más en esos ojos chocolate, tan bellos y finos, ojos de una Diosa.​

​

Kagome lo siguió, cuando el joven lobo comenzó a caminar, con ella tomada de la mano, siguieron derecho unos metros y pronto Kouga volteó a verla un poco más sonrió y la miko se sonrojó muchísimo, pero eso era lo que Kouga quería, ver esos rojizos cachetes y sobarles con el pulgar, la tomó inesperada en brazos y comenzó a subir por una montaña, ocasionalmente viraba su vista hacia el camino, pues de memoria se lo sabía, pero le costaba dejar de perderse en esos hermosos ojos, esa nariz suavemente respingada, en esos cachetes rosados y aparentemente suaves, en ese magnífico y majestuoso cabello azabache, esas ondas disparejas y ese fleco singular, pero sobre todo en sus bellos labios rojos como las rosas, y tan deseables como lo era su cuerpo y corazón a conquistar.​

​

Se bajaron en una cueva, para ser más explícita en la entrada, Kouga ingresó, seguida de Kagome, que lo veía tan lindo en ese momento, esos ojos azules, esa actitud tan... ¿pero qué demonios Kagome Higurashi?, que piensas, ahora mismo tu corazón lucha para decidir entre sí volver por un condenado pozo, a lo normal, o quedarse con hibrido indeciso y orgulloso, y sin si quiera sospechar lo que le esperaba.​

​

​

--Kagome, yo me crié en esta cueva, aquí crecí y viví mi vida hasta que mi madre murió, al no tener un padre, y no saber valerme por mí mismo, busque el lugar al que me llamaba mi instinto.​

​

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-Flash Back-​

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--Hijo debes quedarte aquí, te dejaré dormido, pero si te despiertas, no me sigas, hijo confío en ti- dijo con dulzura Kymake, la madre de Kouga, mientras lo tapaba con su manto.​

​

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--Madre, ¿Dónde irás?​

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--Voy a reunirme con el clan.​

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--Y no puedes quedarte, ¿Aquí conmigo?- dijo inocente.​

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--No soy la jefa del clan, no puedo faltar.​

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--Y puedo ir contigo.​

​

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--No, además, si no mal recuerdo, un lobo mañana debe estar descansadito porqué mañana vendrán sus amigos a jugar, Gintta, y no me acuerdo del otro lobo.​

​

​

--Pero faltan muchas horas.​

​

​

--Descansa- dijo depositando un beso en la mejilla del joven lobo--Vuelvo en unas horas-- dijo retirándose Kymake.​

​

​

Kouga pensó en obedecer a su madre, pero la curiosidad, su peor enemigo, le picaba a esta hora, porqué la maldita incertidumbre no descansaba, como él quería, decidido un pequeño lobo, da pequeños pasos por una cueva hasta llegar a la abertura de entrada y salida, ve a lo lejos la silueta de su madre, y la sigue discreto.​

​

​

Al llegar la loba ingresa sin sospechar que la sigue su inocente hijo entrando junto con ella.​

​

​

--Kymake, al fin llegas, toma asiento- musitó el capitán Kodoku, más conocido como el tío de Kouga, el pequeño regalón.​

​

Kouga estaba indeciso, era la primera vez que estaba tan lejos de casa, y no lo sabía nadie, tampoco conocía la guarida de los hombres y mujeres lobo, asustado pero dejando levemente la cobardía, y dejando espacio a la valentía, se aventura a entrar.​

​

--Algún día, ya no serás líder, ese día será muy pronto, ¿Quién se encargará entonces de tu lugar?​

​

​

--Mi hijo Kouga.​

​

​

--El pequeño Kouga, pero si solo cumple con diez años de vida.​

​

​

--Mi hijo se encargará cuando yo muera.​

​

​

--¿Yo mamá?​

​

​

--Kouga, ¿Pero qué haces aquí, te dije que te quedaras?​

​

​

--Lo siento.​

​

​

--Vámonos.​

​

​

Pasaron los años, y aunque más sucesos rellenaban la vida de Kouga, no dejaba de pensar en lo que su madre afirmó, no le gustaba tocar el tema, pero sabía que algún día cumpliría ese destino.​

​

Al morir su madre, Kouga estaba completamente devastado, pero recordó en lo profundo de sí, que el rumbo de su vida ya estaba escrito, él era el jefe más joven de la tribu de hombres lobo del Oeste.​

​

En cuanto se decidió por el total, siguió su instinto, y llegó a la cueva de hombres lobo, de entrada majestuosa lo acogieron, al poco lo nombraron su líder, y así levó el cargo con dedicación y compromiso, nada más le importaba, su tribu lo era todo, hasta el transcurso de dos años más tarde, cuando Kouga, conoció a esa muchacha que lo hizo poner los pies en la tierra de una cachetada al querer obligarla a ser su mujer, ella que no lo respetó, y valoró por ser el líder de la tribu de... si no por ser él Kouga Hakato, un hombre lobo feliz de conocer a la mujer más bella del mundo, y estar orgulloso de encontrarse enamorado de ella.​

─Fin Flash Back─​

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─Tú historia es fascinante Kouga.


─Kagome, alocaste mi mundo, lo pusiste de cabeza, hablo de que nunca conocí a nadie cómo tú, me ensañaste a no ser frío y orgulloso, a querer, a…amar.


Kagome se sonrojó y se recostó en el pecho de Kouga, lo cual hizo que este también se sonrojase.

Más tarde volvieron con el campamento, como era de esperarse Inuyasha en su posición normal, sentado de piernas cruzadas, con expresión orgullosa y ojos fulminantes, celoso, se notaba de lejos, celos de Kouga, que llegaba tomado de la mano con Kagome.

Ni siquiera se dignaron a hablarse, menos aún mirarse, llegó la noche, y todos se fueron a dormir, cuando todos conciliaron sueño, Kagome dejó de fingir que dormía y se puso en marcha, se durmió primera que todos pero no cesaba de soñar con Sesshomaru, ya se acostumbró pero algo inusual, le llegó el recuerdo de cuando grotesca lo confundió con Inuyasha, y pensó, ¿Sesshomaru, él me salvo?


Tenía que verificarlo.


Se encaminó siguiendo su instinto, este la condujo a una montaña tan alta como las nubes, guiada aún por instinto se aventuró a subirla, dificultosamente subía raspándose las rodillas y sangrando.

En la cima de la montaña, Sesshomaru detecto el olor de la sangre de una humana, más tarde se dio cuenta de que no era una humana cualquiera, sino su amada Kagome.

Bajaba presuroso la rocosa montaña, cuando de pronto la logró ver más abajo, esta ya había alcanzado una buena altura, es decir si se caía desde ese punto, ya podía estarse despidiendo, y eso fue precisamente lo que el destino le jugó, una caída fatal.

Antes de comenzar a caer vio a Sesshomaru, tan hermoso así luciendo su cabellera, pero en que estaba pensando, Dios, pero eso ya no importó estaba cayendo.

─No─ dijo Sesshomaru al tiempo que descendió más a prisa y la tomo de la cintura, la acercó a él ayudándola a subir, Kagome lo miraba a los ojos y a decir verdad, no lo había pensado, pero eran mucho más hermosos que los de Inuyasha.


─Sesshomaru...- dijo Kagome, mientras que las piernas le temblaban, Sesshomaru la miró también a los ojos, tan bella y frágil, se acercaba a ella, sus labios harían contacto y… pero a Kagome las piernas le temblaron más de la cuenta, lo cual provocó que perdiera el equilibrio y cayera de nuevo.


En otro lugar…


Inuyasha se despertó con los rayos del sol, se levantó y como hombre nuevo, vida nueva*, salió a respirar aire puro y relajarse, decidido optó una corazonada, y quiso hablar con su Kag… con Kagome.


─Kagome yo de verdad… ¿Kagome?


Kouga se despertó enseguida, notó la bestia más exaltada que de costumbre y sin mucho interés exclamó.


─ ¿Qué demonios te sucede, otra vez Kagome te dio tu merecido?- dijo en tono de burla y riéndose.


─Cállate, ya maldito, Kagome no está-.


─Kagome.


Enseguida se dispusieron a seguirla, el olor se dispersaba por el aire, pero ellos tenían finos sentidos y lo podían seguir.


─La montaña Oswari─ dijeron al unisonó, al llegar, gruñeron de remedarse, pero algo más importante captó enseguida su atención, Kagome estaba cayendo al vacio, apresuraron la marcha el triple, llegando cerca, pronto notaron a Sesshomaru, lo culparon sin pensarlo, y apresuraron aún más.


Sesshomaru bajaba rápido, y casi cuando Kagome rosaba el suelo, la rescato de nuevo tomándola pícaramente de la cintura, Kagome se incorporó y miró fijo a Sesshomaru, le acarició el rostro Sesshomaru gruñó, Kagome por un instante se separó, pero volvió recuperando el toque al ver que Sesshomaru dejó de fruncir el seño levemente al perderse en sus ojos, hermosos, labios, deseables, se acercaba, lento pero seductor, Inuyasha, ya estaba tan cerca que lo podía ver, lo mismo de Kouga, Kagome le temblaban las rodillas, y ya estaba del todo seducida, y encantada, cuando Sesshomaru se acerco por completo, Kagome finalizó besándolo en los labios, disfrutando, Sesshomaru pensaba, ¿Qué demonios me pasa, porqué beso a esta humana, y mi orgullo, donde está?, de pronto los pensamientos lo atormentaron demasiado y cortó el beso de impacto, Kagome fue brutalmente empujada, pero no lo suficiente como para dañarla o que se cayera pero notorio, de pronto Kagome que aún veía a Sesshomaru fijo, sintió la presencia de Tessaiga, Vira su mirada, ve claramente a Inuyasha con colmillo de acero desenvainado, a punto de matar a alguien.


─Pelea bastardo─ espetó con ira Inuyasha.


Solo entonces Sesshomaru se percató de la presencia del lobo y su detestable medio hermano.

Inuyasha se acercaba a Sesshomaru peligrosamente.

─Inuyasha no dijo poniéndose en frente aunque sabía que Sesshomaru era capaz de defenderse de maravilla sin su ayuda, por lo cual la empujo quedando a una muy corta distancia de colmillo de acero, tanto como para clavarse la punta.


─Pero qué demonios, ¿Sucede contigo Kagome?


─No lo mates─ Sesshomaru frunció el seño─ Me salvó.


─De seguro para aprovecharse de ti, ¡Maldito!


─No es verdad.


─ ¿Por qué lo defiendes?


Kagome no sabía responder de verdad a esa pregunta, no lo admitiría aquí pero sentía algo muy leve por Sesshomaru, sin embargo había algo malo, él, en sí.


─Te has, ¿Enamorado?- acotó por vez primera Kouga con temor de oír la respuesta de su mujer azabache.

Sesshomaru solo oía atentamente.


─Eso es cierto Kagome.


─No lo sé─ dijo no muy convencida Kagome, era cierto que había algo, pero no podía denominarlo amor, no por el momento.


-- ¿¡Cómo pudiste ser tan torpe!?- espeto Inuyasha bañado de los celos.
--Pues tú no eres quien para criticarme Inuyasha, se feliz y déjame sonreír una sola vez con alguien que no sea el arrogante de tu persona─ esto último Kagome lo dijo tímida por la mirada asesina de Sesshomaru, pero estaba quedándole claro que se sentía cada vez más atraída hacia Sesshomaru.


-- Paren de una buena vez de pelear, cálmate bestia- acoto Kouga.


--Tú no te entrometas- dijeron al unisonó pero Kagome a diferencia de Inuyasha se tapo la boca y sonrojo.


─Lo siento Kouga.


─Olvídalo.


─Kagome, ¿Cómo te has enamorado de Sesshomaru, él no tiene ningún sentimiento, de seguro no quiere nada más que jugar contigo.


─Cállate imbécil─ dijo Sesshomaru haciendo que todos voltearan sorprendidos.


─ ¿Tú también te has enamorado de Kagome?


─No tengo porqué responderte a ti Inuyasha.


─Sesshomaru─ pensaba ilusionada Kagome, a la vez que una sonrisa se dibujaba en su rostro, Inuyasha que no lo paso por alto, se apresuró a tomar a Kagome del brazo, pero lo freno que Sesshomaru la acerco acoplándola a su anatomía, en señal de que era suya.


─Maldito, aléjate de él Kagome.


─No Inuyasha.


Continuara…


Glosario:
*Hombre nuevo, vida nueva: Peíicula famosa de 1987.
Bueno chicas espero les haya gustado y esta vez me comprometo a subir la continuación más pronto, lo siento, Adiós.

 

Hola sé que es muy pronto pero no se cuando vuelva a dar continuación así es que bueno espero les guste, Además no tengo ánimos de recibir mas piedrasos.

Capitulo 4: "Un nuevo comienzo a tu lado".​

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Advertencias: Ooc (lo ménos posible) y Limme (Contenido Adulto)

A Inuyasha lo dominaba una ira incontenible, sentía como la sangre le hervía bajo la piel y sus manos se apuñaban, como sus ojos se perdían tenebrosa y diabólica mente, se torneaban rojos y como todo eso hacía que su lado youkai le saliera hasta por los poros, después ya no recordaba nada pero estaba seguro de querer matar a ese arrogante parado frente del, no sabía el porqué pero le guardaba un odio y un rencor que no se contendrían en esta ocasión.

Sesshomaru pensaba en él porqué de sus acciones si bien era cierto que había algo diferente en esa humana, no entendía como fue capaz de defender la y arriesgar su orgullo y reputación por esa tonta criatura sin ningún poder útil a su ver, pero de todos modos ya era tarde para rectificarse a si mismo cosas del estilo, su hermano en este momento estaba convirtiéndose en un peligro para su azabache y eso era inconcebible.

Pov's Kagome

Veía como Inuyasha ya estaba del todo transformado, yo seguía acoplada al belicismo cuerpo del Lord, pero de pronto corrompió mi fantasía como un empujón de lado para quitarme del camino y pelear a gusto, me caí de frente en unas rocas del alrededor, Inuyasha viró levemente su mirada y pareció sonreírme de una manera que me estremeció entera y me dio una sensación horrible de deseo y temor a morirme, luego volvió a concentrarse en Sesshomaru quién enseguida dio el primer asalto de un golpe propicio que botó a Inuyasha.

Por un instante mi cuerpo me ordenó que lo ayudara a ponerse de pie, pero algo me lo frenó, Sesshomaru continuó peleando brutalmente a mis ojos, cada golpe que daba u recibía me era intolerable, quería ayudar a Inuyasha y a Sesshomaru por igual, debía decidirme por uno pero no sabía quien, estaba tan abrumada que ni siquiera noté cuando unas garras me hicieron un tajo enorme en una pierna.

--Ah!- fue lo que exclame para ira del Lord.

--Maldito- dijo este a la vez que separaba a Inuyasha de mi cuerpo sin éxito, estaba pegado a mi pierna, como cuando un niño pequeño no se quiere separar de su madre el primer día de clases.

Al fin Sesshomaru lo separó forzosamente y lo dejó inconsciente de un solo golpe, yo no recuerdo nada solo que me desmayé, para cuando desperté Sesshomaru estaba a mi lado parado con mirada fría y arrogante, bañada de ira y algo de preocupación, pude notarlo pero al parecer el deseaba que no hubiese sido así.

--Sesshomaru- dije y para mi sorpresa se arrodillo como si estuviera sinedo regañando por haber hecho algo mal.

-- Lo siento- era verdad, Sesshomaru se estaba, ¿Disculpando?, no lo creo debo oírlo.

--¿Dónde está Inuyasha?- Sesshomaru me miró fulminante y se dio cuenta de que aún era importante para mi lo que le sucediera.

--La exterminadora y un monje vinieron en un extraño felino a buscarlo, parecían preocupados se lo llevaron a la aldea de la anciana Kaede.

Hubo un silenció incomodo para ambos pero no duró, Sesshomaru me tomó en brazos y me llevó a un riachuelo, en la orilla me dejó y me puso agua e mis heridas, parecía molesto, pero siguió ayudándome, cuando notaba que la herida seguía sangrando se reprochaba refunfuñando y respirando pronunciadamente.

--Sesshomaru, dame mi mochila por favor.

Sesshomaru me miró torpemente y comprendí que su cerebro no asimilaba lo que le decía, le señale la mochila antes mencionada y cuando me la pasó se sorprendió de verme abrir algo llamado "cierre", saqué la gasa y se espantó un poco más aún cuando se la tendí.

--Sirve para vendar.

Sesshomaru la tomó sin comprender muy bien y noto que funcionaba tirando de un lado para desenrollar más del producto, cuando ya lo alargo bastante intentó de romperlo con fuerza bruta pero solo lo ensanchaba más hasta que le tomé la mano y un dedo y con su garra bien puesta lo corte de una pasada por su filo, Sesshomaru se limitó a mirarme desconcertado y prosiguió, comenzó a darle mil vueltas y a levantarme la pierna para darle más vueltas, hasta que en una la levantó más y así mi falda y aunque se cubrió los ojos no evito mi enorme cachetada y mirada asesina, siguió cuando baje mi pierna vendan dome y después de un tiempo miró desconcertado el enorme "lulo" que hizo de mi gasa, lo desamarré todo y comencé a vendarlo, al notar que estaba algo decepcionado le tomé la mano derecha y me ayude con ella a amarrar bien la venda, cuando acabé Sesshomaru lo miró aliviado y después a mi, me miró, su cara hermosa pero con expresión desalmada me provocaba ternura y enojo.


Más tarde sacudió su cabeza como despertándose y comenzó a caminar, yo lo seguí preguntando a donde nos dirigíamos pero el ni siquiera se dignaba a mirarme un segundo por lo menos, ya estaba prácticamente trotando y para mi mantener su paso me costaba el correr, de pronto noté un árbol de frente y nos dirigíamos rápido a él Sesshomaru seguía sin dejar de apresurarse y yo temía que fuésemos a chocar con ese árbol, pronto y en medio de mi gritería Sesshomaru me tomó de la cintura y se elevó conmigo en el aire.

Pov's Sesshomaru.

Esa humana no dejaba de gritar me tenía harto, la miré para callarla, pero tenía los ojos cerrados y eso me provocó ira, no solo de saber que así no se concentraría en lo que le dijera sino de que de verdad anhelaba ver esos ojos que me enamoraron, aún así lucía hermosa su cabello se volaba y sus manso cubrian su cara pero aún así parecía un ángel de esa manera.

Pov's Narradora

Sesshomaru y Kagome descendierón mientras que esta no dejaba de chillar, al estar completamente en el suelo, lo primero que hizo fue darle la cachetada de su vida al Lord.

Sesshomaru se volvió en pocisión de defensa pero la vió así, furibunda y completamente fulminante, enseguida se retracto, Kagome dejó levemente de fruncir el seño, volviendo a adoptar ese caracter tan dulce, o al menos a simple vista ya que en el interior seguía molesta, Sesshomaru se dio cuenta de que tenía a Kagome de la cintura, enseguida la acercó más a él, se abrazó completamente a su cuerpo, y le susurrí al oído.

--¿De vedad estás enamorada de Inuyasha?

Kagome sin separarse aún del cuerpo del Lord respondió.

--No.

Sesshomaru sonrió ladinamente con la contestación, y aún sin separarse del cuerpo de la miko le besó el cuello por un segundo, Kagome se estremeció completamente y sonrió, después Sesshomaru se alejó un poco, y Kagome al verlo comenzar a emprender la marcha lo siguió al encontrarse a su altura le tomó de la mano haciendo que se sonrojase por esto último pero continuara caminando.

Al llegar Jaken se aproximo.

--Amo bonito, Amo bonito-- decía a la vez que tenía ya en posición al báculo de dos cabezas, preparado para atacarme en cualquier momento, pero el golpe de su vida, cortesia de Sesshomaru, lo frenó a pecho haciendo que la pequeña Rin se matara de risa, cayendo al piso.

--Rin- dije acogiendola en mis brazos al parar de su risotada.

Sesshomaru se veía feliz de que yo me llevara tan bien con Rin.

Al pasar un rato en el cual yo platiqué con Rin, quien cada día crece más ya alguno de estos dias sera toda una mujer y yo ni cuenta me daré, de que Sesshomaru regañara una y mil veces a Jaken y diera, a su manera, a entender que yo me quedaría con ellos, nada bueno para que Jaken "sonriera", pero debía aceptarlo.

Al llegar el anochecer Sesshomaru indicó algo a Jaken y este nos dio aviso de que nos dirigiríamos a una cabaña poco modesta a las afueras de la aldea en la cual Sesshomaru dejaba a veces a Rin cuando debía ir muy lejos a lugares peligrosos.

Al llegar noté que era una cabaña, pero era similar a referirse a una mansión enorme sin duda, con varios pasillos, y varias habitaciones, parecía un laberinto pero era acogedor, tenía una altura notable, unos dos o tres pisos muy hermosos, un patio con mucho espacio y cerca había un lago, este ya estaba fuera del sitio pero por ser alejado de la "civilización" era prácticamente privado, el cerco media un cuarto de la dimensión de la edificación muy seguro ya que esto acentuaba los tres metros redondeando, al entrar Sesshomaru indicó a Jaken levar a Rin a su cuarto, y a este mantenerse en el suyo, me levó al comedor, y me ofreció té, lo rechacé educadamente, luego me levó a la escalera, subimos y llegamos al cuarto piso, desde fuera podías pensar que solo había tres pisos, pero realmente se concentraban unos cinco por lo bajo, al llegar, Sesshomaru me llevó por varios pasillos, realmente parecía un laberinto esa mansión, finalmente se detuvo ante na puerta hermosa, la abrió y en ella había un futón azul, un buro al costado de la "cama", un enorme ventanal, hermoso, de seguro enía a mejor vista del hogar, cortinas a juego con el futon, y una pequeña puerta que aguardaba un ropero.

--Está será tu habitación.

--Es hermosa, espera dices que ¿Me quedaré con ustedes?- dijo una Kagome muy ilusionada.

--Así es.

--Gracias- dije abrazándome a su cuerpo, después me avergoncé y pensé en separarme pero Sesshomaru me pegó más a él, y comenzó a besarme el cuello, me sentía repentinamente acalorada, me estremecía por los besos del Lord, los cuales descendían cada vez más, mientras este acariciaba cada parte del cuerpo de la chica, Kagome comenzó a estremecerse a cada caricia y ni cuenta se dio cuando Sesshomaru la tendió en el futón, no antes de claro cerrar bien la puerta, continuó besando a la chica apasionadamente, y empezó a despojarla de sus ropajes, Kagome se aterró un poco pensando y considerando su edad, y lo que le dijo su mamá acerca de estar en esa situación con un muchacho, pero eso ya no importó estaba completamente entregada a Sesshomaru, lo deseaba demasiado, ya estaba comletamente desnuda y no había marcha atrás, después de eso solo la luna fue testigo de su amor, al fin se dieron cuenta de lo que sentian por el otro era amor, un amor verdadero que los llenaba por dentro.

Después de esa noche estaban más unidos que nunca, Kagome se sentía feliz de estar con su amado Lord, aún cuando era fría e inexpresivo, casi incapaz de demostrar sus sentimientos, ella asó lo amaba y comprendía, en ocaciones especiales dormian "casualmente" en la misma habitación, y aunque Rin le buscaba y rebuscaba el sentido no lo comprendía, solo Jaken que aún traumatizado por esos pensamientos de su "Amo Bonito" estaba cntento de que hubiese encontrado el amor.

Los amigos de Inuyasha lo convencían de no saber donde se encontraba Kagome, pero no era del todo mentira, tan solo sospechaban que estaba con Sesshomaru, pero revisando su historial, lo más probable era que la hubiera dejado a su suerte en algún lugar desolado y aterrador o quien sabe que, hasta que un buen día coordinaron con Miroku para encagarse de distraerlo mientras Sango indagaba que sucedió, empezando or la mansión que se rumoreaba era custodiada por un demonio y no se bebían acercar, Sango comprendió de quien se trataba y para su suerte ese demonio era justo el torpe que buscaba, mientras su marido Miroku, otro torpe distraía a Inuyasha, que casualmente, se trataba de otro torpe.

Inuyasha a pesar de ser imbécil, tenía, según algunos, cerebro y astucia por lo que él se termino encargando de distraer a Miroku con bellas muchachas diciendole que seguirlas no tenia nada de malo, a concecuencia de que Sango lo golpearia tanto a su marido como a él, por tanto así siguió sigiloso a Sango mientras esperaba ver pronto a su Kagome.

Continuara...