Alas de mi Ángel Me despierto entre órganos humanos y sangre, la cabeza me da vueltas y mis piernas no me responden. En la espalda siento un ardor casi insoportable, mi ropa esta mojada con sangre y en la boca tengo un sabor metálico que me causa nauseas. Miro a mí alrededor y me encuentro sola en medio de lo que parece una llanura, a unos metros se encuentra una cabaña y una motocicleta, eso es todo. Me intento levantar y caigo, no lo había notado antes pero tengo cortadas en mis brazos y cara. -Ayúdenme.- susurro asustada, no recuerdo nada, ni como llegue ahí, o donde estoy, ni siquiera logro recordar quién soy. Comienzo a llorar y a temblar, el sol está a punto de ponerse y empieza a hacer frio, un frio helado. Me abrazo los hombros y me acurruco entre toda esa masacre, empiezo a tiritar y cierro los ojos esperando que esto sea un mal sueño. No lo es. Los vuelvo a abrir y me trato de incorporar de nuevo, esta vez si logro mantenerme en pie y camino entre todos los órganos hasta la cabaña. La espalda me está matando pero la ignoro, camino entre los pasillos de esa pobre cabaña y noto su deterioro. Donde antes bubo cuadros solo quedan marcos vacios y pedazos de tela colgados en las paredes. Doblo a la derecha y me encuentro con el cuerpo inerte de…algo. Parece un chico pero su piel es casi roja y de sus castaños cabellos se logran apreciar algo parecido a los cuernos de los toros. Me arrodillo a sus pies y lo empiezo a observar con más detenimiento, mi cabello blanco cae por mis hombros hasta la mitad de mis brazos, esta vestido con unos jeans y no trae blusa. Mi espalda me arde demasiado pero no me muevo. En eso una luz aparece y me ciega por unos segundos, es una luz blanca y es controlada por unos hombres. Ellos me miran y gritan despavoridos, no los intento detener pero no les quito la vista de encima. Me arrastro hasta el “chico y me acuesto a su lado, su cuerpo es cálido, como si tuviera temperatura o como si ardiera por dentro. Cierro los ojos y aspiro su olor, huele a cenizas y a sangre, me relaja, y empiezo a adormilarme. Le tomo la mano y la aprieto con fuerza, lo beso en los labios y me vuelvo a recostar a su lado. A los pocos me pierdo de mi misma, entro al reino de los cielos, el a lo recoditos de la tierra. Mis alas yacen en el suelo de la cabaña, mis plumas están esparcidas por toda la cabaña y mi sangre permanece en los labios secos de mi amado.
Re: Alas de mi Ángel ¡Que cuento tan bizarro! Creo haber leido algo así antes. ¿Lo has reeditado? ¿Él qué era? Un minotauro, o algo así. Ella un ángel, o un extraño experimiento, y en busca de la salvación de ambos se desato una gran guerra y mató a todo el mundo, y por el trauma su mente lo bloqueo. ¡Ok! ya me inventé otra historia. No puedo decirte que esta mal, porque no capté muy bien la cosa. La naracción es buena, y no escribes mal.