Prólogo Aquella noche estaba particularmente estrellada, de modo que los jóvenes habían decidido disfrutar de un agradable paseo por las afueras de Demacia aprovechando que la guerra estaba en una tregua que apenas sabían si quiera si se mantendría por más de un mes. Él, con las manos en los bolsillos, caminaba un poco por detrás de ella, que entusiasmada por salir de su ciudad natal aunque fuera por un simple paseo, casi parecía danzar de puntillas bajo el manto añil. Se permitió el privilegio de admirar su belleza, de contemplar el brillo de las estrellas en su melena dorada, sus ojos azules resplandecían casi más que los propios astros y su sonrisa parecía poseer luz propia. No pudo evitar esbozar una sonrisa. —Ezreal, ¿te ocurre algo?—le preguntó ella deteniéndose a mirarle. —¿Eh...?—las mejillas del joven, también rubio, se tintaron de rosado—¡Ah! No, nada nada—dijo mientras sonreía. La joven se acercó, le tomó de la mano y volvió a saltar en su danza, llevándose con ella a Ezreal. La vergüenza siempre había podido con él, pero debía decidirse, si le gustaba, debía lanzarse, ahora. —Ah...Lux...—balbuceó. —¿Sí? —Esto...Vámonos al Monte Targon, quiero hablar contigo —¿El Monte Targon?¿No es peligroso? —Tranquila, yo estaré contigo. Lux asintió y se dejó guiar. El Monte Targon no era un lugar conocido precisamente por su gran accesibilidad, pero Ezreal había estado otras veces antes, aunque no fueran muy agradables sus recuerdos precisamente. Llevaba meses pensando en declararse en la cima del mismo a su amada Lux, pero siempre desistía; quizá por timidez, quizá por miedo a no ser correspondido, ¿quién sabe? La cuestión es que ahí y ahora había decidido atreverse. Pero...¿y si le decía que no?, ¿y si a su hermano Garen, héroe de Demacia, no le parecía bien su relación? Había tantas cosas que podían salir mal... Por fin, tras más de una hora de ascenso, se encontraban en la cima del mítico Monte Targon, hogar de personajes de renombre como eran Leona y Pantheon y escena de mil y una batallas. Ezreal cogió aire, se armó de valor y... Un enorme estruendo asustó a la pareja, que corrieron siguiendo el sonido. Una nube de polvo pronto cubrió todo, apenas podían ni respirar. Ezreal vislumbró un gran brillo, como si fueran diamantes. Un momento, ¿diamantes? No... "Mierda" Pensó. —¡Ezreal, amor mío!—escuchó
Ok, esto me sacó una tremenda risa cuando llegué al final de todo. Es cierto, todo el mundo shippea a Lux con Ezreal, pero la mayor parte de la comunidad lolera cree que Taric se ve mejor junto a nuestro amado rubio. "¡Ezreal, amor mío" Lo-a-mé. Eso sí, creo que, aunque en el juego no pueda ser muy clara para muchos la personalidad de los personajes, manejaste básicamente bien a los personajes. Espero que sigas así <3, realmente me gustó leerte. Espero tu próximo capítulo y me avisas <3
Todos sabemos que Ezreal y Taric son uno mismo, no sé porqué Ezreal se hace tanto del rogar (? Fue genial, Lux tan despreocupada y alegre, además siempre se le notó poco interesada en el chico por el que muchas (y muchos) pelean. Me encantaría saber lo que piensa Lux de esa escena, algo bastante gracioso que seguro terminó por arruinarle hasta la última chance que le quedaba a Ez.
Jajajajajajajajajajajajajaja, es que ambos tienen pinta de. O sea, se presta y con esos skins, hacen un duo maravilloso. Realmente me hiciste reír mucho, para qué eligió el lugar donde sabía se lo encontraría? xD