Microrrelato Always... you, me

Rosa marchita aguardaba aquel pozo. Sola en la oscuridad, lloraba. Era hermosa, pero sus pétalos caían. Su afligida mirada no podía ver la luz, hasta que un joven la sacó de allí. No fue por su belleza, sino porque este tenía un noble corazón. "Pobre, tan sola allí, consumiéndose en su dolor", pensaba, oh, cual santo lírio del amanecer.

Ángel, se llamaba aquel salvador de la solitaria rosa. Reía con ella, ambos hablaban, se entendían... pero solo eran amigos, pues ni uno ni otro querían estropear aquella gran amistad.

Desde los acantilados yacía sentado, contemplando el reflejo de la Luna en el agua. Aquella noche, fue mágica.
-Lo siento, rosa querida -le comentó con una voz apagada a ella, la cual le observaba desde atrás.
Ella mantuvo el silencio, él igual, y así, solo quedó el sonido de las olas.

Sangre cayó al amanecer, y Ángel desapareció.
-Te quiero, mi amor -dijo la rosa mientras una lágrima caía.- Siempre.

FIN

-Basado en hechos reales-