Tormentas de melancolía en mi cabeza, dejan esto como muestra de su existencia. Espero les guste. . . . Nos preguntamos una al otro ¿Tendremos algo serio? Ambos sonreímos atontados, mientras que la sonrisa mas picara curva nuestros labios, y el mas hermoso, “sí” jamás dicho antes por nadie, sale como una delicia por nuestra cuerdas vocales. Todo es perfecto, el sueño más hermoso se recrea imaginando la vida que podría pasar a tu lado, y tú sonríes y piensas que tal vez encontraste al chico ideal, pero nuestra enemiga mas cercana, viene y rasga nuestro velo de ilusiones. La distancia dice de forma gutural y sonora –No. Y bajamos la cabeza al recordar que ella esta de por medio, y por un momento pensamos que esto tal vez es el fin, y decidimos irnos por el mundo con la cabeza gacha, cada uno haciendo lo que mejor hace, vivir a la vida a nuestro modo, tratando de subsistir en un mundo vil, bello, aunque nefasto y cruel. —Alto esperen. Hablo una mujer deteniendo nuestro caminar, hablo tan fuerte que se escucho en su mundo y en el mío, ambos la observamos y por un momento la odiosa distancia quedo minimizada por esta mujer. —Hay algo que hacer, aun tienen una oportunidad. Volvió a hablar mientras sonreía. —¿Cómo? Preguntamos en unísono los enamorados, separados por un abismo existencial. —Esperando, y pensando que mañana les sonreirá el porvenir, si son pacientes la vida les sonreirá, la distancia no es más que un límite geográfico. Entonces sonreímos y seguimos nuestro camino, pensando que un futuro próximos ambos estaremos juntos y nunca mas separados.