AMOR DIVINOCAPITULO I Hace miles de años la tierra era reinada por una familia noble que poseía poderes divinos, ellos gobernaban con justicia trayendo a la tierra una era de paz. El Rey Erion y la Reina Eduvigis observaban la tierra desde los cielos, un paraíso llamado el Edén; junto a ellos estaba su hija de nombre rin la digna heredera al trono de la tierra. Rin con tan solo 16 años ya había sido instruida y educada tanto en técnicas de arco y espada como en invocaciones divinas, ella era querida y respetada por todos os que vivían en el edén como la pequeña princesa, que poseía un corazón puro y justo. En el salón del trono se encontraba la familia real y sus guardianes que era una familia de nobles demonios perros pertenecientes a la casa de la luna Taisho. En una noche sin luna el castillo fue atacado por una fuera oscura llena de maldad y sed de venganza, el rey y a reina unieron sus fuerzas para hacer una barrera para proteger la sagrada tierra del mal. Mientras la princesa llevaba a los niños y mujeres del Edén al templo y hay invoco una barrera para su protección. El castillo pronto se vio invadido por criaturas invocadas del inframundo el general Taisho encargado del ejercito de demonios que protegían el castillo contrataco pero fue en vano el general tomo una última decisión. —Sesshomaru ve donde los reyes y infórmale que los invasores nos superan en números y fuerza, quédate con ellos y protégelos recuerda que ese es el deber de nuestra familia juramos proteger a la familia real por siempre, entendiste. —Si padre, pero ¿Qué pasara contigo?—Lo miro con preocupación—¿Te volveré a ver? —Solo ve hijo no mires hacia atrás confió en ti —Le dedico una última sonrisa. El joven Sesshomaru corrió hacia el castillo y entro en el salón del trono donde se encontraba los reyes luchando contra espíritus malignos. —Mi Rey—Se puso en posición de ataque en medio de los espíritus malignos y los reyes—Déjeme encárgame de ellos. — ¿Sesshomaru que haces aquí?¿Que paso con tu padre?—levanto sus espada y acabo con sus enemigos pero seguían viendo más—responde. Sesshomaru envaino su espada y se arrodillo frente al rey. —Mi rey el ejército ha caído y mi padre también —apretó sus puños con impotencia—Le pido perdón en nombre de mi familia no hemos podido protegerlos. El Rey poso su mano en el hombro del joven guerrero. —No digas eso tu y los tuyos han hecho un gran trabajo así que levanta tu cabeza con orgullo. —Volteo y miro a su esposa —Eduvigis ya sabes lo que tienes que hacer. — se acerco a su esposa y la beso con cariño—ve apresúrate. Una lagrima callo por la mejilla de la reina mientras se iba del salón. —Sesshomaru ve con mi esposa y protégela, yo me encargare de lo demás. —Si mi Rey. — Se dio la vuelta y se fue tras la reina. La reina y Sesshomaru corrieron por los pasillos oscuros del castillo rumbo al templo donde se encontraba la princesa. Entraron al templo traspasando la barrera. —Rin mi niña—Se acerco y la abrazo. —escucha bien lo que te voy a decir. —Madre, y mi padre?—Se separo de su madre. — ¿Dónde está? —Hija escucha. —La agarro de los hombros y la miro a los ojos. —Tú eres la última esperanza que queda, te enviare a la tierra para que estés a salvo, perdóname por lo que voy hacer pero es por tu bien. Recuerda que tu padre y yo siempre te amaremos y estaremos a tu lado siempre. — ¿Que dices madre? Pero antes de que terminara de hablar la reina había invocado un conjuro cubriendo a la princesa y sellándola en un espejo. —Mi Reina ¿por que ha hecho eso? —Sesshomaru estaba sorprendido. —Escucha Sesshomaru, Rin ha caído en un sueño profundo, solo aquel que está destinado a ella para estar a su lado y combatir el mal y traer la paz de nuevo será el único que rompa el espejo del sueño eterno, tu misión será proteger el espejo hasta ese día llegue—unió sus manos y abrió un portal hacia la tierra. —Sesshomaru por favor cuida de mi hija. —Si lo hare con mi vida. — agarro el espejo y cruzo el portal. La reina cerro el portal y decidió volver junto a su esposo, al regresar vio que el aun se mantenía firme y corrió a su lado se miraron a los ojos y voltearon a ver la llegada del líder de sus enemigos a la persona causante del ataque. Sorprendidos al descubrir la identidad de su enemigo decidieron utilizar el último recurso juntaron sus últimas fuerzas para sellar a su enemigo y a su ejército a un sueño profundo que no dudaría para siempre pero que le daría tiempo a su hija de despertar. Y así lo hicieron sacrificando su vida confiando que un día aquel hombre llegaría al lado de Rin y triunfarían sobre el mal.
Capítulo IIAMOR DIVINO. Después de miles de año los habitantes de la tierra olvidaron su origen y a sus reyes convirtiéndolos en leyendas qué alguna vez se contaron, pero todo iba a cambiar un encuentro ya había sido escrito y una profecía estaba por cumplirse. En una noche de luna llena en una llanura se encontraba un demonio de cabellos blanco, ojos dorados finos rasgos que eran adornados con marcas de nacimientos que indicaban la pureza de su sangre; miraba al cielo en la búsqueda de alguien que lo venía siguiendo de cerca y entre las nubes vio su objetivo una demonio perro de pelaje blanco con sus distintivas marcas, las mismas que poseía el. Vio como poco a poco descendía hacia donde él se encontraba y antes de tocar tierra adquiría una forma más humana convirtiéndose en una mujer con elegantes ropajes y una gran belleza con una forma elegante de caminar se acerco hacia donde él la esperaba. — ¿Que es lo que quieres?—La miro directamente a los ojos. —Que pasa Sesshomaru no te da gusto ver a tu madre. —Si no tienes nada que decirme. No me hagas perder el tiempo. —Se giro y se encamino a donde su fiel sirviente lo esperaba. —Ya veo que tu padre tenía razón. —Lo miro detenerse. —En que tenía razón. — El comentario no le gusto. —Hace mucho tu padre me dijo que llegaría el día en que aprenderías a valorar la vida y abrirías tu carrazón hacia lo demás, eso te daría el poder necesario para convertirte en su verdadero heredero. —Una sonrisa curvo sus labios. — ¡el verdadero heredero! Y se podría saber ¿de qué soy ahora digno? —Sesshomaru la familia taisho tiene una gran responsabilidad desde siempre, pero a mí no me corresponde decírtelo, así que por eso tu padre me dejo esto antes de morir —Tomo una pausa antes de agregar. —Me dujo que te lo diera cuando estuvieras listo , y pudieras enfrentar esta responsabilidad. —Saco una mano de sus grande ropajes y en ella había un pergamino sellado. Alargo la mano para recibirlo, al tomarlo todavía podía percibir el olor a sangre de su padre” ¿lo había firmado con sangre?”. En la historia de su familia solo los testamentos eran firmados de esa forma, de niño había visto varios pergaminos que habían dejado sus antepasados y que su padre los guardaba celosamente. — ¿Que contiene este pergamino? —Levanto la vista hacia su madre. —Tu futuro, solo eso te puedo decir, lo demás lo averiguaras cuando leas su contenido. —se giro en dirección contraria de donde estaba. —Me marcho, ha Sesshomaru ven a visitarme tienes muy sola a tu querida madre. El sarcasmo de las palabras de su madre despertaron el mal humor de Sesshomaru, la miro fijamente y una sonrisa cínica se dibujo en sus labios se dio media vuelta y se dirigió de vuelta hacia su camino. A lo lejos Jaken vio a su amo se levanto y se dirigió camino hacia la dirección por donde venia su amo. —Amo Sesshomaru. —Miro como su amo se detenía frente a el —No sabe cuánto me alegra que este de regreso. Sesshomaru se dirigió a la cima de una colina cercana donde la luz de la luna iluminaba todo, al llegar se detuvo y saco el pergamino lo desenrollo y al instante pudo reconocer la letra de su padre. Sesshomaru hijo mío si este pergamino llega a tus manos significa que como presentía que he muerto, me hubiera gustado decírtelo en persona no entrare en detalle por que la historia tú te la sabes de memoria espero recuerdes esa leyenda que te solía contar cuando eras niño, sobre los antiguos reyes que una vez reinaron la tierra y de sus guardianes que los protegían con valentía y honor. Bueno todo lo que alguna vez te conté como un cuento hoy te digo que es real y que nuestra familia generación a generación ha protegido a la familia real, ahora es tu turno desde el momento de tu nacimiento esta responsabilidad fue tuya como una vez fue la mía y lo considere un honor espero tu un día pienses igual esta es la razón de nuestra existencia y sé que algún día lo entenderás. Lo que tanto cuidamos se encuentra en una cueva en la cima del monte fuji solo un verdadero guerrero un verdadero taisho puede traspasar la barrera que protege la cueva protégela con tu vida. A pesar de nuestras diferencias nunca dude de que te convertirías en un gran guerrero y siempre estaré orgulloso de ti. Hasta siempre… Inu taisho. Sesshomaru enrollo de nuevo el pergamino y se quedo mirando la luna, se elevo por los aires convirtiéndose en una esfera de luz y desapareció en dirección al Monte fuji. —Amooo a donde se dirige. —Se fue otra vez sin mi. —Que desdichado soy. En poco tiempo Sesshomaru se encontraba cerca de la entrada de la cueva camino la poca distancia que lo separaba de la entrada al traspasar la barrera , sintió como su cuerpo empezó a vibrar, al adentrarse pudo apreciar un hermoso espejo del tamaño de una persona que brillaba con luz propia y pudo leer una inscripción que aparecía en el borde del espejo. Solo aquel que este destinado a estar a su lado será capaz de romper el espejo y deshacer el sello que mantiene dormida la esperanza del mundo Una vez mas su cuerpo empezó a vibrar igual hizo el espejo, lentamente dirigió la mirada hacia su reflejo, su reflejo se desvanecía y en su lugar apareció una mujer de belleza incomparable. —Una mujer. —si la historia que el recordaba era real ella era la última heredera del trono de la tierra. Levanto su mano derecha en un impulso por tocar la superficie del espejo sentía como algo lo llamaba lo atraía y con un solo toque el espejo se partió en miles de pedazos emitiendo una luz que al desaparecer solo dejaron el cuerpo de unq joven que fue guiada a los brazos de su salvador.
