Amor prohibido

Hola chicas les traigo una nueva historia espero que les guste y para quitar muchas dudas yo la voy a narrar bueno en realidad Ahome todo lo que paso en este capítulo le paso a Ahome pero bueno sin más espero les guste

Capítulo 1: la tristeza es más grande en mi corazón.

Hay estaba yo en mi cama llorando después de haber visto aquella escena. Hace más de 5 meses que eso había pasado y no me había sido fácil olvidar.
Llevaba mucho tiempo encerrada, no salía a comer, no iba al colegio, no permitía que nadie entrara me sentía muy mal, sentía desfallecer. Aquella escena me había dolido mucho.

‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑flash back‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑

Un día me encontraba de caminando a la aldea de regreso después de ir a recolectar plantas medicinales al cultivo de plantas de Jinenji.

-Oye Ahome ¿Qué vas a hacer con todas esas plantas? –me pregunto Shippou un lindo zorrito muy amigable.

-bueno pues hay que estar prevenidos no vaya a pasar algo malo. Se pueden hacer algunos jarabes o ya veremos que –le dije con una sonrisa.

Cuando íbamos de regreso a la aldea nos encontramos con un monstruo que nos atacó. Por suerte para nosotros iba llegando Inuyasha un hanyou de ojos dorados, pelo plateado y una túnica roja.

Se presentó ante nosotros con expresión muy diferente como si estuviera enojado. Al terminar de eliminar al monstruo se paró en seco y nos dijo:

-¿Se encuentran bien? –dijo Inuyasha sin voltear a vernos

-Sí gracias Inuyasha –dije con el pequeño Shippou en mis brazos.

-¡Regresen a la aldea! ¡No tienen nada que hacer aquí! –dijo Inuyasha en seco sin voltear.

Por su actitud supuse que tal vez se había encontrado con Naraku y se había escapado. Después recordé las actitudes que toma cuando se topa con Kouga pero no porque hubiera venido, por lo que me llevo a pensar que tal vez se había encontrado con Sesshomaru. Aun que se me hizo raro porque pensándolo bien su actitud no era igual que las anteriores.

-¿Sucede algo Inuyasha?, te noto raro ¿Te sucedió algo? –pregunte viéndolo muy extrañada.

-¡¿porque habría de pasarme algo malo?! Regresen a la aldea ¡no escucharon! –gritaba Inuyasha exaltado.

Me dolió mucho que me hubiera gritado por algoque yo no entendía. No aguante más y deje salir el llanto por el sentimiento tan grande que sentía tras su actitud.

Shippou fue el único en darse cuenta. Yo estaba tratando de que Inuyasha no se diera cuenta pero Shippou en ese momento le reclamo.

-¡Oye animal ni Ahome ni yo tenemos la culpa de lo que te haya pasado! Así que no te desquites con nosotros –dijo Shippou acercándose a Inuyasha.

-¡No molestes enano! Y tú si no te parece como te trato te puedes retirar. No tienes nada que hacer aquí –me dijo Inuyasha enojado.

Al escuchar eso sentía que el corazón se me rompía en mil pedazos, me sentí pésimo. Por lo que no soporte más y me fui llorando a la cabaña. Cuando llegue para mí fortuna no se encontraba nadie. Me sentí más cómoda y me eche a llorar sin control. Por más que quería calmarme no podía, después de un rato llegó Shippou con Sango y Miroku.

Al entrar se dieron cuenta de que me encontraba llorando, Sango se acercó a mí preocupada.

-Ahome ¿te sientes mal? –me pregunto Sango mientras se agachaba para quedar en la misma estatura.

-No Sango estoy bien, es solo que… -dije secándome las lágrimas mientras Shippou me interrumpió.

-¡Fue Inuyasha!, él tiene la culpa –dijo Shippou enojado.

-¿Qué hizo? –pregunto el monje Miroku viendo a Shippou.

-Nada no se preocupen estoy bien –dije tratando de disimular una sonrisa.

-¿Estas segura?, te noto un poco mal –me dijo Sango sin creerme.

-Sí, lo único que necesito es aire fresco. Voy al río regreso en seguida –dije mientras me ponía de pie.

Sin pensarlo dos veces salí de la cabaña y me dirigí al río. Me sentía mal aquellas palabras todavía sonaban en mis oídos, cada vez que lo recordaba me ponía muy triste.

Después de estar un largo tiempo pensando me di cuenta que ya había atardecido. Me sentía tan a gusto en el río que no quería toparme con Inuyasha. Pero sabía que mis amigos se iban a preocupar por mí.

Tome valor, después de pensarlo me puse de pie y tome camino para la cabaña. La sorpresa que me lleve fue ver a Kouga con ellos. Tratando de olvidar lo sucedido entre disimulando alegría y salude.

-Hola Kouga –dije disimulando una sonrisa.

Kouga al verme la cara se dio cuenta que había estado llorando, tenía los ojos rojos e hinchados, en las mejillas tenia marcas de lágrimas y una tristeza que no era fácil disimular. Kouga se paró y sin contestar se acercó a mí.

-Ahome no me mientas estuviste llorando ¿Cierto? –me pregunto Kouga en tono serio.

Yo solo me quede en silencio y le dedique una mirada para darle a entender que no tenía importancia. Baje la mirada triste. Kouga insistía haciéndome más preguntas. Mientras más me preguntaba más mal me sentía.

-Kouga ya deja que Ahome se tranquilice y que ella decida cuando nos quiera decir lo que tiene –dijo Sango para que Kouga me dejara de hacer tantas preguntas.

-Está bien. Solo quiero que sepas que esa maldita bestia me las va a pagar caro por todo lo que te ha hecho sufrir –dijo Kouga volteándome a ver.

Yo no sabía que hacer sabía que Kouga sentía algo por mí. Sin embargo yo no le podía corresponder igual. Pasado el tiempo me pude controlar más hasta cierto punto que logre olvidar lo sucedido con Inuyasha.

Nos habíamos quedado hablando cuando de pronto en la cabaña entro Inuyasha con una actitud de pocos amigos su semblante se mostraba poco raro, parecía estar enojado mientras mostraba un poco de felicidad, sus ojos le brillaban mucho, lo que no era normal, me llegue a preocupar por él. Pero no me animaba a preguntarle lo que le pasaba. Por lo que solo calle.

-¡Qué bueno que llegas! Infeliz. ¡Me las vas a pagar caro! –dijo Kouga parándose al ver la presencia de Inuyasha.

-Y se puede saber ¡¿De qué me estás hablando?! Yo ni siquiera te he hecho nada –dijo Inuyasha enojado.

-¡No te hagas el mustia bestia! Lo que le hiciste esta tarde a mi mujer no te lo voy a perdonar –dijo Kouga encarando a Inuyasha.

-Se puede saber ¿Qué le hice?, si es lo que le dije es la verdad ¡Y tú no vengas a meter en mis asuntos! Aparte de sarnoso eres un metiche .dijo Inuyasha yéndose a sentar.

Kouga se enojó más se iba a cercar a Inuyasha. Yo no quería que hubiera problemas y menos si era por mí culpa. Trate de calmar a Kouga, para que el asunto no pasara a mayores.

-Kouga ya por favor cálmate. Todo ya está olvidado –dije poniendo una sonrisa.

-No Ahome lo que t hizo Inuyasha no está bien. ¡No se tiene que salir con la suya! –dijo Shippou enojado.

-Ya Shippou no te enojes. Recuerda que no es bueno ser rencoroso –le dije con una sonrisa mientras le daba una paleta que tanto le gustab.

-¡Gracias Ahome! –me dijo Shippou con una gran sonrisa tomando la paleta.

Olvidado lo sucedido nos habíamos puesto a platicar sin prestar importancia a lo que Inuyasha hacía. Cenamos y nos pusimos de acuerdo para ver cómo nos íbamos a dormir.

Nos habíamos quedado de la siguiente forma: Sango, Miroku y Shippou se habían quedado en Kirara, Kouga se había turnado con Inuyasha para hacer guardia cosa que no entiendo porque si la aldea de la aldea era muy tranquila. Yo me había quedado en una cama de paja que Kouga me construyo.

Todos estaban durmiendo, yo no había podido dormir. Sin embargo no me quería topar con la mirada de Inuyasha quien se encontraba despierto vigilando.

Pasando unos cinco minutos me pude dar cuenta de que algo perturbaba a Inuyasha. Su actitud había vuelto a cambiar. Me preocupe porque creí que era un monstruo. Me iba a poner de pie pero el salió de la cabaña. Yo había decidido seguirlo, pude ver que se había ido al bosque, lo seguí sin que se diera cuenta.

Llegue y lo vi con una muchacha abrazada, me escondí detrás de un árbol y me quede hay.

-¡Qué bueno que si viniste Inuyasha! Temí que no fueras avenir –dijo una muchacha con pelo negro a media espalda agarrado con un listón blanco, aspecto muy pálido que no mostraba ningún sentimiento. Por su vestimenta supuse que era una sacerdotisa.

-Nunca te iba a dejar sola y menos por lo que me contaste la vez pasada. Kikyou me dejaste muy pensativo –dijo Inuyasha viendo a la sacerdotisa.

Kikyou. Al escuchar ese nombre recordé al antiguo amor de Inuyasha. Hace mucho creí que la había olvidado pero me di cuenta que no.

-Pero ¿Por qué Inu?, esa es la verdad ese maldito de Naraku me tiene acorralada. Y no me va a dejar en paz hasta que le entregue la perla de Shikon ¿Sabes lo que eso significa? –dijo Kikyou con una actitud fría.

-Se supone que vas a tener que estar a su lado ¡Y eso no lo voy a permitir! Yo te jure que te iba a proteger y así será –dijo Inuyasha un poco exaltado.

-Pero Inuyasha. Ya no hay nada que se pueda hacer ese es mi destino. Es más que claro que tú y yo no podemos estar juntos –dijo Kikyou volteándose al árbol sagrado.

-¡Eso no lo voy a permitir! –dijo Inuyasha tomándola de los hombros.

-Pero no hay otra solución –dijo Kikyou sorprendida por la reacción de Inuyasha.

Inuyasha la había tomado de los hombros para hacerla girar, cuando la tuvo enfrente la abrazo muy fuerte. No sé cómo soporte ver la escena pero no me fui.

-Yo te dije hace mucho que te iba a proteger con mi vida y así será. Pase lo que pase, siempre te voy a proteger –dijo Inuyasha abrazando a Kikyou.

-Inuyasha –dijo Kikyou en susurro.

Ambos se habían besado. No soporte más y deje salir el llanto, no soportaba más estar en aquel lugar, me fui sin que se dieran cuenta; regrese a la cabaña para mi suerte todos estaban dormidos.

Tome mis cosas, salí y me dirigí al bosque solo que sin pasar a donde estaban Inuyasha y Kikyou. Voltee a ver a mí alrededor por última vez y entre al pozo.

Me sentía muy triste que me fui a mi cuarto sin hacer ruido entre y me acosté a llorar.

‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑fin del flash back‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑‑

Todo este tiempo he estado llorando porque sentía que la tristeza era más grande en mi corazón.

Continuara…​

Hasta aquí les dejo después le continuo acepto críticas constructivas y comentarios en lo que pueda cambiar.

 

Bueno antes que nada agradezco los comentarios de todas voy a tratar de mejorar y gracias a las personas que han visto mi historia. Bueno sin más la conti.

Capítulo 2: Recuperando mi vida anterior

Una mañana me encontraba en mi recamara observando los fragmentos de la perla de Shikon que por equivocación me había traído conmigo. Recordé todo lo que había pasado con Inuyasha, Sango, Miroku; el pequeño Shippou; la anciana Kaede, Kouga y bueno muchos más a los que habíamos conocido en el transcurso de nuestro viaje. Recordé los buenos al igual que todo lo que había sufrido por Inuyasha y llegue a la conclusión que él no se merecía ni una más de mis lágrimas.

Me puse de pie, me arregle y baje a hacer el desayuno para mi familia que consistía en: Souta mi hermano menor, Sonomi mi mamá y mi Abuelo. Para cuando se despertaran ya estuviera listo el desayuno.
Tome unas cuantas cazuelas y empecé a sacar cosas del refrigerador. Me gusta mucho cocinar pero más me gusta cuando cocino con Sango pero no me iba a poner mal por eso.

-Ah, buenos días hija ¿hija? –me dijo mi mamá sorprendida de verme fuera de mi cuarto.

-Hola mamá ¿Cómo dormiste? –pregunte con una gran sonrisa.

-Muy bien. Me da mucho gusto ver que ya te animaste a salir de tu cuarto –dijo mientras me dedicaba una sonrisa

–solo que no entiendo cuál fue el problema, pero si no te sientes bien para contarlo no hay problema.

-Gracias mamá. La verdad es que ahora no quiero hablar sobre eso –dije con una media sonrisa.

Me quede pensando mi madre siempre me había apoyado y era muy buena; cuando no quería hablar ella me entendía.

Entre las dos nos pusimos a cocinar. Cocinar con mamá era significado de risas y claro más rápido terminábamos.

-Mamá –La llame mientras ponía la mesa.

-¿Qué sucede? Ahome ¿te sientes mal? –me pregunto mamá preocupada.

-No estoy bien –conteste riendo nerviosa.

-Entonces ¿Qué sucede? –me pregunto mientras serbia el desayuno.

-Es sobre lo que me sucedió allá. Veras íbamos el pequeño Shippou y yo caminando cuando un monstruo llego y nos atacó… le explicaba pero en ese momento me interrumpió.

-¡¿No te paso nada?! ¡¿Estas bien?! –me preguntaba mi madre acercándose a mi

-No, no te preocupes en ese momento llego Inuyasha. Bueno te sigo contando. Llegó con una actitud muy diferente yo creí que se había encontrado con su hermano mayor o con alguien mas, le pregunte si estaba bien y me grito que porque habría de pasarle algo malo. Eso me dolió mucho porque él nunca me había gritado, regrese a la aldea; dormimos pero note que se había despertado y había salido corriendo, yo me levante y mi sorpresa fue verlo abrazado con Kikyou –le explicaba mientras lloraba.

-Mi niña, no te pongas así él no vale la pena. Y lo que yo opino es que le estas dando mucha importancia. Debes regresar y enseñarle que no te dolió lo que te hizo –me dijo mi mamá abrazándome.

Ese abrazo me hizo sentir mejor, desde hace mucho lo necesitaba. Un buen rato me había quedado sobre el hecho de regresar.

Después de hablar iba bajando Souta y el abuelo con cara de dormidos tallándose los ojos.

-Buenos días hija Ahome –saludaba él abuelo entrando a la cocina.

-Buenos días papá-saludaba mamá contenta al abuelo.

-Buenos días abuelo –lo salude con una gran sonrisa que hace mucho que no podía poner por la gran tristeza que
sentía.

-¡Ahome! Me da mucho gusto ver que ya saliste de tu habitación –me dijo el Abuelo muy contento.

-Sí –dije con una gran sonrisa.

-Ah, buenos días –dijo Souta estirándose.

-Buenos días Souta ¿Cómo dormiste? –le pregunte con mucha alegría.

-¡Hermana! ¡Qué alegría verte de nuevo! –me dijo Souta mientras corría para abrazarme.

-Hola a mí también me da mucho gusto verte después de 7 meses de estar en… olvídalo, ¡me da mucho gusto verte! –dije correspondiendo su abrazo.

-Bueno, bueno después se abrazan ahora hay que desayunar. Ahome hizo el desayuno –informaba mi mama conmovida por la escena de Souta y la mía.

-¡Sí! –dijimos todos muy contentos.

Nos fuimos al comedor, nos sentamos y mamá repartió el desayuno. Hubo unas cuantas risas, intercambios de sonrisas, en fin un desayuno maravilloso.

Del otro lado del pozo…

-Ya pasaron 7 meses y no hemos sabido nada de Ahome –dijo Kouga desesperado.

-Y toda la culpa la tiene ese tarado de Inuyasha. Si no fuera tan testarudo –vociferaba Shippou enojado.

-En parte tienes razón pequeño, pero no te expreses así de Inuyasha –regañaba Miroku a Shippou por su comentario

-Sí Shippou su excelencia tiene razón. Lo que no entiendo es ¿Por qué Ahome se fue? Aun no me lo explico. ¿Abra
visto algo? –preguntaba Sango pensativa.

-A mí lo que se me hace raro es que no dejo dicho nada, se fue en la noche y los fragmentos no están. A no ser que se los haya dejado a Inuyasha –dijo Miroku muy calmado sentado en un rincón de la cabaña

-Por favor Miroku, si eso hubiera ocurrido Inuyasha se hubiera convertido en una bestia –dijo Shippou viendo a Miroku.

-Además yo conozco bien a Ahome y sé que sería capaz de hacer tal cosa y menos sabiendo las consecuencias –comento Sango cruzándose de brazos.

-Eso es más que obvio Ahome es muy inteligente por eso es mi mujer –dijo Kouga orgulloso.

-Sigue soñando –dijo Shippou en voz baja.

Kouga como era un Hanyou tenía un buen oído y alcanzo a ir lo que había dicho Shippou que por cierto no le pareció.

-¡¿Qué dijiste enano?! –preguntaba Kouga enojado

-Kouga por favor ya tenemos muchos problemas para que te pongas así por un comentario –le dijo Miroku igual de calmado.

-Tiene razón excelencia un gran problema va a ser ¿Cómo vamos a juntar los fragmentos faltantes? –preguntaba Sango viendo al Miroku.

En ese momento iba llegando Inuyasha con una acompañante al escuchar eso penetro a la cabaña muy contento

-por eso no se preocupen chicos. Yo ya solucione eso –les informaba Inuyasha contento

Al decir eso con mucha alegría les extraño mucho a sus amigos. Hace mucho que no sonreía así. Sin embargo a Shippou no le importaba en lo absoluto lo que hiciera con su vida.

-Así no me digas. Y según tú ¿Cuál es tu plan? –preguntaba Shippou viendo a Inuyasha con ojos de pistola.

-Fácil para que nos complicamos con una niñita caprichosa si Kikyou nos puede acompañar -informaba Inuyasha contento

-Mira bestia primero que nada Ahome no es caprichosa y segunda más respeto porque aunque ella no se encuentre yo voy a estar para defenderla –dijo Kouga enojado

-Como sea. Kikyou nos puede acompañar en nuestro viaje para buscar los fragmentos ¿Qué les parece? ¿No es buena
idea? –preguntaba Inuyasha con una sonrisa.

-Yo no quiero que ella nos acompañe. ¡Yo quiero a Ahome! –dijo Shippou saliendo de la cabaña.

-Mira Inuyasha, estoy de acuerdo con Shippou yo no voy a ir a ningún lado si va Kikyou y por la venganza que quería
no te preocupes yo puedo sola –dijo Sango enojada yendo a buscar a Shippou

Con la salida de Sango y Shippou se habían quedado Inuyasha, Kikyou, Miroku y Kouga.
Inuyasha no daba crédito a lo que había oído. La reacción de sus amigos hacia Kikyou.

-¿Y tú Miroku? –preguntaba Inuyasha viendo a su amigo

-Yo no soy quien para criticar a las personas. Tú eres libre de hacer lo que quieras con tu vida y discúlpame pero le prometí a Sango que me quedaría a su lado –dijo Miroku saliendo.

Kouga al ver que se había quedado con Inuyasha y Kikyou y mucho más que no era un asunto de su incumbencia se puso de pie preparándose para retirarse.

-A mí no me interesa lo que pase aquí –dijo Kouga retirándose.

Dejando solos a Inuyasha y Kikyou con un amargo sabor de boca para ambos.

Continuara…​

 

Hola de nuevo chicas una gran disculpa por mi ausencia es que la escuela me está matando y los exámenes de diagnóstico y bueno más a parte que he estado un poquito enferma del estómago pero bueno sin más agradezco a las personas que han visto la historia y avisarles que va a ser una historia corta pero igualmente espero les guste. Sin más la conti.
ADVERTENCIA: OCC

Capítulo 3: Mi viaje con una nueva compañera.

La decisión de sus amigos no les había gustado a ninguno de los dos, Inuyasha se sentía muy deprimido al escuchar aquellas palabras jamás lo creyó escuchar y menos de sus amigos.

Fuera del pozo…

-No puedo creer que Inuyasha allá decidido que Kikyou nos acompañara a nuestro viaje –dijo Shippou enojado

-Ni yo pero Shippou esa no es la manera para referirte a la señorita Kikyou –dijo Miroku regañándolo

-Excelencia no me diga que ¿Le gusta Kikyou? –pregunto Sango en un tono de celos

-No claro que no Sanguito, pero no es bueno que se exprese así de las personas mayores –dijo
Miroku observando a Sango

-Pues yo no sé pero yo no me pienso mover de aquí. Sé que Ahome va a volver y yo la voy a esperar –dijo Shippou en forma de berrinche

-Estoy de acuerdo Shippou pero no te puedes quedar aquí. ¿Qué vas a hacer si un monstruo te ataca? –pregunto Sango sentándose junto él.

-Pues voy a tratar de ser valiente –dijo Shippou disimulando valentía

-Sí eso crees bien, es tu decisión solo te aviso que su excelencia y yo vamos a regresar a la cabaña. Pero como tú decidiste que no te ibas a mover de aquí ten mucha suerte –dijo Sango poniéndose de pie.

-¡¿Qué no se iban a quedar aquí?! Bueno yo creí que no iban a regresar en lo que estuviera Kikyou hay –dijo Shippou con miedo.

-No Shippou como crees, estoy seguro que no han de tardar en retirarse. Pero toma por si las dudas –dijo Miroku entregándole unos pergaminos.

-Bueno Shippou nos vemos que pases buena tarde –dijo Sango despidiéndose mientras tomaba camino para la aldea junto Miroku

Dicho eso ambos se fueron a la cabaña. Shippou se quedó hay sin saber lo que podía hacer, el temor lo envolvía por lo que Sango le había dicho. Además muchos monstruos estaban en busca de los fragmentos.

En la cabaña…

Estaban Inuyasha y Kikyou muy callados e Inuyasha muy pensativo.

-Oye Inu, no crees que ¿Es mejor que yo regrese? y que valla por esa niña-dijo Kikyou poco enojada por la reacción de los demás.

-No Kikyou, no hagas caso de su actitud, no saben lo que dicen. Además yo no sé porque se fue y yo no soy de los que les gusta rogara y lo sabes –respondió Inuyasha molesto.
-Yo no creo que seas así sabes –dijo Kikyou risueña

-A… a ¿Qué te refieres? –pregunto Inuyasha confuso por la respuesta de la sacerdotisa

-Me refiero a que tú siempre me ibas a buscar antes de que yo fuera –dijo Kikyou riendo

-Bueno eso es diferente ¿No crees? –pregunto Inuyasha sonrojado.

-Hay mírate te volviste a sonrojar como en los viejos tiempos –recordó Kikyou muy divertida por la expresión de Inuyasha

-Cla… claro que no, eso es ridículo. Yo sonrojado –dijo Inuyasha mas sonrojado escondiendo su cara bajo su fleco.

-Inu… No has cambiado en nada –dijo kikyou tomándole la cara al Hanyou

-Kikyou… la verdad es que ni tu –dijo Inuyasha acercándose poco a poco a ella.
Sus labios se juntaron cuando en ese preciso momento iban entrando Sango, Miroku, Kirara y el pequeño Shippou muy asustado

-Jaja vez Shippou por eso no es bueno disimular valentía –dijo Miroku riendo

-¡Que yo no tenía miedo! Ese lobo me llego de sorpresa es todo, es más yo no tenía miedo
todo lo exageran –dijo Shippou enojado

-Ya Shippou acéptalo si tenías miedo y es la verdad, es comprensible que quieras esperar a Ahome pero se paciente –dijo Sango abriendo la cortina de la cabaña.

Al dirijir la mirada a la cabaña vieron a Inuyasha y Kikyou besándose (muy apasionadamente). Miroku le tapo los ojos a Shippou para que no viera porque decía que esas eran escenas para grandes y los niños no tenían que verlas.

-Lamentamos la interrupción –dijo Sango haciendo acto de presencia

Inuyasha y Kikyou al escuchar la voz de Sango se separaron rápidamente y muy apenados.

-Chicos hola. No creí que fueran a regresar tan pronto. Pero díganme ¿Cambiaron de opinión sobre que Kikyou nos acompañe? –pregunto Inuyasha apenado

-¡No! ni lo creas yo me separo aquí de ti. ¡Bestia traidora! –dijo Shippou soltando a Miroku

-¿De qué hablas enano? Yo no te he hecho nada a ti para que me insultes –dijo Inuyasha enojado

-Ya Inuyasha toma tu decisión si crees que está bien que te vayas con la señorita Kikyou adelante, no te detengas por nosotros. Se feliz ¿No era eso lo que querías? Esta es tu oportunidad no la dejes ir –dijo Miroku muy comprensivo

-Pero Miroku… ¿Qué será de ustedes? ¿De tu maldición? ¿Qué harán cuando un monstruo los ataque? –pregunto Inuyasha preocupado

-Tú no te preocupes por eso Inuyasha, como dijo su excelencia vamos a estar bien cuidaremos del pequeño Shippou pero antes de que te vayas dinos ¿Por qué se fue Ahome tan repentinamente sin dejar dicho nada? –pregunto Sango preocupada

-La verdad es que no lo sé, además ya sabes cómo es de caprichosa.

Seguramente le entro uno de sus caprichos –dijo Inuyasha viendo a Sango

-Ya Inuyasha no te expreses así de la señorita Ahome y que tengas suerte en tu viaje. Solo recuerda que posiblemente nos veremos pero no va a ser como amigos si no como rivales. Porque no nos vamos a dar por vencidos en la búsqueda de los fragmentos –respondió miroku un poco retador

-Y ¿Cómo le van a hacer? Ahome ya no está con ustedes y las únicas que los pueden ver son Kikyou y Ahome. –dijo Inuyasha un poco confundido por el comentario de Miroku

-Tu solo recuerda eso y no lo olvides. Un placer haberte conocido –dijo Miroku estirando su mano

-Lo mismo digo y que seas feliz –dijo Inuyasha respondiendo al apretón de manos

Sango y Shippou al presencial lo sucedido con Inuyasha y Miroku supusieron que era un adiós. Se acercaron (Shippou no quería Sango lo tuvo que llevar a la fuerza) para despedirse de Inuyasha

-Inuyasha, te agradezco todo lo que hiciste por mí y por Kohaku, no tengo como pagártelo y te deseo lo mejor –dijo Sango triste por la partida de su amigo

-No hay de que Sango –respondió Inuyasha abrazando a Sango –espero que sean felices tú y Miroku y tengan muchos hijitos.

Sango al escuchar el comentario del Hanyou se sonrojo, se separó rápido de él observándolo muy extraño.

-Shippou anda ve a despedirte de Inuyasha –le insistía Miroku

-¡No quiero! Que se valla y nunca vuelva es un traidor –dijo Shippou enojado

-De modo que te quieres que me valla y nunca vuelva –dijo Inuyasha acercándose al pequeño

-Inuyasha… si eso quiero, nun… nunca vuelvas –dijo Shippou soltando el llanto

-Oye vamos solo van a ser unos días y vuelvo ¿Te parece? –pregunto Inuyasha al pequeño

-¿Lo prometes? –pregunto Shippou limpiándose las lagrimas

-Lo prometo –respondió Inuyasha con una sonrisa

Terminado de despedirse todos Inuyasha y Kikyou dieron paso a su viaje.

Continuara…​

¿Que les parecio?​

¿Quieren la conti?​

 

Hola de nuevo, muchas gracias por comentar que mal que hay a algunos que no les haya gustado y sobre la pregunta no se la verdad si va a ser un InuKag la verdad lo pensare, lo releer y después aclarare las dudas que tenga.

Otra cosa la historia no va a ser muy larga solo de 15 capitulos por lo que pido respeto en sus comentarios hacia Kikyou por favor y bueno después prometo sacar mas historias y no sacarla pero si es una personaje de Rumiko hay que respetar pero bueno cada quien es valido cada forma de ser jeje.

Bueno la conti.

Capitulo 4 heridas pasadas ¿Se vuelven a abrir?

Había pasado 1 año desde que yo no iba al otro lado del pozo, aun que muchas veces lo intentaba al final me arrepentía. Pero bueno una ventaja fue que pude terminar con mis estudios con buenas notas, pude salir mas con mis amigos y una que otra vez que Hoyo me invitaba.

En fin todo marchaba como antes, nada de prisas con los exámenes, saque buenas notas y me pude graduar como era mi sueño.

-Me pregunto ¿Cómo estarán los chicos? ¿Habrán seguido con su viaje? Total si así lo fuera están en todo su derecho, después de todo hace 1 año que no voy –me dije un poco triste

Toc, toc

-Pase –dije viendo a la puerta

-Hola hija ¿Cómo estas? –me pregunto mi mama entrando con una charola

-Hola mamá bien y ¿Tu? –le pregunte contenta

-También bien, pero vine a hablar contigo –me informo mientras me entregaba la charola

-Sobre ¿Qué? ¿Hice algo malo? –pregunte tomando la charola

Por un lago rato se me quedo viendo. Yo no entendía de lo que quería hacer después de todo no había hecho nada malo. Después de cinco minutos decidió hablar.

-Hija no esta bien que te escondas de los problemas. Tienes que regresar hace mas de 1 año que no vas y tienes que arreglar los malentendidos. Recuerda que halla hay mucha gente que te quiere –me dijo con una sonrisa.

-Lo se pero, no se lo que voy a hacer cuando tenga enfrente a Inuyasha, no se lo que le voy a decir. Digo yo no soy quien para reclamarle nada, después de todo cada uno es dueño de su vida –dije con un tono de tristeza

-Bueno hija solo piénsalo y te aclaro a nosotros no nos molestas. Nos da mucho gusto tenerte aquí pero tus amigos no tienen la culpa. Además ya te graduaste con mucha mas razón ya no tienes preocupación; solo piénsalo ¿Sí? –me respondió mi mamá poniéndose de pie

Salió de la habitación y me quede pensando en lo que me había dicho. Después de todo tenia toda la razón mis amigos no tenían la culpa y no iba a dejar que la comida que compre se echara a perder.

Desayune lo más rápido que pude, me vestí con el antiguo uniforme con el que me solía ir, tome mi mochila y una bolsa negra y baje.

Abajo se encontraba Souta, el abuelo, buyo nuestro gato y mamá. Mamá al verme bajar se alegro de que hubiera decidido ir.

-Buenos días –salude bajando con todo mi equipaje

-Buenos días hija pero ¿A dónde piensas ir con todo ese equipaje? –me pregunto el abuelo sorprendido

-Voy a regresar con mis amigos hace mas de 1 año que no los veo y la verdad ya los extraño –conteste un poco nerviosa

-Bueno pero esperamos que vuelvas pronto y ya no se vuelvan a pelear –me dijo el abuelo un poco risueño

-Si y que vuelvas a traer al orejas de perro porque hace mucho que no lo vemos –me dijo Souta contento por la idea

-Claro vas a ver que si me es posible lo traigo. Bueno nos vemos luego voy a tener mucho por hacer llegando, tengo que buscarlos –informe mientras tomaba la bolsa negra

-¡Que te valla bien hija! –me grito mamá contenta y poco nostálgica

-Nos vemos –me despedí de ellos cerrando la puerta

Me fui al templo Higurashi que es donde se encuentra el pozo y entre con temor. Me costo mucho trabajo salir por todo el equipaje que traía. Al salir me lleve con la sorpresa de que todo seguí tal cual yo lo recordaba.

Descanse un poco para después continuar mi camino solo que tenia que pensar ¿Dónde los podría encontrar? El primer lugar que se me ocurrió fue en la aldea de la Anciana Kaede. Di paso muy temerosa creí que me podría encontrar con Inuyasha.

Llegando a la aldea me encontré con unos aldeanos que me contaron que la Anciana Kaede se había ido de viaje, lo que me llevo a pensar que tal vez decidieron acompañarla.

Fui a la cabaña y al entrar me lleve con una sorpresa. Estaba equivocada Sango, el Monje Miroku, Shippou, y Kirara estaban hay. Al verme entrar se pusieron felices.

-¡Ahome! –dijo Shippou corriendo a abrazarme

-Hola Shippou ¿Cómo estas? –lo salude mientras lo recibía con un abrazo

-¡Amiga! Que gusto verte de nuevo después de mucho tiempo –me dijo Sango abrazándome mientras dejaba salir el llanto

-Hola Sango. ¡Me da gusto verlos! La verdad ya los extrañaba mucho –dije con una sonrisa

-Señorita Ahome ¡Que gusto que haya regresado con nosotros –me dijo el Monje Miroku contento

-Monje Miroku –deje abrazándolo

En ese instante sentí que alguien me tocaba el trasero y mi reacción fue cachetear al culpable.

-¡Excelencia! –dijo Sango enojada

-No me pude contener y después de tanto tiempo de no vernos se olvida lo que son los tributos de las mujeres –dijo Miroku con mi mano marcada en la cara

-¡Excelencia que cosas dice! –dijo Sango con celos

-No te preocupes Sanguito, tu siempre vas a ser la única dueña de mi corazón –dijo Miroku frotándose la mano de Sango en su cara como gesto de ternura
Shippou y yo al ver la acción de Miroku y al ver la cara de la pobre de Sango nos reímos.

-Al parecer no han cambiado en nada. Siguen siendo los mismos que yo recuerdo cuando me fui –dije con una sonrisa

Miroku al escuchar mi comentario dejo la mano de Sango y se me quedo viendo muy serio. Creí que tal vez no le había gustado mi comentario y que yo estaba equivocada y
si habían cambiado.

-Dígame señorita Ahome ¿Por qué se fue hace 1 año? –me pregunto Miroku un poco serio.

-Ah… bueno… -dije tartamudeando.

El simple hecho de pensar en que me iba a tener que acordar en lo sucedido era señal de que iba a llorar

-Excelencia deje a la pobre de Ahome. Que tal si ella no quiere hablar sobre lo ocurrido hace un 1 año. Lo que nos tiene que importar es que ya esta de regreso con nosotros –dijo Sango regañando a Miroku

Decidí que ya era hora de afrontar ese problema. No me iba a agobiar por siempre. Tome valor y decidí contarles.

-Bueno verán ¿Recuerdan que Shippou y yo habíamos ido al campo medicinal de Jinenji? –pregunte viendo a mis amigos

Asintieron con la cabeza y me miraron muy detenidamente.

-Cuando regresamos nos encontramos con un monstruo, cuando nos iba a atacar llego Inuyasha y nos salvo. Luego nos dijo que regresáramos a la aldea y bueno traia una actitud muy rara creí que se había topado con Naraku o Sesshomaru.; le pregunte si se encontraba bien y lo único que obtuve fue un grito. Luego en la madrugada yo no podía dormir y me di cuenta que el tampoco, salió de la cabaña y lo seguí, llegue al bosque y lo encontré con Kikyou abrazándola muy dulce y pues… -dije dejando salir las lagrimas que desde mucho me pedían salir.

-Tranquila Ahome ya sabemos lo demás. Pero no te pongas así –me dijo sango tratando de calmarme

-Esa bestia es un traidor, un grandísimo tonto. Lo desprecio –dijo Shippou enojado

-Ya pequeño no te expreses así de Inuyasha –le dijo Miroku calmándolo

-Si Miroku pero no es justo que trate así a Ahome –dijo Shippou mas calmado

-No te preocupes Shippou estoy bien. Eso fue hace mucho tiempo y ya esta olvidado.
Por cierto ¿Dónde esta Inuyasha? –pregunte buscándolo con la mirada

Al escuchar mi pregunta pusieron cara de muerto. Al ver su expresión me imagine que algo le había pasado.

-¡¿Le sucedió algo a Inuyasha?! –pregunte poniéndome de pie muy preocupada

Todos me miraron sorprendidos por mi reacción. Porque aun así de lo que me había hecho en el fondo lo seguía queriendo.

-Veras Ahome. Inuyasha se fue de viaje a buscar los fragmentos de la perla de Shikon con kikyou –me respondió Sango nerviosa

-¿Cómo? –pregunte mientras caía al piso

-Si señorita eso ocurrió hace tres meses, dieron inicio a su viaje y desde entonces no
hemos sabido nada de el –me dijo el Monje Miroku viéndome

Al escuchar lo que me habían dicho no lo podía creer. Me sentía traicionada mas no sabía porque si entre Inuyasha y yo no había pasado nada. Sentía que me iba a desmayar, me quería morir el simple hecho de pensar que Inuyasha estaba con Kikyou me ponía mal. Estaba pensando en regresarme sin embargo me quede sintiendo un gran dolor en mi corazón.

Continuara…​

Bueno chicas aquí les dejo y mañana le actualizo jeje espero les valla gustando

¿Les gusto el capitulo?
¿Les dio gusto que Ahome volviera?
¿Qué pasara con nuestra linda pareja?

 

Espero les guste y una disculpa por que sea muy corto el capitulo jeje me costo mucho trabajo hacerlo pero bueno espero les guste y las quería invitar a que si les interesa leyeran mi nueva historia y me comenten.

http://fanficslandia.com/index.php?threads/mi-ángel-en-el-amor-sasu-saku-naru-hina.20519/

Capitulo 5 sentimientos encontrados o tal vez revelados

Después de aquel mal rato recordé que traía comida, tome mi mochila y la repartí a cada uno. Nos quedamos platicando cuando se creo un remolino fuera de la cabaña.

El remolino se detuvo y dentro de el salió Kouga el jefe de los hombres lobos. Penetro en la cabaña con mucha alegría y se acerco a mí.

-Ahome, no sabes cuanto tiempo te he esperado yo sabia que volverías –me dijo kouga abrazándome

-Hola Kouga ¡Que bueno verte de nuevo! –dije correspondiendo al abrazo

-Ahome –me llamo Kouga tomándome de las manos –recuerda que tu vas a ser la única mujer dueña de mi corazón recuerda eso.

-Claro Kouga vas a ver que si –le dije riendo nerviosa y con un color carmesí sobre mis mejillas

-¡Kouga no eres el único que quieres estar con Ahome! –dijo Shippou poniéndose en mis hombros.

-Si Kouga, Shippou tiene razón nosotros también queremos estar con ella –dijo Sango acercándose

-Bueno, bueno de acuerdo –dijo Kouga un poco enojado mientras soltaba mis manos

Al ver que Kouga me soltó me sentí mas tranquila, no se porque pero estaba sintiendo una rara sensación cuando Kouga me tomaba de la mano.

-Ahome cuéntame ¿Hace mucho que regresaste? –me pregunto Kouga viéndome

-No de hecho hoy acabo de llegar. Kouga ¿Tienes hambre? Pregunte viéndolo contenta

-Bueno solo un poco no es mucha –me respondió Kouga un poco sonrojado por mi cometario

Saque de mi mochila unas papas y una soda y se las entregue creí que le iban a gustar. El tomo con mucha pena en su cara se notaba.

-Oye Ahome ¿Qué hiciste en todo este tiempo? ¿Por qué no regresabas? –me pregunto Shippou viéndome mientras comía una bolsa de papas que tanto le gustaban a Inuyasha

-Bueno pues muchas cosas Shippou –conteste con una sonrisa

-¿Cómo que? –me pregunto Shippou viéndome con detenimiento.

Terminada de formular la pregunta me puse nerviosa. No sabia que decirles, obvio no les iba a decir que había estado llorando eso empeoraría todo.

-Shippou ya deja en paz a la Señorita Ahome o que ¿Quieres que se vuelva a ir?
–pregunto el monje Miroku comiendo una sopa instantánea.

-No claro que. Ya me pongo a comer –dijo el pequeño Shippou comiendo muy rápido

Yo solo me limite a reír por lo que Miroku le había dicho a Shippou. La tarde pasó rápido o bueno a mí se había hecho.

Sango y Miroku habían ido a dar un paseo, para descansar un poco. Eso fue lo que ellos dijeron mas sin embargo yo tenía mis sospechas de que había algo entre ellos.

-Ahome ven. Vamos a ver lo que Miroku le dice a Sango según tengo entendido ambos se fueron cariñosos –me dijo Shippou muy emocionado por la idea

A decir verdad desde que había llegado no tenia ánimos de hacer nada, quería estar acostada, algo había en el ambiente que no me gustaba.

-Ve tu Shippou yo no me siento con ánimos de ir a espiar a nadie –dije con pocas ganas de hablar

-¿Estas segura? –me pregunto Shippou viéndome como si le costara trabajo creer mi decisión.

-Si –conteste con una sonrisa

-Ok –me dijo Shippou tomando camino hasta donde se encontraban

Cuando Shippou se fue reflexione ¿Por qué lo deje ir a espiar? Lo llame pero ya era tarde porque ya se había alejado mucho de la cabaña. En ese momento entro Kouga entro a la cabaña con un ramo de flores y una sonrisa.

Al ver su sonrisa supuse que estaba hipnotizado por algún demonio, parecía estar ausente, me pare y me le acerque.

-Kouga ¿Te sientes bien? –le pregunte viéndolo

Kouga no contestaba parecía estar viendo algo en l pared, camino para ella; yo lo trate de detener pero era inútil. De pronto se escucho un gran golpe pero Kouga no reaccionaba.

-Ayame, Ayame cásate conmigo y solo conmigo –dijo Kouga chocando en la pared

Al escuchar aquellas palabras sentí tristeza pero no entendí porque. Entre Kouga y yo no había pasado nada y estaba segura que jamás lo habría. Mas sin embargo no preste gran atención por el conjuro en el que estaba.

-¡Kouga ya reacciona, kouga! –lo llame dándole una cachetada

Aquel golpe lo había hecho reaccionar del transe en el que se encontraba.

Con Sango y Miroku…

La noche era hermosa, negra con las estrellas y la luna que brillaban como nunca, ese día era perfecto para decirle algo a alguna persona muy especial.
Sango y Miroku se encontraban sentados en el pasto observando las colinas. Todo estaba muy callado nadie hacia ningún ruido.

-Sango la llamo –Miroku observando el paisaje

-¿Qué ocurre Excelencia? –pregunto Sango viéndolo

Miroku al escuchar que todavía lo llamaba Excelencia se puso un poco triste.

-Sango. Por favor solo llámame Miroku, nada de Excelencia eso me hace creer que no hay confianza entre nosotros –dijo Miroku tomando la mano de Sango

Sango al sentir el contacto con su mano se sonrojo.

-Claro Exce… Miroku –dijo Sango sonrojada

De nuevo se había quedado todo en silencio, un silencio incomodo para ambos Miroku seguía con la mano de Sango agarrada y Sango tenia ese sonrojo en su cara.

Sango y Miroku a veces se volteaban a ver y cuando sus miradas chocaban Miroku le sonreía y Sango se sonrojaba

-Sanguito, te quiero decir algo y más que nada agradecerte por todas tus preocupaciones. Y es que desde que te conocí caí enamorado de ti y no sabes cuanto –dijo Miroku sonriendo

-Miroku… la verdad es que yo también. Pero oiga ¿Esto no es uno de sus cuentos? –pregunto Sango molesta

-No sanguito, esto es enserio. Yo te amo desde que te conocí y te ju… bueno voy a hacer lo posible por serte fiel –dijo Miroku tomando las manos de Sango

-Miroku… estoy dispuesta a estar a tu lado y hacerte cambiar, claro siempre y cuando tú quieras –dijo Sango contenta

-Estoy dispuesto Sango –dijo Miroku viéndola a los ojos

Terminado de confesarse sus sentimientos ambos se besaron. Lo que hizo que Shippou se fuera.

Continuara…​