One-shot Almas gemelas [Mimi & Effy | Pokémon Rol]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Nami Roronoa, 6 Abril 2016.

  1.  
    Nami Roronoa

    Nami Roronoa The Gif Queen Game Master

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    Título:
    Almas gemelas [Mimi & Effy | Pokémon Rol]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2390
    Un "pequeño" escrito para @Noir , por el juego "¡Atinale a Nami!"… ¡espero les guste!

    Título
    : Alma gemela
    Fandom: Pokémon (rol)
    Personajes: Mimi/Effy
    Palabras: 2185
    Prompt: Soulmates
    Summary: El mundo parecía estar obsesionado con el amor…
    Advertencias: UA: Soulmates. Para más información sobre este tipo de UA, chequear el spoiler.

    Soulmates (en inglés: almas gemelas) es un tipo de UA, más común en fanfics en inglés, donde dos personajes están destinados a terminar juntos. ¿Cómo? Porque en este universo, los personajes tienen en ellos una marca identificatoria… y su alma gemela tendrá la misma. Y cuando se conozcan, lo sabrán…

    Cada fanfic de este tipo puede ser diferente; cada autor elige qué marcas tendrán los personajes en su universo, pueden ser nombres, fecha de nacimiento, un reloj que va contando hasta el día que se conocen…

    Para mi fanfic, elegí un universo bien sencillo; cada humano tiene el nombre de su alma gemela grabado en la piel, como si de un tatuaje se tratase, que aparecerá en su muñeca izquierda en el momento en que conozcan y entren en contacto por primera vez con su alma gemela.

    Aclarado esto ya, espero que disfruten mucho del fanfic :3




    El mundo parecía estar obsesionado con el amor. ¿Y cómo no estarlo? Era un sentimiento hermoso, no había nada de malo en ello… realmente, una persona que odiase el amor debía estar demente.

    Pero Mimi Honda no estaba demente. Y Mimi Honda odiaba el amor.

    Bueno, quizás no el amor en sí… jamás había tenido un pareja que hubiese roto su corazón, como para admitir que el amor era la mayor basura que podía existir. Pero sí había tenido una experiencia nada bonita… luego de la muerte de su madre.

    En este mundo que tanto proclamaba adorar el amor, no debería permitir que la gente contrajera matrimonio dos veces. Porque cada persona tiene, desde el nacimiento, el nombre y apellido de su alma gemela tatuada en su muñeca izquierda… y eso es todo, ¿no? Esa es tu alma gemela, ese es el amor de tu vida. No vas a tener otro, es ese o nada, ¿verdad?

    Y entonces… ¿por qué su padre se había vuelto a casar poco tiempo después de la muerte de su madre? ¿Cómo podía él dormir cada noche junto con esa mujer, cuando en su muñeca aún podía leer el nombre de Anna? Esa no era el amor de su vida… ¿acaso tan terrible era la vida cuando tu alma gemela moría, que necesitaba de otra persona, cualquier persona, para continuar viviendo?

    Mimi no lo sabía, y no tenía pretensiones de saberlo. Tomó su muñeca izquierda con delicadeza; se encontraba vacía. Aún no había conocido a su alma gemela… y para ser honesta, prefería mantenerlo así. Si no conocía el amor, el amor no podía partirle el corazón, ¿verdad? Así nunca nadie podría herirla… eso era lo mejor, ¿no?

    Pero la vida… ah, la vida tiene una forma curiosa de funcionar, claro. Porque Mimi no tenía pretensión alguna de encontrar a su alma gemela, pero un día, su alma gemela la encontró.

    La joven de largo cabello rubio acababa de cambiarse de secundaria. Debido al trabajo de su padre, habían tenido que mudarse de su ciudad natal, y ahora se encontraba en aquella escuela nueva, Galeia High School. ¿Qué clase de nombre era Galeia? Y, lo peor de todo, era una secundaria común y corriente, no una exclusiva para alumnos de clase alta como a la que estaba acostumbrada. Su hermanastro Matt había decidido asistir a esa y, por supuesto, se decidió que no asistirían a colegios diferentes.

    De modo que aquí estaba, primer día de clases en Galeia High School. Apenas puso un pie en el edificio, se aseguró de perderse de la vista de Matt; ya tenía que soportarlo en su casa, no quería soportarlo aquí también. Alisó la falda de su uniforme; consistía en una camisa blanca, una falda color negro y zapatos color café, una combinación sencilla y nada elegante en su opinión, pero no le quedaba otra que vestirlo.

    Oyó la campana y comprendió que su peor miedo se estaba por realizar. Iba a llegar tarde a su primera clase… y seguramente la harían presentarse…

    La muchacha echó a correr por el pasillo, sin detenerse ni reparar en las personas que la veían pasar, esquivándolas ágilmente en búsqueda del Aula 2-1, la cual tenía entendido sería su aula de clases. En un momento, se encontraba tan concentrada en correr a toda velocidad y mirar los números de las aulas que no se fijó por donde iba y chocó contra una persona que iba en la dirección contraria.

    No llegó a ver de quién se trataba, sólo vio un destello de brillante cabello rubio cuando levantó la mirada; parecía que fue una chica con quien chocó, pero se había levantado en un apuro y se había marchado antes de que pudiera verla bien.

    —¡Fíjate por donde vas, idiota! —gritó Mimi, enfadada, aún a sabiendas de que probablemente ni la escuchara—. ¡Ah!

    Mimi sintió una quemadura. La sensación fue, para explicarlo lo mejor posible, como si alguien hubiese colocado repentinamente un hierro caliente sobre su muñeca izquierda, y tras unos cinco segundos lo hubiese retirado bruscamente. No fue largo el sufrimiento, pero fue repentino, y la chica involuntariamente llevó su mano derecha a tomarse la muñeca, haciendo una mueca de dolor.

    "Effy Joy"

    Releyó el nombre que acababa de grabarse en su piel. Aquel nombre… sus ojos se abrieron grandes como platos. ¿Ese era el nombre de su alma gemela?

    Sus ojos se dispararon en todas direcciones, examinando a todos los presentes con ojo crítico. Pero no podía ser, sencillamente no podía ser, si debía tocar a su alma gemela por primera vez para que su nombre se graba…

    —¡Esa chica! —exclamó Mimi, poniéndose de pie de un salto, importándole muy poco las miradas curiosas que recibió su repentina exclamación.

    Sí, esa chica… debió ser cuando chocó con ella, la tocó y… y ahí fue cuando apareció su nombre grabado en su piel. De todas las formas que imaginaba que esto podría haber sucedido… definitivamente nunca había pensado que así sería su primer encuentro con su alma gemela. ¿Y por qué le había tocado justo esa, de todas formas? Esa muchacha tan grosera que no había sido siquiera capaz de detenerse un segundo a preguntarle si se había lastimado cuando chocaron…

    Apartó esos pensamientos de su cabeza al notar que el pasillo de la escuela había quedado desierto. ¡Las clases ya habían comenzado! Tuvo que apresurarse para llegar a su correspondiente aula… pero fue demasiado tarde. La profesora Karina le lanzó una mirada de reprobación y luego le ordenó que se presentara ante la clase. Vaya, este ciertamente no era su día, ¿eh?

    Los días pasaron y Mimi comenzó a sentirse a gusto con su vida en su nuevo hogar. No volvió a cruzarse con la chica del pasillo, pero eso no le preocupaba mucho, pues no tenía intención de ponerse a buscar algo que no le interesaba. Sí conoció a Emily, una chica que se sentaba junto a ella en clase.

    Emily resultó ser una muchacha muy simpática y rápidamente se hicieron amigas. Mimi no creía haber tenido una amiga nunca antes… o, al menos. nunca una tan genial como Emily. Ella era amable y muy buena con ella, a pesar de que no tenía motivo para serlo, y la ayudó a adaptarse a su nueva vida en aquella secundaria. A Mimi le hizo muy feliz haberla conocido, pues no sabía como habría podido sobrevivir a sus primeras semanas en aquel nuevo ambiente sin ella.

    Un día, Emily y Mimi se encontraban de compras en el centro comercial. Mimi vio que había rebajas en Dolce & Gabbana, por lo que se apresuró a meterse en esa tienda, dejando a Emily riendo detrás. Cuando Mimi emergió del local con dos bolsas de compras en cada mano, descubrió que Emily se había quedado fuera… y no estaba sola.

    Su amiga se encontraba sentada en una banca, platicando con una chica que debía tener su misma edad. Con cabello rubio corto hasta los hombros y ojos azules como el más claro de los océanos, aquella muchacha cautivó su mirada desde el momento que la vio… ¿por qué le sonaba tan conocida? Entonces reparó en que traía puesto el uniforme reglamentario de Galeia High School y concluyó que sí, de había le parecía conocida, debió haberla visto algún día en la escuela. En cualquier caso, decidió acercarse a su amiga y a la desconocida sin dudarlo.

    —Ah, Mimi, veo que compraste un par de cosas nuevas —comentó Emily, viéndola llegar con todas sus bolsas.

    —Sólo un par de cosas sencillas, para renovar mi armario —dijo Mimi como restándole importancia, a la vez que colocaba las bolsas en el suelo—. No puedo andar con ropa de la colección pasada, ¿no?

    —Si tú lo dices… oh, ¿dónde están mis modales? Te presentó a una buena amiga mía, se llama-

    —Oh, espera, me acuerdo de ti —dijo la desconocida, y su corazón dio un brinco; ¿así que sí la conocía de algún lado? Lo sabía, su intuición nunca se equivocaba—. ¿Puede ser que hayamos chocado por accidente el primer día de clases? Estaba muy apurada de llegar a tiempo ese día y ni me fije hacia dónde iba…

    La ira que Mimi había sentido aquel día, que ya se había extinguido semanas atrás, renació de la cenizas y comenzó a arder con la pasión de mil soles.

    —¡Fuiste tú! —exclamó Mimi, furiosa—. ¡Me hiciste caer el suelo y por tu culpa llegué tarde a mi primer día de clases! ¡Fue por ti que tuve que presentarme frente a todos! ¡Y ni siquiera tuviste la decencia de detenerte a pedirme disculpas!

    Emily suspiró, acostumbrada ya a las repentinas explosiones de emoción de la Honda. La desconocida parpadeó, poco familiarizada con la escena, pero a diferencia de Emily no se resignó; se puso de pie y contestó con el mismo tono, sin inmutarse.

    —¡Pues lo mismo te digo! —respondió la amiga de Emily—. ¡Yo también llegué tarde porque me chocaste en el pasillo! ¿Y qué te crees que eres, una princesa a la que hay que decirle disculpas por cada pequeña cosa? Fue un accidente, supéralo.

    —¡¿Cómo puedes ser tan desconsiderada?! —soltó Mimi, sin poder contenerse. No la conocía, pero su respuesta le había hecho hervir la sangre, encontrándose aún más enfadada.

    —¿Desconsiderada? ¿Por no haber tenido el tiempo de pedirte perdón porque estaba apurada? Pues disculpe, Su Majestad, no volverá a ocurrir —replicó ella, haciendo una reverencia tan exagerada que su nariz estuvo a punto de rozar el suelo—. Lo siento Emily, pero creo que mejor me voy a hacer compras yo sola, nos vemos…

    Y antes de que Emily se pudiese oponer, su amiga se marchó sin miramientos, siendo perseguida por una mirada asesina de parte de la Honda hasta que se perdió de vista. Pero en cuanto desapareció y Mimi se pudo calmar, su cerebro comenzó a funcionar con normalidad y sin dejarse llevar por la furia que había sentido hasta recién.

    Si con ella había chocado en el pasillo ese día, eso debía significar que…

    —Emily, ¿cómo se llama tu amiga? —preguntó la rubia, sin atreverse a mirar a su amiga a la cara.

    —Effy —respondió ella—. Effy Joy, ¿por qué me lo preg… ¡oh! Oh, Mimi…

    En ese instante, se dio cuenta que había llevado involuntariamente su mano a su muñeca izquierda, donde el nombre de esa chica estaba tatuado desde el día que chocaron en el pasillo. Y ahora Emily lo había visto… y por la expresión de emoción que había puesto en cuanto lo vio, no había manera alguna de que se salvara de esta.

    Tomó mucha insistencia y esfuerzo por parte de Emily, pero finalmente ella fue capaz de convencer a Mimi y la envió a la fuente del centro comercial. Apenas llegó, divisó a Effy parada junto a la fuente, examinando su teléfono celular; Emily le había dicho que la encontraría allí hace cinco minutos, seguramente se estaba preguntando por qué tardaba tanto.

    La Honda tomó aire, se armó de valor, y con tres rápidos pasos llegó a estar frente a frente con su alma gemela.

    —Hola —fue lo único que fue capaz de decir.

    —Oh… hola —respondió Effy, sorprendida de verla allí—. Tú no eres Emily.

    —No, evidentemente. Soy su amiga, Mimi… Mimi Honda. Tal vez me recuerdes por la discusión que tuvimos… o quizás porque mi nombre en tu muñeca significa que soy el amor de tu vida o algo así.

    —Oh… oh.

    Ambas se pararon en silencio la una frente a la otra, evitando mirarse a la cara. Sin embargo, sabían que ambas se habían ruborizado; ¡era una situación tan incómoda! Desde temprana edad les habían dicho que conocerían algún día a su respectiva alma gemela… ¡pero nadie les había advertido de lo incómodo que sería el momento en que la conoces!

    Finalmente, tras lo que se sintió una eternidad, Effy rompió el silencio. Mimi le agradeció por dentro; de no haber dicho algo, seguramente habría hablado ella, y no tenía idea de qué sería la primer cosa sin sentido que fuese a salir de su boca de haberlo hecho.

    —Hay un salón de té nuevo aquí, en el centro comercial —mencionó Effy, intentando adquirir un tono tranquilo y casual… sorprendentemente, no falló en esa tarea—. Podría invitarte una taza de té, para disculparme del incidente del pasillo… pero sólo me disculparé esta vez, así que más te vale aceptarlo, ¿ok?

    Mimi hizo a un lado la vergüenza y miró a la otra chica directo a los ojos. Se veían sinceros, no como si le estuviese haciendo una broma o provocándola para que ocurriera una nueva discusión… pero no, no, ella se había prometido a si misma que no caería en esto, que las almas gemelas no existían, que el amor… el amor…

    —Te advierto que yo sólo tomo té de Earl Grey inglés —resaltó la Honda, incapaz de contenerse. Effy simplemente sonrió

    —Que coincidencia —replicó Effy, dando media vuelta y comenzando a dirigirse a la casa de té—. Porque es el mismo que tomo yo.

    Y Mimi, contra todos sus instintos, la siguió.
     
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    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

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    Nami, después de que lo leí me quedé con tantas ganas de saber que pasaba después que apenas pude dormir xD
    Lo digo enserio... o sea, me quedé despierta hasta casi las siete... y luego sí que dormí. Menos mal (?
    Pero mereció la pena, porque me encontré con un relato que amé con todo el kokoro.

    Primero, debo decir que te quiero mucho. Like, really (?
    Aún si es parte del juego, que me regales cosas como estas me hacen muy feliz. Y tambié me pone fangirl, como no. Y la trama es demasiado perfecta, aún si es, en principio, algo cliché. Tú le das un estilo propio a una idea simple, le pones un poco azúcar, especias y cosas bonitas y tienes una obra de arte. Y no es sólo con este relato, lo haces siempre.

    Eso es de admirar.

    Pasando a la historia en sí... no puede ser un One-shot. Me niego rotunda y sistemáticamente, quiero más de esto. Es decir... no puedo ser la única que piensa que esto da para mucho más, ¿cierto? xD Effy y Mimi destinadas a estar juntas por designios del destino, aún si Mimi le tiene tanta rabia al amor es algo que merece ser continuado.

    Amé como contaste la historia, y los motivos que estan detrás del odio de Mimi hacia el amor. Fue muy fiel a la historia del personaje, porque Mimi está realmente molesta y resentina con su padre por culpa de su boda con otra mujer. Aunque le tiene mucho más odio a Delia que a Moura, eso es cierto.
    Y lo mismo con Matt. Ella califica a su hermanastro como ''un parásito usurpador'', así que el hecho de que no quiera cruzarse con él en ''Galeia High School'' (xD) está muy bien logrado.

    ¿Y qué decir de esos pequeños detalles que sólo los roleros entenderíamos? ¿La profesora Karina? Me reí muchísimo.
    Y el detalle de Emily... Aww, Emily debía aparecer sí o sí. Effy, Emily y Mimi de nuevo juntas en una misma historia. ¿Qué más puedo pedir?

    Y que Mimi se chocara con Effy... xD Mimi siempre anda chocándose con cosas, plz (?
    Y esa discusión casi al final me hizo volver a recordar cuando se conocieron en el rol y Effy se negó a llevar sus bolsas xD

    En definitiva, muy buena historia.
    Me gustó muchísimo <333 Y, en serio... quiero la continuación xD
    No puedes dejarlo ahí... afghs. Okya.

    Ja ne.
     
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    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado

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    No puedo decir que no lo amé porque estaría mintiendo descaradamente. Lo amé y mucho.

    Lo has llevado muy bien, la trama es original [para mí lo es porque nunca había escuchado hablar de este tipo de fanfic] y a pesar de ser un AU has mantenido muy bien la personalidad de todos los personajes.

    Mimi sigue siendo la Tsundere de siempre y creo que la has descrito muy bien porque la veo capaz de renunciar a un buen instituto por tal de no ver a su hermano, y también odiar el amor por culpa de su padre.
    Y Emily haciéndose su amiga al instante, por supuesto.
    ¡Y Effy! Tan genial como siempre <3

    En fin, muy bien desarrolldo de verdad, los personajes y la historia, todo~ Aunque el final abierto me rompe el kokoro, no queda del todo mal pues el lector tiene así libertad para imaginarse su propio final cerrado.
     
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