All The Right Reasons - Drabble #1 Título: Over my dead body. Personajes: Aokideso "Aki", Toru. Pairing: slight Taki. Nº de Palabras: 220. Tipo de Fanfic: Drabble. Nº de Drabble: 1. Genre: Humor/Parody. Rating: K+. Over my dead body. ─Sólo por curiosidad, ahora que no tienes nada más que ocultar, ¿tienes algún otro tatuaje aparte de los que ya he visto? El noventa por ciento de las veces, Aki pecaba de inocente. Con preguntas como aquella llegaba incluso a darle a Toru la oportunidad de burlarse de ella en bandeja. Y qué decir del lobo, que disfrutaba a cada segundo de divertirse a su costa, más cuando llevaba días sufriendo la vida. Literalmente. ─Sí, tengo. ─Contestó él con una sonrisa sardónica pintada en sus labios. Sus ojos brillando con anticipación por la reacción que sabía, gatillaría en su maestra. ─En lugares que verás sobre mi cadáver. La mirada insinuante que acompañó aquel comentario fuera de lugar fue suficiente para que la Aokideso menor entrara en cólera. Poco le importaba que su autoproclamado carrat acabara de burlar a la muerte, porque él mismo se lo había buscado. Desde el otro lado de la puerta Tarot sólo pudo suspirar y sonreír divertido. Algo le decía que esos dos llegarían a ser mucho más que maestra y lycan. Sólo el tiempo lo diría, pero estaba seguro de que las cosas iban a cambiar a partir de aquel momento. Tan solo esperaba que aquella joven, hija del que fue su mejor amigo en su momento, estuviera preparada para lo que se le vendría encima.
All The Right Reasons - Drabble #2. Título: That moment of the month. Personajes: Aokideso Aki, Toru, Tarot. Pairing: slight Taki. Nº de Palabras: 511. Tipo de Fanfic: One-Shot. Nº de Drabble: 2. Genre: Humor/Parody. Rating: K+. That moment of the month. Toru no se equivocaba al pensar que su maestra no actuaba como siempre. Él no era el único que lo había notado. El agente especial del B.I.R.D, Tarot, también observaba suspicaz a la joven desde una distancia prudencial. Nadie podría haberlo notado. Bueno, nadie, salvo él. El alpha sabía que molestarlo en busca de respuestas no valdría la pena. El experto lycan cazador probablemente lo mandara a freír espárragos y eso llamaría la atención de su voluble maestra. No quería que Aki notara el análisis que llevaba haciéndole todo el día. Apenas llevaba un mes con ella, por lo que no estaba seguro si aquel tipo de comportamiento era normal en la Aokideso. Tratándose de la joven maestra, podría ser cualquier cosa. Le había parecido verla incluso llorar en un momento dado, pero se lo achacó a su vívida imaginación. No era posible que ella estuviera triste o deprimida hasta tal punto como para llorar en público. Era la orgullosa hija de Senri Aokideso, eso era simplemente antinatural. ¿Qué podría ser entonces? El lycan tuvo que dejar de lado sus pensamientos cuando los gritos de su maestra llegaron hasta donde se encontraba. Extrañamente no estaban dirigidos hacia él, sino hacia algún incauto sin cerebro alguno que, de forma muy estúpida, se había atrevido a entablar conversación con la joven. Movimiento equivocado. Podría decirse que pocas veces Toru había visto tan cabreada a la chica. No sabía a ciencia cierta que le habían dicho, pero lo mejor sería sacarla de allí antes de que su agarrada tía se presentara en el lugar para expulsarla de la academia. De nuevo. El lobo no llegó a dar dos pasos cuando otra presencia femenina intervino en la discusión. Era alta y madura, rubia y de finas facciones. Un gruñido escapó de su garganta. Clavado en el sitio, Toru pudo comprobar la efectividad de aquella mujer; con dos palabras había tranquilizado a su maestra y mandado a tomar viento fresco al idiota. Y ahora ella sonreía de esa manera que le ponía los pelos de punta. Alguien lo empujó desde atrás. Oh, demonios. ¿Cuándo había llegado Tarot ahí? ─Será mejor que controles a tu maestra, Alpha. No quieras que el B.I.R.D. tome cartas en el asunto. Toru giró sobre sí mismo más rápido de lo que un humano podría imaginar, pero el lobo ya no estaba allí. ─Maldito Omega… Un escalofrío recorrió su espalda cuando decidió voltearse de nuevo. Algo le decía que las dos féminas ahora centraban su atención en él, y eso no significaba nada bueno. Mierda. Sin siquiera darle tiempo a su maestra a hablar, Toru esprintó fuera de la habitación. No quería estar allí en aquel momento. Mejor dicho, en ninguna parte cerca de ellas. Más tarde Tarot se preguntaría qué demonios había sido esa sombra que lo había adelantado en los pasillos del B.I.R.D, provocando un griterío femenino general y papeles volando por todas partes. Oh, el no tardó demasiado en desaparecer de allí cuando se percató de qué huía esa sombra sospechosamente parecida a Toru.
All The Right Reasons - Drabble #3. Título: Lie To Me. Personajes: Aokideso Aki, Toru. Pairing: Taki. Nº de Palabras: 286. Tipo de Fanfic: Drabble. Nº de Drabble: 3. Genre: Tragedy/Drama—Hurt/Comfort. . Rating: K. Advertencias: Spoilers. Lie To Me. —¿Toru? —comenzó su maestra, indecisa. A pesar de ese momento inicial de duda, ella se veía bastante segura de lo que diría a continuación. El alpha esperó, temiéndose lo que vendría ahora. Había estado esperando aquel momento desde el día en que sus caminos se cruzaron por primera vez. — Creo que ya sé quién mató a mi padre. La sangre del poderoso lycan se congeló en el momento en que aquellas palabras escaparon de los labios de su joven maestra. Su corazón se congeló en lo que podría haber sido su último latido. El color se le fue del rostro y sus ojos se abrieron desmesuradamente, con las pupilas dilatadas al máximo. Podía haberlo esperado, podía haberse hecho creer que las cosas resultarían como él temía, pero jamás podría haberse preparado. No para aquello. La joven observó su reacción tranquila, su expresión inescrutable. Sus ojos revelaron por una fracción de segundo una emoción traicionera, un destello que el lobo reconoció al instante. Ira. Tristeza. Contradicción. Aun cuando ambos sabían la verdad ninguno quería pronunciar aquellas terribles palabras en voz alta. Eso los sentenciaría. Y no importaría que él le hubiese salvado la vida en incontables situaciones, que ella lo hubiera rescatado de su propia oscuridad. No. Eso sería nada en comparación con el horrible pecado cometido años atrás. Sería suficiente. Sería demasiado. Los separaría y ellos no podrían hacer nada para remediarlo. Pero hasta que ese momento llegara, hasta que alguno de los dos fuera lo suficientemente fuerte y valiente como para afrontar la verdad tal y como era, ambos seres, maestra y lycan, se contentarían mintiéndose el uno al otro. Mintiéndose a sí mismos. Porque eso era lo único que les quedaba.
All The Right Reasons - Drabble #4.Título: If I lose myself tonight. {It’ll be by your side} Personajes: Aokideso Aki, Toru. Pairing: Taki. Nº de Palabras: 401. Tipo de Fanfic: Drabble. Nº de Drabble: 4. Genre: Tragedy/Drama—Hurt/Comfort. . Rating: K. Advertencias: Spoilers. Nota: Escrito participante en la actividad "Frasemanía". If I lose myself tonight. {It'll be by your side} Tsubaki Aokideso podía ser muchas cosas, pero no era tonta. El significado detrás de frases, palabras, era para ella tan claro, que cualquiera podría pensar que su mente funcionaba de otra forma en comparación con el humano normal. Y así era. Por eso, algo tan simple como un “podría haber sido yo” era un claro “yo soy el villano que buscas”. Ella quería aferrarse a la creencia de que las cosas podrían ser distintas. Toru no tenía por qué ser el asesino de su padre. Pero lo era. La Aokideso menor no contestó a aquella indirecta, no lo miró, no lloró ni gritó. El lycan permaneció en silencio. Sabía lo que venía. O tal vez no. La joven se lanzó hacia él en lo que a cualquiera le habría parecido un ataque, pero en su más fuero interno, Toru sabía que no era así. Cuando Tsubaki se abrazó a él, llorando y sacudiéndose con dolorosos espasmos, el alpha sabía que las cosas habían cambiado. Ella podía culparlo, pero no lo odiaba. Por alguna razón que el antiguo no supo discernir, su cuerpo respondió de forma automática a la muestra de cariño. Él la abrazó y la consoló, le dijo que las cosas iban a estar bien ahora. Que él la protegería, incluso de sí mismo. Algo dentro de Toru se había roto, pero a la vez reconstruido con más fuerza que nunca. Él la atrajo incluso más contra sí, reparando en un sentimiento que llevaba negando más tiempo del necesario. Mía. Con cuidado el carrat se levantó, llevando a la llorosa joven consigo. No conseguiría nada dejándola llorar en un baño, así que la cargó hasta su habitación y la depositó suavemente en la cama. Tsubaki se había dormido, pero lágrimas caían aún de sus ojos. Aun así ella no soltaba a su lycan, impidiéndole dejarla sola en aquel momento. Una extraña determinación brilló en los ojos del poderoso alpha. Aki había tomado una decisión, y él también. Toru veló por sus sueños aquella noche, y también la siguiente, y la siguiente. Mientras Aokideso Tsubaki solo podía levantarse lamentándose por su almohada y su corazón, ambos blandos, confortables y sin culpa alguna, pero de alguna manera víctimas de las acciones de sus seres queridos. Ambos rotos por las lágrimas. Sin culpa, pero con la responsabilidad de hacerse cargo de las cosas. En su responsabilidad, Aki supo perdonar. Y Toru supo aceptarlo.
